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EJEMPLO 1

POEMA A MARÍA CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA


Oh, Madre Santa, en tu regazo me reclino,
Con un corazón que en amor se inclina,
A ti me dirijo en este rincón divino,
Para expresar mi anhelo en esta oración divina.

Oh, Virgen María, Causa de mi dicha eterna,


Te ruego, dame la gracia suprema,
Ser un hijo de Dios, en luz interna,
Porque en tu amor, mi alegría se desvela.

Mi vida, Madre, está llena de pruebas y penares,


Las sombras intentan mis días oscurecer,
Mas en tu abrazo, encuentro consuelo y mares,
De esperanza y alegría, haces renacer.

Reconozco mi fragilidad, sin falsa vanidad,


Sin ti, mi alma se perdería en soledad,
Así que te suplico, en mi corazón, reina en realidad,
Para que en tu luz, encuentre paz y claridad.

Y si alguna vez, por desgracia, en pecado caigo,


No permitas que la tristeza en mí se anide,
Corre en mi auxilio, Madre, y con tu amor amparo,
Haz que en mi alma, la alegría siempre resida.

Bendice, Madre, a todas las familias con fervor,


Derrama tu gracia en mi trabajo diario,
Multiplica las vocaciones con tu amor,
Y santifica a tus siervos sacerdotales y misionarios.

Concede a quienes en este mundo leal sirvieron,


La eterna alegría en el reino celestial,
Porque, Madre amada, en tus brazos crecieron,
Y en Dios y en ti hallaron lo divino y esencial.

Amén, oh Madre, con humildes palabras te suplico,


Que escuches mi oración, mi anhelo sincero,
En tu amor maternal, mi alma edifico,
La alegría en tu presencia es lo que más quiero.
EJEMPLO 2
POEMA A MARÍA CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA

Oh Madre Santa, ante ti me postro con devoción,


Para expresarte mi amor y hacer una oración,
Te ruego, Virgen María, causa de mi alegría,
Que guíes mis pasos en este nuevo día.

Mi vida, Madre, lucha y desafíos enfrenta,


A menudo amenazando mi alegría, tormenta,
Soy frágil, confieso, en ti encuentro abrigo,
No permitas que la tristeza sea mi castigo.

Reina en mi corazón, dulce María, por favor,


Que mi alegría sea constante, sin temor,
Si el pecado acaso llegara a mi alma impía,
Ven en mi auxilio, no dejes que la tristeza guía.

Bendice a las familias, Madre de ternura,


Ilumina mi labor, dale a mi vida la altura,
Multiplica las vocaciones, oh Madre bondadosa,
Y santifica a tus siervos, con tu gracia valiosa.

Concede, Santa María, la eterna alegría,


A aquellos fieles que en este mundo día tras día,
Sirvieron a tu Hijo con amor y devoción,
Que alcancen la gloria, la paz y redención.

En tu nombre, Virgen Santa, con humildad y amor,


Elevo mi plegaria, confiando en tu favor,
Amén, oh Madre, escucha mi súplica sincera,
Causa de nuestra alegría, siempre serás la estrella.
EJEMPLO 3

ODA A MARÍA CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA

¡Oh, Madre Santa, en tus brazos me refugio,


Y en tus ojos de amor, mi corazón se sume,
Eres la causa de mi dicha y mi anhelo profundo,
Virgen María, en tu gracia mi alegría se resume.

En medio del fragor de este mundo tormentoso,


En tus brazos encuentro paz, consuelo y abrigo,
En ti, Madre querida, mi ser encuentra reposo,
Eres faro de esperanza en el oscuro abismo.

Mis días, Madre, están marcados por adversidades,


Los problemas y las penas acechan a diario,
Mas en tu amor inmaculado, en tus bondades,
Encuentro fuerza, fe, y un radiante calendario.

En mi fragilidad, en momentos de debilidad,


Vengo a ti, Virgen Santa, en mi humilde oración,
Ruega por mí, protégeme con tu maternal caridad,
No permitas que la tristeza ahogue mi canción.

Que en mi corazón, Reina de amor y gracia,


Tu reinado sea eterno, mi gozo y mi alegría,
Y si en mis faltas caigo en amarga desgracia,
Ven en mi auxilio, Madre, con tu luz y valentía.

Bendice, Madre, a las familias que en la tierra caminan,


Guía nuestros pasos por el sendero de amor y fe,
Multiplica las vocaciones, tus siervos nos iluminan,
Y a los que han sido fieles, dales la dicha que merecen.

Santifica a tus sacerdotes, religiosos consagrados,


Que con devoción y sacrificio siguen tu sendero,
Que su luz y su guía sean siempre respetados,
Y su eterna alegría sea el divino premio sincero.

Oh, Súplica Santa, oye mis palabras y ruegos,


Que en tus manos, Madre, mis peticiones se eleven,
Concluyo mi oración con un profundo y fiel "Amén",
En tu amor maternal y divino, siempre me elevo.
EJEMPLO 4

ODA A MARÍA CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA

¡Oh, Virgen María, causa de nuestra alegría!


En este rincón del mundo, a tus pies me inclino,
Con palabras sinceras, mi amor a ti confío,
Pues en tu manto encuentro la dicha que ansío.

Madre santa, te imploro con fervor y pasión,


Que en mi ser derrames la luz de tu canción,
Que mi vida, llena de pruebas y aflicción,
Encuentre en tu amor la eterna redención.

En la senda incierta, en momentos oscuros,


Tú eres la guía, la luz, el faro seguro,
En tus brazos encuentro refugio y abrigo,
Y mi corazón canta en gozo contigo.

Mis días a menudo están llenos de pesar,


Las sombras del mundo intentan despojar
Mi alegría interior, mi fe en la verdad,
Pero en ti, Madre mía, hallaré la claridad.

Reina en mi corazón, oh Virgen celestial,


Derrama en mi alma tu amor sin igual,
Y si en mis flaquezas llegara a tropezar,
Tú, mi Madre, ven a mí y hazme levantar.

Bendice, oh Madre, a cada familia en la tierra,


Y guía nuestro trabajo con tu luz sincera,
Multiplica vocaciones, sacerdotes y fieles,
Que en servicio a Dios, encuentren sus deleites.

Santifica a tus siervos, los sacerdotes amados,


Que en tu amor y gracia, sean siempre guiados,
Y a todos los que en la fe han perseverado,
Concede la alegría eterna en tu Reino sosegado.

Oh Madre, en este canto, mi amor te entrego,


Eres causa de nuestra alegría, lo confieso,
En tus manos deposito mi ser y mi ruego,
¡Amen! En ti, Virgen Santa, siempre encuentro éxito.
EJEMPLO 5

POEMA A MARÍA CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA

Oh, María, sublime Causa de nuestra alegría,


En tu sereno rostro, los sufrimientos hallamos,
Compartiste las penas de nuestra humanidad,
Y en tus ojos, vemos reflejadas las lágrimas.

En Belén, en la pobreza y estrechez naciste,


Allí, en tu seno, la promesa floreció,
Persecuciones y exilios te forzaron a huir,
En cada angustia, en cada paso, Dios te eligió.

En la peregrinación a Jerusalén, inquebrantable,


En la noche del Jueves Santo, con fe incansable,
En el camino del Calvario, con amor inmutable,
Bajo la cruz, sola y fuerte, eres inigualable.

Tú, María, nuestra eterna esperanza,


En cada desafío, en cada circunstancia,
Cumpliste la voluntad divina con constancia,
Eres faro de luz, guía y segura bonanza.

En la hora suprema, en el Gólgota, en la cruz,


Jesús confió a tus manos a toda la luz,
Eres nuestra madre, con amor profundo y arduo,
Cuida de tus hijos, danos refugio y escudo.

Como niños confiamos en tu protección,


Llévanos a Jesús, que es nuestra salvación,
En tus brazos, encontramos la dirección,
Siguiéndolo hasta el fin, hallaremos redención.

Oh, María, Causa de nuestra alegría sincera,


Guía nuestro camino, llénalo de luz y espera,
Que nuestra esperanza en ti nunca desfallezca,
Amén, en ti encontramos la senda verdadera.
EJEMPLO 6

POEMA A MARÍA CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA


En la primavera radiante y serena,
Virgen María, mi amor se desvela,
Este poema sincero, ofrenda amena,
Dedicado a ti, Madre, como estrella.

Tú, que conoces mi corazón sin velo,


Adoración pura, mi alma te sella,
Eres mi sol en el amanecer bello,
Y calma en cada tarde que destella.

En tus ojos guardas mis secretos hondos,


Penas y sueños, tus manos son fondos,
En ti, mi confianza se torna inmensa,
No dudes, Madre, de mi amor, mi ofrenda.

Cada día, en la sombra o la aurora,


Tu presencia en mí, Madre, se desborda,
Como estrella divina, mi vida embellece,
En tu gracia, Madre, mi corazón se ofrece.

Bendita eres, María, mi devoción profunda,


Estrella de la humanidad, en ti se funda,
Guía que al Señor nos conduce y enlaza,
En tu amor, Virgen María, mi esperanza abraza.
EJEMPLO 7

POEMA A MARÍA CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA


Oh, María, Causa de nuestra alegría constante,
Cada día, en silente devoción, te aclamamos,
Tú, faro en nuestras vidas, siempre amante,
A ti, Virgen Santa, con amor te nombramos.

En la rutina del día a día, con certeza,


En cada paso, en cada lucha y empresa,
Tú eres guía, consuelo, fortaleza,
En nuestra existencia, en la paz y la tristeza.

La juventud, con sus sueños y anhelos ardientes,


Eleva plegarias, con fervor siempre presentes,
Deseando un futuro mejor, reluciente,
Para la patria amada, noble y consecuente.

Construir la alegría en cada hogar y mente,


Es nuestro sueño, en cada paso persistente,
Madre, acoge nuestro clamor ferviente,
Inspira coraje, valentía, en cada mente.

Ante obstáculos que puedan parecer inmensos,


Con tu amparo, enfrentaremos sin retroceso,
Justicia y paz, anhelamos como precepto,
Tú, María, guíanos, sé nuestro faro, te lo confieso.

Nuestros amores juveniles, brillantes y sinceros,


Reflejan la belleza que hay en nosotros enteros,
En ti, descubrimos valores verdaderos,
En autenticidad y generosidad, somos enteros.

Extiende tu manto sobre esta devoción ardiente,


Que en el corazón de todos es presente,
Un llamado a comprometernos valientemente,
A construir una patria de amor, unida y ferviente.

María, Causa de nuestra alegría, en este día y siempre,


Bendice ideales, familias, patria, alma y mente,
Enséñanos a vivir en fraternidad, sin desvío,
Como hijos de Dios, en igualdad, en río eterno y vivo.

Amén, con confianza en tu nombre, María querida,


En la senda de amor, en ti encontramos la vida.
EJEMPLO 8

POEMA A MARÍA CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA

Madre mía, sublime Causa de nuestra alegría,


Eres eterna, un faro en la noche sombría,
Un mundo en paz y amistad anhelas,
Como bella flor del mundo, tú destellas.

Eres la estrella que ilumina mi senda,


En cada paso, en cada esquina, eres ofrenda,
Mi espíritu halla cobijo en tu mirada,
Cuando mi alma siente tristeza abrumada.

En los momentos de aflicción y herida,


Ante ti, madre mía, elevo mi mirada querida,
Eres la luz, el faro, la guía certera,
Madre, amiga, ejemplo, en cada era.

María, reflejo de vida, ejemplo claro,


Madre valiente, auténtica en cada arco,
A ti acudo, con alegría en mi corazón,
Reconociendo en ti el amor, la dirección.

Permíteme, Madre, en humilde súplica,


Que mi vida refleje tu amor, la rica,
Causa de nuestra alegría, eres guía eterna,
En cada paso, en cada alborada, en cada estrella.
EJEMPLO 8

POEMA A MARÍA CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA

Abrázame, María, fuente de nuestra alegría,


Tus gozos, consuelo, mi alma lo pedía,
Que mi llanto alcance el divino firmamento,
Hasta que un nuevo día amanezca, contento.

Bendice, oh Madre, mi mente y mi pensamiento,


Inunda con tu amor mi ser, con aliento,
Que tu ternura alivie este dolor tan crudo,
Y en tu regazo virginal, encuentre escudo.

Así como con Jesús, en tu seno santo,


Al enemigo venciste, en victoria encanto,
Líbrame de los males que acechan mi camino,
Que en tu amor divino, encuentre mi destino.

Protégeme, María, de lo que me distrae,


De aquello que de Cristo mi ser aparta, y desvía,
Que en sus manos amorosas siempre esté yo,
Con tu virtud, unidos, capeemos la ardua noche, lo sé.

¡Oh, cuán hermoso es cantar a María,


Causa de nuestra alegría, fuente de armonía,
Dulce y grandiosa, y cuán poco la valoramos,
Las señales del juicio a menudo ignoramos,
Algunos en excesos, otros en omisiones,
El que tenga ojos, que entienda mis canciones.
EJEMPLO 9

POEMA A MARÍA CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA

¡Ven, Virgen María, causa de nuestra alegría!


Madre de fe, valía, de cariño y alabanza,
Eres guerrera que en la oración desafía,
Las sombras oscuras con tu luz y bonanza.

Apoyada por la trinidad, sublime victoria,


Elevada sobre el mal, en esplendor y historia,
Ven y combate a mi lado, que soy frágil,
En esta contienda diaria, enredado en maraña.

Virgen María, reina celestial y amparo,


Tu amor calma las inquietudes, es claro,
Protege de mis debilidades, del pecado,
De las insidias, del maligno deslumbrado.

Guerrera junto a mí, en casa y afuera,


Refugio, fortaleza, en la vida sincera,
Sostenme en tu Santo Rosario, alimaña,
Que tu espada divina sea mi esperanza.

Lucha conmigo contra quienes adversan,


Tu pecho escudo, fuentes inmersas que abrazan,
Con palabras amorosas, su obra se desarma,
Tu corazón guía, mi alma halla su calma.

Día y noche, eres mi protección serena,


Virgen María, causa de nuestra alegría eterna,
Envuelve con tu manto, tu regazo me alumbra,
En el centro de la encarnación, donde el alma zambullida se sumerge.

Sin temores, en tu refugio seré valiente,


Reina del cielo, en mi senda constante,
Escuchas mis plegarias, intercesora diligente,
Quédate conmigo, madre de alma resonante.

Hasta que Dios me llame a su morada celestial,


De tu mano, no me sueltes en ese umbral,
Sonríeme, causa de nuestra alegría, en ese trance,
Avanzaré con confianza, en tu amor de abundancia.

Madre amada, causa de alegría infinita,


En el verbo encarnado, en tu amor la cita,
No me apartes de tu maternal lado, querida,
Siempre protegido, siempre sostenido, a tu vida.

Oh, Virgen María, causa de nuestra alegría sin par,


Amorosa guerrera, mi faro en la mar,
Te venero, protectora de almas y esperanza clara,
En tu amor confío, María, estrella que no para. ¡Amén!
EJEMPLO 10

POEMA A MARÍA CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA

Oh Virgen María, madre celestial,


Causa de gozo eterno, en tus brazos confío,
Tu amor resplandece, como un río bravío,
Melodía divina que en mi alma esencial.

Tus brazos, refugio de amor sin medida,


En tu cuna tierna, mi alma reposa,
Reina del mundo, en ti encuentra su rosa,
¡Eres la luz que disipa mi herida!

En tu regazo, mi paz y mi calma hallé,


Cálido abrazo, donde mi ser se cobija,
Tus dulces arrullos en mi corazón fija,
Tu esencia pura en mí, tu amor encendió.

Eres mi reina divina, mi guía y mi estrella,


Causa de alegría que en mi ser atesoro,
Tu pasión divina, como un río de oro,
Oh Virgen María, en tu amor, me sella.

Eres la causa de nuestra eterna alegría,


Con amor sincero, mi alma te nombra,
En tu regazo maternal, mi ser se asombra,
Oh, Virgen María, en ti mi alma confía.

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