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Glutatión y Mal de Parkinson

Investigaciones recientes han revelado dos importantes descubrimientos: primero,


análisis bioquímicos de tejidos cerebrales afectados muestran un daño consistente con
el estrés oxidativo extensivo y la circulación de radicales libres que le sigue; segundo,
los niveles de Glutation GSH en estos tejidos son particularmente bajos. Una
característica sobresaliente del mal de Parkinson es una disminución aproximada del
40% durante las etapas temprana del padecimiento. Un grupo de investigadores de la
Universidad del Sur de California dirigido por J. D. Adams Jr. fueron capaces de mostrar
que en el mal de Parkinson avanzado los niveles de Glutation GSH cayeron a más
del 2% del normal. Si la caída de GSH es una causa o un síntoma del daño se mantiene
poco claro. Pero hay buenas noticias – los niveles elevados de GSH reducen el daño al
tejido cerebral. Algunos síntomas pueden ser revertidos.

Mal de Parkinson y Glutatión

Ya que el daño causado por los radicales libres es un componente invariable del mal
de Parkinson, los investigadores han experimentado con una variedad de antioxidantes
en dosis altas. Además de los más bien conocidos antioxidantes, la terapia de
Glutatión también ha sido utilizada. No solamente es el GSH un antioxidante
excepcional, la sustantia nigra de los pacientes de Parkinson es especialmente
deficiente en GSH, por lo que su requerimiento es particularmente grande. El equipo de
investigación de M. Gabby en Israel mostró que los niveles elevados de GSH reducen
más eficientemente la toxicidad de dopaminérgicos que los antioxidantes vitaminas C y
E. Paradójicamente, mientras que las células cerebrales necesitan dopamina para
funcionar, la misma dopamina de hecho es en determinadas ocasiones tóxica para los
mismos tejidos. Esto puede ser la razón por la que los fármacos que elevan los niveles
de L-dopa, como el Sinemet, sólo funcionan por unos cuantos años de que el efecto
disminuya y los pacientes se deterioren subsecuentemente.

El Dr. P. Jenner y su equipo de los Laboratorios de Investigación Experimental del Mal


de Parkinson en Londres han examinado extensivamente el papel del GSH en la
progresión de esta enfermedad. Ellos encontraron que los niveles de Glutatión caen
consistentemente en el inicio del Mal de Parkinson y creen que niveles altos de GSH
pueden ayudar a prevenir daño neuronal.
El equipo de investigación de D. Offen en el Centro Médico Beilinson en Israel,
experimentaron en las neuronas involucradas con el metabolismo de la dopamina.
Investigaron sobre la muerte celular asociada con la disminución de dopamina de
Parkinson. Para disminuir esta disminución utilizaron antioxidantes, y encontraron que
los antioxidantes del GSH de thiol (que contiene azufre) funcionaron bien. En el lenguaje
cauteloso de la ciencia médica, los describieron como “marcadamente protectores” de
las células cerebrales. Esto corroboró los descubrimientos del trabajo de M. Gabby
(arriba), apoyando aún más la teoría de que el GSH puede prevenir y retrasar la muestre
celular inducida por la dopamina.

G. Sechi y su equipo de investigación en Italia estudió un grupo de pacientes no tratados


de Parkinson en las etapas tempranas del padecimiento quienes recibieron una terapia
intravenosa de GSH dos veces por semana durante un mes. Todos los pacientes
mejoraron significativamente con más del 40% de reducción en su discapacidad.
El mejoramiento desapareció de dos a cuatro meses después del último tratamiento de
GSH.

Otros autores han puesto su atención al papel de los fármacos de mejora del GSH en
el tratamiento de este padecimiento. Existe mucha evidencia que apoya la utilidad de
los niveles altos de Glutatión. Hoy en día, de cualquier manera, hay formas de elevar
los niveles de Glutatión sin la necesidad de utilizar fármacos. De hecho la manera más
natural, confiable y segura de lograrlo es consumiendo una proteína de suero no
desnaturalizada, llamada IMMUNCOCAL.

CASO DE ESTUDIO

El Glutatión es parte del sistema de defensa de nuestro cuerpo y nos protege contra
el inicio de muchos procesos de enfermedad. También puede ayudar a revertir ciertas
condiciones o síntomas, ya sea temporal o permanentemente. La siguiente historia
ilustra la aparente ayuda que proporciona la suplementación de GSH en un caso en
particular.

Wally, un fanático del beisbol de 74 años de edad, fue diagnosticado con el Mal de
Parkinson en Mayo de 1997. El padecimiento avanzó rápidamente y sus doctores lo
pusieron bajo tratamiento de Sinemet (carbidopa/levodopa). En noviembre comenzó a
experimentar severas jaquecas – presumiblemente por la medicación – y la tuvo que
suspender. Hasta este punto él había sido un hombre muy activo, pero ahora se había
deteriorado hasta el punto en el que no podía levantarse de la cama e incluso
levantarse de una silla sin ayuda. El dice que el movimiento se sentía como “caminar
en cemento”. El constantemente se encontraba fatigado y pronto requirió de una silla de
ruedas para poder salir de casa. Los médicos utilizaron oros medicamentos incluyendo
Eldepril (selegilina hidroclorado) y Requip (ropirinol hidroclorado). Estos ayudaron
ligeramente. En Marzo de 1998 comenzó a tomar IMMUNOCAL, una proteína natural
que eleva los niveles de Glutatión. Después de 5 días sus jaquecas desaparecieron.
A las dos semanas su fatiga había disminuido. Dos meses después Wally estaba
caminando bien de nuevo y eventualmente fue capaz de visitar nuevamente el estadio
de beisbol de Los Ángeles, el Edison Field, y caminó alrededor de la manzana. No hubo
ninguna otra intervención terapéutica y siete meses después su estilo de vida activa
continuó.

Carol de 62 años de edad mantuvo una práctica profesional en leyes hasta 1990.
Después de su diagnósticos de Mal de Parkinson en 1986, ella fue capaz de seguir por
un tiempo con su carrera de abogado, pero eventualmente tuvo que renunciar. El estrés
estaba agravando sus síntomas y sus síntomas fueron incrementando sus niveles de
estrés. Ella estuvo bajo varios tratamientos diferentes de medicamentos pero su salud
continuó deteriorándose hasta que eventualmente necesitó ayuda en casa para realizar
sus tareas diarias. Ello dejó de conducir su automóvil y de realizar sus caminatas diarias,
lo cual amaba. Entonces, al paso de unos días de tomar una proteína bioactiva aislada
del suero llamada IMMUNOCAL, su fuerza regresó. Semanas después estaba una vez
más explorando su vecindario y nueve meses después estaba manejando nuevamente.

CONCLUSIÓN

El mal de Parkinson se caracteriza por la pérdida de las células del cerebro que regulan
la dopamina. Evidencia significativa apunta a que el rol del estrés oxidativo y los niveles
dramáticamente bajos de GSH son causas que contribuyen a este daño. Estudios han
demostrado que proteger estas células del daño y muerte elevando los niveles de GSH
puede lograrse en el laboratorio y en pacientes y es un auxiliar bien recibido en los
tratamientos médicos convencionales.

Fuente: “Glutathione, Your Key to Healt”, Fourth Edition, Jimmy Gutman MD, KUDO.CA
COMMUNICATIONS, Montreal Canada.

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