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La Religión de la Nueva Era

Cristian Alfredo Rodríguez Sacristán

Seminario Mayor San José

Filosofía de la Religión

Zipaquirá

2019
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Contenido
1. Introducción............................................................................................................................... 3
2. La Nueva Era o Era de Capricornio........................................................................................ 3
2. 1 Antecedentes de la Nueva Era ............................................................................................... 3
2. 2 Pilares de la Nueva Era.......................................................................................................... 5
2. 3 Definición de la Nueva Era. ................................................................................................... 6
2. 4 El éxito de la Nueva Era ........................................................................................................ 9
3. La Nueva Era y las religiones ................................................................................................... 9
4. El Cristianismo frente al desafío de la Nueva Era. .................................................................. 11
5. Bibliografía .............................................................................................................................. 14
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1. Introducción

Estamos al filo de una nueva era, dice Lewis Munford, la edad de un mundo abierto, una
época de renovación en que la liberación de una fresca energía espiritual sobre la cultura
mundial puede dar rienda suelta a nuevas posibilidades. «Nuestros días, en suma, son
solamente el comienzo». (Ferguson, 1994, pág. 39)

La llamada Nueva Era, o Conspiración de Acuario, agrupa a millones de personas que de


manera invisible, están cambiando la sociedad a través de la expansión de su propio potencial
humano y desde un actitud de perpetua exploración. Hay intereses prácticos de organización
total de la vida humana. Marilyn Ferguson lo expone abiertamente en su libro «La
Conspiración de Acuario». Una motivación o inquietud interna íntima, la vocación, la cual
empuja al hombre a ser y estar de modo más afín a su entorno.

A continuación, presento una breve síntesis de los contenidos del movimiento actual de
la Nueva Era dentro del contexto de la religión; para ver y analizar las pretensiones que esta
presenta al mundo actual, y los desafíos que surgen en la religión en general, y el cristianismo
concretamente.

2. La Nueva Era o Era de Capricornio

2. 1 Antecedentes de la Nueva Era

En principio se debe mencionar, que resulta difícil hablar sobre el origen exacto de éste
movimiento. Aunque se presente como el cambio actual del mundo, por una parte, se puede
decir que por la diversidad en temas que se remontan a la historia pasada, por fundamentos,
realmente no es nueva. Por el origen del término «Nev Age» y como movimiento, se
encuentran antecedentes en el llamado espiritismo moderno1 a mediados del siglo XIX, al
cual podemos tomar como ancestro de algunos pilares de la Nueva Era.

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“Doctrina originada en Francia a mediados del siglo XIX, cuyo máximo exponente ha sido Allan Kardec
(1804-1869). Esta doctrina establece como principios, la inmortalidad del Alma, naturaleza de los espíritus y
sus relaciones con los hombres, las leyes Morales, la vida presente, la vida futura, y el porvenir de la
humanidad, según la enseñanza dada por los espíritus superiores con la ayuda de diversos médiums”
https://es.wikipedia.org/wiki/Espiritismo
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Distintos movimientos fueron precursores de la Nueva Era. Su centro se ubica


principalmente en Estados Unidos, con la sociedad teosófica, que como es sabido, la mayor
parte de sus fundadores fueron miembros masones. Sociedad constituida en New York, por
miembros de la masonería y el espiritismo. De tal manera, que como se observará adelante,
algunas consignas de estos movimientos trascienden a la naciente Nueva Era, como: formar
la fraternidad en la humanidad, el estudio sin límites morales o teológicos, y la incentivación
de la emancipación de la mujer.

Alice Beiley, una de las representantes más importantes del movimiento teosófico, es la
primera en atribuirse el término «New Age» o «Nueva Era». Sánchez Carrión lo menciona
así:

La expresión Nueva Era se atribuye a una ocultista inglesa de nombre Alice Anne Bailey
(1880-1949), que lo utilizó en algunas de sus obras como Discipulado en la Nueva Era o
La Educación en la Nueva Era y que en 1932 fundó una asociación llamada Buena
Voluntad Mundial con el fin de preparar a la humanidad para un cambio radical. (Carrión,
1999, pág. 33)

Alice Beiley propaga en sus ideas el advenimiento de un nuevo mundo y de una nueva
religión; con la venida de un nuevo Cristo, un Avatar o maestro para el mundo actual. Su
venida permitirá la restauración de una nueva religión. En su libro «La Reaparición de
Cristo», argumenta que en la hora actual numerosas religiones esperan la venida de un Avatar
o Salvador. Esta nueva venida de Cristo como Instructor mundial para la era de Acuario es
presentada en esta obra como un acontecimiento inminente, inscribiéndose de manera lógica
y práctica en la continuidad de la revelación divina a lo largo de las edades. Cristo pertenece
a la humanidad entera. Es preciso reconocerlo y comprenderlo como «la misma gran entidad
en todas las religiones del mundo».

Otro título imprescindible en equivalencia con la Nueva Era, es «La Conspiración de


Acuario» de Marilyn Ferguson. En el libro que lleva este nombre, la autora expone una
conspiración en entre un cúmulo de determinados aliados, que llevará a la tierra a una nueva
era de relaciones humanas basadas en la fraternidad y la solidaridad, como búsqueda de la
paz.
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2. 2 Pilares de la Nueva Era

La Nueva Era un movimiento con una amplia gama de sistemas de creencias, movimientos
sociales y diversas prácticas. Danforth (1983, p. 253) citado por Carozzi (pág. 20) resalta tal
diversidad al afirmar:

El feminismo, el movimiento ecologista, el movimiento pacifista, la comida saludable, los


recursos renovables, la tecnología apropiada; la parapsicología, la astrología y la brujería,
todos han encontrado lugar en el movimiento de la Nueva Era. La increíble diversidad y
riqueza de este movimiento se hace más notablemente evidente en el campo de las terapias
alternativas. La aparentemente infinita proliferación de técnicas terapéuticas y prácticas
que constituyen la sanación de la Nueva Era incluye centralización, canalización,
proyección astral, visualización guiada, iridiología, reflexología, cromoterapia,
renacimiento, shiatzu y sanación con el poder de pirámides y cristales.

Sin embargo, a pesar de la diversidad que manifiesta, en el desarrollo presente de este


movimiento, es claro encontrar algunas bases sobre las que se sostienen las demás creencias.
Como: el gnosticismo, el esoterismo, el teosofísmo, las religiones orientales y las nueva
psicología.

El gnosticismo es uno de los pilares con más recorrido histórico. Su importancia en la


Nueva Era, radica en la relevancia que toma el conocimiento en la salvación del individuo.
Defiende que la salvación se alcanza únicamente por medio del conocimiento. Para la Nueva
Era, la salvación viene mediante la conciencia que se adquiere por la auto experiencia. Lo
que no se percibe y no se experimenta no es real.

El esoterismo se adecua a lo oculto, lo interno; lo que está destinado a permanecer oculto.


Es, sin duda, la característica más importante de la Nueva Era. Se fundamenta sobre la
astrología, la Kavala judía, la alquimia, el tarot, etc. De acuerdo a la astrología, se dice que
la humanidad está en medio de nuevos acontecimientos que están escritos en los astros.
Terminando la era de piscis, está al paso a la era de capricornio.
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El teosofismo hace parte del esoterismo, pero es debido hacer énfasis en éste, por la fuerza
que tiene dentro de la Nueva Era. Es la sabiduría de Dios. Permite que determinadas personas
puedan tener acceso a lo divino mediante la iniciación y la meditación. De modo que afirma
tener una inspiración especial de lo divino por medio del desarrollo espiritual.

La experiencia del hombre en la actualidad, es la búsqueda de lo divino por medio de la


experiencia, de la sensación. Esto explica la fuerza que están tomando las religiones
orientales. El hinduismo con mayor influencia, con doctrinas como el Karma, la
reencarnación, el yoga, el principio de identificar nuestro yo con el yo divino y el gurú. Por
su parte el budismo, se caracteriza por tener conciencia de no conocer lo divino, solo se
accede a la paz perfecta por medio de la liberación del sufrimiento, logrando el nirvana.

Finalmente, para completar las ideas descritas, la psicología que determina el desarrollo
y comportamiento del hombre de la Nueva Era. Está íntimamente ligada a la creencia de que
podemos acelerar el progreso de la evolución al alcanzar una conciencia más elevada, lo cual
es el objetivo central del movimiento de la Nueva Era. La psicología proporciona los medios
para alcanzar este objetivo. Ken Carey lo dice de esta manera: “Dondequiera, todo el que se
sincronice con el Ser Más Elevado se vuelve parte de la transformación. Sus vidas entonces
llegan a ser orquestadas desde otros mundos”2.

2. 3 Definición de la Nueva Era.

Junto al nombre de Nueva Era, es también llamada Era de Acuario. Nombre que se
atribuye a Marilyn Ferguson, quién, como ya se mencionó, da este nombre a uno de sus libros
que tuvo más éxito. Al respecto menciona ella:

me sentía atraída por el poder simbólico de esa idea difundida en toda nuestra cultura
popular: el que tras una era violenta y oscura, la de Piscis, entramos en un milenio de
amor y de luz, «la era de Acuario», época de la «verdadera liberación espiritual».
(Ferguson, 1994, pág. 13)

2
Ken Carey, en un discurso en Whole Life Expo (Los Angeles, CA), Feb. 1987.
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Para la astrología, el desenvolvimiento de la historia se da por medio de etapas, de acuerdo


a los astros. Desde la venida de Cristo hemos pasado un poco más de 2.000 años de la era de
Piscis, una era de maldad, de violencia; es momento de dar paso a la era de Acuario.

Por la variedad que se da dentro del movimiento, es difícil llegar a un término que abarque
su comprensión. Lo que sí se puede afirmar, es que es el empeño por generar un cambio
frente al actual estado de la sociedad.

La Nueva Era es, según sus seguidores, el inicio de una etapa que rompe con los
paradigmas de una civilización belicosa, rígida, institucionalizada y racionalista, regida
por las estructuras de Piscis decadentes, que abren paso a una forma de ser y de pensar
diferente, bajo el modelo acuariano. (Carrión, 1999, pág. 33)

La promulgación de un nuevo mundo para la humanidad bajo la consigna de la


fraternidad, en la medida en que el ser humano alcance un estado mayor de conciencia.

La nueva Era critica los determinados sistemas que en años han permitido el decaimiento
de la humanidad. El materialismo sofocante de nuestro tiempo, así como el declive de los
valores morales y espirituales, y la falta de fraternidad entre los hombres. Predica la paz, la
unión entre los seres humanos, el respeto. Elogia la meditación, busca por todos los medios
la autoestima y el pensar positivo. Ve la necesidad de una nueva espiritualidad. Este es el
rostro bueno de la Nueva Era. Un cambio completo en nuestra cultura, así lo dice Ferguson:

Más amplia que una reforma, más profunda que una revolución, esta especie benigna de
conspiración en pro de un nuevo programa de actuación humana ha desencadenado el
realineamiento cultural más rápido de toda la historia. El vasto, estremecedor e irrevocable
movimiento que se nos está viniendo encima no es un nuevo sistema político, religioso ni
filosófico. Es una nueva mentalidad, el surgimiento de una sorprendente visión del
mundo, en cuyo marco hay cabida tanto para la ciencia de vanguardia como para las
concepciones del más antiguo pensamiento conocido. (Ferguson, 1994, pág. 23)

Es la «Conspiración de Acuario», respirar juntos, crear juntos redes de conspiradores que


pretendan hacer el cambio de la conciencia humana. La era de la liberación espiritual en el
mundo porque unos empiezan a influir sobre otros, de modo silencioso, pero allí se va dando
la transformación. El único modo de la transformación será en la medida en que los hombres
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trabajen sobre su conciencia; del paso de lo ordinario, a un estado mental consciente donde
toda la atención de la persona está fija, para la cual cualquier método o camino que permita
esto es válido. Sólo para la transformación de un nuevo mundo por el cambio de cada
individuo.

Al parecer, el verdadero protagonista de este cambio es el cerebro. En la Nueva Era el


desarrollo de las ciencias está abocado a la experimentación y conocimiento de las estructuras
y procesos cerebrales. La proyección y el cambio inician en los actos de la inteligencia; de
allí que sea indispensable conocer desde todas las ciencias el desarrollo cerebral. “Si
ensanchamos nuestra conciencia, si admitimos informaciones nuevas y sacamos provecho de
la maravillosa capacidad de integración y reconciliación de nuestro cerebro, podemos dar un
salto adelante” (Ferguson, 1994, pág. 179).

Llama la atención, que para la Neva Era, como se sienta como objetivo el que cada
persona llegue a un punto elevando de conciencia, cualquier medio será provechoso de
acuerdo a la experiencia de cada individuo. Así lo describe Ferguson,

Todos estos métodos pueden recibir el nombre de psicotécnicas, esto es, sistemas por los que se
puede obtener un cambio deliberado de conciencia. Lo que no quita que algunos individuos
puedan descubrir por su cuenta nuevas maneras de fijar la atención, y puedan aprender a inducir
tales estados por métodos diseñados por ellos mismos. Todo puede funcionar. (1994, pág. 86)

Para concluir este apartado, quiero nombrar algunos de los principales temas tratados por
la Nueva Era, con dije, es difícil encerrar todo en un solo concepto:

 Defiende una nueva visón del mundo


 Tiene la idea de una totalidad económica, social, política y religiosa
 La humanidad y el universo son un único organismo vivo
 Defiende y busca una armonía del hombre consigo mismo, con la naturaleza y con lo
divino
 Es la era de Acuario
 Unidad y paz en el mundo, comunidad mundial donde el hambre y la guerra serán
eliminados
 Una nueva religión, construida sobre la cenizas de las religiones anteriores
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 El advenimiento de un nuevo mesías, el mesías de la era de acuario


 Profunda conciencia ecológica
 El hombre es un ser poseedor de una divinidad

2. 4 El éxito de la Nueva Era

La nueva era no se ha estancado, ha perdurado y además aumenta el número de


seguidores, por tanto debemos pensar que existe una clave, un medio por el cual aún continúa.

En occidente el materialismo ha cansado al hombre, a lo cual ha respondido la nueva era


con la búsqueda de lo espiritual haciendo ver que a pesar de todo aún es posible la esperanza,
la libertad, la felicidad. No es nada negativo, una actitud positiva ante los problemas que
aquejan al hombre moderno, no hay castigo, no hay purgatorio; lo cual es atractivo.
Aspiraciones al corazón humano que son muy elementales, ofrece justo lo que el hombre
desea. Una solución total con respuestas definitivas a las grandes cuestiones del hombre.

La Nueva Era lleva la palabra tolerancia al extremo. Muestra respeto con todos los gustos
personales de cada individuo. Es una apertura de experiencias según el querer de cada
persona. El criterio es a la apetencia de cada individuo. Esto es una cosmovisión sincretista
de carácter extremadamente profunda. Todo cabe aquí, religión, ciencia, mística, esoterismo,
yoga, etc…

Respecto a la espiritualidad, no hay distinción en pertenecer a determinada religión. Lo


importante es los medios que cada persona pueda usar para hallar su yo en la experiencia con
lo universal. Satisface los anhelos más profundos del hombre.

3. La Nueva Era y las religiones

La Nueva Era llega para transformar el mundo en todos los ambientes. El mundo
pertenece al hombre, es el desenvolvimiento de la humanidad con el paso de la historia; como
popularmente se dice: «el hombre es la medida de todas las cosas», y esto aplica directamente
a las bases de este nuevo movimiento. Uno de esos ambientes, mayoritariamente afectado
es la religión, o las grandes religiones. En general, para la Nueva Era, el mundo transformado
tendrá una única religión; una donde todo es posible. “Somos espiritualmente libres, decían,
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gestores de nuestra propia evolución. El ser humano puede elegir, y despertar a su verdadera
naturaleza. Explotando al máximo sus recursos interiores, puede alcanzar una nueva
dimensión del espíritu; es capaz de ver más” (Ferguson, 1994, pág. 42).

La nueva Era predica lo contrario de las grandes religiones monoteístas, y en especial del
cristianismo. La transformación de paz y felicidad como construcción meramente humana y
no como regalo de Dios a los hombres. Es una experiencia donde el hombre por iniciativa
propia, busca la experiencia de lo divo; no es Dios quien se acerca al hombre. Es obstáculo
para el hombre definirse totalmente dentro de una religión, es una falta a la fraternidad. De
modo que en la mirada de la Nueva Era, la religión es una experiencia individual, donde cada
persona se halla a sí misma con su Yo. La religión que se postula no es una relación de la
creatura con su Creador, sino la del hombre consigo mismo. Esto hace que la nueva
espiritualidad sea aparente y no real, puesto que finalmente, no es sino lo religioso vaciado
de trascendencia, es decir, una religión sin Dios.

La Nueva Era afirma que la verdadera espiritualidad es compatible con todas las religiones
y que a todas respeta, pero se puede ver, que el propósito es distinto. Cedeño en su
«Catecismo del yo soy», escribe: “10. ¿Cuál es la religión del futuro? La Nueva Religión
Mundial. 11. ¿Qué es la Nueva Religión Mundial? La Religión de la Nueva Era” (Cedeño,
2010, págs. 30-31). Esta es la verdad de la Nueva Era frente a la religión.

Ferguson, aunque no presenta una discusión directa y detallada de las religiones clásicas,
en su libro «la Conspiración de Acuario», hay una subversión del sentido de la religión:

La experiencia espiritual o mística, que constituye el tema del presente capítulo, es la


imagen en espejo de lo entrevisto por la ciencia: la percepción directa de la unidad de la
naturaleza, el lado interior de los misterios que la ciencia trata de conocer esforzadamente
desde el exterior. (Ferguson, 1994, pág. 420)

La experiencia suprema es la mística, la de la conciencia transformada, por el uso abierto


de las técnicas que le sean útiles al individuo. Dicho contenido de esta experiencia es la
unidad de todo.

La «Nueva Era» es el auge de la mística moderna, toda una experiencia personal que se
abre a la experiencia con el todo, con la divinidad; “no hay que creer en lo absoluto, hay que
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experimentarlo” (Ratzinger, 2005, pág. 113). De tal manera que, “la religión significa la
identificación de mi «yo» con la totalidad cósmica, la superación de todas las separaciones”
(Ratzinger, 2005, pág. 113). Si anteriormente las religiones trataban de una relación del «yo»
al «tú» para un «nosotros»; ahora, la única experiencia religiosa es propia del sujeto que por
la vivencia se une a lo Absoluto, por medio de una gama de ritos cargados de expresiones
que poco a poco llevan el cuerpo al éxtasis. Si de la razón y el dogma no se consigue el
encuentro perdurable con Dios, se deben buscar los medios eficaces que lleven al hombre a
trascender en lo infinito.

4. El Cristianismo frente al desafío de la Nueva Era.

Finalmente, una mirada desde nuestro ser de cristianos, ante los notables desafíos de la
Nueva Era, que en los últimos años ha afectado tanto interna como externamente a la Iglesia.
Ante lo respetuoso e inocente que pueda parecer el movimiento de la Nueva Era, sus
estructuras penetran las bases de la Iglesia. La naturaleza gnóstica, no permite que desde el
cristianismo puedan ser algunos elementos aceptados y otros rechazados; el movimiento de
la Nueva Era niega el contenido de la fe cristiana. Ya desde los comienzos de la Iglesia se
prevenía de esto, dice San Pablo: “avisar a algunos que no enseñen doctrinas extrañas, ni se
dediquen a fábulas y genealogías interminables, que son más a propósito para promover
disputas que para realizar el plan de Dios, fundado en la fe” (1 Tim 1, 3-4).

Antes de analizar algunos elementos centrales del pensamiento y de la práctica de la Nueva


Era, observemos las palabras del Papa Juan Pablo II:

No es una exageración decir que la relación del hombre con Dios y la demanda de una
"experiencia" religiosa son el meollo de una profunda crisis que afecta al espíritu humano.
Mientras continúa la secularización de muchos aspectos de la vida, hay una nueva
búsqueda de "espiritualidad" como se evidencia en la aparición de muchos movimientos
religiosos y curativos que buscan responder a la crisis de valores en la sociedad occidental.
Esta agitación del homo religiosus produce algunos resultados positivos y constructivos,
como la búsqueda de un nuevo significado en la vida, una nueva sensibilidad ecológica y
el deseo de ir más allá de una religiosidad fría y racionalista. Por otro lado, este despertar
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religioso incluye algunos elementos muy ambiguos que son incompatibles con la fe
cristiana. (Juan Pablo II, 1993)

Y en otro texto alude sobre el mismo tema, diciendo:

Es el renacimiento de las antiguas ideas gnósticas en la forma de la llamada New Age. No


debemos engañarnos pensando que ese movimiento pueda llevar a una renovación de la
religión. Es solamente un nuevo modo de practicar la gnosis, es decir, esa postura del
espíritu que, en nombre de un profundo conocimiento de Dios, acaba por tergiversar Su
Palabra sustituyéndola por palabras que son solamente humanas. La gnosis no ha
desaparecido nunca del ámbito del cristianismo, sino que ha convivido siempre con él, a
veces bajo la forma de corrientes filosóficas, más a menudo con modalidades religiosas o
pararreligiosas, con una decidida aunque a veces no declarada divergencia con lo que es
esencialmente cristiano. (Juan Pablo II, 1994, págs. 103-104)

Juan Pablo II, admite y reconoce la necesidad religiosa del hombre. La relación del hombre
con Dios, es una necesidad que está en las estructuras de la persona. El notable cambio de las
estructuras sociales en el mundo moderno, han aislado el sentido religioso del hombre, y éste
tiene necesidad del volver a la espiritualidad. Sin embargo, este querer despertar religioso
choca con elementos imprescindibles de la fe cristiana. El movimiento de la Nueva Era no
es una renovación de la religión, es más bien, una búsqueda egoísta del hombre por hallarse
a sí mismo. El hombre se basta a sí mismo, no tiene necesidad de Dios.

La religión es la relación del hombre con Dios, un Dios personal. Para la Nueva Era, el
concepto de Dios es un tanto vago, no sabemos si llamar Dios a todo, al cosmos, o al mismo
hombre. Porque Dios no es un ser trascendente, está en lo profundo del Yo del individuo. “El
Dios de la Nueva Era es una energía impersonal, en realidad una extensión o componente
particular del cosmos; Dios en este sentido es la fuerza vital o alma del mundo” (Cons. Pont.
de la cultura & Cons. Pont. para el Diálogo Interreligioso, 2003). Esto es muy diferente a la
concepciónn cristiana. Dios es en sí mismo personal, es comunión: Padre, Hijo y Espíritu
Santo. Ha creado el univero y se comunica a sus criaturas. Es amor, diferente del mundo y
del el hombre; aunque su presencia está en ellos.
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Ya se mencionó, que en los conceptos de la Nueva Era, Cristo es presentado como un


Avatar entre muchos, que se reencarna de tiemo en tiempo. Es una notable negación de su
divinidad. Concepto que fuera de estar en relación con la tradición cristiana, expresa un
rechazo al fundamento de nuestra fe. Jesucristo es el Jesús de Nazareth del que hablan los
Evangelios, Hijo de María, Unigénito de Dios, verdadero Dios y verdaero hombre, revelación
plena de la Verdad, y único Salvador del mundo.

Por otra parte,

El objetivo de las técnicas de la Nueva Era es reproducir los estados místicos a voluntad,
como si fueran un asunto de material de laboratorio. El renacer, el biofeedback, el
aislamiento sensorial, los mantras, el ayuno, la privación de sueño y la meditación
trascendental, son intentos para controlar esos estados y experimentarlos continuamente.
(Lacroix, 1998, pág. 74)

Uno de los mayores peligros de la Nueva Era, el movimiento del potencial humano para
llegar a la convicción de que los seres humanos son divinos, o la divinidad se halla dentro de
sí mismos. Aquí todas las prácticas son favorables, en sentido a la solución de la pregunta
acerca del quién soy Yo. Es persona, o mejor persona, quien se hace cargo de sí mismo,
cuando la decisión fluye espontáneamente de las necesidades profundas de la personas,
cuando todo es reflejo de la plenitud personal. Pero quien se empeñe por hallarse en
comunión con su yo superior, terminará por creerse Dios, y en este sentido debe uno
preguntarse ¿esto puede llamarse religión? ¿Hay cabida para la religión en la Nueva Era?

Muchos otros temas pueden tratarse, pero por la amplitud de la Nueva Era, no basta un
documento. Es claro que representa un desafío para la religión, no solo cristiana, sino, para
la religión en sentido general y en el carácter esencial de la espiritualidad humana. Muchos
organismos y representantes del mundo actualmente participan y defienden las ideas de la
Nueva Era, porque al parecer es el camino más viable para el logro de la fraternidad y la paz
mundial. Pero si se realizara un estudio detallado de cada uno de los elementos constitutivos
del movimiento, se podrá notar que los medios contradicen a los fines. La sutilidad de la
Nueva Era poco a poco está permeando todos los ambientes, hay momentos en que se hace
difícil discernir una cosa de otra, y este es precisamente el éxito de la conspiración. Pero la
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paz no se logra desde lo oculto a la luz, ha de ser la Luz quien ilumine las sombras del
deterioro de la humanidad.

5. Bibliografía

Carozzi, M. J. (Año 2, No. 5). Definiciones de la New Age desde las ciencias sociales. Boletín de
ñecturas sociales y económicas, UCA, FCSE,, 19-24.

Carrión, M. Á. (1999). La Nueva Era. ¿Sacralización de lo profano o profanación de lo sagrado? .


México : ITESO .

Cedeño, R. (2010). Catecismo Metafísico. Caracas : Grupo metafísico de Caracas Sede Central &
Señora Quisquisacate .

Ferguson, M. (1994). La conspiración de Acuario . Madrid : América Ibérica S.A. .

Juan Pablo II (28 de Mayo de 1993). Discurso a los obispos de los Estados Unidos en América en su
visista "Ad Limina".

Juan Pablo II (1994). Cruzando el umbral de la esperanza . Barcelona : Plaza & Janés.

Interreligioso, C. P. (Marzo de 2003). Jesucristo portador del agua de la Vida, una reflexión
cristiana sobre la "Nueva Era". Obtenido de
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/interelg/documents/rc_pc_intere
lg_doc_20030203_new-age_sp.html#PREFACIO

Lacroix, M. (1998). La Ideología de la Nueva Era . Milán : II Saggiatore .

Ratzinger, J. (2005). Fe, Verdad y Tolerancia - El cristianismo y las religiones del mundo. Salamanca
: Sígueme .

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