0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
84 vistas1 página
El sacerdote da las gracias a Dios por su llamado al ministerio sacerdotal, a la Iglesia y al Obispo Eduardo por asignarle a la parroquia de San Isidro Labrador en Cuichapa. Agradece al Padre Víctor por su trabajo construyendo la comunidad parroquial. Pide permiso a los feligreses para servirles a través de la Palabra de Dios, la Eucaristía y el perdón de los pecados, enfermos y pobres. Junto con la protección de San Isidro y la Vir
El sacerdote da las gracias a Dios por su llamado al ministerio sacerdotal, a la Iglesia y al Obispo Eduardo por asignarle a la parroquia de San Isidro Labrador en Cuichapa. Agradece al Padre Víctor por su trabajo construyendo la comunidad parroquial. Pide permiso a los feligreses para servirles a través de la Palabra de Dios, la Eucaristía y el perdón de los pecados, enfermos y pobres. Junto con la protección de San Isidro y la Vir
El sacerdote da las gracias a Dios por su llamado al ministerio sacerdotal, a la Iglesia y al Obispo Eduardo por asignarle a la parroquia de San Isidro Labrador en Cuichapa. Agradece al Padre Víctor por su trabajo construyendo la comunidad parroquial. Pide permiso a los feligreses para servirles a través de la Palabra de Dios, la Eucaristía y el perdón de los pecados, enfermos y pobres. Junto con la protección de San Isidro y la Vir
Ingeniero Sergio Díaz Ortiz, Presidente Municipal de Cuichapa, demás
autoridades y pueblo en general.
En este momento, permítanme que les dirija unas breves palabras, en
las que quiero resumir tantas cosas como a lo largo de estos días, y hoy particularmente, llevo en el corazón. Ante todo, quiero dar gracias. Gracias a Dios, que me llamó al ministerio sacerdotal y que, a pesar de mis muchas limitaciones, quiso ponerme al servicio de su Iglesia, a imitación y en nombre de su Hijo Jesucristo. Gracias a la Iglesia, y particularmente a Monseñor Eduardo que pensó en mí para servir a esta parroquia de San Isidro Labrador de Cuichapa a la cual acompañaré a partir de este momento con responsabilidad, cercanía y comprensión por el ministerio que se me ha conferido. Gracias al Padre Víctor, porque con dedicación y entrega a lo largo de los años ha construido una comunidad de piedras vivas que testimonian el amor de Jesucristo para todos. Gracias, Padre Víctor, por su disponibilidad y entrega al servicio de esta bonita parroquia de San Isidro. Quisiera, aunque sea por última vez, dar gracias a los feligreses que hoy me acompañan de la parroquia de San José, Omealca a la cual presté mis servicios desde el inicio de mi ministerio, sepan que los llevo en el recuerdo más entrañable y trataré de corresponderles con mi oración…Muchas gracias por su apoyo y generosidad. Y a ustedes, queridos feligreses de San Isidro Labrador y autoridades municipales que hoy nos acompañan, ¿qué decirles?, a lo largo de los días nos iremos conociendo y como dice el Papa Francisco “Quiero ser compañero de viaje de todos y en todas las situaciones; Por lo tanto, quisiera comenzar mi camino entre ustedes pidiéndoles un favor, el mismo que el Señor pidió a los apóstoles aquella noche de jueves santo en la primera Eucaristía… déjenme que les sirva… para eso vengo. Permítanme que les sirva la Palabra de Dios, siempre viva y operante por el Espíritu en medio de nosotros, permítanme que les sirva el Pan abundante y vivo de la Eucaristía; Cristo mismo, servidor y alimento. Permítanme que me incline ante el pecador para perdonarle, ante el enfermo para aliviarle, ante el pobre para ayudarle, ante todo el que sufre, para que sienta de verdad el abrazo paternal de Dios. Les doy las gracias, ya desde ahora, porque sé que me van a ayudar con su plegaria y con su compromiso, tantas veces demostrado; también con su comprensión. Juntos seguiremos edificando este templo vivo que es la comunidad cristiana de esta parroquia de Cuichapa. Con la protección de nuestro Patrón San Isidro y bajo la mirada amorosa de la Santísima Virgen María comenzamos esta encomienda pastoral.