Exposición GTPA; 11 de noviembre del 2019.

Presentación
Un hombre rezando sentado encima
de la cabeza gigante de la Esfinge.
Saca de su bolsillo un telescopio
gigante. En el cielo hay estrellas
color rojas y blancas.
El hombre en vez de mirar el cielo,
mira el suelo. Hacia un campo
verde y fértil.
En el campo hay un sembradío de
Chocolate en barra y Mayonesa. En
otra hilera hay Teléfonos celulares.
Toma un celular y les toma una
foto a unas personas sentadas
tomando agua con pasto.
Una de las personas lo señala y le
grita, “¡ey! ¡Tu! Y le lanza una olla nuestro tiempo es la New Age.
con las letras N.A inscriptas.
El hombre por naturaleza busca a
Dios.
El hombre tiene ansias de
trascendencia. Una vida espiritual
que siente que debe tener. La ansía.
¿Qué pasa cuando esa búsqueda es
mal encaminada?
Buscad y hallareis.
¿Lo contrario?
Surgen sectas. Son ocultas.
Grupos particulares de civiles
comunes.
El Bien es difusivo.
Hay maldad en el conocimiento.
Una de las sectas más fuertes de

En cuento la olla lo golpea, el se - Todo es Dios.

convierte en olla. - Evolución.
En su mango hay una crisálida que - Tierra Divina.
se convierte en mariposa.
Sale una mano de la tierra, lo toma,
y lo arroja lejos.
Una mujer lo toma y le coloca una En la vida cotidiana, ¿q vemos?
galleta de la fortuna dentro. ¿Qué vemos que la gente hace o
cree?
- Horóscopo.
- Supersticiones.
- Cávalas.
Y, ¿el escapulario? ¿no es superstición?

El horóscopo nos dice que somos

todos iguales. Que nos van a ocurrir
las mismas cosas a quienes
compartimos el mismo signo, ¿no?
Si todos fuéramos iguales,
¿Qué sentido tiene todo esto?
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 Si no tuviéramos una historia diferente
cada uno de nosotros, ¿Qué hacemos acá?

Porque:
Lo mismo daría el Padre que yo, o Leo y Lucas.
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Cada uno tiene que contar su propia historia.
Y para contarla, hace falta
aquellas cosas que el señor nos.

Y una de ellas…
Una de ellas es la esperanza.
Que es diferente de la superstición.
Dios no nos falla.

Si queremos ser mejores, podemos.

Dios le dice a Jeremías

Antes de haberte formado yo en el vientre, te conocía, y antes que nacieses,

te tenía consagrado: yo profeto de las naciones te constituí.
Jeremías tenía miedo, era tartamudo.

A veces decimos:

¿Cómo voy a hacer esto? Yo no sirvo para esto.

Dios nos conoce, y no nos pide nada más allá de nuestras fuerzas.
(tentaciones por ejemplo).

Cada uno tiene una historia que contar.

Para eso hay que dejar de perder el tiempo.
Y aún que pasemos por tiempos difíciles,
en cualquier ámbito de nuestra vida
No hay que olvidar…

Aunque pase por el valle de sombra de muerte,

no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo;
tu vara y tu cayado me infunden aliento.
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