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Trabajo Práctico
Piastrellini Yésica
Secuencia Didáctica
Curso: 5° Año
A continuación leerá la fábula, que los chicos podrán seguir con la vista ya que
cada uno tendrá una copia de la misma.
La golondrina
-Tú eres feliz -dijo el Ruiseñor a la Golondrina-. Se conoce en tu parloteo vivaz, en tus
movimientos sueltos, en tu habilísimo patinaje aéreo que raya ahora las nubes más altas
para descender luego fugazmente con una maravillosa rúbrica a rasar las aguas del lago en
curvas armoniosas. ¡Qué vivaracha eres y qué graciosa, muchacha!
-¿Es lo mismo estar alegre que ser feliz? -dijo ella.
-No sé -dijo él-. Pero tú eres feliz.
-¿Y cómo no he de serlo si soy sencilla, soy artista y soy amada? A mí me basta para
casa un rancho mitad paja y mitad barro; no le pido mucho a la vida. Yo soy artista y alabo a
Dios por la belleza de las cosas. Y procuro ser buena; soy inofensiva y no hago mal a nadie.
-Yo también soy artista -dijo el Ruiseñor-; y sin embargo mi garganta rompe muchas
veces en sollozos agudísimos.
-Es que tú produces para el público, cantas para ser oído por los hombres y los pájaros y
tu mujer y tus hijos. Yo canto para mí, y cuando siento la belleza del cielo vespertino o el
encanto del amanecer desahogo mi admiración por las cosas de Dios en gorjeos, sin
preocuparme de poner mis internas armónicas en solfas inteligibles. Y así nunca he
progresado en la técnica y mis chirridos alegres son tan iguales y tan monótonos como el
canto de mi vecino el Grillo violinista o la Chicharra guitarrera.
-Yo -dijo el Ruiseñor- intento comunicar a todos mis hermanos de la creación el
sentimiento del fulgor del rostro divino que percibo en las cosas. Eso me causa a veces
dolores como de parto, pero también gozos muy subidos. Tus alegrías son egoístas. No hay
felicidad fuera del amor, y el amor es comunicación. Se me figura que yo ocupo un lugar más
alto que tú en la escala de los seres, alegre muchacha volandera.
-Me tiene muy sin cuidado -contestó la Golondrina a quien ya quemaba las patas el alero
en que se había asentado por cinco minutos-. ¡A volar! Adiós, genio.
¿Y qué moraleja sacaremos de todo esto?, pregunto yo. Dios mío, no lo sé. Pero esto fue
lo que se dijeron el Ruiseñor y la Golondrina.
Leonardo Castellani. Camperas
Luego de la lectura se dispondrán cinco minutos para que los chicos marquen las
frases que consideren explicitan lo que es un artista y cuál es su misión. Se darán cinco
minutos más para ponerlo en común, recurriendo a la interacción entre profesor y
alumnos.
DIOS
Recursos estilísticos:
-Antítesis: “No es posible negarte un solo instante/ a pesar del enorme misterio
que te envuelve”.
-Comparación: “Como el sol, que en la aurora la oscuridad resuelve”.
-Paralelismo: “Y en la gota más breve, del más breve rocío”.
-Sinestesia: “Existe. No es posible recibir el reproche/ magnífico y solemne de la
clara armonía”.
-Personificación y exclamación: “¡Demasiado nos hablan los astros en la noche,/
y mucho nos aplasta la magnitud del día”.
-Interrogación y exclamación: “¡Oh, Dios, cómo es posible negarte un solo
instante/ si en todas partes vemos refulgurar tu nombre?”.
A los dos años de edad sufre un accidente doméstico: cae sobre un balde cuya
orilla le produce una ancha herida en el cuello. El médico lugareño cree que el niño está
muerto y la madre hace una promesa: si el hijo se salva vestirá por diez años el sayal
franciscano (esto se recuerda en la poesía “El promesante”).
En el año 1917, se casa con Ada Giusti quien va a ser, la madre de sus cinco
hijos.
En los comienzos de su vida poética, se pueden observar varios temas que son
recurrentes en su obra, tales como: lo religioso, asociado con la vivencia del misterio,
con las premoniciones de la muerte, con el gozo contemplativo del paisaje.
Características de su obra:
Busca la transparencia
Su obra testimonia además una capacidad de gozo lindante con el éxtasis frente
a las grandes y pequeñas criaturas de Dios, frente a los grandes y pequeños
acontecimientos de la existencia.
Bufano afirma que las condiciones necesarias para la creación poética son: la
soledad y el ocio fecundo.
Bibliografía: