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Dios predestina a algunos hombres a la grandeza y les da dones y virtudes particulares para cumplir planes divinos de guiar e inspirar a otros. Aunque Dios ayuda a estos hombres de manera especial, aún pueden rechazar sus dones y no completar el plan de Dios. Los grandes hombres viven para servir a los demás a través de su vocación particular, ya sea a través del arte, la educación, la lucha u otras formas de guiar a otros a Dios.
Dios predestina a algunos hombres a la grandeza y les da dones y virtudes particulares para cumplir planes divinos de guiar e inspirar a otros. Aunque Dios ayuda a estos hombres de manera especial, aún pueden rechazar sus dones y no completar el plan de Dios. Los grandes hombres viven para servir a los demás a través de su vocación particular, ya sea a través del arte, la educación, la lucha u otras formas de guiar a otros a Dios.
Dios predestina a algunos hombres a la grandeza y les da dones y virtudes particulares para cumplir planes divinos de guiar e inspirar a otros. Aunque Dios ayuda a estos hombres de manera especial, aún pueden rechazar sus dones y no completar el plan de Dios. Los grandes hombres viven para servir a los demás a través de su vocación particular, ya sea a través del arte, la educación, la lucha u otras formas de guiar a otros a Dios.
predestinados a la grandeza, dígase San Martin, Cristobal Colon, Aristoteles, Sto Tomas, etc., les da dones particulares, también podemos considerar que le da virtudes.
El camino de estos predestinados
es ayudados de forma muy particular. Es decir, si Dios tiene un plan de grandeza para un hombre, le ayudara o dispondrá todo para que este hombre puede cumplirlo, «pero» no les anula el libre albedrio, ellos aun, pueden reusarce a aceptar estos dones y de no cumplir el plan de Dios.
Ahí recide los meritos de los
grande hombres, que negadonde asi mismos, viven para los demás, asi como es el verdadero amor.
El plan común que tenemos todos
los hombres, es el de salvar a otros hombres, guiarlos a Dios, y salvarnos a nosotros mismos a través de eso.
Pero es innegable que hay
hombres, varones y mujeres, que están destinados a guiar, inspirar, servir de ejemplo, a muchos otros, como la Madre Teresa de Calcuta.
Habran personas, cuyo plan des
guair a otros a través del arte, otro a través de la lucha, otros a través de la educación, pero ninguna lo hara a través de algo que no sea su vocación. Por eso es importante conocernos, ver que virtudes no hacen falta, que dones naturales tenemos. Dice S. Juan Pablo II, en su carta a los artistas, que Dios nos pide algo relacionado con ese don que no es innato (en este caso a los artistas).
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