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RESEÑA HISTORICA DE CHIRIQUI

* ETAPA PREHISPÁNICA
Antes de la llegada de los españoles, las tierras chiricanas estaban habitadas por grupos indígenas
dispersos de la cultura guaymí, quienes ocupaban también Bocas del Toro y parte de Veraguas. El
historiador Alberto Osorio Osorio indica, que bajo el nombre de guaymí, se agrupaban diversos grupos
como los changuinas, zurias, doraces y otros. Estas agrupaciones practicaban una agricultura
rudimentaria, complementada por la caza y la pesca como modos de subsistencia.
Entre estas culturas precolombinas destaca la de Barriles, cuyas producciones materiales rompen con el
horizonte arqueológico del resto de la Provincia, la cual se identifica básicamente con la elaboración de
objetos de cerámica monocroma y bicroma escarificada. El investigador Richard Cooke sugiere que los
pobladores de Barriles pertenecen a un periodo que se extiende entre 250 a.C. y 750 d.C.
En cuanto al nombre del pueblo guaymí, aparece mencionado por primera vez, según Phillip Young, en
las Crónicas, de Fernando Colón, quien hace la relación del cuarto viaje del Almirante Colón por las
costas caribeñas del Istmo, en 1502.
Los aborígenes llamaban a esta región, según los cronistas españoles, “Chiriqui” o “Cherique”, vocablo
que significa Valle de la Luna.
Según el historiador Ernesto J. Castillero, la primera vez que se menciona Chiriquí en un documento es
en la Relación, de Gil González Dávila, quien en 1522, recorrió la costa del Pacífico de Panamá.
* ETAPA COLONIAL
De acuerdo con los informes históricos, el capitán español Gaspar de Espinosa (1440-1537) fue el
descubridor, explorador y conquistador de la región chiricana, en 1519. Sus avances en Tierra Firme
formaban parte del proyecto colonizador desarrollado por la corona española en el Nuevo Mundo.
Espinosa era un bachiller en leyes, integrante del grupo expedicionario dirigido por Pedrarias Dávila,
alcalde Mayor de la Gobernación de Castilla del Oro (Istmo de Panamá).
Se considera a Espinosa como uno de los más crueles personajes del período de colonización de estas
tierras, existiendo testimonios que aseguran a verlo visto asesinar a cientos de indígenas, muchos de
ellos, luego de ser sometidos a despiadadas torturas. La personalidad del descubridor de Chiriquí se
identificó plenamente con el gobernador Pedrarias, quien también se caracterizó por sus acciones
sanguinarias durante su administración en Panamá.
El sometimiento por la fuerza y la catequización fue un largo proceso que llevó a la integración y
absorción de algunos grupos indígenas por la cultura occidental. Algunos desaparecieron y otros
retrocedieron a las zonas montañosas, más inaccesibles para los conquistadores.
Las condiciones para la existencia presentaban algunas ventajas en las llanuras chiricanas, situación
aprovechada por los españoles para establecer sus asentamientos. Este hecho provocó la asimilación
cultural de varios pueblos indígenas y, en consecuencia, el cruce racial que a la larga originaria la
aparición de una población mestiza cuyos descendientes (con el posterior aporte negro) constituyen
básicamente las raíces del actual hombre chiricano.
Durante este proceso de colonización y aculturación, surgieron los poblados coloniales en Chiriquí,
tales como: Remedios (1589), Alanje (1591), David (1602- 1721), San Félix (1606-1607), Tolé,
(1621), San Lorenzo (1623), Dolega (1637-1671), Gualaca (1766-1812), Boquerón (1767?) y Bugaba
(1794). En algunos casos aparecen diferentes años de fundación, ya que los historiadores aportan
diferentes fechas, no obstante esta divergencia, no se elimina la circunstancia de que estos pueblos
surgieron durante la época del avance hispánico y que su evolución, expansión y crecimiento
conformarían, con el correr del tiempo, a la provincia de Chiriquí.
* ETAPA DE LA UNION A COLOMBIA
En 1822, después de su incorporación a Colombia, Panamá fue llamada por el gobierno colombiano:
Departamento del Istmo. En 1824, éste fue dividido en dos provincias: Panamá y Veraguas. Esta
última, incluía lo que es hoy Bocas del Toro y Chiriquí.
En 1822, el cantón de Alanje, que incluía a Chiriquí, se extendía hasta Bocas del Toro y tenía por
cabecera a la población de Alanje. Sin embargo, el 26 de enero de 1837, la cabecera del mencionado
cantón fue trasladada por decreto oficial del gobierno neogranadino a la Villa de David.
El 26 de mayo de 1849, gracias a los esfuerzos del senador panameño José de Obaldía Orejuela, la
provincia de Veraguas fue dividida por un decreto del Congreso de Colombia (Nueva Granada) en dos
provincias: Veraguas y Chiriquí. La nueva entidad administrativa se extendía hasta Bocas del Toro, que
pasó a ser, a partir de abril de 1850, cantón de Chiriquí. El primer gobernador de la nueva provincia fue
Pablo Arosemena de la Barrera.
De 1855 a 1886, por los esfuerzos autonomistas de Justo Arosemena, el istmo de Panamá logró
convertirse en el Estado Federal de Panamá; sin embargo, esta condición sólo fue nominal, pues el
gobierno central colombiano continuó su intervención en los asuntos locales.
En 1860, Colombia entró en guerra civil, causada por el general Tomás Cipriano Mosquera,
gobernador del estado del Cauca, al rebelarse contra el gobierno federal. Los panameños, tratando de
mantener al Istmo alejado de las luchas intestinas colombianas, manifestaron sus deseos de
independencia. Así quedó consignado en las Actas de David y Santiago.
El Acta de David fue redactada, el 31 de marzo de 1861, por José de Obaldía y expresa, en su parte
resolutoria, el deseo de los chiricanos para que el Istmo fuera un estado independiente, pero ello habría
de esperar cuatro décadas más.
En la segunda mitad del siglo XIX, se produjeron en Chiriquí algunos levantamientos armados que
desestabilizaron políticamente al Istmo.
En 1866, brotó un movimiento armado en Dolega, al mando de Arístides de Obaldía. Los insurrectos
dolegueños, conocidos como “los guaraperos” apoyaban al autoproclamado Jefe de Estado, Santiago
Agnew. Los chiricanos avanzaron en franca rebeldía hacia Santiago de Veraguas, donde fueron
derrotados.
En marzo de 1868, se alzó en David el coronel Nepomuceno Herrera contra el gobierno nacional. El
movimiento fue abortado y los rebeldes trasladados a Panamá.
Al despuntar el siglo XX, la Guerra de los Mil Días estremeció al Istmo. Los panameños estancados y
decepcionados por las miserias causadas por el centralismo del gobierno colombiano, se levantaron en
armas cuando las luchas civiles se extendieron a Panamá.
El 31 de marzo de 1900, un pequeño ejército de unos ciento cincuenta hombres comandados por el
doctor Belisario Porras y el general Emiliano Herrera, invadieron el territorio panameño. Procedentes
de Nicaragua, los insurgentes navegaron hasta Punta Burica (hoy distrito del Barú) donde
desembarcaron.
El 4 de abril de 1900, después de varias horas de batalla en la ciudad de David, tropas conservadoras
del gobierno cayeron ante los rebeldes. Los insurrectos liberales avanzaron hacia Panamá donde serían
derrotados.
El 2 de marzo de 1902, el coronel Manuel Quintero Villarreal dirigió un grupo revolucionario que se
enfrentó a los conservadores en San Pablo, derrotándolos.
En noviembre de 1902, se firmó la paz entre conservadores y liberales a bordo del acorazado
estadounidense Wisconsin.
El 4 de noviembre de 1903, el alcalde de Horconcitos, Wenceslao Alvarez comunicó con alborozo a la
población de su comunidad los sucesos separatistas ocurridos en Panamá. La noche de ese día se
proclamó la independencia y le tocó así a los “coqueños” ser los primeros chiricanos en declararse a
favor de la emancipación panameña de Colombia.
* ETAPA REPUBLICANA
Las condiciones precarias en las que se encontraba Panamá al nacer a la vida independiente eran en
gran parte el reflejo de una herencia histórica sembrada por el centralismo español y después por el
colombiano.
La economía, la educación, la salud, las infraestructuras y otras actividades y servicios eran
deplorables. Según el historiador Carlos M. Gasteazoro “eran más que nada una herencia colombiana”.
De 1916 a 1949, un elemento de comunicación de vital importancia en Chiriquí fue el Ferrocarril
Nacional, concebido por el estadista Belisario Porras para acelerar la explotación y comercialización de
los productos agrícolas de prometedoras regiones. Esta vía férrea se extendía a través de 165
kilómetros, uniendo Pedregal, David, Potrerillos, Boquete, La Concepción, San Andrés, Progreso y
Puerto Armuelles.
En los primeros años de la República, también era relevante para la comunicación, la navegación aérea.
Para ello, se instalaron aeropuertos en David, Divalá (1918), Volcán, Puerto Armuelles y San Félix,
desde los cuales pequeñas avionetas trasladaban productos y pasajeros, ante la falta de vías terrestres
adecuadas. La Carretera Nacional también jugó su papel desde 1930 hasta 1967, cuando se inauguró la
carretera Interamericana.
En los primeros años de vida existían pocos planteles de enseñanza y éstos básicamente se
ubicaban en el distrito capital: la Escuela Número 1, transformada en República del Brasil (1932),
Escuela de Doleguita (1915), Colegio Panamericano (1927), Escuela de Francia (1931) y la Escuela
Antonio José de Sucre (1942). Existían otros centros, como las escuelas de La Concepción (1936) y
Puerto Armuelles (1938). La Escuela Normal Rural de David, que abrió sus puertas en 1924, concentró
a una gran cantidad de estudiantes procedentes de casi todos los distritos. Este centro se transformó en
1945 en el Colegio Félix Olivares C.
El Colegio Nuestra Señora de los Angeles, fundado en 1936 y el Primer Ciclo de La
Concepción, en 1946, también jugaron un papel importante en la educación secundaria de los jóvenes
chiricanos hasta mediados del siglo XX.
Después de celebrados los cien años de creación de Chiriquí, en 1949, comenzaron a surgir
otras instituciones, como los primeros ciclos de Boquete (1959), Remedios (1961), Progreso (1966),
Volcán (1966), Dolega (1972), Gualaca (1975) y Manaca (1982), que permitieron el acceso de un
mayor número de personas a la instrucción oficial. La primera escuela de la zona indígena se estableció
en 1958 en Alto Caballero.
En el ámbito universitario el caso es diferente, ya que en Chiriquí no existieron centros de esta
clase hasta 1961, cuando se creó una extensión de la Universidad de Panamá (transformada en
Universidad Autónoma desde 1995). Desde los años setenta, las cifras de población universitaria en
Chiriquí han aumentado debido a que han ido proliferando los centros educativos superiores. En 1973
se creó la Universidad Santa María la Antigua, extensión de Chiriquí; en 1979, la Universidad
Tecnológica; en 1992, surgieron la Universidad Latina y la Universidad del Istmo; en 1997, Columbus
University y más recientemente, abrieron sus puertas las universidades de La Paz, UNIEDPA,
UDELAS, ISAE, Cartago, de La Paz, entre otras.
Las instituciones médicas en Chiriquí se circunscribían desde principios de siglo y hasta 1934 al
Hospital de la Caridad en el Barrio Bolívar, éste fue eliminado para dar paso al Hospital José Domingo
de Obaldía. En la década siguiente, en 1944 específicamente, surgió la primera clínica hospital privada
de la provincia, la González Ruiz, que también vino a llenar un enorme vacío en el servicio médico
particular.
Desde 1962, la atención médica en el nivel provincial, ha aumentó con la creación de la
Policlínica de David, la de Boquete (1964), los Hospitales Dionisio Arrocha, en Puerto Armuelles,
(1972), el Rafael Hernández, en David (1974) y el de San Félix (reinaugurado en 2007). Sin embargo,
todavía representan pocas instituciones sanitarias para una población en aumento.
Chiriquí ha sido la cuna de variados órganos de comunicación. Desde el siglo XIX vio nacer La
Tira y La Unión (de los hermanos Calancha), EL Noticioso y Chiriquí (de Maximiliano Müller De Puy)
y ya en la era republicana, circuló El Mosquito (1910), El Fumigador (1910), El Imparcial (1932),
Adelante (1932), Renovación (años 40), El León (1942), Ecos del Valle (en sus versiones de 1916, 1923
y 1945) y La Razón (1946); éstas dos, las últimas publicaciones diarias que ha tenido la provincia por
más de veinte años, ya que se ensayó con el diario Hoy, en los años noventa, pero sobrevivió unos
cuantos meses. Desde entonces, han salido otras revistas, quincenarios y semanarios, pero de
esporádica vigencia (Acontecer Chiricano, Opinión, Provincias). En 1999, sólo permanecían en el
medio: el semanario educativo Culturama (1988), la revista mensual Cumbre (1994) y el quincenario
El Universal (1998).
Vinculados a los medios informativos, resulta de importancia destacar el papel de la radio en
Chiriquí, que hace su aparición de manera comercial con La Voz del Barú (1946) y continúa con Radio
David, Ondas Chiricanas (1948) y Radio Centenario (1949). En los últimos cincuenta años la emisora
con más arraigo y proyección en la vida provincial ha sido Radio Chiriquí, fundada en 1970 por
Manuel Ramón Guerra. En 2000, existían veintiún estaciones de radio en Chiriquí, ubicadas tanto en
David, como en La Concepción, Barú y la zona indígena (Radio Baha’í).
Chiriquí no contó en sus primeros cien años de vida provincial, con una televisora local. Fue en
1964 cuando apareció Tele Barú, Canal 10, gestada por Rubén D. Samudio, pero que tuvo una efímera
vida, pues cerró en 1967. En 1960 llegó la señal de RPC Canal 4 y posteriormente, llegaron otros
canales desde la ciudad de Panamá. En 1996, sin embargo, Chiriquí vuelve a tener su propia televisora
al iniciar sus transmisiones TVN Chiriquí, aunque también cerró años después.
El pueblo chiricano ha tenido varios centros de recreación. El Club David, fundado en 1917,
para sus eventos más elegantes; los teatros Novedades (años de 1910), Edén, Yara (años 20), Imperial
(años 30 y 40), Alcázar, Cumbre en Boquete (1944), Gualaca (1946), Universal, en La Concepción y
Barú; los salones del Hotel Nacional (1946), las ferias regionales Chiriquí (comenzadas, en 1938, por
los Caballeros del Barú, una agrupación cívica), los hipódromos El Cabrero (1947) y La Primavera
(1948) y las plazas de toro. Pocos de estos lugares permanecen y los otros han desaparecido para
permitir el surgimiento de nuevas formas de entretenimiento, caracterizadas principalmente por la
aplicación y el desarrollo de la tecnología que ha avanzado tanto en los últimos cincuenta años que ha
moldeado una personalidad diferente a la ciudad de David y a la provincia en general.
Chiriquí celebra años de fundación

Evelio Valdés
DAVID. Con diversos actos cívicos, folclóricos y culturales, entre otros, se llevará a
cabo en el corregimiento de Volcán, distrito de Bugaba, la conmemoración de los 158
años de fundación de la provincia de Chiriquí.
Durante todo el mes de mayo, el distrito de Bugaba fue la sede oficial de celebración
de tan importante fecha, en donde cada uno de los 13 corregimientos que conforman
al productivo distrito, llevó a cabo diversos actos para conmemorar este histórico
acontecimiento.
Un desfile cívico por las principales calles de Volcán, en donde participarán
delegaciones de varios colegios y escuelas, direcciones gubernamentales, clubes
cívicos y demás, será la principal atracción para celebrar los 158 años de nacimiento
de la altiva provincia.
Abanderamiento, cabalgata, la celebración de una pequeña feria artesanal, presentaciones folclóricas y bailes, se han
organizado para que todos los chiricanos disfruten de estas festividades de aniversario

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