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La Ética y las Corrientes Filosóficas

Resumen

Las corrientes filosóficas son un gremio de filósofos que se reúnen y


definen según las características comunes y opiniones compartidas sobre filosofía,
se han formado con la finalidad de compartir y discutir diversos razonamientos
lógicos y métodos sobre conceptos abstractos relacionados con la humanidad y el
contexto que nos rodea.
Es por ello, que existe una para cada época, un hecho histórico donde
surge la necesidad de expresar contrariedad u oposición a una lógica en
particular.

Introducción

No es secreto que el hombre se ha proyectado numerosas cuestiones como


el origen de su existencia, la verdad o el conocimiento. Y es la filosofía la que se
distingue de otras disciplinas para intentar dar respuesta a estos asuntos.
A lo largo del tiempo, el hombre ha tratado de encontrarle sentido a su
conducta y a su vida. Sócrates decía al respecto que “el asunto no es ninguna
bagatela: la cuestión es cómo deberíamos vivir”. Múltiples opiniones han surgido y
en diversas ocasiones opuestas y otras más sensiblemente parecidas, se han
contribuido al levantamiento de la ética y son numerosas corrientes de
pensamiento filosófico que se aplican al plano de la ética, entre ellas: el
eclecticismo que toma elementos de todas las corrientes filosóficas y a partir de
ellas crea una nueva visión.

La ética y sus bases filosóficas

La ética es una rama de la filosofía que se dedica a analizar la conducta


humana y paralelamente, estudiar la moral y encontrar una manera de juzgar a la
misma, bien puede ser definida como una ciencia del comportamiento moral,
mediante un exhaustivo análisis de la sociedad se puede determinar cómo es que
deberíamos actuar todos los miembros pertenecientes a ella.
Es importante resaltar, que la ética no es coactiva ya que, al no imponerse
sanciones legales en el individuo (claro está, no existen las leyes éticas) se
promueve una autorregulación a través de normas colectivamente establecidas
para todos.

Cabe destacar que son numerosas las corrientes de pensamiento filosófico


que se aplican al plano de la ética, entre ellas: el eclecticismo que toma elementos
de todas las corrientes filosóficas y a partir de ellas crea una nueva visión; el
historicismo que considera al ser como algo temporal que no es captado por la
razón, es decir, independiente al contexto y al juicio; el cientificismo que pondera
que la única verdad aceptable es la que tienen bases científicas; para el nihilismo
la existencia del ser humano no tiene ningún significado objetivo, propósito o
verdad comprensible.

Tanto Aristóteles como Platón desarrollaron una teoría que abarcaba no


sólo la pregunta universal sobre el Ser y el conocimiento, sino que también
estudiaron la ética. La Visión Aristotélica (384-322 AC), la virtud también es el eje
de la vida plena, pero a diferencia de Platón, no la deriva de un principio
trascendente, sino de la misma naturaleza del hombre. Para él, la finalidad de la
actividad humana es la felicidad.

Para Platón (427-347 AC), la reflexión filosófica gira en torno a la vida que
vale la pena vivir. Para él, sólo vale la pena vivir una vida virtuosa, y relaciona a la
virtud con el bien como una forma de alcanzar la excelencia humana. El fin de
todas las acciones humanas es el bien, y todo bien se concibe como un valor
moral último y objetivo.

Espontaneismo (Nietzsche F. 1844-1900) Las normas morales no son otra


cosa que la expresión de la voluntad de poder de los hombres. No existe una guía
impersonal para la acción del hombre, cada uno decide quien quiere ser. El
principal hincapié se basa en las motivaciones psicológicas, estas son las que
mueven a las personas a postular los valores morales, así entonces las bases
reales de la moral eran para Nietzsche fabricadas por el instinto de poder que
tiene el hombre y su tendencia a ejercer el dominio, todo lo que hace tiene ese fin,
dominar, incluso plantea que los postulados racionales son en realidad una
fachada tras la cual no hay nada más que voluntad de poder.

Hedonismo (Aristipo (435 a.C). Según este filósofo, la finalidad de nuestra


vida es el placer, entendido en sentido positivo como goce sensorial, como algo
sensual y corporal, y no como fruición intelectual ni como mera ausencia de dolor.
Al igual que los anteriores, el epicureismo identifica placer y felicidad. Sin
embargo, a diferencia de estos, Epicuro define el placer como la mera ausencia de
dolor. No se trata, pues, de buscar el placer sensual del cuerpo, sino la ausencia
de pesar del alma. Esta serenidad o tranquilidad del alma (ataraxia) es el objetivo
que debe seguir todo ser humano. ¿Cómo alcanzarla? El sabio que se conduce
razonablemente y no escoge a lo loco lo que pueden ser sólo aparentes placeres
logrará una vida más tranquila y feliz.

Iusnaturalismo Ético. Se puede calificar de iusnaturalista toda teoría ética


que defienda la existencia de una ley moral, natural y universal, que determina lo
que está bien y lo que está mal. Esta ley natural es objetiva, pues, aunque el ser
humano puede conocerla e interiorizarla, no es creación suya, sino que la recibe
de una instancia externa. Tomás Aquino es el filósofo que ha mantenido de forma
más convincente el iusnaturalismo ético. Según este filósofo, Dios ha creado al ser
humano a su imagen y semejanza y, por ello, en su misma naturaleza le es
posible hallar el fundamento del comportamiento moral. Las personas encuentran
en su interior una ley natural que determina lo que está bien y lo que está mal,
gracias a que ésta participa de la ley eterna o divina.

Hay que destacar, es que normalmente las corrientes filosóficas se daban


en grupos de pensadores que eran llamados a su vez “escuela filosófica”, esto
debido a la necesidad de agruparse para compartir rasgos parecidos y coincidir en
la forma de pensar y así caracterizarse bajo un nombre o etiqueta que los
representara.

Por ejemplo, en el movimiento filosófico de ‘la ilustración‘, que se dio en el


siglo XVIII y estaba basado en destacar la fuerza de la razón, se originó la
corriente filosófica del racionalismo que formuló René Descartes y estaba
caracterizada por negar todo respecto a los sentidos, por creerlos subjetivos y
engañosos; posicionando por encima de ellos la razón como una fuente de
conocimiento de ciencia exacta. Desde luego hay corrientes que exponen
totalmente lo contrario a la antes expuesta. Otra de las escuelas de pensamiento
destacadas es el anarquismo, que según autores se originó no solo en el marco
de las ideas de la ilustración sino también de la revolución francesa. Este juicio se
basa en la organización social libre y no por parte del Estado ya que no creen en
el poder y dominación de un hombre sobre otro hombre; siendo también fieles
creyentes de la racionalidad del humano y como esta influye en su progreso.
Otras de las corrientes filosóficas que se destacan son las:

El empirismo tal corriente surgió en la edad moderna y es una teoría del


conocimiento, en la que se expone que todo aprendizaje se da a partir de la
experiencia, dando reconocimiento a la percepción sensorial en la creación de
ideas. Su más importante partidario fue David Hume.

Idealismo, como su nombre lo deja prever, es de las corrientes filosóficas


que se basa en la subjetividad y sus representaciones, negando o rechazando la
existencia de todo lo referente al mundo exterior. Para hacerlo más entendible,
esta corriente defiende que no podría existir algo si no hay un pensador que esté
consciente de ello. De igual forma para conocerlo o aprender sobre ello, hay que
tomar principalmente en cuenta la consciencia, ideas y pensamientos. Tal teoría
tiene variantes, como lo son el idealismo objetivo y subjetivo. El primero expone
que las ideas existen por sí solas y que se llegan a conocer o se aprenden a
través de la experiencia. Entre los representantes más señalados de este pensar
están Leibniz, Hegel, Bernard Bolzano, Dilthey.

En cambio, para el subjetivo, los pensadores creen que las ideas existen en
la mente del individuo y que no existe un mundo externo que funciona por su
cuenta. Los defensores de esta hipótesis eran Descartes, Berkeley, Kant, Fichte,
Mach, Cassirer y Collingwood. En esta específicamente también se puede
encontrar con la versión radical la cual profesa que “no existen cosas por sí
mismas sino solo existen cosas para nosotros” y una versión moderada que
“afirma que las cosas son del color del cristal con que se miran”.

Conclusiones

Las teorías éticas son teorías filosóficas que fundamentan la moral y


justifican su validez y legitimidad, siendo la moral, a su vez, una serie de normas y
valores. Estas teorías éticas, determinan según varios pensamientos filosóficos,
cómo logra el ser humano la felicidad, debido a que los estudiosos del tema
determinan que existen muchas maneras de entender en qué consiste este
sentimiento y cuáles son los diferentes medios para lograrla. Para ello, existen
varias teorías que lo explican, entre las cuales están, la tradición aristotélica, que
considera a la felicidad el fin de la vida humana y el máximo bien, siendo la razón
la que se encarga de determinar los deseos, y así realizar los que conducen a la
felicidad; por último la tradición hedonista, donde se identifica el placer con el bien,
ya que la felicidad se concibe en el marco de una vida placentera.

Referencias

Daza, José (2017). Mario Bunge la ciencia, su método y su filosofía. Issuu;


https://issuu.com/josefranciscojhondazahuanca/docs/resumen.docx

J, Paolo (2012). Principales corrientes de la filosofía. Monografía.


https://www.monografias.com/trabajos2/sintefilos/sintefilos.shtml

Martínez, Marlhene (2016). Principales corrientes filosóficas de la ética. Prezi;


https://prezi.com/-lp8p1t70bmy/principales-corrientes-filosoficas-de-la-etica/

Parra, Meriyen (2012). Fundamentos filosóficos de la ética: Scribd;


https://es.scribd.com/doc/87377840/1-FUNDAMENTOS-FILOSOFICOS-DE-LA-
ETICA

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