En el presente reporte se mostrará una investigación
acerca de las Teorías de lo bueno, donde se estará presentando a sus precursores, las épocas donde surgieron y conceptos básicos acerca de cada una Teorías de lo Bueno
Hedonismo
En el griego es donde podemos encontrar el origen
etimológico de la palabra hedonismo. Esta procede del término hedonismos que se conforma por dos partes claramente diferenciadas: hedone que es sinónimo de placer y el sufijo ismos que puede definirse como cualidad o doctrina. El hedonismo es una doctrina de la filosofía que considera al placer como la finalidad o el objetivo de la vida. Los hedonistas, por lo tanto, viven para disfrutar de los placeres, intentando evitar el dolor. En concreto esta filosofía, que establece como objetivo de la vida el placer de los sentidos, fue impulsada por el filósofo griego Epicuro de Samos, que vivió en el periodo comprendido entre los siglos IV y III a.C y que estableció que la meta máxima de cualquier ser humano debe ser el conseguir la felicidad. Ello supone, por tanto, que haya que satisfacer de manera moderada las necesidades que tenga su cuerpo, que deba buscar los bienes materiales que le dan seguridad y que cultive la amistad, el amor, las letras y las artes. Entre las escuelas clásicas del hedonismo, por un lado, se encuentra la escuela cirenaica (que se desarrolló entre los siglos IV y III A.C.), creada por Aristipo de Cirene, quien sostenía que no hay bien superior al placer y resaltaba el placer del cuerpo en lugar de los placeres mentales. Cabe destacar que diversas religiones condenan al hedonismo por considerar que carece de moral. La religión católica, por ejemplo, sostiene que el hedonismo atenta contra los valores de su dogma, ya que privilegia el placer por encima del amor al prójimo e incluso a Dios. Eudemonismo
El concepto de eudemonismo forma parte de la filosofía y
más concretamente de una de sus disciplinas, la ética. Eudemonismo es un término griego que viene de la palabra eudaimonia, que quiere decir felicidad. El eudemonismo como teoría o concepción ética defiende la tesis de que el hombre anhela la felicidad como bien supremo. La felicidad es, desde esta perspectiva, un bien al que todos aspiramos. El primer filósofo que defendió el eudemonismo fue Aristóteles. Según este pensador griego, el hombre tiende a realizar aquello que le caracteriza y lo esencial en el ser humano es el uso de la razón. Así, un comportamiento será virtuoso si está regido por la capacidad racional del ser humano. Y según esta capacidad el bien más elevado consiste en comportarnos buscando la virtud suprema. Hacer el bien es para Aristóteles la manera de ser correcta desde un punto de vista ético. Seremos justos y virtuosos, es decir, realizaremos el bien si con nuestra inteligencia sabemos encontrar el equilibrio entre lo correcto y lo incorrecto. Utilitarismo
El utilitarismo es una doctrina filosófica que sitúa a la
utilidad como principio de la moral. Es un sistema ético teleológico que determina la concepción moral en base al resultado final. Una de las éticas filosóficas más importantes del siglo XIX fue el utilitarismo que, podemos dejar patente, tiene entre sus principios fundamentales lo que se conoce como bienestar social. Los resultados, por lo tanto, son la base al utilitarismo. Jeremy Bentham (1748–1832) fue uno de los pioneros en el desarrollo de esta filosofía, al plantear su sistema ético en torno a la noción de placer y lejos del dolor físico. El utilitarismo de Bentham aparece relacionado con el hedonismo, ya que considera que las acciones morales son aquellas que maximizan el placer y minimizan el dolor. John Stuart Mill (1806–1873) avanzó con el desarrollo de esta filosofía, aunque apartándose del hedonismo. Para Mill, el placer o felicidad general debe calcularse a partir del mayor bien para el mayor número de personas, aunque reconoce que ciertos placeres tienen una “calidad superior” a otros. Entre las aportaciones que realizó Mill al utilitarismo destaca el hecho de que consideraba que la sociedad para poder tener calidad moral debía estar instruida e informada. Formalismo
El formalismo consiste en aplicar con rigurosidad, y sin
desviarse de sus preceptos, una determina doctrina o metodología en el desarrollo de un proceso investigativo o de enseñanza. El término, de todas maneras, tiene varios usos según el ámbito. Dentro de este citado formalismo ruso no podemos dejar pasar la oportunidad de mencionar al que está considerado como el padre del mismo. Se trata de Víktor Shklovski que además ha pasado a la historia por haber creado el OPOYAZ, la Sociedad para el Estudio del lenguaje poético, en cuyo seno se desarrollaron algunas de las teorías más importantes dentro de ese citado formalismo. No obstante, tampoco hay que pasar por la altura la figura del también ruso Roman Jakobson que desarrolló una amplia colección de trabajos sobre la materia que nos ocupa. Además de por ello destacó por la creación de una serie de teorías que giraban fundamentalmente entorno a la poética y a la estilística. Las principales exposiciones realizadas por dicho autor se engloban en el artículo que lleva por título Lingüística y Poética, el cual fue publicado en el año 1960. Vitalismo
El antiguo principio del vitalismo consiste en la idea que
nos dice que la diferencia entre las cosas vivas y no vivas es una especie de fuerza vital no material. A medida que los filósofos naturales de los últimos siglos se hicieron más sofisticados, trabajaron con esta suposición e intentaron definirla de manera científica. El vitalismo fue una vez el centro de las ideas pre científicas que existían sobre la biología, pero luego con el paso del tiempo fue abandonado para beneficio de la disciplina. La teoría de los vitalistas consiste en decir que los organismos vivos son fundamentalmente diferentes de las entidades que no tienen vida porque contienen algún elemento que no es de índole físico o porque están gobernados por principios diferentes de las cosas que son inanimadas. Se considera que el vitalismo es tan antiguo como el ser humano y que las perspectivas primordiales del mundo entero hablan de la existencia de un poder, fuerza o energía que rodea a la creación y a sus elementos. Todas estas perspectivas tuvieron diferentes nombres y características llamándose alma, impulso vital, arjé, physis, cuerpo energético, fuerza vital, fuerza dominante y entelequia. En el área de la biología, se conoció como vitalismo a una teoría que nació a fines del siglo XVII y a principios del XVIII con el nombre de animismo de la cual fue fundador Georg Ernst Stahl, un médico.