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Analizar
"Bendito sea..."
Al unir "ho theos"(“Dios”) con "kai pater" (Padre”), y relacionar las dos expresiones
con el genitivo, "tou kuriou...Iesou Xristou" (“de nuestro Señor Jesucristo”), tal
como lo hace la RV. En este caso, Pablo está diciendo que la Primera Persona de
la Trinidad no es sólo el Padre del Señor Jesucristo, sino es también Su Dios
(aunque habría que entender esto sin dividir las Personas de la Trinidad); ver Efe
1:17. La primera palabra ("theos") habla de la divinidad absoluta de la primera
Persona de la Trinidad, mientras que el segundo término describe la relación que
existe entre la primera y la segunda Persona de la Trinidad. Pero en hablar de la
Primera Persona de la Trinidad como "Padre" del Señor Jesucristo hay que evitar
dos peligros: dar a entender que Cristo deriva Su deidad del Padre, o que el Padre
antecede al Hijo. Más bien, el NT usa la palabra "Padre" en estos contextos para
indicar dos cosas:
[1] La relación de amor, unidad y afecto que existe entre las primeras dos Personas de
la Trinidad.
[2] Que Cristo goza de la misma naturaleza y la misma autoridad que la primera
Persona de la Trinidad.
"...que nos bendijo"
Este verbo es un participio aoristo, que implica que Dios nos bendijo en un momento
dado, y que lo hizo una vez para siempre.
Eadie comenta: "Dios nos bendice, y nosotros bendecimos a Dios; pero Él nos bendice
con hechos, mientras que nosotros le bendecimos sólo en palabras. Él nos hace
benditos; nosotros sólo le declaramos bendito" (p.12).
En el A.T. Dios había prometido dar bendiciones materiales a los que le eran fiel
(Abraham, Gén 12:1-3; Israel, Deut 28:1-4; etc.). Ahora, en el N.T., Dios promete
bendiciones espirituales. Estas bendiciones son superiores a las del A.T. por las
siguientes razones:
Eadie comenta que aunque es cierto que Dios en la nueva dispensación no nos
promete bendiciones materiales como fruto de la obra redentora de Cristo, sin
embargo éstas no han desaparecido totalmente
"Estos cinco usos de la expresión en Efesios indica que "los lugares celestiales" es la
esfera en la cual "los principados y las potestades" siguen obrando (3:10; 6:12); en la
cual Cristo reina soberanamente, juntamente con Su pueblo (1:20; 2:6); y en la cual
Dios nos bendice con toda bendición espiritual en Cristo (1:3)" (Stott, p.35).
Todo ser humano vive ahora en su cuerpo en este mundo terrenal; pero el creyente
también goza de una vida en la esfera espiritual. Mirando su vida aquí en la tierra, el
creyente no parece muy diferente al inconverso. Sin embargo, la REALIDAD sí es muy
diferente. En la esfera espiritual, el creyente es bendecido en gran manera. El desafío
para el creyente es dejar que esa realidad espiritual se refleje en su vida terrenal (en
el sentido de vivir con gozo y paz, en medio de muchas luchas físicas y problemas
materiales).
"en Cristo"
La esfera en la cual los creyentes reciben y gozan de estas bendiciones es "en Cristo".
Esta es una expresión teológica muy importante en el N.T. El hombre, por naturaleza,
está "en Adán". Relacionado con él y con su pecado, el ser humano está bajo la
condenación de Dios. Sin embargo, el creyente, por gracia, está "en Cristo" (2 Cor
5:17). Relacionado con Él, el creyente goza de "toda bendición espiritual..."
Eadie nota que Pablo usa la preposición griega, "en", tres veces en este verso, y lo
resume en estas palabras:
EFESIOS 1:4-6
Verso 4
"según"
"nos escogió"
Este verbo es muy importante, y valdría la pena estudiarlo a fondo. En primer lugar
debemos notar que el verbo que Pablo usa aquí es "eklegomai", que es una palabra
compuesta, y literalmente significa "llamar fuera", "elegir fuera", "seleccionar".
La forma del verbo ("exelexato") indica que está en el tiempo aoristo, que indica una
acción completada, hecha una vez para siempre. Más adelante en este verso Pablo
indicará que el momento en que Dios escogió a los creyentes fue "antes de la
fundación del mundo"; es decir, en la eternidad.
Lightfoot observa que el verbo está en la voz media, que sirve casi como un verbo
reflexivo. Esto significa que Dios nos eligió para Sí mismo (Rienecker, p.521).
Eadie añade un pensamiento interesante. Él comenta que este verbo explica la razón
por la cual ha ocurrido un cambio en nuestra relación con Dios, y la diferencia que
existe entre el creyente y el inconverso. Estos cambios no se explican sobre la base de
algo que el hombre haya hecho, sino sobre la base de lo que Dios ha hecho.
"en Él"
Estas dos palabras constituyen una frase adverbial. Nos explican algo del verbo
principal. Afirman cómo Dios nos escogió; nos escogió “en Él" – en Cristo.
ANALISIS DOCTRINAL
La Biblia enseña que el plan de salvación de Dios fue ideado desde la eternidad (ver 1
Ped 1:19,20). Nunca debemos pensar que cuando Adán y Eva pecaron, Dios tuvo que
comenzar a inventar un plan para salvar al hombre de sus pecados. Reconocemos que
no podemos entender todos los detalles, pero la Biblia enseña que aun antes de crear
el universo, desde la eternidad, Dios ya sabía que el hombre iba a pecar, y que por
ende Cristo tendría que morir.
Podemos comparar otros pasajes dónde las Escrituras también hablan de los
propósitos de Dios en nuestra elección (Juan 15:16; 1 Cor 1:26-29; Sant 2:5; 1 Ped
1:2).
"delante de Él"
Es delante de Dios que debemos ser "santos y sin mancha" (ver Lev 4:17; Col 1:22;
Judas 24). A veces es fácil aparentar ser santos, ante los ojos del mundo o de la
iglesia; es mucho más exigente ser santos ante los ojos de Dios.
Verso 5
"habiéndonos predestinado"
Reconocemos que Dios sabe todo lo que va a ocurrir en este mundo de antemano. Sin
embargo, la enseñanza de la Biblia es que Dios conoce todo esto, no sólo porque Él es
eterno, sino porque Él mismo ha decidido todo lo que Él va a hacer en la historia de
este mundo, y se ha propuesto cumplir Sus propósitos. Ese es el sentido más
completo de la "predestinación" (Efe 1:11). La predestinación es el ejercicio de la
autoridad soberana de Dios sobre este mundo (Dan 4:34,35).
Esta es una frase adverbial que nos explica qué es lo que Dios ha predeterminado, o
para qué hemos sido predestinados. Pablo escribe que la predestinación es "eis
huiothesian" (= "para adopción"). La construcción gramatical de "eis" seguido por un
sustantivo en el acusativo, conlleva la idea de PROPÓSITO. Lo que Pablo está diciendo
es que Dios nos ha predestinado para este propósito: la adopción. Por lo tanto, el
énfasis debe estar puesto sobre el propósito, y no sobre la palabra "predestinados".
Este es el gran propósito de Dios: hacernos Sus hijos (Rom 8:15; Gál 4:5). Adán y Eva
fueron criaturas de Dios; en ese sentido ellos fueron Sus "hijos" (tal como los ángeles).
El pecado los cambió en "hijos de Satanás" (cf. Juan 8:44; 1 Juan 3:8-10); Pablo
mismo alude a esto en Efe 2:2,3. Esa es la condición de todo ser humano aparte de la
gracia de Dios.
El A.T. enseña que Dios primero adoptó a Israel como Su "hijo" (Ex 4:22; Jer 3:19;
Oseas 1:10). Pablo se deleitaba en esta doctrina (Rom 8:14ss; 9:4; 2 Cor 6:18; Gál
4:5ss), y lo aplica a la Iglesia.
Como Stott afirma, es imposible gozar de una relación íntima con Dios como Sus hijos,
sin a la vez aceptar la obligación de imitarle como nuestro Padre celestial.
Esta frase nos aclara la manera en la cual lo que Dios ha predeterminado viene a ser
realidad. Pablo dice que la adopción [del Padre] se efectúa por medio de Cristo ("dia"
seguido por genitivo, significa "a través de" o "por medio de"). Cristo, en un sentido,
fue el mediador en esta adopción (Eadie). Hendriksen dice, "Es por medio de la obra
de Cristo que esta adopción viene a ser realidad".
Pablo aclara dos cosas acerca de la motivación de Dios: [1] "ten eudokian" (= "puro
afecto"), y [2] "tou thelematos autou" (= "de Su voluntad").
La palabra "thelema" significa "voluntad" (ver Efe 1:1); conlleva simplemente una
decisión mental, sin indicar emoción o beneplácito. Dios hace todas las cosas según Su
voluntad (Efe 1:11). Pero la palabra "eudokia" significa "buen placer", "satisfacción".
La palabra conlleva la idea de beneplácito, o placer (Rom 10:1, "anhelo"; Fil 1:15;
2:13). No es que Dios simple y fríamente nos predestina para ser Sus hijos, sino que
se deleita en hacerlo; esto le trae mucho placer. Por eso Pablo alaba a Dios.
Verso 6
Podemos notar que Pablo mismo está cumpliendo este propósito, cuando comienza el
v.3 con las palabras, "Bendito sea el Dios y Padre..."
"en el Amado"
Esta palabra describe a Dios el Hijo, según las palabras de Dios el Padre, en el
momento de Su bautizo (Mateo 3:17; etc.). Desde la eternidad, Dios el Hijo ha sido el
objeto del amor del Padre (Juan 17:24). Durante Sus años en la tierra, el Hijo
obedeció incondicionalmente al Padre, y por ende fue aún más el objeto de Su amor
(Juan 8:29). Hoy en día, reinando a Su diestra, el Hijo sigue gozando del amor
incomparable del Padre (Col 1:13).
EFESIOS 1:7-8
Los v.7-12 marcan la segunda parte de la alabanza de Pablo a Dios. En estos versos,
Pablo hace mención de las bendiciones espirituales provenientes de Dios el HIJO.
Verso 7
"en quien"
Aquí tenemos la construcción gramatical: "en" seguido por el dativo (‘en jo’); ‘jo’ es el
dativo del pronombre, ‘jos’, y se refiere al “Amado” del v.6. Esta construcción podría
tener un sentido locativo; es decir, que encontramos nuestra redención por estar "en
Cristo". Pero esto no parece ser lo que Pablo está diciendo. Mas bien, es un uso
instrumental de "en" + dativo; es decir, nuestra redención es efectuado POR MEDIO
de Cristo. Por lo tanto, podríamos traducir esta frase: "por medio de quien tenemos
redención".
"tenemos"
"redención"
Esta es una palabra muy importante en la teología del NT. La raíz de la palabra es el
verbo "luo", que significa "yo suelto". Se usaba de soltar armadura, caballos, seres
humanos (prisioneros). Frecuentemente, este verbo se utilizaba en contextos en el
cual se indicaba el "precio" que se pagaba para efectuar esta liberación.
La palabra "lutron" se deriva de este verbo. Las letras "-tron" al final de una palabra
(en griego) significa el medio por el cual se efectúa una acción. Por ende, "lutron"
indica el precio que se paga para efectuar la liberación; es decir, el precio del rescate.
Por consiguiente, el verbo "lutro" significa "soltar por medio del pago de un precio de
rescate".
En el NT hay que tener cuidado con nuestra interpretación del término "redención".
¿De qué (o de quién) tiene que rescatarnos Dios? Si decimos de Satanás, entonces
estaremos afirmando que Cristo murió en la cruz para pagar un precio a Satanás –
cosa que no es cierto. Cristo murió en la cruz para rescatarnos de la IRA DE DIOS; por
lo tanto, el precio del rescate fue ofrecido a Dios mismo (ver Rom 3:24,25).
Por medio de esta redención, Cristo nos libra de la maldición de la ley, de la ira de
Dios, y de la esclavitud al pecado; por medio de esta redención, Cristo nos da la
libertad de ser "hechos hijos de Dios".
"por Su sangre"
El griego dice literalmente, "por medio de la sangre Suya". Este fue el precio que
Cristo pagó para rescatarnos de la ira de Dios, y de la condenación por nuestros
pecados. Ver Hch 20:28; Marcos 10:45; Heb 9:22; 1 Ped 1:18,19.
¿Por qué Pablo no dijo simplemente, "por Su muerte"? Obviamente, Cristo tuvo que
morir para redimirnos; pero Su muerte, en sí, no fue suficiente - tenía que ser cierta
clase de muerte: una muerte sacrificial. El AT enseña que sin el derramamiento de
sangre no hay redención; es la SANGRE que nos redime. Por eso Pablo es tan
específico
La palabra "afesis" también tiene la idea de "soltar" o "liberar" (ver Lucas 4:18). Está
relacionada con el verbo "afiemi" (= "yo suelto"). Ver Mateo 6:12; etc. Aplicándolo al
pecado, esta palabra significa que Dios nos ‘suelta’ o nos ‘libera’ de la culpabilidad que
el pecado genera. El pecado nos pone en deuda con Dios; "afesis" significa que Dios
nos suelta de esta deuda - nos perdona. Ver Marcos 3:29.
¿Cuál es la diferencia entre "apolutrosis" (‘redención’) y "afesis" (‘perdón’)? Es
cierto que a veces estas dos palabras son usadas casi como sinónimos (Lucas 6:37,
donde "perdonad" es "apoluo"). Pero en el contexto de Efesios, la primera palabra es
mucho más amplia que la segunda; significa que el hombre ha sido liberado del
dominio del pecado, de la ira de Dios, del poder de Satanás, y de la muerte. La
segunda palabra se limita a la cancelación de la deuda que teníamos con Dios por
nuestros pecados. Todas nuestras ofensas son borradas por Dios; quedamos limpios
de todo pecado.
En el original "las riquezas" es singular: "to ploutos". Esta es una de las palabras
favoritas de Pablo en Efesios (2:4,7; 3:8,16). El apóstol usa esta palabra para hablar
del VALOR y de la ABUNDANCIA de la gracia de Dios.
Queda una pregunta final para contestar, "La gracia, ¿de quién es?" La palabra
"autou" podría referir a Dios el Padre o a Dios el Hijo. A primera vista, pareciera que
la gracia es de Cristo, dado a que en estos versos Pablo está hablando de las
bendiciones espirituales que provienen del Hijo. Sin embargo, el énfasis en todo este
pasaje es que la obra de salvación ha sido ideada por el Padre; así que es más factible
que la "gracia" sea la de Dios el Padre (Hendriksen). Eso encajaría con v.6.
Verso 8
"hizo sobreabundar"
El pecado del hombre ha hecho tremendos estragos en la vida humana; sin embargo,
donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia de Dios (Rom 5:20,
"hupereperisseusen"; ver Marcos 7:37 y 2 Cor 7:4). 1 Tim 1:14 es un pasaje muy
parecido.
Muy aparte del significado individual de estas palabras, tenemos que preguntarnos, ‘¿A
qué se refiere Pablo, cuando habla de “toda sabiduría e inteligencia”?’ Hay tres
posibles interpretaciones:
2. . Otros comentaristas son de la opinión que las palabras "en toda sabiduría e
inteligencia" deben ser entendidas, no con relación al verbo "sobreabundar" (del
v.8), sino con el verbo "dándonos a conocer el misterio de Su voluntad" del v.9.
3. . La tercera interpretación se basa sobre la idea de que no es factible que Pablo
esté hablando de la "sabiduría e inteligencia" de Dios, dado a que TODO lo que
Dios hace manifiesta Su sabiduría e inteligencia; por lo tanto, ¿qué sentido tiene
resaltar aquí una cualidad que marca todas las acciones de Dios? A la luz de
esto, ciertos comentaristas (por ejemplo, Martyn Lloyd-Jones) interpretan los v.7
y 8 en la siguiente manera: "...según las riquezas de Su gracia, que hizo
sobreabundar para con nosotros, JUNTAMENTE CON toda sabiduría e
inteligencia". Es decir, "la sabiduría e inteligencia" son otros dones de gracia,
aparte del don de la redención y el perdón de los pecados. Pero Eadie y otros
comentan que esta traducción simplemente no es factible
Verso 9
"dándonos a conocer"
En griego las palabras son "gnorisas hemin". La palabra, "hemin", es el dativo del
pronombre personal plural, "nosotros"; por lo tanto, debemos traducirlo: "a nosotros".
El "nosotros" incluye a todos los creyentes en Éfeso, aunque sin lugar a duda la
revelación del "misterio" primero fue dado a Pablo, y él posteriormente lo reveló a los
creyentes en Éfeso cuando les predicó el evangelio (ver Efe 3:3,5,8-9).
"el misterio"
Aquí en Efe 1:9, el "misterio" es la reconciliación de todas las cosas en Cristo (v.10).
"de su voluntad"
"según su beneplácito"
Dios no tenía que revelar este "misterio" particular de Su voluntad para el universo;
sin embargo, se complació hacerlo (Juan 15:15). Dios se deleita en revelarse a Sí
mismo y Sus propósitos. Sin embargo, los únicos que disfrutan (experimentan) esta
revelación son los elegidos de Dios.
La preposición "pro" puede tener un sentido temporal (es decir, antes en tiempo), o
un sentido geográfico (es decir, delante de). Aquí en el v.9, parece que la preposición
tiene un sentido local, dando la idea de "colocar delante de uno mismo"; es decir,
"proponer" (Rienecker).
La pregunta surge, ¿quién es el sujeto de este verbo? ¿Dios el Padre o Cristo? Dado a
que el contenido del "misterio" es la reconciliación de todas las cosas en Cristo (v.10),
la implicancia es que el beneplácito era de Dios el Padre.
A primera vista la palabra "auto" podría ser una referencia a Cristo o al Padre. Sin
embargo, tiene mejor sentido entenderlo como una referencia al Padre. El Padre se ha
propuesto en Sí mismo reconociliar todas las cosas en Cristo. Sería extraño que Cristo
sea el autor y el objeto de esta reconciliación.
Verso 10
"de reunir"
El verbo "kefalaioo" está relacionado con el sustantivo "kefalaion" que significa "la
suma" o "el total" (Stott); ver Hch 22:28, "suma" (Hendricksen). En Heb 8:1, la
palabra es traducida "el punto principal", quizá en el sentido de "en resumen" o "la
suma de todo esto es" (Hendricksen). El verbo "anakefalioo" se encuentra en Rom
13:9, y es traducido por la Reina Valera "se resume".
Pero es interesante notar que la palabra "kefale" significa "cabeza", y Pablo usa esa
palabra en Efe 1:22, cuando afirma que Cristo es la cabeza sobre todas las cosas. Esto
lleva a Hendricksen a traducir este verbo: "juntar [todas las cosas] bajo una cabeza
[en Cristo]". Él añade la traducción de F.F. Bruce, "que todas las cosas en el cielo y
en la tierra encuentren su verdadera cabeza en Cristo".
Según John Stott, el significado de lo que Pablo está diciendo aquí es que aunque, al
momento, existe una discordia entre los elementos que conforman toda la existencia,
"en el cumplimiento de los tiempos" esa discordia desaparecerá, bajo la autoridad de
Cristo. Aunque Satanás y todos los demonios se opongan, esto un día será realidad
porque sencillamente es la voluntad del Padre.
Antes de dejar este verbo, hay dos detalles importantes que debemos notar, que nos
ayudarán después a llegar a un verdadero entendimiento de lo que Pablo quiere decir.
En primer lugar, hay que notar que el verbo es aoristo; eso señala que Pablo no
está hablando de un proceso, sino de una acción definitiva. En segundo lugar, la voz
media indica que esto es algo que Dios hará para Sí mismo – para Su propio beneficio.
Según Stott, "ta panta" en el Nuevo Testamento generalmente significa "el universo,
que Cristo creó y que Él sostiene" (ver Col 1:16). Él añade, "El plan de Dios es que
'todas las cosas' que fueron creadas por Cristo y para Cristo, y que se sostienen en
Cristo, sean al final unidas bajo Cristo, siendo sujetas a Su autoridad como cabeza".
Otra cita de Stott nos ayuda a entender exactamente lo que él está diciendo: "En el
cumplimiento de los tiempos, las dos creaciones de Dios – todo el universo y toda la
Iglesia, serán unificadas bajo la autoridad del Cristo cósmico, quien es la cabeza
soberana sobre ambos."
Otro teólogo, J.B. Lightfoot, comentando sobre este verso, habla de "la harmonía
entera del universo" que un día se dará bajo la soberanía de Cristo. Él será el centro
del universo, y todas las cosas estarán unidas en Él. Esta sería INTERPRETACION 1.
Una pregunta interesante que algunos han hecho es, ¿están Satanás y los demonios
incluidos en esta reconciliación de todas las cosas? Stott contestaría que cuando
Pablo habla de "todas las cosas", él está hablando sólo de la creación material y de la
recreación espiritual (es decir, la IGLESIA); no está hablando de los ángeles.
Sobre esto debemos observar que Stott y otros no ofrecen un argumento exegético del
mismo pasaje para fundamentar su argumento; más bien, su argumento parece estar
basado en la comparación de otros textos bíblicos, que entre otras cosas enseñan que
un día Satanás y los demonios, y todos los inconversos, serán echados fuera de la
presencia de Dios. Por lo tanto, ellos no parecen estar incluidos en esta unificación en
Cristo.
La unica forma que podemos incluir a Satanás, a los demonios y a los inconversos en
"todas las cosas" es si interpretamos la frase "de reunir todas las cosas en Cristo",
poniendo el énfasis sobre las palabras "en Cristo". Es decir, lo que Pablo está diciendo
no es tanto que todas las cosas estarán un día unidas entre sí (con Cristo en el
centro), sino que estarán unidas en cuanto a su sometimiento a Cristo (con Cristo por
encima de todas las cosas, como cabeza). En este caso, bien podríamos incluir al
infierno, porque aun el infierno todo estaría bajo la autoridad (la "cabeza") de Cristo.
Esta sería INTERPRETACION 2 de “todas las cosas”. Según esta interpretación, Pablo
estaría enseñando que la voluntad del Padre es que un día todas las cosas estén
unidas en su sometimiento a Cristo (aunque este sometimiento no sea voluntario). Por
la eternidad, todas las cosas creadas estarán unidas en su sujeción al gobierno de
Cristo; los santos estarán sujetos por voluntad propia, mientras que Satanás, los
demonios y los inconversos estarán sujetos al reino de Dios contra su propia voluntad.
Toda rodilla se doblará ante Cristo, voluntaria o involuntariamente, y tendrán que
reconocer que Cristo es el Señor (Fil 2:10,11).
¿Cómo podemos decidir entre estas dos interpretaciones de lo que Pablo está diciendo?
Un forma de hacerlo es mirando a Fil 2:9-11 y Col 1:20 (recordando que estas dos
cartas tienen afinidades con Efesios). El problema es que Fil 2 parece apoyar la
segunda interpretación, mientras que Col 1 parece apoyar la primera interpretación
(porque la frase "todas las cosas" en v.20 debe tener el mismo significado que la
misma frase en el v.16, donde los seres angelicales están incluidos). ¡En realidad las
dos cosas son ciertas!
"en Cristo"
La unificación de todas las cosas bajo el gobierno eterno de Cristo será realidad por
medio de la obra redentora de Cristo.
Aquí Pablo está explicando cuándo se dará esta unificación de todas las cosas. La
frase en griego es, "eis oikonomian tou pleromatos ton kairon". Según Eadie,
Pablo no usó el artículo definido antes de "oikonomian" porque la palabra es muy
bien definida por los siguientes genitivos. La preposición "eis" no significa "hasta";
tampoco es sinónimo de "en". Más bien significa, "con referencia a" (Eadie).
sino más bien que "el cumplimiento de los tiempos" se dará como resultado de esta
administración (soberanía) de Dios.
¿Cuándo reunirá Dios todas las cosas? En un sentido, Dios ya la está haciendo; lo
comenzó a hacer cuando Cristo resucitó de los muertos (ver Efe 1:20-22). Durante
toda la época de la Iglesia, Dios está unificando más y más las cosas. Pero, todas las
cosas no están al momento sujetas a Él (Heb 2:8). Esta obra Divina no será
completada hasta el fin del mundo (ver 1 Cor 15:25-28). El hecho que el verbo
"anakefalaiosasthai" es el infinitivo aoristo, indica que Pablo está hablando de lo que
Dios un día hará, una vez para siempre, como consecuencia de la Segunda Venida de
Cristo.
"así las que están en los cielos, como las que están en la tierra"
EFESIOS 1:11-12
Verso 11
En este verso Pablo describe otra bendición espiritual que tenemos por medio de la
obra de Dios el Hijo; es decir, la "herencia" a la cual hemos sido predestinados, según
el propósito de Dios el Padre.
"tuvimos herencia"
El verbo que el Nuevo Testamento usa para, "heredar", es ‘kleronomeo’ (ver Mat
5:5; Marco 10:17; Gál 4:30). Efe 1:11 es el único verso en el cual tenemos el verbo
‘kleroo’. Algunos comentaristas favorecen una interpretación que pone el énfasis
sobre la idea de "echar suerte", pero es claro que Pablo está usando la palabra en el
sentido de "heredar". Pablo no está pensando en la manera en que Dios nos ha
bendecido (es decir, ‘echando suerte’), sino sobre el contenido de la bendición de Dios.
Por eso, afirma Stott, el verbo significa "dar o recibir una herencia".
Stott y otros afirman que Pablo está diciendo que nosotros somos la herencia de Dios;
es decir, la Iglesia es lo que que Él recibe como herencia. Ver la versión Dios Habla
Hoy (pie de página). Según Stott, esta interpretación traduce mejor el sentido de la
voz pasiva (del verbo ‘kleroo’). Stott añade que debemos interpretar este verbo a la
luz del Antiguo Testamento, que afirma que Israel era la herencia de Dios. Ver la LXX
de Deut 32:9 y Sal 33:12. Ver también Deut 4:20; 9:29; 1 Rey 8:51; Sal 106:40;
135:4; Jer 10:16; Zac 2:12; etc.
Si aceptamos esta interpretación, lo que Pablo estaría enseñando es que tal como
Israel era la herencia de Dios en la dispensación del Antiguo Testamento, la Iglesia
(conformada por judíos y gentiles) es la herencia de Dios en la nueva dispensación.
Otros afirman que Pablo está hablando de una herencia que el creyente recibe de parte
de Dios. Esta es la interpretación de la versión Reina Valera. Esta interpretación tiene a
su favor otros pasajes bíblicos, en los cuales Pablo habla de la herencia que el creyente
tiene (por ejemplo, Efe 1:14; Col 1:12 y Efe 1:18). Hendriksen comenta que en el
Nuevo Testamento, la herencia siempre es para el creyente (no para Dios); ver Hch
20:32; Gál 3:18; Col 3:24; Heb 9:15; 1 Ped 1:4. Además, en Efe 1:5, la
predestinación es para adopción, y según Rom 8:17, la adopción es lo que nos hace
herederos de las cosas que Dios tiene.
Sin embargo, Hendriksen favorece una interpretación un poco diferente. Según él, el
verbo debe ser traducido como un verdadero pasivo; es decir, "hemos sido hecho
herederos" de Dios (= ‘somos herederos’ de Dios).
"en Él"
Es más, el tema central de los v.7-12 es las bendiciones espirituales que el creyente
goza en Cristo (o por medio de la obra de Cristo). Esto confirmaría que la palabra "Él"
en el v.10 se refiere a Cristo.
Lo que Pablo está enseñando es que nosotros hemos llegado a ser la herencia de Dios
por estar en Cristo, o que nosotros hemos llegado a ser herederos de Dios por estar en
Cristo.
Dios no toma decisiones fríamente. Él, como Persona, tiene deseos, y sobre la base de
esos deseos, Él establece Sus planes. Por lo tanto, el plan de Dios para este universo
se basa sobre la realización de Sus deseos.
Nuestra salvación y la herencia en Cristo no vienen por casualidad, sino son parte de
todo el plan de Dios para este universo. El hombre no recibe estas cosas por sus
esfuerzos, sino por la gracia de Dios, y es Dios quien hace todas las cosas.
Verso 12
Estos versos forman la tercera y última sección de esta tremenda oración de Pablo, en
la cual él bendice a Dios por las bendiciones espirituales concedidas a los creyentes por
cada Persona de la Trinidad (v.3-14). En esta sección Pablo resalta la obra de Dios el
Espíritu Santo en la salvación del creyente.
Verso 13
"fuisteis sellados"
En el tiempo de Pablo sellos se utilizaban no sólo para garantizar quién era el dueño de
algo, sino también para garantizar el contenido de algo (ver Ester 3:12). Sellos se
usaban para marcar el ganado, y hasta esclavos, señalando de esa manera a quiénes
ellos pertenecían. Vemos este concepto de sellar en otras partes de la Biblia (Ezeq
9:4ss; Apo 7:4ss; 9:4). La persona que marca sus pertenencias con un sello, siente un
interés muy especial por ellos. Podemos estar seguros de la protección de Dios, porque
Su sello está en nosotros.
El contexto (v.14) indica que en este caso, el sello tiene el propósito de certificar la
autenticidad de la salvación (ver Rom 8:16; 1 Juan 3:24). El creyente que goza de la
certeza del Espíritu Santo en su vida, se siente más seguro y confiado de su salvación.
Es más, el mismo Espíritu Santo cumple la función de asegurar al creyente de su
salvación.
Para muchos estudiosos, el uso del sustantivo en el dativo (‘to pneumati...to hagio’)
indicaría que el Espíritu Santo es el instrumento que Dios utilizó para sellarnos. Pero
para otros, el dativo aquí sería un dativo objetivo. Si fuera así (un dativo objetivo),
entonces lo que Pablo estaría diciendo es que el Espíritu Santo no es meramente el
instrumento del sello, sino es el sello mismo. En el original, ‘to hagio’ (“Santo”) está
al final de la oración para dar mayor solemnidad al asunto. No es cualquier Espíritu,
sino el Espíritu Santo, que anhela nuestra seguridad de la salvación.
Pero, ¿A qué promesa se refiere Pablo? ¿A la promesa de los profetas del Antiguo
Testamento (Is 32:15; 44:3; Ezeq 36:27; 39:29; Joel 2:28; Zac 12:10), o la promesa
de Cristo en los Evangelios (Juan 14:16,17; 15:26; 16:13; Lucas 24:49; ver Hechos
1:4-5; 2:33,38-39; Gál 3:14,16)?
[2] ¿Cuál es la relación entre ser sellados con el Espíritu Santo, y las acciones de
escuchar el evangelio y creer en Cristo?
Pero no todos están de acuerdo con esta interpretación del pasaje. Lloyd-Jones afirma
que ser sellados con el Espíritu Santo es una experiencia posterior a la conversión. Él
toma el sello del Espíritu Santo como sinónimo con el bautismo del Espíritu Santo, pero
que ese bautismo NO es lo mismo que la primera recepción del Espíritu Santo, en el
momento de la conversión.
Verso 14
"que"
Esta palabra traduce el término, ‘jo’, en griego. Es el pronombre neutro, lo que indica
que Pablo se refiere al Espíritu Santo, porque la palabra, ‘Espíritu Santo’, en griego, es
un sustantivo neutro (‘to pneuma hagion’).
"las arras"
[1] Que el resto del pago será efectuado a su debido tiempo. Por ende, la palabra
‘arrabon’ tiene la idea de garantía. Dios nos ha dado el Espíritu Santo, y Él es la
garantía de que Dios nos dará el resto de nuestra herencia a su debido momento.
[2] Lo que se da como cuota inicial comparte la misma naturaleza de lo que Dios dará
en el resto de Sus bendiciones. Dios nos ha dado el Espíritu Santo, no sólo como
garantía de que un día nos va a dar toda la herencia en Cristo, sino que el Espíritu
Santo nos es dado para poder saborear o gustar de antemano todas esas riquezas
espirituales que tendremos en Cristo (Stott).
En el N.T. [esta palabra] aparece tres veces (2 Cor 1:22; 5:5; Efe 1:14),
refiriéndose al Espíritu dado por Dios al creyente como una anticipación de las
bendiciones superiores en el futuro
El uso de esta figura, en relación con el Espíritu Santo, representa al Espíritu en Su
revestimiento presente en nuestros corazones, y Su influencia de gracia en nosotros.
El Espíritu nos da parte de nuestra herencia ahora como seguridad de que el resto va a
venir a su debido tiempo. Las arras no sólo eran similares, sino idénticas. Era el
mismo suelo de la tierra comprada. Así también el Espíritu Santo nos da la misma
sustancia de todas las bendiciones de salvación que nos aguardan.
El gozo que el Espíritu Santo nos da en el presente es un anticipo del gozo eterno. El
Espíritu nos santifica aquí, y nos da un anticipo del cielo. La sanidad de nuestro
cuerpo de enfermedades es un anticipo de la resurrección de nuestros cuerpos
perfectos, las arras de la inmortalidad y la gloria.
Esta frase traduce las palabras, ‘eis apolutrosin tes peripoieseos’. Ya hemos
estudiado el término ‘apolutrosis’ en el v.7. Aquí está en el caso acusativo, porque
sigue la preposición ‘eis’.
Dios ya nos ha bendecido en Cristo, con toda bendición espiritual; las recibimos
por medio de Cristo; tenemos que saber que si el afán de algunas las iglesias
contemporáneas son las bendiciones materiales, más que las bendiciones
espirituales, podemos entender que no han sido regenerados, es posible que
aún no hayan vuelto a nacer. La iglesia de Cristo, tiene que tener ese deseo
fuerte por recibir las bendiciones espirituales.
La iglesia debe saber que Dios en su plan divino, nos predestinó desde antes de
la creación; no con la intención de que pensemos en que ya somos privilegiados
y ya no nos preocupamos por nuestra santificación; sino con el propósito de
darle agradecimiento, loos, alabanzas, la gloria y también que esto nos ayude a
saber que nuestra salvación no se pierde y sigamos firmes en nuestra fe, ante
un tiempo de caer; pedir perdón a Dios, humillarnos y no dejar la fe.
Reunir todas las cosas en Cristo; la iglesia debe saber de que todas las cosas
existentes en la creación, están completamente bajo la cabeza, que es Cristo;
es decir resaltar la preminencia de Cristo; no hay nada por encima de ÉL, ni
estatuas, ni hechicerías, ni ángeles, ni demonios, ni humanos; Cristo es el Rey
de Reyes y toda la creación, se inclinará ante ÉL, cuando a la iglesia se le es
dada el conocimiento y la sabiduría, que están escondidas en Cristo; entonces
no abrá nada que pueda asombrar sus sentidos, y nada que pueda alejarla de
Cristo.