Está en la página 1de 3

LA POLÍTICA COMO BIEN COMÚN

D e f in ició n d e p o lít ica

La política es una actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un


grupo para alcanzar ciertos objetivos. También puede definirse como una manera de
ejercer el poder con la intención de resolver o minimizar el choque entre los intereses
encontrados que se producen dentro de una sociedad. La utilización del término ganó
popularidad en el siglo V A.C., cuando Aristóteles desarrolló su obra titulada justamente
“Política”.

El término proviene de la palabra griega polis, cuyo significado hace alusión a las ciudades
griegas que formaba los estados donde el gobierno era parcialmente democrático. cabe
señalar que es en esta cultura donde intenta formalizarse esta necesidad humana de
organizar la vida social y los gobiernos desde tiempos ancestrales.

https://definicion.de/politic

Aunque esto suena muy bien, en la sociedad actual se le ha visto como algo sucio y
desordenado nos lo han hecho ver como que está hecho solo para aquellos que tengan
intenciones de poder y riqueza olvidando su origen que no es otra cosa más que servir y
velar por los intereses del pueblo.

Pero no todo está perdido hay gente que también actúa de manera correcta y le voy a
mostrar una particular forma de hacer política.

El Movimiento de los Focolares u Obra de María es un movimiento eclesial dentro de la


Iglesia católica, fundado por Chiara Lubich en Trento Italia durante el periodo de
posguerra, caracterizado por su vocación al ecumenismo y al diálogo interreligioso Entre
sus objetivos está el promover la unidad y la fraternidad universal en el amor al prójimo.
Parte de sus premisas es la llamada regla de oro, presente en casi todas las religiones.
El Movimiento de los Focolares comprende distintos ámbitos y «ramas»: jóvenes, niños,
adultos, sacerdotes, consagrados, matrimonios, en distintas áreas profesionales como
educación, salud, economía, política, artes, entre otras. Son además los impulsores de la
denominada «economía de comunión».

Es el caso del Movimiento de los Focolares, en cuyo seno nació el «Movimiento por la
Unidad».

El primero de ellos es la política como vocación: «Quien es creyente se da cuenta de que


Dios le llama a ello, (…) el no creyente advierte la respuesta a un eco de su conciencia;
pero siempre es el amor lo que mueve a ambos».

En segundo lugar, está el amor al prójimo. En este caso, son los compañeros de partido,
pero también los mismos adversarios y a los que votan en contra. También es saber
escucharse y acercarse a la sociedad a la cual sirven: «La fraternidad encuentra plena
expresión en el amor recíproco, del que la democracia, bien entendida, tiene verdadera
necesidad».

Para llevar a cabo todo esto, Chiara Lubich señaló la necesidad del diálogo entre gobierno
y oposición, una oposición conducida a través de la crítica constructiva, «que no pretende
pisar al otro, sino corregirle para mejorarlo».

Esto tiene sus dificultades ya que esto supone, ya que «muchas veces (la actividad
política) se basa más en la confrontación que en la aportación».

En este sentido, Andreu Majó, alcalde de Arenys de Munt, comentó que muchas veces,
«para evitar la paralización en la discusión de un tema, nos vemos obligados a no ir por la
vía del consenso».

Tanto Lucía Fronza, responsable del Movimiento por la Unidad, como Chiara Lubich
coincidieron en señalar dos elementos indispensables en la acción política que no deben
ser excluyentes: «amar al otro, pero también expresar lo que piensas; si no, ¿qué
aportaciones haríamos?».

Joan Rigol señala, que, aunque la «libertad» y la «igualdad» han encontrado su espacio
político por vía constitucional y social, en cambio la «fraternidad» no, viéndose sustituida
por la «solidaridad». «Y sin embargo es un valor fundamental porque revierte
directamente sobre la persona», reconoció.

En cuanto a la «unidad», el presidente del Parlamento catalán afirmó que no es válido


procurarla mediante la «uniformidad», sino más bien mediante la «unanimidad», que
cuesta más porque requiere diálogo.
Finalmente la «generosidad política» como categoría superior en la que pueden inspirarse
todo el que actúe en el ámbito político.

«política de comunión»

Para Lubich, «la idea-fuerza que hace de toda la humanidad una única y verdadera familia
es la fraternidad universal». «Aunque numerosos países hayan llegado a construir
regímenes democráticos, y hayan conseguido dar una cierta realización a la libertad y a la
igualdad, la fraternidad, en cambio, ha sido más anunciada que vivida», aseguró Lubich.

También recordó a dos de los «padres» de la Unión Europea, Robert Schuman y Alcide De
Gasperi, en proceso de canonización, quienes «vivieron de manera heroica no sólo las
virtudes religiosas, sino también las civiles que su profesión política les exigía».

Según Lubich, la idea originaria de la Unión Europea «no fue realizar un negocio
económico», sino establecer «una solidaridad de producción». Los fundadores querían
llegar a «continuar la realización de una de sus tareas esenciales: el desarrollo del
continente africano».

«¿Pero, cómo podemos proseguir la obra de los que, a lo largo de los siglos, han
construido Europa?», se preguntó la fundadora de los Focolares. «Un instrumento cuya
eficacia todavía no ha sido descubierta es el nacimiento de decenas y decenas de nuevos
Movimientos y comunidades eclesiales».

El segundo instrumento, a juicio de Lubich, es «la llamada a trabajar por la fraternidad»


«construir su unidad con vistas al mundo unido».

También podría gustarte