Simón Rodríguez fue un docente, escritor y político venezolano.
Conocido también como maestro de Simón Bolívar. Nació en la ciudad de Caracas, el 28 de octubre de 1769. Debido a que fue abandonado al nacer, los datos sobre sus padres son imprecisos. La hipótesis que lleva más fuerza es que fue hijo de una mujer llamada Rosalía Rodríguez, con el sacerdote Alejandro Carreño. De hecho, su nombre completo aparece como Simón Narciso de Jesús Carreño Rodríguez.
Murió en Amotape (Perú) el 28 de febrero de 1854. Simón
Rodríguez fue uno de los intelectuales americanos más importantes de su tiempo, destacando por su profundo conocimiento de la sociedad hispanoamericana, el cual posteriormente trasmitirá a Simón Bolívar al desempeñarse como su maestro y mentor.
Primeros años
A pesar de la incertidumbre sobre si Carreño fue o no su padre, lo
cierto es que este sacerdote se ocupa de la crianza del niño, y de su hermano mayor, Cayetano. Esto, debido a que su madre fue obligada a abandonarlos al contraer nupcias.
En su juventud
Pudo ejercer el cargo de maestro en una escuela elemental de
escritura, donde tuvo entre sus alumnos al joven Simón Bolívar. El vínculo docente de Rodríguez con Bolívar fue al principio superficial, a nivel escolar, luego se convertiría en su tutor, lo que requería que Bolívar se mudase con Rodríguez, cosa que provocó no pocos conflictos con el joven y rebelde Bolívar. Por esas fechas tempranas, contrae matrimonio con María de los Santos Ronco.
Acontecimientos destacados
Profundamente dedicado a la labor docente, ya para esos días
estaba planeando una manera de cambiar radicalmente los métodos usados en la enseñanza. Pero también estaba interesado en el acontecer político. Tomó parte en el movimiento independentista de Gual y España; ante el fracaso del mismo, debió exiliarse en Jamaica, donde asumió el famoso seudónimo Samuel Robinson. Esto le lleva a un recorrido que lo conduce a la ciudad de París, en 1804. Allí se reencuentra con Bolívar, su antiguo discípulo, que hacía poco había enviudado.
Ambos viajan juntos a Italia. En el Monte Sacro de Roma,
acompaña a Bolívar cuando pronuncia el célebre juramento mediante el cual se obliga a liberar a la América hispana del colonialismo español. La imagen de Rodríguez en esta etapa ya no es la de un maestro en el sentido académico, sino más bien de un guía filosófico.
Los siguientes años, alrededor de veinte, los pasa Rodríguez en
Europa, en tanto Bolívar regresa a América para dedicarse al movimiento independentista. Durante este tiempo vivió en Alemania, Holanda, en la antigua región alemana conocida como Prusia, pero sobre todo desarrolló su actividad docente dirigiendo una escuela elemental en Rusia. Con esas ideas en mente, regresa a América en 1823, ya concluidas las guerras independentistas, para ponerlas en práctica.
Últimos años
Se radica en Perú, designado por Simón Bolívar, donde es
nombrado director de Educación Pública. Establece el concepto de Escuela-Taller, donde se enseñaban conocimientos básicos y se instruía a los jóvenes en un oficio. El proyecto prosperó en Colombia, pero en Bolivia, las malas relaciones con Sucre hicieron que Rodríguez dimitiera y volviera a ser un discreto maestro de escuela. Se radica en Ecuador para dedicarse a la enseñanza. Sus últimos años transcurren en Perú, donde ocurre su fallecimiento en Amotape, el 28 de febrero de 1854.
Sus restos fueron trasladados en 1925 a Perú, y en 1954 se
depositaron definitivamente en el Panteón Nacional, en Caracas.
Legado
La idea de renovar los procesos educativos, que es un tabú
recurrente en la América hispana, tuvo un precursor en Simón Rodríguez. Fomentaba la idea de una educación diseñada de acuerdo a las realidades de la región, y no modelada en países completamente distintos. También insistía en que el alumno debe cuestionarlo todo hasta obtener satisfactoria respuesta: “Enseñad a los niños a ser preguntones”.
El haber sido maestro de una figura como Simón Bolívar le dio un
aura de maestro por excelencia, además se le ha dado su nombre a instituciones educativas. El programa de preparación pre- universitario de la Universidad Central de Venezuela lleva por nombre Samuel Robinson, que fue el seudónimo que usó Rodríguez durante su exilio. 2.-POR QUÉ SE DICE QUE SIMÓN RODRÍGUEZ, GENERÓ UNA PEDAGOGÍA EMANCIPADORA
Conocido en su exilio de la América española como Samuel
Robinsón, fue un educador, escritor, ensayista y filósofo venezolano. Tutor y mentor del Libertador Simón Bolívar al igual que Andrés Bello, fue un visionario defensor de la educación pública.
En mayo de 1791, cuando ya tenía 21 años, el Cabildo de
Caracas le dio un puesto como profesor en la Escuela de Lectura y Escritura para Niños. En esta escuela tuvo la oportunidad de ser el tutor del futuro libertador Simón Bolívar. Simón Rodríguez fue uno de los intelectuales americanos más importantes de su tiempo, destacando por su profundo conocimiento de la sociedad hispanoamericana, el cual posteriormente trasmitirá a Simón Bolívar al desempeñarse como su maestro y mentor. En cuanto a su vida familiar es poco lo que se sabe. En mayo de 1791 el Cabildo de Caracas lo admite para ejercer el cargo de maestro en la escuela de primeras letras para niños, lugar al que llegará al año siguiente Bolívar para iniciar su educación.
Dos años después, tras fugarse el niño Bolívar de la casa de su
tutor, es enviado a casa de su maestro Simón Rodríguez quien se encargará definitivamente de su formación. Durante este tiempo Rodríguez fue ganado a la causa independentista debido a la lectura de los pensadores de la Ilustración; por lo que en 1797 se vincula al proyecto de emancipación inspirado por el pedagogo mallorquín Juan Bautista Picornell, en asociación con los venezolanos Manuel Gual y José María España. Luego del descubrimiento y fracaso de esta primera tentativa revolucionaria, Rodríguez es expulsado de Venezuela, adonde no regresará jamás. En 1797 luego de su salida del país, se traslada a Kingston (Jamaica) donde residirá por algún tiempo y en el que cambiará su nombre por el de Samuel Robinson. Posteriormente, viaja a Estados Unidos donde vive hasta fines de 1800 .
3.-POR QUÉ SE CREE QUE LA OLIGARQUÍA CRITICABA
LA ESCUELA DE SIMÓN RODRÍGUEZ.
La elaboración de un pensamiento educativo para la
transformación de la sociedad cada parcela del continente que se emancipaba tras Boyacá, Carabobo y Ayacucho-, como conductores de la nueva institucionalidad postcolonial, su gendarmería interna y su pupilaje cultural y educativo, no puede ser divorciada de una visión política del mundo y la sociedad, lo cual de suyo conduce a una perspectiva del hombre y la mujer que tras pasar en su edad infantil por los pupitres, ha de habitar adulto ese mundo que ahora percibe desde abajo, debiendo integrarse a uno y otra, como sujeto de derecho. Y Simón Rodríguez comprendió con toda claridad dicho reto, así como los escollos que habría de afrontar de seguir adelante con su propósito de reforma profunda del tipo de escuela, la que, luego de culminado el ciclo bélico de la Independencia suramericana y caribeña, habría de sustituir aquella que formó al súbdito colonial y su orden de castas, procurando que emergiera uno genuinamente republicano. La Independencia una vez alcanzada como efecto de las armas y como hecho político, debía ser coronada en la dimensión de los espíritus y las mentes. Hacia allí apunta la irreverente propuesta educativa y social robinsoniana. Y para llevarla adelante no escatimó el antiguo Maestro del Libertador, someterse al menosprecio de quienes, a excepción casi única de Bolívar, asomaban
De allí que persistan asuntos todavía no saldados en Nuestra
América y específicamente en la Venezuela que se construye Bolivariana desde los inicios del actual siglo XXI. El primero de todos es el que atiende a la noción de “Escuela Social” propugnada por Robinson en sus ejecutorias. Igualmente, la escuela-taller, aquella que enseñaba a pensar y hacer, más allá que el mero cultivo de destrezas reducidas al acto de dominar la lectura y escritura y operaciones aritméticas básicas, objetivos que si bien reconocía el Sócrates de Caracas, resultaban insuficientes para el surgimiento del republicano que demandaba la sociedad republicana. Están llamados también los educadores de esta porción del orbe hoy, a reflexionar y tomar posición, respecto a la nada inocente solicitud que hizo Rodríguez acerca de dar promover el desarrollo del “Niño Preguntón”. Todo cambio profundo de un tiempo histórico que conduzca a uno distinto que se proclama Revolucionario, debe abrir todas las compuertas a la vocación inquisitiva del niño. De no ocurrir así se castra, se estanca y retrocede frente a las fuerzas de la tradición y el oscurantismo, la potencialidad revolucionaria y transformadora de una sociedad que corre los riesgos de perpetuarse en sus estructuras de dominación a través de las nuevas generaciones que han de suceder a las contemporáneas, o por el contrario, haciendo de estas, agente de la irreversible continuidad de ola de cambios surgida en Venezuela a partir de 1999. De este modo, la edificación de nuevas estructuras de convivencia, de democratización en los canales e instancias para le construcción y circulación del conocimiento, y para la máxima masificación posible de los instrumentos de difusión del saber acumulado en un tiempo histórico, así como de los instrumentos de construcción del nuevo conocimiento científico-tecnológico y humanista, encontrarán cauce, de modo que la formación de personalidad se inserte en proyectos que integran la mayor suma de felicidad posible respecto a cada individuo en particular, con la mayor suma de contribución social que cada particular pueda hacer en la empresa de regenerar la sociedad a partir de supremos valores de ética, felicidad y dignidad humana. Y en pos de tan loable propósito hoy inconcluso, alcanza su plena vigencia el llamado de Rodríguez a permitir que los Niños sean Preguntones, pues de allí, del Niño Preguntón, ese que no se siente aplastado ante la violenta impugnación del maestro de escuela, o del padre o madre en el hogar “Deja de hacer tantas preguntas”, “No fastidies tanto” “Ve a jugar al patio” u otras contestaciones de este tenor. De la importancia del carácter de Preguntón del Nino, y que descubrió Simón Rodríguez, no se percata todavía el grueso de los adultos contemporáneos. Es un rasgo de pre modernidad y patriarcalismo que permea la naturaleza de clases toda la sociedad en esta porción del globo de Nuestra América y que se observa en diferentes latitudes. Se desconoce por lo tanto, que de dicho perfil de Niño Preguntón, ha de brotar el Joven Curioso, uno que se intriga y busca explicaciones ante todo fenómenos de la naturaleza y la sociedad y espera respuestas sensatas, al margen de la superchería y lo pomposo d ellas generalizaciones. El Joven Curioso, es uno en quien los “POR QUÉ” de la primera infancia, se han transformado a partir de la exacta guiatura -si se permite la expresión. del “Maestro Contestador”, aquel que responde en los mejores y amistosos términos, en nada Castrador del ímpetu cognitivo de los niños y estudiantes-, en vocación para la búsqueda sistemática de la verdad moral, científica, política y de cotidianidad. Y el Joven Curioso se convierte, en virtud de la sola inercia de dicho atributo respecto al cual ha encontrado adecuado cauce, en un Adulto Investigador, uno que todo lo ha de escrutar con los ojos del científico, y cuyo tipo ha de proveer las cohortes de científicos, tecnólogos e innovadores que cada nueva época demanda para la construcción del desarrollo y su sostenibilidad, en todo país organizado, al paso de las décadas. Hasta aquí algunas consideraciones preliminares respecto a la portentosa figura transformadora de Simón Rodríguez, quien al igual que Simón Bolívar, tiene mucho que hacer y decir en América todavía.
4.- CUÁL ES LA DIFERENCIA EN LA INDEPENDENCIA Y
LIBERTAD SEGÚN SIMÓN RODRÍGUEZ
El 19 de enero de 1824, el libertador Simón Bolívar envió una
carta al gran maestro venezolano Simón Rodríguez, fecha en la que cumplían poco más de 18 años sin verse y Bolívar, quien tres años antes había logrado la gesta independentista en el histórico Campo de Carabobo, mantenía intactos los valores de libertad y justicia inculcados por este hombre que influyó en su formación académica, humana, política, filosófica. Y es que fueron esas primeras letras las que llevaron al libertador a empeñarse en esa idea emancipadora que no era nada sin la educación, la enseñanza, la formación.
Esta carta que Bolívar escribió en Pativilca, Perú, tenía claro lo
que este eminente pensador, escritor y educador venezolano, reconocido como maestro de América, había significado en su vida, reflexión que es válida recordar este 15 de enero cuando se celebra el Día del Maestro, el día de quienes como Rodríguez se dedican al oficio de educar, con paciencia y tesón, a las nuevas generaciones.
«Usted maestro mío, cuánto debe haberme contemplado de cerca
aunque colocado a tan remota distancia, con qué avidez habrá seguido usted mis pasos dirigidos muy anticipadamente por usted mismo. Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido por el sendero que usted me señaló. Usted fue mi piloto…», expresó Bolívar.
Fue tanto su compromiso como maestro y mentor que el 15 de
agosto de 1805, Simón Rodríguez acompañó a Bolívar en el Juramento del Monte Sacro, pronunciamiento en el que el libertador ratificó su compromiso con la causa independentista de Venezuela y América Latina.
«¿Se acuerda Ud. Cuando fuimos juntos al Monte Sacro en Roma
a jurar sobre aquella tierra santa la libertad de la patria? Ciertamente no habrá Ud. olvidado aquel día de eterna gloria para nosotros; día que anticipó por decirlo así, un juramento profético a la misma esperanza que no debíamos tener», escribió Bolívar en la misma carta enviada en 1824, tras enterarse del regreso de su maestro a América.
Y es que Rodríguez volvía luego de 20 años en Europa, donde
llevó su pensamiento enfocado en la construcción de escuelas que enseñaran a trabajar y producir, a formar niños pensantes, autónomos y comprometidos con el bienestar de todos.
«Enseñen a los niños a ser preguntones, para que pidiendo el
porqué de lo que se les manda hacer, se acostumbren a obedecer a la razón; no a la autoridad como los limitados, ni a la costumbre, como los estúpidos», dijo el propio Rodríguez.
Sus ideas innovadoras que habían surgido en una época difícil,
hace más de 200 años, condujeron a que éste fuera tildado de loco. «Hace 24 años que estoy hablando, y escribiendo pública y privadamente, sobre el sistema Republicano, y, por todo fruto de mis buenos oficios, he conseguido que me traten de loco», reclamó en 1848, en Colombia al exponer sus criterios sobre la educación republicana, recogidos luego en el texto O inventamos, o erramos, editado en 2008 por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura. A pesar de esto, Rodríguez bregó hasta el final de sus días por una educación propia, original, popular, republicana. Célebre es su pensamiento: ‘O inventamos o erramos’ que titula el libro editado en 2008 y que, como en los albores de la independencia, se mantiene vigente, ahora que Venezuela construye un modelo de justicia social independiente, sin calcos, ni copias.
Educación para todos
El pensamiento del maestro Simón Rodríguez fue retomado por el
también maestro venezolano Luis Beltrán Prieto Figueroa, quien siempre promovió un sistema educativo nacional que permitiera brindar oportunidades iguales a todos los ciudadanos.
Prieto Figueroa formó parte de la Junta Patriótica Revolucionaria
de Gobierno que nació tras ser derrocado el presidente Isaías Medina Angarita (1941-1945). Por ello, fue designado por el entonces presidente de la República, Rómulo Gallegos (1948- 1953), como ministro de Educación, desde donde se dedicó a trabajar por una educación inclusiva.
Este importante educador y político, oriundo del estado Nueva
Esparta, escribió los principios que debían regir la educación venezolana, como fue el caso del Estado Docente, en el que planteaba que el Estado debía intervenir por derecho propio en la organización de la educación nacional.
«El Estado interviene, por derecho propio, en la organización de
la educación del país, y orienta, según su doctrina política, esa educación. Depende la orientación de una escuela de la orientación política del Estado. Si el Estado es nazista, la escuela es nazista. Si el Estado es falangista, la escuela es falangista. Y si el Estado es democrático, la orientación de la escuela necesariamente tiene que ser democrática», señaló.
Prieto también promovió la creación de la librería Magisterio, que
colocó en el país textos de la escuela nueva, así como también otras iniciativas: el Consejo Nacional de Universidades, el Instituto de Mejoramiento Profesional, la primera Escuela de Teatro de Venezuela y el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces), este último con base en valores para el trabajo y la producción que habían sido expuestos por Rodríguez.
En honor a ese legado del maestro Prieto a la educación, el
Gobierno venezolano anunció recientemente la construcción de 1.500 Ciudades Escolares en los próximos 10 años. La infraestructura estará inspirada en el concepto del influyente político, educador y poeta, de desarrollar una educación integral.
Maestros son la columna vertebral
El pensamiento de Rodríguez y Prieto es rememorado este 15 de
enero cuando los más de 500.000 maestros del país conmemoran su día.
La fecha se celebra en Venezuela desde 1945 para recordar la
creación de la Sociedad Venezolana de Instrucción Pública, que se fundó el 15 de enero de 1932 y cuatro años después se convirtió en la Federación Venezolana de Maestros. Su primer presidente fue el educador y dirigente gremial Miguel Suniaga. Luis Beltrán Prieto Figueroa fue el secretario de esta primera directiva.
A esos maestros, columna vertebral del sistema educativo,
también se les reconocen los logros alcanzados durante estos últimos años, como es el caso de los más de 6 millones de estudiantes que reciben formación en escuelas y liceos públicos del país. Y es que en los primeros 15 años de Revolución Bolivariana, la matrícula en educación inicial, que incluye niños de entre tres a seis años de edad, pasó de 45 a 77%; la primaria, entre seis a 12 años, se incrementó de 86 a 96%; la secundaria, que abarca a jóvenes de entre 12 y 18 años, subió de 48 a 76%, mientras que el número de universitarios se incrementó en 294%, evidente muestra de las conquistas educativas en Venezuela, un país cada vez más comprometido con la educación gratuita y de calidad.
Hoy, cuando se celebra el Día del Maestro, seguramente muchos
recuerdan a quienes como Rodríguez también dejaron enseñanzas y valores. Maestros que han servido de guía, de pilotos, de conductores de vida, por eso, cada día llaman a la reflexión, al encuentro, al estudio, al aprendizaje constante, a la búsqueda, a lo nuevo, a lo nuestro. Esa es la verdadera libertad.
5.- POR QUÉ SE DICE QUE LAS IDEAS DE SIMÓN
RODRÍGUEZ PROMUEVEN UNA PEDAGOGÍA PRODUCTIVA
Al hablar de Simón Narciso de Jesús Carreño Rodríguez
seguramente todos coincidiremos en la tradicional Biografía del Maestro y Mentor de nuestro Libertador Simón Bolívar, como un Caraqueño universal el cual con la misma suerte de otros venezolanos ecuménicos como el Mariscal Sucre, el Maestro Juez Soto, Cruz Diez, Jacinto Convit, entre muchos otros que son más valorados en el exterior que en sus propios países, o seguramente como un fiel y leal enamorado de la educación, no obstante, más que su historia nos deja como herencia su vigencia porque sus postulados están tan intactos como en el momento histórico del cual fueron referidos.
En la actualidad vivimos tiempos el cual si bien para muchos
pudieran ser de desesperanza y pesimismo como actualmente lo evidencian las migraciones de compatriotas al exterior entre ellos no solo talentosos profesionales sino muy jóvenes, la significativa deserción escolar en las universidades del país ante la carencia de respuesta de estas instituciones a las expectativas de sus educandos, el lenguaje anímico de una población que solo conoce como doctrina de vida la pirámide de Maslow (consumir para llegar a la autorrealización), para otros en los cuales me integro seguramente en una posición muy terca pero inclaudicable son tiempos de convertir las adversidades en oportunidades, de que como dijera Gramsci “de que lo viejo termine de morir para que lo nuevo termine de nacer” algo muy concordante con lo que dijera nuestro Cruz Diez “en Venezuela hay que inventarlo todo de nuevo que maravilla” En sintonía con el párrafo anterior es necesario iniciar con algo que muy acertadamente dijera el Maestro “El hombre no es ignorante porque es pobre, sino todo lo contrario.” Soy de los que cree seguramente de manera muy necia que mientras la población debate de que si el problema es económico o si es político este servidor asume que el problema es educativo ya que la educación puede transversalizar en los problemas morales, económicos, políticos, productivos existentes en la sociedad venezolana mientras no exista una educación de pertinencia enmarcada en el proyecto país seguiremos escuchando el postulado del Maestro “Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra.” Diariamente en ese país polarizado observamos como con un lenguaje soez la población entre ellos los dirigentes políticos (los cuales como representantes de sus seguidores deberían dar el ejemplo) se enfocan más en los puntos que no separas, cuales borrachos peleando por una botella vacía, que en avocarse a los puntos comunes que afectan a la población, por lo que el “Enseñen, y tendrán quien sepa; eduquen, y tendrán quien haga.” Que refería el maestro claramente nos dice que en este momento histórico es insuficiente tener millones de profesionales o tener la 5ta mayor matricula en materia universitaria si el método solo forma, pero no transforma al ser humano.
En relación a lo planteado el nuevo modelo educativo no puede
seguir abocándose solo para graduar para el mercado laboral como fiel culto al modelo rentista muy criticado en el siglo XXI pero muy silenciado su señalamiento en el siglo XX cuando Pérez Alfonso hablaba de cómo nos hundíamos en el excremento del diablo, ahora bien Robinson en su momento pero muy pertinente en este tiempo refiriere “Toca a los maestros hacer conocer a los niños el valor del trabajo, para que sepan apreciar el valor de las cosas.” Hoy escuchamos a los dos ministros de educación (uno Sociólogo y el otro Politólogo) hablando de proyectos socio productivos de los cuales todavía no se conocen resultados significativos, por el contrario, vemos más perdida de dinero y de tiempo no por la intención el cual no solo es buena y necesaria sino por el método implementado, no se puede aspirar de que un proyecto sea “socio productivo” sino socio producimos la conciencia, esto inicialmente no es un problema de más papas o la sustitución de ganados por conejos, y mucho menos cuestión de publicidad para ver qué Director o Rector mando la mejor foto, por el contrario como el mismo comandante Chávez lo refiriera “una revolución se hace con métodos revolucionarios” si la acción educativa no hace énfasis de una manera planificada, coherente y pertinente ante los presentes desafíos sobre el que sembrar, donde sembrar, como sembrar, para que sembrar, se cumpliría el postulado de Simón Rodríguez “Nadie hace bien lo que no sabe; por consiguiente nunca se hará República con gente ignorante”
Esa búsqueda de la creación de una nueva conciencia a través de
una pertinente acción educativa se enmarca en el pensamiento Robinsoniano cuando refiere “Enseñar es hacer comprender, es emplear el entendimiento, no hacer trabajar la memoria.” Por lo que es tiempo de tomar una determinada acción contra la fragmentación del conocimiento el cual enseña a discriminar y no a colectivizar, enseña a competir y no a discernir, que embriaga de conocimiento, pero no de reconocimiento, por ello esa búsqueda de una educación multidisciplinaria enmarcada en objetivos transdiciplinarios concuerda con el maestro en su expresión de que “La fuerza de trabajo fundamental, es la de los esclavos e indios, quienes ayudaron en labores agrícolas, construcción de fuertes, ciudades, iglesias y pueblos.” De igual modo eso conocimiento popular es tan fundamental como el de la ciencia, pero es imprescindible un conocimiento donde se fusionen ambas.
De esta manera seguramente, tendremos ingenieros que, si
ingenien, educadores que eduquen, médicos fieles a su juramento hipocrático y no a la hipocresía del capital, ya que el interés será enfocado en el aprendizaje y no en la imposición de criterios como claramente lo demuestra el maestro cuando refiere “No hay interés donde no se estribé el fin de la acción. Lo que no se hace sentir no se entiende, y lo que no se entiende no interesa. Llamar, captar y fijar la atención, son las tres partes del arte de enseñar.” Es ese sentido esa educación de pertinencia y coherencia rompe con lo conductual para enfocarse en lo experiencial y en el proyecto de vida del educando Por consiguiente, esa búsqueda por una verdadera paz, soberanía, libertad, que TODOS los políticos ofrecen y del cual las mayorías nos cuesta entender que las grandes transformaciones vienen desde los cimientos y no desde las alturas, no pasa por esperar que dicen los representantes de gobiernos extranjeros los cuales no se sabe si se preocupan más por nuestra nación o por nuestros recursos naturales, tampoco por quien ofrece ayudarnos no descartando una intervención militar contra nuestra patria, ni mucho menos por los que en elecciones se hacen llamar representantes y protectores del pueblo pero cuando este exige respuesta lo llaman traidor y tonto útil.
Por el contrario esto pasa primeramente por un plan de
concienciación nacional donde a través de una pedagogía del compromiso donde el ente educativo, los medios de comunicación, la iglesia, el sector empresarial y comercial, el gobierno hagan su aporte en función de la sociedad, sino que dichos planes y acciones se enmarquen en función de un proyecto país y no en ambiciones personalista como se observan de lado y lado, algo similar al juego del anillo en las tortas de bodas, en ese sentido en relación a la búsqueda de un plan coherente “¿Dónde iremos a buscar modelos? La América Española es original. fundar unas y otro. O inventamos o erramos.” 6.-POR QUÉ ALGUNOS AUTORES PLANEAN QUE LA PEDAGOGÍA LALINOAMERICANA ES COMPLEJA
1¿Qué significa tener un acercamiento complejo en educación? Es
evidente que la respuesta a esta pregunta dependerá de lo que comprendamos por educación. Pero también es evidente que al plantearnos esta pregunta no nos encontramos en el vacío respecto al significado de esta palabra. Existe un imaginario que pocas veces explicitamos o, tal vez, que dejamos de lado sin analizar conscientemente todas las tensiones internas que éste incluye. Basta considerar todo el problema de la calidad de la educación y observar cuáles son los parámetros utilizados para diagnosticar esta situación: las pruebas estandarizadas SIMCE, PISA, TIMMS, etc. Desde ese punto de vista existe un problema de resultados escolares. Pero ¿podemos extrapolar esta situación y declarar que “la educación” pasa hoy en día por un problema de calidad? De la misma manera, al hablar de la complejidad en educación ocupamos un imaginario implícito y asociamos esta idea a un área bien precisa: la didáctica. Permítanos hacer una digresión e invocar las ideas de la Didáctica Magna de Comenius. Ignoramos si alguien habría formalizado un conjunto de ideas didácticas de la manera que lo hizo este pedagogo checo en el siglo 17. Así, Comenius señala que para transmitir los conocimientos es necesario pasar de elementos simples para construir elementos complejos. Esto nos daría una idea técnica pedagógica clara: desmontar las situaciones que se desean estudiar y estudiar los elementos atómicos de éstas. Un contemporáneo de Comenius, el francés Descartes, plantearía algo similar en el Discurso del Método (1637), en relación al razonamiento geométrico aplicado al razonamiento general.
2Pero ¿es esta la única manera de considerar la “complejidad” de
la educación? Quisiéramos reflexionar en este artículo sobre posibles direcciones para pensar una educación compleja. Para esto es necesario explorar una tensión previa: aquella que aparece entre la educación y la instrucción. Luego debemos preguntarnos sobre el sentido que tiene una eventual aplicación de la complejidad a estos dominios. En particular, y previo a todo, debemos definir de alguna manera esta complejidad.
Precisando la “complejidad”
1 Los títulos de los volúmenes de La Méthode son ilustrativos.
La méthode 1 : La Nature de la Nature (...)
3Una mirada intuitiva nos hace oponer lo complejo a lo simple.
En el contexto que queremos tratar quizás sea mejor hablar de la complejización y de la simplificación de un fenómeno educativo. De esta manera, una mirada simplificadora tenderá a reducir el proceso educativo a una secuencia lineal de causa y efecto. En el caso contrario, una mirada compleja buscará una situación que intuitivamente consideramos “compleja” en el sentido de que no es simple. Como vemos, es necesario profundizar el sentido de esta palabra e intentar caracterizar lo que comprendemos por complejo. En este contexto, el pasar por la referencia de Edgar Morín es casi obligado. Este sociólogo y filósofo francés ha desarrollado durante toda su vida una teoría sobre el pensamiento complejo, que él plantea como un nuevo paradigma científico, donde las disciplinas se articulan para dar cuenta de una realidad que no se deja domar por ninguna de ellas por separado. Su obra maestra, La méthode, cuenta con seis volúmenes, los cuales tocan variados temas que se articulan para intentar la construcción este paradigma moriniano1.
“¿Qué es la complejidad? En primer lugar, la complejidad es un
tejido (complexus: lo que es tejido junto) de constituyentes heterogéneos asociados inseparablemente: ella plantea la paradoja del uno y de lo múltiple. En un segundo lugar, la complejidad es efectivamente el tejido de los eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, riegos, que constituyen nuestro mundo fenoménico” (Morin, 2005: 21).
4Para Morin el pensamiento moderno sufre de la patología de la
“hiper-simplificación” la cual nos vuelve ciegos a la complejidad de lo real (Morin, 2005: 23). Según él se trata de una inteligencia ciega (Morin, 2005: 18) ligada al problema de la organización del conocimiento. ¿Cómo comprender este punto de vista? La oposición intuitiva entre lo complejo y lo simple nos da la clave: la complejidad busca comprender la realidad con toda su dinámica, sin simplificarla a fin de hacerla más “estudiable”. Un ejemplo sacado de las ciencias humanas puede ser bastante aclarador. En palabras de Morin:
“La visión no compleja de las ciencias humanas, de las ciencias
sociales, es pensar que hay una realidad económica de un lado, una realidad psicológica de otro, una realidad demográfica de otro, etc. Se cree que las categorías creadas por las universidades son realidades, pero se olvida que en lo económico, por ejemplo, están las necesidades y los deseos humanos. Detrás del dinero, hay todo un mundo de pasiones y está la psicología humana” (Morin, 2005: 92).
5Morin plantea tres principios que según él pueden ayudarnos a
pensar la complejidad (Morin, 2005: 98 – 100)
6a) El principio dialógico: se trata de mantener la dualidad en el
seno de la unidad, de asociar dos términos a la vez complementarios y antagonistas. Por ejemplo, en la reproducción biológica donde existe el principio trans-individual de la propagación de la especie y el principio de la existencia individual. Dos principios opuestos pueden entonces colaborar y producir una dinámica compleja.
7b) El principio de la recursividad organizacional: un proceso
recursivo aparece cuando los productos y los efectos son al mismo tiempo las causas y los productores de lo que los produce. Un ejemplo de esto es la dinámica entre los individuos y la sociedad: la sociedad produce los individuos, pero a la vez los individuos producen la sociedad.
8c) El principio Holo gramático: la idea aquí es que la parte
contiene al todo y que el todo contiene a la parte. En biología esto es claro: cada célula de nuestro organismo contiene la totalidad de la información genética de éste.
9Estos tres principios pueden ser concebidos como la base de la
postura compleja de Morin. Existe, sin embargo, otra idea que nos resultará importante al querer pensar una educación compleja: la idea de la incertidumbre. Según Morin la complejidad está ligada también a una mezcla de orden y desorden que produce incertidumbre en los sistemas altamente organizados, como los organismos biológicos o las sociedades (Morin, 2005: 49).
2 Una buena introducción a las ideas de Morin es su libro
Introducción al pensamiento complejo (Mori (...)
10En sus numerosos escritos2 Morin desarrolla sus ideas
referentes a la complejidad a través de una utilización –en menor o mayor grado explícita– de estos principios. Al menos uno de sus textos toca directamente el problema de la educación: se trata del conocido Los siete saberes necesarios para la educación del futuro, editado por la UNESCO. En éste, Morin expone lo que podríamos llamar una aplicación de sus ideas al dominio de la educación. No nos concentraremos, sin embargo, en este texto sino que más bien tomaremos su marco de referencia como una manera posible, y por cierto no la única, de entender la complejidad.
¿Complejidad en la escuela o complejidad de la escuela?
3 Alguien podría argüir que no es posible separar ambas, ya que
si se quiere tener un acercamiento v (...)
11Si queremos asociar la idea de la complejidad con el problema
educativo una primera pregunta que debemos plantearnos es si queremos enfrentar este problema como la necesidad de incluir un acercamiento complejo dentro del trabajo de la escuela. Nos referimos aquí a un enfoque en relación al conocimiento. Esta sería una primera posibilidad. La segunda, que no es excluyente en relación a la primera, sería la posibilidad de concebir la escuela – como institución – desde una perspectiva compleja. En este último caso nos referimos a las relaciones que pueden darse en su interior como sistema y entre ésta y otros sistemas ubicados en su entorno3.
12Intentemos aplicar la idea intuitiva de la complejidad antes
expuesta. En el primer caso, aquél en relación al conocimiento, un acercamiento complejo implicará de partida una redefinición de un enfoque basado en la compartimentación de diversas disciplinas. Sabemos que la separación en disciplinas es una manera de simplificar el estudio de la realidad. Se trata de la idea de Comenius expuesta anteriormente. Hay aquí un interesante juego que se establece entre un impulso didáctico (simplificar la realidad para aprehenderla) y un efecto de pérdida de contacto con la realidad. Podemos decir que en el momento en que extraemos una línea de conocimiento de un fenómeno complejo (a través del enfoque en una disciplina por ejemplo), cortamos una serie de conexiones que hacen que esta línea pierda una parte importante de su riqueza. 13Intentemos ahora aplicar el cuadro de la epistemología moriniana a esta idea. La simplificación de un fenómeno complejo puede buscar la eliminación de una contradicción inherente a éste. Así, por ejemplo, cuando aprendemos la ley de la caída libre de los cuerpos, evitamos el introducir el efecto del roce del aire, al menos si queremos establecer una “ley natural” como la atribuida a Galileo. Se trata de una aproximación de primer orden, pero en ningún caso de lo que observamos en la realidad. El principio dialógico aparece aquí como la contraposición entre un movimiento ideal en el vacío y la acción del aire. Desde este punto de vista la didáctica tiene el peligro de alienarnos de la realidad. La situación se agrava si consideramos que en muchos establecimientos educacionales las posibilidades experimentales son limitadas (ya sea por falta de instrumentos o de tiempo, debido a la necesidad de cubrir extensos programas). En este caso el profesor se contentará con “contar” a sus alumnos el resultado de la experiencia, sin que ellos hayan podido observarla directamente. Si esto hubiera sido así, la diferencia entre la realidad compleja y la idealización serían expuestas claramente.
14¿Se trata entonces de una alienación de la realidad? Creemos
que sí. El cercenar el conocimiento en aspectos separados nos hace olvidar las condiciones reales en las cuáles éstos se desarrollan. Nuestro ejemplo anterior en el caso de la mecánica simple puede resultar anecdótico. ¿Pero qué sucede cuando hablamos de disciplinas como la economía? El trabajo con modelos económicos que simplifican la realidad compleja (psicológica y sociológica, como describe Morin en la cita mostrada más arriba) nos llevan a la formación de personas que terminarán exponiendo una fuerte tendencia a mirar la realidad a través de dichos modelos. Imaginémonos tan sólo el efecto que puede tener un economista que trabaje para el gobierno, y para quien las personas sean sólo consumidores que buscan satisfacer un conjunto de preferencias. La tríada entre el conocimiento (abstracto), realidad y alienación puede tener así enormes consecuencias.
15Intentemos ahora pensar la escuela en sus relaciones internas y
externas. La escuela se inserta en un sistema social complejo y refleja – a través de la idea Holo gramática de Morín, por ejemplo – las relaciones de esta sociedad. No podemos separar la dinámica de la escuela de la dinámica social, ambas están intrínsecamente implicadas una en la otra. De la misma manera, la escuela inculca una manera de ver el mundo, la cual afectará a sus pupilos y los cuales subsecuentemente producirán la escuela. Vemos que la sociedad aparece repetida en la estructura de la escuela y viceversa. 16Pero, ¿es esto necesariamente así? ¿No podemos pensar una escuela que no reproduzca las condiciones sociales de manera tan inexorable? Una gran cantidad de movimientos pedagógicos alternativos han sido propuestos, los cuales buscan precisamente romper esta dependencia y utilizar la escuela como foco de cambio social. Es claro que se trata de movimientos que por definición intentarán estar al margen y que buscarán a partir de esta marginalidad influenciar el resto del sistema, o al menos una parte de su comunidad. Un ejemplo claro de esto son algunos movimientos libertarios (Avrich, 1980; Martín Luengo, 1993). La complejidad de la escuela – como institución pública – aparece entonces esencialmente a partir de su carácter de sistema abierto a la sociedad.
17Por otra parte, tenemos la alta complejidad de las relaciones
entre todos los actores de la escuela. ¿Podemos negar los múltiples aspectos de las relaciones humanas entre estudiantes y profesores en una institución educativa? ¿Podemos considerar también los lazos entre las personas y la institución, como ente abstracto? La aplicación de estas relaciones en la escuela será función de lo que pensemos deba suceder como proceso educativo en el seno de ésta. Esto nos lleva a una de las tensiones importantes que aparecen en la filosofía de la educación. MÓDULO 2 ROL DEL DOCENTE COMO INVETIGADOR EN EL AULA DE CLASES
El concepto del docente investigador surge de la obra de
stenhouse (1984) cuando promulga la investigación y desarrollo del curriculum, en donde defiende la necesidad de que el docente asuma una actitud investigadora sobre su propia práctica y define esta actitud como una disposición para examinar con sentido crítico y sistemáticamente la propia actividad práctica.
Desde esta postura la investigación crítica en la acción puede
afianzar, desarrollar o modificar el conocimiento profesional, para adaptarlo a las múltiples circunstancias concretas, que se dan en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Las experiencias prácticas se convierten en un tipo de
conocimiento reflexivo y crítico, enfrentado la coerción que las instituciones políticas y sociales ejercen sobre la práctica educativa.
La investigación acción debe surgir del interés del docente para
generar procesos de análisis, para poder identificar, comprender y explicar la acción educativa, en donde el docente actúa como teórico crítico, como creador de sus propias teorías, comprobando su validez y aplicación en la práctica.
SER DOCENTE
La profesión docente en todos los niveles educativos está en
continua evolución generando cambios en la sociedad actual.
El rol del docente viene determinado por la acción conjunta de la
autocrítica, como proceso de reflexión, que se genera para la continua toma de decisiones y de esta manera mejorar la praxis educativa.
Los factores que inciden en los cambios en la labor docente son:
las situaciones presentadas en el aula y fuera de ella, las informaciones publicadas en los medios de comunicación, las políticas educativas, los avances tecnológicos, los cambios en los diseños curriculares y las diferentes corrientes pedagógicas.
Por esta razón el docente a través de los años su rol dentro de la
acción educativa ha generado cambios, desempeñándose como orientador, mediador, investigador y promotor social, ayudando en el desarrollo personal y social a los estudiantes, pero ante todo debe ser amigo, experto, confidente y crítico que ayuda a sus estudiantes a clarificar el futuro, desarrollar valores y a promover sus relaciones interpersonales. MÓDULO 3 INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPATIVA. TRANSFORMADORA COMO HERRAMIENTAS DE LA INSTITUCIONES EDUCATIVAS
Acción Participativa (IAP) como elemento de fortalecimiento
educativo:
La investigación acción participativa es una metodología que en
los procesos de participación local ha logrado éxitos en su aplicación. En este artículo se revisa su aplicación en la Escuela Bolivariana "El Paramito" del Municipio Miranda Estado Mérida, tratando de incentivar la toma de decisiones democráticas mediante procesos participativos donde la influencia del ambiente sobre el saber mismo juega un papel transcendental. En el inicio de esta investigación la problemática encontrada fue la débil formación en los procesos de participación de la comunidad escolar. Por lo tanto, luego de varias jornadas de interacción con los actores educativos se propuso "formar a la comunidad escolar en la U.E.B. "El Paramito" mediante de la investigación acción participativa como estrategia de acción socio-cultural aplicando el proyecto educativo comunitario". El paradigma que se utiliza en la investigación es el crítico – reflexivo entre la teoría y la práctica. La metodología utilizada es la Investigación Acción Participativa, Kemmis y sus colaboradores (1988) con el modelo comunitario a seguir. Según Fals Borda (1981) la IAP "se relaciona más con una actividad de investigación propia de base popular sobre su realidad que con una acción receptiva de investigación realizada por élites ajenas a ellas". La validación de la información se ha obtenido mediante la aplicación de herramientas de calidad tales como participación comunitaria, reuniones formales e informales, informes, fotografías, diagrama causa-efecto utilizando el método de triangulación que supone el empleo de distintas estrategias que permiten validar las proposiciones teóricas-prácticas en los diferentes niveles de análisis