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Técnicas para desarrollar la introspección y la capacidad para bloquear los

impulsos

1. Juego de las estatuas

Es una técnica divertida y muy eficaz para desarrollar el autocontrol en los niños más
pequeños. Se trata de que el niño se quede inmóvil cuando escucha la palabra “estatua”.
Para complejizar aún más el juego, se pueden incluir muecas o movimientos raros para
intentar que el niño se ría.

El objetivo de esta técnica es que el niño aprenda a controlar sus impulsos, lo cual estimula
el desarrollo de las áreas prefrontales del cerebro, las cuales no terminan de madurar hasta
los 7 años, aproximadamente.

2. Parte meteorológico

El objetivo de esta técnica es promover la conciencia emocional del niño, haciendo que
desarrolle la introspección. Al inicio habrá que guiarlo, por lo que es importante sentarse a
su lado y preguntarle cómo se siente en ese momento. Se le puede preguntar: "¿Qué tiempo
está haciendo allí dentro?"

Si se siente relajado y tranquilo puede decir que brilla el sol, si está preocupado puede
indicar que hay nubes y si se siente muy tenso, que está a punto de caer un chaparrón. La
idea de esta técnica es que observe el "tiempo" que hace en su interior pero sin apegarse a
esos estados de ánimo.

Así aprenderá a detectar rápidamente las señales de ira y enfado, a la vez que ampliará su
conciencia emocional.

3. El volcán

Es una técnica de autocontrol para niños muy eficaz, sobre todo en esos momentos en los
que el pequeño parece a punto de explotar. La idea es recurrir a las imágenes para
concientizar el comportamiento, de manera que el pequeño pueda detectar cuándo está a
punto de comportarse de manera inadecuada y se detenga antes de llegar al punto de no
retorno.

Le pedimos que imagine su interior como si fuera un volcán, el cual contiene toda su fuerza
y energía. Hay que explicarle que, al igual que los volcanes, su volcán interior también se
descontrola y entra en erupción, haciendo que exploten sus emociones. De esta forma
aprenderá a distinguir la ira, el enfado, la irritabilidad o la frustración.

Técnicas de relajación infantil


Existen muchas técnicas de relajación para niños, estas son algunas de ellas:

4. Tocar agua o arena

Es una técnica de autocontrol de carácter holístico que recurre a los estímulos sensoriales,
perfecta para los niños que se calman a través de los sentidos. Solo es necesario encontrar
los estímulos más relajantes para cada pequeño.

Algunos pueden calmarse jugando con el agua, agregándole un poco de jabón para que
haga espuma o burbujas. Otros se relajan jugando con una caja de arena. La clave radica en
que los niños más sensibles disfrutan mucho con las diferentes texturas y aromas, por lo
que pueden utilizarse para calmar sus emociones.

5. Soplar burbujas

Está técnica de autocontrol infantil persigue el objetivo de lograr la calma regulando la


respiración. Sin embargo, como es difícil que los niños pequeños practiquen técnicas de
respiración diafragmática pensadas para los adultos, esta es una versión divertida.

Consiste en imaginar que se hacen burbujas, para lo cual el niño tendrá que controlar su
respiración. Debe soplar suavemente para que las burbujas se formen. Al inicio podemos
acompañarle para demostrarle cómo se hace.

Lo interesante es que a través del control de la respiración se logran equilibrar muchas otras
funciones del organismo, como el ritmo cardiaco, por lo que poco a poco la ira y la
ansiedad van desapareciendo.

6. La rana

El objetivo de esta técnica es lograr que el niño aprenda a respirar profundamente y pueda
darle una salida positiva a sus estados emocionales. Se le explica que puede imitar a una
rana, un animal capaz de dar grandes saltos pero también de quedarse muy quieto,
observando lo que sucede a su alrededor, sin reaccionar de inmediato.

Entonces se le pide que respire como la rana, tomando lentamente el aire por la nariz
mientras infla la barriga y soltándolo muy suavemente por la boca, mientras se desinfla.
Mientras respira como la rana, a su mente pueden acudir muchos pensamientos, le
enseñamos a notarlos y dejarlos ir, mientras se centra únicamente en su respiración y el
movimiento de la barriga.

7. Pelota antiestrés

Esta técnica de autocontrol para los adultos también funciona para los niños. De hecho,
podemos ayudarles a contruir su propia pelota antiestrés, una tarea sencilla y divertida.

Hay que tener un globo grueso, o colocar uno dentro de otro para hacerlo más resistente y
rellenarlo de arros o alpiste. Es importante que la pelota no sea demasiado grande ya que
debe caber en la palma de la mano del niño. También puede pintarle una carita o
personalizarla como prefiera.

Luego, cuando se sienta tenso, ansioso, frustrado o irrritado, solo tiene que coger su pelota
antiestrés y jugar con ella.

8. Frasco de la calma

Esta técnica debería formar parte del arsenal de recursos educativos de todos los padres ya
que funciona de la misma manera que el yoga, la meditación o la relajación, ayudando a
despejar la mente. El secreto radica en que los movimientos de la purpurina dentro del
frasco tienen un efecto casi hipnótico que captura la atención y ayuda al niño a limpiar la
mente de todos esos pensamientos que alimentan la ira o la ansiedad.

Para preparar el frasco de la calma hay que llenar un frasco de plástico transparente hasta la
mitad con agua caliente y luego añadir un poco de pegamento líquido transparente y
glicerina, el pegamento hará que el agua se vuelva más densa, por lo que mientras más
contenga, más lento será el movimiento de los pequeños granos de purpurina. Luego se
añade la purpurina y otro poco de agua, dejando aproximadamente un dedo de aire para que
el contenido tenga espacio para moverse. Cuando el niño lo necesite, puede agitar el frasco
de la calma y relajarse.

Técnicas de autocontrol para niños mayorcitos

En el caso de los niños mayorcitos, se puede recurrir a técnicas de autocontrol más


complejas:

9. El semáforo

Es una técnica de autocontrol para que los niños aprendan a regular sus comportamientos
impulsivos y arranques de ira. Para aplicarla, es necesario que el pequeño aprenda a
identificar las señales que indican que se está enfadando o irritando. Cuando las perciba,
debe “actuar” como si fuera un semáforo.

El rojo indica que debe detenerse; es decir, quedarse quieto hasta que se calme. El amarillo
indica que necesita pensar sobre lo que está ocurriendo y buscar soluciones más asertivas.
El verde indica que puede actuar para llevar a la práctica las soluciones.

Al inicio es conveniente guiar al niño, enseñándole a detectar las señales de ira o irritación
y aplicar junto a él los colores del semáforo.

10. Rueda de opciones

Es una técnica de autocontrol que consiste en crear junto al niño una rueda con opciones de
actividades que puede hacer para calmarse cuando se siente enojado frustrado. La rueda
tendrá forma de pastel y se dibuja sobre una cartulina, haciendo pequeñas porciones en las
que se escriben las actividades o, si el niño es pequeño, se le pide que las dibuje o que
pegue una imagen que las represente.

Algunos ejemplos de actividades alternativas a la ira pueden ser: dibujar, contar hasta diez,
saltar, escuchar su música preferida… Cualquier actividad que le ayude a relajarse es
válida, siempre y cuando no comprometa la integridad del niño o de las personas que le
rodean.

Es importante que el pequeño se comprometa en proponer actividades que le relajen.


Luego, cuando sienta que está frustrado o enojado, solo tendrá que darle la vuelta a la rueda
de opciones y realizar la actividad que corresponda.

Fuente:

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