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Historia del cine

Maestría en Artes con Énfasis en Cinematografía


Profesora María Lourdes Cortés
Estudiante Hilda Hidalgo Xirinachs
Carnet 884919
hildahidalgo@yahoo.com

REPORTE 1
RASHOMON DE AKIRA KUROSAWA

Una anciana escuálida y raquitica arranca el pelo a los cádaveres abandonados


en las ruinas de la puerta principal del Kyoto antiguo. Los utiliza para hacer
pelucas y venderlas para sobrevivir. Un hombre, que minutos antes ha decidido
robar para subsistir, descubre a la anciana en plena acción. Enfurecido, le
reclama. Ella le argumenta que la mujer a la que le está arrancando el cabello,
en vida vendía a los soldados carne de culebra haciéndola pasar por pescado y
que si alguien la entendería es precisamente esa mujer. El hombre no acepta
razones, le arranca la ropa a la anciana indefensa y huye. 1

Esta es la sinopsis de Rashōmon (1915) uno de los dos cuentos de Ryūnosuke


Akutagawa (Japón, 1892-1927) que inspiraron la obra homónima de Akira
Kurosawa. Akutagawa se cataloga como un escritor neorealista, que retrata con
naturalidad la sordidez de un Japón medieval decadente, azotado por
terremotos, ciclones y otras calamidades; sus historias suelen cuestionar la
paradoja imposible de la moral.

Akutagawa plasma de nuevo esta obsesión en En la espesura del bosque


(1922) que relata una violación y un homicidio ocurridos en las afueras de la

1
Molina, J.A. editor. (2017) Historias de cine: relatos que inspiran grande películas. España:
Ediciones Siruela.
ciudad siguiendo las declaraciones contradictorias de los testigos, los
protagonistas y las víctimas. Un forajido ataca a una pareja que recorre el
bosque y viola a la mujer. El marido muere y el criminal es atrapado, pero las
circunstancias del homicidio son inciertas ya que tanto el ladrón como la mujer
se confiesan autores del crimen.
Kurosawa traslada el ambiente y la premisa moral del primer cuento, así como la
trama del segundo a su propio Rashōmon (1953). Construye una estructura de
muñecas rusas, donde hay un relato dentro de otro. En el primer relato, tres
personajes (un monje, un peregrino y un leñador) se refugian de la lluvia al
interior de la antigua puerta de Kyoto. En esa tarde lluviosa, rememoran las
diferentes versiones del crimen que dieron a conocer en el juicio recientemente
ocurrido. Kurosawa nos permite ver cuatro versiones de la violación y del
homicidio narrados de forma diamentralmente opuesta por cada uno de los
protagonistas. Modifica detalles claves respecto al original de Akutagawa.

En el filme, Tajumaru, el ladrón, afirma que violó a la mujer y que antes de irse,
ella le pidió que luchara con su marido para salvar su honra. Confiesa que mató
al hombre en un duelo justo y que al final de la pelea, la mujer había
desaparecido.

Ella por su parte, declara que luego de ser violada, Tajumaru escapa. Ella
desata a su esposo y este la mira con una repugnancia tal que ella cae
desamayada. Al despertar, su esposo se ha suicidado.

El esposo muerto, declara, a través de una medium, que su esposa estaba


dispuesta a huir con el forajido, siempre y cuando Tajumaru lo asesinara.
Entonces el ladrón ofreció al marido matar a la mujer. En la trifulca, ella logra
huir. El violador, libera al esposo y este se suicida.

Finalmente, la película narra la versión del leñador que encontró el cadaver y


quien asegura que, tras la violación, Tajumaru le pide perdón a la mujer y le
propone que se case con él. Ella exige que los dos hombres lo decidan en un
duelo. El marido se niega. “Lamentaría más perder a mi caballo que a esta
mujer”, dice. Tajumaru , a su vez se rehusa a llevársela. Entonces la mujer,
increpa a ambos por su falta de valor. Finalmente pelean y Tajumaru mata al
marido. Ella logra huir.

¿Quién dice la verdad? ¿Podría ser que todos hayan contado parte de la
verdad? Aún si todos dicen la verdad o todos mienten, después de escuchar
estos testimonios, ¿podemos mantener nuestra fe en la humanidad? A esta
disyuntiva llegan los tres hombres refugiados en la destruida edificación de
Rashomon.

La inquietud, expresamente dicha en uno de los diálogos, pareciera la premisa


final de Kurosawa. Sin embargo, alejándose del espíritu crítico y crudo de
Akutagawa, el director le da un giro de su inspiración al final del primer relato. De
repente se escucha el llanto de un bebé. El peregrino (como el protagonista del
primer cuento de Akutagawa) intenta robarle las ropas al bebé. El leñador
indignado lo impide y además, ofrece llevarse al bebé abandoando para criarlo.
Tengo seis hijos en casa pero me da lo mismo, afirma. A diferencia de
Akutagawa, el cineasta apuesta por la bondad.

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