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LA EMPATÍA
Estrés
ISSN: 1134-7937
Emilio García García, Javier González Marqués y Fernando Maestú Unturbe
una acción, se provoca en el cerebro del giadas disponen de neuronas espejo, sino
observador la acción equivalente, evocando que el mecanismo de neuronas espejo cons-
a su vez la intención-emoción con ella aso- tituya un principio básico de funcionamien-
ciada. La persona, así, puede atribuir a otro to cerebral (Cattaneo & Rizzolatti, 2009;
la intención que tendría tal acción si la rea- Iacoboni, 2009; Fabbri-Destroand & Rizzo-
lizase él mismo. Se entiende que la lectura latti, 2008).
que alguien hace de las intenciones del otro
es, en gran medida, atribución desde las Las neuronas espejo y las emociones
propias intenciones. Cuando uno ve a al-
En la interpretación de las emociones se
guien realizando una acción, automática-
han diferenciado dos marcos explicativos:
mente simula la acción en su cerebro. Si
a) la observación de alguien emocionado
uno entiende la acción de otra persona es
provoca en el observador un conjunto de
porque tiene en su cerebro una copia para
procesos cognitivos, percepciones, memo-
esa acción, basada en sus propias experien-
rias, pensamiento, lenguaje, de modo que
cias de tales movimientos. A la inversa, el
llega a una creencia o conclusión lógica del
otro sabe cómo uno siente porque siente lo
estado afectivo del observado (Carey &
que uno está sintiendo.
Gelman, 1991; Lesley, 1997); b) la obser-
Las neuronas espejo se han localizado vación de alguien emocionado provoca una
en la región F5 del córtex premotor de los reacción de sistemas neurales especulares,
primates, área que corresponde al área de sensoriales-motores, de modo que el obser-
Broca en el cerebro humano (Rizzolatti, vador vivencia en su cerebro similar emo-
2005; Rizzolatti & Craighero, 2004). Tal ción (Gallese & Goldman, 1998; Rizzolatti
descubrimiento plantea hipótesis muy inte- & Craighero, 2004). En el primer caso, el
resantes sobre el origen del lenguaje. Los observador infiere la emoción sin experi-
sistemas de neuronas espejo posibilitan el mentarla, mientras que en el segundo, el
aprendizaje de gestos por imitación, son- observador siente y experimenta directa-
reír, caminar, hablar, bailar, jugar al fútbol, mente el mismo estado emocional, ya que
etc., pero también sentir que nos caemos comparten el mismo mecanismo neural.
cuando vemos por el suelo a otra persona,
Cuando vemos a una persona sonriente
la pena que sentimos cuando alguien llora,
inmediatamente sintonizamos con su estado
la alegría compartida. El intercambio com-
emocional y parece que nos contagiamos
plejo de ideas y prácticas que llamamos
de su alegría. Cuando vemos a otra persona
cultura; los trastornos psicopatológicos
en apuros parece que inconscientemente
como síndromes de ecopraxias y ecolalias,
simulamos tales apuros en nuestra mente,
autismo, pueden encontrar en las neuronas
como si sintiéramos las sensaciones negati-
espejo claves de explicación.
vas de la otra persona y ello nos lleva a ac-
Los sistemas de neuronas espejo están tuar para aliviar su situación. Respondemos
presentes en simios y probablemente en a las emociones, alegría, tristeza, dolor, de
otras especies como elefantes, delfines y los demás con análogos patrones fisiológi-
perros. En el ser humano se han identifica- cos de activación, como si nos ocurriera a
do sistemas de neuronas espejo en la corte- nosotros. Literalmente sentimos los estados
za motora primaria, principalmente el área emocionales de los demás como si fueran
de Broca, el área parietal inferior, la zona propios; activamos las mismas estructuras
superior de la primera circunvolución tem- neuronales cuando realizamos acciones o
poral, el lóbulo de la ínsula, la zona ante- cuando observamos que las realizan otros.
rior de la corteza cingular. Quizá no sólo
unas determinadas áreas cerebrales privile-
Neuronas espejo, teoría de la mente y empatía 269
asco, pero también de reconocer expresio- una especial relevancia para la compren-
nes tanto visuales como sonoras de asco en sión e interacción social, creando un espa-
los demás. De esto se deduce que la expe- cio de acción compartido, necesario para
rimentación de asco y la percepción del as- las conductas prosociales y las relaciones
co en los demás tiene un sustrato neuronal interindividuales. El mecanismo de las neu-
común en la región anterior de la ínsula iz- ronas espejo encarna en el plano neural la
quierda y en la corteza cingular derecha modalidad del comprender desde una pers-
(Rizzolatti, Fogassi & Gallese, 2006). pectiva pragmática y procedimental, antes
La empatía emocional es todavía más de la mediación conceptual y lingüística,
evidente en el caso del dolor (Singer et al., más propia de la teoría de la mente
2004; Singer & Kraft, 2005). La ínsula y la
corteza cingular anterior se activan, tanto si La teoría de la mente
se experimenta el dolor como si se observa La psicología popular, el homo psycho-
a otro que lo padece. Se estudiaron 16 mu- logicus asume que las personas tienen men-
jeres, cuyas parejas habían recibido descar- te. Y la mente es el conjunto de pensamien-
gas eléctricas. Cuando las participantes cre- tos, intenciones, y emociones. Y el com-
ían por error que se estaba causando dolor portamiento de las personas se debe a lo
a sus seres queridos, se activaban sus pro- que tienen en su mente. La mente, entendi-
pias áreas de dolor, registradas mediante da como un sistema de conocimientos e in-
RMF. Se activaban especialmente la parte ferencias que permite interpretar y predecir
anterior de la ínsula y del cortex cingular la conducta de los demás, merece el califi-
anterior. La activación era tanto mayor cativo de “teoría”, puesto que no es direc-
cuanta más empatía había manifestado la tamente observable y sirve para predecir y
mujer examinada en el cuestionario previo. modificar el comportamiento. En cierta
En la empatía experimentada ante situacio- medida se puede comparar con los concep-
nes emotivas influyen factores de tipo cog- tos y teorías que emplean los científicos pa-
nitivo y social como la proximidad y fami- ra explicar, predecir y modificar el campo
liaridad con la persona observada. De otra de realidad que estudian. Las teorías de los
manera, depende de la educación y de la científicos tampoco son observables. Atri-
experiencia. La empatía no es únicamente buir mente a otro es una actividad teórica,
una reacción instintiva, innata. En el estu- pues no se puede observar la mente, pero a
dio comentado, las mujeres examinadas no partir de esa atribución se interpretan los
podían ver la cara de su pareja, ni las ex- comportamientos y se actúa más o menos
presiones de dolor, ni oír sus lamentos. adecuadamente. Esa actividad puede ser
Sólo a través de pistas más indirectas pod- más o menos explícita, verbalizada y cons-
ían inferir si su pareja había recibido las ciente (García-García, 2001).
descargas. Se requería procesos cognitivos
Tradicionalmente, se ha hecho hincapié
superiores de imaginación e inferencia. Así
en determinados factores, como posición
pues, el uso de la razón no necesariamente
bípeda, conformación de la mano, fabrica-
suponía una pérdida de la empatía, sino
ción de herramientas y útiles, como las
muy al contrario.
fuerzas impulsoras en el proceso de homi-
Desde una perspectiva evolucionista, nización. Se ha destacado la importancia de
parece que lo importante es no tanto la em- lo que podemos llamar inteligencia técnica
patía ante el dolor ajeno, como el hecho de o capacidad para fabricar instrumentos y
que la comprensión de lo que le ocurre al medios con objeto de satisfacer necesida-
otro sea fundamental para la supervivencia. des de supervivencia, caza, defensa, cobijo.
La capacidad de simular lo observado tiene
Neuronas espejo, teoría de la mente y empatía 271
Pero más importante y decisivo en la histo- ciones o inferencia de estados mentales que
ria evolutiva del hombre ha sido la capaci- los chimpancés pueden hacer, Premack y
dad para resolver los problemas de orden Woodruff realizaron ingeniosos experimen-
social, la inteligencia social. N. Humphrey tos, que se han seguido desarrollando en
(1976, 2002) y Barkow, Cosmides y Tooby investigaciones posteriores con primates
(1992) reivindican el papel y la especifici- (Goodall, 1990).
dad de la inteligencia social como motor Así como operar y manipular adecua-
del proceso de hominización y desarrollo damente con objetos en un ambiente físico
de la mente. es una manifestación de capacidades men-
La inteligencia social sería la fuerza de- tales o inteligencia física; interpretar y ma-
terminante en la conquista de superiores nipular otras mentes en propio beneficio es
niveles de inteligencia y desarrollo de la indicador de la inteligencia social o teoría
mente. La vida en grupo de nuestros ante- de la mente. En el engaño, un individuo sa-
pasados, como constatamos en los primates be que otro tiene una representación erró-
actuales, planteaba problemas muy comple- nea de la realidad o llega a provocar en el
jos que requerían alto grado de coopera- otro un conocimiento o representación
ción, colaboración y organización para la equivocada, para aprovecharse y sacar par-
caza, defensa y ataque frente a otros, la di- tido en propio interés y beneficio, al prede-
visión del trabajo, jerarquía y orden social, cir el comportamiento del otro a partir del
relaciones sexuales y pautas de crianza. En- conocimiento erróneo que éste tiene.
frentarse con estas demandas sociales re- D. Byrne y A. Whiten (1988), psicólogo
quería capacidades mentales complejas. La y primatólogo, editaron una antología de
mente habría evolucionado ante la presión, textos con el título de Inteligencia ma-
precisamente, de la exigencia de la vida en quiavélica. Se recogían diversos trabajos
grupo. Esas conquistas mentales podrían que desarrollaban la tesis central de una in-
aplicarse, después, a otras situaciones pro- teligencia social o maquiavélica en prima-
blemáticas del mundo físico. tes y humanos. El término maquiavélico
La hipótesis de la existencia de dos parecía oportuno para resaltar la capacidad
grandes tipos o dominios de inteligencia, la de engañar, mentir, simular en las interac-
física y la social, ha recibido confirmación ciones sociales de los individuos y también
desde diferentes ámbitos. Premack y Woo- de establecer alianzas y estrategias de cara
druff (1978) publicaron un trabajo clave a determinados objetivos.
sobre la "teoría de la mente" de los chim- El ser humano pasa por una serie de
pancés. La cuestión se planteaba así: ¿tiene etapas en el desarrollo y conformación de
el chimpancé una teoría de la mente? Los su teoría de la mente. Desde los primeros
antropoides superiores no hablan sobre la días de vida, el bebé sabe muchas cosas so-
mente, ni elaboran teorías sobre la mente, bre el mundo, los objetos y sus propieda-
ni expresan verbalmente sus pensamientos, des, las personas, los acontecimientos y re-
deseos o sentimientos; pero puede que sí laciones. El ser humano nace con pautas o
atribuyan mente a otros individuos de su disposiciones para procesar la información
misma especie o próximos, como el hom- relevante del medio; tiene una mente física,
bre. Al fin y al cabo, tampoco los seres una mente social y una mente lingüística,
humanos, a determinadas edades tempra- que lo capacita para responder eficaz y
nas, hablan sobre la mente ni son conscien- adaptativamente a las exigencias en los
tes de que tienen mente y sin embargo sí respectivos dominios. Véanse las publica-
atribuyen mente a los demás, como vere- ciones de Carey y Gelman (1991), Gómez
mos seguidamente. Para estudiar las atribu-
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(2007), Karmiloff-Smith (1994), Karmiloff tas. Los gestos suponen una comprensión
y Karmiloff-Smith (2005), Mehler y Du- práctica de cómo funcionan las personas en
poux (1994), Pinker (2002), y Xu, Spelke y las interacciones sociales: indican en la
Goddard (2005). mente del niño una competencia en psico-
Desde el nacimiento, los niños procesan logía intuitiva para predecir y manipular el
de manera distinta la información proce- comportamiento de los demás; una teoría
dente del entorno humano o del entorno de la mente en el infante que todavía no
físico. Al nacer, los niños disponen de habla.
algún tipo de conocimiento estructural so- Hacia el año y medio, los niños desarro-
bre los rostros humanos, a modo de predis- llan la capacidad simbólica y los juegos de
posición innata. Los bebés diferencian y ficción. Según la teoría piagetiana, la fun-
prefieren los estímulos sociales a los no so- ción simbólica es una capacidad cognitiva
ciales. Bebés de unos días pueden discri- de dominio general que engloba el lengua-
minar entre el rostro de su madre y el de un je, las imágenes mentales, la imitación, el
extraño. También un recién nacido distin- juego y supone un avance sobre la inteli-
gue la voz de su madre de otros sonidos. Al gencia sensomotriz, propia del primer año
bebé le sobresaltan ruidos repentinos y y medio de vida (Piaget, 1936, 1947). Sin
bruscos. Le tranquiliza la música rítmica. embargo, para otros autores, los juegos de
Pero a lo que más atiende es a las voces ficción son la primera manifestación con-
humanas. Puede dejar de llorar al escuchar ductual de que el niño tiene una teoría de la
la voz de su madre. Mueve las piernas con mente. Tal teoría estaría codificada genéti-
excitación cuando le habla. camente y se desplegaría en un momento
En torno al año, por tanto antes del len- dado del desarrollo cerebral, de modo simi-
guaje, los niños realizan interacciones co- lar a lo que ocurre con el módulo lingüísti-
municativas con clara intencionalidad. A co (Leslie, 1997; Leslie & Roth, 1993). En-
esta edad el niño puede resolver un pro- tre el año y medio y los cinco años, los ni-
blema: alcanzar un juguete que está fuera ños comienzan a comprender su propia
de su alcance valiéndose de un rastrillo, por mente y las de los otros. Atribuyen a la
ejemplo; pero también puede indicar a otra mente pensamientos, deseos, sentimientos,
persona que le acerque el juguete. En el que son la causa de los comportamientos de
primer caso, realiza una acción inteligente las personas. Diferencian entre los pensa-
utilizando un instrumento para conseguir mientos y representaciones en la mente y
un resultado; se trata de una inteligencia las cosas en el mundo.
sensomotriz que con tanta finura y profun- En la investigación de la mente infantil
didad estudió Piaget, y ya lo podía hacer el se ha utilizado, y con gran éxito, el para-
niño a edades anteriores, a los 8 meses. Pe- digma de la falsa creencia. En un estudio
ro al requerir a otras personas para que le clásico de Wimmer & Perner (1983), un
solucionen un problema, el niño de un año niño contempla una situación en la que el
realiza una acción inteligente distinta: sigue experimentador y otro niño, Juan, están
utilizando la estructura medios-fines para juntos en una habitación. El experimenta-
resolver un problema, pero las acciones que dor esconde un trozo de chocolate bajo una
ahora realiza suponen un conocimiento, no caja que se encuentra delante de Juan. En-
como antes sobre objetos físicos y sus rela- tonces Juan sale un momento de la habita-
ciones mecánico-causales, sino un conoci- ción y, mientras está ausente, el experimen-
miento sobre las personas y cómo influir en tador cambia el chocolate a otro escondite.
ellas para conseguir algo. Utilizar un rastri- Se le pregunta al niño dónde está realmente
llo o utilizar un gesto son cosas muy distin- el chocolate y dónde lo buscará Juan cuan-
Neuronas espejo, teoría de la mente y empatía 273
protoimperativa con el fin de conseguir al- que, mientras las personas no autistas imi-
go. tan y sienten las emociones observadas a
Los niños autistas no son insensibles, través de su sistema especular, los autistas
lloran, ríen, aunque algunas expresiones fa- tienen que elaborar estrategias conscientes.
ciales son atípicas y no fáciles de interpre- Cuando una persona normal ve a alguien
tar, pero en tareas experimentales, por con una expresión facial triste, su cerebro
ejemplo, no pueden emparejar un rostro simula la actividad neural que les lleva a
sonriente con una voz feliz, un gesto de ellos a poner una cara triste. Las motoneu-
alegría y una situación agradable. Parece ronas se comunican con los centros emo-
que no llegan a captar el significado de las cionales y enseguida se percibe la tristeza.
emociones y no muestran empatía emocio- Las personas con autismo no logran viven-
nal con otras personas (Astington, 1993; ciar el significado emocional de la mímica
Baron-Cohen, 1998; Frith, 2003). Para al- reproducida a través de su estrategia alter-
gunos autores esta deficiencia emocional es nativa. En los autistas el sistema especular
previa y determinante de las limitaciones estaría dañado.
cognitivas propias del autismo. La incapa- En el Center for Brain and Cognition de
cidad para percibir las emociones de los la Universidad de California, San Diego, el
otros y sintonizar con ellos en contextos equipo de V. Ramachandran viene investi-
pragmáticos, estaría presente ya desde el gando sobre las neuronas espejo en el au-
nacimiento y sería la limitación básica. Se tismo. Han constatado que las personas
plantea así la cuestión de si las deficiencias afectadas de autismo muestran una menor
más básicas en el autismo son de carácter actividad de sus neuronas espejo en deter-
más emocional o más cognitivo. minadas áreas cerebrales como el giro fron-
Las neuronas espejo proporcionan cla- tal inferior, corteza premotora, corteza cin-
ves muy interesantes para responder a estas gulada anterior, lóbulo de la ínsula. Se va-
preguntas. Si el sistema de neuronas espejo lieron de estudios con EEG de la onda MU,
está relacionado con la capacidad de em- que se producen en la gama de 8 a 13
patía y comunicación interpersonal, las per- Hertz. Este tipo de onda, componente del
sonas que tienen problemas en estos ámbi- EEG, se bloquea cuando una persona mue-
tos deberían presentar las alteraciones neu- ve deliberadamente un músculo, por ejem-
rológicas correspondientes. Tal podría ser plo abrir y cerrar la mano. Curiosamente tal
el caso de la esquizofrenia y el autismo. In- componente se bloquea también cuando un
vestigaciones de M. Dapretto y otros auto- sujeto ve a otro realizar la misma acción.
res (Dapretto, Davies & Pfeifer, 2006; Ia- Esta característica sugirió la utilización de
coboni & Dapretto, 2006) han estudiado la la onda MU para registrar la actividad neu-
forma en que los adolescentes autistas re- ronal especular, de una forma sencilla y
conocen la expresión facial de sus interlo- nada invasiva. Comprobaron que en el ce-
cutores. Los jóvenes examinaban 80 ros- rebro del autista se observaba una onda
tros, alegres y tristes, temerosos, irritados y MU que se suprimía cuando ejecutaba un
neutros. A diferencia del grupo control, los movimiento voluntario sencillo, pero cuan-
autistas no manifestaban actividad en su do veía realizar esa misma acción a otro no
corteza premotora. Pero las áreas de la cor- se producía tal supresión, como sí ocurría
teza visual derecha y el lóbulo parietal an- en cerebros de probandos normales. Este
terior izquierdo mostraban intensa activi- hecho sugería que el sistema de control
dad. A la hora de imitar los semblantes, los motor estaba normal, mientras era deficien-
resultados de ambos grupos no mostraron te el sistema neural especular (Hirstein,
diferencias. Una posible explicación es Iversen & Ramachandran, 2001; Oberman
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