Las Acciones Previas en El Procedimiento Administrativo Disciplinario Policial

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Las acciones previas en el

procedimiento administrativo
disciplinario policial
Esta potestad facultativa es parte de la función de policía que, con la
finalidad de garantizar el interés general, permite regular el ejercicio
de las libertades individuales
POR
JUAN JOSÉ SANTIVÁÑEZ ANTÚNEZ
-
JULIO 30, 2018

La acción previa o también denominada doctrinariamente “indagación


preliminar”[1] es una etapa facultativa en el proceso disciplinario que se
abre ante la duda sobre la procedencia de una investigación disciplinaria. Es
decir, una indagación preliminar no es una investigación disciplinaria, sino que
depende de circunstancias particulares en las que el operador disciplinario
puede o no iniciarla, cuando tenga duda sobra la existencia de una conducta
atípica[2].

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presencial). Inicio 9 de setiembre

Esta potestad facultativa es parte de la función de policía que, con la finalidad


de garantizar el interés general, permite regular el ejercicio de las libertades
individuales e imponer sanciones orientas al cumplimiento de las medidas de
policía[3].

Respecto de las acciones previas en el procedimiento administrativo


disciplinario policial, el artículo 50 de la Ley Nro. 30714, Ley de Régimen
Disciplinario de la Policía Nacional del Perú; refiere que son diligencias que
realizan los órganos de investigación competentes, con la finalidad
de identificar, ubicar y acopiar indicios, evidencias, pruebas y otros que
puedan ser utilizados para el inicio del procedimiento administrativo-
disciplinario. Así, las acciones previas que pueden realizarse, de acuerdo a los
fines del procedimiento, son las siguientes:
a) Visitas de constatación;

b) Declaraciones o entrevistas;

c) Recopilación de las informaciones que permitan el esclarecimiento de los


hechos;

d) Verificación documentaria; u,

e) Otras que resulten necesarias.

El plazo previsto para ellas no será mayor de treinta (30) días hábiles, a cuyo
término, si se determina que existen indicios razonables para iniciar el
procedimiento administrativo-disciplinario; se procederá a notificar la
resolución de inicio del procedimiento al investigado. En caso de no
encontrarse indicios razonables de responsabilidad, se formulará el informe
respectivo y se procederá al archivamiento, luego de notificar a los
interesados, dando cuenta a la Inspectoría General de la Policía Nacional del
Perú, la que informará periódicamente al director de la Oficina de Integridad
Institucional; a fin de que realice el control posterior sobre el archivamiento de
los casos investigados por los órganos respectivos.

Así, la indagación preliminar, bajo los preceptos de la norma, se iniciará


solamente:

(i) cuando exista duda sobre la procedencia de la apertura de investigación


disciplinaria; y,

(ii) cuando exista duda sobre la identificación o individualización del presunto


o posible autor de la falta disciplinaria contenida en la denuncia.

La titularidad de la acción disciplinaria recae en los órganos de investigación


reconocidos por la Ley 30714, Ley de Régimen Disciplinario de la Policía
Nacional del Perú, las que podrán ordenar la indagación preliminar cuando los
hechos objeto de denuncia sean de relevancia disciplinaria y merezcan un
tratamiento previo para la obtención de indicios y medios probatorios, que
permitan establecer si resulta necesaria la apertura de un procedimiento
administrativo-disciplinario, por la presunta comisión de hechos atípicos, que
merezcan ser investigados y sancionados.

En ese sentido, el órgano de investigación de la Inspectoría General de la


Policía Nacional del Perú será competente para analizar cada uno de los
hechos denunciados, identificar a los posibles sujetos involucrados,
determinar la circunstancias y las fechas en que los hechos
atípicos merezcan una acción disciplinaria, obteniendo indicios y medios
probatorios para el esclarecimiento de los hechos objeto de denuncia.

1. Finalidad de las acciones previas

Basados en la interpretación del artículo 50 de la Ley 30714, Ley de Régimen


Disciplinario de la Policía Nacional del Perú, las acciones previas tienen como
propósito la obtención de indicios y medios probatorios que justifiquen la
apertura de un procedimiento administrativo disciplinario, y el ejercicio
del ius punendi administrativo, verificando la concurrencia de la conducta
atípica, la constitución de una falta administrativa, la determinación de la
actuación reprochable, la identificación de causales de exclusión de
responsabilidad, la individualización del autor del hecho reprochable, e incluso
la verificación temporal de la comisión del hecho.

Si no existen dudas sobre la posibilidad de abrir la investigación, en la medida


que se tenga claridad sobre la individualización o identificación del presunto
autor de la conducta, se deberá obviar la etapa de indagación preliminar y dar
inicio directamente al procedimiento administrativo disciplinario; notificando
de la apertura del procedimiento al presunto infractor para que ejerza
su derecho de defensa y contradicción, de conformidad con lo previsto en el
artículo 52 de la Ley 30714, Ley de Régimen Disciplinario de la Policía
Nacional del Perú.

Así, el inicio de las acciones previas partirá del planteamiento de una


hipótesis frente al caso denunciado y establecerá los lineamientos para la
obtención de pruebas e indicios que se requieran practicar durante esta etapa
procesal, por lo que las constataciones, declaraciones, entrevistas y
documentos obtenidos, constituirán referencias válidas para el auto de
apertura del procedimiento administrativo; que –en todo caso– deberán ser
notificados oportunamente al presunto infractor para que formule sus
descargos frente a la imputación del hecho atípico, debiendo determinarse la
gravedad de la falta con criterios de naturaleza objetiva y dependiendo de las
circunstancias especiales en que concurrieron.

La norma no establece criterios ni requisitos específicos de contenido


estructural para la formulación de la resolución de inicio de acciones previas,
ello porque, conforme lo expuesto, esta es una etapa opcional dentro de la
actuación disciplinaria que describe los hechos objeto de denuncia con un
resumen fáctico de los mismos, así como las pruebas que se practicarán para
el logro de los fines de la indagación[4].

No obstante, consideramos que dicha actuación no puede extenderse a


hechos distintos que han sido objeto de la denuncia o queja administrativa.
Sin embargo, ello no impide que –practicada la indagación previa y ante la
advertencia de la concurrencia de sucesos distintos a los investigados que
puedan constituir hechos típicos, antijurídicos y culpables– el órgano de
investigación, a través de una decisión debidamente motivada, pueda ampliar
su indagación, para la identificación de las conductas que merezcan ser
investigadas y sancionadas.

La indagación preliminar o acción previa, estará contenida en una resolución


frente a la cual no opera recurso alguno y, solo en caso de tenerse
identificado o individualizado el posible autor, deberá notificarse de manera
personal, para el inicio de los actos indagatorios. Esto puesto que, si bien es
cierto esta etapa no implica la apertura de un procedimiento administrativo
disciplinario, los principios de debido proceso y las garantías fundamentales
del indagado deben ser garantizados, de forma tal que el mérito de las
diligencias determine si prosigue con el procedimiento administrativo
disciplinario o procede al archivamiento de lo actuado, guardando la
credibilidad en la gestión disciplinaria.

2. Sobre las acciones preliminares permitidas en la ley de


régimen disciplinario
Finalmente, debemos comentar que el órgano de investigación podrá
gestionar como acciones preliminares:

a) Visitas de constatación;

b) Declaraciones o entrevistas;

c) Recopilación de las informaciones que permitan el esclarecimiento de los


hechos;

d) Verificación documentaria; u,

e) Otras que resulten necesarias.

Es aquí donde se genera la principal controversia. Y es que adviértase que las


primeras de ellas hacen referencia a actos generados por el órgano de
investigación, mientras que el último supuesto constituye –en la praxis– una
suerte de dispensa para requerir y calificar –como prueba y/o indicio producto
de la acción preliminar– cualquier documento o medio, incluso el generado
por terceros ajenos a la relación jurídico-disciplinaria.

Es así que actualmente los órganos disciplinarios requieren –dentro de las


indagaciones preliminares y al amparo de lo estipulado en el apartado e) del
artículo 50° de la Ley 30714, Ley de Régimen Disciplinario de la Policía
Nacional del Perú– documentos generados por el Ministerio Público o que
forman parte de expedientes judiciales, lo que afecta el principio de
autonomía de la responsabilidad administrativa previsto en el artículo 1 de la
mencionada norma, ya que pareciera desconocer que el procedimiento
disciplinario sancionador es independiente y distinto de los procesos
jurisdiccionales civiles, penales u otros; y está orientado a establecer la
responsabilidad administrativo-disciplinaria en las que incurre el personal de
la Policía Nacional del Perú.

El fundamento de este principio radica en la diferente naturaleza que tiene


cada una de dichas responsabilidades. Mientras la responsabilidad penal se
origina ante la realización de actos tipificados por el ordenamiento como
delitos que, como tales, merecen el máximo reproche jurídico, la
responsabilidad administrativa tiene por fuente el incumplimiento de los
deberes que corresponden a un funcionario o servidor público.

Ello incluso ha sido recogido por el Tribunal Constitucional, al expresar que el


proceso judicial y el procedimiento disciplinario persiguen determinar sí hubo
responsabilidad por tal infracción de dos bienes jurídicos de distinta
envergadura: en el proceso penal, fija la responsabilidad por la
eventual comisión de un delito; mientras que, en el procedimiento
administrativo disciplinario, decreta la responsabilidad administrativa por la
infracción de bienes jurídicos de ese orden (fundamento 2 de la resolución
recaída en el expediente Nro. 1556-2003-M/TC).

Siendo pues de tramitología distinta, consideramos que el apartado e) del


artículo 50 de la Ley 30714, Ley de Régimen Disciplinario de la Policía
Nacional del Perú, pretendió hacer referencia a otros medios no expuestos en
los apartados precedentes; pero que pudieran ser causados por el órgano de
investigación con la finalidad de identificar, ubicar y acopiar indicios,
evidencias, pruebas y otros que puedan ser utilizados para el inicio del
procedimiento administrativo-disciplinario, más aún cuando es este el que
debe probar la existencia de un hecho constitutivo, de un hecho extintivo, de
un hecho invalidativo, de un hecho convalidativo o de un hecho impeditivo[5].
Esto puesto que el órgano de investigación debe soportar con dichos medios
su hipótesis de los hechos, gestionando su propia indagación que le permita
tener conocimiento y contacto directo con el hecho atípico y la circunstancia
en el que este se concretó.

[1] Restrepo Medina, Manuel Alberto y Nieto Rodríguez, María Angélica; «El
derecho administrativo sancionador en Colombia», Universidad del Rosario,
Editorial Legis, Primera Edición, 2017.

[2] Como lo ha establecido el Consejo de Estado de Colombia en la Sentencia


6214 del 09 de julio del 2000, M.P. Olga Ines Navarrete Barrero; «la sanción
administrativa incorpora un valor educativo y ejemplarizante de carácter
institucional, toda vez que enfatiza la necesaria exigencia de responsabilidad,
compromiso y profesionalismo, en el ejercicio de actividades que afectan el
interés de la comunicad, que, por consiguiente, presumen una carga especial
de responsabilidad e idoneidad».

[3] Léase al respeto el fallo de la Corte Constitucional de Colombia, Sentencia


C-703 de 2010, MP Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.

[4] Bautista Cely, Martha Lucía; Lo Práctico de la Práctica Disciplinaria. 2da.


Edición, Ediciones Nueva Jurídica, Instituto Colombiano de Derecho
Disciplinario, Bogotá, 2018.

[5] Alvarado Velloso, Adolfo; La incumbencia de la prueba (quién debe probar).


Ediciones Unaula, Breviarios Procesales Garantistas, Universidad Autónoma
Latinoamericana, Medellín, setiembre 2011.

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