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¿Qué es el

feudalismo?

El feudalismo se caracteriza por su situación espacial y temporal específicas,


por las relaciones sociales jerárquicas y de dependencia que generó, por el
retorno a una economía agraria y por el predominio cultural de la Iglesia
católica.

Cuándo y dónde

El feudalismo o régimen feudal


es el tipo de sociedad que
predominó en Europa occidental
en el siglo X, se expandió
durante el siglo XI y alcanzó su
apogeo a finales del siglo XII y
durante todo el siglo XIII. En
estos siglos el feudalismo se dio
predominantemente en Francia,
Alemania y buena parte de Italia.
También hubo feudalismo en
Inglaterra, ciertos reinos
cristianos de España y los
estados latinos del cercano
Oriente. A la época de la historia
de Europa donde predominó el
régimen feudal se le denomina
Edad Media.
En otros lugares y épocas han existido sociedades similares al feudalismo
europeo. Se ha hablado de feudalismo en el antiguo Egipto, en las colonias
españolas en América, en el imperio bizantino, en el mundo árabe, en el imperio
turco, en Rusia, en Japón, etcétera. En estos casos es preferible describir estas
civilizaciones, si acaso, como “sociedades feudales” en vez de “feudalismo”
porque este término se usa específicamente para referirnos al sistema social de
Europa occidental durante la Edad Media.

¿Qué es el
feudalismo?
Monarca, señores, vasallos y siervos

La mejor manera de entender la sociedad


feudal es visualizándola como una pirámide.
En la cumbre estaban el monarca y el
Papado, en seguida se ubicaban los nobles y
la jerarquía eclesiástica, y los campesinos
constituían la base.

El feudalismo se caracteriza por un tipo de


relación social que se conoce como vasallaje,
que se dio básicamente entre los nobles y el
monarca. El vasallaje se define como un
conjunto de instituciones que crean y rigen
obligaciones de obediencia y servicio —
principalmente militar— por parte de un
hombre libre llamado “vasallo” hacia un
hombre libre llamado “señor” y obligaciones
de protección y sostenimiento por parte del
“señor” respecto del “vasallo”. La mayoría de
las veces la obligación de sostenimiento del
señor implicaba que éste otorgara al vasallo la
posesión de una extensión de tierra llamada
“feudo”. El feudo o propiedad territorial fue la
pieza clave de los lazos de dependencia entre
un señor y un vasallo.
Por ejemplo, si un noble daba un feudo
(tierras) a otro noble, éste se convertía en
vasallo del señor que le otorgaba la
propiedad. A su vez este señor era
vasallo de otro noble (señor) que le había
dado un feudo, y de este modo se creaba
una cadena de señores y vasallos que se
debían lealtad y obligaciones unos a
otros. Así los nobles eran señores y
simultáneamente vasallos.
Nominalmente, todos los señores eran
vasallos del rey. Sin embargo, en la
práctica hubo señores feudales tan
poderosos como el monarca. El monarca
era un soberano feudal de sus vasallos a
quienes estaba ligado por vínculos
recíprocos de fidelidad. Los recursos
económicos del rey residían casi
exclusivamente en sus dominios
personales como señor, y sus llamadas a
sus vasallos tenían una naturaleza
esencialmente militar. El monarca sólo
era señor de sus propios dominios; en el
resto de su imperio era en gran medida
una figura ceremonial.
Dentro del feudo o espacio territorial de los
señores vivían campesinos que no eran
propiedad personal del señor feudal, pero
tampoco eran hombres libres sino “siervos”.
Los siervos tenían la obligación de entregar
parte de su trabajo agrícola y de realizar
determinadas obligaciones laborales para su
señor. Para el siglo X la gran mayoría del
campesinado vivía una condición de
servidumbre. Es decir, los campesinos que
ocupaban y cultivaban la tierra no eran sus
propietarios. El campesino que era siervo de
un señor feudal estaba totalmente sometido a
la voluntad de su señor.

En resumen: encima de la masa de siervos se


establece una pirámide de señores feudales,
en la que siempre un señor feudal debe
obediencia y vasallaje al superior, hasta
culminar en el monarca, que está en la
cúspide de la pirámide social. El
establecimiento de los nobles y terratenientes
locales en las provincias por medio del
sistema de feudos, así como la consolidación
de sus dominios sobre el campesinado,
constituyen los cimientos del feudalismo. En
este sistema de vida quien posee tierra posee
poder y quien no tiene tierra forma parte de la
servidumbre.

¿Qué es el feudalismo?
Sociedad agraria

En el siglo VIII, cuando los


musulmanes bloquearon el
mar Mediterráneo, la
principal ruta comercial de
Europa, el intercambio
mercantil y la circulación
en Europa se restringieron
al grado más bajo que
podían alcanzar. Los
primeros indicios del
feudalismo en la Europa
occidental, en el curso del
siglo IX, no son más que la
repercusión de la
regresión económica de la
sociedad a una civilización
puramente agrícola.

El modo de producción
feudal fue
aplastantemente agrícola y
el comercio se redujo a su
mínima expresión. La vida
rural fue controlada por los
señores feudales y
organizada dentro de sus
propiedades, mismas que
incluían comarcas
campesinas. En los feudos
la economía fue local:
producían casi todo lo que
consumían y consumían
Iglesia

Durante la Edad Media hubo una continua


disputa entre los monarcas y los papas. En
el mundo medieval, rigurosamente
jerárquico, la Iglesia tuvo un lugar muy
importante porque poseía tierras, poder
económico y moral sobre los pobladores, y
porque fue la gran depositaria del
conocimiento y de las técnicas de la
época. En una sociedad poco instruida,
sólo la Iglesia poseía dos valiosos tesoros
culturales: la lectura y la escritura. Así el
espíritu de la Iglesia católica dominó la
cultura medieval.

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