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Pensamiento africano

Ética y política

BIBLIOTECA DE ESTUDIOS AFRICANOS I 8

-:
Coleccián dirigida por
ALFRED BOSCH ,
,
Emmanuel Chukwudi Eze (ed.)

"
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Pensamiento africano 1
Ética y política
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'1 edicions bellaterra

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Índice

Prólogo " . 9
,r Agradecimientos . 13

1. Los líderes no deben ser amos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19


Julius Nyerere

2. Concienticismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Kwame Nkrumah

Diseño de la cubierta: Ferran Cartes I Montse Plass


3. La moderna filosofía occidental y el colonialismo 53
Título original: African Phi/osophy africano .
E. Chukwudi Eze
Traducido por Miguel Salazar, Rolando Sánchez, Rogelio Saunders
4. Discurso sobre el colonialismo 71
© Blackwell Publishers, Ltd., 1998
Aimé Césaire
© Prefacio y agradecimientos
Emmanuel Chukwudi Eze, 1998 5. Período antiguo. La cosmovísíón 83
Frant; Fanon
e Edicions Bellaterra 2000, S.L., 2001
Navas de Tolosa, 28% - 08026 Barcelona
6. El colonialismo y el colonizado: violencia y contra-
Quedan rigurosamente prohibidas. sin la autorización escrita de los titulares del violencia . 95
copyright, bajo las sanciones establecida, en las leyes, la reproducción total o parcial de Tsenay Serequeberhan
esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y
ct tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante al4uilcr o préstamo
públicos. 7. El nacionalismo cultural en el período colonial 133
R. L. Okonkwo
Impreso en España
Printed in Spain
8. Liberación nacional y cultura (el regreso a la fuente) 143
ISBN: 84-7290-155-6 Amílcar Cabral
Depósito Legal: B. 1.561-200 1

Impreso por Edirn, s.c.c.l. - Barcelona


7
8
Liberación nacional y cultura
--_(el.._-_.
regreso a la fuente)*
--_ _---_._- .. -_.-._------.
..

Amílcar Cabral

·
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Cuando Goebbels, el cerebro detrás de la propaganda nazi, oía


hablar de cultura, sacaba su revólver. Esto demuestra que los nazis
-<)ue eran y son la más trágica expresión del imperialismo y de su
sed de dominio-, aun cuando fueran tan degenerados como Hitler,
tenían una idea clara del valor de la cultura como factor de resis-
tencia a la dominación foránea.
La historia nos enseña que, en ciertas circunstancias, resulta
muy fácil para un extranjero imponer su dominio sobre un pueblo.
Pero también nos enseña que, cualesquiera que sean los aspectos
materiales de la dominación, ésta se puede mantener únicamente
por medio de una permanente represión organizada de la vida cul-
tural del pueblo de que se trata. La implantación de la dominación
extranjera sólo se puede asegurar definitivamente mediante la eli-
minación física de una parte significativa de la población domi-
nada.
De hecho, tomar las armas para dominar a un pueblo es, por en-
cima de todo, tomar las armas para destruir, o al menos neutralizar,
paralizar, su vida cultural. Porque, con una robusta vida cultural in-
dígena, la dominación extranjera no puede estar segura de su per-
petuación.
El ideal de la dominación extranjera, imperialista o no, estaría
entre:

- o bien liquidar prácticamente a toda la población del país do-


minado, eliminando por lo tanto las posibilidades de resisten-
cia cultural,

•• Amflcar Cabral, Return to the Source: Selected Speeches, 1973, ~ 1973 de


PAIGG, con permiso de Monthly Review Press.

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vidual o colectivamente) Y la naturaleza, por una parte; y entre los
_ o bien tener éxito al imponerse, sin causar daño, a la cultura individuos, los grupos de individuos Y las clases o estratos socia-
del pueblo dominado -esto es: armonizar la dominación eco- les, por otra.
nómica y política de ese pueblo con su personalidad cultural. El valor de la cultura como elemento de resistencia frente a la
dominación extranjera reside en el hecho de que la cultura es la ma-
La primera hlpvtesis implica '.. genocidio de la población indí- nifestación vigorosa, en el plano ideológico o idealista, de la reali-
gena y crea un vacío que priva a la dominación extranjera de su dad histórica y física de la sociedad dominada o a la que se intenta
contenido y objeto: el pueblo dominado. La segunda hipótesis no dominar. La cultura es, al mismo tiempo, el fruto de la historia de
ha sido, hasta ahora, confirmada por la historia. La amplia expe- un pueblo y un determinante de la historia, por la influencia positi-
riencia de la humanidad nos autoriza a postular que no tiene viabi- va o negativa que ejerce sobre la evolución de las relaciones entre
lidad práctica: no es posible armonizar la dominación económica y el hombre y su entorno, entre los hombres o grupos de hombres
política de un pueblo, cualquiera que sea su grado de desarrol\o so-
cial, con la preservación de su personalidad cultural.
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dentro de la sociedad, y entre las diferentes sociedades. La omisión
de este hecho podría explicar el fracaso de muchos intentos de do-
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Para escapar a esta disyuntiva -que se puede denominar como el ~;. minación extranjera -así como el fracaso de algunos movimientos
dilema de la resistencia cultural- la dominación colonial imperia- '.",'
internacionales de liberación.
lista ha tratado de crear teorías que, de hecho, no son sino vulgares Examinemos la naturaleza de la liberación nacional. Debemos
formulaciones del racismo, y que, en la práctica, se han traducido considerar este fenómeno histórico en su contexto contemporáneo,
en un permanente estado de sitio de las poblaciones indígenas so- es decir, la liberación nacional como oposición a la dominación im-
bre la base de la dictadura racista (o democracia). perialista. Esta última, como sabemos, es distinta tanto en el conte-
Éste, por ejemplo, es el caso de la llamada teoría de la asimila- nido como en la forma de los tipos precedentes de dominación ex-
ción progresiva de las poblaciones nativas, que resulta sólo un in- tranjera (la tribal, la mi litar-aristocrática, la feudal y la dominación
tento más o menos violento de negar la cultura del pueblo en cues- capitalista en la época de la libre concurrencia).
tión. El completo fracaso de esta teoría, llevada a la práctica por La característica principal, común a toda forma de dominación
muchas potencias coloniales, incluyendo Portugal, es la prueba más imperialista, es la negación del proceso histórico del pueblo domi-
obvia de su falta de viabilidad, si no de su carácter inhumano. En el
caso de Portugal, alcanza el más alto grado de absurdo, con la afir-
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nado por medio de la usurpación violenta del libre proceso de de-
sarrollo de las fuerzas productivas. Ahora bien, en cualquier so-
mación de Salazar de que África no existe. ciedad dada, el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas Y el
Éste es también el caso de la llamada teoría del apartheid, apli- sistema para la utilización social de estas fuerzas (el sistema de
cada y desarrollada sobre la base de la dominación económica y po- _,\1 propiedad) determina el modo de producción. A nuestro juicio, el
lítica del pueblo de Sudáfrica por una minoría racista, con todos los modo de producción, cuyas contradicciones se manifiestan con
indignantes crímenes contra la humanidad que ello implica. La mayor o menor intensidad a través de la lucha de clases, es el fac-
práctica del apartheid toma la forma de una ilimitada explotación ,-
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tor principal en la historia de cualquier grupo humano, y el nivel
de las masas africanas en el trabajo forzado, encarceladas en el más de las fuerzas productivas es el verdadero y permanente motor de
grande campo de concentración del que se tenga noticia. la historia.
Estos ejemplos concretos dan la medida del drama de la domi- Para toda sociedad, para todo grupo de personas, considerado
nación imperialista cuando entra en conflicto con la realidad cul- como una entidad que evoluciona, el nivel de las fuerzas producti-
tural del pueblo dominado. Sugieren también las fuertes, depen- vas indica el estado de desarrol\o de la sociedad y de cada uno de
dientes y recíprocas relaciones que existen entre la situación sus componentes en relación con la naturaleza. Indica y condiciona
cultural y la situación económica (y política) en el comportamien- el tipo de relaciones materiales (expresadas objetiva o subjetiya-
ns
to de las sociedades humanas. De hecho la cultura, en la vida de mente) que existe entre los diferentes elementos o grupos que co '
una sociedad (abierta o cerrada) es siempre el resultado más o me- tituyen la sociedad en cuestión, las relaciones y los tipos de rela-
nos consciente de las actividades económicas y políticas de esa so- ciones entre el hombre y la naturaleza, entre el hombre Y sil
ciedad, la expresión más o menos dinámica del tipo de relaciones entorno, las relaciones Y los tipos de relaciones entre los compo'
que prevalece en esa sociedad, entre el hombre (considerado indi-

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nentes individuales y colectivos de la sociedad. Hablar de ello es productivas nacionales. Por lo tanto, la liberación nacional tiene lu-
hablar de historia, pero también hablar de cultura. gar cuando, y sólo cuando, las fuerzas productivas nacionales son
Cualesquiera que sean las características ideológicas o idealistas liberadas completamente de todas las formas de dominación ex-
de la expresión cultural, la cultura es un elemento esencial de la tranjera. La liberación de las fuerzas productivas y, consecuente-
historia de un pueblo. La cultura es, quizá, un producto de la histo- mente la posibilidad de determinar el modo de producción más
ria del mismo modo en que la flor es el producto de la planta. Como apropiado para la evolución del pueblo liberado, abre necesaria-
la historia, o porque es historia, la cultura tiene como base material mente nuevas perspectivas para el desarrollo cultural de la sociedad
el nivel de las fuerzas productivas y el modo de producción. La cul- en cuestión, al devolverle a esa sociedad su capacidad de crear pro-
tura hunde sus raíces en la realidad física del humus ambiental en greso.
que se desarrolla, y refleja la naturaleza orgánica de la sociedad, El pueblo que se libera de la dominación extranjera sólo será li-
que puede estar más o menos influida por.factores externos. La his- bre cultural mente si, sin complejos y sin subestimar la importancia
toria nos permite conocer la naturaleza y el grado de los desequi- de los aportes positivos del opresor y de otras culturas, regresa a los
librios y los conflictos (económicos, políticos y sociales) que ca- antiguos caminos de su cultura, que es alimentada por la realidad
racterizan la evolución de una sociedad. La cultura nos permite viva de su entorno y que niega tanto las influencias dañinas como
conocer la síntesis dinámica que la conciencia social ha establecido toda forma de sumisión a una cultura extranjera. De este modo ve-
y desarrollado para resolver estos conflictos en cada estado de su mos que, si la dominación imperialista tiene una necesidad vital de
evolución, en busca de la sobrevivencia y el progreso. practicar la opresión cultural, el proceso de liberación nacional es
Tal como sucede con la flor en la planta, en la cultura descansa la necesariamente un acto de cultura ...
posibilidad (o la responsabilidad) de formar y fertilizar la semilla La experiencia de la dominación colonial muestra que, en el es-
que asegurará la continuidad de la historia, asegurando al mismo fuerzo por perpetuar la explotación, el colonizador no sólo crea un
tiempo los prospectos de la civilización y el progreso de la sociedad sistema para reprimir la vida cultural del pueblo colonizado, sino
en cuestión. De este modo se entiende cómo la dominación imperia- también provoca y desarrolla la alienación cultural de una parte de
lista, al negar el desarrollo histórico del pueblo dominado, niega la población, ya sea mediante la llamada asimilación del pueblo in-
también necesariamente su desarrollo cultural. Se entiende también dígena, ya sea creando un espacio entre las elites indígenas y las
por qué la dominación imperialista, como toda forma de dominación masas populares. Como resultado de este proceso de división (o de
extranjera, requiere, para su propia seguridad, de la opresión cultu- profundización de las divisiones) de la sociedad, ocurre que una
ral y del intento directo o indirecto de liquidar los elementos esen- parte considerable de la población, especialmente la urbana o la pe-
ciales del pueblo dominado. tite bourgeoisie campesina, asimila la mentalidad del colonizador,
El estudio de la historia de la liberación nacional muestra que se considera a sí misma superior al resto del pueblo e ignora o me-
generalmente estas luchas están precedidas por un incremento de la nosprecia sus valores culturales. Esta situación, característica de la
expresióri cultural, que se consolida progresivamente en un intento mayoría de los colonizados intelectuales, se consolida a través del
exitoso o fallido del pueblo dominado por afirmar su personalidad, incremento de los privilegios sociales de los asimilados o del gru-
como medio de negar la cultura opresora. Cualesquiera que sean las po alienado, con implicaciones directas en el comportamiento de
condiciones de los factores sociales y políticos del pueblo sobre el los individuos de este grupo que tienen relación con el movimiento
que se practica la dominación, generalmente dentro de la cultura de liberación. Así, una reconversión de las mentes -de la disposi-
encontramos la semilla de la oposición, que lleva a la estructura- ción mental- resulta indispensable para la integración verdadera
ción y desarrollo del movimiento de liberación. del pueblo en el movimiento de liberación. Esta reconversión -re-
En nuestra opinión, el fundamento de la liberación nacional des- africanización, en nuestro caso- debe tener lugar antes de la lucha,
cansa en el. derecho inalienable de todo pueblo a tener su propia pero se completa sólo durante el curso de ésta, a través del contac-
historia, sea cual fuere la formulación que se adopte con relación a to diario con las masas populares en la comunión del sacrificio exi-
la ley internacional. El objetivo de la liberación nacional es, por lo gido por la lucha ...
tanto, reclamar el derecho usurpado por la dominación imperialis- Siendo consciente de esta realidad, el colonizador, por medio de
ta, a saber: la: liberación del proceso de desarrollo de las fuerzas la represión o la inhibición de la actividad cultural significativa

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de las masas que están en la base de la pirámide social, fortalece y riesgo de traicionar los objetivos económicos, políticos, sociales y
protege el prestigio y la influencia cultural de la clase dominante culturales de la lucha.
que se encuentra en la cima. El colonizador instala jefes que lo apo- Sin minimizar la contribución positiva que las clases privilegia_
yan y que son hasta cierto punto aceptados por las masas. Les otor- das pueden aportar a la lucha, el movimiento de liberación debe ba-
ga privilegios materiales como la educación de sus hijos mayores. sar su acción, tanto en el contexto cultural como político, en la cu] ,
Crea jefaturas donde antes no existían. Desarrolla relaciones cor- tura popular, sea cual fuere la diversidad de los niveles de cultura
diales con los líderes religiosos; erige mezquitas, organiza viajes a en el país. El combate cultural contra la dominación colonial -la
la Meca. Y por encima de todo, mediante los órganos represivos primera fase del movimiento de liberación- se puede planificar efi-
de la administración colonial, garantiza los privilegios económicos cientemente sólo sobre la base de la cultura de las masas obreras de
y sociales de la clase dominante en sus relaciones con las masas. la ciudad y del campo, incluyendo la petite bourgeoisie nacionalis-
Nada de esto hace imposible que, entre estas clases dominantes, ta (revolucionaria) que se ha reafricanizado o que está lista para la
haya individuos o grupos que se unan al movimiento de liberación, reconversión cultural...
aunque menos frecuentemente que en el caso de la petite bour- La unidad política y moral del movimiento de liberación y del
geoisie asimilada. Algunos líderes tradicionales y religiosos se pueblo representa e implica directamente el logro de la unidad cul-
unen a la lucha en el comienzo mismo o durante su desarrollo, con- tural de los grupos sociales que tienen una importancia clave en la
tribuyendo con entusiasmo a la causa de la liberación. lucha por la liberación. Esta unidad se alcanza por medio de la to-
Pero aquí de nuevo es imprescindible la vigilancia: cuando con- tal identificación con la realidad del ambiente y con los problemas
servan en lo profundo los prejuicios culturales de su clase, los indi- y las aspiraciones fundamentales del pueblo; y, por otra parte, por
viduos de esta categoría sólo ven en el movimiento de liberación el medio de la progresiva identificación de los diferentes grupos so-
único medio válido de eliminar, haciendo uso del sacrificio de las ciales que participan en la lucha.
masas, la explotación colonial hacia su propia clase, para restable- Ha pasado el tiempo en que era necesario busc,ar argumentos
cer de este modo su completo dominio político y cultural sobre el para probar la madurez cultural de los pueblos de Africa. La irra-
pueblo. cionalidad de las «teorías» racistas de un Gobineau o un Lévy-
En el marco general de la protesta contra la dominación colonial Bruhl no interesan ni convencen a nadie salvo a los racistas. A pe-
imperialista y en la situación a la que nos referimos, se encuentran, sar de la represión colonial (o quizá a causa de ello mismo), África
entre los aliados más leales del opresor, algunos altos oficiales e in- fue capaz de imponer el respeto por sus valores culturales. Incluso
telectuales que ejercen profesiones liberales, personas asimiladas y demostró ser uno de los continentes más ricos en valores culturales.
también un número significativo de representantes de las clases do- De Cartago a Giza y Zimbabwe, de Meroe a Benin e Ifé, del Sáha-
minantes de las áreas rurales. Este hecho muestra la medida de la ra o el Tumbuctú a Kilwa, a través de la inmensidad y la diversidad
influencia (positiva o negativa) de la cultura y de los prejuicios cul- de las condiciones naturales del continente, la cultura de los pue-
turales en el problema de la elección política cuando se confronta blos de África es una realidad innegable: tanto en las obras de arte
con el movimiento de liberación. Ilustra también los límites de esta como en las tradiciones orales y escritas; en las concepciones cos-
influencia y la supremacía del factor de clase en el comportamien- mológicas como en la música y en la danza; en las religiones Y
to de los diferentes grupos sociales. El alto oficial o el intelectual creencias así como en el equilibrio dinámico de las estructuras eco-
asimilado, que se caracterizan por la total alienación cultural, se nómicas, políticas y sociales creadas por el hombre africano.
identifican a sí mismos, por conveniencia política, con el líder tra- Ahora el valor universal de la cultura africana es un hecho in-
dicional o religioso que no ha sufrido influencias significativas de contestable. Sin embargo, no debemos olvidar que el africano, cu-
la cultura foránea. yas manos, como dijo el poeta, «colocaron las piedras de fundación
Ya que estas dos categorías de personas ponen, por encima de to- del mundo», ha desarrollado su cultura frecuentemente (si es que
dos los principios o exigencias de una naturaleza cultural -y en no constantemente) en condiciones adversas: desde los desiertos a
contra de las aspiraciones del pueblo-, sus propios privilegios eco- los bosques ecuatoriales; desde los pantanos costero s a los bancOS
nómicos y sociales, sus propios intereses de clase. Esta es la verdad de los grandes ríos sujetos a inundaciones frecuentes; a despecho de
que el movimiento de liberación no dr puede permitir ignorar, sin el toda clase de dificultades, incluyendo plagas que han destruido por

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igual plantas, animales y hombres. Coincidiendo con Basil David- Sin duda, la subestimación de los valores culturales de los pue-
son y otros investigadores de la historia y la cultura de África, po- blos africanos, basada en sentimientos racistas y con la intención de
demos decir que los logros del genio africano en los dominios eco- perpetuar la explotación foránea de los africanos, le ha hecho mu-
nómico, político, social y cultural han sido, a pesar del carácter cho daño a África. Pero de cara a la necesidad vital del progreso,
inhóspito del entorno, épicos -comparables a los más grandes también han sido muy dañinas para África las siguientes actitudes
ejemplos de la grandeza del hombre. y comportamientos: los elogios indiscriminados; la exaltación sis-
Desde luego, esta realidad constituye un motivo de orgullo y un temática de las virtudes sin condenar los defectos; la ciega acepta-
estímulo para aquellos que luchan por la liberación y el progreso de ción de los valores de la cultura, sin considerar qué elementos rea-
los pueblos africanos. Pero es importante no perder de vista el he- les o potenciales de retroceso contienen; la confusión entre lo que
cho de que ninguna cultura es un todo perfecto, acabado. La cultu- es expresión de una realidad histórica objetiva y material y lo que pa-
ra, como la historia, es un fenómeno en expansión y desarrollo. Lo rece ser una creación mental o el producto de un temperamento pe-
que es aún más importante, debemos tomar en cuenta el hecho de que culiar; la vinculación absurda de las creaciones artísticas, buenas o
la característica fundamental de la cultura es la naturaleza altamen- no, con supuestas características raciales; y finalmente, la científi-
te dependiente y recíproca de sus vínculos con la realidad econó- ca, o no, apreciación del fenómeno cultural.
mica y social del entorno, con el nivel de las fuerzas productivas y Así, lo importante es no perder el tiempo en un debate más o me-
con el modo de producción de la sociedad que las ha creado. nos vacío acerca de las características específicas o no específicas
La cultura, el fruto de la historia, refleja en cada momento la rea- de los valores culturales africanos, sino más bien considerar esos
lidad material y espiritual de la sociedad, de! hombre-como-indivi- valores como la conquista de un pequeño pedazo de humanidad
duo y del hombre-como-ser social, confrontado a los conflictos que para la herencia común de los seres humanos, alcanzada en una o
lo enfrentan a la naturaleza ya las exigencias de la vida comunita- varias fases de su evolución. Lo importante es realizar un análisis
ria. Esto nos muestra que toda cultura está compuesta de elementos crítico de las culturas africanas en relación con el movimiento de li-
esenciales y secundarios, de debilidades y potencias, de virtudes y beración y las exigencias del progreso -afrontando este nuevo esta-
defectos, de aspectos positivos y negativos, de factores de progreso dio de la historia africana. Es importante tener conciencia del valor
y factores de estancamiento o regresión. Esto nos muestra también de las culturas africanas en el marco de la civilización universal,
que la cultura-creación de la sociedad y síntesis de los equilibrios pero también comparar este valor con el de otras culturas, no para
y las soluciones que la sociedad engendra para resolver los conflic- tratar de decidir su superioridad o inferioridad, sino para determi-
tos que caracterizan cada fase de su historia- es una realidad social nar, en el marco general de la lucha por el progreso, qué contribu-
independiente de la voluntad de los hombres, del color de su piel o ción ha hecho y puede hacer la cultura africana, y cuáles son las
de la forma de sus ojos. contribuciones que puede y debe recibir de cualquier parte ...
Un análisis exhaustivo de la realidad cultural desautoriza el pro- Cuanto más se comprende que la meta principal del movimiento
nunciamiento de que existen razas o culturas continentales. Esto es de liberación va más allá del logro de la independencia política has-
así porque, Como la historia, el desarrollo de la cultura se realiza de ta el nivel superior de la completa liberación de las fuerzas produc-
una manera desigual, ya sea en el ámbito de un continente, o tivas y de la construcción del progreso económico, social y cultural
«raza», o en el ámbito de la sociedad. Las coordenadas de la cultu- del pueblo, más evidente se hace la necesidad de emprender un aná-
ra,como las de cualquier otro fenómeno en desarrollo, varían en el lisis selectivo de los valores de la cultura dentro del marco de la lu-
espacio y el tiempo, ya sea material (física) o humana (biológica y cha de liberación. La necesidad de tal análisis de los valores cultu-
social). El hecho de reconocer la existencia de características parti- rales se vuelve más aguda en el momento en que, para afrontar la
culares y comunes a las culturas de los pueblos de África, indepen- violencia colonial, el movimiento de liberación debe movilizar y
dientemente del color de su piel, no implica necesariamente que organizar al pueblo bajo la dirección de una organización política
exista una sola y única cultura en todo el continente. Así como po- fuerte y disciplinada, para recurrir a la violencia por la causa de la
demos, desde el punto d,e vista económico y político, reconocer la libertad -la lucha armada por la liberación nacional...
existencia de muchas Africas, también existen muchas culturas La lucha armada por la liberación, lanzada como respuesta a la
africanas. opresión colonialista, resulta ser un instrumento doloroso pero efi-

150 151
caz para desarrollar el nivel cultural, tanto del estrato de los líderes Considérense estas características inherentes a la lucha armada
en el movimiento de liberación, como de los distintos grupos so- de liberación: la práctica de la democracia, de la crítica y la auto-
ciales que participan en la lucha. crítica; la creciente responsabilidad de la población en la conduc-
Los líderes del movimiento de liberación, procedentes general- ción de sus vidas, en la alfabetización, en la creación de escuelas y
mente de la petite bourgeoisie (intelectuales, oficinistas), o de la de servicios de salud, en la formación de cuadros de origen campe-
clase obrera urbana (trabajadores, chóferes, en general los que co- sino u obrero -y en otras muchas tareas-o Cuando analizamos estas
bran un salario), obligados a vivir cada día con distintos grupos de características, vemos que la lucha armada de liberación es no sólo
campesinos en el corazón de las poblaciones rurales, llegan a cono- un producto de la cultura, sino un determinante de la cultura. Esta
cer mejor al pueblo. Descubreri en la base la riqueza de sus valores es, sin duda alguna, la primera recompensa del pueblo por el es-
culturales (filosóficos, políticos, artísticos, sociales y morales). Ad- fuerzo y los sacrificios que exige la guerra. Desde esta perspectiva,
quieren una comprensión clara de la realidad económica del país; al movimiento de liberación le corresponde definir claramente los
de los problemas, sufrimientos y esperanzas de las masas popula- objetivos de la resistencia cultural como parte integral y determi-
res. Comprenden, no sin cierto asombro, la riqueza de espíritu, la nante de la lucha.
capacidad de debatir razonablemente y de exponer con claridad las Por todo lo anteriormente dicho, podríamos concluir que en el
ideas, la facilidad para la comprensión y la asimilación de concep- marco de la conquista de la independencia nacional y en la pers-
tos que poseen esos grupos de la población hasta ayer ignorados, si pectiva del desarrollo del progreso económico y social del pueblo,
es que no despreciados, y a quienes el colonizador e incluso algu- los objetivos deben ser al menos los siguientes: desarrollo de una
nos nacionales juzgaban incompetentes. Así, los líderes enriquecen cultura popular y de todos los valores culturales indígenas positi-
su cultura; desarrollan personalmente su capacidad para servir al vos' desarrollo de una cultura nacional basada en la historia y los
movimiento mediante el servicio al pueblo. logros de la lucha misma; promoción constante de la conciencia
Por otra parte, las masas trabajadoras, y en particular los campesi- política y moral del pueblo (de todos los grupos sociales) así como
nos, por regla general iletrados y que han ido más allá de los límites del patriotismo, el espíritu de sacrificio y la devocióna la causa de
de su pueblo o región, pierden, en contacto con otros, los complejos la independencia, la justicia y el progreso; desarrollo de una cu 1tu-
que los restringen en sus relaciones con otros grupos étnicos y socia- ra científica, técnica y tecnológica compatible con los requerimien-
les. Comprenden su papel crucial en la lucha. Rompen los límites del tos del progreso; desarrollo, sobre la base de una asimilación críti-
universo provinciano y se integran progresivamente en el país y en el ca de los logros del hombre en los dominios del arte, la ciencia, la
mundo. Adquieren una cantidad infinita de nuevos conocimientos, literatura, etc., de una cultura universal, para una perfecta integra-
útiles para la actividad inmediata y futura dentro del marco de la lu- ción dentro del mundo contemporáneo, en la perspectiva de su evo-
cha, y fortalecen su conciencia política asimilando los principios de lución; la promoción constante y generalizada de los sentimientos
la revolución nacional y social postulados por ésta. Se vuelven por lo de humanismo y de solidaridad, de respeto y devoción desinteresa-
tanto más capaces de desempeñar el papel decisivo de proporcionar dos hacia los seres humanos.
la fuerza principal para el movimiento de liberación. El logro de estos objetivos es sin duda posible, porque la lucha
Como sabemos, la lucha armada de liberación requiere de la mo- armada de liberación, en las condiciones concretas de vida de los
vilización y organización de una mayoría significativa de la pobla- pueblos africanos, enfrentados al desafío del imperialismo, es un
ción; la unidad moral y política de varias clases sociales; el uso efi- acto de inseminación de la historia: la expresión máxima de nues-
ciente de armas modernas y otros medios militares, y el rechazo de tra cultura y de nuestra esencia africana. En el momento de la vic-
las reglas sociales y religiosas y de los tabú es que inhiben el desa- toria, esto se debe traducir en un salto hacia delante de la cultura
rrollo de la lucha (las gerontocracias, el nepotismo, la inferioridad del pueblo que se ha liberado a sí mismo.
social de la mujer, los ritos y las prácticas que son incompatibles Si esto no se realiza, entonces el esfuerzo y los sacrificios acep-
con el carácter racional y nacional de la lucha, etc.). La lucha pro- tados durante la lucha habrán sido en vano. La lucha habrá fracasa-
duce otras modificaciones profundas en la vida de las poblaciones. do en conseguir sus objetivos, y el pueblo habrá perdido una opor-
La lucha armada de liberación supone, por tanto, una verdadera tunidad de progresar en el marco general de la historia.
marcha forzada a lo largo del camino del progreso cultural.

152 153
Notas
9
Este texto fue pronunciado originalmente el 20 de febrero de 1970 como parte de
las Eduardo Mondlane Memorial Lecture Series en la Syracuse University, en Sira-
La narración interesante ...
cusa, Nueva York, bajo los auspicios del Programa de Estudios de África Oriental.
Eduardo Mondlane fue el primer presidente del Frente de Liberación de Mozarnbi-
Olaudah Equiano
que (FRELIMO). Fue asesinado por agentes portugueses el 3 de febrero de 1969.

Espero que el lector no piense que he colmado su paciencia al


presentarme mediante algunas explicaciones sobre las formas de
comportamiento y las costumbres de mi país. Sólidamente implan-
tadas en mí, han dejado una huella en mi memoria que el tiempo no
podría borrar y han fortalecido las experiencias dispares que me ha
tocado en suerte vivir. Pues tanto si el amor al propio país es real o
imaginario, como si se trata quizá de un aprendizaje o del natural
instinto, todavía recuerdo con placer los primeros pasajes de mi
vida, aunque este placer se vea empañado en gran medida por la
tristeza.
Ya he puesto al lector al corriente de la fecha y el lugar de mi na-
cimiento. Mi padre, lo mismo que no pocos esclavos, tuvo muchos
hijos, de los que siete llegaron a adultos, incluidos yo y mi herma-
na, la única mujer. Al ser el menor, me convertí por supuesto en el
hijo predilecto de mi madre, y me pasaba el tiempo con ella, que
ponía el mayor empeño en educarme.' Me instruyeron desde .mi
más temprana infancia en el arte de la guerra: practicaba a diario el
tiro al blanco y el lanzamiento de jabalina, y mi madre me vestía
con ornamentos a semejanza de nuestros más grandes guerreros. De
ese modo crecí hasta alcanzar la edad de once años, momento en
que mi felicidad se vio truncada como sigue. En general, cuando
los adultos del vecindario se marchaban para realizar las labores del
campo, los niños nos reuníamos en alguna de las casas para jugar,
siendo lo habitual que alguno de nosotros trepase a un árbol para
otear la presencia de cualquier asaltante o secuestrador al acecho;
porque en ocasiones aprovechaban la ausencia de nuestros padres
para asaltamos y llevarse a la fuerza a tantos de nosotros como pu-
..., ; dieran capturar. Así, un día en que yo estaba vigilando subido a un
árbol de nuestro patio, vi a uno solo de aquellos individuos entrar

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