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iQue tal raza!

Aníbal Quijano

El racismo en las relaciones sociales cotidianas no es, pues, la única manifestación de


la colonialidad del poder. Pero es, sin duda, la más perceptible y omnipresente. Por eso
mismo, no ha dejado de ser el prit¡cipal campo de conflicto en todos los ámbitos sociales.

nuevas identidades sociales y geo-

L a idea de raza es, con toda se-


guridad, el más eficaz instru-
mento de dominación social inven-
culturales del mundo. De una parte:
"Indio", "Negro", "Asiático" (antes
"Amarillos" y "Aceitunados"),
tado en los últimos 500 años. Pro- "Blanco" y "Mestizo". De la otra:
ducida en el mero comienzo de la "América", "Europa", "Africa",
formación de América y del capita- "Asia" y "Oceanía". Sobre ella se
lismo, en el tránsito del siglo XV al fundó el eurocentramiento del po-
XVI, en las centurias siguientes fue der mundial capitalista y la consi-
impuesta sobre toda la población guiente distribución mundial del
del planeta como parte de la domi- trabajo y del intercambio. Y tam-
nación colonial de Europa 1 bién sobre ella se trazaron las dife-
Impuesta como criterio básico rencias y distancias específicas en la
de clasificación social universal de respectiva configuración específica
la población del mundo, según ella de poder, con sus cruciales implica-
fueron distribuidas las principales ciones en el proceso de democrati-

Acerca de la invención de la idea de "raza" y de sus antecedentes, ver de Aníbal Quija-


no: "Raza", "Etnia", "Nación", Cuestiones Abiertas. En Roland Forgues, ed. )OSE CARLOS
MARIATEGUI Y EUROPA. LA OTRA CARA DEL DESCUBRIMIENTO. Lima 1992, Ed.
Amauta. También de Aníbal Quijano e lmmanuel Wallerstein: Anwricanity as a Concept
or the Americas in the Modern World System. En INTERNATIONAL )OURNAL OF SOCIAL
SCIENCES, No. 134, París, Francia, 1992. UNESCO.
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zación de sociedades y estados y de más perceptible y omnipresente.


formación de estados-nación mo- Por eso mismo, no ha dejado de ser
dernos. el principal campo de conflicto. En
De ese modo, raza, una mane- tanto que ideología, a mediados del
ra y un resultado de la dominación siglo XIX se pretendió incluso pre-
colonial moderna, pervadió todos sentarla como toda una teoría cieri-
los ámbitos del poder mundial capi- tífica4. En esa pretensión se apoyó,
talista. En otros términos, la colonia- casi un siglo después, el proyecto
lidad se constituyó en la piedra fun- del Nazionai-Sozialismus, más co-
dacional del patrón de poder mun- nocido como nazismo, de domina-
dial capitalista, colonial/moderno y ción mundial alemana.
eurocentrado2. Tal colonialidad del La derrota de ese proyecto en la
poder ha probado ser·más profunda 2a. Guerra Mundial (1939-1945),
y duradera que el colonialismo en contribuyó a la deslegitimación del
cuyo seno fue engendrado y al que racismo, por lo menos como ideolo-
ayudó a ser mundialmente impues- gía formal y explícita para gran par-
to3 te de la población mundial. Su prác-
tica social no dejó por eso de ser
"Racismo" y "raza" mundialmente extendida, y en algu-
El "racismo" en las relaciones nos países, como Africa del Sur y su

sociales cotidianas no es, pues, la sistema de apartheid, ideología y


prácticas de dominación social lle-
única manifestación de la coloniali-
garon a ser incluso más intensa y
dad del poder. Pero es, sin duda, la
explícitamente racistas. Con todo,

2 Sobre la colonialidad del poder y el patrón colonial/moderno y eurocentrado del capita-


lismo mundial, de Anfbal Quijano: Coloniality of Power and Eurocentrism. En Goran Ther-
born, ed. MODERNITY AND EUROCENTRISM, Estocolmo, 1999. También podrá verse
mi: Coloniality of Power and Social Classification, en el volumen de FESTSCHRIFTEN pa-
ra lmmanuel Wallerstein, de próxima publicación.
3 El concepto de Colonialidad del Poder fue introducido en mi texto Colonialidad y Moder-
nidad/Racionalidad, en PERU INDIGENA, vol.13, No. 29, 1992. Lima, Perú. Véase tam-
bién de Anfbal Quijano e lmmanuel Wallerstein, op. cit. Sobre las tendencias del actual
debate, de Walter Mignolo: Diferencia Colonial y Razón Postoccidental. En ANUARIO
MARIATEGUIANO, No. 1O, 1998. Lima, Perú.
4 El Conde Artur de Gobineau: Essays sur l'lnegalité des Races Humaines, publicados entrE'
1853 y 1857, en París, Francia.
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aún en esos países la ideología ra- nes en las relaciones sociales, se


cista ha debido ceder algo, ante to- mantenga virtualmente intocada
do frente a las luchas de las vícti- desde sus orígenes.
mas, pero también de la condena En las sociedades fundadas en la
universal, hasta permitir la elección colonialidad del poder, las víctimas
de gobernantes "negros". Y en paí- combaten por relaciones de igual-
ses como el Perú, la práctica de la dad entre las "razas". Quienes no lo
discriminación racista requiere aho- son, directamente al menos, admiti-
ra ser enmascarada, con frecuencia rían de buen grado que las relacio-
si no siempre con éxito, detrás de nes entre las "razas" fueran demo-
códigos sociales referidos a diferen- cráticas, si no exactamente entre
cias de educación y de ingresos que iguales. Sin embargo, si se revisa el
en este país son, precisamente, una debate respectivo, incluso en los
de las más claras consecuencias de países donde ha sido más intenso el
relaciones sociales racistasS. problema, en Estados Unidos o en
Lo que es realmente notable, en Africa del Sur, sólo de modo excep-
cambio, es que para la abrumadora cional y muy reciente se puede en-
mayoría de la población mundial, contrar investigadores que hayan
incluidos los opositores y las vícti- puesto en cuestión, además del ra-
mas del racismo, la idea misma de cismo, la idea misma de "raza" 6 . Es,
"raza", como un elemento de la pues, profunda, perdurable y vir-
"naturaleza" que tiene implicado- tualmente universal, la admisión de

S Sobre la extendida perspectiva racista en el Perú, véase los resultados de una reciente en-
cuesta entre estudiantes universitarios de Lima Metropolitana: Ramón León: El País de los
Extraños. Lima 1998, Fondo Editorial de la Universidad Ricardo Palma.
6 En América Latina muchos prefieren pensar que no existe racismo porque todos somos
"mestizos", o porque, como en Brasil, la postura oficial es que existe una. democracia ra-
cial. Un número creciente de latinoamericanos que residen un tiempo en Estados Unidos,
inclusive estudiantes de ciencias sociales, regresan a sus países convertidos a la religión
del color consciousness, de la cual han sido, sin duda, víctimas. Y regresan racistas con-
tra su propio discurso. Esto es, convencidos de que "raza", puesto que es "color", es un
fenómeno de la naturaleza y sólo el "racismo" es una cuestión de poder. Por eso, algunas
gentes confunden las categorías del debate sobre el proceso del conflicto cultural y las de
ideologías racistas, y se dejan arrastrar hacia argumentos de extrema puerilidad. En el Pe-
rú, un curioso ejemplo reciente es el de Mansol de la Cadena: El Racismo silencioso y la
superioridad de los intelectuales en el Perú. En SOCIALISMO Y PARTICIPACION, No. 83,
setiembre 1998. Lima, Perú.
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que "raza" es un fenómeno de la más profunda de todas las que ha


biología humana que tiene implica- confrontado en sus 500 años, las re-
ciones necesarias en la historia na- laciones de clasificación social de
tural de la especie y, en consecuen- la población del planeta son las más
cia, en la historia de las relaciones profundamente afectadas. Esas rela-
de poder entre las gentes. En eso ra- ciones han combinado, variable-
dica, sin duda, la excepcional efica- mente, todas las formas de domina-
cia de este moderno instrumento de ción social y tonas las formas de ex-
dominación social. No obstante, se plotación del trabajo. Pero a escala
trata de un desnudo constructo mundial su eje central fue -aunque
ideológico, que no tiene, literal- en declinación, todavía es- la aso-
mente, nada que ver con nada en la ciación entre la mercantización de
estructura biológica de la especie la fuerza de trabajo y la jerarquiza-
humana y todo que ver, er) cambio, ción de la población mÚndial en
con la historia de las relaciones de términos de "raza" y de "género".?
poder en el capitalismo mundial, Ese patrón de clasificación so-
colonial/moderno, eurocentrado. cial ha sido largamente duradero.
Dos de las cuestiones implica- Pero el agotamiento de la primera y
das en esa extraña relación entre la la resistencia a la segunda, han pro-
materialidad de las relaciones so- ducido el estallido del anterior pa-
ciales y su dimensión intersubjetiva, trón de clasificación de la pobla-
son las que me propongo discutir en ción mundial. La reproducción y re-
esta ocasión. expansión de formas no-salariales
de explotación, es una consecuen-
¿Sexo, -"'Género" y "Color"- "Raza"?
cia del agotamiento de las relacio-
En la crisis actual del patrón nes salariales en el largo plazo. Y la
mundial de poder vigente, acaso la resistencia creciente a las discrimi-

7 las relaciones de dominación fundadas en las diferencias de sexo son más antiguas que el
capitalismo. Este las hizo más profundas asociándolas con las relaciones de "raza" y ha-
ciendo a las dos objeto de la perspectiva eurocéntrica de conocimiento. Pero la clasifica-
ción "racial" de la población mundial llevó también a que las mujeres de las "razas" do-
minantes fueran también dominantes sobre las mujeres de las "razas" dominadas. Eso in-
trodujo un eficaz mecanismo de fortalecimiento de ambas formas de dominación. pero so-
bre todo de la que se apoya en la idea de "raza"
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naciones de "género" y de "raza" es ción, no consigue aún desprenderse


la otra dimensión de la crisis. de las viejas anclas mentales de la
El mundo del capitalismo es, colonialidad del poder. Así, el deba-
por cierto, histórico-estructuralmen- te sobre la cuestión del "género" y
te heterogéneo y las relaciones en- los movimientos feministas va lo-
tre sus partes y regiones no son ne- grando que una proporción crecien-
cesariamente continuas. Eso signifi- te de la población mundial, tienda a
ca que la crisis del patrón capitalis- admitir que "género" es un cons-
ta co: Jnial/moderno de clasifica- tructo mental fundado en las dife-
ción social de la población mundial rencias sexuales, que expresa las re-
tiene ritmos y calendarios diferentes laciones patriarcales de dominación
en cada área del mundo capitalista. y que sirve para legitimarlas. Y algu-
La resistencia de las víctimas del ra- nos proponen ahora que, análoga-
cismo avanza en ciertas regiones y mente, hay que pensar también "ra-
en otras encuentra no sólo menor za" como otro constructo mental,
espacio, sino abiertos intentos de éste fundado en las diferencias de
re-legitimación en otros. Esa discon- "color". Así, sexo es a "género", co-
tinuidad entre la resistencia al racis- mo "color" sería a "raza". Entre am-
mo y su relegitimación, puede ver- bas ecuaciones existe, sin embargo,
se, por ejemplo, en el caso del Perú una insanable diferencia. La prime-
bajo el FujimorismoB. Pero esas ra de ellas tiene lugar en la realidad.
mismas discontinuidades, precisa- La segunda, en absoluto.
mente, hacen patente la menciona- En efecto, en primer término,
da crisis. sexo y diferencias sexuales son real-
Debido a ella, finalmente pare- mente existentes. En segundo térmi-
ce haber comenzado a ser puesta en no, son un sübsistema dentro del
cuestión la idea misma de "raza", sistema conjunto que conocemos
no sólo el"racismo". Pero inclusive como el organismo humano, del
la minoría que avanza en esa direc- mismo modo que en el caso de la

8 No hace mucho, reporteros de la TV documentaron una abierta discriminación de carác-


ter racista/etnicista en algunos locales nocturnos. Fueron sancionados, en principio, por la
institución encargada de esos asuntos. Pero la Corte Surprema de justicia, nada menos,
dictaminó después que las empresas discriminantes tenían derecho legal de hacerlo !.
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circulación de la sangre, de la respi- za". Primero que todo, es indispen-


ración, de la digestión, etc., etc. Es- sable abrir de par en par la cuestión
to es, hacen parte de la dimensión del término "color" referido a las
"biológica"9 de la persona global. características de las gentes. La idea
Tercero, debido a eso implican un misma de "color" en esa relación es
comportamiento "biológico" dife- un constructo mental. Si se dice que
renciado entre sexos diferentes. hay "colores" políticos ("rojos",
Cuarto, ese comportamiento bioló- "negros","blancos"), todo el mundo
gico diferenciado está vinculado, está, presumiblemente, dispuesto a
ante todo, a una cuestión vital: la re- pensarlo como una metáfora. Pero
producción de la especie. Uno de curiosamente no ocurre así cuando
los sexos insemina y fecunda, el se dice que alguien es de "raza
otro ovula, menstrúa o concibe, blanca", o "negra", "india", "piel
gesta, pare, amamanta o puede roja" o "amarilla"!. Y, más curiosa-
amamantar, etc. mente aún, pocos piensan espontá-
En suma, la diferencia sexual neamente que se requiere una total
implica un comportamiento, esto es deformación de la vista para admitir
un rol, biológico diferenciado. Y el que "blanco" (o "amarillo" o "rojo")
hecho de que "género" sea una ca- pueda ser el color de piel alguna sa-
tegoría cuya explicación de ningún na. O que se trata de una forma de
modo puede agotarse y menos legi- estupidez. A lo sumo, los más exi-
timarse allí, no deja por eso de ser gentes pensarán que se trata de un
visible que hay, en realidad, un prejuicio.
punto de partida "biológico" en la La historia de la construcción
construcción intersubjetiva de la del "color" en las relaciones socia-
idea de "género". les, está ciertamente por hacer. No
Así no ocurre, de modo alguno, obstante, existen suficientes indicios
en las relaciones entre "color" y "ra- históricos para señalar que la aso-

9 Es indispensable tener en cuenta que, a menos que se acepte el radical dualismo cartesia-
no, lo "biológico" o "corporal" es una de las dimensiones de la persona, y que ésta tiene
que ser pensada como un organismo que conoce, sueña, piensa, quiere, goza, sufre, etc.,
etc., y que todas esas actividades ocurren con y en el "cuerpo". Este no es, pues, "bioló-
gico" en el sentido de separado y radicalmente diferente del "espfritu", "razón", etc., etc.
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ciación entre "raza" y "color" estar- período. Sin embargo, en ese tiem-
día y tortuosa. La idea de "raza" es po los ibéricos aún no se identifican
anterior y "color" no tiene original- a sí mismos como "blancos". Este
mente una connotación "racial". La "color" no se construye sino un si-
primera "raza" son los "indios" y no glo después, entre los britano-ame-
hay documentación alguna que in- ricanos durante el XVII, con la ex-
dique la asociación de la categoría pansión de la esclavitud de los afri-
"indio" con la de "color". canos en América del Norte y en las
Ld idea de "raza" nace con Antillas británicas. Y obviamente,
"América" y originalmente se refie- allí "white" ("blanco") es una cons-
re, presumiblemente, a las diferen- trucción de identidad de los domi-
cias fenotípicas entre "indios" y nadores, contrapuesta a "black"
conquistadores, principalmente ("negro" o "nigger"), identidad de
"castellanos"lO. Sin embargo, las los dominados, cuando la clasifica-
primeras gentes dominadas a las ción "racial" está ya claramente
que los futuros europeos aplican la consolidada y "naturalizada" para
idea de "color" no fueron los "in- todos los colonizadores y, quizás,
dios". Fueron los esclavos secues- incluso entre una parte de los colo-
trados y negociados desde las costas nizados.
de lo que ahora se conoce como En segundo término, si "color"
Africa y a quienes se llamará "ne- fuera a "raza", como sexo es a "gé-
gros". Pero aunque sin duda parez- nero", "color" tendría algo que ver,
ca ahora extraño, no es a ellos que necesariamente, con la biología o
originalmente se aplica la idea de con algún comportamiento biológi-
"raza", a pesar de que los futuros co diferenciado de parte alguna del
europeos los conocen desde mucho organismo. Sin embargo, no existe
antes de llegar a las costas de la fu- indicio alguno, ya que no eviden-
túra Am_érica. cia, de que algo, en alguno de los
Durante la Conquista, los ibéri- subsistemas o aparatos del organis-
cos, portugueses y castellanos, usan mo humano (genital o sexual, de la
el término "m•gro", un "color", co- circulación de la sangre, de la respi-
mo consta en las Crónicas de ese ración, de filtro de toxinas y líqui-

1O Ver de Aníbal Quijano: ''Raza" "Etnia" 'Ndción'' Cuestiones Abierta,. ni


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dos, de producción de glándulas, de construcción de "genero". El sexo


producción de células, tejidos, ner- no es un constructo, como "género"
vios, músculos, neuronas, etc., etc., lo es. Es tiempo, pues, de concluir
etc.) tenga naturaleza, configura- que "color" no es a "raza" sino en
ción, estructura,. funciones o roles términos de un constructo a otro.
diferentes según el "color", de la De hecho, "color" es un modo tar-
piel, o de la forma de los ojos, del dío y eufemístico de decir "raza" y
cabello, etc., etc. 11 Sin duda, las ca- no se impone mundialmente sino
racterísticas corporales externas desde fines del siglo XIX.
(forma, tamaño, "color", etc.) están
El nuevo dualismo "Occidental" y
inscritas en el código genético de el"racismo"
cada quien. Sólo en ese específico
sentido se trata de fenómenos bioló- Al comienzo mismo de Améri-
gicos. Pero eso no está, de modo al- ca, se establece la idea de que hay
guno, referido a la configuración diferencias de naturaleza biológica
biológica del organismo, a las fun- dentro de la población del planeta,
ciones y comportamientos o roles asociadas necesariamente a la ca-
del conjunto o de cada una de sus pacidad de desarrollo cultural,
partes. mental en general. Esa es la cues-
Finalmente, y contra el trasfon- tión central del célebre debate de
do de todo lo dicho, si "color" fue- Valladolid. Su versión extrema, la
ra a "raza" como sexo es a "géne- de Ginés de Sepúlveda, que niega a
ro", ¿de qué modo podría explicar- los "indios" la calidad de plena-
se que determinados "colores" son mente humanos, es corregida por la
"superiores" respecto de otros?. Por- Bula papal de 1513. Pero la idea bá-
que en la relación patriarcal entre sica nunca fue contestada. Y la pro-
varón y mujer, lo que se registra es longada práctica colonial de domi-
que uno de los "géneros" es "supe- nación/explotación fundada sobre
rior" al otro. No el sexo como tal, o tal supuesto, enraizó esa idea y la
sólo por extensión a partir de la legitimó perdurablemente. Desde

11 Véase acerca de estas cuestiones, de Jonathan Marks: Human Biodiversity. Genes, R.dce
dnd History. New York, 1994. Aldine de Gruyter
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entonces, las viejas ideas de "supe- lonialismo europeo. Pero no será si-
rioridad"-"inferioridad" implicadas no desde mediados del siglo XIX
en toda relación de dominación, in- que se iniciará, con Gobineau, la
clusive meramente burocrática, elaboración sistemática, es decir
quedaron asociadas a la "naturale- teórica, de dicha asociación.
za", fueron "naturalizadas" para to- Esa tardanza no fue accidental,
da la historia siguiente. ni sin consecuencias para la colo-
Ese es, sin duda, el momento nialidad del poder. Sobre la base de
inicial de lo que, desde el siglo XVII, "América", la cuenca del Atlántico
se constituye en el mito fundacional se convirtió en el nuevo eje central
de la modernidad, la idea de un ori- del comercio mundial durante el si-
ginal estado de naturaleza en el pro- glo XVI. Los pueblos y los grupos
ceso de la especie y de una escala dominantes que participaban del
de desarrollo histórico que va desde control de dicho eje tendieron pron-
lo "primitivo" (lo más próximo a la to a la formación de una nueva re-
"naturaleza", que por supuesto in- gión histórica y allí se constituyó
cluía a los "negros", ante todo y lue- "Europa" como una nueva identi-
go a los "indios") hasta lo más "civi- dad geocultural y como centro he-
lizado" (que, por supuesto, era Eu- gemónico del naciente capitalismo
ropa), pasando por "Oriente" (India, mundial. Esa posición permitió a los
China) 12 . Europeos, en particular a los de Eu-
La asociación entre esa idea y la ropa Occidental, imponer la idea de
de "raza" en ese momento era ya "raza" en la base de la división
sin duda obvia desde la perspectiva mundial de trabajo y de intercam-
europea. Estaba implicada en la bio y en la clasificación social y
ideología y la práctica de la domi- geocultural de la población mun-
nación colonial desde América y dial. Durante los tres siglos siguien-
fue reforzada y consolidada en el tes se configuró así el patrón de po-
curso de expansión mundial del co- der mundial del capitalismo y suco-

12 Es muy decidor el hecho de que la categorfa cultural contrapuesta a "Occidente" fuera


únicamente "Oriente". Los "negros" y los "indios", sobre todo los primeros, están por
completo ausentes del mapa eurocéntrico del proceso cultural de la especie.
150 ECUADOR DEBATE

rrespondiente experiencia intersub- versión nueva del v1e¡o dualismo,


jetiva. Su condición de centro hege- como una de las bases de la nueva
mónico de ese moderno sistema- perspectiva de conocimiento: la ra-
mundo capitalista, según la catego- dical separación -no sólo diferen-
ría acuñada por Wallerstein 13, per- ciación- entre "sujeto" -"razón" (o
mitió a Europa tener también plena alma, espíritu, mente) y "cuerpo"-
hegemonía en la elaboración inte- "objeto", tal como se establece por
lectual de toda esa vasta experien- la hegemonía final del cartesianis-
cia histórica, desde mediados del si- mo sobre las propuestas alternativas
glo XVII y la llevó así mismo a miti- (Spinoza, por ejemplo)14.
ficar su propio rol como productora A virtualmente todas las "civili-
autónoma de sí misma y de esa ela- zaciones" conocidas les es común
boración. la diferenciación entre "espíritu"
La modernidad, como patrón de (alma, mente) y "cuerpo". La visión
experiencia social, material y subje- dualista de las dimensiones del or-
tiva, era la expresión de la experien- ganismo humano es, pues, antigua.
cia global del nuevo poder mundial. Pero en todas ellas ambas dimensio-
Pero su racionalidad fue producto nes están siempre ca-presentes, ac-
de la elaboración europea. Es decir, tivas juntas. Es por primera vez con
fue la expresión de la perspectiva Descartes que "cuerpo" es" percibi-
eurocéntrica del conjunto de la ex- do estrictamente como "objeto" y
periencia del mundo colonial/mo- radicalmente separado de lá activi-
derno del capitalismo. Uno de los dad de la "razón", que es la condi-
núcleos fundacionales de esa pers- ción del "sujeto. De ese modo, am-
pectiva eurocéntrica fue la instaura- bas categorías son mistificadas. Se
ción de un nuevo dualismo, de una trata de un nuevo y radical dualis-

13 lmmanuel Wallerstein: ThP Modern World System. 3 vols. New York 1974-1989, Acade-
mic Press.
14 Esa es la clara figura establecida en René Descartes: Discours de la Methode, Meditations
y en Description du corps humain. En Oeuvres Philosophiques. Ed. F. Alquie, Paris, Fran-
ce, 1963-1973. Una buena discusión de esta ruptura en Paul Bousquié: Le Corps, c'est in-
connue. Paris, L'Harmattan, 1997. Ver también de Henri Michel: Philosophie et Phenome-
nologie. Le Corps. PUF, 1965.
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mo. Y este es el que domina todo el la "naturaleza" que otras y son,


pensamiento eurocéntrico hasta pues, "infe(iores" a las que han lo- ·
nuestros días 15 grado alejarse lo más posible del es-
Sin tener en cuenta· ese nuevo tado de naturaleza.
dualismo no habría modo de expli- Contra ese trasfondo, es perti-
car la elaboración eurocéntrica de nente insistir que sin desprenderse
las idea de "género" y de "raza". de la prisión del eurocentrismo co-
Ambas formas de dominación son mo perspectiva de conocimiento, y,
más antiguas que el cartesianismo y en este caso específico, de la prisión
sin duda en el cristianismo medie- del dualismo entre "cuerpo" y no-
val se encuentran las raíces de tal "cuerpo", no puede llegarse lejos en
separación radical entre "cuerpo" y la lucha por liberarse de modo defi-
"alma". Pero Descartes es el punto nitivo de la idea de "raza", y del
de partida de su elaboración siste- "racismo". Ni de la otra forma de la
mática en el pensamiento europeo colonialidad del poder, las relacio-
"occidental". nes de dominación entre "géneros".
En la perspectiva cognitiva fun- La descolonización del poder,
dada en el radical dualismo carte- cualquiera que sea el ámbito con-
siano, "cuerpo" es "naturaleza", er- creto de referencia, en el punto de
go el "sexo". El rol de la mujer, el partida importa la descolonización
"género femenino" está más estre- de toda perspectiva de conocimien-
chamente pegado al "sexo", al to. "Raza" y "racismo" están colo-
"cuerpo" pues. Según eso es un "gé- cados, como ningún otro elemento
nero inferior". De otro lado "raza" de las modernas relaciones de po-
es también un fenómeno "natural" y der capitalista, en esa decisiva en-
algunas "razas" están más cerca de crucijada.

15 Sobre estas cuestiones, mi texto: Colonial1ty of Power and its lnstitutions. Documento del
Simposio sobre Colonialidad del Poder y sus Espacios. Binghamton University, April 1999.
New York, USA; también Fiesta y Poder en el Caribe (Notas sobre el libro de Angel Quin-
tero Rivera: SALSA, SABOR Y CONTROL México 199, Siglo XXI).

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