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Eso de que esta fruta es agua y poco más es una leyenda que
hay que desterrar.
Propiedades de la sandía
Es una fruta con un altísimo contenido en agua (250 g de sandía
equivalen a 220-230 g de agua), lo que la convierte en una fruta
excelente para calmar la sed en los meses más cálidos del año.
Beneficios de la sandía
La sandía posee propiedades depurativas y provoca una
sensación de saciedad que puede ser útil en las dietas de
adelgazamiento.
PREVENCIÓN CARDIOVASCULAR
La combinación de vitamina C, betacaroteno y licopeno hace de
la sandía un alimento que previene las enfermedades
cardiovasculares, el cáncer y muchas enfermedades crónicas y
degenerativas.
PARA ADELGAZAR
Resulta muy recomendable, además de para tratar la obesidad,
para los problemas de riñón y de vías urinarias.
AYUDA PARA EL HOMBRE
Cuando se come sandía, la citrulina, un aminoácido presente en
esta fruta, se convierte en el aminoácido arginina, que mejora la
producción de óxido nítrico, que a su vez relaja los vasos
sanguíneos, aumenta el flujo de sangre y tiene un efecto positivo
sobre la función eréctil en el hombre.
Eso sí, hace falta ingerir una buena cantidad al día (entre 400 g
y 1 kg) para que el nivel sanguíneo de arginina aumente de un
12 a un 22%. Por otra parte, algunos estudios asocian la citrulina
de la sandía y la arginina con ventajas en la diabetes de tipo 2 y
la obesidad.
La sandía en la cocina
Si se acierta con una sandía en su punto será difícil dejar de
comerla a tajadas, pero en la cocina también despliega todas sus
cualidades y permite preparar ensaladas, gazpachos y entrantes,
pinchos saludables, sorbetes, macedonias e incluso mermeladas
y fruta confitada. Solo hay que cortarla de diferentes maneras,
aliñarla con gracia, combinarla con ingredientes suaves o
cocinarla muy ligeramente para que no pierda jugosidad.
COMPRA Y CONSERVACIÓN
La mejor época de compra para esta fruta es el verano
(concretamente desde junio a agosto). A la hora de elegirla, debe
escogerse una pieza firme, pesada y muy poco brillante en
apariencia.