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i pronóstico de su enfermedad. La barre- actuar también de forma pedagógica 11 un modelo científico, en el que los pro-
ra relacional aparece vinculada a la ejercer el aprendizaje. fesionales ofrecen la información, o 1
agresividad de un entorno m u í tecnifi- Una definición de la relación profe- evidencia científica disponible, y dele-
! cado en el que la tecnología diagnóstica sional-paciente basada en valores debe gan la capacidad de decisión en los I
1 t ierapéutica, así como la cultura de la ser capaz de ayudar a los pacientes a pacientes. Este tipo de modelos consti- !
i ;ira blanca, delimitan funciones y expresar éstos a partir de la evaluación tuye una transferencia de las asimetrías 1:
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roles sin que, en ocasiones, se establez- previa de sus expectativas y de la orien- de autoridad más que una transición
j ca una sistemática apropiada de comu- tación profesional no coactiva. Para ello hacia un modelo cogestionado de rela-
nicación y de jerarquías de trato. se ha de adoptar un modelo deliberati- ción, por lo que formaliza un modelo
Las tres barreras mencionadas condi- vo de relación que requiere una forma- de práctica profesional defensiva.
' cionan la relación profesional-pacien- ción y un entrenamiento orientado a la La no incorporación de elementos de
te, mermando la capacidad de este últi- gestión de expectativas, el consejo pro- deliberación en la comunicación entre
fesional y a la negociación de las deci- profesionales y pacientes puede supo-
[
mo para ejercer el derecho a decidir de
forma autónoma, libre e informada. siones conflictivas. Obviamente, este ner el fracaso de la relación. Esta situa-
Lste tipo de situaciones obligan a tipo de relación implica la superación ción de fracaso relaciona] lleva a los
reconsiderar las bases contractuales del tradicional modelo de relación pacientes al desamparo, la soledad y el !l
que definen la relación entre profesio- paternalista basado en la autoridad que desencanto, lo que, a su vez, sólo ofrece !i
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nales y pacientes, defendiendo clara- emana de la asimetría de conocimien- cuatro tipos de salidas individuales: la
mente los valores asociados a esta rela- to, de la indefensión psicológica y física lealtad sumisa al modelo autoritario, la
ción. Ello supone cambiar muchas de J! de las barreras relacionales. Por otro negación de la enfermedad, el abando- i:
las actitudes establecidas en torno a lado, la superación del modelo pater- no terapéutico o la fuga hacia otras for-
mecanismos defensivos de actuación. nalista no debe llevar la relación hacia mas asistenciales. como son las medici- !
Ejemplos de estas actitudes son los
consentimientos informados genéricos
Íirmados desde la indefensiin propia
de la ignorancia, la prescripción de pro-
cedimientos sin comunicacion previa
de la intencionalidad de los mismos o
la utilización de actores secundarios de
la relación profesional-paciente en los
procesos de comunicación con los
enfermos o sus familiares.
La relación entre profesionales )J
pacientes debe reivindicar la incorpo-
ración de valores básicos que permitan
un ejercicio más simétrico de la rela-
ción. como son: la confianza mutua. el
respeto, la comprensión, el afecto, la
veracidad, la privacidad, la confiden-
cialidad y la lealtad. Ello obliga a redefi-
nir las bases contractuales de la rela-
ción en términos de valores humanos y
no sólo de valores competenciales o
técnicos. Esta orientación de la relación
a un mayor equilibrio entre la curación '