Está en la página 1de 4

OPINIÓN: El sllenclo de los paclentes

de conceptos como el de atención inte-


gral del paciente. A esta variedad se une
la dificultad en Favorecer la coordina-
ción entre profesionales sanitarios,
entre especialidades y entre niveles
asistenciales. La delimitación de los
territorios de actuación profesional
tamientos posibles y disponer de una ción y tecnificación de los procesos parece estar basada más en criterios
historia clínica tan precisa, e1,pacienre diagnósticos y terapéuricos, existen corporativistas o de ámbitos compe-
experimentaba una sensakión de otros factores que han promovido esta tenciales que de necesidades de los
secuesrro. La incertidumbre producida tendencia a favorecer el trato de la pacientes.
por no saber qué iba a pasar y la inca- enfermedad sobre el enfermo. Posi-
pacidad para comprender los aconteci- blemente, la principal causa de dicha
mientos recientes h a b í h alimentado tendencia surge del tipo de formación
un sentimiento de soledad e indefen- profesional recibida. De esta forma, la El toque humano
sión propio de quien, queriendo esca- formación de los profesionales sanita-
par de una situación que le es adversa, rios en enfermería y en medicina está Posiblemente, la mejor forma de
se ve obligado a vivirla sin escapatoria. condicionada por dos tipos de influen- entender la importancia que tiene el
Así, a una historia clínica correctamen- cias: la carrera universitaria y la expe- cuidado para el paciente sea ocupar el
te orientada desde el punto de vista clí- riencia clínica de las prácticas profesio- lugar del mismo. En otras palabras, se
nico se asociaba un abordaje inadecua- nales. Con respecto a la formación trata de adoptar el rol del enfermo por
do desde una perspectiva emocional. académica, a pesar de los esfuerzos rea- unos momentos e intentar vivir de
lizados en los Úitimos años, los planes cerca esa situación de incertidumbre y
de estudio siguen ignorando el entre- encamamiento. El principal hallazgo
Curación y cuidado: idos namiento académico en humanidades.
Esta negligencia. persistente en el tiem-
que uno encontraría al situarse en la
piel del paciente de la historia clínica
conceptos antagónicos? po, se ve reforzada con las primeras descrita al inicio del artículo es la pre-
experiencias profesionales, al exponer- sencia de la doble enfermedad: la física
A muchos de los lectores de este ar- se los estudiantes a roles de referencia y la emocional. La enfermedad no sólo
ticulo la historia antes descrita les pare- más centrados en la orientación orga- es el resultado de una alteración fisio-
cerá coudiana. Dicha historia refleja el nicista de la enfermedad y en el con- patológica, sino también la expresión
desequilibrio existente entre una aten- cepto de curación. De esta forma, el de una modificación del humor. La
ción sanitaria orientada cada vez más al modelo educativo actual perpetúa la doble enfermedad es el resultado de
tratamiento de la enfermedad y u n transmisión de un conjunto de valores una alteración del bienestar físico y del
trato que no prioriza suficientemente el orientado hacia la tecnología más que psicológico. En este sentido, una aten-
cuidado de las necesidades de la perso- los pacientes. ción integral del paciente requiere la
na como enfermo. Ambos conceptos, Un segundo factor que dificulta el implementación de esfuerzos coordi-
curación y cuidado, deberían ser en mayor acercamiento de los profesiona- nados para cuidar ambas necesidades,
principio compatibles y complementa- les hacia los sentimientos del paciente. la física y La emocional.
nos. A pesar de ello, la creciente evolu- además de la formación apropiada, es Entender al enfermo requiere, aparte
ción de los sistemas sanitarios hacia la la limitación de los recursos humanos de tener en cuenta la doble enferme-
tecnificación y la especialización tiende disponibles para ejercer tal Función. dad, ser capaz de valorar sus diferentes
a destacar el concepto de curación y a Cualquier refuerzo de la comunicación necesidades y expectativas. También se
dejar en segundo término el de cuida- entre el profesional y el paciente pasa deben disminuir las tres barreras que
do. No se debería olvidar que lo antago- por disponer del tiempo necesario para delimitan la sensación de soledad e
nico de cuidar es descuidar y que el dotar de humanismo la relación entre indefensión del paciente: la física, la de
concepto de atención sanitaria está ambos. conocimiento y la relacional. La barrera
diseñado para cuidar todas las necesi- Un tercer factor que dificulta el cui- Física está relacionada con el deterioro
dades de los pacientes. dado de los pacientes es la interprera- funcional y psicológico, lo que le impi-
Además de la creciente especializa- ción tan variable que se puede realizar de ejercer sus actividades cotidianas
con normalidad. La de conocimiento
está asociada a las asimetnas de infor-
mación y experiencia entre los profe-
sionales y los pacientes. así como a la
por lo quo su ace;otixidn comd ta! ,&e& 5,-r sensación de incertidumbre que estos
m& uflg cofidicjdn rif ~ar&raprg$z;'jjocai -3:
'1 - Últimos experimentan con respecto a la
evolución de los acontecimientos rela-
cionados con su estado actual y el

Rev ROL Enf 1999; 22(7-8)


508
--
OPINIÓN: El silencio de los pacientes

I
!
i pronóstico de su enfermedad. La barre- actuar también de forma pedagógica 11 un modelo científico, en el que los pro-
ra relacional aparece vinculada a la ejercer el aprendizaje. fesionales ofrecen la información, o 1
agresividad de un entorno m u í tecnifi- Una definición de la relación profe- evidencia científica disponible, y dele-
! cado en el que la tecnología diagnóstica sional-paciente basada en valores debe gan la capacidad de decisión en los I
1 t ierapéutica, así como la cultura de la ser capaz de ayudar a los pacientes a pacientes. Este tipo de modelos consti- !
i ;ira blanca, delimitan funciones y expresar éstos a partir de la evaluación tuye una transferencia de las asimetrías 1:
I:
roles sin que, en ocasiones, se establez- previa de sus expectativas y de la orien- de autoridad más que una transición
j ca una sistemática apropiada de comu- tación profesional no coactiva. Para ello hacia un modelo cogestionado de rela-
nicación y de jerarquías de trato. se ha de adoptar un modelo deliberati- ción, por lo que formaliza un modelo
Las tres barreras mencionadas condi- vo de relación que requiere una forma- de práctica profesional defensiva.
' cionan la relación profesional-pacien- ción y un entrenamiento orientado a la La no incorporación de elementos de
te, mermando la capacidad de este últi- gestión de expectativas, el consejo pro- deliberación en la comunicación entre
fesional y a la negociación de las deci- profesionales y pacientes puede supo-

[
mo para ejercer el derecho a decidir de
forma autónoma, libre e informada. siones conflictivas. Obviamente, este ner el fracaso de la relación. Esta situa-
Lste tipo de situaciones obligan a tipo de relación implica la superación ción de fracaso relaciona] lleva a los
reconsiderar las bases contractuales del tradicional modelo de relación pacientes al desamparo, la soledad y el !l

que definen la relación entre profesio- paternalista basado en la autoridad que desencanto, lo que, a su vez, sólo ofrece !i
!1
nales y pacientes, defendiendo clara- emana de la asimetría de conocimien- cuatro tipos de salidas individuales: la
mente los valores asociados a esta rela- to, de la indefensión psicológica y física lealtad sumisa al modelo autoritario, la
ción. Ello supone cambiar muchas de J! de las barreras relacionales. Por otro negación de la enfermedad, el abando- i:
las actitudes establecidas en torno a lado, la superación del modelo pater- no terapéutico o la fuga hacia otras for-
mecanismos defensivos de actuación. nalista no debe llevar la relación hacia mas asistenciales. como son las medici- !
Ejemplos de estas actitudes son los
consentimientos informados genéricos
Íirmados desde la indefensiin propia
de la ignorancia, la prescripción de pro-
cedimientos sin comunicacion previa
de la intencionalidad de los mismos o
la utilización de actores secundarios de
la relación profesional-paciente en los
procesos de comunicación con los
enfermos o sus familiares.
La relación entre profesionales )J
pacientes debe reivindicar la incorpo-
ración de valores básicos que permitan
un ejercicio más simétrico de la rela-
ción. como son: la confianza mutua. el
respeto, la comprensión, el afecto, la
veracidad, la privacidad, la confiden-
cialidad y la lealtad. Ello obliga a redefi-
nir las bases contractuales de la rela-
ción en términos de valores humanos y
no sólo de valores competenciales o
técnicos. Esta orientación de la relación
a un mayor equilibrio entre la curación '

y el cuidado, y entre las necesidades *


físicas las emocionales, debería supo-
J!

ner la adopción de una actitud más


proactiva que reactiva y más pedagógi- ..
ca que defensiva por parte de los profe-
sionales hacia los pacientes. En este
sentido, la relación profesional-pacien-
te es fundamentalmente un acto de
comunicación donde la acción tera-
péutica debería estar orientada hacia la
curación y el cuidado de la doble enfer-
medad. Por otro lado. dicha relación
ofrece una oportunidad única para

Rev ROL Enf 1999; 22(7-8)


509
i0~1 (8-L)ZZ SI6661 lu3 708 Aa8 .~
.ouis!ui lap uo!s!pa V I as~i?g~duio3e aqap o~!ieui~oj ~
O S ~ ~ O Joi!spdo~d la u03 soppuas ou solua!ui
d
ua uo!sc~oqclosns ~ o soS!nc3 v u a l a ~ a1s3 .sale!sos se!sua!s ua o~y!sadsa -!iuas ~!Dui_lh -ien]sc anb uaua!~anb
y .ol!~ssnucuiaisa ap ~ c u ~ i u ~ uo!s l a ~ d oiua!uicua~~ua,i uo!sr?ui-ioj eun ua] la ua 'os!u!p o!~euassaun 0 ~ 1 0 31e!suai
..~a,,cun e sc!sua~aSns.i so!Jeiuauios -a!nba~*so~io a m a 'o.y~!s~aos ou oias -S!SVoixaiuos la Jwap!suos anb Jaual
511s ~ o do!qn~-o.i~e.~cx 'a ~ , I J L ' ]y~ -uos Á op!l~cduiosuo!s!sap ap osaso~d e saleiio!sajo~d sol e -ieDC!~qoapand
*sale]oui sop~ansesapap uo!se!so8au uo!suaui!p eui!lln eisa ap uo!suaie
S O I U ~ ! L U ! ~ ~ P B - @ 'se!sua~aja~d 'se,\!ieisadxa 'salop:, u02 e l ~~euo!souia-os!Dp~os!sd uo!suaui!p
sopeuo!scla] soidasu03 .opua!sa~jo el a ~ a i l eanb el h es!s!j uo!sunj el
'eilcj u!le anb upe uysa ou epenpe18ald iio!seui~oj E e13aje anb al 'papauilajua alqop el ap
ou!uies la lallosa1 E i1e..inq!lluos sal ap seuie180.1d sol .aluaualq!sod .anb ope!do~des g u oiua!ueie~iun 'oiuel
-0pi2sol up!3Cui10j El 'oiua!ui!souos sapep!ueuiny ua oiua!ueua~iiia.i uo!s 01 ~ o d,í 'oiua!ur!souosa~ un ai!ui~ad
la apsap saiua!scd rol ap sapepIsa2au -euloj ap s o s a ~ o ~sol d ap uo!saz!lr?!s uo!seur!xo~dr!eis3 .eurs!ui e [ ap pcp!.\!i
se1 e!seq cs!ls!loq S Y J L ~ ? ! ~ L . L ~ ! s-adsa o J ~ eun
~ a ~ a ! n b asoui!ll~
~ soisa ap SEA -3aje el.ua ua!qurei ou!s 'e!lEi!ues uop
eun ,i $]ep!ns .i 1clns a m a ope!d -!isaje sapepsasau se1 ap opep!ns la ua -uale el ap papp!isaja el ua oloscpeseq
- o ~ d escui asiielaq un .aluaLiialq!sod apeseq saiua!sed .i saleuo!sajold aliiia ~ e l s aaqap ou leuo!sajo~d es!lsg~d
yJei!ues uo!suaie el ap pEp!leJ ~o!aiu uo!sela~ eun ap uo!ses!pu!~!a~ el * c u ~ o j el anb sa uo!se~ap!suos cpun8as eun
eun e!seq opesa-iSo~deq as ,salcuo!s Pisa a a .saleuo!sajo~dsol e oiua!uie~s!e .SOIS?ap se!sua~aja~d .i sa~op.\
-ajo~dsol ap ozlanjsa [e sc!se~S'sove ap uo!sesuas visa ~ ! ~ a j s ueDuodns e~i ou so1 eiuans ua uaDua1 anb c.\!ieJaq!lap
soui!~lnsol ua anb cpnp eudii!u aqe3 saiua!sad sol ap papalos el l!nu!uis!p uo!ses!unuos ap soiuaurala opuapou
ou ilal~osal~ o douluies une epallb e epeluayo eA!ie!s!u! ~a!nblvnsanb ap - o ~ d.alq!sod vas anb a~duia!ssaiua!scd
anb ap ~ e s a dtr .sepueuiap sale] J!unsc 0qsa.q le r?pualajal laseq anb eypuai sol ap sapep!sasau se1 e asleidape
ue~a!pndanb c ~ e epensape
d u?!seui~o] up!se~ap!suo2 e i ~ e n sel 'aiuauleu!d ap el las aqap sa]euo!sajold sol ap
el .bo!paui so1 sal~asa~jo ap cj~aqap .uapua!ii, sol anb ripsunj E? .~r?lqeyap. pep!sede2u! ap
3a!quc1 pnles el ap saleuo!sajo~d saleuo!sajo~d !i saIc!suais!se sala.\!u anb puo!sajo~d elaplos ap uo!s!puos
'01 E oluei aDpa anb pepa!sos eun 'op!] saiua~aj!psol uos sauo!selal sns auaplo eun qui las apand pi ouros uo!seidase
?P u?!lsas aP oJlua3 un 1~313ap pep!l o s a s o ~ d lap pep!leu!pn1!2uol el d
-!q!sod el alsnta vu!s!paui El ap .i e ! ~ a ~ u pep!nu!iuos el ~ ! d u n ~ ~lea ~e!lei!ues
u!
-1aJua el ap 0 d u i ~ 3la u3 .seuis!u se1 uo!sua~eel ap pepqes el legrip apand
,p o!s!s~a!a ~o!auila ~ a s e qe ~ e dso!paui sale!suais!se sala.yu a ~ i u a,C se!lei!ues .ou~ajualap
nllodo el als!x.a 'soluauioui soisa u3 arib Ellas uo!se~ap!suos e ~ a s ~ eun
ai ua alq!i~ejsgur sa 'saiua!sed sol ap ou
'SeP .olanp ap sauo!seni!s se1 ua saiua!sed -opueqe le ñ @nj el e epe!sose asalede
!l~vduiossauo!s!sap ap osaso-id un so1 e a~uauiepe!do-ide ~egeduio2e anb o~!inade~ai ueld la uos oiua!u!ld
qe3 e J ~ I ~ ~ I I
ai!m~adanb Ieuo!saJ o salqepc~Desapse!s!iou ~!i!uisue~i ap -unsu! ap uo!sen~!se7 .se.~!~eu~a~\esau
)-id orasuos la .i opez!jcnist o ~ y ! ~ i r a ! ~
lua!ui!souos la ~viio!s.iodo~duep
~nS d O J ~ U Isol
! Janb
~ la ua 'aiua!s~d.i :,S -.- c.s; ,ii-i,. E.;,.t.,
7 ) 'bl ( - - u , /t . , i . ,

También podría gustarte