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4.1. Introducción
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4.2.1. Descripción externa
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Carrasco Leiva, A. (2004): “las deficiencias detectadas en lectura,
escritura y expresión oral nos llevan hacia las topologías textuales como
los espacios discursivos idóneos para poner en funcionamiento los saberes
lingüísticos”.
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apartado denominado De otra manera, una sección con alternativas de
trabajo y planteamientos diferentes, se elige siempre una tonalidad más
oscura para el fondo y un color diferente para sus epígrafes. Como vemos,
los elementos gráficos sirven para distinguir secuencias de actividades
complementarias o alternativas. Si bien, estas notas diferenciadoras se
repiten en todas las unidades con objeto de simplificar la actuación del
profesor.
También los índices iniciales de cada unidad didáctica del libro del
alumno se presentan en tablas con tonalidades diferentes a las del conjunto
y se destacan en otros tonos las referencias a aquellas actividades finales
dirigidas a la profundización o el repaso.
Por otra parte, las guías de los libros de texto comentados explican
las causas de la elección de esos rasgos visuales. Inciden en el hecho de
que estamos ante itinerarios alternativos para facilitar de nuevo la
intervención del profesor en la elección del más adecuado para cada grupo-
clase. Sin embargo, las explicaciones que justifican la elección de esos
colores diferentes para cada apartado sólo son conocidas por los profesores
y no por los alumnos. Sólo los primeros cuentan con las indicaciones
suplementarias que les explican el porqué de esa diferencia gráfica.
Por otra parte, observamos otros elementos visuales que dan una
impresión de mayor dinamismo, tales como la presencia de distintos
colores, recuadros e imágenes para atraer la atención del estudiante.
El código de color sirve para dar claves sobre cómo se han ordenado
los contenidos en la secuencia didáctica, así el color verde marca el número
de cada unidad y sus distintos apartados y el rojo destaca y diferencia el
tipo de información, bien conceptual o bien procedimental. Finalmente, el
color de fondo determina si se trata de un apartado de recapitulación o si
estamos ante información adicional.
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No encontramos en los libros del alumno elementos visuales que
supongan indicaciones gráficas del tipo de destreza, ni símbolos sobre
estrategias de aprendizaje, como ocurre en otros manuales. Esa información
se incluye únicamente en los libros del profesor. Se consigna de forma
verbal y no simbólica, dado que no se emplean recursos estéticos
demasiado llamativos.
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didáctico adoptado; la selección y la ordenación de los contenidos que van
a ser objeto de aprendizaje; la adecuación de cada una de las actividades y
tareas; las competencias que se espera que los alumnos desarrollen; la
explicación de la estructura de cada unidad didáctica y la forma de
evaluación que proponen.
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programaciones y al llevar al aula las secuencias de actividades. En las
guías didácticas de Para narrar y Para informarse se detalla que se han
integrado los bloques relativos al aprendizaje del uso de la lengua en las
distintas unidades:
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Reflexión sobre la lengua. Como ocurre en Para narrar, se relaciona
siempre que es posible con el bloque anterior ya que se considera que el
estudio de la Gramática debe contribuir al aprendizaje lingüístico.
4.2.2.1. El destinatario
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El destinatario de estos manuales está desarrollando su capacidad
para comprender la lengua escrita en todas sus modalidades. Los
estudiantes son hablantes capaces de satisfacer las necesidades
comunicativas básicas de la vida diaria y tratan de afianzar sus
conocimientos, adquirir seguridad y acceder a nuevos ámbitos de
comunicación.
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4.2.2.2. Los contenidos, objetivos, competencias y estrategias
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análisis y producción de textos presentan estrategias y técnicas necesarias
para que el alumno se enfrente con eficacia a los actos de comunicación.
Así se incluyen tareas que permiten al alumno identificar la adecuación de
los textos incluidos a diversas situaciones de comunicación y el
reconocimiento de la estructura de los tipos de textos estudiados de acuerdo
con las convenciones de cada género de texto, conectores, pronombres,
procedimientos léxicos, etc.
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esquemas sintácticos necesarios y si aplican debidamente las normas
gramaticales y ortográficas.
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interpretación y expresión de distintos discursos contando con las
convenciones sociales y los valores culturales según con el contexto y la
intención comunicativa.
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contexto social en que se actúa, planificar relatos distintos según su
finalidad y el lugar social al que están destinados o escribir y revisar los
relatos para que estén de acuerdo con la situación de comunicación
correspondiente. En Para informar(se) 2º de ESO se dedica también esta
primera unidad a aprender a identificar las características que distinguen
diferentes situaciones de comunicación; a distinguir funciones o registros
de acuerdo con el tema y a contar con la relación entre los interlocutores y
el canal en la producción de los textos expositivos propios.
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descriptivos que recogen procesos históricos y culturales y textos
argumentativos que reflejan datos, testimonios y opiniones que se
relacionan con el uso social de la lengua.
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personal, público, profesional, educativo. El alumno puede definir su
imagen personal al leer y redactar correos electrónicos o cartas de diverso
tipo (en Para narrar) ; aprender a preparar breves informes como los que
luego tendrá ocasión de llevar a cabo en su vida profesional (como los que
se piden a los alumnos en ambos libros de texto sobre sus lecturas
preferidas); reconocer la diferencia entre registro y variación social
(Unidad 1 de Para narrar); identificar el contexto social de distintas
descripciones (Unidad 2, Cómo son las cosas, Para informar(se)),
explicaciones (Unidad 4, Buscar respuestas, Para informar(se)),
argumentaciones (Unidad 5, Defender nuestra opinión, Para
informar(se))… o ser capaz de reconocer distintos tipos de descripciones
según el marco social en que se usan, así atlas, libros de geografía o
enciclopedias (Unidad 2 de Para informarse, apartado De otra manera).
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Muchas de las propuestas de trabajo consisten en escribir a partir de
esos modelos. Desarrollar estas habilidades implica aprender las
características discursivas, textuales y lingüísticas de los textos literarios.
Recordamos algunas como escribir un argumento (unidad 2, Para narrar);
redactar un cuento, una noticia de sucesos, una entrevista o una carta al
director a partir de un argumento dado (unidad 1, Para narrar); imaginar
una historia paralela a la de un cuento dado e inventar un desenlace
(Unidad 2, Para narrar);contar una anécdota como si se hubiera sido
testigo de ella utilizando expresiones de agrado o desagrado (Unidad 3,
Para narrar); elegir un narrador y contar una historia (Unidad 3, Para
narrar); imitar poemas como la Oda al Reloj de Pablo Neruda convirtiendo
un objeto vulgar en uno atractivo por medio de comparaciones y metáforas
(Unidad 2 Para informarse) o inventar seres ficticios como J.L.Borges en
El libro de los seres imaginarios.
4.2.2.3. La estructura
Para narrar está formado por seis unidades didácticas que abordan
las particularidades de la tipología textual narrativa: las situaciones y
acciones de comunicación (Unidad 1), la planificación de relatos teniendo
en cuenta sus elementos y estructura (Unidad 2), las formas que tiene el
emisor para indicar el conocimiento o valoración de los hechos narrados y
los tipos de narrador (Unidad 3), los planos y puntos de vista, las formas
de organizar la descripción o el orden en que se presentan las propiedades
de los personajes (Unidad 4) y los procedimientos para contar lo que los
protagonistas hacen, lo que les sucede o lo que dicen (Unidad 5). Esta
unidad presenta además las características de los textos dramáticos.
Finalmente, la unidad 6 distingue tres grandes tipos de obras literarias, la
narración, la poesía lírica y el teatro y aborda los géneros de cuento, entre
ellos, los fantásticos.
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La estructura de Para informar(se) tiene presente el desarrollo de las
distintas destrezas comunicativas y se articula en torno a las características
del texto expositivo y argumentativo: las situaciones y las funciones
comunicativas de los textos informativos (Unidad 1), las descripciones
valorativas o técnicas como parte de los textos informativos (Unidad 2), las
descripciones de procesos como medio para informar, sus elementos,
recursos y fases (Unidad 3), la explicación como forma de exposición, sus
tipos y partes (Unidad 4), las situaciones de comunicación de los textos
argumentativos, los tipos de argumentos y los estereotipos (Unidad 5) y los
géneros literarios (Unidad 6).
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La unidad dos La narración sigue un plan pretende que los
estudiantes reconozcan la estructura básica de un relato. Además,
considera necesario aprender a planificar, redactar y revisar su argumento.
Por eso se propone distinguir entre el orden en que suceden los
acontecimientos y el orden en que éstos se cuentan en el relato y entre el
tiempo de los hechos narrados y el tiempo en que se narran. Esa finalidad
concreta lleva a incluir como contenidos gramaticales los valores de los
tiempos verbales más usuales de la narración, las formas personales y no
personales de verbo, las perífrasis y los valores semánticos del sujeto:
como agente, paciente y causa.
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recursos en la expresión escrita y que el proyecto de trabajo escrito sea
convertir un relato en un texto dramático introduciendo acotaciones. Con
respecto al conocimiento gramatical, es necesario identificar la estructura
de un sintagma verbal y sus componentes.
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La unidad 4 Buscar respuestas se dedica a la explicación como
actividad comunicativa. Su objetivo es que el alumnado reconozca los
diferentes textos explicativos y sepa decidir cómo redactar este tipo de
escritos de acuerdo con la situación comunicativa en que se enmarcan. Por
otra parte, permite aprender a reconocer otros textos, tales como artículos
de divulgación, explicaciones técnicas o legendarias. El bloque de reflexión
gramatical se dedica a la formulación lingüística de las relaciones lógicas
más frecuentes en este caso, las de causa y consecuencia. Como colofón, es
preciso elaborar un artículo divulgativo dirigido a un medio de
comunicación.
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rasgos de personalidad, a tipos de juegos, música, cotilleos, ritos,
tradiciones, mitos... El objetivo es elaborar libros de texto atractivos y
cercanos a los intereses de los estudiantes.
4.2.2.4. La evaluación
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Los materiales comentados señalan que han tomado como referencia los
criterios de evaluación fijados por el currículo oficial6. Recordamos que
estos documentos describen la competencia que se espera que el estudiante
desarrolle como resultado de su trabajo. Los criterios están formulados
como tareas lingüísticas complejas y permiten para establecer la madurez
de los estudiantes en el uso de la lengua.
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Decreto 1631/2006, de 29de Diciembre (BOE, 5 de enero de 2007).
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Hay otras referencias a la evaluación en los libros del alumno, así en
todas las unidades didácticas se presentan indicaciones sobre los criterios
de evaluación en el apartado de Objetivos, considerado una llamada de
atención inicial sobre las intenciones de cada sesión. Las guías del profesor
insisten en la conveniencia de la lectura de estos cuadros por parte de los
alumnos y el comentario posterior con el profesor como factor
determinante para fijar los aprendizajes que se espera conseguir. Ello hace
posible valorar los conocimientos e ideas previas de los alumnos y sirve de
elemento introductorio de lo que será después el trabajo de la unidad.
Como hemos indicado ya, están redactados en primera persona de plural
para adaptarse a un receptor que requiere todavía la colaboración estrecha
del docente en la ejecución de las tareas, “Vamos a aprender que”,
“Vamos a aprender a”, “Sabremos que…”, “Sabremos cómo”.
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recogen lo más importante de cada sesión. El apartado fijo de ampliación o
profundización De otra manera se asemeja también a una unidad final de
revisión porque recoge actividades para que el estudiante evalúe su proceso
de aprendizaje en relación con los contenidos y objetivos presentados en las
unidades anteriores, bien como ampliación o como profundización.Todas
esas actividades tratan de favorecer la autonomía progresiva siempre en
el contexto de la propia actuación lingüística.
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pretenden observar la madurez del alumno en el uso de la lengua, su
actitud ante el aprendizaje, sus habilidades de comprensión y de producción
de textos orales y escritos y su competencia literaria. Ribas (2010)7
recuerda que los nuevos currículos, basados en competencias, ponen de
relieve la dificultad de buscar formatos nuevos para evaluarlas. Leer,
escribir, expresarse oralmente son actividades complejas que suponen
conocimientos a distinto nivel. Recordamos que los libros que comentamos
proponen medios para la evaluación en el proceso con actividades
complejas de comprensión y composición escrita con propuestas para su
evaluación. Así se trata de que el alumno analice no sólo el producto final
sino las operaciones que le han permitido llegar a él.
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Citamos aquí algunos autores que se han ocupado del estudio de esta
perspectiva didáctica, Nunan, D. (1989) y Littlewood, W (1992)8. Este
enfoque no considera la lengua como un sistema de señales que nos
permite transmitir significados sino que da prioridad a la finalidad
funcional del lenguaje. La enseñanza de una lengua debe ocuparse de
transmitir lo que las personas hacen con esas formas cuando quieren
comunicarse e incidir en una perspectiva interactiva que entiende la lengua
como una actividad cooperativa. Se supera el límite oracional y se
atiende a la comprensión y producción de los distintos tipos de textos y de
sus características. Así en los libros de texto analizados encontramos
actividades sobre tipología textual y sobre conectores, que son el reflejo de
las aportaciones del análisis del discurso a la enseñanza de la lengua.
8 Estos textos señalan las peculiaridades de los enfoques comunicativos frente a la perspectiva estructural
del lenguaje.
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importancia, el objetivo y los métodos de la actividad de aprendizaje. Ya
hemos comentado este deseo en los libros de texto analizados que se
materializa al presentar cuadros iniciales de las unidades, los objetivos de
cada unidad o cuadros informativos de los distintos apartados.
9 Como se argumenta en González Nieto, Luis y Zayas, Felipe (2008) “El currículo de Lengua y
Literatura en la LOE”. Textos. Didáctica de la lengua y de la literatura. pp. 16-35.
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combinada. Sin embargo, echamos en falta la presencia de material sonoro
en este proyecto y, por consiguiente, apartados con actividades de
comprensión auditiva, actividades de conversación o de escritura derivadas
del mismo. Si bien es cierto que la integración entre los aprendizajes
relativos al lenguaje oral y al escrito es posible mediante la adaptación al
contexto del aula de muchas de las actividades y a que los proyectos de
trabajo favorecen el desarrollo de esta destreza.
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marcos de actuación comunicativa, a fin de que los alumnos puedan
desarrollar papeles creativos en el aula.
4.3. Actividad
Visite las páginas de las siguientes editoriales y haga una relación de las
publicaciones didácticas más actuales para la materia de Lengua castellana
y Literatura.
Editorial Anaya
http://www.anayamascerca.com/
Editorial Vox
http://www.vox.es/cgi-bin/index.pl#
Santillana Santillana
http://www.santillana.es/catalogo.html?lang=es
SM
http://www.profes.net/librostexto.asp
Everest
http://www.everestdirecto.com/index.asp?mat=720
EDITORIAL http://www.editorialteide.es/
TEIDE
Ediciones Tilde, S. L.
http://www.tilde.es/
Edebé
http://www.edebe.com/
Oxford
http://www.oup.com/es/educacion/catalogo/
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4.4. Bibliografía
Andión Herrero, M.ª A. (2003): “El léxico americano en los manuales españoles de
E/LE. Consideraciones”. En Homenaje a Humberto López Morales, Arco/Libros,
vol. I, pp. 105-106.
Cassany, D. et al. (1994): Enseñar lengua, Barcelona, Graó.
Bello Estévez, P. (1990). Didáctica de las segundas lenguas. Estrategias y recursos
básicos, Santillana.
Colomer, T. y A. Margallo (2004): “La literatura en los nuevos manuales de la
Educación Secundaria Obligatoria”. En Textos. Didáctica de la Lengua y de la
Literatura, 36: 43-68.
Fernández López, M.ª C. (1995): “Materiales didácticos de E/LE: una propuesta de
análisis”. En Cuadernos Cervantes, 5: 54-57.
Gallardo Sánchez, M. C y A. Carrasco Leiva (2004): “Los libros de texto: objetos de
deseo”. En Textos. Didáctica de la Lengua y de la Literatura, 36: 33-43.
González Nieto, L. y F. Zayas (2008) “El currículo de Lengua y Literatura en la LOE”.
En Textos. Didáctica de la Lengua y de la Literatura, 48: 16-35.
Jimeno Capilla, P. (2000): “La enseñanza de la lengua en la enseñanza de la ESO
(balance y perspectivas)”. En Textos. Didáctica de la Lengua y de la Literatura,
24: 73-85.
Littlewood, W. (1992): La enseñanza de la comunicación oral. Un marco
metodológico. Paidós comunicación.
Lomas, C. y A. Osoro (eds.) (1994): El enfoque comunicativo de la enseñanza de la
lengua, Barcelona, Paidós.
Lomas, C. (coord.) (1996): La educación lingüística y literaria en la enseñanza
secundaria, Cuadernos de formación del profesorado, ICCE_Horsori, Barcelona.
Lomas, C. et al. (1993) Ciencias del lenguaje, competencia comunicativa y enseñanza
de la lengua. Barcelona. Paidós.
Lomas, C. y A. Tusón (2009): Enseñanza del lenguaje, emancipación comunicativa y
educación crítica: El aprendizaje de competencias comunicativas en el aula.
México. Edere.
Nunan, D. (1989): El diseño de tareas para la clase comunicativa. Cambridge
University Press. Cambridge.
Ribas, T. (2010): “La evaluación en el área lingüística”. Textos, 53: 10-21.
William L. (1981): La enseñanza comunicativa de idiomas. Cambridge University
Press.
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