Está en la página 1de 15

Requisito especial en demanda del obligado a prestación de alimentos

Deja un comentario

LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY 29486

Por: Marco Antonio Celis Vásquez[1]

1.- INTRODUCCION.-

En el mes de Diciembre del año 2009, entró en vigencia la Ley


número 29486, la misma que modificó el Código Procesal Civil,
incorporando el artículo 565-A, el mismo que incorpora como un
requisito especial para la admisión de la demanda de reducción,
variación, prorrateo o exoneración de la pensión alimenticia, que el
demandante obligado a la prestación de alimentos, acredite
encontrase al día en el pago de la pensión alimenticia.

Así pues, antes de analizar tal modificación a la ley adjetiva, es


necesario advertir la configuración legal de cada una de las
variantes de la pretensión alimentaria:

Reducción de alimentos: Se encuentra prevista en el artículo 482


del Código Civil, prescribiendo que la pensión alimenticia se reduce
según la disminución que experimenten las necesidades del
alimentista y las posibilidades del que debe prestarla. Cuando el
monto de la pensión se hubiese fijado en un porcentaje de las
remuneraciones del obligado, no es necesario nuevo juicio para
reajustarla. Dicho reajuste se produce automáticamente según las
variaciones de dichas remuneraciones.

Variación de alimentos: Se encuentra prevista en el artículo 484


del Código Civil, según el cual, el obligado puede pedir que se le
permita dar los alimentos en forma diferente del pago de una
pensión, cuando motivos especiales justifiquen esa medida.

Prorrateo de alimentos: Se encuentra previsto en el artículo 477


del Código Civil según el cual, cuando sean dos o más los
obligados a dar los alimentos, se divide entre todos el pago de la
pensión en cantidad proporcional a sus respectivas posibilidades.
Sin embargo en caso de urgente necesidad y por circunstancias
especiales, el juez puede obligar a uno solo a que los preste, si
perjuicio de su derecho a repetir de los demás la parte que les
corresponda.
Exoneración de alimentos: Se encuentra previsto en el artículo
483 del Código Civil, según el cual, el obligado a prestar los
alimentos puede pedir que se le exonere si disminuyen sus
ingresos, de modo que no puede atenderla sin poner en peligro su
propia subsistencia, o si ha desparecido en el alimentista el estado
de necesidad. Tratándose de hijos menores a quienes el padre o la
madre estuviesen pasando una pensión alimenticia por resolución
judicial, esta deja de regir al llegar aquellos a la mayoría de edad.
Sin embargo si subsiste el estado de necesidad por causas de
incapacidad física o mental debidamente comprobada o el
alimentista esta siguiendo una profesión u oficio exitosamente,
puede pedir que la obligación continúe vigente.

Así pues, con la entrada en vigencia de la ley 29486, se exige a


cualquier deudor alimentario que pretenda accionar judicialmente,
exoneración, reducción, variación o prorrateo de alimentos,
acreditar encontrase al día en la pensión alimenticia a la que
estuvo obligado, posición parecida pero no similar al requisito de
procedibilidad que se exige a la persona que pretenda accionar
judicialmente divorcio por la causal de separación de hecho y cuyo
sustento normativo se encuentra previsto en la ley 27495, y previsto
en el artículo 345-A del Código Civil, pero que en el fondo entrañan
diferencias sustanciales debido a la finalidad distinta de cada
acción y que paso a detallar.

2.- EL REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD DE EXIGIR


ENCONTRASE AL DIA EN LA PENSION DE ALIMENTOS A LA
QUE ESTUVO OBLIGADO EL ACREEDOR ALIMENTARIO
IMPORTA DIFERECIAS SUSTANCIALES ENTRE LAS
DISTINTAS VARIANTES DE LA OBLIGACION ALIMENTARIA.

DESLINDE EN EL CASO DE LA PRETENSION DE


EXONERACION DE ALIMENTOS

Es preciso remarcar que, dicho requisito de procedibilidad no


vulnera en modo alguno el derecho a la tutela judicial efectiva, en el
caso de la acción de exoneración de alimentos, por las razones que
se detallaron en el Proyecto de Ley elaborado por el suscrito para
modificar el artículo 483 del Código Civil y que fue acogido
totalmente por nuestro parlamento y cuyo integro se anexa al
presente. (Ver Proyecto de Ley presentado como anexo).
Sin embargo en el caso de las pretensiones de reducción, variación
y prorrateo de alimentos, la situación real y concreta de los
deudores alimentarios es obtener una pensión alimenticia
menor, por cuanto consideran que la vigente resulta excesiva, y
con su ingreso mensual el mismo que ha disminuido no pueden
cubrir las necesidades del alimentista, presentándose en la realidad
las siguientes situaciones:

a) Hay muchas personas a las que se le fijó una pensión


alimenticia elevada cuando efectivamente percibían un ingreso alto,
pero luego fueron despedidos, o pasaron a laborar a otra institución
en donde perciben ingresos inferiores, debido a diversos factores
(edad en el caso de entidades privadas, desempleo, quiebra de las
empresas, etc.), y quienes por desconocimiento nunca plantearon la
reducción de alimentos, hasta que se vieron involucrados en
proceso penales de omisión a la asistencia familiar.

b) Algunos deudores alimentarios, ante una sentencia en la que


se fijó una pensión de alimentos, confiados en el letrado que los
patrocinaba, “impugnaron el fallo fuera del plazo” o en muchos
casos, el letrado por desidia e irresponsabilidad no impugnó la
sentencia recaída.

c) En la realidad existen miles de peruanos que han perdido el


empleo, que han incrementado su carga familiar, y que actualmente
se ven inmersos en proceso de omisión a la asistencia familiar,
inclusive con ingresos a establecimientos penitenciarios.

En consecuencia, es importante antes de analizar la presunta


inconstitucionalidad de la ley 29486, precisar claramente, qué
concibe nuestro Tribunal Constitucional respecto del derecho a la
tutela judicial efectiva.

3.- EL DERECHO A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA

La Norma Suprema, en el artículo 139º, establece los principios y


derechos de la función jurisdiccional, consagrando el inciso 3º. La
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional. Es decir,
garantiza al justiciable, ante su pedido de tutela, el deber del órgano
jurisdiccional de observar el debido proceso y de impartir justicia
dentro de los estándares mínimos establecidos por los instrumentos
internacionales.
El artículo 4 del Código Procesal Constitucional, establece que “se
entiende por tutela procesal efectiva aquella situación jurídica de
una persona en la que se respetan, de modo enunciativo, sus
derechos de libre acceso al órgano jurisdiccional, a probar, de
defensa, al contradictorio e igualdad sustancial en el proceso, a no
ser desviado de la jurisdicción predeterminada ni sometido a
procedimientos distintos de los previos por la ley, a la obtención de
una resolución fundada en derecho, a acceder a los medios
impugnatorios regulados, a la imposibilidad de revivir procesos
fenecidos, a la actuación adecuada y temporalmente oportuna de
las resoluciones judiciales y a la observancia del principio de
legalidad procesal penal”[2]

En consecuencia, el debido proceso parte de la concepción del


derecho de toda persona a la tutela jurisdiccional efectiva, y se
concreta a través de las garantías que, dentro de un íter procesal
diseñado en la ley, están previstas en la Constitución Política del
Perú.

Rafael Saraza Jimena plantea que el derecho a la tutela judicial


efectiva despliega sus efectos en tres etapas, a saber: en el acceso
al proceso y a los recursos a lo largo del proceso en lo que la
doctrina conoce como derecho al debido proceso o litis con todas
las garantías; en la instancia de dictar una resolución invocando un
fundamento jurídico y, finalmente, en la etapa de ejecutar la
sentencia.

En ese orden de ideas, la vulneración del derecho a la tutela judicial


efectiva puede tener lugar, entre otras situaciones, cuando se
produce el rechazo liminar de una demanda invocándose una
causal de improcedencia impertinente; con la inadmisión de un
recurso ordinario o extraordinario; con la aplicación de la reformatio
in peius; y con la ejecución de la sentencia modificándose sus
propios términos, o con su inejecutabilidad.[3]

4.- LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA Y SUS ALCANCES

Como lo ha señalado el Tribunal Constitucional, la tutela judicial


efectiva es un derecho constitucional de naturaleza procesal en
virtud del cual toda persona o sujeto justiciable puede acceder a los
órganos jurisdiccionales, independientemente del tipo de pretensión
formulada y de la eventual legitimidad que pueda, o no,
acompañarle a su petitorio. En un sentido extensivo, la tutela
judicial efectiva permite también que lo que ha sido decidido
judicialmente mediante una sentencia, resulte eficazmente
cumplido. En otras palabras, con la tutela judicial efectiva no solo se
persigue asegurar la participación o acceso del justiciable a los
diversos mecanismos (procesos) que habilita el ordenamiento
dentro de los supuestos establecidos para cada tipo de pretensión,
sino que se busca garantizar que, tras el resultado obtenido, pueda
verse este último materializado con una mínima y sensata dosis de
eficacia.

En el contexto descrito, considera el Colegiado Constitucional que,


cuando el ordenamiento reconoce el derecho de todo justiciable de
poder acceder a la jurisdicción, como manifestación de la tutela
judicial efectiva, no quiere ello decir que la judicatura, prima facie,
se sienta en la obligación de estimar favorablemente toda
pretensión formulada, sino que simplemente, sienta la obligación de
acogerla y brindarle una sensata como razonada ponderación en
torno a su procedencia o legitimidad. No es, pues, que el resultado
favorable esté asegurado con solo tentarse un petitorio a través de
la demanda, sino tan solo la posibilidad de que el órgano encargado
de la administración de Justicia pueda hacer del mismo un
elemento de análisis con miras a la expedición de un
pronunciamiento cualquiera que sea su resultado. En dicho
contexto, queda claro que si, acontrario sensu de lo señalado, la
judicatura no asume la elemental responsabilidad de examinar lo
que se le solicita y, lejos de ello, desestima, de plano, y sin
merituación alguna lo que se le pide, en el fondo lo que hace es
neutralizar el acceso al que, por principio, tiene derecho todo
justiciable, desdibujando el rol o responsabilidad que el
ordenamiento le asigna. La tutela judicial efectiva no significa, pues,
la obligación del órgano jurisdiccional de admitir a trámite toda
demanda, ni que, admitida a trámite, tenga necesariamente que
declararse fundada dicha demanda. Cabe también puntualizar que,
para la admisión a trámite, el juez solo puede verificar la
satisfacción de los requisitos formales de admisibilidad y
procedencia señalados en la ley procesal; exigencias relacionadas
con la validez de la relación procesal que, como sabemos, se
asientan en los presupuestos procesales y en las condiciones de la
acción; es decir, exigencias que tienen que ver con la competencia
absoluta del juez, la capacidad procesal del demandante o de su
representante, los requisitos de la demanda, la falta de legitimidad
del demandante o del demandado e interés para obrar (asimila
voluntad de la ley-caso justiciable). Se trata del ejercicio del derecho
a la acción que no se identifica con la pretensión que constituye el
elemento de fondo basado en las razones de pedir y que ha de
significar la carga de la prueba.

Es en la sentencia donde el juez declara (dice) el derecho y no


liminarmente; por ello, puede haber proceso con demanda
desestimada en el fondo. Y es que, como lo expresa Peyrano,
cualquiera puede demandar a cualquiera por cualquier cosa con
cualquier dosis de razón.[4]

5.- RAZONAMIENTO DE INCONSTITUCIONALIDAD

Es por ello que, luego de discernir pausadamente lo expuesto por el


Tribunal Constitucional, resulta claro que, al exigir como requisito de
procedibilidad a los deudores alimentarios en los procesos de
reducción, variación y prorrateo de alimentos, se restringe
abiertamente el derecho de acceder a la tutela judicial efectiva de
los deudores alimentarios, pues aquellas personas que mantienen
deudas inmensas (S/. 50, 000, 100, 000, etc.), nunca podrán
acceder a la jurisdicción si es que no están al día en dicha pensión,
lo que por sí resulta contraproducente, por cuanto muchas personas
o nunca podrían demandar reducción o tendrían que obtener
préstamos para cumplir íntegramente la obligación, lo que
significaría irónicamente que, sí pueden pagar la pensión alimenticia
originaria, generando una distorsión respecto a la verdadera
capacidad económica del demandado. .

Es por ello que, existe una diferencia sustancial entre la pretensión


de exoneración y las de reducción, prorrateo y variación de
alimentos, pues en la primera la exigencia de dicho requisito de
procedibilidad, no es inconstitucional, por la finalidad que persigue,
es decir, se pretende exonerar del derecho de alimentos al deudor
alimentario, pero por el hecho de que el alimentista adquirió la
mayoría de edad o ya no existe estado de necesidad, es decir,
allí NO SE OBJETA EL MONTO DE LA PENSION, sino
simplemente se exige un derecho contemplado en la norma, es
decir, procede la exoneración cuando el hijo llega a la mayoría de
edad y éste no estudia satisfactoriamente, pero para acceder a tal
derecho, el padre debe cumplir con la obligación de haber acudido
puntualmente las pensiones alimenticias a la que estuvo obligado,
pues no había objeción respecto al monto y conforme se ha
expuesto puntualmente en el proyecto de ley adjunto; mientras que
en el caso de reducción, variación y prorrateo, el móvil
consustancial es el MONTO DE LA PENSION ALIMENTICIA, lo
cual resulta totalmente factible acceder a la jurisdicción, solicitando
su reducción y a fin de amparar una pretensión justa que no
perturbe su economía, pues de lo contrario se estaría afectando
seriamente a la familia, en consecuencia, concluyo tajantemente en
el sentido de que, la Ley 29486, resulta
manifiestamente INCONSTITUCIONAL, únicamente en el
extremo que exige como requisito de procedibilidad al deudor
alimentario, en las acciones de reducción, variación y prorrateo de
alimentos, estar al día en la pensión alimenticia a la que estuvo
obligado, resultando constitucional la exigencia de dicho requisito
en las acciones de exoneración de alimentos.

Trujillo, 07 de Diciembre del año 2011.

Anexo

PROYECTO DE LEY

LEY QUE MODIFICA EL ARTICULO 483 DEL CODIGO CIVIL

Autor: Marco
Antonio Celis Vásquez[5]

______________________________________________________
_______________

1.- EXPOSICION DE MOTIVOS

La Constitución Política del Perú, ha consagrado en el artículo 6, un


Principio Fundamental sobre Derecho de Familia, referido a la
“Paternidad Responsable”, pues indica que, la política nacional de
la población tiene como objetivo difundir y promover la paternidad y
maternidad responsables. Reconoce el derecho de las familias y de
las personas a decidir. En tal sentido el Estado asegura los
programas de educación y la información adecuada y el acceso a
los medios que no afecten la vida o la salud.
También consagra que, es deber y derecho de los padres alimentar,
educar y dar seguridad a sus hijos. Los hijos tienen el deber de
respetar y asistir a sus padres.

Asimismo el Tribunal Constitucional, se ha pronunciado


enfáticamente sobre el Derecho a la educación de los niños, como
pilar fundamental de la construcción de los hombres que mañana
decidirán nuestro destino.

Al respecto, el artículo 28, de la Convención sobre los Derechos del


Niño, señala expresamente que: Los Estados partes reconocen el
derecho del niño a la educación y, a fin de que se pueda ejercer
progresivamente y en condiciones de igualdad de oportunidades
ese derecho, deberán en particular: a) Implantar la enseñanza
primaria obligatoria y gratuita para todos…d) hacer que todos los
niños dispongan de información y orientación en cuestiones
educacionales y profesionales y tengan acceso a ellas, e) Adoptar
medidas para fomentar la asistencia regular a las escuelas y reducir
las tasas de deserción escolar.

Es así que el Tribunal, en la Sentencia 052-2004-AA/TC, la cual se


trata de la acción de amparo que interpone doña Martha Elena
Cueva Morales a favor de su menor hijo J.J.C.C. de siete años de
edad, y la dirige contra Richard Astiquilca Mayhuire, Director de la
Escuela Primaria de menores número 5006, alegando que se le ha
lesionado el derecho a la educación del favorecido, pues el
demandado se ha negado a ratificar su matrícula en el referido
Centro Educativo.

Previamente el Tribunal precisa que, resulta indiscutible que, si


efectivamente el demandado hubiera impedido que el beneficiario
se matriculara para seguir en el siguiente año escolar, se habría
afectado el derecho a la educación del favorecido; siendo que no
solo se trata de un deber de los padres para con sus hijos, sino
también un derecho (el de la educación) que cabe oponer y exigir
al Estado. “Si la Constitución ha establecido que los padres tienen
el deber de brindar educación a sus hijos, respecto al Estado ha
declarado que éste está en la obligación de proteger especialmente
al niño y al adolescente. Naturalmente esta protección
especial implica primeramente la obligación de permitirle
ingresar a un centro educativo, así como que se adopten todas
las medidas necesarias y oportunas destinadas a impedir que
“nadie se vea impedido de recibir educación adecuada por
razón de su situación económica o de limitaciones mentales o
físicas”. Evidentemente, se incumple ese deber especial, por
ejemplo, cuando el Estado, a través de sus órganos y funcionarios
competentes, niega a un menor la posibilidad de continuar sus
estudios, sin existir motivos razonables para ello.

En esta resolución, el Tribunal resalta el valor instrumental del


artículo 3.1. de la Convención sobre los Derechos del Niño, a tenor
del cual: “En todas las medidas concernientes a los niños que
tomen las instituciones públicas y privadas de bienestar social, los
tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos,
una consideración primordial a que se atendrá será: El Interés
Superior del Niño” .

Así pues, el Estado a través de todas sus instituciones y


especialmente el Poder Judicial, debe velar por el cumplimiento del
Principio de Paternidad Responsable, viabilizando la educación de
todos los peruanos a fin de contar con ciudadanos instruidos, pues
así se construye ciudadanos con espíritu crítico y democrático.

2.- PROBLEMA DE LA REGULACON ACTUAL EN LOS


PROCESOS SOBRE EXONERACION DE LA OBLIGACION
ALIMENTARIA

Actualmente, el artículo 483 del Código Civil regula la exoneración


de la obligación alimentaria, y referido a la facultad que tiene el
obligado a prestar alimentos a pedir que se le exonere de su
obligación alimentaria si disminuyen sus ingresos, de modo que no
pueda atenderla sin poner en peligro su propia subsistencia, o si ha
desparecido en el alimentista el estado de necesidad.

Tratándose de hijos menores a quienes el padre o la madre


estuviesen pasando una pensión alimenticia por resolución
judicial esta de regir al llegar aquellos a la mayoría de edad.

Sin embargo si subsiste el estado de necesidad por causas de


incapacidad física o mental debidamente comprobada o el
alimentista está siguiendo una profesión u oficio exitosamente,
puede pedir que la obligación continúe vigente.

Actualmente, se presenta una situación de desamparo legal para


aquellos menores alimentistas que llegaron a la mayoría de edad
(18 años), y en forma inmediata su padre, solicita judicialmente se
le exonere de seguir acudiendo con la pensión alimenticia en
estricto cumplimiento de lo normado por el artículo 483 del Código
Civil, pese a que adeuda pensiones alimenticias en algunos casos
mas de cuatro o cinco años consecutivos.

Otro problema sustancial y muy común, es aquellos adolescentes


que iniciaron sus estudios superiores universitarios y/o técnicos en
alguna institución privada, inicialmente en forma satisfactoria y
debido al incumplimiento de la obligación alimentaria de su padre,
quien no ha cumplido con cancelar las mensualidades respectivas,
lo que motivó que la institución privada superior, le impida rendir
evaluaciones, generando que resulte inhabilitado en el ciclo
correspondiente, hecho que es aprovechado por el progenitor para
presentar tales constancias como medio de prueba de que su hijo
no cursa estudios superiores con éxito, cuanto tal situación se
originó por el incumplimiento alimentario a la que él estuvo
obligado.

Ante ello, resultan inmediatas las siguientes interrogantes:

 ¿Cómo puede cursar estudios satisfactorios un niño o


adolescente que adquirió la mayoría de edad, si su padre,
desde que tenía 13 o 14 años, nunca le proporcionó la
pensión a que estuvo obligado?
 ¿Acaso el padre al adeudar pensiones alimenticias
ascendente a periodos que inclusive superan cinco años, ha
incumplido con el Principio de Paternidad Responsable?
 ¿Es el padre irresponsable que adeuda pensiones
alimenticias devengadas, el generador de un estado de
necesidad en su hijo?
 ¿Podrá acceder a alguna institución superior pública o privada
un adolescente o mayor de de edad inclusive, cuando no
cuenta con el recurso económico que su padre estaba
obligado judicialmente a otorgarlo?

Las respuestas ante tales interrogantes resultan obvias, pues un


alimentistas sin el apoyo económico de sus padres, no podrá
acceder a ninguna institución superior ni siquiera de naturaleza
pública, pues la educación demanda otros gastos, como movilidad,
útiles, ropa, alimentación, vestido, etc., en consecuencia, si su
padre quien estuvo obligado a otorgarle una pensión alimenticia, no
lo hace y por el contrario, es renuente al pago de la pensión,
adeudando largos periodos, no puede resultar “premiado” con el
amparo de una pretensión sobre exoneración de alimentos
interpuesta inmediatamente al cumplir su hijo los 18 años, tomando
como argumento que éste no cursa satisfactoriamente estudios
superiores con éxito, pues tal situación obedece a la
irresponsabilidad del padre, generando en su hijo, un estado de
necesidad.

Es por ello que, en la actualidad existe el criterio de amparar tales


pretensiones, pues el artículo 483 del Código Civil, prescribe
claramente que, tratándose de hijos menores a quienes el padre
o la madre estuviesen pasando una pensión alimenticia por
resolución judicial esta de regir al llegar aquellos a la mayoría
de edad, y solo subsistirá la pensión, si subsiste el estado de
necesidad por causas de incapacidad física o mental
debidamente comprobada o el alimentista está siguiendo una
profesión u oficio exitosamente, puede pedir que la obligación
continúe vigente.

Ante tal argumento legal, es que en muchísimos casos, se ha


dispuesto la exoneración de pensiones alimenticias de personas de
18 o 19 años, que no estudian y posiblemente no estudiarán, pues
su padre nunca cumplió con su obligación alimentaria, adeudándole
inclusive pensiones alimenticias de dos, tres, cuatro, cinco o más
años.

3.- MODIFICACION AL ARTICULO 483 DEL CODIGO CIVIL


SOBRE EXONERACION DE LA OBLIGACION ALIMENTARIA

Es por ello, que a fin de tampoco perjudicar el derecho de una


persona a solicitar la exoneración de la pensión alimentaria a la que
estuvo obligado, conforme a los requisitos que exige el artículo 483
del Código Civil, debe exigírsele como requisito de
procedibilidad, que el obligado previamente acredite estar al día
en el pago de la pensión alimenticia a la que estuvo obligado.

Con ello se resguardará el derecho a la educación de los peruanos,


se protegerá integralmente a los menores y futuros ciudadanos,
pues tal espíritu de la presente propuesta, ya ha sido acogida por
nuestro ordenamiento civil en materia de familia, pues no debemos
perder de vista que el artículo 345-A del Código Civil, prescribe
textualmente que: “Para invocar el supuesto del inciso 12 el articulo
333, del Código Civil (divorcio por causa de separación de
hecho), el demandante deberá acreditar que se encuentra al día
en el pago de sus obligaciones alimentarias u otras que hayan
sido pactadas por los cónyuges de mutuo acuerdo”

Es decir, para invocar un derecho, previamente se debe cumplir una


obligación, y mas aún si dicha obligación ha sido determinada
judicialmente, en consecuencia, los jueces no pueden ser cómplices
del incumplimiento del Principio de Paternidad Responsable, al
exonerar de la pensión a un adolescente de dieciocho años que aun
no cursa estudios, pese a que esta acreditado que su padre no ha
cumplido con su deber de acudirle con la pensión alimenticia a la
que estuvo obligado.

4.- FUNDAMENTOS DE LA PROPUESTA

La modificación del artículo 483 del Código Civil, se circunscribe a


exigir como requisito de procedibilidad, el cumplimiento íntegro de la
obligación alimentaria, únicamente para los procesos de
Exoneración de alimentos, pues el fundamento del
demandante, tiene un fundamento constitucional, el mismo que
está referido a cumplir y hacer cumplir el principio de Paternidad
Responsable, pues, si un ciudadano pretende se le exonere de la
pensión alimentaría porque su hijo es mayor y no cursa estudios
superiores con éxito, debe cumplir en primer lugar con su obligación
alimentaria de manera íntegra.

PARA EXIGIR UN DERECHO SE DEBE CUMPLIR PRIMERO UNA


OBLIGACION, y mas aún si esta obligación esta referida a una
obligación alimentaria, la misma que tienen naturaleza tuitiva en
todo el mundo y está reconocido como un derecho irrenunciable y
preferencial a cualquier tipo de obligaciones.

5.- EFECTO DE LA VIGENCIA DE LA NORMA SOBRE LA


LEGISLACION NACIONAL
El efecto de la presente propuesta legislativa, implica modificar el
artículo 483 del Código Civil, a efecto de adecuar su regulación
actual en el proceso sobre Exoneración de alimentos y permitir a
esta institución del Libro de Familia, cumplir su función de manera
adecuada, sin atentar contra el derecho de los alimentistas y
violando el Principio de Paternidad Responsable, consagrado
constitucionalmente.

6.- ANALISIS COSTO BENEFICIO

La presente propuesta legislativa no irroga gasto alguno al erario


nacional; y por el contrario conlleva los siguientes beneficios:

a) Se protegerá integralmente a los alimentistas.

b) Se resguardará adecuadamente el cumplimiento del Principio


de Paternidad Responsable, no avalando jurisdiccionalmente
conductas irresponsables.

c) Se impulsará el acceso a la educación superior de muchos


alimentistas y por ende se contribuirá con el desarrollo educativo y
de instrucción en nuestro país.

d) Generará seguridad jurídica

e) Subsana las deficiencias en el marco legal de los procesos de


Exoneración de alimentos, cuando es solicitado por una persona
que adeuda pensiones alimenticias.

7.- FORMULA LEGAL

LEY QUE MODIFICA EL ARTICULO 483 DEL CODIGO CIVIL

Artículo Único
La presente ley tiene por objeto modificar el artículo 483 del
Código Civil, en los siguientes términos:

Artículo 483 del CC

El obligado a prestar alimentos puede pedir que se le exonere de su


obligación alimentaria si disminuyen sus ingresos, de modo que no
pueda atenderla sin poner en peligro su propia subsistencia, o si ha
desparecido en el alimentista el estado de necesidad.

Tratándose de hijos menores a quienes el padre o la madre


estuviesen pasando una pensión alimenticia por resolución judicial
esta de regir al llegar aquellos a la mayoría de edad.

Sin embargo si subsiste el estado de necesidad por causas de


incapacidad física o mental debidamente comprobada o el
alimentista está siguiendo una profesión u oficio exitosamente,
puede pedir que la obligación continúe vigente.

Para tal efecto, el demandante debe acreditar que se encuentra


al día en el pago de la pensión alimentaria a la que estuvo
obligado.

Trujillo, 13 de Diciembre del año 2011

[1] Juez del Tercer Juzgado Civil de Trujillo y Profesor de Derecho


de Familia en la Universidad Privada Antenor Orrego de Trujillo.

[2] Sentencia el Tribual Constitucional, recaída en el expediente


EXP N.° 0032-2005-PHCJUNÍN

[3] Doctrina constitucional aplicada en materia civil y procesal civil,


Madrid, Civitas, 1994

[4] Setencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente


judicial número 763-2005-PA/TC, LIMA, su fecha, trece de abril de
2005
[5] Juez del Quinto Juzgado de Familia de Trujillo, Profesor de
Derecho de Familia en la Universidad Privada de Trujillo.

También podría gustarte