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Psicoanálisis

Abanto Azañero, Melanie Andrea


Guarniz Fernández, Juan Antonio
Walde Rentería, Ángela
Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo
Chiclayo, 2018
Portada
Resumen
Abstract
Sumario
CAPÍTULO I: Sustentos conceptuales sobre la personalidad
1.1 Definición
1.2 Factores determinantes
1.2.1 Herencia o Genético
1.2.2 Ambiente
1.2.3 Psicológicos
CAPÍTULO II: Introducción a la teoría psicoanalítica de la personalidad
2.1 Biografía de Freud
2.1.1 Teoría del instinto
2.1.1.1Niveles de la personalidad
2.1.1.2 Consciente
2.1.1.3 Preconsciente
2.1.1.4 Inconsciente
2.1.2 Estructura de la personalidad
2.1.2.1 Ello
2.1.2.2Yo
2.1.2.3Superyo
2.1.3 Ansiedad
2.1.3.1Ansiedad ante la realidad
2.1.3.2 Ansiedad neurótica
2.1.3.3 Ansiedad moral

2.1.4 Mecanismos de defensas


2.1.4.1 Negación
2.1.4.2 Formación reactiva
2.1.4.3 Proyección
2.1.4.4 Desplazamiento
2.1.4.5 Identificación
2.1.4.6Aislamiento
2.1.4.7 Racionalización
2.1.4.8 Intelectualización
2.1.4.9 Sublimación

2.1.5 Fases psicosexuales


2.1.5.1 Fase 0ral (0 a 1)
2.1.5 .2 Fase anal (1 a 3)
2.1.5.3 Fase fálica (3 a 5)
2.1.5.4 Fase de latencia (en la niñez media)
2.1.5.5 Fase genital (pubertad)
CAPITULO III: Complejo de Edipo y Elecktra
3.1 Dinámica consciente vs inconsciente
3.2Complejo de Edipo en algunos trastornos graves de la personalidad

CAPITULO IV: Psicoanálisis e intervención social


4.1 Clínica y ética
4.2 Aplicación del psicoanálisis a partir de la experiencia.

Conclusión
Referencias

Resumen
Abstract
CAPITULO I:
1.1. Definición
La personalidad, o estructura de personalidad, es el conjunto de rasgos psicológicos que
define todo el universo de sentimientos y cogniciones, que configura los comportamientos y
la manera habitual en que el individuo se relaciona consigo mismo y con los demás.

La psicología contemporánea define la personalidad, por tanto, como un patrón de


funcionamiento consolidado, que se refleja en una generalidad y coherencia de respuestas
en distintos tiempos y contextos por parte del sujeto.

Otras connotaciones del concepto personalidad, tienen que ver con la representación que el
individuo tiene de sí mismo y con la manera en que se presenta al mundo. Desde esta
perspectiva la personalidad es la “máscara” que enseñamos fuera; una estrategia para ocultar
algún aspecto interno y conseguir mejor aceptación social o, simplemente, para preservar una
idea más valorizante de nosotros mismos. De hecho, el origen epistemológico del concepto
persona se remonta a la antigua Grecia, donde significaba justo máscara. Allí, en el teatro, se
colocaban las máscaras, para representar las diferentes personalidades impostadas por el
actor. En la actualidad, la psicología describe las personalidades “como si” para referirse a
aquellos individuos que escenifican sus emociones sin sentirlas en realidad.

Un concepto que tendemos a confundir con personalidad es el de identidad. Este último, se


refiere a la representación que tenemos de nosotros en relación a las pertenencias de las que
formamos parte, y que está muy relacionado con los sentimientos de certeza existencial. Esta
diferencia entre ambos conceptos, también se perfilaba ya desde la antigua Grecia, en todas
las reflexiones filosóficas sobre el Ser y el no Ser, la esencia y la apariencia, o lo inmutable y
lo cambiante.

En la actualidad, la psicología ha optado por describir los diferentes tipos de personalidad de


manera pragmática, es decir, en función de las diferentes maneras en que se relacionan con
sus propios sentimientos y con las demás personas. Cuando estos patrones de
funcionamiento se tornan rígidos y desadaptativos, nos encontramos ante los llamados
trastornos de la personalidad.
1.2. Factores determinantes
1.2.1. Herencia: Se refiere básicamente a la estructura biológica del individuo
que a través de su herencia, proceso de maduración, influencia hormonal, sistema nervioso,
y su constitución biofísica va a determinar una personalidad específica. Hay unos elementos
que recibimos de nuestros padres; el temperamento, las pasiones, los defectos o cualidades
físicos y las limitaciones o las capacidades psíquicas. Estos elementos son los más
personales y profundos. Definen mucho nuestra forma de ser. Podemos mejorarlos con la
formación personal, dando un color especial a nuestra personalidad por toda la vida.

1.2.1.1 GÉNERO Y FACTORES GENÉTICOS


La identidad de género es una característica psicológica muy básica. Según algunos
investigadores, la adquisición del papel asignado al género y su identidad básica dependen
del ambiente. La identidad de género puede derivarse exclusivamente de contingencias
ambientales, aunque no cabe duda de que los factores biológicos hagan más probables
ciertos resultados.
Este modelo interactivo se relaciona con el punto de vista generalizado en la psicología
moderna sobre la conveniencia de considerar que la interacción entre biología y ambiente
influye en las características psicológicas.

El temperamento:

Recibe una influencia mayor de la estructura genética(herencia) o de la estimulación en el


hogar y en la escuela (ambiente) Igual que con el caso del libre albedrío frente al
determinismo, existen tanto posturas radicales como intermedias. Muchos teóricos suponen
que ambos factores determinan la personalidad: para algunos la herencia es el factor
predominante y el ambiente es menos importante; otros sostienen lo contrario.
Tipos de Temperamentos

Temperamento sanguíneo:

Corresponde al predominio de la sangre: físicamente son individuos de estatura inferior a la


media, buena musculatura, figura proporcionada. En sus manifestaciones de carácter
presenta tendencia a la irreflexión, es sociable, poco tenaz y persistente

Temperamento melancólico:
Predomina en él lo que Hipócrates llamaba la “bilis negra”, se conoce también como tipo
nervioso. Físicamente es delgado, de estatura normal o superior a la media, con tendencia a
la palidez.

Temperamento colérico:
Predomina en su organismo la “bilis amarilla”. De estatura normal o superior a la media; la
piel presenta un tono amarillento.

Temperamento flemático:
Físicamente tienen tendencia a la obesidad, aunque pueden existir tipos delgados.

1.2.2. Ambiental: Entre los determinantes ambientales nos encontramos con


los factores culturales, sociales o familiares. El pertenecer a una u otra cultura
determina las metas que nos proponemos, nuestra forma de valorar el éxito o el
fracaso, o lo que es importante y lo que no lo es y las consiguientes reacciones
cognitivas y afectivas que podemos experimentar ante estas situaciones.
Por otra parte, hay conductas que vienen determinadas por la pertenencia a
un determinado grupo social, como los aspectos que serán más valorados en función
de criterios como el estatus social o la ocupación profesional. Finalmente la familia
ejerce una importante influencia desde el momento en que las distintas prácticas de
crianza afectan al desarrollo de la personalidad, se conducta sirve de modelo para los
niños, las cuales recompensan o castigan determinados comportamientos, y
determinan el tipo de situaciones y estimulaciones ue el niño recibe en sus primeros
años.

La cultura
Es una especie de tejido social que abarca las distintas formas y expresiones de una sociedad
determinada. Por lo tanto, las costumbres, las prácticas, las maneras de ser, los rituales, los
tipos de vestimenta y las normas de comportamiento son aspectos incluidos en la cultura.

El ambiente físico

Influyen en el desarrollo de la conducta humana: puede ayudar o limitar el desarrollo del ser
humano. La capacidad para conquistar y modificar el ambiente es exclusivo del ser humano.
La personalidad es una variable individual que constituye a cada persona y la diferencia de
cualquier otra, determina los modelos de comportamientos, incluye las interacciones de los
estados de ánimo del individuo, su actividades, motivos y métodos de manera que cada
persona responde de forma distinta ante las mismas situaciones.
La personalidad representa las propiedades estructurales y dinámicas de un individuo, tal
como éstas se reflejan en sus respuestas características o peculiares a las diferentes
situaciones planteadas.

Carácter
Forma concreta y estable que adquiere en un individuo los rasgos afectivos-dinámicos
heredados, Surge de la convergencia de factores congénitos y madurativos de la adquisición
por educación y experiencias.

Actitudes: Predisposición a reaccionar frente a determinadas categorías de objetos o de


personas, cuenta con tres elementos:
Cognitivo: Se refiere a las creencias consistentes del individuo.
Afectivo: los sentimientos de placer o displacer.
Conductual: acciones o conductas en sí.

1.2.3 Psicológicos: Hay situaciones muy particulares que forman de perfil de


cada persona. No se heredan, ni vienen del ambiente: simplemente se viven en primera
persona. Son de dos tipos: las decisiones y los accidentes. Son aquellas disposiciones
personales las cuales tienen una carga afectiva que lucha por satisfacer necesidades tales
como poder ser alimentado, tendencia sexul, necesidad de amar y ser amado, experimentar
una esperanza, vivenciar una frustración; va a formar una personalidad. Las decisiones
personales dejan una profunda huella.

El self;

La explicación del significado a instancias del individuo -el asimismo- nos exige asumir un
punto de vista ontológico; con esto queremos decir: ponernos del punto de vista del individuo
que experiencia su particular percepción de ser humano.
En la posición racionalista, siempre se consideraba al individuo desde un punto de vista fuera
de él, y no consideraba cómo este individuo en particular vivía su experiencia; es decir, se
reconocería una identidad humana general, pero no una en particular para cada individuo. En
un enfoque postracionalista, en cambio, se reconoce a cada individuo con un sentido de
identidad y de unicidad que le es propio. El self hace referencia a cómo la persona se ve a sí
mismo y como se evalúa lo que determina la experiencia individual, es decir, como se percibe
el mundo, o cómo piensa, siente y actúa.
CAPITULO II: Introducción a la teoría psicoanalítica de la personalidad
2.1 Biografía de Freud: Sigmund Freud nació en Moravia en 1856, y fué estudiante de
la escuela de medicina en la Universidad de Vienna por ocho años (1873 – 1881).
Su interés en la neurología lo hizo especializarse en el tratamiento de desórdenes mentales
y nerviosos. Fué discípulo en el área de hipnosis, del psiquiatra francés Jean Martin Charcot
por un año aproximadamente.
El trató a sus pacientes con hipnosis y por alrededor de cuarenta años se dedicó a estudiar
la mente inconciente desarrollando su teoría sobre de la personalidad.
Sigmund Freud se hizo famoso en el campo de la psicología por practicar el psicoanálisis con
sus pacientes con mucho éxito.
Freud es el autor de las etapas psicosexuales en el individuo y estudió profundamente la
mente humana, interpretó los sueños y ahondó en sus estudios en el conciente, subconciente
y el inconsciente.
La teoría de Freud del desarrollo de nuestra personalidad está centradas en los efectos del
placer sexual que experimentamos los seres humanos.
Las áreas de nuestro cuerpo tales como la boca, el ano y las zonas genitales afectan nuestro
caracter y personalidad en algún punto de nuestras vidas.
Freud murió en 1939 y hoy es mundialmente conocido como el padre del psicoanálisis.
Su teoría sobre las etapas psicosexuales del ser humano ha sido de inspiración a muchos
otros teoristas que vinieron después de Freud, entre ellos, Jean Piaget, Erickson y B.F.
Skinner.

2.1.1 Teoría del instinto


Los instintos están sometidos a la selección natural, tal como otras características
anatomofisiológicas de los organismos, en ese sentido tales instintos cobran una gran
importancia para la supervivencia de algunas especies.
Debido al alto valor biológico de estos comportamientos, estos aseguran una ventaja
reproductiva frente a los individuos de una misma población, y por ende facilitaría la
transmisión generacional de aquellos instintos.
Existen algunas características propias del instinto desde la visión de Darwin: primero estos
comportamientos son típicos de la especie y, de igual manera, varían relativamente poco a
través de las generaciones; segundo los instintos, por definición, son innatos y se manifiestan
en periodos importantes de la vida del organismo y por contingencias ambientales que
desencadenan selectivamente esos comportamientos ; por último, Darwin asegura que los
instintos se fueron desarrollando gradualmente en la historia filogenética de las especies,
aunque no descarta la idea de que pudieron existir variaciones espontáneas del
comportamiento que hubieran sido favorecidas por la selección natural.

2.1.1.1Niveles de la personalidad
Estabilidad emocional: Que implica una integración de la personalidad, es decir, haber
integrado instintos, impulsos, tendencias, necesidades, emociones, sentimientos, vivencias y
acciones con pensamiento y voluntad, que permite a la persona reaccionar ante los distintos
estímulos de una forma estable y autónoma determinada no por impulsos primitivos, sino por
los elementos rectores de su personalidad bien integrada.
Conocimiento de sí mismo: Conocimiento de las capacidades, cualidades y valores que posee
uno mismo, así como de las deficiencias, debilidades y tendencias de acción que le son
características.

Capacidad de autoevaluación: El individuo maduro se juzga a sí mismo y reconoce cuándo


actúa bien o mal, que aspectos positivos y negativos posee. La autoevaluación permite
mejorar, superar fallas, estar en una actitud de cambio y superación.

Capacidad de decisión: . El individuo que la posee toma decisiones sabiendo y aceptando las
consecuencias de las mismas; sacrificando unos motivos por seguir otros.

Capacidad de aceptar riesgos y responsabilidades: Implica emprender las acciones no a


ciegas, sino habiendo medido los riesgos que se van a correr y haciéndose completamente
responsable no sólo de la acción en sí, sino también, de sus consecuencias.

Autonomía del yo: Implica, dentro de un cumplir las normas sociales, ser libre, es decir, no
estar esclavizado al ambiente social ni al grupo social en que se vive.

Fuerza de voluntad: Es la capacidad de organizar las energías corporales en dirección a una


meta. La fuerza de voluntad proporciona constancia en las acciones, esfuerzo prolongado en
dirección de una meta.

2.1.1.2 Consciente: Es todo aquello de lo que somos conscientes.


Este es el aspecto de nuestro proceso mental que nos permite pensar y hablar de forma
racional. A parte de esto, incluye nuestra memoria, que no siempre es parte de la conciencia,
pero se puede recuperar fácilmente en cualquier momento y se pone en nuestro conocimiento.
Freud llamó a esto el preconsciente.
2.1.1.3 Preconsciente: Es la parte de la mente que representa la
memoria ordinaria. Si bien no somos conscientes de esta información en
cualquier momento dado, podemos recuperarla y tirar de ella en la conciencia
cuando sea necesario.
2.1.1.4 Inconsciente: Es donde guardamos nuestros sentimientos,
pensamientos, impulsos y los recuerdos que se encuentran fuera de nuestro conocimiento
consciente. La mayor parte de los contenidos del inconsciente, según Freud, son inaceptables
o desagradables, como los sentimientos de dolor, ansiedad o conflicto. Para él, el inconsciente
puede influir en nuestra conducta y experiencia, a pesar de que no somos conscientes de
estas influencias subyacentes.

2.1.2 Estructura de la personalidad


Cada persona posee también una cierta cantidad de energía psicológica que forma
las tres estructuras básicas de la personalidad: el ello, el yo y el superyó. Estas tres
estructuras tienen funciones diferentes y actúan en distintos niveles de la mente.

Según Sigmund Freud, cada componente añade su propia contribución única a la


personalidad y los tres elementos trabajan juntos para formar comportamientos
humanos complejos.
De acuerdo con esta la teoría, ciertos aspectos de nuestra personalidad son más
primitivos y que nos pueden presionar para actuar sobre nuestros impulsos más
básicos. Otras partes de la personalidad pueden lograr contrarrestar estos impulsos y
se esfuerzan por hacer que se ajusten a las exigencias de la realidad.
2.1.2.1 Ello
El Ello es el único componente de la personalidad que está presente desde el
nacimiento.
Este aspecto de la personalidad es completamente inconsciente e incluye los
comportamientos instintivos y primitivos.
Según Freud, el Ello es la fuente de toda la energía psíquica, por lo que es el
componente principal de la personalidad.
El ello es impulsado por el principio del placer, que se esfuerza por lograr la
satisfacción inmediata de todos los deseos, deseos y necesidades. Si estas
necesidades no se satisfacen inmediatamente, el resultado es un estado de ansiedad
o tensión.
es muy importante desde los momentos más tempranos de la vida, ya que
asegura que se satisfagan las necesidades de un bebé. Si el bebé tiene hambre o se
siente incómodo, él o ella van a llorar hasta que las demandas del Ello sean
satisfechos.

Sin embargo, el inmediato el cumplimiento de estas necesidades no siempre


es realista ni posible. Si estuvimos gobernados enteramente por el principio del placer,
conforme nos hacemos mayores podríamos cogeríamos sin más las cosas que
queremos sin importarnos las otras personas, para satisfacer nuestros propios
deseos.

Este tipo de comportamiento sería tanto perjudicial como socialmente


inaceptable. Según Freud, el Ello intenta resolver la tensión creada por el principio del
placer a través del proceso primario, que consiste en la formación de una imagen
mental del objeto deseado como una manera de satisfacer la necesidad.
2.1.2.2 Yo
El Yo es el componente de la personalidad que se encarga de tratar con la
realidad.
El Yo se desarrolla a partir del Ello y asegura que los impulsos del Ello puedan
expresarse de una manera aceptable en el mundo real.
Las funciones del Yo son utilizadas en el consciente, el preconsciente y el
inconsciente de la mente.
El Yo funciona basándose en el principio de la realidad, que se esfuerza por
satisfacer los deseos del Ello de forma realista y socialmente adecuada. El principio
de realidad sopesa los costos y beneficios de una acción antes de decidirse a actuar
sobre los impulsos o abandonar. En muchos casos, los impulsos del Ello pueden ser
satisfechos a través de un proceso de retraso de la gratificación. El Yo finalmente
permitirá el comportamiento que busca el Ello, pero sólo en el lugar y momento
adecuado.
El Yo también descarga la tensión creada por los impulsos no satisfechos a
través de un proceso secundario, en el que el Yo trata de encontrar un objeto en el
mundo real que coincida con la imagen mental creada por el proceso primario del Ello.
2.1.2.3 Superyo
El Superyó es el aspecto de la personalidad que contiene todos nuestros
estándares morales interiorizados e ideales que adquirimos de ambos padres y de la
sociedad; nuestro sentido del bien y el mal.
El Superyó nos proporciona directrices para hacer juicios.
El Superyó comienza a surgir en torno a los cinco años.
Existen dos partes fundamentales del Superyó:

El ideal del Yo, que incluye las reglas y normas para el buen comportamiento.
Incluyen aquellos que son aprobados por las figuras de autoridad de los padres y otros.
Aquí se encontrarán los sentimientos de orgullo, valor y logro.
La conciencia, que incluye información acerca de las cosas que son
consideradas por los padres y la sociedad. Se trata de comportamientos que a menudo
están prohibidos y dan lugar a malas consecuencias, castigos o sentimientos de culpa
y remordimientos.
El Superyó actúa para perfeccionar y civilizar nuestro comportamiento. Trabaja
para suprimir todos los impulsos inaceptables del Ello y se esfuerza por hacer que los
actos de Yo se encuadren en las normas sociales, más que en principios realistas. El
Superyó está presente en el consciente, preconsciente e inconsciente.

2.1.3 Ansiedad
2.1.3.1Ansiedad ante la realidad
La cual puede llamarse en términos coloquiales como miedo. De hecho, Freud habló
específicamente de la palabra miedo, pero sus traductores consideraron la palabra como muy
mundana. Podríamos entonces decir que si uno está en un pozo lleno de serpientes
venenosas, uno experimentará una ansiedad de realidad.

2.1.3.2 Ansiedad neurótica


Esta consiste en el miedo a sentirse abrumado por los impulsos del Ello. Si en alguna
ocasión usted ha sentido como si fuésemos a perder el control, su raciocinio o incluso su
mente, está experimentando este tipo de ansiedad. “Neurótico” es la traducción literal del latín
que significa nervioso, por tanto podríamos llamar a este tipo de ansiedad, ansiedad nerviosa.
Es este el tipo de ansiedad que más interesó a Freud y nosotros le llamamos simple y
llanamente ansiedad.

2.1.3.3 Ansiedad moral


Se refiere a lo que sentimos cuando el peligro no proviene del mundo externo, sino del
mundo social interiorizado del Superyo. Es otra terminología para hablar de la culpa,
vergüenza y el miedo al castigo.

2.1.4 Mecanismos de defensas


2.1.4.1 Negación
Rechazo de la existencia de realidades, desagradables, internas o
externas. Es un mecanismo primitivo en el cual el individuo no se da cuenta de
algunos aspectos de la realidad.
2.1.4.2 Formación reactiva
Sustitución de conductas, pensamientos o sentimientos que el yo juzga
inaceptables, por otros diametralmente opuestos. Por ejemplo: odiar al objeto amado
para defenderse al impulso erótico hacia él, o bien amar al objeto odiado para
defenderse de la pulsión agresiva. Otros ejemplos son el pudor como reaccionan las
tendencias exhibicionistas, la cortesía como defensa contra la crueldad, la limpieza
contra la copofilia, ect. Es típica de la neurosis obsesiva.

2.1.4.3 Proyección
Atribución a otra persona de ideas, sentimientos e impulsos generalmente
inconscientes que son indeseables o inaceptables para ella. Por ejemplo: “No soy yo quien
seduce, sino el otro quien me sede a mi”. La proyección protege de la ansiedad derivada de
un conflicto interior. Exteriorizando todo lo inaceptable, la persona lo afronta como una
situación no vinculada a ella. Defensa muy arcaica, se la ve por ejemplo en la paranoia y en
algunas formas normales de pensamiento, como la superstición.

2.1.4.4 Desplazamiento
Mecanismo donde el componente emocional de una idea u objeto inaceptable se
transfiere a otro más aceptable y con el cual tiene algun vinculo asociativo. Este mecanismo
se ve especialmente en los sueños, aunque esta también es la formación de los síntomas
psiconeuróticos y, en general, en toda formación del inconsciente.
2.1.4.5 Identificación
Mecanismo por el cual persona moldea su forma de ser según la forma de ser de otra
persona. En este proceso, el yo se altera de una manera más o menos permanente. El primer
mecanismo de comunicación.
2.1.4.6Aislamiento
Mecanismo que impide que las características indeseables de un objeto se desplacen
a otros. Se trata de evitar la contaminación del objeto bueno por parte del objeto malo.
2.1.4.7 Racionalización
Se entiende como una forma de negación en la que para evitar el conflicto o la
frustración, el sujeto se da razones o argumentos que los encubren.
2.1.4.8 Intelectualización
Mecanismo por el cual es sujeto se implica en pensamientos muy abstractos para
evitar experimentar angustia.Esta defensa implica dar forma discursiva a conflictos y
emociones , con el fin de controlarlos.
2.1.4.9 Sublimación
La energía asociada a impulsos inaceptables se reorienta hacia canales personal y
socialmente aceptables . La sublimación viene a ser como un medio de alcanzar satisfacción
en forma sustitutiva o imaginaria a las dos tendencias básicas de nuestros instintos

2.1.5 Fases psicosexuales


2.1.5.1 Fase 0ral (0 a 1): Durante la fase oral las actividades
relacionadas con la alimentación como la succión y la masticación son lo más
importante.
La principal fuente interacción del bebé se realiza a través de la boca,
que es de vital importancia para la alimentación, pero además el niño a través
de ella obtiene placer gracias a actividades satisfactorias como la degustación
y la succión. Debido a que el bebé es totalmente dependiente de los cuidadores
(que son los responsables de su alimentación), el pequeño también desarrolla
un sentido de confianza y comodidad a través de esta estimulación oral.

El conflicto principal en esta etapa es el proceso de destete: el niño


pasa a ser menos dependiente de sus cuidadores y pierde las gratificaciones
que obtenía con la succión. Si la fijación se produce en esta etapa, Freud creía
que el individuo tendría problemas con la dependencia o la agresión. La fijación
oral puede generar problemas con la bebida, la comida o la necesidad de
fumar.
2.1.5 .2 Fase anal (1 a 3): Durante la etapa anal, Freud creía que el
objetivo principal de la libido se hallaba en lograr el control de los movimientos
del intestino y la vejiga. El conflicto importante en esta etapa es el control de
esfínteres: el niño tiene que aprender a controlar sus necesidades corporales.
El desarrollo de este control conduce a una sensación de logro y la
independencia.
Según Freud, el éxito en esta etapa depende de la forma en que los
padres se acercan a esfínteres. Los padres que utilizan la alabanza y la
recompensa por usar el inodoro en el momento apropiado, fomentan
resultados positivos y ayudan a los niños a sentirse capaces y productivos.
Freud creía que las experiencias positivas durante esta etapa sientan las bases
para que las personas se conviertan en adultos competentes, productivos y
creativos.

Sin embargo, no todos los padres proporcionan el apoyo y el estímulo


que los niños necesitan durante esta etapa. Algunos padres castigan,
ridiculizan o incluso avergüenzan a un niño cuando tiene accidentes.

Para él las respuestas parentales inadecuadas pueden dar lugar a


resultados negativos. Si los padres toman un enfoque demasiado indulgente
en esta etapa, podría desarrollarse una personalidad anal-expulsiva, que se
traduce en una persona adulta desordenada, derrochadora y destructiva. Si los
padres son demasiado estrictos o empiezan el control de esfínteres demasiado
pronto, se genera una personalidad anal-retentiva, que se traduce en un
individuo demasiado rígido, ordenado y obsesivo.
2.1.5.3 Fase fálica (3 a 5) : Durante la etapa fálica, el enfoque principal
de la libido se centra en los genitales. A esta edad los niños empiezan a
descubrir las diferencias entre hombres y mujeres.

Freud creía que los niños comienzan a ver a sus padres como un rival
por el afecto de la madre. El complejo de Edipo describe estos sentimientos de
querer poseer la madre y el deseo de reemplazar al padre. Sin embargo, el
niño también teme que será castigado por el padre por estos sentimientos, a
este miedo Freud lo llamó la angustia de castración.
El término complejo de Electra se ha utilizado para describir estas
mismas sensaciones experimentadas por las niñas. Freud, sin embargo, creía
que las niñas por su parte experimentan la envidia del pene.
Con el tiempo, el niño varón comienza a identificar el padre del mismo
sexo como un medio para poseer indirectamente a la madre. Para las niñas,
sin embargo, Freud creía que la envidia del pene nunca se resuelve totalmente
y que todas las mujeres siguen teniendo una fijación en esta etapa. Psicólogos
como Karen Horney discrepaba con esta teoría, que calificó de inexacta y
degradante para la mujer. En su lugar, Horney propuso que los hombres
experimentan sentimientos de inferioridad porque no pueden dar a luz a los
niños, un concepto que se denomina la envidia vientre.
2.1.5.4 Fase de latencia (en la niñez media): Durante el período de
latencia los intereses de la libido son suprimidos temporalmente. El desarrollo
del ego y superego contribuyen a este período de calma. La etapa comienza
alrededor del momento en que los niños entran a la escuela y se preocupan
más por las relaciones entre iguales, juegos y otros intereses.

El período de latencia es un tiempo de exploración en el que la energía


sexual está todavía presente, pero se dirige hacia otras áreas, tales como las
actividades intelectuales y las interacciones sociales. Esta etapa es importante
en el desarrollo de habilidades sociales y de comunicación y confianza en sí
mismo.
2.1.5.5 Fase genital (pubertad) : Durante la etapa final del desarrollo
psicosexual, el individuo desarrolla un fuerte interés hacia el sexo y las
relaciones sexuales. Esta etapa comienza en la pubertad, pero dura el resto
de la vida de una persona.

En las primeras etapas descritas por Freud la atención se centraba


únicamente en las necesidades individuales. En esta etapa crece al fin el
interés por el bienestar de los demás. Si las demás etapas se han completado
con éxito, el individuo debe estar ahora bien equilibrado, cálido, y el cuidado.
El objetivo de esta etapa es establecer un equilibrio entre las diversas áreas
de la vida.

Referencias:
Lama Moliner, F. (2001). La dimensión científica del psicoanálisis. Revista de la Asociación
Española de Neuropsiquiatria, XXI (78), 103-109. Recuperado de :
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=265019673006

Moreno, M.(2013). Psicoanálisis e intervención social. Revista CS, (11), 115-141.


Recuperado de
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=476348374004

Bermúdez, J., Pérez, A. , Ruiz, J., Sanjuán, P. & Rueda, B. (2011).Psicología de la


personalidad. Madrid. Ediciones de la Universidad Nacional de educación a distancia.

IES RIA DEL CARMEN. (2014).Departamento de orientación-psicología.España.


Recuperado de
http://almez.pntic.mec.es/~erug0000/orientacion/psicologia/Documentos/Freud%20y%20el%
20Psicoanalisis.pdf

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