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EQUILIBRIO ACIDO BASE EN EL CUERPO HUMANO

Los procesos metabólicos producen ácidos continuamente y también generan


bases, aunque en menor medida. El ion hidrógeno (H+) es muy reactivo; puede
unirse con proteínas con carga negativa y, cuando se encuentra en concentraciones
elevadas, puede alterar su carga, su configuración y su función. Para mantener la
función celular, el cuerpo tiene mecanismos elaborados que conservan las
concentraciones sanguíneas de H+ dentro de un rango estrecho–típicamente entre
37 y 43 nmol/L (pH 7,43 a 7,37, donde el pH =−log [H+]), aunque su valor ideal
debería ser de 40 nmol/L (pH = 7,40). Las alteraciones de estos mecanismos
pueden provocar consecuencias clínicas graves.

El equilibrio ácido base está relacionado estrechamente con el metabolismo hídrico


y el balance electrolítico, y la alteración de uno de estos sistemas a menudo afecta
al otro.

Fisiología del equilibrio ácido base

La mayoría de los ácidos proceden de:

 Metabolismo de los lípidos y los hidratos de carbono

El metabolismo de los hidratos de carbono y los lípidos que genera entre 15.000 y
20.000 mmol de dióxido de carbono (CO2) por día. El CO2 no es un ácido en sí
mismo, pero en presencia de un miembro de la familia de enzimas de la anhidrasa
carbónica, el CO2 se combina con agua (H2O) en la sangre para crear ácido
carbónico (H2CO3), que se disocia en ion hidrógeno (H+) y bicarbonato (HCO3−).
El H+ se une a la hemoglobina en los eritrocitos y se libera durante la oxigenación
en los alvéolos, momento en el cual la reacción es revertida por otra forma de la
anhidrasa carbónica y se genera agua (H2O), que se excreta por vía renal, y CO2,
exhalado durante cada espiración.

Una proporción menor de los ácidos orgánicos procede de las siguientes fuentes:

 Metabolismo incompleto de la glucosa y los ácidos grasos en ácido láctico y


cetoácidos
 Metabolismo de aminoácidos con azufre (cisteína, metionina) en ácido
sulfúrico
 Metabolismo de aminoácidos catiónicos ( arginina, lisina)
 Hidrólisis del fosfato de la dieta

Esta carga “fija” o “metabólica” de ácido no puede exhalarse y, en consecuencia,


debe neutralizarse o excretarse por vía renal.

La mayoría de las bases proceden del metabolismo de los aminoácidos aniónicos


(glutamato y aspartato) y de la oxidación y el consumo de los aniones orgánicos
como lactato y citrato, que producen HCO3−.

Equilibrio ácido base

El equilibrio ácido base se mantiene gracias a la presencia de amortiguadores


químicos (buffers) y por la actividad pulmonar y renal.

Amortiguadores químicos

Los amortiguadores químicos son soluciones que resisten los cambios del pH. Los
amortiguadores intracelulares y extracelulares responden de inmediato a los
desequilibrios del estado ácido base. El hueso también cumple una función
amortiguadora importante, especialmente de las cargas ácidas. Un amortiguador
está compuesto por un ácido débil y su base conjugada. La base conjugada puede
aceptar H+ y el ácido débil puede liberarlo, de manera que permite reducir al mínimo
los cambios en la concentración de H+ libres. El sistema amortiguador sirve sobre
todo para minimizar los cambios en el pH cerca de su constante de equilibrio (pKa);
así, aunque potencialmente hay muchos pares de amortiguadores en el cuerpo, sólo
algunos son fisiológicamente relevantes. La relación entre el pH de un sistema
amortiguador y la concentración de sus componentes se describe por la ecuación
de Henderson-Hasselbalch:

Donde pKa es la constante de disociación del ácido débil.


El amortiguador extracelular más importante es el sistema HCO3−/CO2, que se
describe con la siguiente ecuación:

Un aumento en la concentración de H+ desvía la ecuación hacia la derecha y genera


CO2. Este importante sistema amortiguador está estrictamente regulado; cuando
aumentan las concentraciones de CO2, se ponen en marcha ajustes finos a cargo
de la ventilación alveolar, y la excreción renal se encarga de controlar rigurosamente
las concentraciones de H+ y HCO3−.

La relación entre pH, HCO3− y CO2 en el sistema como se la describe en la


ecuación de Henderson-Hasselbalch es así:

O de igual manera, por la ecuación de Kassirer-Bleich, derivada de la ecuación de


Henderson-Hasselbalch:

Nota: para convertir el pH arterial a [H+] usar:

Ambas ecuaciones ilustran que el equilibrio ácido base depende de la relación entre
la Pco2 (presión de dióxido de carbono) y la concentración de HCO3− y no del valor
absoluto aislado de cualquiera de ellos. Con estas fórmulas, puede usarse
cualquiera de las dos variables para calcular la tercera.
Otros amortiguadores fisiológicos importantes son los fosfatos orgánicos e
inorgánicos intracelulares y las proteínas intracelulares, como la Hb en los
eritrocitos. El fosfato extracelular y las proteínas plasmáticas son menos relevantes.
El hueso se convierte en un amortiguador importante después del consumo de una
carga ácida. En un principio, el hueso libera bicarbonato de sodio (NaHCO3) y
bicarbonato de calcio (Ca(HCO3)2) a cambio de H+. Cuando se acumulan cargas
de ácidos durante un período prolongado, el hueso libera carbonato de calcio
(CaCO3) y fosfato de calcio (CaPO4). En consecuencia, la acidemia de larga data
contribuye a la desmineralización y al desarrollo de osteoporosis.

Regulación pulmonar

La concentración de CO2 está estrechamente regulada por las modificaciones en el


volumen corriente y la frecuencia respiratoria (ventilación minuto). Los
quimiorreceptores arteriales registran la disminución del pH y, en respuesta,
aumentan el volumen corriente o la frecuencia respiratoria, con incremento de la
espiración de CO2 y del pH de la sangre. A diferencia de la amortigación química,
que es inmediata, la regulación pulmonar tarda varios minutos u horas. Este sistema
tiene una eficacia de entre 50 y 75% y no normaliza completamente el pH.

Regulación renal

Los riñones controlan el pH mediante el ajuste de la cantidad de HCO3− que se


excreta o es reabsorbido. La reabsorción de HCO3− es equivalente a la excreción
de H+ libre. Las respuestas para manejar los trastornos del equilibrio ácido base se
desarrollan entre horas y días después de que sucedieron los cambios en este
equilibrio.

oda el HCO3− en el suero se filtra a medida que pasa a través del glomérulo. La
reabsorción de HCO3− se produce sobre todo en el túbulo proximal y, en menor
medida, en el túbulo colector. El H2O dentro de la célula tubular distal se disocia en
H+ e hidroxilo (OH−); en presencia de anhidrasa carbónica, el OH− se combina con
CO2 formando HCO3−, que regresa al capilar peritubular, mientras que el H+ se
secreta hacia la luz tubular y se une con el HCO3− filtrado libremente formando CO2
y H2O, que también se reabsorben. En consecuencia, los iones de HCO3−
reabsorbidos distalmente vuelven a sintetizarse y no son los mismos que se filtraron.
La disminución del volumen circulante efectivo (como durante la terapia con
diuréticos) aumenta la reabsorción de HCO3−, mientras que la elevación de la
concentración de hormona paratiroidea en respuesta a una carga de ácido
disminuye la reabsorción de HCO3−. Asimismo, el aumento de la Pco2 incrementa
la reabsorción de HCO3−, mientras que la depleción de cloruro (Cl−)(típicamente,
debido a la depleción de volumen) estimula la reabsorción de Na+ y la generación
de HCO3− en el túbulo proximal.

En los túbulos proximales y distales se secretan ácidos activamente, donde se


combinan con amortiguadores urinarios, en particular fosfato (HPO4−2) (que se filtra
libremente), creatinina, ácido úrico y amoníaco, para de esta manera excretarse del
organismo. La mayor importancia del sistema amortiguador de amoníaco es que los
demás amortiguadores se filtran en concentraciones fijas y pueden agotarse frente
a cargas elevadas de ácido, mientras que las células tubulares regulan activamente
la producción de amoníaco en respuesta a los cambios en la carga de ácido. El pH
arterial es el principal factor determinante de la secreción de ácido, pero la excreción
también depende de las concentraciones de potasio (K+), Cl− y aldosterona. La
concentración intracelular de K+ y la secreción de H+ están relacionadas en forma
recíproca: la depleción de K+ aumenta la secreción de H+ y, en consecuencia,
agrava la alcalosis metabólica.

Elementos ácidos/básicos en alimentación

En este aspecto, juega un papel primordial nuestra alimentación ya que hay


alimentos con un poder más o menos acidificante y/o basificante para nuestro
organismo, y nuestra actividad diaria también es determinante. Os adjuntamos
además un artículo relacionado con la dieta alcalina Dieta alcalina.

Elementos acidificantes

Cereales y harinas refinadas, glúcidos refinados, grasas, alcohol e irritantes del


sistema nervioso, sedentarismo, bajo consumo de agua, etc.
Elementos basificantes

Frutas, verduras, germinados, miel, legumbres, beber abundante agua, realizar


actividad física diaria, etc.

Genera Alimentación Escasez Vida


Estrés Dormir poco
acidez ácida hidratación sedentaria

Genera Alimentación Abundante Dormir


Relajación Vida activa
Basicidad básica hidratación adecuadamente

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