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LA ACTITUD ES IMPORTANTE

4 Para empezar, usted pudiera preguntarse: ¿Cuál es mi actitud hacia la obra de estudios

bíblicos? ¿Realmente quiero tener un estudio? ¿Considero que este rasgo del ministerio es
importante y necesario para salvar vidas, en vista de que la mayoría de las personas del mundo
están ‘muertas en sus ofensas’? (Efe. 2:1.)
5 Tanto publicadores como precursores han escrito a la Sociedad para relatar cómo Jehová

contestó su oración fervorosa cuando pidieron específicamente que les ayudara a hallar a
personas interesadas en la verdad con quienes conducir estudios bíblicos. (Rom. 12:12; 1 Tes.
5:17.) ¿Ha hecho eso usted? ¿Le ha suplicado a su Padre celestial que le dé el privilegio de hallar
y enseñar a alguien que sinceramente busca la verdad? (Eze. 9:4.)

CON LA AYUDA DEL LIBRO RAZONAMIENTO


3 ¿Ha tratado de ofrecer un estudio bíblico en la primera visita? El libro Razonamiento, en las
páginas 11 y 12, bajo “Estudio bíblico en el hogar”, sugiere dos introducciones que presentan este
método directo de ofrecer un estudio. Así, el amo de casa sabrá que el propósito de nuestra visita
es ofrecer un estudio bíblico gratis en el hogar de la persona. Sin importar qué presentación
usemos, podemos mostrar a la persona cómo conducimos un estudio. Muchos amos de casa ya
tienen alguna de nuestra literatura que se pudiera usar para este fin. Si no, puede usarse un
tratado como base para comenzar el estudio. Si parece apropiado y el amo de casa concuerda en
ello, esto puede hacerse aun si se ha rechazado la oferta de literatura. Por ejemplo, al ofrecer el
libro Creación, puede que la persona diga que no se interesa en la creación ni la evolución.
Entonces, usando el capítulo 19 del libro Creación, titulado “Se aproxima un paraíso terrestre”,
pudiéramos mostrarle cómo conducimos un estudio bíblico. Dependiendo del interés que muestre
la persona, podemos escoger información apropiada de los capítulos 16 a 20.

“¿Cree usted que estas palabras se cumplirán algún día? [Lea Isaías 33:24, y permita que
responda.] Permítame mostrarle algo interesante sobre el tema.” Entréguele a la persona el libro
Enseña y remítala al párrafo 22 de la página 36. Lea la pregunta al pie de la página y pídale que
busque la respuesta a medida que usted lee el párrafo. Luego, vuelva a hacer la pregunta y
escuche sus comentarios. Lean juntos otro de los textos. Deje una pregunta pendiente para la
siguiente visita, y haga planes concretos para volver. ¡Acaba de iniciar un estudio bíblico!

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