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ENSAYO SOBRE LA ANEMIA INFANTIL

La Anemia Infantil y su Influencia en el Rendimiento Escolar

Introducción.

La anemia tiene graves consecuencias que limitan la actividad física y la capacidad de

aprendizaje de los niños. Se presenta con dolores de cabeza, mareos, cansancio, irritabilidad y

poca resistencia al frío.

En el Perú, la anemia afecta al 43,6% de los niños menores de tres años constituyendo un

problema de salud pública, esta cifra ha permanecido sin mayores cambios en los últimos

cinco años a pesar de los esfuerzos del gobierno por reducirla. Encuesta Demográfica y de

Salud Familiar (ENDES, 2016).

En el presente ensayo se describirá la anemia, así como los distintos factores de riesgo que

la predisponen, la sintomatología en niños, las consecuencias y las medidas para la reducción

y control de la anemia. Enfocándose a argumentar la siguiente interrogante: ¿La anemia

infantil tiene alguna influencia en el desarrollo cognitivo y el rendimiento académico de los

niños?. La importancia del estudio radica en la necesidad de abordar la anemia como un

problema de salud mundial que impacta negativamente a toda la población, especialmente en

el desarrollo de los niños, enmarcada dentro de una amplia revisión bibliográfica para

contrarrestar la hipótesis: la anemia infantil influye negativamente en el desarrollo cognitivo

y contribuye al bajo rendimiento escolar.

Desarrollo.
La anemia es un trastorno en el cual el número de glóbulos rojos o eritrocitos circulantes

en la sangre se ha reducido y es insuficiente para satisfacer las necesidades del organismo.

Ministerio de Salud (MINSA, 2017, p.12)

Existen varios tipos de anemia, aunque la más común es la anemia por deficiencia de

hierro. Sus factores determinantes son múltiples y se presentan en diferentes etapas de vida

del ser humano, aunque sus efectos permanecen en todo el ciclo de la vida.

Se estima que a nivel mundial cerca del 50% de los casos de anemia puede atribuirse a la

carencia de hierro, como es el caso del Perú. (MINSA, 2017-2021, p.14)

Estos factores aumentan el riesgo de anemia: una dieta carente de ciertas vitaminas, tener

una dieta que sea consistentemente baja en hierro, vitamina B12; tener un trastorno intestinal

que afecta la absorción de nutrientes en el intestino delgado; afecciones crónicas como

cáncer, insuficiencia renal (estas pueden causar la disminución de los glóbulos rojos); la

pérdida lenta y crónica de sangre por una úlcera o por otra causa puede consumir todo la

reserva de hierro del cuerpo (Centeno, 2014, p.61-62); antecedentes familiares de anemia

hereditaria; como antecedentes de ciertas infecciones, enfermedades de la sangre y trastornos

autoinmunitarios, alcoholismo, exposición a químicos tóxicos y el uso de algunos

medicamentos pueden afectar la producción de glóbulos rojos y producir anemia; la edad (las

personas menores de 3 años y mayores de 65 años tienen mayor riesgo de anemia). (Frías,

2016, p.1-6); otros factores como bajo peso al nacer, prematurez, lactancia artificial e

introducción de alimentos bajos en hierro, ligadura precoz del cordón umbilical. (Carrizo L,

2012, p.12-15)

Las personas con anemia suelen ser asintomáticas en el caso de anemia leve. Los síntomas

y signos clínicos de la anemia son inespecíficos cuando es de grado moderado o severo. Estos

síntomas son: sueño incrementado, astenia, hiporexia (inapetencia), anorexia, irritabilidad,


rendimiento físico disminuido, fatiga, vértigos, mareos, cefaleas y alteraciones en el

crecimiento. En prematuros y lactantes pequeños: baja ganancia ponderal, piel y membranas

mucosas pálidas (signo principal), piel seca, caída del cabello, pelo ralo, uñas quebradizas,

alteración del desarrollo psicomotor, del aprendizaje y/o la atención, alteraciones de las

funciones de memoria y pobre respuesta a estímulos sensoriales. (MINSA, 2017, p.15)

La anemia tiene serias consecuencias en la calidad de vida. Estas repercusiones están

ligadas a la disminución de la eficiencia de transporte de oxígeno a los diferentes tejidos del

cuerpo, que es una función prioritaria del organismo. El cerebro presenta áreas que son ricas

en hierro, el hierro es un componente clave en las reacciones esenciales de

neurotransmisores. El hierro es cofactor participa en la síntesis de ADN y también es

requerido para la apropiada función de la médula espinal y cerebelo. (Chavesta C, 2013,

p.13). La deficiencia de hierro tiene un espectro que va desde la reducción y agotamiento de

las reservas de hierro hasta la reducción de las células rojas y de la concentración de

hemoglobina. (Cedeño L. 2013).

Estudios recientes confirman que los infantes tienen un mayor riesgo a presentar anemia

debido a su rápido crecimiento y las fuentes dietéticas limitadas en hierro. En el sistema

nervioso central, el hierro participa en muchos procesos que podrían afectar la conducta

infantil y su desarrollo, con efectos a largo plazo sobre el rendimiento intelectual y físico de

los niños. Durante la etapa de crecimiento y desarrollo, el impacto de la deficiencia de hierro

y la anemia acarrean graves consecuencias, entre otras áreas, en la psicomotora e intelectual

que, en ocasiones solo se evidencian a largo plazo.

Por lo antes expuesto se puede demostrar de acuerdo a las bases teóricas, artículos

científicos y trabajos de investigación que la anemia infantil influye negativamente en el

rendimiento escolar ya que el hierro cumple una función importante en el desarrollo del
cerebro, repercutiendo así en la capacidad intelectual, los primeros años de vida de una

persona determinan en gran medida su posterior desarrollo como ser humano a lo largo del

ciclo vital. Gran parte de las desigualdades en salud y estatus socioeconómico que se

observan en edades adultas y avanzadas tienen su origen en la infancia e incluso en la etapa

prenatal. Los problemas nutricionales exhiben un comportamiento latente y en ascenso en

nuestros días, un verdadero problema de salud en las poblaciones tanto de países

desarrollados como en vías de desarrollo.

La presencia de anemia motiva mucha preocupación en todos los ámbitos y niveles de

salud, ya que sus consecuencias repercuten negativamente en el desarrollo de niñas y niños a

nivel cognitivo, motor, emocional y social. La anemia, entre los niños peruanos, ocurre en la

etapa de mayor velocidad de crecimiento y diferenciación de células cerebrales, como son los

primeros 24 meses de vida y la gestación. Estas etapas son de elevadas necesidades

nutricionales para el crecimiento del feto y del niño pequeño. Esta situación ocasiona que la

anemia en el Perú constituya un problema de salud pública severo. (MINSA, 2017, p.20)

Para tratar de disminuir la anemia infantil en Perú el MINSA ha creado el “Plan Nacional

para la Reducción y Control de la Anemia Materno Infantil y la Desnutrición Crónica

Infantil” el cual se viene desarrollando mediante estrategias como el Control de Crecimiento

y Desarrollo Infantil, que es una actividad indispensable como parte de la atención integral

del niño. En este contexto, el Plan Nacional hace énfasis en la oportunidad de brindar

consejería nutricional donde se debe informar a la madre sobre la alimentación rica en hierro

mediante el consumo de alimentos como: hígado, sangrecita, vaso, menestras, vegetales de

hojas verdes, y en general la administración de suplementos de hierro. Además otras prácticas

saludables que deben adoptarse para lograr un buen crecimiento infantil, dentro de las cuales

se deben considerar a la práctica de lactancia materna exclusiva (inicio temprano de lactancia

materna, técnica de amamantamiento, exclusividad de la lactancia materna hasta los 6 meses


y duración de la lactancia materna hasta los 2 años de edad entre otros), así como a la

alimentación complementaria, a partir de los 6 meses, a la alimentación durante la

enfermedad; a la suplementación con hierro (gotas o jarabe) o la fortificación casera

(Micronutrientes); el lavado de manos, entre otras. (MINSA, 2017-2021, p.27-35)

El proceso cognitivo se inicia desde la vida fetal hasta alcanzar la maduración completa

del individuo y depende no solo de los patrones genéticos, sino también de las influencias

psicosociales como del ambiente en el que crece el individuo. Por este motivo el MINSA

durante la atención prenatal proporciona tratamiento preventivo para la anemia a las gestantes

mediante la suplementación con hierro, y en gestantes con anemia tratamiento recuperativo

por 6 meses.

El Rendimiento Escolar (RE), hace referencia a la evaluación del conocimiento adquirido

en el ámbito escolar. Un estudiante con buen rendimiento escolar es aquél que obtiene

calificaciones positivas en los exámenes que debe rendir a lo largo de sus estudios. Son

muchos los factores que condicionan el rendimiento escolar, entre los que se mencionan a los

aspectos afectivos, sociales, económicos, alimenticios. Las alteraciones cerebrales se reflejan

a largo plazo en un retraso del desarrollo mental y físico de los niños que han tenido anemia,

y como consecuencia un menor desempeño escolar, con altos niveles de repetición de grados

y deserción de la escuela primaria en comunidades económicamente pobres. Sin embargo,

los resultados de las diversas investigaciones en este campo, no arrojan resultados

concluyentes acerca de una relación causal, y es probable que los efectos sobre el desarrollo

en los niños anémicos se vean aumentados por la presencia de factores ambientales

desfavorables para un normal desarrollo. (Carrero, Escorcia, Orostegui, 2018, p.411-426)

Sin embargo la sub producción de hemoglobina debido a la deficiencia de hierro, es un

factor de riesgo para el deterioro cognitivo a corto y largo plazo. Esta sub producción de
hemoglobina durante la infancia se asocia con un desarrollo mental y motor deficiente y

durante la infancia posterior, con una cognición y un rendimiento escolar deficientes. Los

estudios longitudinales también han demostrado consistentemente que los niños que habían

sido anémicos antes de los 2 años de edad continuaron mostrando deficiencias en la

cognición y el rendimiento escolar de 4 a 19 años de edad. (Carrero et al. 2018, p.411-426)

Conclusión.

Los resultados de las diversas investigaciones en este campo concluyen que la anemia

infantil está relacionada de manera directa con el rendimiento de los niños en la etapa escolar

dado que el déficit de hierro ocasiona una disminución significativa en el desarrollo y

desempeño cognitivo del cerebro.

Bibliografía.

 Instituto Nacional de Estadística e Informática. Encuesta Demográfica y de Salud

Familiar. ENDES 2016.

 Ministerio de Salud. Norma Técnica Manejo Terapéutico – Preventivo de la Anemia en

Niños, Adolescentes, Gestantes y Puérperas. PERÚ. 2017.

 Ministerio de Salud. Documento Técnico – Plan Nacional para la reducción y control de

la anemia Materno infantil y la Desnutrición Crónica Infantil en el Perú: 2017-2021.

PERÚ 2017 – 2021.

 Frías G.M. (2016). Anemia, Scrib, 1- 6. Recuperado de:

https://es.scribd.com/document/333852670/Anemia-Ensayo
 Cedeño L. (2013). Prevalencia de anemia en escolares de 6 a 8 años en Centro Educativo

Sergio Domingo Dueñas de la ciudad de Manta Ecuador 2013. Recuperado en:

http://es.calameo.com/read/000372369272ef41e33df.

 Chavesta C. (2013). Prevalencia de anemia en niños escolares del nivel primario en

centros educativos de la ciudad de Monsefú [tesis de pregrado]. Recuperado de:

http://www.repositorioacademico.usmp.edu.pe/bitstream/usmp/2202/1/chavesta_cl.pdf

 Carrizo L. (2012). Aspectos epidemiológicos de la anemia ferropénica en niños de 6-23

meses en el consultorio externo del hospital pediátrico de Santiago del Estero- 2008-2010

[tesis de maestría]. Recuperado en:

http://lildbi.fcm.unc.edu.ar/lildbi/tesis/Carrizo_luis_ruben.pdf

 Centeno E. (2014). Factores de riesgo intrínsecos y extrínsecos asociados a anemia

ferropénica en niños de 6 meses en cuatro establecimientos de salud de la red SJM-VMT

2013. [tesis de pregrado]. Recuperado de:

http://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/handle/cybertesis/3744/Centeno_se.pdf;jsessioni

d=59F99C3B6774EB2326030BC55B7C80F1?sequence=1

 Carrero, C. M.. Escorcia, R. L.. Orostegui, M. A. (2018). Anemia infantil: Desarrollo

cognitivo y rendimiento académico. Researchgate, volumen (37). pp411-pp426.

Recuperado en:

https://www.researchgate.net/publication/332978364_Anemia_infantil_Desarrollo_cogniti

vo_y_rendimiento_academico

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