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(Mat. 13: 19) Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y
arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.
(Luc. 8:14) Éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto
con perseverancia.
Apoderarse = “Adueñarse de algo por uno mismo, con derecho o sin él”.
Se dice del acto del Espíritu del Señor con respecto a Felipe. (Hech. 8:39)
(Luc. 8:14) Éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto
con perseverancia.
El Señor nos exhorta a que retengamos lo que el nos ha dado o lo que nos pertenece.
Por ejemplos:
(Job 2:3) Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro
como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que
todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin
causa?
(Job 2:7) Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna
maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.
Job 2:8 Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza.
Job 2:9 Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete.
Heb. 3:6 pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme
hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.
1Co 11:2 Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones
tal como os las entregué.
Dios no quiere que perdamos nada de lo bueno que el nos ha dado; porque Satanás esta
dispuesto ha arrebatártelo.
(Mat. 13: 19) Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y
arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.
(Luc. 8:29) (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho
tiempo que se había apoderado de él…
(Mat. 11:12) Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre
violencia, y los violentos lo arrebatan.
"...y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de Dios ha soportado, aguantado,
tolerado, sufrido pacientemente un violento asalto, y hombres violentos lo arrebatan, lo
agarran por la fuerza, como una recompensa preciosa, o como una parte del reino de Dios que
es deseado con el más ferviente celo y con un esfuerzo intenso". (AMP)
RETEN LO QUE TE PERTENECE SINO SATANAS TE LO ARREBATARÁ II
(Mat. 13: 19) Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y
arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino
(Luc. 8:14) Éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto
con perseverancia.
Apoderarse = “Adueñarse de algo por uno mismo, con derecho o sin él”.
(Mat. 11:12) Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre
violencia, y los violentos lo arrebatan.
"...y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de Dios ha soportado, aguantado,
tolerado, sufrido pacientemente un violento asalto, y hombres violentos lo arrebatan, lo
agarran por la fuerza, como una recompensa preciosa, o como una parte del reino de Dios que
es deseado con el más ferviente celo y con un esfuerzo intenso". (AMP)
Por ejemplos:
1- Adam y Eva.
(Gen. 2:16) Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás
comer;
Gen 2:17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él
comieres, ciertamente morirás.
1Co 2:12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para
que sepamos lo que Dios nos ha concedido.
2- Ananias y Safira.
(Hch. 5:2) Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad,
Hch 5:2 y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la
puso a los pies de los apóstoles.
Hch 5:3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al
Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
Hch 5:4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué
pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
Hch 5:5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los
que lo oyeron.
3- El rey Uzias.
(2Cron. 26:5) Y persistió (el que persevera retiene) en buscar a Dios en los días de Zacarías,
entendido en visiones de Dios; y en estos días en que buscó a Jehová, él le prosperó.
2Cr. 26:16 Más cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló
contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del
incienso.
Uziás no retuvo la búsqueda en Dios el cual lo llevó que su corazón se enalteciera y se rebelara
contra Dios.
Pregunta:
1- La ignorancia.
Ose 4:6 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el
conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me
olvidaré de tus hijos.
2Co 2:11 para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus
maquinaciones.
2- No creer a la palabra.
Luc 8:12 Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su
corazón la palabra, para que no crean y se salven.
3- El afán.
Mat. 6:25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué
habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el
alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Mat. 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.
4- La distracción.
Ecles. 11:4 El que anda observando el viento, no siembra nunca; y el que atiende a que hay
nubes, jamás se pondrá a segar.
5- La desobediencia.
1Sa 15:28 Entonces Samuel le dijo: Jehová ha rasgado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha
dado a un prójimo tuyo mejor que tú.
Mat. 24:43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de
venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
7- El amor al mundo.
1Jn 2:15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el
amor del Padre no está en él. (Sino, está es porque se le fue, no lo retuvo)
El amor a las cosas del mundo le da derecho lega a Satanás para arrebatarnos el amor
de Dios.