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Teoria Hrdlicka Sobre el poblamiento americano

La teoría Hrdlicka Recién en el siglo pasado, fue que se planteó la teoría del
imigracionismo bajo bases científicas, habiendo correspondido a Alex Hrdlicka esa
tarea.
Las personas cronistas entraron todos como inmigraciones en base a sus
planteamientos teológicos de que todos los hombres descendían de Adán y Eva y
que el paraíso terrestre estuvo ubicado en el lugar de Asia Menor.
Hrdlicka creía que el hombre americano procedía de un grupo racial asiático, pero
entre los indios americanos hay diferencias somáticas muy marcadas. Eso hace
suponer, que sólo mongoles ingresaron por el Estrecho de Bering, sino también
gente de otras naciones como coreanos y japoneses. También pudieron ingresar a
la América, malayos y australianos.
La primera oleada de hombres fue de cráneos dolicocéfalos. Parece que estos
tuvieron que hacer frente a grupos rivales más numerosos de cráneos
braquicéfalos que al fin impusieron. En la actualidad existen en el estado más
primitivo algunos grupos humanos dolicocéfalos, como la tribu amazónica de la
espesura del Brasil, los botocudos y los fueguinos de la parte austral del
continente. Hrdlicka, no daba más de 30.000 años al hombre americano, lo cual es
contradicho por el antropólogo austriaco Oswaldo Menghin, que le supone entre 70
mil y 100 mil años.
Paul Rivet, partidario del origen múltiple, suponía que por mar habían llegado
inmigrantes al continente sudamericano. De la Oceanía habría sido traído el
camote y cierta variedad de algodón. Por su condición de isleños, los melanesios
eran gente marinera y se supone que en la misma forma en que llegaron a la
solitaria isla de Pascua, pudieron haber llegado al continente.
La influencia china y japonesas en la alfarería pueden apreciarse según el
arqueólogo ecuatoriano Emilio Estrada, en las estatuillas de Valdivia. Lo mismo
puede decirse de cierta cerámica de Vicús.
Cuando terminó la época glacial, los grandes hielos se derritieron, y el mar subió
de nivel tapando el istmo de Bering todo lo cual unido a los movimientos sísmicos,
dejó la tierra firme bajo una capa de agua poca profunda como la cual actualmente
existente de sólo 50 metros, que es lo que constituye el estrecho de Bering. Por lo
tanto de ahí en adelante, sólo por mar se podía venir al continente americano.
El arqueólogo Oswaldo Menghin, supone que el poblamiento de la América
primitiva se produjo en tres oleadas migratorias.
La primera oleada correspondiente al grupo racial de los európidos, no era de
origen mongólico. Llegaron cuando Bering era un istmo y no un canal, o sea que el
paso se realizó a pié firme hace 70.000 años durante el período glacial que no
afectó a la península de Alaska. Estos hombres eran cazadores de nivel cultural
muy rudimentario.
La segunda corriente migratoria, correspondió a los nolanésidos, que llegaron por
mar. La corriente, pasó por el mar de Bering cuando la época glacial había
terminado y al derretirse los hielos, se elevaron las aguas del Mar Ártico cubriendo
las tierras bajas de Bering. De todos modos el salto marino de Asia a la península
de Alaska, era corto y se podía salvar en pequeñas embarcaciones. Los
inmigrantes fueron de raza mongólica, aún primitivos, que llegaron a partir del año
4.000 imponiendo a los anteriores pobladores americanos sus definidos rasgos
mongólicos.
Para este mismo científico, los araucanos, primitivos llegaron de la Oceanía en la
misma forma que llegaron a la isla de Pascua.
Menghin, en su obra “Origen y Desarrollo Racial de la Especie Humana” da una
antigüedad de 70 mil años al hombre de América en contraposición a Krosber que
sólo consideraba 10.000 años, al que los hechos y los últimos hallazgos
arqueológicos han desmentido.
Para el antropólogo argentino José Labelloni, el continente americano recibió siete
corrientes migratorias que fueron: la tasmanoide, la australoide, la melanesoide, la
proto-indonesio,la mongoloide, la Indonesia y la esquimal.
Hay que hacer notar que este científico no menciona ninguna Corriente Europea,
de Asia Menor o de Egipto.

Teoria Paul Rivet Sobre el poblamiento americano

El antropólogo francés Paul Rivet, propuso una Teoría Oceánica, de origen múltiple del hombre
americano, según la cual la población americana se llevó a cabo por cuatro oleadas migratorias
denominadas de acuerdo a sus lugares de procedencia:

Mongoloide, australianos, melanesio-malayo-polinesio, esquimales

Teoría OceánicaLas oleadas estuvieron separadas por distintos espacios de tiempo, aportando
caracteres asiáticos, australianos y melanesio-polinesios.

Elaboró su teoría con múltiples evidencias como: rasgos biofísicos (estatura, color de piel, etc.),
datos culturales y datos lingüísticos, tanto de los asiáticos, como de los americanos y polinesios
con el objetivo de encontrar correspondencias que le permitieran reconstruir las posibles rutas
migratorias que habrían seguido los primeros hombres americanos. Sus críticos sostienen que
fueron insuficientes los datos arqueológicos considerados.

Mongoloide

Los primeros en ingresar a América serían los asiáticos, a través del Estrecho de Bering;
separados en el tiempo, los diversos grupos aportarían elementos pre-mongólicos y
mongólicos propiamente dichos, evolucionando física y culturalmente en forma diferente.

Australianos

En segundo lugar, hicieron su arribo los elementos australianos, demostrado, según Rivet, por
grandes similitudes físicas entre los cráneos de los patagones y de los australianos, del
predominio del grupo sanguíneo 0 en ambos grupos y del común uso de producciones
culturales como la cerámica, los mantos de pieles animales, las chozas circulares de ramas, el
uso de troncos ahuecados como canoas, parecidas ceremonias religiosas, etc.
Pero es en el aspecto lingüístico donde Rivet pone mayor énfasis, demostrando que existen
analogías entre las lenguas patagónico-fueguinas y las australianas, mencionando vocablos
similares para los mismos objetos.

Las latitudes de Australia y la Patagonia difieren notablemente y por lo tanto, la inmigración


australiana no pudo arribar directamente, sino que debió hacerlo por el norte o por el sur. Por
el norte es poco probable, puesto que no hay huellas de su paso más allá del sur argentino, por
lo que sólo resta la vía del sur, es decir la región magallánica. A esta conclusión arribó el
portugués Mendes Correia, formulando la hipótesis de que los australianos llegaron a América
sorteando el camino antártico.

La distancia entre Australia y el extremo sur de América se acorta si en lugar de navegar el


océano en línea recta, se aprovecha un puente formado por las islas de Tasmania, Auckland,
Campbell y otras para arribar a la Península Antártica y de ahí a las islas del Cabo de Hornos.
Mendes Correia afirmaba que hace unos 8.000 años las condiciones climáticas favorables
pudieron haber hecho posible tal recorrido y que la excepcional adaptación de los pueblos
magallánicos a aquellas heladas regiones sería testimonio de una prolongada experiencia
subantártica.

Melanesio-Malayo-Polinesio

La tercera oleada que arribó a América, según Rivet, aportó el elemento melanesio-malayo-
polinesio, extendido en el Nuevo Mundo y que presenta mayores analogías antropológicas,
culturales y lingüísticas.

Vale mencionar el tipo dolicocéfalo, común a algunos grupos indígenas americanos y


melanesios; el predominio del grupo sanguíneo 0; el uso de armas comunes como el atlatl o
propulsor, cerbatanas, mazos, arcos y hondas; la utilización de morteros de madera, redes,
mosquiteros; la ejecución de instrumentos musicales como la trompeta de concha, la flauta de
caña, el tambor de madera y membrana de cuero; idénticas técnicas de navegación con
piraguas dobles, balsas de cañas; la preparación de bebidas alcohólicas con semillas, el cultivo
de tubérculos como la batata; la amputación de los dedos en señal de luto, etc.

La posibilidad de contactos entre el mundo americano y el transpacífico se reforzaría con las


piezas de cerámica halladas en Valdivia, Ecuador que tienen su similar en las elaboradas por la
cultura Jomon (Japón). Además, las fuentes indígenas de Colombia, Ecuador y Perú hablan del
arribo de extranjeros a sus costas. Incluso las crónicas incas mencionan la expedición del Inca
Tupac Yupanqui a las islas occidentales que llevó al Tahuantinsuyo prisioneros de piel negra,
oro y otros objetos que se conservaron en el Cuzco.

Poblamiento temprano según Canals FrauThor Heyerdahl, afirmaba la teoría que los polinesios
eran originarios del Nuevo Mundo. Para probar su teoría, se enfrascó en un exitoso viaje de
América a la Polinesia en una nave, la Kon-Tiki, construida con materiales propios de los
pueblos prehispánicos. Sus conclusiones se basaban en las diferencias notables entre los
pueblos polinesios y sus vecinos melanesios, micronésicos, malayos y mongoles, diferencias
que eran insignificantes con respecto a los grupos amerindios. Con estos elementos concluyó
que los polinesios, diferentes de sus vecinos y culturalmente más afines a los pueblos
americanos, necesariamente debieron salir del Nuevo Continente.

Esquimales

Penetrando por Beringia, representando la última oleada migratoria.

El antropólogo español, que estudió en Alemania, y se nacionalizó argentino Salvador Canals


Frau, propone también una teoría de carácter múltiple con cuatro oleadas migratorias,
clasificándola en cuatro tipos culturales:

Bajas Culturas: Primera invasión paleolítica que entró por Beringia, y se extendió por América.

Culturas Medias: Segunda oleada migratoria, procedente también de la Mongolia, a través de


un grupo de canoeros mesolíticos que entró por las Islas Aleutianas.

Altas Culturas Maya y Azteca: de nivel neolítico, procedía de la Melanesia y se asentó en


Centroamérica

Alta Cultura Inca: La cuarta corriente de nivel neolítico procedente del sureste asiático, que
tomó el camino de las islas situadas entre Australia y Sudamérica, incluyendo la Isla de Pascua.

El resultado fue la gran diversidad racial y antropológica del aborigen americano. Los rasgos
mongoloides, de pómulos salientes y ojos oblicuos, están presentes a lo largo de todo el
continente. Sin embargo, las tallas varían ampliamente, desde los altos patagones que llegan a
superar 1,90 m. de estatura hasta los diminutos changos del Perú cuya talla puede ser tan baja
como 1.45 m. También hay variaciones en las características del cráneo y conformación de la
nariz, así como en el color de la piel y los cabellos. Desde el punto de vista lingüístico la
diversidad es aun mayor, lo que hace muy difícil la clasificación por familias lingüísticas.

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