C. Dios juzga a un blasfemo Herodes, y bendice a una iglesia obediente.

1. (Hechos 12:20-21) Herodes da un discurso a la gente de Tiro y Sidón, quienes eran ansiosos de agradar a Herodes.

Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro y de Sidón; pero ellos vinieron de acuerdo ante él, y sobornado Blasto,
que era camarero mayor del rey, pedían paz, porque su territorio era abastecido por el del rey. Y un día señalado,
Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó.

2. (Hechos 12:22-23) Herodes recibe la alabanza exagerado de la gente de Tiro y Sidón, y recibe el juicio del Dios a
quien rehusó glorificar.

Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no
dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos.

a. ¡Voz de Dios, y no de hombre!: Está en la naturaleza humana buscar libradores políticos y Mesíases, que son
humanas, y la gente de Tiro y Sidón parecían alabar a Herodes como si fuera un Dios. Por su parte, Herodes lo
disfrutaba, tomando la gloria para sí mismo (no dio la gloria a Dios).

b. Expiró comido de gusanos: La manera de la muerte de Herodes era apropiada por su estado espiritual; era corrupta
de adentró para a fuera. El antiguo historiador judío Josefo – escribiendo al mundo romano – también describió la
muerte sangriento de Herodes en detalle (Antigüedades, XIX.8.2).

i. “Se puso una prenda de plata pura, y de un contextura realmente maravillosa, y vino al teatro temprano en la mañana;
en aquella hora, la plata de su vestimento, iluminado por el reflejo nuevo de las haces del sol en él, brilló de manera
sorprendente, y fue tan resplandeciente como para horrorizar a aquellos que lo miraran fijamente; y de repente sus
aduladores empezaron a gritar, uno de un lugar, otro de otro lugar (pero no pare su bien), que él era un Dios … También
un dolor severo empezó en su vientre, y empezó de una manera sumamente violento … cuando él había sido muy
desgastado por el dolor en su viente por cinco días, se fue de esta vida.”

3. (Hechos 12:24-25) La obra de Dios continúa sin estorbo.

Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba. Y Bernabé y Saulo, cumplido su servicio, volvieron de Jerusalén,
llevando también consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos.

a. Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba: El contraste entre Herodes y la iglesia fue claro. Herodes creía que
él tenía la mano superior contra el pueblo de Dios, pero Dios mostró quien realmente estaba a cargo de la situación –
Herodes fue juzgado; y la iglesia, bendecida.

i. Herodes peleó contra Dios. Mató a Jacobo, pero no venció al plan de Dios. Él arrestó a Pedro, pero la iglesia que oraba
con fervor vio a Dios rescatar a Pedro y la obra del apóstol continuó.

ii. La historia está llena de relatos de hombres quienes pensaron que podían pelear a Dios y ganar; sus vidas arruinadas
son evidencia que no se puede. Friedrich Nietsche era el filósofo que inició la idea de que Dios estaba muerto, y que el
cristianismo era una religión despreciada de débiles. El pelear con Dios lo hizo enloquecer, y pasó los últimos años de su
vida en esa condición. Sinclair Lewis ganó el Premio Nobel por literatura, y peleó contra Dios en su libro Elmer Gantry. El
libre se trataba de un evangelista quien también era un alcohólico y que dormiría con cualquier mujer que podía. Sinclair
Lewis murió un alcohólico sin esperanza en una clínica cerca de Roma. Escritor Ernest Hemingway vivió su vida de
aventura y pecado contra Dios, al parecer, sin consecuencias – hasta que se disparó en la cabeza con un escopeta. Pelear
contra Dios sencillamente no funciona.

b. Bernabé y Saulo … volvieron de Jerusalén: Regresando de su esfuerzo de alivio a Jerusalén (Hechos 11:30), Bernabé y
Saulo trajo a Juan Marcos consigo a la iglesia Antioquía.