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"los sentimientos"

Los sentimientos, son sensaciones inevitables en la gente, es algo que todo ser vivo
existente experimenta por más mínimo que sea. Sentir es uno de los dones más preciados
que tenemos los seres humanos, ya que posiblemente somos los que más sentimientos
podemos experimentar: el dolor, el odio, el miedo, el amor, la decepción, la pasión, la
indecisión, el entusiasmo, el rencor, el deseo, etc.
Sentir es algo que a veces se vuelve inexplicable, y... buen a esto me refiero, también es
contradictorio, porque a su vez lo podríamos describir de mil formas, por ahí no con
palabras, sino que con un abrazo, con un beso, con un gesto o una acción podemos
describir y demostrar mucho mejor que hablando o escribiendo.

Lo primero que hay que hacer para experimentar esos sentimientos que motivan, que dan
vida, que se contagian positivamente, es aprender a sentirlos con uno mismo, es
valorarse, y valorar la vida que tienes,

Para sentir primero debe haber una acción, un hecho que motive ese sentimiento; es decir
que cada sentimiento tiene su “¿por qué?”.
Algo que se ve claramente en las personas es que, frente a la misma acción o al mismo
hecho varía el sentimiento en cada una. Por ejemplo: si uno siente emoción ante una
escena de una película no necesariamente todo el que vea esa escena va a sentir
emoción.

No hay sentimiento tan lindo como el amor, por un novio, una novia, un amigo o una
amiga, un familiar, o hasta una mascota, etc.

La pasión es un sentimiento que se puede experimentar en distintos ámbitos, ya sea la


pasión mutua entre dos personas que se puede demostrar en la intimidad o la que tienen
miles de personas por un equipo, la que los pone a cantar y gritar, la que hace que aunque
sea el peor equipo la gente siga cantando y gritando como si fuera el campeón.

Un sentimiento que personalmente experimento seguido, es el de “extrañar” a una persona


que ya no está, otros pueden extrañas a una mascota o hasta un objeto. Normalmente se
da con algún ser querido que se fue y que por lo que hasta ahora creemos no vamos a
poder ver más, o quién sabe por ahí sí, yo prefiero pensar que algún día va a existir esa
oportunidad, o quiero pensar eso, como todos los que tenemos un ser querido fallecido
supongo; acaso no es el hecho más codiciado poder tener tan solo un día para disfrutar
con esa persona por última vez, para poder hacer las cosas que no hiciste en su momento
o decirle lo que piensas que te falto cuando tuviste la oportunidad.

Obviamente no todos los sentimientos son agradables, a veces sentimos odio, rencor,
indecisión, no sabemos distinguir que va a ser lo mejor para cada uno, y nos viene esa
sensación de angustia, de tristeza. Es ahí cuando nos dan ganas de dejar todo lo que
tenemos e irnos a otro lado, de desconectarnos por un tiempo y que cuando nos
conectemos otra vez ya este todo solucionado, y sin embargo no podemos y lo sabemos y
esto agrava los sentimientos desagradables, hace que cerremos los ojos y no nos demos
cuenta de que no todo lo que nos pasa es malo, y que así como nosotros sentimos
decepción, fracaso, desilusión, envidia, por otro lado sentimos amor, pasión, ilusión.

Todos tenemos temores, sentimos miedo, y sabemos también que algún día vamos a
tener que enfrentarlo, que no podemos vivir esquivándolo, es un sentimiento que se tiene
que superar, que cuando se lo enfrenta y se lo elimina llega ese sentimiento de
superación; el miedo es una “barrera” en la vida que cuando se la logra romper, se da
paso más, una de las tantas formas de crecer como persona es superar los miedos que
van apareciendo en el transcurso de la vida, siempre va a existir el miedo y aunque
superes el miedo a algo, inevitablemente vas a tenerle miedo a otra cosa que intentarás
superar y no siempre lograras.

Y si lo pensamos un poco aunque muchos de esos sentimientos sean desagradables, ¡qué


bueno que existan!, qué seríamos si no sintiéramos nada, que vida aburrida ¿no?, ir a
trabajar, ir a comprar, ver tele, comer, dormir, ir al gimnasio, hacer las cosas solo por el
hecho de hacerlas, no porque tienes ganas, ni porque no las sentís, solo porque sí, por
cumplir con la rutina insensible de todos los días, no dormís porque te sentís cansado, ni
comes porque sentís hambre, y no vas al gimnasio para sentirte fuerte o saludable, etc. Me
imagino una vida así, nos extinguiríamos rápido ¿no? Sin amor, estaríamos todos solos,
no habría parejas, seriamos pocos y cada vez menos hasta que ya no quede nadie.
Aunque por otro lado tampoco sería aburrido, o no lo sentiríamos así al menos.
Pero por suerte no es así y sentimos, nos cansamos, tenemos ganas, queremos hacer
cosas, movernos, nos enamoramos, nos peleamos, etc.

Si nos ponemos a analizarlo, cada sentimiento con el tiempo nos lleva a experimentar otro
sentimiento diferente, quién no paso del amor al odio, o del miedo a la confianza; en fin,
los sentimientos son una cadena, que empieza cuando nacemos y quién sabe si termina
cuando morimos, por ahí se reduce, se deja de sentir, y es una liberación del cuerpo, o
mejor dicho una liberación de los sentimientos que este nos permite , “obliga o condena”
como alguna vez un filósofo llamado Platón describió a la muerte como una liberación del
alma, ya que consideraba que el alma es prisionera del cuerpo, que este solo permite
sentimientos desagradables como el dolor. Mm... no sé si estaría tan bueno, yo no haría el
cambio, dejar de sentir dolor y perderme también de ese hermoso sentimiento que se da
cuando se recibe una caricia, un mimo o un abrazo de alguien querido.
A veces nos sentimos solos; la soledad provoca angustia, que lleva al desgano, a la
decepción. Todos los sentimientos influyen notablemente en la vida cotidiana, no por nada
cuando uno hace las cosas mal o con desgano escucha seguido las palabras: ¿te sentís
bien? O ¿Cómo te sentís?
Es claro que cuando hay angustia y desgano, aparece un sentimiento de cansancio que
influye directamente con las actividades de la gente, con el trabajo, el colegio, las
obligaciones, que sin importar lo que sientas tienes que cumplirlas, aunque necesites
frenar y tomarte tu descanso, o “desconectarte”.

Por diferentes experiencias de la vida algunos sentimos o demostramos más que otros,
muchos por ahí parece que no sintieran, actúan como si no conocieran la ternura, el amor,
no soy nadie para juzgar pero a veces creo que mucha gente no tiene esos sentimientos,
que no los experimentó nunca y que va a pasar toda su vida sin experimentarlos, y eso es
lamentable porque los sentimientos son esenciales para la convivencia, se contagian, y así
como se contagia el entusiasmo y la alegría se contagia el enojo, el odio, el desinterés y
hasta el egoísmo que en fin es lo único que parecen sentir estas personas de las que
hablo; perjudicando así la convivencia de muchos.

No sé si este es el mejor ensayo sobre los sentimientos, ni siquiera está muy completo, por
ahí sea el peor, y hasta no tenga nada que ver con un ensayo porque nunca hice uno, pero
siempre hay un primera vez para todo, y este es la primera vez que hago un ensayo, y por
algún motivo llegue a escribir sobre este tema, y mientras lo hice sentí muchas cosas, al
principio sentí frustración, que no iba a poder, después me elegí un tema, sentí que podía,
hasta que “me bloquie” y me sentí frustrado. Volví a elegir un tema y resultó ser “los
sentimientos” nuevamente llego un momento en el que no sabía que escribir, y sentía
enojo conmigo mismo sentía que no servía y no podía hacer esto. Y ahí me di cuenta que
todo eso que me pasaba eran sentimientos y que lo único que tenía que hacer era
explicarlos y expresarlos a mi parecer en forma escrita, espere que se me valla el enojo
para no ser tan negativo y quedo lo que hay a la vista. Espero que este bien así siento
satisfacción de haber logrado hacerlo. Sin embargo me queda un sentimiento pendiente
que es las ganas, este me surge debido al hecho de pensar sobre lo que escribí. Al
terminarlo me quede con ganas de seguir continuarlo, con el tiempo, de hacer un trabajo
más completo que seguramente no me lleve a ningún lado ni me sirva para mucho a la
vista de otros, pero personalmente a pesar de que es un resumen de todo lo que podría
seguir escribiendo me hizo pensar y sentir muchas cosas, que nunca pensé sentir o
pensar por el hecho de escribir algo.

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