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Mérida, 22 de junio de 2019

Ciudadano
Dr. José Carlos González
Coordinador de la Comunidad de Aprendizaje
Dr. “Arnoldo Gabaldòn”.
Facultad de Medicina
Universidad de Los Andes
Presente.

De mi mayor consideración.

Muy respetuosamente me dirijo a usted en la oportunidad de saludarle y, a la vez, solicitar su valiosa


colaboración para intercambiar saberes con las Comunidades de Investigación e Innovación del
Doctorado de la Maestría en Pedagogía Critica en los campos de la EducaciónDigital, la Etnología
de la Educación y la Ecología, así como en la Filosofía y Pedagogía de María Montessori.

Estas experiencias de postgrado se realizan en el marco de los PNFA de la Universidad Politécnica


y Territorial de Mérida “Kléber Ramírez”.

Los temas de discusión solicitados versarán sobre el Cerebro, la Mente y las Inteligencias Múltiples
en el contexto de la Neurociencia y su influencia en la formación de la Neuropedagogía.

Es oportuno señalar que me desempeño como tutor-cofundador de ambas Comunidades de


Aprendizaje.

Al agradecer sus consideraciones y el apoyo que puedan brindarnos, me despido de ustedes en


nombre delas comunidades universitarias antes indicadas.

Atte.
Dr. Pedro José Rivas
Coordinador

Cc:
Dr. Rubén Castellano
Dr. Antonio Gallo Becerra
Dr. Jesús Javier Bastidas

Mis contactos personales:

Teléfono de contacto:
04147466055
Correo @:
rivaspj12@gmail.com

PJR/pjr
El objetivo terapéutico en la terapia enfocada en la
erapia de cognitivo conductua:
emoción consiste en romper el círculo vicioso. La forma de romperlo
es conseguir que hablen de sus emociones primarias. En ese
momento, el que lo hace, muestra su debilidad al otro y descubre
puntos vulnerables de importancia. En el proceso terapéutico se suele
conseguir que el que escucha exprese aceptación, de manera que el
que muestra sus emociones sienta el soporte que necesita; así se
fomenta la intimidad de forma operativa. Además, cuando se
establecen las emociones como la motivación que subyace en el
conflicto se cambian las atribuciones del problema y se desvía la
atención de las discusiones cortando el ciclo de reacción negativa
seguida por reacción negativa al introducir un elemento de aceptación.
La aceptación total corresponde a momentos de enamoramiento, y se
va matizando con el paso del tiempo y con la convivencia, pero tiene
que existir para que la pareja subsista.
Con este nuevo elemento de la terapia se trata de que el miembro de
la pareja que quiere que se realice un cambio acepte desde un nuevo
punto de vista que el otro no lo realice y, sin embargo, aquello que era
inaceptable e intolerable se convierta en algo no deseable, pero
entendible y tolerable. De forma análoga a la terapia centrada en la
emoción, piden a los miembros de la pareja que hablen de emociones
suaves como tristeza, miedo, soledad y que mencionen menos las
emociones fuertes como ira y resentimiento. Como se ha mencionado,
este tipo de interacción elicita en el otro sentimientos de aceptación y
de empatía en lugar de defensa o rechazo, de esta forma se fomenta
la intimidad. (Lawrence, Eldridge y Christensen, 1998)
LA MARIONETA DE TRAPO…

Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me


regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en
definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los
ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
Andaría cuando los demás se detienen, Despertaría cuando los demás
duermen. Escucharía cuando los demás hablan, y cómo disfrutaría de un buen
helado de chocolate.
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, Vestiría sencillo, me tiraría de bruces
al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma. Dios mío, si
yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre hielo, y esperaría a que saliera
el sol.
Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti,
y una canción de Serrat sería la serenata que les ofrecería a la luna.
Regaría con lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el
encarnado beso de sus pétalo… Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida…
No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos y viviría
enamorado del amor.
A los hombres les probaría cuán equivocados están, al pensar que dejan de
enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de
enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a
volar.
A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el
olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres He aprendido que
todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, Sin saber que la
verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por
vez primera, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo,
cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido
aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque
cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.

JORGE LUIS BORGES.-


¿Por qué ética?
Javier Sádaba

(https://www.filco.es/por-que-etica/)

Como señala el filósofo Javier Sádaba, en el terreno de los deberes, al


hablar de ética "hay que distinguir los negativos de los positivos. Los
negativos son más fáciles de entender y cumplir como, por ejemplo, no
matar. Los positivos son más difíciles de cuantificar y practicar, pero
constituyen el núcleo de una autentica ética que destaca por su bondad".

Se habla mucho –y quizá demasiado– de ética, pero ¿somos


capaces de hilar dos frases plenas de sentido sobre qué es, a qué
se parece y a qué nunca se puede parecer, en qué consiste, cómo
se practica o cuál es su fin? Aquí esas nociones concretas, jugosas,
de la mano de alguien que le ha dedicado la cabeza y el corazón: el
que fuera catedrático de Ética durante décadas en la Universidad
Autónoma de Madrid Javier Sádaba.

Por Javier Sádaba, filósofo

Antes de intentar dar una respuesta a esta pregunta me gustaría


hacer alguna observación. La primera tiene que ver con la
recurrente cuestión de qué es lo que puede diferenciar a la ética de
la moral. Mi respuesta –dejando de lado la etimología, la historia de tales
palabras y su uso por distintos filósofos– es que la ética se refiere a
aquellos valores universales que creemos que debemos compartir todos,
por muy insertos que estemos en cualquiera de las culturas de este mundo.
La moral, por su parte, hace referencia a los códigos morales que se dan
dentro de la ética. En otros términos, aunque aceptemos éticamente la
igualdad como un principio que debe ser base de nuestra conducta, unos se
inclinarán, y es un ejemplo, por estar a favor del aborto y otros por estar
en contra. Es esta una situación que se da entre los humanos y que solo
podría resolverse, en el sentido de llegar a un acuerdo, argumentando y,
finalmente, sometiéndolo a votación. La segunda observación consiste en
descartar, de entrada, la ética y la moral, como actitudes subjetivas, o
reducidas a emociones o, cosa que sucede con harta frecuencia, a palabras
y más palabras que luego se recubren con el manto de una supuesta
hermenéutica.

La ética como acción

La ética o moral –las tomaremos en conjunto y con las distinciones


ya expuestas– consiste, en una formulación muy general, en lograr
el mejor modo de vida con uno mismo y con los demás. O lo que es lo
mismo, en ser fiel a lo que uno cree y hacer el mayor bien a los otros
evitando su mal. Esta fórmula requiere, sin embargo, un cierto desarrollo.
La ética se expresa en las acciones humanes. Las acciones humanas,
cuando son libres y están orientadas al bien, son las acciones que
valoramos como éticas. La libertad, cuestionada hoy como nunca por las
neurociencias, es el requisito para que se nos puedan atribuir las acciones
y, por tanto, considerarnos responsables. Y el bien o la bondad serían lo
que ponen en acto nuestras potencias, obteniendo así la mayor felicidad
posible.

La ética es ser fiel a lo que uno cree y hacer el mayor bien a los otros,
evitando su mal. Solo lo es en la acción

En un esquema muy simple, y que se remonta


a Aristóteles, tendríamos a un individuo que se pone en marcha
para alcanzar un fin y, para ello, no tiene más remedio que utilizar
los medios adecuados. El individuo está dotado por la naturaleza y la
cultura para intentar lograr el máximo grado de gozos posibles. Los medios
son los instrumentos que le ayudan en la lucha por llegar a los goces en
cuestión. Es lo que el citado Aristóteles llamó virtudes y que son los
distintos caminos por lo que podemos avanzar. Y el fin no es sino el bien
último, la última etapa, la que corona nuestras acciones y nuestra vida en
su totalidad.

¿Qué es lo bueno? ¿Dónde está el bien?

El bien o la bondad es aquello a lo que podemos y debemos aspirar


en la vida.Podemos porque somos los titulares del cuerpo que constituye
la individualidad de cada uno. Y debemos en el sentido de que, sin nada
externo que nos lo mande, es absurdo que dimitamos de desarrollar las
posibilidades que configuran nuestro ser. La ética, por tanto, es la base y el
peldaño final de la existencia que nos toque en suerte. El problema que se
plantea inmediatamente es qué es lo que consideramos bueno para
nosotros y para los demás. Para algunos ese bien o bondad consiste en las
consecuencias que, en función de las acciones que realicemos, nos ofrezcan
ese estado de bienestar que llamamos felicidad. Para otros, por el
contrario, lo que nos hace felices tiene que ver con que nos adecuemos a
una serie de principios sin los cuales no nos reconoceríamos como
humanos. Parece que las dos posturas, tomadas sin matices, son
exageradas y que una combinación de ambas, además de intuiciones y un
sano sentido común, serían mucho más beneficiosas.

Para algunos, el bien o bondad tiene relación con las consecuencias


derivadas de las acciones que realicemos. Para otros, tiene que ver con
adecuar estas acciones a nuestros principios

Si quisiéramos concretar más el bienestar que se corresponde con


la situación en la que la evolución ha colocado a los humanos, habría
que decir que se compone, al menos, de dos partes. Una son los placeres
que nos pueden dar la naturaleza y la sociedad. La música, por ejemplo, y
la amistad, también por ejemplo. Y otra, la satisfacción de conciencia que
otorga el hacer aquello que creemos que debemos hacer. Y en el terreno de
los deberes hay que distinguir los negativos de los positivos. Los negativos
son más fáciles de entender y cumplir como, por ejemplo, no matar. Los
positivos, como sería el caso de ayudar más allá de cualquier norma, son
los más difíciles de cuantificar y practicar. Constituyen, sin embargo, el
núcleo de una autentica ética que destaca por su bondad. Y reflejan un
altruismo que toma al conjunto de los humanos no como un grupo de
objetos, sino como sujetos que se respetan y estiman. Un ultraliberal se
centrará en los deberes impuestos y raquíticos. Un defensor de todos los
Derechos Humanos posibles estará en la línea de la promoción del bien. El
puro deber mira hacia sí mismo. Quien aspira a la bondad y a una felicidad
compartida enfoca sus acciones de modo altruista.

Los deberes positivos –los de hacer, más que los de no hacer–


constituyen el verdadero núcleo de una ética que apunta hacia la bondad

Más que palabras

Todo lo que hemos expuesto no vive en una nube teórica, por


importante que sea conceptualizar qué es la ética, sino que pisa el
suelo y habita en la vida de todos los días, en la vida cotidiana. De ahí que
tome cuerpo social y político. Socialmente la ética, de manera especial la
que consideramos más viva y exigente, rompe las barreras de un egoísmo
destructor y construye una convivencia de ayuda mutua. Una sociedad con
exageradas desigualdades, con creciente injusticia y sin paz es una
sociedad con una quiebra de relaciones que nos posibiliten cooperar y
crecer en humanidad. Desgraciadamente es lo que vemos ante nuestros
ojos. Y es por eso que necesitamos una ética que no se quede en palabras,
sino que intente transformar la sociedad y orientarla hacia otro mundo hoy
solo ideal pero que, esperemos, en algún momento sea realidad.

Políticamente la ética ha de ser su fundamento. En caso contrario,


la política estará en manos de un dinero hegemónico que solo busque
el interés de unos pocos situados en la cima y dominándolo todo. De nuevo
hay que decir que es esto lo que sucede en un mundo en donde algunos
casi mueren de abundancia y otros mueren, sin más, de hambre,
enfermedades y trabajo agotador.
Ética: ¿quieres?

La ética, en consecuencia, nos es necesaria. Y evitaría la enorme


disfuncionalidad que se está dando en un mundo en donde el Homo
Tecnologicus puede llevar a que tengamos que dividir a hombres y mujeres
de primera división y hombres y mujeres de segunda. Nunca teniendo tanto
hemos aprovechado los avances tecnocientíficos tan poco. La ética, por
tanto, no es una medicina que todo lo cura, pero es un instrumento que,
además de dar la medida de lo que somos, nos orienta hacia un vivir en
común en donde todos nos sintamos lo más a gusto posible.

Nunca teniendo tanto hemos aprovechado los avances tecnocientíficos


tan poco

Antes de acabar, dos observaciones. Para que la ética no sea un


grito en el aire o un simple predicar hemos de conocer los
hechos. Hemos de conocer más y mejor cuáles son nuestras capacidades,
cómo funciona nuestro cerebro y cómo funcionan nuestras habilidades. Y
desde el punto de vista objetivo, no se puede ser ciego o miope ante los
hechos. Si desconocemos lo que ocurre en el mundo o somos indiferentes
al sufrimiento general y a las posibilidades de minimizarlo, la ética es vacía.
Se trata de llenarla. De esta manera sirve para lo que es más decisivo en el
tiempo que estemos en este mundo: tener una Vida Buena. A nadie se le
puede exigir u obligar a ser moral. En su sentido más auténtico es una
opción. EscribíaWittgenstein que los mayores errores proceden de la
voluntad. Se podría añadir que los bienes, previo conocimiento, los
cimienta la voluntad. La cuestión es querer.

Sobre el autor
Escribe sobre ética Javier Sádaba (Portugalete, 1940), quien ejerció durante tres décadas como
catedrático de esta especialidad en la Universidad Autónoma de Madrid. Allí llegó después de
formarse como filósofo en Tübingen (Alemania), Roma, Nueva York… Entre sus intereses e
investigaciones, qué es y cómo alcanzar la Vida Buena (y con mayúsculas); la filosofía de la
religión (de las religiones); la bioética; las neurociencias o la figura de Ludwig
Wittgenstein, uno de los filósofos que nunca se cansa de estudiar.

Estimada Mireya:
En mis manos solo reposa un (01) trabajo de Matemáticas, los tres restantes,
están ausentes; por lo tanto, si ud. divide 18/4=4,5 (su verdadera nota) +
Asistencia + intervenciones le dio 10. Yo tengo que evaluar en base a lo que
tengo disponible. Ud no fue la única, falto un 44% de los trabajos, pues me
tenían que entregar una cifra exacta todo el curso calculado en 459 trabajos y
solo entregaron 257 (faltaron 202)… Le recuerdo, que el examen del
miércoles NO ES UNA REPARACIÓN, ES UN RECUPERATIVO, por la
cual, la insto a preparar bien la exposición de matemáticas, física y química,
igualmente, la que toca con la Prof. Velia, Salud Publica!. MUCHOS
SALUDOS!!!

Respecto al audio: Gregorio: hay que diferenciar autoconfianza y


autoestima; La autoconfianza o confianza en si mismo es la
apreciación de las capacidades que se posee como persona y se
centra en las creencias que tienes respecto a la capacidad y la
habilidad de triunfar en un contexto determinado(que el sr. No
tiene). Mientras que, la autoestima, es el sentimiento general de cuán
valioso se es como un todo y se refiere a la apreciación que tienes
sobre si mismo(que tampoco tiene…). Ante tal situacion de buscar
"mujeres faciles" que pueda controlar, es una personalidad con
deficits de confianza y de autoestima... Te escribo a continuación,
los consejos psicológicos de Roger bandura al respecto:
1. Trate de que el paciente viva las situaciones de manera
positiva: Hay que ser “positivo” aunque se esté pasando por un
periodo en el que se sienta que las cosas no salen como se quiere.
Busca que deje de centrarte en sus problemas y focalice su energía
hacia las soluciones y cambios positivos.
2. Instar a estar siempre preparado ante una respuesta negativa u
hostil: la sonrisa y la gentileza mata toda vanidad y soberbia…
3. Que haga junto a uds una lista con lo que HAYA logrado hasta
el momento y que siempre lo tenga presente: ya que es ideal tener
una lista con lo logrado hasta el momento, respecto a la meta que
tiene, ya que visualizar su progresión puede ayudar a automotivarse
en momentos complicados.
4. Accion: El motor de la confianza en uno mismo es la acción:
tiene que atreverse a actuar, ganando en autoconfianza. Bandura,
dice que las experiencias constituyen la fuente de información de
autoconfianza más importante. Puede ocurrir que, incluso antes de
actuar, ya esté visualizando el fracaso. Tiene que recordar: si no
actúas, pierdes el 100% de las oportunidades de lograr lo que
deseas!
5. Aceptacion de fracasos preteritos: Hay que estimular la
renuncia al pasado o a cualquier detonante que lo induzca!!!
6. Observar como patron las personas con éxito!!!(hacer un
modelo basado en filosofos o cientificos que tuvieron el mismo
problema como Kant y el mismoNietzsche!)
7. Es importante que valore lo que tiene y ha conseguido: a su
esposa: resaltale los valores que tiene vs. Los de las mujeres
“fáciles”… resaltale sus meritos, habilidades y destrezas, que el se
reconozca como "una fuerza que quiere manifestar sus deseos, su
querer" (pero hazle tambien entender que la vida no siempre se
gana)…

En el caso del niño y la niña: Según lo que me dices en el audio, los


dos posee cerebros lógicos y procedimentales, por lo tanto en el caso
de la niña, hay una visión mas realista y “seca” de los
acontecimientos (no previniendose que un futuro pueda afectarle
decisivamente); sin embargo, en el caso del niño, no es totalmente
lógico, es mas emotivo, por lo que, para hacerle comprender la
realidad debes utilizar sus mismas armas: demostrar la secuencia de
eventos como resultado de sumas de componentes o de una
respuesta lógica de reaccionar… en el niño hay que emplear las
técnicas de autoconfianza también… y desgraciadamente hay que
hacerlo madurar mas rápido para que se ajuste a la cruda realidad de
la existencia, madurándole asi el poco razonar emotivo que lo hace
ser de ese modo.
Por otro lado, el llamar la “atención” es una actitud peligrosa porque
dado un caso, que su mente no comprenda un evento mórbido o
extremo que se pueda dar entre sus padres, puede llegar al gesto
suicida o peor aun, al mismo intento…(yo he tenido pacientes asi);
por lo que te recomiendo lo siguiente:
1. Que los padres tomen consciencia de su situación con respecto al
nño: entonces deberán considerar si el niño si es suficientemente
atendido de manera adecuada, o sino, se le presta la suficiente
atención.
2. Prestar especial atención cuando el niño se comporta
adecuadamente y valorar esa conducta (refuerzos positivos)
3. Que los padres se interesen e involucren mas en los asuntos de sus
hijos: Interesarse por lo que están haciendo, los papas deben
implicarse en lo que les piden y elogiar y felicitar cuando se lo
merecen
4. Buscar un tiempo de juego compartido con el niño y adscribirlo a
las tareas comunes de cada padre.
5. Ignorar conductas inadecuadas, siempre que sea posible hacerlo,
de manera que vean que se les atiende mucho más cuando actúan de
manera adecuada.

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