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La sociedad disciplinaria vs la sociedad del rendimiento

Por: BO

El siguiente escrito se encuentran algunas de las reflexiones que he

realizado producto de mi encuentro con la vida y obra de Michel Foucault y

que me invitan sobre sus teorías en la actualidad. En ese sentido, cabe decir

que:

La sociedad disciplinaria de Foucault, que consta de hospitales,

psiquiátricos, cárceles, cuarteles y fábricas, ya no corresponde con la

sociedad de hoy día. En su lugar se ha establecido desde hace tiempo

otra completamente diferente, a saber: una sociedad de gimnasios,

torres de oficinas, bancos, aviones, grandes centros comerciales y

laboratorios genéticos. La sociedad del siglo XXI ya no es

disciplinaria, sino una sociedad de rendimiento. Tampoco sus

habitantes se llaman “sujetos de obediencia” sino “sujetos de

rendimiento”. (Byug Han)

Lo cual permite ver que la sociedad del rendimiento, no se da como algo

nuevo, sino que habla de la manera en la que a lo largo de los años los

sujetos son excluidos y como dichas formas de exclusión permanecen en el

tiempo, solo que van tomando nuevas formas, nuevos rostros. En la

actualidad es la mirada normalizadora la que impera los nuevos modelos de


exclusión, pero lo hace desde el lugar del ser humano como capital, como

un ser “máquina”. Esta mirada solo deja sujetos excluidos, cosificados,

denigrados en su humanidad.

Dando cuenta de la forma en la que operan una serie de discursos que se

inscriben en la llamada anatomopolítica del cuerpo (Foucault citado por López,

2010) y que gira alrededor de las prácticas discursivas sobre la salud mental y los

trastornos mentales como objeto de normalización y estandarización. En la

actualidad hablar de sociedades del rendimiento es hablar casi de una felicidad

infinita y de unos sujetos de cuerpos esculturales que potencien las empresas y se

empoderen de sus vidas. Cundo en realidad, la sociedad del rendimiento es eso

una sociedad del rendi – miento. Del rendir y cansarse de seguir el juego

capitalista del que todo lo puede, del que monetiza y se monetiza, del ser sin

tacha.

Hada

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