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“Al menos en la parte “desarrollada” del planeta se están han dado, o están
dándose ahora, una serie de novedades no carentes de consecuencias y
estrechamente interrelacionadas, que crean un escenario nuevo y sin precedentes
para las elecciones de la individuales, y que presentan una serie de retos antes
nunca vistos…ha llegado la hora de preguntarse cómo modifican estas novedades la
variedad de desafíos que tienen ante sí hombres y mujeres en su vida diaria: cómo y
de qué manera transversal, influyen en el modo en el que tienden a vivir sus vidas”23
1
Han, B-Ch., La Sociedad del cansancio, Herder, Barcelona, 2013, p.26
2
Bauman, Z., Tiempos líquidos, Tusquets , México DF, 2008, pp. 7. 11
3
2
4
Hadjadj, F., ¿Cómo hablar de Dios hoy”? Nuevo Inicio, Madrid, 2013.
3
5
Lipovestky; G., La Pantalla Global, Anagrama, Barcelona, 2009, pp. 48-49.
6
Lipovestky; G., Charles, S., Los tiempos hipermodernos, Anagrama, Barcelona, 2008 pp. 55-
57.
4
7
Una excelente síntesis del pensamiento del sociólogo polaco se encuentra en Bejar, H.,
Identidades inciertas: Zygmunt Bauman. Barcelona, Herder, 2009.
8
Bauman, Z., Múltiples culturas, una sola humanidad, Madrid, Katz editores, 1a reimpresión,
2009, p. 41.
9
Bauman, Z., Tiempos Líquidos, vivir en una época de incertidumbre. Tusquets eds, Méxifo
D.F., 2007, pp. 7-8
5
10
Bauman, Z., La vida líquida, Paidós, Barcelona, 2006., Pp. 9-10
11
Bauman, Z., Múltiples culturas…p.44.
6
12
Han, B-Ch., La sociedad del cansancio, Barcelona, Herder, 2012, p. 14.
13
La agonía del Eros, p. 5
7
14
Sociedad de la Transparencia, p. 17
15
Idem.
8
16
Sociedad del Cansancio, p. 27.
17
Ídem, pp. 26-27.
18
La agonía del Eros, p. 5
19
Han, B-Ch., La Sociedad del cansancio, Herder, Barcelona, 2013, p.26
9
20
La agonía del Eros, p. 6.
21
Sociedad del Cansancio, p. 11
22
Sociedad del Cansancio, p. 31.
10
23
Sociedad del cansancio, p. 31.
11
24
Sociedad de la transparencia, p. 19
25
La agonía del Eros, p. 5
26
Ídem, p. 6
27
Ibid.
28
Han, B.Ch, Tipología de la violencia, Titivillus, ed digital, 2013. p. 61
12
Del mismo modo, la religión con sus espacios sagrados y su sentido misterioso y
trascendente de la divinidad, y por poseer la cualidad de la negatividad, protege al ser
humano de la violencia que nace de la sociedad de la transparencia (mundo de la
exposición total) y posibilita que el ser humano sea comprendido y se comprenda a sí
mismo como “otredad”. Así: “la negatividad de lo inaccesible define la tipología de lo
sagrado. Los espacios sagrados son espacios exclusivos, apartados y bien delimitados
frente al exterior. Los umbrales los protegen de la profanación. La experiencia
religiosa es la experiencia del umbral, una experiencia de lo absolutamente otro”29. Al
referirse a la cualidad de poseer umbral y límite inaccesible, concluye sobre los
umbrales religiosos “también operan frente a la promiscuidad y permeabilidad
generalizados, constitutivas de la sociedad de la transparencia”30.
En definitiva, con estas palabras el filósofo de origen coreano nos quiere señalar
que la religión es una barrera protectora contra la positividad y la violencia que ella
comporta, un espacio que expulsa el exceso de positividad, que hace posible que el ser
humano se despliegue como “otredad”. Más aún le hace un contrapeso a la sociedad del
rendimiento y hace posible que el ser humano no sea controlado por ella.
Al concluir este rápido recorrido por estos tres autores, nosotros queremos dejar
abierta la cuestión de si acaso efectivamente hay un tránsito a una condición cultural
que pudiera calificarse de hipermodernidad o más allá de la postmodernidad. Más bien
utilizamos tales categorías y tomamos algunas de sus ideas y afirmaciones para analizar
y reflexionar sobre fenómenos culturales emergentes que pudieran escapar a las
categorías propias de la postmodernidad y encontrarse en una situación “post”
postmoderna.
Esos fenómenos son el narcisismo y el hombre light, el hiperconsumismo e
hiperindividualismo, el control que ejerce la sociedad del rendimiento sobre el ser
humano, la crisis ecológica, el grave problema del invierno demográfico, la ordenación
interna del trabajo, la agonía del amor (Han y Bauman), la nueva violencia y miedo
(Han y Bauman), la superación de la desigualdad generadoras de pobreza entre las
naciones y al interior de ellas, la sociedad de los excesos y las adicciones, el nuevo
problema de la soledad.
4. La era de la Posverdad
“No sería posible imposible probar que con suficiente repetición y un
entendimiento psicológico de la gente que nos concierne, que un cuadrado es
en realidad un círculo. Son solamente palabras y las palabras pueden
moldearse hasta que encubran las ideas y engañen”. J. Goebbels, ministro del
tercer Reich y colaborador cercano de A. Hitler.
29
Idem, p. 66.
30
Ibíd.
13
Watergate, Vietman, Irangate, Irak). Una mentira que con apariencia de verdad se
propalaba a gran velocidad debido al estilo de vida actual (donde menciona como
agente los medios de comunicación clásicos). Desde entonces el término empezó a
adquirir cierta connotación intelectual. Sin embargo, no ha sido hasta 2016 que el
concepto ha adquirido notoriedad, especialmente a partir de hechos sociales como las
elecciones presidenciales norteamericanas, el Brexit y el plebiscito colombiano en
donde se rechaza el acuerdo de paz con las FARC en los términos en los que se había
acordado. De hecho, El diccionario de Oxford la eligió como la palabra del año. No fue
el único, también lo hicieron las Sociedad de la Lengua Alemana y la fundación Fundéu
BBVA. El “salto a la fama” del concepto no es circunstancial: se ha elaborado para
describir una situación social otrora inexistente. El término nos señala un efecto del
relativismo que ha calado en y dado fisonomía a los modos de informar de los medios
de comunicación tradicionales y sociales (donde el flujo es muy alto y rápido,
especialmente a través de móviles). Se trata de un término que puede estar señalando
una nueva era: la era de la posverdad que irrumpe a través de las comunicaciones
digitales y que para muchos diseñan una sociedad que hay que dejar de llamarla
posmoderna.
La sociedad de la posverdad supone una visión del hombre y un modo de hacer
llegar la información a él, en donde el dato objetivo no es prioritario: se puede
tergiversar, omitir parcialmente o, simplemente mentir sobre él (todos tenemos
experiencias de videos o informaciones sobre noticias en desarrollo que nos llegan al
Wsp o por correo que, sencillamente, son falsas). Lo que interesa es el impacto
emocional que la información causa sobre la audiencia, apelando más bien a sus
sentimientos o percepciones afectivas en orden a formar la opinión de esa audiencia en
torno a una cuestión en particular. Así la posverdad hace referencia a una sociedad de
la información y la noticia en donde predomina el relato emotivo y no la racionalidad,
el sentimiento y no la verdad, más bien la mentira emotiva. Por este camino se llega “a
la proliferación de noticias falsas por internet, a comentarios insultantes que rozan la
difamación volcados todos los días en las plataformas de comunicación on line, y al
descrédito de las instituciones a través de comentarios- muchas veces anónimos- en
esos mismos medios”31. Hay que señalar que las noticias falsas se transmiten de un
modo tal que aparecen como si fueran verdaderas, especialmente por la fuerte carga
emocional sobre el sujeto que ejercen testimonios dramáticos, datos estadísticos
parciales, fotos, videos, etc. Se trata de impactar afectiva y no veritativamente sobre la
audiencia para así moldear o configurar su visión sobre algún suceso, institución o
persona en orden a la línea previamente delineada por el medio digital. Por eso se ha
dicho que la “mentira emotiva” es lo que mejor describe esta forma de “informar”. Aquí
los hechos objetivos influyen menos o simplemente no influyen en la formación de la
opinión pública; predominando los llamamientos a la emoción y convicciones
personales sobre la base de información sesgada o una encubierta mentira. Todo
ordenado al propio beneficio.
Se trata, entonces, de un ocultamiento o tergiversación de un hecho o dato por
parte de los medios digitales que sustentan y promueven determinada postura valórica,
política o económica en donde se apela más al sentimiento y a las creencias o posiciones
31
Montoya Camacho, J.M., La era de la posverdad, la posverdad y la charlatanería, en Palabra,
n° 648, Febrero 2017, p.57
14
subjetivas (sean estás verdaderas o no). Junto a esto se encuentra otro propósito (aunque
no excluyente con el anterior): se persigue atraer usuarios potenciales de las plataformas
informáticas o sitios web, ya sea por beneficio económico y/o por fortalecer una causa
ideológica. En el primer caso se moldean las plataformas de las redes sociales
(Facebook, Google, por ejemplo) y los contenidos de la información a gusto del usuario.
Como sea el caso, las veces que un video que se ha reproducido, los comentarios que se
han hecho en un Blog de noticias, cuanto ha gustado un tweet o seguidores ha
conseguido, el número de visita que ha recibido un sitio y lo usuarios que se ha captado,
la rapidez de viralización y los comentarios positivos que se han logrado es lo que
adquiere importancia y define los mecanismos de transmisión y predominio de la
información en la era de la posverdad. Que el contenido en juego a través del medio sea
verdadero o que se omita alguna información o aspecto relevante resulta ser, a la postre,
bastante secundario. No deja de ser irónico a este respecto la tesis de Foucault sobre
verdad y poder en este contexto, porque aquí se quiere dominar e influir a través de la
mentira unida a un poder de información “emocional no veritatitivo”.
Podríamos multiplicar los ejemplos: las supuestas armas químicas tenidas por
Irak que justificó la invasión a ese país en el mandato de G.W. Bush, las informaciones
que omiten según el interés del medio datos y hechos sobre la inmigración, el silencio
en los medios digitales y de comunicación en países enteros sobre las multidinarias
marchas por la vida y la familia que hay en diversos países del mundo, las afirmaciones
oficiales de un gobierno actual de un país europeo de que las pensiones están
garantizadas cuando los indicadores que cruzan demografía con datos socioeconómicos
mostraron lo contrario, las mentiras de un porción de políticos y medios de
comunicación británicos –reconocidas sutilmente a posteriori por la mayoría de ellos-
en torno a las consecuencias del Brexit. A nuestro entender este es el sendero por el cual
nos está haciendo transitar el relativismo, donde hay grandes sectores de la sociedad que
sostienen explícita o tácitamente que la verdad ha perdido su valor. Y la verdad resulta
discriminada en función de los intereses personales, económicos, ideológicos,
corporativos y – por supuesto- de poder. Si ya de por sí a los seres humanos nos cuesta
diariamente hablar y vivir en la verdad, habrá que sentarse a pensarse sobre el impacto
de una sociedad que acepte que se puede mentir con apariencia de una verdad emotiva
como mecanismo de convivencia social, gestión gubernamental, posicionamiento
valórico. Nietzsche y Foucault nos ha tratado de convencer de que la verdad es un
constructo humano ordenado al dominio, fruto de un juego de poder; Vattimo no ha
querido hacer ver el fin de la verdad y la no existencia de hechos (sostenido, como era
de esperar, en Nietzsche) y la puesta en juego de diferentes interpretaciones en la babel
informativa de los medios de comunicaciones presa de cierto caos informático de gusto
postmoderno para romper la rigidez y el orden de la modernidad. Lo cierto es que hoy
nos encontramos con la posverdad, término que nos quiere señalar que después de la
verdad no queda nada en la sociedad, salvo la astuta capacidad de mentir, incluso para
hacer valer mi interpretación o para cumplir la afirmación de que los hechos no existen,
no porque no tengan realidad, sino porque se los tergiversa, mintiendo a sabiendas sobre
ellos, o declarando que lo real no tiene mayor importancia. The Economist, señaló el
año pasado a D. Trump, como máximo exponente de la política de la posverdad ya que
él confiaba absoluta y categóricamente en sus afirmaciones que las sentía como verdad,
pero no se apoyaban en la realidad (el problema es que algunas de ellas son verdaderas).
15
Como alguien lo destacó, no hizo sino aplicar más radicalmente las lecciones de sus
maestros y antecesores en el sillón presidencial.
El problema es que podemos vivir gobernados por la mentira y participar
activamente en su dinámica sin darnos cuenta (Keyes). Y esto no es menor ya que
genera una desconfianza frente a los discursos públicos en general, y no porque ya
falseen hechos o datos, sino por una suerte de desconfianza nietzscheana de que ese
mensaje –ya alterado- pueda servir a un propósito oculto, no deseado por la audiencia,
pero buscado por el agente social o público y el medio informático en cuestión. En el
2016 le preguntaron a Keyes que consecuencias tendría vivir en una sociedad que deje
de buscar (podríamos añadir que utiliza con frecuencia la mentira encubierta): la
respuesta fue que dejaríamos de confiar los unos en los otros, porque ya no sabremos
quién estará siendo honesto con nosotros y quién no. Terminaba diciendo “sospecho
que las consecuencias de vivir en un mundo de la posverdad serán cada vez peores”.
1. La Globalización
32
Chomsky, N., op. cit, p. 58.
33
Idem, p. 53.
16
mundo, en las relaciones sociales y económicas, no sólo entre personas, sino entre
sociedades, estados, territorios. Bauman lo ha hecho ver: “No se puede hacer nada para
dar marcha atrás a la globalización. Uno puede estar "a favor" o "en contra" de esta
nueva interdependencia mundial…una vuelta atrás de la globalización de la
dependencia humana, del alcance global de la tecnología y de las actividades
económicas es imprevisible con toda seguridad… Seamos conscientes o no, éstas son
las condiciones bajo las que hacemos hoy nuestra historia común”34.
El hecho de que la Globalización sea un fenómeno histórico reciente, hace más
difícil intentar una definición de ella. Con todo, la podemos entender como un proceso
de interconexión mundial que involucra a todo el planeta. Supone innumerables redes
que atraviesan al mundo y conectan diversos puntos entre sí. Conlleva un flujo –cada
vez más acelerado- de intercambio económico, cultural, de información. Los flujos
pueden ser personales, financieros, de mensajes, mercancías y que inciden en los
acores del intercambio. La globalización, entonces nos habla de cadenas de
instituciones, grupos, sociedades, poderes interconectados de manera permanente de
bienes económicos, valores ético-religiosos, costumbres, estilos de vida, en un flujo
incesante que va en diversas direcciones. Nos coloca ante un mundo interdependiente,
basado no sólo en los fenómenos nacionales o locales, sino en la interacción entre
países, continentes, poblaciones humanas a partir de los flujos señalados. Está
interdependencia no sólo es a nivel de flujo sino además de influjo, es decir de que se
puede incidir, actuar sobre los destinarios de los diversos flujos y que se transforma en
parte de la dependencia que genera el proceso globalizante. Como lo señala Bauman:
“el "proceso de globalización" significa que esa red de dependencias llega a los más
remotos recovecos del planeta”35 y “Globalización" significa que todos dependemos
unos de otros. Las distancias importan poco ahora. Lo que suceda en un lugar puede
tener consecuencias mundiales. Gracias a los recursos, instrumentos técnicos y
conocimientos que hemos adquirido, nuestras acciones abarcan enormes distancias en
el espacio y en el tiempo. Por muy limitadas localmente que sean nuestras intenciones,
erraríamos si no tuviéramos en cuenta los factores globales, pues pueden decidir el
éxito o el fracaso de nuestras acciones. Lo que hacemos (o nos abstenemos de hacer)
puede influir en las condiciones de vida (o de muerte) de gente que vive en lugares que
nunca visitaremos y de generaciones que no conoceremos jamás”36. Se trata de un
planeta abierto a la libre circulación del capital y de mercancías (también de otro tipo de
bines añadimos nosotros) y en esas condiciones “cualquier cosa que ocurra en un lugar
repercute sobre el modo en que vive la gente vive, espera vivir o supone que se vive en
otros lugares. Nada puede considerarse de veras que permanezca en un afuera
material. Nada es del todo indiferente, nada puede permanecer por mucho tiempo
indiferente a cualquier otra cosa, nada permanece intacto y sin contacto. El bienestar
de un lugar repercute en el sufrimiento de otro. En la sucinta expresión de Milan
Kundera, una “unidad de la humanidad” como lo que ha generado la globalización
significa sobretodo que nadie puede escapar a ninguna parte”37.
Cabe preguntarse si estamos ante un nuevo metarrelato, ya sabemos que R.M.
Rodríguez afirma que sí. Bauman es más cauto: “Sería muy prematuro hablar de una
sociedad global o de una cultura global, y más aún de una política o un derecho
34
Bauman, Z., El desafío ético de la globalización, en Revista colombiana de sociología, 2003, n
21, pp. 231-235.
35
Ibíd.
36
Ibíd.
37
Bauman, Z., Los tiempos líquidos, viviendo en una era de incertidumbre. Tusquets editores,
México, D.F., 2008, p. 14.
17
globales. ¿Está surgiendo un sistema social global en ese extremo último del proceso
de globalización?”38. Nosotros pensamos que, a lo menos, estamos ante un fenómeno
en construcción cuyo proceso indica que puede llegar o se está constituyendo en un
metarrelato y que no puede comprenderse sólo con categorías postmodernas.
38
Bauman, Z., La Globalización, op. cit.
18
cambiarlo en los próximos años, esto por la fuerte integración económica que ha
producido la globalización (pensemos en los efectos que tiene a nivel planetario un
cambio en la economía China o norteamericana). Del mismo modo, puede operar en ese
mismo fluir e influir una implantación a nivel local de un estilo de vida que no
corresponde necesariamente a ese lugar y que, a la vez, se intenta universalizar. Se trata
de modos de vestir, divertirse, valorar determinadas realidades (el cuerpo, la salud, el
deporte, el éxito), y, particularmente un modo hedonista, banal y economicista de
entender la sexualidad.
Como sea, surge la conciencia de una fuerte dependencia entre sujeto de
distintos continentes y cultura, una interdependencia que ya no se puede expresar en
términos solo de núcleo familiar, cuidad, nación o raza u otro grupo particular. De lo
tribal, se ha pasado a lo nacional y de lo nacional a lo global. Es lo corresponde a un
tipo de cultura que Rodríguez denomina transmoderna. Bauman, a propósito de los
efectos de la globalización que denomina “perversos”, afirma: “los problemas más
fundamentales –los auténticos meta problemas que condicionan las posibilidades y los
modos de afrontar los demás problemas- son globales y, como tal, no admiten
soluciones locales; no existen ni pueden existir, soluciones locales a problemas
originados y reforzados desde las esfera global…según las perturbadoras palabras de
Benjamin R. Baber, ningún niño estadounidense puede sentirse seguro en su cama si los
niños de Karachi o de Bagdad no se sienten seguros en las suyas. Los europeos no
podrán presumir durante mucho tiempo de sus libertades si en otras partes del mundo
las personas siguen padeciendo penurias y humillaciones. Ya no es posible garantizar
la libertad y democracia de un solo país, ni siquiera en un grupos de ellos…el futuro de
la democracia y la libertad sólo puede asegurarse a escala planetaria”.39
41
No hay que olvidar, a este respecto, que la globalización se basa en una economía de libre
mercado en donde las transnacionales empiezan a tener un poder importante en los lugares a donde
llegan. Y las transnacionales operan con intereses privados que no tienen por qué coincidir con los
públicos. Además, pueden aprovechar las débiles legislaciones laborales de determinados países para
producir de un modo más rentable, generando un dramático costo humano ya que no siempre se
garantizan los derechos fundamentales de los trabajadores, y esto muchas veces de un modo encubierto.
Junto con esto, su preocupación medioambiental parece ser más aparente que real.
42
Bauman, Z, La globalización, op. cit.
43
A partir de la década de los ochenta se derrumban las diferencias ideológicas y políticas,
quedan las culturales. Los pueblos empiezan a definir su identidad a partir de sus tradiciones, historia,
religión e idioma. Las sociedades se agrupan por las semejanzas culturales, existiendo el intento de una
hegemonía de unas sociedades sobre otras que no guardan similitudes culturales. Es un gran peligro que
lleva incorporada en la dinámica de la globalización, la cual puede ser utilizadas con esos fines. El
conflicto fundamental de la globalización es que intenta una imposición de valores y estilos de vida de
civilización occidental a otras civilizaciones. Así surge el rechazo de bloques de países a este intento,
como lo son lo de Asia central y los países islámicos.
20
Surgimiento
El hecho ocurrió en una escuela que recién se está iniciando un sector popular de
Santiago. Las profesoras de básica tuvieron que enseñarles a jugar en grupo a un buen
número de niños. No sabían jugar con otros niños, sus mamás, para evitar que pasaran
en la calle, les habían provisto de computadores con internet para entretenerlos
mediante los juegos en la red y así retenerlos en casa. Seguramente no es un caso
estadísticamente significativo, pero es un indicador - como muchos otros- que
manifiesta el impacto de las nuevas tecnologías tienen y tendrán en la vida del hombre
actual y deja entrever la posible formación de un "perfil" antropológico y social
homogéneo y universal que puede ser tenido como un nuevo metarrelato: el hombre y la
mujer digital interconectado y sumergidos en un mundo en parte virtual y en parte real
en virtud de las nuevas tecnologías de comunicación. Expresión de ello es que en los
últimos años nos hemos ido familiarizando con una cantidad términos cada vez más
numerosos que indican la inserción en un mundo desconocido hasta hace sólo 40 años:
“usuario”, “conectado”, “on line”, “blog”, “twitter”, “facebook”, "Goole", “Whats
App”, "you tube" "instagram", “e-mail”, "dropbox", "aplicaciones", "inbox" "I phone",
"I Pad" "tablet", "internet", "web", "virtual", "redes sociales", "skype". Más aún ya hay
conceptos que describen el perfil y comportamientos de un sujeto en función del tipo de
vínculo con las nuevas técnicas de información y comunicación (TICs): "generación
touch", "nativos digitales", "inmigrantes digitales", "analfabetos digitales", "huérfanos
digitales", "heavy user", “Hikikomori”. Pero también surgen “patología” como la
Nomofobia (miedo irracional a salir del hogar sin celular) o el síndrome de vibración
fantasma (sensación de vibración del celular cuando en realidad no ha tal).
Los nacidos desde 1998 crecen en el mundo virtual ya consolidado y se les
denomina la "generación interactiva" o "generación digital". Nos damos cuenta que la
sociedad ha sido penetrada y transformada por las nuevas técnicas de información y
comunicación (TIC), y parte de su matriz ya es la tecnología de comunicación digital
44
Varias de las ideas expuestas en este capítulo han tenido como referente a A. MEREJO, La
República Dominicana en el ciberespacio de la internet, Eficacia. Revista de Filosofía, año III, 19 (julio
2008) http://www.revistadefilosofia.com; A. BRINGUÉ, SÁBADA, CH. (cords.), Nacidos digitales: una
generación frente a las pantallas, ICF, Navarra, Rialp, 2009; BYUNG-CHUL, HAN, En el enjambre
(trad. Raúl Gabás), Barcelona, Herder, 1 ed digital, 2014, ABAD DOMINGO, A., Familias digitales,
claves y consejos para una sociedad en la red, Madrid, Palabra, ed digital, 2015.
21
(por ellas la ciencia ha entrado de un modo nuevo a través la técnica en la existencia del
hombre y la mujer de hoy). Esto conlleva que cada ser humano - al menos
potencialmente- se conecta en un flujo de redes que traen y llevan información entre
distintos puntos del planeta45 y que lo conecta instantánea y simultáneamente desde su
lugar con centros de información, instituciones, personas o grupos humanos de áreas
culturales y geográficas distintas y/o distantes46. Buena parte de la abertura del hombre
de hoy al mundo es vía Tics, internet y redes sociales: entra al ciberespacio47 desde su
ordenador, celular, I phone, I pad, y, navegando en él, permanece conectado por medio
de internet48, ya sea con personas, instituciones, blogs, o medios de información. Por
estos caminos un chileno puede establecer amistad con alguien de un país tan lejano y
distante como Japón, conectarse a un curso on line de una universidad europea o
norteamericana, presenciar en directo un evento mundial, mandar un mensaje o una foto
de un modo inmediato de un continente a otro, formar grupos por afinidades sin tener
contacto físico. Como lo afirma Lipovestky la internet ha producido que lo lejano se
haga más cercano de un forma inmediata.
Conectado por los medios de comunicación digital el hombre y mujer se insertan
en un continuo flujo de distintos tipos de información que les llegan de distintos lugares,
a tal punto, que es a través de este nuevo espacio por medio del cual el hombre se
vincula cada vez más con el mundo. De hecho, en las sociedades de un flujo de alto
conocimiento, si alguien no está conectado, simplemente comienza a quedar fuera del
sistema. Chosmky, ya en la década de los 90´describía la naturaleza del metarrelato
emergente: “La creación de la información instantánea, en tiempo real y a escala
universal -el espacio cibernético-, es la última de las cinco grandes revoluciones
informático-culturales de la época moderna…la cuarta revolución tuvo por base el uso
masivo de la computadora, a partir de la década de los ochenta, y actualmente estamos
viviendo la revolución de los multimedia. Por multimedia se entiende la convergencia
de las funciones del teléfono, de la televisión y de la computadora en una sola
tecnología, que permite la comunicación instantánea mediante la transmisión de
imágenes, datos y voces. Con este último desarrollo, se está creando la cultura
cibernética que es la primera cultura realmente universal en la historia del hombre. Se
45
La aparición de este nuevo megarelato es rápido y absolutamente impensado. Nadie en la
década de los ochenta, ni aunque fuera la mente más futurista, pudo siquiera sospechar la revolución
cultural y antropológica del ciberespacio.
46
"Las comunicaciones digitales se distinguen por el hecho de que las informaciones se
producen, envían y reciben sin mediación de intermediarios. No son dirigidas y filtradas por
mediadores...cada uno produce y envía la información" Han, op.cit pp. 70-71.
47
El ciberespacio (palabra inglesa cyberspace) designa el espacio virtual de interactividad entre
diversos medios de comunicaciones (ordenador, teléfono, televisor inteligente). El ciberespacio no es una
suma de todo lo que está en ese espacio físico (teléfono, modem, computadora), más bien, es todo suceso
y "flujo de información" instantánea que sucede en el interior de esos componentes tecnológicos digitales
que ocupan ese espacio físico. Flujo de informaciones, que no necesita de encuentros de personas en lugar
físico, en un punto geográfico.
48
La Internet es una puerta de entrada al ciberespacio, a ese espacio virtual de interacción, el
cual tiene su propia dinámica. La Internet es una de las plataformas del ciberespacio, el cual no cesará de
expandirse. Es lo que se ha llamado el tercer entorno, el espacio social posibilitado por diversas
tecnologías, (televisión, redes telemáticas, dinero electrónico, videojuegos, tecnologías multimedia y
realidad virtual) en donde los seres humanos se interrelacionan e interactúan entre sí, a distancia, en red y
a través de representaciones digitalizadas. Distinto al entorno de la naturaleza y al de las ciudades. A
través de este tercer entorno podemos relacionarnos a distancia y sin necesidad de estar en un mismo
recinto, local o territorio, sino conectándonos a través de redes. No es que el espacio físico desaparece o
que nosotros no estemos en él; más bien es que la Internet nos brinda la oportunidad de insertarnos en
otro espacio diferente: el ciberespacio, el cual contiene diversos mundos y posibilidades. Internet sigue y
seguirá creciendo como soporte tecnológico del ciberespacio. La Internet nos brinda el ciberespacio.
22
49
Chomsky, N., Steffan, H. D., La Aldea Global , Txalaporta, Buenos Aires 1996, p. 161.
50
Ibid, p. 125.
51
“Las nuevas tecnologías digitales están provocando hondas transformaciones en los modelos
de comunicación y en las relaciones humanas. Estos cambios resaltan más aún entre los jóvenes que han
crecido en estrecho contacto con estas nuevas técnicas de comunicación y que, por tanto, se sienten a
23
gusto en el mundo digital (generación digital), que resulta sin embargo menos familiar a muchos de
nosotros, adultos, que hemos debido empezar a entenderlo y apreciar las oportunidades que ofrece para la
comunicación…estas tecnologías son un verdadero don para la humanidad y por ello debemos hacer que
sus ventajas se pongan al servicio de todos los seres humanos y de todas las comunidades, sobre todo de
los más necesitados y vulnerables”. Benedicto XVI, Discurso, 24 de enero de 2009.
52
B-CH., HAN, op. cit., p. 10.
53
A este propósito observa Has "la comunicación digital hace que se erosione fuertemente la
comunidad, el nosotros. Destruye el espacio público y agudiza el aislamiento del hombre. Lo que domina
la comunicación digital no es el amor al prójimo, sino el narcisismo...se muestra como una máquina
narcisista del ego. Y no es ningún medio dialogístico", op. cit, pp. 178-179.
54
op. cit, p.22.
24
55
“los jóvenes especialmente se han dado cuenta del enorme potencial de los nuevos medios
para facilitar la conexión, la comunicación y la comprensión entre las personas y las comunidades, y los
utilizan para estar en contacto con sus amigos, para encontrar nuevas amistades, para crear comunidades y
redes, para buscar información y noticias, para compartir sus ideas y opiniones. De esta nueva cultura de
comunicación se derivan muchos beneficios: las familias pueden permanecer en contacto, aunque sus
miembros De este modo estén muy lejos unos de otros; los estudiantes e investigadores tienen acceso más
fácil e inmediato a documentos, fuentes y descubrimientos científicos, y pueden así trabajar en equipo
desde diversos lugares; además, la naturaleza interactiva de los nuevos medios facilita formas de usuario
a interfase, se da en el interior de una pantalla. más dinámicas de aprendizaje y de comunicación que
contribuyen al progreso social”. Benedicto XVI, op. cit.
56
Han mantiene una posición radicalmente crítica y negativa ante los nuevos medios de
comunicación digital y los efectos que produce en el ser humano. Así afirma que existe una nueva cultura
de masas, que es el enjambre digital, que consta de individuos aislados, que no pertenecen a ningún alma
ni espíritu, donde estos individuos no desarrollan ningún nosotros, es un alguien anónimo, en donde le
falta la intimidad del congregarse. Según el filósofo alemán estos medios asilan al ser humano, y los
modelos colectivos que constituyen son fugaces e inestables, carecen de una configuración firme y con
dirección. Cfr., op. cit, pp. 45-55. Aunque no compartimos la postura del autor, tiene el mérito de señalar
los peligros reales y las limitaciones que supone al hombre digital estar sumergidos en la red de
información y comunicación que producen las nuevas tecnologías de comunicación. Efectivamente es un
peligro real para el hombre digital interconectado la tendencia una forma de aislamiento conectado. Sin
embargo, bien utilizados, las formas de comunicación de la era digital pueden ayudar a salir de sí mismo,
a vencer el aislamiento y a la soledad al ser humano actual sumido en el individualismo, a saber buscar la
ayuda oportuna a través de las formas nuevas de comunicación. Es indudable que el ciberespacio
representa – en esta línea- una oportunidad inigualable.
57
Cfr., Bringué, X, Sadaba, Ch., op.cit, pp. 25-27.
25
58
A propósito de Skype se ha dicho "El video teléfono produce la ilusión de una
presencia...pero se nota siempre la distancia...en Skype no es posible mirarse el uno al otro...podemos
estar cerca los unos de los otros la veinticuatro horas del día, pero dejamos constantemente de mirarnos",
en Süddeutsche Zeitung Magazin, cuaderno 12/2013, citado en Han, op cit, pp. 95-96.
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en cuanto a las cosas existentes, concretas y experimentadas por él. Con la entrada de la
realidad virtual, ya no se sabe qué es exactamente lo real, la imprecisión caracteriza el
término. Y es que el mundo virtual permite que una persona ingrese a determinada
situación, como si fuese real y no aparente; es como si la existencia de algo – su propia
identidad en las redes sociales, por ejemplo- fuese real, no virtual: existe, pero sólo en la
memoria de la tecnología ciberespacial, no fuera de ella, pero no por eso es
necesariamente una ficción. La realidad y la existencia ya no son sinónimas: hay una
realidad que no deja de “ser” por el hecho de “no existir” y que no se conforma con el
mero status de simulacro, es la verdadera realidad: lo virtual. Lo virtual, entonces,
implica un realismo en cuanto interactuamos con él: hombre y mujer pueden
experimentar objetos e interactuar con ellos. Así, en el ciberespacio pueden manifestar
sensaciones de frio, calor, presión, deseo sin que exista una realidad que lo legitime
excepto la inventada y configurada por ellos mismos en cuanto navegan en el
ciberespacio e intervienen modelando el mundo vitrual. Al ser un mundo donde el
hombre digital puede operar activamente redefiniendo constantemente su identidad
ayudado por una pantalla resguardada, que otorga una visibilidad abrumadora y a la vez
oculta. Es una configuración de la identidad que le permite proyectar una distinta
(virtual) a la que es fuera del ciberespacio, subiendo a la red nombres alternativos,
imágenes íntimas y caracterizaciones individuales modificadas en diversos grados.
Puede llegar, incluso, al punto de confundirlas, mezclarlas y autoconvencerse que la
virtual es su verdadera identidad y la exterior es la alternativa y secundaria. Las
personas, entonces, pueden vivir vidas paralelas o en el anonimato en las que inventan
su propia imagen o representación en la red, la cual se transforma en un modelo
mejorado, más bello, más vivo, incluso pudiendo eliminar lo defectuoso de la realidad.
Baudrillad ha denominado a este fenómeno “hiperrealidad”. Se refiere a que el sujeto
sumergido en las redes sociales no distingue lo real de lo ficticio o imaginario, más bien
se identifica con el objeto imaginado que él mismo ha creado en las redes sociales. Lo
que importa es la imagen y desde ella puede definir su identidad, permaneciendo en el
anonimato de las redes sociales pero proyectando a través de su foto y perfil alguien
atractivo socialmente, pero que no existe en la realidad.
En resumen, la emergencia de este nuevo relato está incidiendo en la manera
que el hombre tiene de autocomprenderse y autodefinirse ante los demás
particularmente a partir de sus desempeños en las redes sociales. Surge una nueva idea
de poder y socialización asociado al modo de recibir y emitir información, a la
capacidad de expresarse libremente en las redes sociales, a los tipos de vínculos que se
buscan establecer en ellos. Está emergiendo un nuevo modo de vincularse y entender la
realidad y el entorno social, hay una evidente expansión del mundo y una entrada más
temprana y activa en él través de las redes sociales. Se está generando un tipo o perfil
antropológico ligado a la mentalidad del internauta o usuario. Todo esto que está
impactando en la matriz de la cultura y en los parámetros de la sociedad.
Estamos entonces frente a un mundo nuevo, a una generación distinta, a un
nuevo hombre, el homo digitalis, a un nuevo metarrelato, donde, como se ha dicho, "lo
verdaderamente importante es comprender cuáles son las características de esta nueva
generación, cuáles son sus circunstancias y sus motivaciones para contribuir a que
encuentren el camino"59, camino en donde la antropología, la ética, la doctrina social
cristiano católica tiene una oportunidad para una propuesta de fe para el homo digitalis.
59
Benedicto XVI, op. cit.
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60
Berger, P., Las religiones en la era de la globalización.
61
Si hay un ejemplo del pluralismo de integración y cooperación interreligiosa es el de Albania,
integración que renace de las cenizas por efecto de una ideología que por décadas persiguió con violencia
a todo tipo de religión. Debería ser un modelo a seguir de un pluralismo religioso globalizado.
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