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INSTITUTO GEOFÍSICO

UNIVERSIDAD JAVERIANA

CÓMO MEDIMOS LOS SISMOS

Documento Interno
IGUJ-DI- 0401D

Por: Luis Alberto Briceño G.


Alexander Caneva
Jorge Alonso Prieto

BOGOTÁ, D. C., Abril 2004


CÓMO MEDIMOS LOS SISMOS IGUJ - 2004 -

TABLA DE CONTENIDO

1. Introducción………………………………………………………………. ……... 2
2. Los sismos, naturaleza y origen…………………………………………………...2
3. Parámetros focales………………………………………………………………... 3
4. La intensidad…………………………………………………………………….. 4
5. La magnitud……………………………………………………………………... 4
5.1. Magnitud local, ML………………………………………….………………. 5
5.2. Magnitud de ondas superficiales, MS ……………………………………….. 5
5.3. Magnitud de ondas internas, mb………………………………………….…...5
5.4. Otras magnitudes…………………………………………………….………. 5
5.5. Magnitud de momento, Mw ………………………………………………… 7
5.6. Acerca del momento sísmico, Mo…………………………………………….8
5.7. Desplazamientos producidos por fuentes sísmicas 9
5.8. Cálculos del momento sísmico………………………………………………. 11
6. Conclusiones……………………………………………………………………... 16
7. Referencias Bibliográficas………………………………………………………...17

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CÓMO MEDIMOS LOS SISMOS IGUJ - 2004 -

1. Introducción.

El Instituto Geofísico Universidad Javeriana, IGUJ, inicia una nueva etapa dentro de su
proceso de desarrollo, siempre dentro de las perspectivas de quienes forjaron su
creación, esto es, contribuir a la formación, educación y divulgación de las Geociencias,
a través del quehacer investigativo en las distintas áreas de su competencia.

Como parte de nuestros propósitos, comenzamos la publicación de estos “Documentos


Internos, DI”, que serán de dos tipos: Divulgación-Docencia, D, e investigación-
Tecnología, T.

Este primer documento interno del año 2004 (04), será el primero (01) y su naturaleza
de divulgación y formación, D. Por lo tanto, corresponde al IGUJ-DI-0401D. Está
dedicado a consolidar los conceptos básicos alrededor de los cuales se desarrolla el
trabajo de la sismología e ingeniería sísmica, dando énfasis al método operativo de
cómo se obtiene la magnitud de momento sísmico: M.

Es posible que tengamos la necesidad de plantear propuestas de conceptos o traducción


de términos que habrán de contribuir a la consolidación de nuestra ciencia desde la
perspectiva nacional. Cuando esto suceda, esperamos se tome como tal, como propuesta
de discusión y enriquecimiento.

El presente documento va dirigido a toda la comunidad de legos y especialistas en el


tema. Queremos aclarar los conceptos básicos y estar seguros que hablamos el mismo
lenguaje. Estaremos pendientes de sus sugerencias y comentarios; ojalá que de igual
manera, sirva este trabajo a quienes por primera vez se desean aproximar al interesante
mundo de los sismos o terremotos (¿?).

2. Los sismos: naturaleza y origen. El planeta Tierra, como casi todos los sistemas de
nuestro universo, posee una dinámica compleja, resultado de fuerzas internas y
externas. La Tierra, se mueve y evoluciona, tanto en sus componentes como en el todo.
Dentro de esta dinámica planetaria, hemos acordado definir como sismo a la liberación
repentina (en términos de segundos o fracciones de ellos) de energía, a partir de un
volumen limitado (dimensiones de centenas o miles de metros) que denominamos foco
y cuyos efectos elásticos, denominados ondas sísmicas, se pueden medir mediante
sensores, conocidos como sismómetros. Este tipo de fenómenos se produce en la parte
externa del planeta denominada litósfera (desde 0 hasta unos 300 km), que posee
fragilidad suficiente para producir rompimientos y elasticidad para permitir la
generación y propagación de ondas mecánicas.

Definido el sismo de esta manera, su origen puede ser variado y da lugar a una primera
clasificación, dentro de la cual un tipo de sismos son los denominados tectónicos u
ocasionados por fuerzas internas del planeta, que han modelado el paisaje. Es común
encontrar que algunos autores sólo definen como sismos a los clasificados dentro de

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este categoría, a diferencia de los artificiales (explosiones, p.e.), los de impacto, los
volcánicos, y otros tipos posibles. Por ahora, cuando hablemos de sismos, aun cuando
no se especifique, nos referiremos sólo a sismos tectónicos.

Entonces, los sismos se originan por el rompimiento de rocas de la litósfera, que han
estado por varios años, sometidas a la acción de esfuerzos mas o menos continuos. La
distribución global de estos esfuerzos depende de dinámicas internas conocida como
dinámica de placas, que son las que constituyen globalmente la denominada tectónica
de placas. Por lo tanto, los sismos no se distribuyen aleatoriamente en la Tierra, sino
principalmente en los bordes de las placas, que según la mecánica, son los sitios donde
con mayor facilidad se libera la energía ocasionada por los esfuerzos. Localmente un
sismo se desarrolla en sitios de debilidad de las rocas, generalmente son sitios donde ya
ha habido rompimiento y desplazamiento y que se conocen como fallas geológicas.
Dentro de este marco, los sismos son el resultado de un proceso que (casi?) siempre va
acompañado de variación de propiedades o parámetros físicos, como p.e. :variación de
velocidad de ondas, porosidad, resistividad eléctrica, etc. y que luego de darse el sismo,
continúa con un proceso de reacomodación en busca de un nuevo estado cuasi
estacionario.

3. Parámetros focales. Un sismo se describe mediante diversos parámetros o


cantidades que permiten básicamente responder a las preguntas: ¿dónde?, ¿cuándo?,
¿qué tan grande?, ¿cómo?. En primer lugar conviene aclarar algunos términos: el foco,
también conocido como hipocentro del sismo, es el lugar o volumen infinitesimal
donde se origina el rompimiento; está definido por tres parámetros: latitud, longitud y
profundidad. El epicentro de un sismo, es la proyección del foco a la superficie, por lo
tanto solo se requiere dar la latitud y la longitud, supuestamente debería ser además, el
lugar de la superficie donde se expresa con mayor energía el sismo, pero debido a la
inclinación del plano de rompimiento y a las inhomogeneidades litológicas y
estructurales, no siempre coincide la región de mayor daño, con la proyección del foco,
se habla entonces de un epicentro instrumental como el lugar geométrico de la
proyección y de epicentro macrosísmico para el lugar de mayor afectación. Otro
parámetro de caracterización sísmica es el denominado tiempo de origen, que como su
nombre lo indica, define temporalmente el inicio del proceso de ruptura. Acerca de los
parámetros que identifican el “tamaño del sismo”, se suele utilizar la magnitud, este
parámetro intenta cuantificar la energía liberada en el sismo, en general se diferencian
dos tipos diferentes de magnitudes, las primeras intentan cuantificar la energía elástica
de deformación y se supone que esta información se puede obtener del sismograma, por
observación y medición de las amplitudes de cierto tipo de ondas, el otro tipo de
magnitud sísmica, intenta cuantificar la energía necesaria para un rompimiento dado,
asumiendo que ésta es proporcional a la amplitud del momento de los pares de fuerzas
que intervienen en el proceso de dislocación o desplazamiento de las partes que
intervinieron en el sismo. En este caso, el momento se puede calcular a partir de
observaciones de campo: área del plano de falla, desplazamiento o dislocación de las
caras y rigidez del medio, o también por observación de todas las señales que llegan al

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sismograma. Otros parámetros menos usados son: la longitud de ruptura, bajo la


hipótesis de que el volumen afectado se puede aproximar a un plano y que este es de
forma rectangular, con su dimensión mayor paralela a la superficie terrestre; la
intensidad del sismo en un sitio dado, expresada en términos de sacudida del terreno y
efectos sobre el hombre y sus construcciones, la aceleración máxima en un sitio y
ocasionada por la onda sísmica y otros parámetros del movimiento del terreno,
deducidos del sismograma.

4. La intensidad. Históricamente, la intensidad de un sismo aparece como uno de los


primeros intentos de comparar y cuantificar los sismos. La intensidad intentaba medir el
tamaño de un terremoto (o sismo destructor) a partir de sus efectos sobre el hombre y
sus construcciones. La primera escala de intensidades fue desarrollada por Rossi y Forel
en 1883, antes de crearse el primer sismógrafo y cuantificaba los efectos de I a X,
siendo X el valor de la máxima intensidad. Luego se desarrolló la escala de Mercalli y
después la modificada de Mercalli o MM que va de I a XII y hace una primera
clasificación de estructuras. En Europa se usó hasta hace algunos años, la escala MSK
(Medvedev, Sponheur y Karnik) y en Japón se usa igualmente la escala internacional
del Japón, que a diferencia de las anteriores tiene un rango de I a VII. El parámetro
“intensidad”, se ha venido modificando en su aplicación, tratando cada vez de liberarlo
de apreciaciones personales y volverlo mas operativo o instrumental, en este sentido se
trata de relacionarlo con parámetros de movimiento como aceleración, velocidad o
desplazamiento del terreno. La escala macrosísmica Europea de intensidades, que es la
que se usa actualmente y que se conoce como EMS-98 la define como medida de la
sacudida del terreno (Grunthal, 1998). Se insiste en dos aspectos, la intensidad de un
sismo, varía según el punto de observación, siendo máxima cerca al foco y segundo, se
expresa en números romanos.

5. La magnitud. Dos sismos de igual intensidad máxima pueden generar energías


totales bien diferentes, esencialmente debido a diferencias de profundidad focal. Este
hecho es difícil de entender y aplicar con el sólo parámetro de intensidad, por lo tanto
había necesidad de crear otro parámetro que caracterizara mejor el tamaño del sismo y
que en lo posible estuviera asociado a la medición de un parámetro físico. Trabajando
sobre esta idea, Charles F. Richter, con la colaboración de Beno Gutenberg, y al
observar para un sismo, la disminución de amplitudes registradas contra distancia
epicentral, pero que había paralelismo para diferentes eventos, desarrolló entre 1932 y
1934 (Richter, 1935) la primera escala de magnitudes sísmicas, M, definida por :

M = log A − log Ao (1)


donde A es la amplitud registrada por un sismógrafo de torsión Wood-Anderson
(amplificación 2800 y periodo 0.85 s) y Ao la amplitud, a la misma distancia, de un
terremoto tomado como patrón (terremoto de M = 0). La amplitud a la que aquí se hace
referencia, debe ser de la misma componente de movimiento y mejor aún si se
encuentra la resultante vectorial de las tres componentes. La calibración de la escala se
hizo tomando M = 3 para el terremoto que a 100 km de distancia se registra con A = 1

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mm (Udías y Mezcua, 1986). De este modo, la magnitud es un número, característico


de cada terremoto e independiente de la localización de la estación de registro.

5.1. Magnitud local: La primera escala de magnitudes funciona bien para sismos locales
(distancias epicentrales menores de 600 km), el sismómetro es de los denominados de
corto periodo y se conoce como “magnitud local” (o de Richter), M L .

5.2. Magnitud de ondas superficiales, MS : Con el objeto de poder medir eficientemente


sismos generados a grandes distancias, telesismos, se utilizan ondas superficiales (Love
o Rayleigh), de largo periodo (T ≅ 20 s), la Asociación Internacional de Sismología y
Física del Interior de la Tierra, IASPEI, utiliza, según el Centro Nacional de
Información de Terremotos, NEIC (2003), la siguiente fórmula:

MS = log( A / T ) + 1.66 log D + 3.3 (2)

donde: A es la amplitud del terreno, medida en micras, de la componente vertical de las


ondas superficiales con rango de periodo T, entre 18 y 22 s. T es el periodo en segundos
y D, la distancia epicentral en grados geocéntricos (ángulo estación – epicentro) y rango
entre 20° y 160°. En este caso no se aplican correcciones por profundidad y da valores
congruentes para profundidades focales menores de 50 km.

5.3. Magnitud de ondas internas (body waves), mb . Para sismos de foco profundo
había necesidad de trabajar con ondas internas, ya que en este caso las ondas
superficiales casi no se generan, por lo tanto, sería mas conveniente usar ondas internas
o de cuerpo, conocidas como P o S, siendo las primeras las ondas compresionales y las
segundas, de cizalla o corte. Para el caso de ondas compresionales, o P, Gutenberg y
Richter (1956) definieron la siguiente ecuación:

mB = log( A / T ) + Q(D, h ) (3)

En este caso, el periodo, T, expresado en segundos está restringido al rango excluyente


entre 0.1 y 3.0 s, A se sigue expresando en micras y Q es una función de la distancia
epicentral ( ≥ 5°) y la profundidad focal, h.

5.4. Otras magnitudes. Existen muchas variaciones de las ecuaciones para cálculos de
magnitud, algunas incluyen efectos locales de geología, pero se trata de buscar una
coincidencia con la idea original de Richter. Quizás, la otra escala de magnitudes,
basada en propiedades de un cierto tipo de ondas, que tiene amplio uso es la de
magnitudes de ondas internas, calculadas a partir de ondas superficiales que se
desplazan por corteza continental, Lg y que por lo tanto se denominan mb Lg, para
ellas:
mbLg = 3.75 + 0.90 log D + log( A / T ) , para 0.5° ≤ D ≤ 4° (4)
y mbLg = 3.30 + 1.66 log D + log( A / T ) , para 4° ≤ D ≤ 30° (5)

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Basados en otras propiedades de los sismos, Lee y otros, propusieron en 1972, para
California, una escala de magnitudes relacionada con la duración de su registro:

Mτ = 2 log τ − 0.87 + 0.0035∆ (6)


donde τ, es la duración del sismo (tomada desde el momento del máximo
desplazamiento hasta cuando no se diferencia del ruido base) medido en el registro en
segundos y ∆, la distancia epicentral en kilómetros.

Choi y Boatwright en 1985 (en USGS, 2004) definieron una “magnitud de energía”,
ME, calculada a partir de la energía radiada del foco, mediante la siguiente ecuación:

ME = (2/3) log ES - 2.9 (7)


donde ES, es la energía sísmica radiada y expresada en N-m. Esta magnitud, ME,
calculada a partir de datos sísmicos de alta frecuencia, es una medida del “potencial de
daño sísmico”.

Gutenberg y Richter ya habían establecido en 1956 (op. cit), relaciones empíricas entre
la energía sísmica (en ergios) y las magnitudes de ondas internas, mb, y superficiales,
M S:
log ES = 5.8 + 2.4 mb (8)
y
log ES = 11.8 + 1.5 MS (9)

La ecuación (9), calculada con altas frecuencias (18 – 22 Hz) sigue siendo una de las
formas mas efectivas para calcular la energía radiada. Kanamori (1977), plantea otra
relación para calcular la energía independientemente, pero a partir del momento
sísmico, Mo y que incluye además la denominada caída de esfuerzos, ∆σ, y el módulo
de rigidez, µ. Así:
ES = (∆σ) / 2µ * Mo (10)

Vale la pena reflexionar sobre cómo la energía total liberada en un sismo, Et, es la suma
de la energía transmitida en forma de ondas elásticas, ES y la Energía disipada en
fenómenos no elásticos, como calor o deformaciones permanentes, ER. Es decir:

Et = ES + ER (11)

Calcular el factor de acople o porcentaje de la energía total que se transforma en energía


elástica, no es fácil y depende de muchos factores. En pruebas controladas, se ha
encontrado que este factor es del orden de 0.1 a 1 %.
Las magnitudes calculadas a partir de ondas específicas de los registros sismográficos
tienen el problema de saturación para altas magnitudes, esto es, para un sismo dado,
magnitud 7.5, por ejemplo, el desplazamiento de algún componente instrumental
alcanza su máximo y otro sismo mayor, no puede tener un registro mayor, no se

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diferencian. Lo que sucede es que dependiendo del “tamaño” del sismo, así mismo la
energía liberada lo hace a diferentes rangos de frecuencia y como los instrumentos
poseen frecuencias naturales constantes, no pueden detectar esas ondas. La energía
liberada por sismos cada vez mayores, se concentra en ondas de periodo cada vez
mayor. En el caso de ondas internas (periodos menores de 10 s) la saturación se alcanza
con magnitudes del orden de 6.8 y para ondas superficiales (periodos de unos 20 s), es
del orden de 8.7. Para obviar este problema, Kanamori (1977,1978) y Hanks y
Kanamori (1979), definen una nueva escala de magnitudes, la “magnitud de momento”,
Mw, basados en el concepto de “Momento Sísmico”, introducido por Aki (1966) y
Brune (1968) para explicar los procesos de rompimiento sísmico. Esta nueva magnitud
tiene las ventajas de que no se satura para altos valores, en ese sector de energías tiene
buena resolución y además se puede definir por observaciones de campo, o utilizando
toda la señal del sismograma.

5.5. Magnitud de Momento Sísmico, Mw. Inicialmente definida, a partir de relaciones


entre energía radiada y momento sísmico, guardaba un parecido con la ecuación (9) y se
definió por la siguiente relación:
log Mo = 1.5 MW + 16.1 (12)

expresando el momento en dinas-cm, correspondiente al momento equivalente de un


par de fuerzas . Comparando esta relación con otras similares de Ms y ML , se obtiene
una única relación de magnitud y momento, válida para todos los rangos de magnitud y
dada por:
M = 2/3 log Mo - 10.7 (13)

El problema de calcular la magnitud de momento, Mw o M (eme negrilla, que es la


generalización de Mw), se reduce ahora a calcular el momento sísmico de las fuerzas
que producen el sismo, exactamente lo que se mide o calcula es la magnitud del tensor
momento sísmico, Mo, y esa magnitud, es un escalar, dado por la siguiente expresión:

Mo = µ ∆u A (14)

donde µ es el coeficiente de rigidez o cizallamiento del medio en el que se produce el


sismo; ∆u es la dislocación o separación media entre los planos involucrados en el
rompimiento, y A es el área total del plano de rompimiento. Afortunadamente, el
momento sísmico también se puede calcular a partir de la información registrada en los
sismogramas, porque no siempre se pueden obtener los parámetros involucrados en la
ecuación (14). Si una arenisca como la del grupo Guadalupe, que circunda la Sabana de
Bogotá y que posee una rigidez promedio de 8.6x103 MPa (Briceño y Díaz,1995),
sufriera un rompimiento de 30 km de largo, en un plano de 450 km2 , produciéndose
una dislocación de sólo 40 cm de longitud, se hubiera necesitado un momento sísmico
de 15.5x1017 N-m y según la ecuación (12) habría producido un sismo de magnitud de
momento de 6.1, suficientemente fuerte como para causar destrozos apreciables,
especialmente si el foco hubiera sido superficial (< 30 km), muy similar al evento

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sísmico del Quindío (Colombia) de enero de 1999. El gran terremoto de mayo de 1960
en Chile, se calculó producido por un momento sísmico de 2.5x1030 dina-cm, lo cual
equivaldría a una MW de 9.6, este parece haber sido el sismo de mayor energía del siglo
pasado. Unos 1025 ergios equivalen aproximadamente a la energía de unos 8 millones de
toneladas de TNT y producirían un sismo de magnitud 6.

5.6. Acerca del Momento Sísmico, Mo. El mecanismo de los sismos tectónicos
corresponde bastante bien al de rompimientos y desplazamientos, producidos por
acumulación de esfuerzos en una región de la litosfera.

Si se considera un volumen de material litosférico, V, sometido a un sistema espacio


temporal de esfuerzos representados por el tensor τij I, se asume que en un momento t =
0 produce una fractura, de área S y de desplazamiento relativo ∆u. En general, ∆u (x,t)
variará en magnitud sobre la superficie de la fractura y a lo largo del tiempo, desde su
comienzo, en un punto determinado, hasta su final en los bordes de la fractura (Udías y
Mézcua, 1986), donde se pueden encontrar, barreras o asperezas, por ejemplo (Udías,
Muñoz y Buforn, 1985). Después de producido el sismo, esto es, rompimientos y
desplazamientos, los nuevos esfuerzos se habrán reducido a τij II, la diferencia de
esfuerzos fue la que originó el sismo, se denomina “caída de esfuerzos” y está dada por:

Tij = τij I, - τij II (15)

Se define el “tensor densidad de momento”, mij, como el esfuerzo complementario del


elástico, o sea, el esfuerzo inelástico, el cual está relacionado exclusivamente con las
deformaciones inelásticas, e Tij, según la Ley de Hooke:

mij = Cijkl e Tij (16)

para Bachus y Mulcahy, (1976), este tensor define el foco sísmico. Entonces, el “foco
sísmico” es la región del espacio en la cual mij, es diferente de cero. El tensor momento
sísmico total, Mij, viene dado por la integral de la densidad de momento sísmico, sobre
todo el volumen focal.
M ij = ∫ mij dv (17)
Vo

Un caso particular de fuente sísmica es el de una fractura o dislocación de cizalla, caso


en el cual todo el movimiento se produce a lo largo del plano de fractura. Si ni es un
vector unitario normal al plano de fractura, y li es el vector unitario en la dirección en la
que se produce el desplazamiento o dislocación ∆ui = ∆uli , el tensor momento sísmico
se puede escribir (Udías, Muñoz y Buforn, 1985) como:

Mij = µ ∫ ∆u(l n + l n )ds


S
i j j i (18)

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Para el caso en que ∆u, li y ni sean constantes en toda el área de fractura S, entonces:

Mij, = µ ∆ū (li nj + lj ni) S (19)


Mij = Mo (li nj + lj ni) (20)

donde Mo es el Momento Sísmico escalar, definido como:

Mo = µ ∆ū S (21)
donde ∆ū es el valor medio de la dislocación.

De este modo, el momento sísmico se podría calcular a partir de “observaciones de


campo”, si fueran evidentes, la dislocación y el plano de falla (cosa poco común). Antes
de presentar otras maneras de calcular el momento sísmico, y para entender mejor la
magnitud de momento, conviene aclarar que el término “momento”, como se usa en
dinámica rotacional para referirse a la fuerza multiplicada por el brazo respecto al punto
de giro, es el mismo que aquí se usa para hablar de las fuerzas o esfuerzos tanto
compresivos, como extensivos que originan los rompimientos o sismos. Se puede
comprobar que las unidades en que se expresa el momento sísmico dado por la ecuación
(21), son de fuerza x distancia, esto es, N – m o dina – cm.

5.7. Desplazamientos producidos por fuentes sísmicas. El problema básico de la


sismología es el de relacionar los desplazamientos del terreno con las fuerzas que
actúan en el foco. El mas simple de ellos, es el de calcular los desplazamientos elásticos
ui en un punto de coordenadas xj en un tiempo t, ui (xj , t), perteneciente a un medio
infinito, homogéneo e isotrópico y producido por una fuerza unitaria impulsiva que
actúa en el origen de coordenadas en la dirección n, fj = δ(xj) δ(t) δjn. Los símbolos δ se
usan para referirse a la denominada función delta. La solución de este problema se
conoce como “función de Green” para dicho medio, entonces:

ui (xj , t) = G i n (xj ,t) (22)

Conociendo la función de Green para el medio, se pueden calcular los desplazamientos


producidos por fuentes sísmicas más complejas. Ben Menahen y Singh (1981),
muestran que para una fuerza no necesariamente unitaria, Fo δ(t), actuando en el punto
Q(ro), y en la dirección de un vector unitario a, los desplazamientos en el punto P(r)
están dados por:

u (r) = Fo G(r | ro). a (ro) (23)

Consideremos ahora dos fuerzas de la misma magnitud, Fo, pero de direcciones


opuestas, actuando en dos puntos, Q1 (ro + (ε/2)ν ) y Q2 (ro - (ε/2)ν ), siendo ν (ro) un
vector unitario, como se aprecia en la figura no. 1

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X3 Fo a
P
Q1
ε/2ν
r Q
ro - ε/2ν
Q2
- Fo a

O X2

X1 Figura 1

Se puede mostrar en este caso, que:


u (r) = Fo ε [a (ro) ν (ro): grado G(r | ro)+O(ε2) ] (24)

Donde grado es operador que se aplica sobre las coordenadas de la fuente( ro) y los dos
puntos(:) significan un doble producto escalar. En el caso límite de Fo → ∞ y ε → 0,
de modo que su producto tiende a una constante, Fo ε → Mo (el mismo momento
escalar de la fuerza doble, o dupla), entonces:

u (r) = Mo a ν: grado G(r | ro) (25)

En el caso anterior hay dos situaciones importantes:


1. Cuando ν coincide con a, lo cual genera una fuerza doble, sin momento, fuerza
dipolar.
2. Cuando ν es perpendicular a a, lo cual genera una cupla simple. Su momento es
M.
En la figura no. 2, se presentan ejemplos de dos dipolos y dos cuplas simples:
3 3 3 3

(33) (22) (32) (23)

2 2 2 2

1 1 1 1

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Figura 2

La combinación de cuplas de la forma (ij) con (ji), genera pares de cuplas o cuplas
dobles, de fuerza neta cero y momento neto cero. Se puede además demostrar que “el
campo de desplazamientos inducido por una cupla doble, es idéntico al inducido por
dos dipolos perpendiculares, de igual magnitud y diferente sentidos, esto es, uno de
presión (P) y otro de tensión (T), actuando a lo largo de las bisectrices de los ángulos
formados por las direcciones de las fuerza de la cupla doble. O sea:

3 3’ 3 2’
(23) + (32) (2’2’) – (3’3’)

45°
2 ↔ 2

T C

Figura 3
Desde el punto de vista de la sismología, los resultados anteriores significan que una
fractura con rompimiento y desplazamiento en un plano, lo cual origina un sismo,
puede ser producida por un par de fuerzas dipolares perpendiculares T y C, o por una
cupla doble, con fuerzas a 45° de los dipolos, la diferencia es irrelevante. Físicamente
los dos casos se pueden encontrar y explicar, pero en la naturaleza, la situación suele ser
mas compleja y lo que aquí se presenta no pasa de ser una buena aproximación.

5.8. Cálculos del momento sísmico, Mo. Ya se ha hecho referencia a que es posible
(pocas veces!) deducir el momento sísmico a partir de observaciones de campo. Sin
embargo, lo que también se puede probar es que la información contenida en todo el
sismograma, no sólo en algún tipo de onda, sino en todas, es tal que, permite deducir el
momento sísmico, el área involucrada en la fractura y hasta la caída de esfuerzos que
originó el sismo. Básicamente hay dos formas de obtener estos parámetros, la primera
es tomando el sismograma, el cual a pesar de corresponder al desplazamiento de un
graficador, se puede demostrar que esencialmente representa la velocidad del sensor en
función del tiempo (dominio del tiempo), corregirlo por la respuesta característica del
instrumento, para obtener los desplazamientos del terreno y entonces se considera y se
corrigen las atenuaciones por distancia, absorción del medio y patrón direccional de
radiación (ya que los desplazamientos y energías producidos por el sismo presentan
patrones, dependiendo de la dirección de los esfuerzos y del tipo de onda considerado),
todo esto con el fin de poder comparar los desplazamientos en iguales condiciones
(normalizados al foco), de modo que distintos sismogramas del mismo evento
produzcan en teoría la misma respuesta. Este proceso de análisis y corrección se puede
lograr mas eficientemente con las características frecuenciales de toda la señal (en el
dominio de la frecuencia), transformación que se realiza, por ejemplo mediante la

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transformada de Fourier. La otra forma de deducir el momento sísmico, es mediante la


denominada “inversión de toda la onda ” (full wave inversión). En este caso, se conoce,
calcula o asume en primer lugar la función de Green (ver ecuación 23) y se considera
que en el dominio de la frecuencia, la relación entre el momento sísmico Mij y el campo
de desplazamientos u, es lineal, por lo tanto si se conocen los desplazamientos,
utilizando por ejemplo oscilaciones libres, se puede invertir el proceso para calcular las
componentes del tensor momento sísmico, proceso que se realiza mediante algoritmos
que usan, por ejemplo la transformada de Housholder (Claerbout, 1976). Se habla del
método de inversión, a diferencia del problema directo en el que se calcula el efecto de
una fuente dada, porque ahora, en la inversión, se conoce el efecto y se calcula la
causa. Para calcular los otros parámetros focales, generalmente hay que suponer un
cierto “modelo de fuente”, circular o rectangular. El Servicio Geológico de los Estados
Unidos, calcula los momentos utilizando la inversión total de onda.

A manera de ejemplo, y siguiendo la metodología presentada en el “Nuevo Manual de


Prácticas de Observatorios Sismológicos” del Servicio Global de Sismología, GSS
(2004), se presenta el análisis del denominado Terremoto del Quindío de 1999.

La figura no. 4 muestra el sismograma de la componente vertical, o registro de


velocidad, como en la mayoría de los sismogramas, obtenido para el evento de
referencia en una estación ubicada en Armenia.

En la estación, el evento tiene una duración de un poco mas de 20 s. Claramente se


distingue el primer arribo, impulsivo y positivo correspondiente a la onda P y unos 3.3
segundos mas tarde, la llegada de ondas superficiales. Para cálculos posteriores, se
requieren los siguientes parámetros del sismo, de las ondas y del medio en el cual se
propagan las mismas:

Profundidad focal: h = 17 km
Distancia epicentral: ∆ = 14.5 km
Velocidad media de ondas P: VP = 5.5 km/s
Densidad promedio: ρ = 2.7 gm / cm3

Mediante la transformada de Fourier se obtiene el espectro de amplitudes del


terreno, esto es, las amplitudes asociadas a cada componente de frecuencias, luego de
corregirlo por la respuesta de amplitudes del sistema de registro (tanto respuesta del
“velocímetro”, como del denominado filtro anti alias del registrador, que elimina
señales ficticias que se generan por la frecuencia de muestreo).

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CÓMO MEDIMOS LOS SISMOS IGUJ - 2004 -

Figura 4

En la figura no. 5 se observa el espectro, el cual se grafica en escalas logarítmicas, las


abscisas vienen en hertz y las ordenadas en metros x segundo, m*s.

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CÓMO MEDIMOS LOS SISMOS IGUJ - 2004 -

Espectro desplazamiento z
TERREMOTO QUINDÍO -1999-

0.1
Desplazamiento (m*s)

0.01

0.001

0.0001
0.1 1 10
Frecuencia (Hz)

Figura 5

Se observa que para bajas frecuencias, entre 0.3 y 0.8 Hz, el nivel de amplitudes es
aproximadamente constante, y su proyección corta el eje de desplazamientos, mas o
menos en 3.0 x10-3 m-s, como se intenta mostrar con la flecha.

Adicionalmente y para otros cálculos se puede ver que el espectro cambia de, constante
y pendiente casi cero, a una pendiente negativa, en mas o menos 1.3 Hz = fC (frecuencia
de esquina –“corner”).

Con los datos anteriores se calcula el momento sísmico, a partir de la relación utilizada
en el ya mencionado “Nuevo Manual de Prácticas de Observatorios Sismológicos”:

Mo = 4 π r VP 3 ρ uo / ( A Sa ) (24)

Donde A es el patrón promedio de radiación, este es un factor que se calcula para ondas
P o S y depende del acimut de la estación respecto al epicentro, su máximo valor es 1.0
(en este caso se tomó el valor promedio de 0.5) y Sa, es la amplificación superficial

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CÓMO MEDIMOS LOS SISMOS IGUJ - 2004 -

para ondas P, que es otro factor que depende del ángulo de incidencia de la onda a la
estación i. Ver la tabla no. 1:

i Sa i Sa i Sa
0 2.00 30 1.70 60 1.02
5 1.99 35 1.60 65 0.90
10 1.96 40 1.49 70 0.79
15 1.92 45 1.38 75 0.67
20 1.86 50 1.26 80 0.54
25 1.79 55 1.14 85 0.35

Tabla 1

Para calcular el ángulo de incidencia, i, dado que se conoce el epicentro y la distancia


epicentral, basta un pequeño cálculo:

i = arccos (h / r)

Epicentro Estación

h r

Foco

Figura 6

Dado que ∆ = 14.5 km y h = 17 km, entonces, r = 22.4 km y i = 41° y Sa = 1.47

Remplazando los valores correspondientes en la ecuación (24), se obtiene que:

Mo = 4 π* 17 x 10 3 *(6 x 10 3 ) 3 * 2.7 x 10 3 * 3.0 x10-3 / (0.5*1.47 )

Mo = 7.8 x 10 17 N-m, o, 7.8 x 10 24 dina-cm

Que según la ecuación (12), daría una magnitud M = 5.9. Valor cercano a los
calculados a partir de redes locales.

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CÓMO MEDIMOS LOS SISMOS IGUJ - 2004 -

6. Conclusiones.

El fenómeno sismológico, nos puede afectar a todos, pero no es evidente su


comprensión, ni fácil su cuantificación. Se acepta que el concepto de magnitud sirve
mejor que el de intensidad para cuantificar el tamaño del sismo, o la energía total
liberada, mientras que el de intensidad representa los efectos locales de la onda sísmica.
Sin embargo, existen diversas escalas de magnitud, dependiendo del parámetro medido,
las primeras escalas desarrolladas lo fueron para sismos locales, usando ondas de
cuerpo, P y S de relativamente bajos periodos y luego se desarrollaron escalas para
sismos lejanos, midiendo las ondas superficiales. En ambos casos, magnitudes
calculadas con ondas de cuerpo, para sismos locales o magnitudes calculadas con ondas
superficiales, para sismos lejanos, aparece el problema de la saturación de escalas para
magnitudes relativamente altas, ver figura no. 7. Se desarrolla finalmente una escala de
magnitudes, con base en el concepto de momento sísmico, es la magnitud de momento,
Mw , aplicada inicialmente para altas magnitudes, pero cuya generalización para todo el
rango de magnitudes se conoce como la escala eme negrilla M.

El cálculo de la magnitud de momento, requiere un conocimiento de propiedades físicas


y geológicas, tanto de la fuente como de la estación. Sin embargo, existen algoritmos y
valores promedios que facilitan los cálculos.

Figura 7

Las gráficas de la figura no. 7 tomada de Kanamori (1983), en la página internet del
GSS (2004), sintetiza grosso modo, las relaciones entre diferentes escalas de magnitud.

El problema de la medición de parámetros sismológicos, base para otros trabajos de

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CÓMO MEDIMOS LOS SISMOS IGUJ - 2004 -

investigación, no es simple, pero es abordable y hay que hacerlo, en países que como el
nuestro desarrollan su economía y recursos generales en zonas de amenaza sísmica de
media a alta.

7. Referencias bibliográficas.

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