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¿Qué vamos a estudiar durante este modulo?

1. Impartición de acciones formativas para el empleo


a) Aspectos psicológicos del aprendizaje en formación
b) Dinamización del aprendizaje en el grupo
c) Estrategias metodológicas en la formación profesional
2. Tutorización de acciones formativas para el empleo
a) Características de las acciones tutoriales
b) Desarrollo de la acción tutorial
c) Desarrollo de la acción tutorial en línea
1. El proceso de enseñanza-aprendizaje:

 Concepto de adultez

El concepto de adultez es
complejo y poco claro, y depende
del punto de vista desde el que
se analice (sea etimológico,
cronológico, jurídico, sociológico,
etc.).

Algunos psicólogos como Allport,


Erikson y Maslow lo consideran
equivalente al de una
“personalidad madura”. La
personalidad adulta
Allport (en garcía prieto, 1999: 79) señala una serie de rasgos de
madurez con los que intenta definir la personalidad adulta:

-Extensión del sentido de sí mismo. Supone el logro de la


autonomía y la superación del egocentrismo de la infancia.

-Capacidad de establecer relaciones con otras personas. La


extensión de sí mismo hace posible las relaciones con los demás;
asumir los puntos de vista ajenos y las necesidades e intereses de los
demás.

-Estabilidad emocional y aceptación de sí mismo. Conlleva


distinción clara entre el deseo de conseguir los objetivos y su
consecución real.

-Realismo en la percepción y actuación. Implica la capacidad de


objetivar los hechos y situaciones, distinguiendo lo que se ajusta a la
realidad, de los deseos y juicios subjetivos.
-Objetividad en el propio conocimiento. Supone tener conciencia
de las propias limitaciones así como de las motivaciones e
intencionalidad de los propios actos.

-Posesión de un proyecto de vida. Exige tener un sistema


jerárquico de valores, en función del cual se decide y proyecta la
vida.

Hasta aquí hemos intentado mostrar el perfil psicosocial de los


alumnos que vamos a encontrar como formadores. Sabiendo esto
damos paso al aprendizaje.

Funciones del docente y de los agentes implicados en la formación


(tutor, administrador, coordinador, entre otros)
El tutor debe saber, ser y sentirse
animador y dinamizador de grupos.

Se seguirá un método de aprendizaje


inductivo que permitirá a los alumnos
llegar por sí mismos a conclusiones
generales a partir de las actividades
prácticas que realizarán. Mediante
preguntas y reflexiones se estimula a los
alumnos a elaborar ideas.

El hecho de que los alumnos lleguen por


sus propios medios al resultado
esperado, contribuye a estimularlos para
que piensen y se muevan.
Características del formador-tutor

¿Qué caracteriza al formador-tutor de este tipo de formación?


Podríamos decir que el perfil de un buen formador debería tener:

Habilidad de comunicación para fomentar un entorno


agradable.

Capacidad de tutorización y seguimiento del alumnado.

Capacidad de individualización y adaptación a las


condiciones, intereses, características e incluso ritmo de los
distintos alumnos.

Implicación, constancia y con capacidad de dedicación.

Creativo y buen diseñador de materiales pensados para la


autorregulación.
Programado y riguroso en su trabajo,
inspirando confianza y seguridad.

Con capacidad de priorización para


elegir las actividades adecuadas.

De mentalidad abierta para introducir


reajustes en la planificación inicial.

Automotivado (que se autorrefuerce en


su tarea diaria) y a la vez motivador para
animar al trabajo a los alumnos.
Funciones del formador-tutor (GARCÍA AREITO, 1999):

Las funciones del formador-tutor, deberían ser:

• Motivación y metodología del trabajo:

Promover la participación.

Animar a superar dificultades.

Motivar a los alumnos hacia el estudio.

Combinar la discusión en grupo y la orientación personal.

Formar grupos de trabajo con los alumnos.

Discutir en grupo problemas específicos de la asignatura.

• Orientación:

Orientar la metodología y técnicas de estudio.

Orientar la preparación de trabajos recomendados.

Orientar personalmente a los alumnos.


• Explicar:

 Realizar actividades de ampliación de temas de las Unidades


Didácticas.
 Corregir evaluaciones y trabajos.
 Presentar puntos clave de las Unidades Didácticas.
 Aclarar dudas.
 Orientar la preparación de las evaluaciones.
Actitudes del formador-tutor (GARCÍA AREITO, 1999):

Esas funciones se deben acompañar de unas actitudes y


cualidades:
Actitudes del tutor:

o Actitudes que deben impregnar toda actividad docente:

• Atiende al alumno con amabilidad.

• Es accesible.

• Estimula la participación de los alumnos.


 Actitud formativa:
o Analiza los errores de los ejercicios de evaluación para evitar
nuevos errores.
o Da importancia no sólo al contenido sino a la forma de
expresión.
o Preocupación por la formación de una mente crítica en el
alumno:
• Induce a los alumnos a que analicen críticamente la
sociedad.
• Estimula a los alumnos a formar juicios de valor.
• Indica la conveniencia de trabajar en equipo.
• Orienta a los alumnos en la realización de trabajos.
o Fomento de la participación activa
del alumno en el estudio:
• Tiene en cuenta las habilidades y
experiencias del alumno.
• Tiene en cuenta las
observaciones de los alumnos.
• Procura que el alumno descubra
sus propios errores para
solucionarlos.
• Solicita la participación de los
más remisos.
Cualidades del formador-tutor (GARCÍA AREITO, 1999):

‒ Realizar explicaciones claras y adecuadas para el alumno, centrando


los contenidos.
‒ Poner interés en el trabajo, manifestando ganas de trabajar.
‒ Poseer un conocimiento amplio de la materia.
‒ Resolver las dudas de la materia, ejercicios y trabajos propuestos.
‒ Dar orientaciones de carácter metodológico para que el alumno sea
capaz de afrontar el estudio autónomamente.
‒ Ser accesible a las demandas y necesidades que le planteen sus
alumnos.
‒ Apoyar, motivar y estimular.
‒ Dinamizar al grupo, fomentando la formación de grupos de trabajo.
‒ Dirigir la realización de trabajos prácticos, que pongan en relación
los conocimientos teóricos con las vivencias del alumno.
‒ Realizar evaluaciones que respondan a los contenidos estudiados.
El aprendizaje de adultos: objetivos, características y tipos.
Estilos de aprendizaje

Las características anteriores pueden hacer pensar que el alumno


adulto es menos capaz, tiene más dificultades. Pero al mismo
tiempo existen unos mecanismos que compensan esos déficits.

Amplitud del saber: en personas con un nivel cultural e intelectual


elevado no existen tanta disminución de las aptitudes cognitivas.

Amplitud de experiencias: a mayor número de experiencias,


mayor flexibilidad intelectual, de pensamiento y mayor adaptación a
situaciones diferentes.

Adaptación de métodos pedagógicos: si se diseñan actividades


adecuadas se pueden superar los déficits.
Ejercicio intelectual: permite mantener niveles aceptables en las
aptitudes. Las principales motivaciones que llevan a un alumno adulto
a participar en un programa educativo son:

• Poseer un nivel de información óptimo.


• Prepararse para ejercer un nuevo oficio.
• Obtener una formación mejor en el trabajo.
• Llenar de alguna manera el tiempo libre.
• Conocer a gente nueva e interesante.
• Ser capaz de desarrollar determinadas tareas.
• Romper con la rutina diaria.
• Conocer y desempeñar mejor su papel en las distintas
instituciones de las que forma parte.
• Mejorar sus aptitudes.
• Aumentar sus conocimientos generales.
• Aumentar su nivel de ingresos.
• Desarrollar su personalidad y sus relaciones interpersonales.
• Desarrollar alguno de sus atributos físicos.
Principios del aprendizaje de los adultos
Los activadores del aprendizaje: percepción, atención,
memoria

Si queremos entender la variada gama de aprendizajes humanos,


debemos tener presentes los múltiples factores que intervienen en el
proceso de aprendizaje.

Para aprender a conducir, a cuidar un bonsai o a comprender la


importancia de los modos de producción en la organización social
hay que tener motivos, hay que atender a rasgos relevantes,
recuperar lo aprendido y aplicarlo a nuevas situaciones, etc.

• La motivación: la estudiaremos en el siguiente apartado.


• La atención
• La memoria
Con frecuencia, el aprendizaje fracasa porque aprendices y maestros
no sabemos hacer un buen uso de esos procesos auxiliares, ya que
cada uno de ellos admite diversas variantes y posibilidades, de forma
que el resultado final del aprendizaje es producto del cóctel o
combinación entre esos diversos procesos.

Puede que los integrantes por separado sean adecuados, pero su


combinación puede resultar indigesta.

La atención: una vez motivado el alumno, se necesita activar otros


procesos para lograr un aprendizaje eficaz. Uno de esos procesos es
la atención. Se trata de un requisito para que se produzca
aprendizaje pero su mantenimiento depende del propio éxito de las
actividades de aprendizaje.
Pero no siempre los alumnos concentran su atención, su foco
atencional, en lo que resulta relevante. Hay varias causas por las que
la atención puede desviarse o no mantenerse lo suficientemente
centrada para aprender. Estas causas están relacionadas con los
diversos mecanismos que componen la atención.

Tradicionalmente se ha mantenido que la atención humana realiza


tres funciones vinculadas entre sí:

 Un sistema de control de recursos limitados.


 Un mecanismo de selección o filtro de la información que debe
ser procesada.
Un mecanismo de alerta o vigilancia, que permite mantener o
sostener la atención.
Principios a seguir por los profesores

Las tres funciones del sistema atencional humano (control, selección y


vigilancia) pueden hacerse más efectivas en el aprendizaje si seguimos
ciertos principios:

1. Selección de la información, discriminando lo relevante o


principal de lo secundario, y utilizar señales para destacar lo más
relevante de lo accesorio, con el fin de atraer la atención. También
es útil ayudarles a hacer su propia selección, entrenándoles en las
técnicas adecuadas.
2. Presentar los materiales de forma interesante, tanto en la
forma como en el contenido, teniendo en cuenta las motivaciones de
los aprendices.
3. Graduar la presentación de nueva información que deba ser
aprendida, de forma que no haya que atender a muchas cosas
nuevas a la vez, lo que sobrecargaría la memoria de trabajo. Hay
que evitar que las tareas exijan de los aprendices realizar a la vez
varias operaciones o procesos que no hayan sido aprendidos
previamente y que requieran por tanto un procesamiento
controlado.
4. Automatizar operaciones, conocimientos y procesos de
forma que dejen de consumir recursos atencionales y puedan
realizarse en paralelo a otras tareas para las que sean
instrumentales.
5. Dosificar las tareas evitando que sean muy largas o
complejas, de forma que no exijan una atención sostenida, que
fatigue un exceso a los aprendices al agotar sus recursos
atencionales.
6. Diversificar las tareas de aprendizaje, cambiando el
formato e implicando activamente a los aprendices en la
ejecución de las mismas. Hay que evitar caer en la monotonía y
para ello es conveniente que cada maestro disponga de varias
alternativas didácticas para poder combinarlos de modo
estratégico y evitar caer en el aburrimiento.
Esta última consideración, la
diversificación de las tareas y
situaciones de aprendizaje, no
sólo va a favorecer el
mantenimiento de la atención de
los aprendices sino que también
es una de las condiciones más
eficaces para activar otros
procesos auxiliares del
aprendizaje, como son la
recuperación y transferencia de lo
aprendido.
La memoria: no es un depósito en el que guardamos
nuestros recuerdos hasta el día en que los necesitamos o
deseamos, invadidos por la nostalgia, revivirlos. Es algo
mucho más complejo y dinámico, un sistema orgánico en el
que el tiempo y los nuevos aprendizajes van cambiando las
cosas de sitio, van generando nuevas conexiones y formas de
organización en las representaciones allí contenidas, de
forma que cuando vamos a buscar algo no logramos
encontrarlas o se nos aparecen otras distintas en su lugar.
Recuperar es reconstruir nuestros conocimientos a partir de
lo que podemos hallar.

Además de esta naturaleza dinámica de la memoria, la


recuperación se ve afectada también por la forma en que
aprendimos esa información que intentamos recuperar. De
nuevo, un buen aprendizaje puede hacer más eficaz el
funcionamiento de otros procesos cognitivos, en un proceso
de continua y mutua interacción.
Dos formas de recuperar lo aprendido

Suelen distinguirse dos procesos diferentes de recuperación de


nuestros aprendizajes anteriores:

 Reconocer. La presencia de un estímulo o una configuración


estimular nos hacen recuperar una representación adquirida de
ese estímulo que trae consigo asociada o conectada otra
información.

 Evocar o Recordar. Sin duda es más fácil recuperar un


conocimiento por reconocimiento que por evocación. De hecho el
reconocimiento es anterior al recuerdo o evocación, tanto en la
filogénesis (cualquiera que tenga un animal doméstico sabe que
reconoce, ¿pero recuerda?) como en la ontogénesis (los bebés
reconocen la cara y la voz de los padres antes de ser capaces de
evocarla).
 ¿Por qué resulta más fácil reconocer que evocar? Lo que facilita el
reconocimiento es la presencia de indicios que se hallan conectados
o asociados a una representación, bien porque forman parte de ella,
bien porque estuvieron presentes en el contexto en que se aprendió
esa representación.

El modelo de aprendizaje y memoria conexionista es muy útil para


entender este efecto: cuando se activan ciertas unidades de
información tienden a propagar su activación a otras unidades
fuertemente conectadas con ellas.

Cuantos menos indicios haya más difícil será la recuperación. Por


tanto, una forma de incrementar la probabilidad de recuperar los
aprendizajes será proporcionar indicios adecuados al aprendiz, ya
sean de carácter asociativo o, de modo más elaborado, ligados a la
organización y comprensión de la información, dependiendo del tipo
de situaciones, más o menos repetitivas, en que deba producirse
esa recuperación.

En todo caso, la mejor manera de ayudar al aprendiz a recuperar


una información es diseñar el contexto de aprendizaje de esa
información con el fin explícito de facilitar su recuperación.
El contexto de aprendizaje

Cuantos más indicios de los que estuvieron presentes durante un


aprendizaje estén presentes también en la recuperación, más
probable resultará ésta, ya que se acercará más a una situación de
reconocimiento que a una tarea de evocación.

De hecho, puede afirmarse que cuanto más se parezcan el


contexto de aprendizaje y el de recuperación más fácil resultará
ésta, cuantos más indicios específicos compartan ambas
situaciones más fácil será recuperar lo aprendido. Esto se basa en
el “principio de codificación específica”, en los procesos asociativos:
todo los estímulos y la información presentes en el aprendizaje se
asocian entre sí de modo que incrementan la probabilidad de
recuperación mutua.

No se trata sólo de que las informaciones explícitas asociadas entre


sí se recuperen juntas. Otros elementos implícitos del contexto de
aprendizaje también facilitan la recuperación: el estado emocional
del aprendiz puede afectar a la recuperación (si se aprendió algo
en estado de ansiedad o de euforia, se recupera más fácilmente en
ese estado).
https://www.youtube.com/watch?v=PZMNXuDPKoU
2. La motivación:

Antes de empezar, unas cuestiones....

¿Te motiva estar dentro de un grupo con el que te sientes


identificado? ¿Te gusta conocer los aspectos concretos de una
tarea que tienes que realizar o prefieres saber el objetivo general?
¿Prefieres hacer lo de siempre, de la misma manera o probar
nuevas formas de trabajo? ¿Te gusta aprender de forma práctica o
teórica?

¿Te gusta ver que tu tarea es reconocida entre todos o prefieres


que no se reconozca? ¿Cuándo estás en un curso te gusta exponer
tus experiencias o te da igual?
Si viéramos las respuestas de todos los participantes en el
curso seguro que serían diferentes unas a otras.

Cada uno expresaría su opinión, su impresión personal sobre


qué es lo que les motiva en función de sus intereses,
expectativas y sus respuestas ante determinados estímulos.
Unos contestarán que prefieren aprender de forma práctica,
porque ven más fácil seguir los pasos de una tarea concreta,
prefieren actuar a reflexionar, etc.

Otros contestarán que les gusta que reconozcan sus logros


porque esto les impulsa a continuar en su busca, otros quizás
no les guste un reconocimiento en público pero si un
reconocimiento cara a cara.

Esto nos hace ver que todos tenemos motivaciones diferentes,


que respondemos antes estímulos diferentes, y que por tanto
el trabajo que hagamos para aprovechar la motivación de los
alumnos debe ser diferente.
Como idea conceptual, la motivación la podemos definir de las
siguientes formas:

- Según el Diccionario de la Real Academia Española: “Ensayo


mental preparatorio de una acción para animar o animarse a
ejecutarla con interés y diligencia”. No es una definición muy
atractiva pero nos presenta la motivación como una
predisposición activa y positiva hacia una acción concreta (por
ejemplo participar en la clase).
- “Es un estado interno que activa, dirige y mantiene el
comportamiento”. En este concepto se resalta la continuidad, el
mantenimiento del comportamiento que aparece resultado de la
motivación.
- “Hace referencia a los factores que ocasionan, canalizan y
sustentan la conducta en un sentido particular y comprometido”.
En esta definición se resalta que la motivación es sobre algo
particular, en lo cual nos comprometemos.
Si analizamos las definiciones podemos sacar algunas ideas que nos
ayudan a comprender mejor qué es la motivación y cómo podemos
utilizarla en nuestro trabajo:
Es una situación mental y por tanto individual. Cada persona tiene
su propia concepción sobre qué les motiva. La motivación no es algo
que podamos crear como formadores, es una situación individual a
la cual podemos contribuir y reforzar.

Resultado, la continuidad del comportamiento. El resultado que


buscamos como formadores es que los alumnos reaccionen de
determinada forma ante un estímulo que le ofrecemos y que
mantengan ese comportamiento de forma permanente. Con lo cual
nuestro esfuerzo y el estímulo deben ser constantes o superiores en
un inicio.

La motivación se centra en algo puntual y concreto. La motivación


no es siempre igual en todos los escenarios y en todos los
momentos. Debemos procurar estar pendientes de los cambios que
van sufriendo las personas con las que trabajamos.
Aplicación de estrategias para motivar al alumnado

El procedimiento a utilizar en el aula es básicamente el mismo que


fuera de ella.

Primero tratar de entender a los alumnos con los que trabajamos y


detectar las actitudes que están actuando para potenciar o impedir el
aprendizaje, y analizar qué actuaciones podemos planificar en
nuestro día a día.

Cuando corregimos un error en un ejercicio de nuestros alumnos no


nos limitamos a indicar dónde está la equivocación, sino que también
le indicamos la manera de hacerlo bien. En el caso de las actitudes es
más importante todavía no limitarse a identificar la actitud que
entorpece el aprendizaje y ofrecer siempre una actitud alternativa y
reforzarla en nuestras sesiones formativas.

Con frecuencia sabemos identificar con precisión lo que no queremos


(la actitud a cambiar) pero no reflexionamos sobre lo que nos
gustaría tener en su lugar y cómo podemos llegar a conseguirlo.
Veamos un ejemplo:

Situación: Miriam es alumna de un curso


de formación continua sobre carpintería. A
través de una dinámica inicial he
comprobado que prefiere aprender
trabajando en grupo, así puede compartir
su experiencia y recoger la de los demás.

Estrategia: organizar las sesiones


formativas de tal forma que se refuerce su
motivación potenciando el trabajo en
grupo, debates, realizar pequeñas
dinámicas grupales de intercambios de
experiencias.
Como hemos visto a Miriam le motiva realizar
pequeñas actividades, ejercicios y trabajos en
grupo.

Uno de los principios que debe tener nuestra


programación será el de participación, que se
debe traducir en actuaciones concretas que
refuercen la motivación de Miriam, por
ejemplo; dinámicas grupales para el análisis,
crear grupos para que investiguen sobre un
tema concreto y lo expongan, realizar una de
la especialidad en grupo organizando
previamente la matriz de tareas de cada uno,
etc.

He realizado un análisis sobre qué motiva a


los alumnos, del resultado he decidido qué
estrategia seguiré para potenciar el trabajo en
grupo y lo he aplicado a mi programación
semanal y diaria del curso. Así controlo todos
los factores.
Por ejemplo; he detectado que Miriam participa mucho en las clases
prácticas, cuando estamos en el taller. Aquí prefiere trabajar en
grupo, sin embargo, cuando estamos dando clases teóricas prefiere
hacer trabajos de forma individual. No puedo aplicar la misma
estrategia en dos escenarios diferentes, puedo provocar el efecto
contrario.
Algunos principios que
podemos tener en cuenta a
la hora de plantear
estrategias para incidir en la
motivación del alumno son:
Estrategias metodológicas que podemos seguir:

1. Relacionarse con los alumnos en el tiempo libre de manera


informal, en las horas de patio, fuera del centro, excursiones, etc.
para conocerles mejor.

2. Aprovechar el conocimiento personal de los alumnos para


referirse a ellos en los ejemplos y aplicaciones de la materia del
curso en el aula.

3. Aprenderse de memoria los nombres de los alumnos.

4. Conocer el nivel de conocimiento de los alumnos y sus


experiencias relacionadas con la materia del curso, de la cual es
profesor.

5. Adaptar los ejemplos y explicaciones de la materia a su nivel y


tipo de experiencias anteriores.
6. Presentar un esquema de lo que se va a tratar en la clase.

7. Intentar explicar siempre que se pueda la utilidad de la materia


que se va a estudiar, tanto para su futuro profesional como para
fundamentar conocimientos y aplicaciones posteriores.

8. Comentar algunas veces, y en especial cuando se detecta que se


aburren, si el ritmo de las explicaciones y la forma son
adecuados. La explicación lenta y reiterativa fomenta el
aburrimiento y la rápida genera cansancio, abandono y
distracción.

9. Si se va a comentar un tema novedoso del cual el alumnado no


tiene experiencia, convendría organizar una práctica, siempre que
esto sea posible, para referirse a ella en la exposición teórica del
tema.
10. Procurar cambiar de formas externas en la exposición de los
temas. Con el tiempo el profesor suele recurrir a comportamientos
rutinarios en la forma de enseñar que revierte en hábitos de
docencia con poca variedad. Las clases magistrales, las sesiones de
grupo, la utilización de medios audiovisuales, las sesiones de
discusión, etc. son un medio importante para mantener la atención.

11. Analizar los contenidos del programa y procurar introducir en la


programación diferentes formas de enseñanza. Al cabo de un
tiempo conviene modificar el orden y, a ser posible las actividades.

12. Cuidar el tono, la intensidad y la modulación son formas de


mantenimiento de la atención. El profesor debería cuidar las clases
como si fuera una obra teatral.

13. Define metas concretas a realizar, es más fácil ver el logro y


reconocerlo.
https://www.youtube.com/watch?v=DG-YXYJPjoA
https://www.youtube.com/watch?v=rqtN4E2iGVQ
3. La comunicación y el proceso de aprendizaje:

El alumno, a su vez, a medida que va


recibiendo mensajes emite mensajes
(feedback).

Este intercambio nos facilita


información sobre el logro de los
objetivos, situación del alumno y sus
características.

Por tanto, la formación es algo más


que una simple emisión de
información por parte del formador,
es un proceso interactivo
(recíproco).
El profesor, como principal responsable de la consecución de los
objetivos perseguidos, tiene que considerar que, en general:

Lo que vale es lo que entiende el receptor – alumno. Por tanto,


cuando la mayoría de alumnos no entiende las explicaciones del
formador o no se consiguen los objetivos de formación es
posible que no toda la responsabilidad sea de los alumnos.

Al mismo tiempo, no hay que perder de vista que el alumno


también tiene una buena parte de responsabilidad. Aspectos
tales como la puntualidad, la atención en las clases, formulación
de preguntas, consultas al formador fuera de las horas lectivas,
o el esfuerzo dedicado a preparar temario, dependen de la
actitud de los alumnos.

Nuestro trabajo es buscar las condiciones adecuadas para lograr


que el proceso funcione y se produzca el cambio deseado.
Concepto de comunicación

Para todo el mundo, la comunicación


es el proceso mediante el cual se
establece contacto entre dos o más
personas, en el que se produce un
intercambio de información,
opiniones, experiencias, sentimientos,
etc., usando para ello un medio
(teléfono, la voz, ...).
El proceso de comunicación didáctica: elementos

Si lo aplicamos al mundo de la formación podemos decir que:

- La comunicación pedagógica es un proceso por el cual una


persona, el Formador, se esfuerza por transmitir sus
conocimientos, sus aptitudes y sus experiencias a otras
personas, el alumno-a, en las mejores condiciones posibles.

- La comunicación, en la interacción entre los alumnos y los


formadores y el entorno. Si nos limitáramos a transferirles
datos lo que estaríamos haciendo es informarles.
- Las diferencias entre la comunicación y la información se basan
en los objetivos de cada uno:

 Con la comunicación buscamos: transmitir, buscar la


participación en los contenidos, intercambiar ideas, conocer si
la persona que recibe la información ha comprendido nuestro
mensaje (feedback),...
 Con la información buscamos: facilitar el acceso de
determinados datos que adquieren un significado sin
preocuparnos de si han sido “aprendidos” o no lo han sido.

Como formadores-as debemos buscar constantemente


potenciar el proceso de comunicación, lo que nos lleva a una
permanente revisión del cumplimiento de sus objetivos:
transmisión, comprensión del contenido, feedback, etc.
A continuación mostramos esquema simplificado del proceso de
comunicación en la formación:

En la comunicación intervienen esencialmente una serie de


elementos:

- Emisor: Es la persona o grupo de personas que producen un


mensaje.

- Receptor: Es la persona o grupo que recibe ese mensaje.


Es importante destacar el hecho de que emisor y receptor
intercambian continuamente sus papeles, convirtiéndose el emisor
en receptor y viceversa.

‒ Mensaje: La información que se transmite. Es la idea, concepto o


sentimiento que el emisor envía al receptor

‒ Código: Es el sistema de signos que se combinan mediante reglas


conocidas por el emisor y el receptor.

‒ Canal: El medio por el cual se transmite el mensaje. Esa vía


puede ser visual, auditiva, olfativa, etc.

‒ Contexto: La situación concreta, las circunstancias, que sirve


para interpretar correctamente el mensaje.
Llevado a su mayor simplicidad diremos que el emisor intercambia
un mensaje con el receptor a través de un canal utilizando un código
común.

- Feed-back o retroalimentación: Es la respuesta de la persona


receptora al mensaje de la persona emisora o efecto de retorno. Es
la principal característica de la comunicación didáctica, ya que
posibilita el que, alternativamente, emisor y receptor cambien de
función con el fin de conseguir la eficacia de sus comunicaciones.
La comunicación está en la base de toda formación:

Comunicación directa y presencial con el alumnado que se


forma, comunicación a distancia, comunicación con el grupo a
través de medios técnicos, etc.

Todo acentúa la necesidad del formador de conocer y dominar


los distintos códigos o lenguajes, para que el contenido de la
formación y el proceso de enseñanza-aprendizaje sean más
eficaces.

Dado que, para el docente, la comunicación debe ser una


práctica cotidiana, gran parte de su trabajo se debe orientar a
propiciarla al máximo.
El acto formativo es un complejo proceso de intercambios entre el
docente y el alumnado. Sus componentes intervienen de la siguiente
forma:
Cuando interrelacionamos los procesos de
comunicación y enseñanza-aprendizaje, y
el docente o la docente se convierten en
emisores, hay que considerar varios
aspectos:

Objetivo que
persigue, mensaje
que elabora y
canal que utiliza.
Objetivos:

A través del proceso comunicativo, transmitimos contenidos que


nos llevan a la consecución de unos objetivos.

Así, nos interesa su estudio en la medida en que el tipo de


comunicación que establecemos determinará la eficacia del
proceso de enseñanza-aprendizaje.

Cuando el docente concibe una idea que quiere comunicar ya tiene


en su mente un objetivo: el comportamiento o actuación que
busca en el alumno o grupo.
Este objetivo general se concreta en otros tres:

- Objetivo inmediato: que el alumno reciba el mensaje nítido como


sale del docente. Busca, por tanto, la fidelidad en la transmisión.

- Objetivo intermedio: el docente pretende que la interpretación sea


correcta y acorde con las ideas del alumnado.

- Objetivo final: es el objetivo más importante; consiste en que el


comportamiento del alumno responda a lo que pretendía el docente
con su mensaje.

Estos objetivos serán conseguidos si realmente somos capaces de


llevar a cabo una comunicación efectiva en el aula
Mensaje:

En cuanto al mensaje, puede ser de variada índole, dependiendo de


los contenidos y aspectos socio-afectivos que integran el proceso de
enseñanza-aprendizaje.

En general, estos mensajes se pueden dividir en cuatro grandes


bloques o áreas de contenidos de comunicación didáctica:

- Mensajes informativos: Constituyen los conocimientos que deben


ser asimilados por el alumnado.

- Mensajes de organización metodológica: Son los mensajes


destinados a planificar, organizar y orientar metodológicamente el
proceso enseñanza-aprendizaje.
- Mensajes normativos: Abarcan todos los contenidos que se
orientan a encuadrar la conducta de los alumnos en un modelo
determinado, fijado previamente por el docente, con el fin de
alcanzar los objetivos.

- Mensajes de interacción socioafectiva: Son todos los


mensajes dirigidos al alumnado por el docente con la intención de
refuerzo, y que pueden ayudar al alumnado a alcanzar más
fácilmente los objetivos.

Debemos crear en el alumno una motivación para que reciba


adecuadamente el mensaje.

El contenido de nuestro mensaje, además, será más eficaz si está


adecuado a las experiencias previas de nuestros alumnos, y a su
actitud positiva (interés).

Por otro lado, también va a influir la conducta física y anímica de la


persona receptora.
Canal:

Respecto del canal o medio de transmisión del mensaje, cuanto


mayor sea el número de ellos utilizados, mayor seguridad se
tiene de que el mensaje llegue a su destino.

Debemos procurar que sea:

- El más adecuado para la persona o grupo, el contenido y el


objetivo.

- El de mayor impacto.

- El que mejor domine el docente.


Tipos: verbal, no verbal y escrita

Como hemos visto, la comunicación nos sirve para relacionarnos


con los demás expresando nuestras ideas, sentimientos, deseos,
sugerencias, etc., por tanto tenemos que poner un especial
cuidado (APROSE, 1999):

- Lo que decimos (comunicación verbal).

- Cómo lo decimos (comunicación no verbal: tono y volumen


de voz, entonación,...).

- Todo lo que hacemos cuando hablamos (comunicación no


verbal: distancia, mirada, postura,...)

De todos estos factores depende que nuestra comunicación sea


efectiva, es decir que podamos conseguir relacionarnos de forma
adecuada.
Comunicación Verbal

Es aquella en la que usamos la lengua escrita o hablada para comunicar


nuestras ideas, sentimientos, etc. Debemos desarrollar buenos hábitos
de comunicación que nos permitan:

• Iniciar y mantener conversaciones.


• Emplear normas de cortesía.
• Formular preguntas.
• Formular y responder a quejas.
• Expresar nuestros sentimientos, ideas y sugerencias.
• Responder a críticas.
• Presentarse.
• Presentar a otras personas.
• Participar en conversaciones.
• Dar y seguir instrucciones.
• Disculparse.
• Convencer a los demás.
• Enfrentarse con el enfado de los demás.
• Pedir permiso.
• Defender los propios derechos.
• Pedir y dar información.
Como formadores, por medio de
la comunicación verbal
transmitimos qué objetivos
pretendemos alcanzar en el
curso, qué esperamos de ellos,
cuál es la finalidad de las
actividades, etc.
Comunicación No Verbal

Es el conjunto de formas de comunicación que no utiliza la


palabra, es decir, son los gestos y señales que apoyan lo que
decimos con las palabras.

La comunicación no verbal es importante y aunque no lo


deseemos a través de ella expresamos emociones,
sensaciones, estados de ánimo, motivaciones e intereses.

La comunicación no verbal es más difícil de controlar que la


verbal.
Existen diferentes referentes para analizar la comunicación no
verbal. Veamos algunos de ellos:

Modos de comunicación no verbal:

- Expresión de la cara:
• Expresa nuestro estado de ánimo.
• Indica a nuestro interlocutor si lo estamos entendiendo.
• Muestra acuerdo o desacuerdo con lo que se dice.
• Indica el interés que se tiene en la conversación.
- Mirada:
• Expresa emociones.
• Indica a nuestro interlocutor que lo estamos escuchando.
• Expresa deseo de establecer relaciones.
• Ayuda a percibir las señales no verbales del interlocutor.
-Sonrisa:
• Expresa alegría o agrado.
• Expresa que estás de acuerdo con la persona que hablas.
- Movimientos de cabeza:
• Indican estado de ánimo.
• Refuerzan lo que se dice.
- Gestos con las manos:
• Enfatizan los mensajes verbales.
• Sustituyen a veces la palabra.
• Indica estados emocionales.
-Postura:
• Refleja nuestras actitudes y sentimientos.
-Proximidad entre receptor y emisor:
• Refleja el tipo de relación que existe entre los interlocutores.
-Presencia física:
• Influye en la imagen que damos a los demás.
-Contacto corporal:
• Expresa cordialidad, afecto y cercanía.
-La manera en que decimos las cosas (tono, volumen, velocidad al
hablar, pausas, entonación,...):
• Si empleamos un volumen adecuado estamos asegurando que el
mensaje sea escuchado.
• El tono de voz expresa tu estado de ánimo.
• Utilizar la velocidad adecuada cuando hablamos, facilita la
comprensión de nuestro mensaje.
Funciones de la comunicación no verbal:

• Enfatiza la comunicación verbal: nuestro comportamiento no


verbal repite lo que hemos dicho con palabras enfatizándolo.

• Regula la interacción entre emisor y receptor: a través de


gestos, miradas o movimientos de cabeza podemos indicar a
nuestro interlocutor nuestro deseo de hablar o de que comience
el otro.

• Sustituye a la palabra: hay situaciones en las que mediante un


gesto podemos expresar un mensaje.

• Expresa los sentimientos: tanto el emisor como el receptor


expresan sus sentimientos y estados de ánimos a través de la
comunicación no verbal.

• Condiciona el modo de interpretar lo que decimos: si recibimos


un regalo y decimos que es muy bonito pero no lo miramos,
nuestro interlocutor pensará probablemente que no nos ha
gustado.
Aunque hayamos diferenciado dos
tipos de comunicación (verbal y no
verbal), ambas se dan
conjuntamente.

Que nuestro mensaje sea o no creíble


depende de que se corresponda una
y otra.

Cuando no coincide el mensaje verbal


con el no verbal, siempre es este
último el que adquiere mayor
relevancia y tiene mayor influencia en
el alumno.
Interferencias y barreras en la comunicación. La
realimentación

Obstáculos en la comunicación (APROSE, 1999:34):

-Relacionados con el emisor:


No expresar claramente el mensaje.
Decir algo inadecuado o desagradable.
Cambiar el tema de conversación.
No centrarse en el tema de que se trata.
No mirar al receptor.
No estar pendiente de las señales que emite el receptor.
Decir algo que no se corresponde con los gestos que hace.
-Relacionados con el receptor:
•No comprender lo que dice el emisor.
•No pedir explicaciones al emisor.
•Interrumpir al emisor cuando está hablando.
•Hacer o pensar en algo diferente a lo que el emisor le cuenta.
•Entender algo distinto a lo que el emisor le quiere transmitir.
•La fatiga.
•Problemas físicos.
-Relacionados con el mensaje:
•Mensaje ambiguo, poco claro.
•Mensaje demasiado breve.
•Mensaje demasiado amplio.
•Uso de muletillas.
•Frases sin terminar.
•No expresar la idea principal dando muchos rodeos.
-Relacionados con el contexto:
•No buscar el momento oportuno.
•No elegir el lugar adecuado.
•Las interferencias. Ruidos.
•No tener en cuenta las personas que están alrededor.
-Relacionados con el código:
•No usar el mismo código que la persona con la que hablamos
o escuchamos.
•No adaptar el vocabulario a la situación o a la persona con la
que hablamos.
•Utilizar expresiones propias de jergas.
•Hablar con doble sentido.
Sugerencias para el mejor funcionamiento de la comunicación:

 Emisor:

-Dar por supuesto que el mensaje será distorsionado.


-Habituarse a planificar la comunicación.
-Definir claramente los objetivos.
-Buscar el feed-back del desarrollo de la comunicación.
-Que no trate de impresionar.

 Mensaje:

-Que sea inteligible al receptor.


-Terminología de referencia común.
-Que reclame la atención y el interés.
-Que sea fácil de interpretar.
-Que su contenido sea pertinente y convincente.
-Que produzca el máximo efecto posible.
Canal:

-Que sea el más adecuado


(grupo/contenido/objetivo).
-El más rentable.
-El de mayor impacto.
-El que mejor domine el emisor.
La escucha activa

La escucha activa forma parte de las conocidas como habilidades


comunicativas y es uno de los principios más importantes y difíciles
de todo el proceso comunicativo.

Escuchar requiere un esfuerzo superior al que se hace al hablar y


también del que se ejerce al escuchar sin interpretar lo que se oye,
escuchar de manera activa requiere un esfuerzo consciente.

La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación


desde el punto de vista del que habla y es que existen grandes
diferencias entre oír y escuchar.

El oír es simplemente percibir vibraciones de sonido.

Mientras que escuchar es entender, comprender o dar sentido a lo


que se oye. La escucha efectiva tiene que ser necesariamente
activa por encima de lo pasivo.
La escucha activa se refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo
que la persona está expresando directamente, sino también los
sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está
diciendo. Para llegar a entender a alguien se precisa asimismo
cierta empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de la otra
persona.

Existen una serie de elementos que facilitan la escucha activa, y


son:

Disposición psicológica: prepararse interiormente para escuchar.


Observar al otro: identificar el contenido de lo que dice, los
objetivos y los sentimientos.

Expresar al otro que le escuchas con comunicación verbal (ya


veo, um, uh, etc.) y no verbal (contacto visual, gestos, inclinación
del cuerpo, etc.).
Igualmente existen una serie de elementos que conviene
evitar para conseguir una escucha activa:

• Evitar las distracciones. La curva de la atención se inicia en un


punto muy alto, disminuye a medida que el mensaje continua y
vuelve a ascender hacia el final del mensaje, hay que tratar de
combatir esta tendencia haciendo un esfuerzo especial hacia la mitad
del mensaje con objeto de que nuestra atención no decaiga.

• No interrumpir al que habla.

• No juzgar.

• No ofrecer ayuda o soluciones prematuras.

• No rechazar lo que el otro esté sintiendo, por ejemplo: "no te


preocupes, eso no es nada".

• No contar "tu historia" cuando el otro necesita hablarte.

• No contra-argumentar. Por ejemplo: el otro dice "me siento mal" y


tú respondes "y yo también".
• Evitar el "síndrome del experto": ya tienes las respuestas al
problema de la otra persona, antes incluso de que te haya contado
la mitad.

• Para terminar este apartado estudiaremos una serie de


habilidades que nos ayudarán a desarrollar la escucha activa:

• Mostrar empatía: Escuchar activamente las emociones de los


demás es tratar de ponernos en su lugar y entender sus motivos.

Es escuchar sus sentimientos y hacerle saber que "nos hacemos


cargo", intentar entender lo que siente esa persona.

No se trata de mostrar alegría, ni siquiera de ser simpáticos.


Simplemente, que somos capaces de ponernos en su lugar.

Sin embargo, no significa aceptar ni estar de acuerdo con la


posición del otro. Para demostrar esa actitud, usaremos frases
como: “entiendo lo que sientes”, “noto que...”.
• Parafrasear. Este concepto significa verificar o decir con las
propias palabras lo que parece que el emisor acaba de decir.

Es muy importante en el proceso de escucha ya que ayuda a


comprender lo que el otro está diciendo y permite verificar si
realmente se está entendiendo y no malinterpretando lo que se
dice.

Un ejemplo de parafrasear puede ser: “Entonces, según veo, lo


que pasaba era que...”, “¿Quieres decir que te sentiste...?”.

• Emitir palabras de refuerzo o cumplidos. Pueden definirse como


verbalizaciones que suponen un halago para la otra persona o
refuerzan su discurso al transmitir que uno aprueba, está de
acuerdo o comprende lo que se acaba de decir.

Algunos ejemplos serían: "Esto es muy divertido"; "Me encanta


hablar contigo" o "Debes ser muy bueno jugando al tenis". Otro
tipo de frases menos directas sirven también para transmitir el
interés por la conversación: "Bien" o "¡Estupendo!".
• Resumir: Mediante esta habilidad
informamos a la otra persona de
nuestro grado de comprensión o de
la necesidad de mayor aclaración.
Factores determinantes de la efectividad de la comunicación en
el proceso de enseñanza-aprendizaje

Para que un mensaje sea eficaz debe responder a unos requisitos


fundamentales:

• Claridad: Los mensajes deben ser claros, comprensibles e


inequívocos.

• Precisión: La información transmitida tiene que ser completa y


precisa, de forma que no cree en los receptores desconfianza y
sospecha.

• Objetividad y veracidad: La información debe ser verdadera,


auténtica, imparcial y esencialmente objetiva.

• Oportuno: El mensaje ha de emitirse en el momento en que es útil y


necesario, y no antes ni después. Por ejemplo: no podemos hablar de
dinámicas de grupo sin introducir antes el concepto de grupo, si lo
hiciera sería poco oportuno.

• Interesante: El mensaje ha de crear en el receptor una reacción


positiva y eso sólo es posible si es interesante.
La comunicación a través de las
tecnologías de la información:

La revolución Tecnológica ha hecho


que la comunicación deba evolucionar
y se complemente con los nuevos Sincrónica
procesos educacionales. y
Asincrónica
Es por eso que, la nueva comunicación
virtual (aparente) se concibe de dos
maneras:
Comunicación Asincrónica

La comunicación asincrónica es aquella comunicación que se


establece entre dos o más personas de manera diferida en el
tiempo, es decir, cuando no existe coincidencia temporal.

Un ejemplo antiquísimo de comunicación asincrónica es la carta


de papel; actualmente es un tipo de la comunicación
desarrollada mediante ordenadores o computadores.

Ejemplos actuales de la comunicación asincrónica son el mail o


correo electrónico y foros.
Los elementos de la comunicación asincrónica son:

En la comunicación asincrónica observamos que algunos de elementos


típicos de la comunicación presentan unas características específicas y
diferenciales:

Emisor: El emisor envía la información sabiendo que no obtendrá una


respuesta inmediata.

Receptor: Este será consciente de la llegada del mensaje solo


cuando acceda al canal específico.

Canal: Es el medio físico acordado por ambas partes por el que se


transmite el mensaje, debe ser perdurable en el tiempo ya que el
mensaje se almacena allí durante un tiempo indefinido.

Código: No puede ser efímero y debe poder almacenarse en un


soporte físico.

Situación o contexto: La disponibilidad del emisor o receptor es


incierta y marca de forma importante el contexto de la comunicación.
Comunicación Sincrónica

La comunicación sincrónica es el
intercambio de información por
Internet en tiempo real.

Es un concepto que se enmarca dentro


de la comunicación mediada por
computadora (CMC), que es aquel tipo
de comunicación que se da entre
personas y que está mediatizada por
ordenadores.

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