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El trabajo físico

Entre las actividades llevadas a cabo desde la


ergonomía es importante estudiar las
características y el contenido del trabajo
(intensidad necesaria, tipo de esfuerzo, grupos
musculares implicados, posturas que deben
emplearse), condiciones ambientales (ruido,
calor, vibraciones), y también las características
individuales.

CARGA FÍSICA DE TRABAJO.

La carga física de trabajo es el conjunto de requerimientos físicos a los que se ve


sometida la persona a lo largo de la jornada laboral. Supone la realización de
esfuerzos. Todo trabajo físico requiere el consumo de energía tanto mayor sea el
esfuerzo solicitado. Al consumo de energía como consecuencia del trabajo se le
denomina metabolismo de trabajo. Respecto al consumo de energía admisible
para una actividad física profesional y repetida durante años el metabolismo de
trabajo debe ser de 2000-2500 Kcal./día. Si se supera ese valor el trabajo se
considera pesado. Se consideran dos tipos de esfuerzos musculares: Esfuerzo
muscular estático y esfuerzo muscular dinámico.

Trabajo intelectual

Trabajo intelectual es la actividad mental


que se materializa en el acto de pensar,es
decir, en la actividad y el esfuerzo para
encontrar la respuesta a una pregunta,
establecer una relación o hallar la forma de
conseguir un objetivo y que comporta
pensamiento crítico, razonamiento lógico,
resolución de problemas y toma de
decisiones.

El trabajo intelectual se lleva a cabo en base a las destrezas cognitivas y de


interacción propias de cada persona, a sus conocimientos generales y específicos,
y desde luego no es ajeno a sus valores. En este sentido, el trabajo intelectual de
cada persona depende de cuáles sean las actitudes subjetivas fundamentales que
guíen su comportamiento en ámbitos como iniciativa, curiosidad mental,
motivación, organización, perseverancia, autodisciplina, responsabilidad,
honestidad, solidaridad.
El desempleo en Guatemala

La tasa de desempleo en el país o


población desocupada —personas en edad
de trabajar que buscan ocupación— alcanzó
a 230.137, es decir, el 4.06% de la
Población Económicamente Activa (PEA),
según los datos de la Encuesta Nacional de
Empleo e Ingresos (Enei) 2011, que elaboró el Instituto Nacional de Estadística
(INE).

La cantidad significa un incremento de 27.261 personas más que no cuentan con


un empleo, en relación con la Enei del 2010.

En esa ocasión, el país registró 202.876 desempleados, equivalente al 3.52% de


la PEA.

Por grupo de población, el informe refleja que en el área metropolitana el


desempleo sumó a 39.907 personas, el resto urbano es de 44.216 y el rural
nacional es de 146.14.

Del total de desocupados, el 45.81% son hombres, y el 54.19%, mujeres.

La tasa de ocupación bajó ligeramente, igual que la tasa de subocupación, aunque


la desocupación se movió levemente en un sentido contrario” , según el informe.

Según la encuesta, la PEA —personas en edad de trabajar y disponibles— tuvo un


crecimiento modesto del 1%, al pasar de 5.769.262 personas, en el 2010, a
5.836.341, en el 2011, es decir, un crecimiento de 67.079 personas.

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