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CURSO BÁSICO SOBRE

TEORÍA GENERAL DEL DELITO


Módulo I TIPICIDAD – Comportamiento Humano
Prof. Dra. María del Carmen García Cantizano
Tipicidad

Antijuridicidad
Conductas penalmente
relevantes

Culpabilidad

DELITO
• Ya tenemos claros los tres elementos esenciales que definen el concepto de delito. Ahora, antes de
estudiar el primero de ellos, la tipicidad, definamos los requisitos de una conducta penalmente
relevante. Es por esta razón que a continuación nos vamos a centrar en el análisis de la conducta como
sustrato elemental para la existencia de un delito.
Caracterización del concepto “comportamiento humano”

• Para definir delito es necesario considerar el concepto de:


“comportamiento humano”.
• Si delito se identifica como toda acción u omisión típica,
antijurídica y culpable, entendemos que el primer elemento en la
Teoría General del Delito es el de acción.
• Acción en sentido amplio, abarcando tanto la acción en sentido
estricto como a la omisión.
• En primer lugar, acción es todo comportamiento humano, toda
conducta realizada por el hombre..
• Nuestros sistema jurídico queda alineado en el grupo de
“derecho Penal de Hecho” , versus lo que la doctrina
también reconoce como “derecho penal de autor”.
• Nuestro sistema jurídico penal tiene como punto de
partida el hecho o acto cometido por la persona y no la
cualidad personal del sujeto que actúa, sin perjuicio de
que ello sea analizado a nivel de culpabilidad.
• El comportamiento es un requisitos general exigido por
los tipos penales. La base que adopta nuestro Derecho
penal para definir qué es o no un delito, parte
precisamente de la previa existencia de un
comportamiento humano.
Concepto de
“acción penal”

¿Qué características ha de tener un


comportamiento para que pueda ser
relevante a los efectos penales?,
Revisemos las diferentes posiciones
que se han sostenido:
Teoría Causalista:
• Teoría causalista: Siglo XIX. Se construye en paralelo al nacimiento de las
corrientes positivistas. Esta corriente puede dividirse en dos etapas: una
primera donde se elabora un concepto causal – naturalista de acción; y otra
segunda, que coincide con un concepto neoclásico.
a) Concepto causal – naturalista: el principal artífice de esta tesis es Von Liszt. Acción
tendida como movimiento corporal causado por un impulso de la voluntad, movimiento
que, a la vez, es la causa de una modificación del mundo exterior. La voluntad es la causa
directa de la conducta externa que desarrolla el sujeto, con independencia del contenido
concreto de dicha voluntad y de si el sujeto realmente quería o no haber realizado tal
conducta.
• En otras palabras, no importa para definir la acción si el
movimiento corporal del sujeto está dirigido o no por su
voluntad hacia la obtención de algo. Por ejemplo, quien al
lanzar una piedra al aire, acaba golpeando a otra persona, es
decir, acaba con su movimiento corporal consistente en el
lanzamiento de la piedra, causando un concreto resultado
consistente en las lesiones que sufre la persona contra la que
impacta la piedra.
• Acción como objeto de valoración a nivel de tipicidad y
antijuridicidad. A nivel de culpabilidad se evalúa si la conducta
es dolosa o culposa.

CRÍTICA: Esta teoría tiene una solución insatisfactoria en los


casos de omisión, dado que aquí el dejar de hacer algo no es
propiamente causa de un resultado, en la medida en que no
hay ningún movimiento corporal.
• Concepto valorativo de acción: en este caso el concepto de acción se
fundamenta aún en ser causación, es decir, en que la conducta se
convierta en la causa de un resultado exterior imputable a la voluntad
del sujeto. Pero, a diferencia de la anterior concepción, lo que
importa es la intervención de la voluntad en el desarrollo de esa
conducta externa.
• Lo esencial en la acción no es que el autor quiera o no producir el
hecho típico, sino sólo que su voluntad esté o no dirigida a
producirlo. De ahí que se hable de acción como comportamiento o
conducta humana.
Teoría Finalista:

• Teoría finalista: Welzel fue quien estableció las bases de esta tesis
• Acción como concepto prejurídico que existe antes de la valoración
humana.
• La acción no es exclusivamente causalidad, sino también “fin”. Ahora
se diferencia la conducta humana de cualquier proceso causal
natural.
• Así, a diferencia de la Teoría Causalista, el dolo pasa a nivel de
tipicidad, mientras que la antijuridicidad antijuridicidad tiene por
objeto el desvalor de la acción típica.
• Teoría social de la acción: al igual que la Teoría Finalista, la finalidad es
el elemento clave que define el comportamiento humano.
• Se elabora un concepto social de acción, según el cual, acción es
comportamiento socialmente relevante, interpretándose por
comportamiento toda respuesta del hombre ante una determinada
situación por él reconocida, y ante la cual reacciona o no, según el
dictado de su libertad.
• En resumen, un comportamiento es socialmente relevante si atañe a
la relación del individuo con el mundo que le rodea y le afecta por sus
consecuencias.
• Otras posiciones: Junto a estas tres interpretaciones posibles también
tenemos:
• Se ha definido a la acción como “expresión de la personalidad”, es
decir, como conjunto de datos tanto fácticos como normativos que
son objeto de valoración en función del contexto de la realidad en el
que se desarrollan
• O acción como comportamiento del hombre, externo –en el sentido
de que goza de un significad social- y final.
Posición de docente

• En base a lo ya explicado, la teoría finalista es la que describe o define


con mayor exactitud y adecuación a la realidad el concepto de acción
que se emplea como base para la definición de delito.
• El causalismo tiene como principal defecto el desconocer que el
comportamiento humano no se caracteriza exclusivamente por ser
una mera causa de un acontecer exterior, sino que, cuando alguien
realiza una acción, por simple que esta sea, además de voluntaria, se
realiza de acuerdo a un fin.
Por otro lado…

• Teniendo en cuenta la función del


Derecho penal, sólo tiene sentido
prohibir a alguien aquellos
comportamientos del hombre que sean
externos y finales:
• Externos: por cuanto sólo es lícito
prohibir penalmente comportamientos
que se ponen de manifiesto al exterior,
no meramente mentales. Se castigan
conductas y no personalidades.
Fase Interna

Se desarrolla en el pensamiento del autor, donde este se propone o decide previamente la obtención
de un determinado fin. En esta fase, y en función del fin propuesto, el sujeto elegirá los medios
necesarios para su obtención así como las circunstancias que pueden concurrir en su ejecución

Fase Externa

Tiene lugar con la ejecución del fin propuesto mediante actos externos, adecuados al plan que el
sujeto ideó en la fase interna. Es en esta fase donde tiene lugar la valoración penal del hecho, dado
que el pensamiento no puede ser nunca objeto de desvaloración antijurídica. No obstante, hay que
tener presente que el objeto concreto de desvalor no es sólo o exclusivamente el fin propuesto por
el autor, sino también pueden serlo los medios elegidos para obtenerlo o las circunstancias que
vayan unidas necesariamente al mismo para su logro.
Finales: desde este punto de vista, el
comportamiento humano se caracteriza porque
siempre se dirige a la consecución de una meta
previamente elegida. El hecho de que todo acto
humano esté dirigido por la voluntad hacia una
concreta finalidad hace que lo importante sea si
el sujeto quería o no producir el hecho típico.

Solo una acción que reúna estas


características permite construir el concepto
de delito

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