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Taller de convivir para conocer

Oscar Rojas Díaz

Saida Leonor Laguado Jaimes

Grupo: D

Universidad de pamplona
Pamplona Norte de Santander
Construcción sujeto
29-07-2019
CONVIVIR PARA CONOCER

“La idea de convivir con las y los demás es un instrumento entre


varios para combatir los prejuicios que impiden la concertación. De
esta manera, parecería adecuado que la educación se diera a dos
niveles; en un primer nivel, en el descubrimiento gradual del otro; en
un segundo nivel, en la participación de trabajos en común, con un
método de solución de conflictos presentes. Descubrir al otro u otra
tiene una doble misión, una que es enseñar la diversidad de la
especie humana, la otra contribuir a una toma de conciencia de las
semejanzas y la interdependencia entre todos los seres humanos;
ello teniendo en cuenta que el descubrimiento del otro pasa
forzosamente por el descubrimiento de uno mismo o una misma”.
(Cabildo Verde 2008b)

Esto quiere decir que hay que aprender a vivir junto con los demás
en una cultura de paz, respetando los derechos de los demás y,
sobre todo, respetando todas las formas de vida sobre el planeta.
Para poder tener una convivencia pacífica, para interactuar y
conocer a los demás y para lograr trabajar por objetivos comunes,
es importante desarrollar una serie de valores y actitudes como los
que se señalan a continuación:
Desarrollo del autoconocimiento y la autoestima. Tarea que niños y
niñas deben emprender desde la primera infancia.
Desarrollar la empatía, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar
del otro. Aquí es importante que niños y niñas tengan la oportunidad
de iniciarse en la empatía, aunque esta no se adquiera en esta
etapa, pero sí se sientan las bases para su desarrollo.
Resolución de conflictos sin violencia. Los niños y las niñas se
ejercitan en la resolución de conflictos haciendo uso del diálogo y el
respeto al otro.
Cooperación. Aprenden a compartir y trabajar en equipo por un bien
común, disfrutando de las metas alcanzadas en grupo.
Tolerancia a las diferencias. Los niños y las niñas se pueden
reconocer como diferentes a nivel personal pero iguales en
derechos.
Aprender a convivir con el medio ambiente
Los niños y niñas deben aprender que cuidar el medio ambiente es
cuidar la vida humana. Es importante, pues, que aprendan que el
ser humano tiene la responsabilidad de utilizar los recursos con
sabiduría, de vivir, no de destruir.
Si destruimos el ambiente, estaremos perjudicándonos a nosotros
mismos y a los demás, incluso a las generaciones futuras. Cuidar el
mundo es cuidarnos. Los niños y niñas tienen que aprender que sus
acciones tienen repercusiones y que, en la medida en que
protejamos nuestro ambiente inmediato, podemos conservar
nuestro país y nuestro planeta y garantizar un legado de
supervivencia para las futuras generaciones.
La escuela es un lugar idóneo para que niños y niñas desarrollen su
conciencia sobre el medio ambiente. Tener conciencia ambiental
implica que los niños y las niñas conozcan el ambiente, lo cuiden, lo
protejan y conserven. Es importante recordar que para que ellos
puedan asimilar estos conceptos y desarrollar esa conciencia se
requiere que puedan vivirlos a través de experiencias significativas
y cotidianas.

APRENDER A SER

Este cuarto pilar de la educación nos dice que la educación debe


contribuir al desarrollo integral de cada persona. Cada uno es una
unidad, es decir, tiene un cuerpo, una mente, una sensibilidad, un
sentido estético, una responsabilidad individual y una espiritualidad.

La educación debe permitir que cada persona desarrolle y nutra un


pensamiento crítico, de juicio propio, desde el cual le sea posible
determinar por sí misma qué debe hacer en las diferentes
circunstancias de la vida. Es decir, se busca que la persona sea libre,
autónoma.

El aprender a ser permitirá que la persona desarrolle aspectos tales


como:

 Pensamiento crítico. Para llegar a él, el niño o la niña debe


ejercitarse desde la infancia y se debe brindar oportunidades
para que pueda ponerlo en práctica y elaborar juicios propios,
es decir, para que adquiera autonomía.
 Libertad de pensamiento, sentimiento y acción. Los niños y
las niñas deben aprender desde pequeños a asumir
responsabilidad sobre su ser. En la educación primaria es
fundamental darles la oportunidad de desarrollar libertad de
pensamiento, sentimiento y acción para que sean autónomos y
capaces de tomar decisiones y elaborar juicios. Para ello se
requiere que en el aula el maestro o la maestra les permita
expresar sus ideas, pensamientos y sentimientos, abriendo así
las puertas al diálogo y a que niños y niñas empiecen a
interrogarse sobre su mundo y piensen por sí mismos,
buscando un espíritu democrático de tolerancia y una actitud
de entendimiento y respeto a la diversidad con capacidad
crítica.
 Creatividad e innovación. Se debe garantizar a niños y niñas
un espacio en el cual se les permita explorar su capacidad
creadora e innovadora.

Búsqueda del bien común. Esto implica que niños y niñas se


respeten a sí mismos y respeten al otro y, también, que aprendan a
actuar con justicia, solidaridad y actitud de servicio.

Otro punto muy importante que toca Maturana es el lenguaje,


diciendo que éste es el instrumento con que nosotros los seres
humanos configuramos el mundo en la convivencia, mediante una
conversación se forma todo ello. Siendo el amor desde el punto de
la biología del conocimiento el espacio cotidiano en donde las
palabras como amar, querer y enamorarse tienen sentido, y cuando
se habla de amor es cuando se tiene una conducta en la que se
trata al otro como un legitimo otro en convivencia con nosotros,
ofertando al amor como aquello que funda lo social, aquí ya en la
conversación existe una diferencia, pues como conversas con otra
persona con la cual no sientes amor no es la misma conversa con
tu amor, aclarando que en este no debe existir la existencia, pues
esta niega la legitimidad del otro no permitiéndole una conducta
responsable al hacerse cargo de su querer las consecuencias de su
hacer.

Finalizando con unas palabras muy apremiantes, diciendo: “no me


gustan las situaciones de poder, porque el poder se constituye en la
obediencia y allí no entregamos colaboración sino subordinación, y
no entregamos respeto sino sometimiento”. Demostrando así que
este científico tiene pues una conducta y un pensamiento muy
digno.

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