Está en la página 1de 5

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SALTA

TRABAJO PRÁCTICO INDIVIDUAL

CÁTEDRA: DINÁMICA DE GRUPO

ALUMNO: JUAN IGNACIO ROSADO. DNI 41820088. COMISIÓN TARDE - OYENTE

FECHA DE PRESENTACIÓN: 19/09/2019


La fantasía de cada personaje, cómo opera en cada uno y lo que sucede con sus objetos

internos: respecto del film “notas de un escándalo”

Partiendo desde la concepción de que la fantasía es un guion imaginario donde se presenta

de manera deformada la realización de un deseo (Laplache y Pontalis, p.143), se puede elaborar una

descripción sobre lo observado en el film “Diario de un Escándalo”, sobre los tres personajes

protagonistas en cuestión, y así mismo, una elaboración sobre el objeto interno de cada personaje,

teniendo en cuenta las clases de Pichón Riviere, transcriptas por F. Taragano.

El primer personaje que se incluye en la descripción es Sheba, la maestra de arte. Este

personaje mantiene una relación de corte efebofílico con un alumno, mientras está casada con un

hombre mucho mayor que ella. Sin entrar más en lo fenomenológico, resulta posible aclarar que la

fantasía de Sheba sostiene el deseo de comerciar sexualmente con una persona vitalizante –como si

esa fuese la meta. Lo invoco de tal modo, ya que, si la fantasía opera desde un orden vergonzoso,

está manifiesta en el ocultismo de su relación efebofílica. Por otro lado, no se puede pensar su

fantasía por el lado de una fantasía diurna porque no se lo puede apreciar en el film (la narrativa

está del lado de Barbara) o porque no surge de tal modo, sino más bien, es de modalidad

inconsciente. Esto último puede verse cuando Sheba tiene que justificar su amorío frente a su

esposo y no reconoce la razón que motiva su conducta (desde lo manifiesto).

Respecto al objeto interno que elabora Sheba, podemos apreciar primeramente el objeto

representante de Barbara, donde se observa una vinculación depresiva, ya que está constantemente

teñida de culpa y expiación (Pichón Riviere, p.23). La idealización que surge, tiene relación con una

necesidad de acompañamiento, e idealiza a Barbara como una especie de amiga protectora o

aconsejadora infalible, a quién le debe dar cuentas de su conducta. Detrás de esta representación se

encuentra la fantasía que acabo de describir en el párrafo primero.


Incluso, por otro lado, el vínculo que tiene Sheba con su propio objeto interno implicó,

luego del escándalo, una negación de tal vínculo, que llevó a despersonalizarla. Esta inferencia se

sostiene a partir del hecho del maquillamiento –corporal- que se provoca en una de las últimas

escenas, donde se encuentra en la casa de Barbara, y pareciera que lograse una regresión a tiempos

pasados cuando era adolescente, a modo de no comprometerse más con el vínculo que le acomete

actualmente.

Ahora cabe inferir sobre el vínculo que se establece con el objeto interno que representa al

adolescente Steven, donde la idealización está -estructuralmente- preponderantemente situada por

encargo del ello, donde se inviste a tal objeto como meta sexual, y en relación con el superyó, el

objeto interno y su vinculación, le resulta a Sheba una carga culposa, y ambivalente.

La particularidad de Barbara, la maestra de 60 años aproximadamente, es que mantiene un

vínculo obsesivo con sus objetos internos, los cuales recaen (in)oportunamente es su juego de

control y ordenamiento. Además, es significativa la desconfianza vacilante y la vehemencia con la

que exige una amistad normatizada (reglada). Su fantasía se explicita en la narrativa, como una

fantasía diurna, donde expresa su control –cumplimiento de deseo- del modo deformado que

caracteriza al orden imaginario. Entonces, la fantasía de Barbara se posiciona por el lado del logro

de una relación perfecta, de control y de amistad pura, la cual se establece sobre una vinculación

que resalta el patrón patológico. Por lo tanto, el objeto internalizado que tiene de Sheba actúa como

un receptáculo de su poderío, así mismo, la narra como una persona sumisa, joven e ingenua. Ahora

bien, sucede que la internalización del objeto Sheba, se mantiene viva constantemente en la

simbolización que establece en su cuaderno de notas, y aquí se puede ver el carácter del sujeto y un

modo de relacionarse con el objeto interno.

Steven, el adolescente de 15 años, es el personaje que mantiene comercio sexual con la

maestra de arte Sheba. No es muy explícita su participación, y no podemos obtener información

fenomenológica suficiente para realizar inferencias sobre su fantasía y la internalización de objeto.


Pero, de todos modos, es posible facilitar una descripción. Si bien, los tipos de vinculación son

mixtos en todos los casos (Pichón Riviere, p.24), hablamos de un vínculo obsesivo con su objeto

interno, ya que demuestra el afán de control y posición, inclusive. Internaliza a Sheba como su

objeto de amor exogámico, búsqueda que se caracteriza por la etapa evolutiva que transcurre

actualmente Steven. Respecto a la fantasía que se encuentra detrás de esta representación, se puede

arriesgar con una afirmación: la fantasía de Steven es, en cuanto a la realización de su deseo de

modo distorsionado, poseer a la maestra Sheba como objeto de amor durante un tiempo

indeterminado, creyendo que es el amor que le corresponde, sin objetar mediante un principio de

realidad, sin tener en cuenta la biografía y la estructura familiar de Sheba, ni el desequilibrio de

madurez emocional que se presenta en ambos sujetos.


Referencias bibliográficas

Laplanche J. y Pontalis J-B. Diccionario de Psicoanálisis. Editorial Paidos. Barcelona. 1996

Pichón Riviere E. Teoría del Vínculo. Editorial Nueva Visión. 1985

También podría gustarte