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CARDIOPATÍA CONGENITA EN EL PERRO: ESTENOSIS AÓRTICA

Jonathan Balladares
Universidad Técnica De Ambato
Facultad De Ciencias Agropecuarias
Carrera De Medicina Veterinaria Y Zootecnia

INTRODUCCIÓN
Las cardiopatías congénitas se pueden definir como aquellas que se hacen presente en el
nacimiento y pudiendo ser de dos tipos: hereditarias las cuales pueden llegar a ser
transmisibles, y las adquiridas las cuales no son transmisibles. Por otra parte, una
cardiopatía puede ser hereditaria y no llegar a ser no congénita, esto quiere decir que solo
es potencialmente presentable durante el parto (nacimiento), y presentando sus
consecuencias en periodos tardíos. (Fernández del Palacio, M. J., et al. 1996).
Cabe destacar que, la mayor parte de los animales que padecen cardiopatías congénitas
tienen poca expectativa de vida, ya que nacen muertos, otros mueren a las pocas horas o
los que sobreviven a esto solo vivirán durante unas pocas semanas; esto nos hace notar
que las estadísticas que existen en la actualidad sobre la frecuencia de una u otra
cardiopatía son inexactas y muestran solo a aquellas que permiten vivir al animal un
tiempo razonable para que puedan ser diagnosticadas. (Fernández del Palacio, M. J., et
al. 1996).
La incidencia de malformaciones cardíacas y en sí de las cardiopatías congénitas en
caninos es del 0,68 % de la población que llega a consulta, y entre estos el defecto que
tiene el porcentajes más alto (84 %) corresponden al conducto arterioso persistente,
estenosis pulmonar y estenosis aórtica; y los demás defectos (persistencia del arco aórtico
derecho, comunicación interventricular, Tetralogía de Fallot, comunicación
interauricular, malformación de válvulas aurículoventriculares, etc.) representan índices
más bajos. (Fernández del Palacio, M. J., et al. 1996).
Etiología
Aunque no están claros los agentes etiológicos, los animales de razas puras están más
predispuestos al padecimiento de los defectos cardíacos congénitos en relación a los
cruces, lo que constituye un argumento a favor de las taras genéticamente transmisibles.
La estenosis aórtica presenta predisposición racial con transmisión poligénica en perros
Newfoudland y Boxer, si bien se encuentran afectados también otros perros de razas
grandes como Pastor alemán, Golden Retriever, etc. (García, Y. 2018).
Características anatómicas
Las obstrucciones del tracto de salida del ventrículo izquierdo pueden situarse a tres
niveles en relación a la válvula aórtica:
 Supravalvular: es raro en la especie canina.
 Valvular: Esta constituye una pequeña porción de los casos de obstrucciones del tracto
de salida del ventrículo izquierdo. Se encuentra freuentemente en Bull Terriers y las
características principales de este fenómeno son hojas engrosadas y anillo
hipoplásico. También en muchos casos se puede visualizar una fusión de las cúspides
o la presencia de aorta bicúspide (poco frecuente en perros, con mayor presencia en
humanos). Este fenómeno causara estenosis e insuficiencia y está directamente
relaconado con malformaciones coronarias.
 Subvalvular: Tiene el porcentaje más alto de incidencia en perros e incluye niveles
variables en la aparición de un anillo fibroso o fibromuscular, a una distancia variable
por debajo de las sigmoides aórticas. Este fenómeno está relacionada con la edad del
animar, ya que puede aparecer durante el nacimiento o ir evolucionando
progresivamente mientras avanza el periodo post natal, siendo este periodo entre las
primeras 3 a 8 semanas de vida. (Fernández, J., Talavera, J. 2010).
Para establecer el nivel de severidad de la estenosis subaórtica se plantea dividirla de 1 a
3 según su grado de severidad.
 Grado 1: Se presenta con diminutos nódulos de color blanco transparente los cuales
se encuentran en la superficie endocárdica del ventrículo, por debajo de la válvula
aórtica.
 Grado 2: Se presenta en forma de una banda delgada y blanquecina de tejido fibroso
el cual se dirige por el tracto de salida del ventrículo izquierdo desde la hoja anterior
de la válvula mitral hasta la cúspide coronaria izquierda de la válvula aórtica.
 Grado 3: Es la presentación más severa y se caracteriza por la presencia de una banda
o anillo fibroso o fibromuscular elevado del endocardio 1 ó 2 mm y que rodea todo el
tracto de salida del ventrículo izquierdo, creando una especie de túnel. La superficie
ventricular de las sigmoides aórticas aparece, generalmente, engrosada y en algunos
casos también la hoja anterior de la válvula mitral. La composición histológica del
anillo consiste en fibras reticulares, mucopolisacáridos y fibras elásticas. En ciertos
casos muy severos los autores han encontrado haces de colágeno e incluso cartílago.
Aunque la estenosis subaórtica se presenta, generalmente, como defecto aislado,
puede coexistir con otras anomalías congénitas, tales como la displasia mitral,
estenosis pulmonar, defectos del septo ventricular y conducto arterioso persistente.
(Fernández, J., Talavera, J. 2010).
Fisiopatología
La obstrucción crónica del tracto de salida del ventrículo izquierdo genera una sobrecarga
crónica de presión y estrés parietal, a la que el ventrículo responde con una hipertrofia
concéntrica (reducción de las dimensiones de la cavidad del ventrículo izquierdo con
engrosamiento del septo interventricular y la pared libre) con el fin de intentar mantener
la función ventricular y asegurar el gasto cardiaco. Las arterias y arteriolas coronarias
sufren un estrechamiento de su luz debido a proliferación del tejido muscular liso de la
íntima y /o hipertrofia de la media e incluso incremento del tejido conectivo de la
adventicia. El incremento de la masa muscular por encima de la densidad capilar junto
con la disminución del flujo sanguíneo coronario predisponen al miocardio a fenómenos
de isquemia miocárdica seguida de fibrosis y calcificación miocárdica, las cuales puede
resultar en arritmias ventriculares. (Fernández, J., Talavera, J. 2010).
Signos
Los signos principales de estenosis aórtica en perros son: intolerancia al ejercicio,
síncopes y muerte súbita. Sin embargo, con frecuencia el paciente está asintomático y el
soplo se detecta en un examen clínico de rutina. Es de fundamental importancia auscultar
con frecuencia a los cachorros y animales jóvenes de las razas predispuestas, ya que el
soplo puede aumentar en intensidad a medida que el animal crece. (Ledesma, W. 2017).
Se debe a que la hipertrofia es concéntrica y el engrosamiento septal puede agravar el
grado de obstrucción subvalvular. El soplo que se produce es sistólico, con punto de
máxima intensidad en el foco aórtico (4º espacio intercostal izquierdo), con propagación
cráneo-dorsal; se ausculta en la entrada del tórax, por transmisión a las arterias carótidas,
o sobre la columna vertebral. El pulso arterial puede ser de amplitud disminuida.
(Ledesma, W. 2017).
Diagnóstico
Examen físico: los perros con una estenosis importante del tracto de salida ventricular
presentan pulso arterial débil, tiempo de llenado capilar aumentado (>2 sg), fuerte choque
de punta izquierdo y frémito precordial (indicativo de un soplo de intensidad V-VI/VI);
en la obstrucción dinámica pueden palparse pulsos variables y también cuando trastornos
del ritmo. Si la estenosis es leve estos parámetros son normales. La auscultación cardiaca
pone de manifiesto un soplo sistólico de eyección con punto de máxima intensidad sobre
la base cardiaca izquierda, con irradiación hacia la base cardiaca derecha y, por el cuello,
ventralmente, hacia las carótidas. La intensidad y la duración del soplo están,
generalmente, en relación con la severidad de la obstrucción. El soplo diastólico de
insuficiencia aórtica es, sin embargo, difícil de detectar. (Domenech, O. 2006).
Electrocardiografía: en la mayor parte de los perros con estenosis aórtica, el
electrocardiograma (ECG) es normal. Pueden observarse en casos severos o cuando
coexiste con insuficiencia mitral ondas R altas en D II (> 3.0 mV), eje normal en el plano
frontal, QRS prolongados y depresión del segmento ST relacionado con isquemia
miocárdica. Además, el ECG puede resultar útil para identificar y tipificar los trastornos
del ritmo (complejos ventriculares prematuros, taquicardia ventricular, fibrilación atrial).
Ecocardiografía: es la técnica no invasiva más sensible y específica para diagnosticar y
cuantificar la severidad y complicaciones de la obstrucciones del tracto de salida del
ventrículo izquierdo. (Domenech, O. 2006).
Radiología torácica: las radiografías torácicas pueden ser normales o mostrar signos de
aumento de la silueta del ventrículo izquierdo y arco aórtico. En perros Boxer las
radiografías torácicas suelen ser normales, incluso en casos severos. Si existe
regurgitación mitral puede aparecer dilatación del atrio izquierdo y signos de edema
pulmonar (en casos severos). (Domenech, O. 2006).
Tratamiento
Los perros con estenosis leves pueden vivir normalmente sin terapia específica para la
ESA. Deberían excluirse de la reproducción y recibir terapia antibacteriana profiláctica
cuando exista un riesgo potencial de exposición hematógena (limpieza dental u otros
procedimientos invasivos). (Domenech, O. 2006).
En perros con ESA severa el tratamiento ideal consistiría en la eliminación permanente
de la obstrucción mediante resección de la misma; sin embargo requiere un equipamiento
muy específico (bypass cardiopulmonar) por lo que solo se realiza en centros muy
especializados. Se ha demostrado que la dilatación con balón puede reducir el gradiente
de presión a través de la obstrucción hasta un 50%, aunque poco tiempo después este
efecto desaparece; se considera debido a que se trata más de una distensión del anillo que
de una ruptura ya que el tejido fibroso e incluso cartílago presente en las formas severas
dificulta un resultado satisfactorio del procedimiento. (Domenech, O. 2006).
El tratamiento médico para los perros con gradientes elevados e historia de síncopes está
basado en la restricción del ejercicio y el uso de B-bloqueantes (en ausencia de fallo
cardiaco congestivo) ya que disminuyen la demanda miocárdica de oxígeno, aumentan la
perfusión coronaria y reducen los efectos proarritmogénicos de las catecolaminas. El más
utilizado es el atenolol, comenzando con una dosis de 0.2 mg/kg, una o dos veces al día.
(Domenech, O. 2006).
Discusión
Varios estudios han puesto de manifiesto que las cardiopatías congénitas son,
predominantemente pero no exclusivamente, afecciones de animales jóvenes debido,
fundamentalmente, a la naturaleza del defecto de que se trate y a la gravedad del mismo.
Es por ello que, para su diagnóstico, la primera cuestión a plantearse ante un perro que se
presenta en la consulta y al que se le ausculta un soplo sería si se trata de cardiopatía
congénita o adquirida. Cuando se trata de animales de corta edad es fácil resolver el
problema ya que las cardiopatías adquiridas en los primeros meses de vida son raras,
tratándose generalmente de endomiocarditis por parvovirus contraídos en el útero o
inmediatamente después del parto; sin embargo, cuando se trata de animales adultos, la
anamnesis al propietario o encargado del animal sobre los antecedentes del perro (o
camada) es uno de los aspectos fundamentales para orientar las pruebas diagnósticas.
(Fernández del Palacio, M. J., et al. 1996).
Conclusión
Todos los autores coinciden en señalar que el defecto que predomina en el perro es el de
tipo subvalvular, de ahí que en muchas publicaciones se hable de estenosis subaórtica.
Por otra parte, aunque puede estar presente en el momento del nacimiento, los estudios
de necropsia sugieren que este defecto evoluciona durante las primeras 4-8 semanas de
vida, lo que implica que la no detección de un soplo en cachorros de razas predispuestas
en estas fases no descarte la existencia potencial del defecto. Así mismo, dependiendo de
la gravedad del defecto, se ha clasificado en grados del 1 al 3, según se trate de pequeños
nódulos en la superficie endocárdica del tabique ventricular por debajo de las sigmoides
aórticas, una banda estrecha que se extiende parcialmente cerca de la cámara de salida
del ventrículo izquierdo o bien la forma más grave, que se trata de una banda fibrosa que
se extiende por todo el tracto de salida del ventrículo izquierdo, por debajo de la válvula
aórtíca.
Bbliografia
 García, Y. (2018). Estenosis Aortica.
https://instituciones.sld.cu/espcardiovc/estenosis-aortica/
 Fernández del Palacio, M. J., Bayón, A., Bernal, L. J., Montes, A., & Cerón, J. (1996).
Cardiopatías congénitas en el perro: conducto arterioso persistente, estenosis
pulmonar y estenosis aórtica. Clínica veterinaria de pequeños animales, 16(1), 0007-
19.
 Fernández, J., Talavera, J. (2010). ESTENOSIS AÓRTICA CONGÉNITA EN EL
PERRO. Hospital Clínico Veterinario, Departamento de Medicina y Cirugía Animal.
 Ledesma, W. (2017). Estenosis subaórtica en un canino de raza pequeña: reporte en
un Jack Russell.
 Domenech, O. (2006). DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO DE LA ESTENOSIS
AORTICA. Clinica veterinaria gran sasso. The North American Veterinary
Conference. Orlando, Florida

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