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1.

Párrafo de introducción: contar que vamos a hacer en este texto y como lo presentamos
2. El análisis eterno de avelina con el análisis participativo de ochoa y morroy (etnográfico y
participativo) ( la concepción que tiene cada uno sobre el performance)
3. Los criterios en los que se debe evaluar y abordar el performance (los criterios y
posibilidades de la evaluación) lo que cada un propone de lo que es el deber ser.
4. Lo que nosotros como artistas podemos rescatar o podemos considerar de cada uno de los
tres actores

Titulo

Este texto tiene como finalidad realizar una relatoría de la lectura realizada a los siguientes textos:
contra el performance, escrito por crítica de arte mexicana Avelina lesper y en donde manifiesta su
desacuerdo con el arte de accion; El gesto real vs la teatralización en la performance, de la artista
colombiana Úrsula Ochoa donde, en pocas palabras, expone la necesidad de encontrar el gesto
verdadero dentro del performance y sobre la mala leche escrito por Carlos Monroy donde, en
respuesta a un texto de Úrsula Ochoa, abarca en un glosario de preguntas, las problemáticas mas
relevantes del performance. la concepción que tiene cada uno de los escritores aquí mencionados
y lo que cada uno de ellos argumenta delo que debe, y lo que no, tener un performance, son los
temas por los cuales de desarrollar esta relatoría.

Los tres autores tienen una posición muy particular frente al tema del performance y cada uno lo
hace desde su experiencia derivada de los campos de la crítica artística o del arte mismo. Al leer el
ensayo escrito por Avelina Lessper se puede divisar claramente la postura radical que tiene ella al
momento de hablar sobre el performance; lo tilda de un arte carente de argumento y
autocomplaciente, un arte poco riguroso, falso y repetitivo donde no hay criterios ni fundamentos
sólidos para seleccionarlo y cualificarlo. Estas acciones están anunciando la muerte del
performance, según lo expresan sus palabras, “porque esto no es arte, y así como está ahora el
performance en general, tampoco es arte” (lesper 2013). Al leerla y teniendo en cuenta su desarrollo
en el campo de las artes como critica mas no como artista, uno puede inferir que su relación con el
arte es desde una mirada etnográfica “externa y distante”, desde el punto de vista del espectador,
ergo, su discurso se cimienta teniendo en cuenta solo la cara superficial de la obra. Por otra parte,
Úrsula Ochoa, artista colombiana del performance y critica del mismo, se refiere al performance
hace desde una mirada interna; mas vivencial, pues ella conoce, vive y comprende el medio en el
que se desarrolla. Al leer su texto se puede comprender que, si bien, ella también hace una crítica
al performance, lo cual ya lo hemos dicho, considera un campo más amplio de análisis al considerar
la historia, el contexto y sobre todo el objetivo del arte del performance. Monroy en su texto, el cual
es escrito como respuesta a un texto de Úrsula Ochoa, adentra mucho más en lo que a la crítica al
performance concierne y hace referencia a lo simple y tomado a ligera que ha llegado ser la crítica
al performance.

Dicho lo anterior, se puede afirmar que la relación que tiene cada uno de los proponentes con el
performance crea un pensamiento diferente sobre éste. Los tres parten de un mismo tema y hablan
situados en diferentes puntos de la experiencia performatica; pero, hay algo en lo que sí coinciden
los tres y es en que todos crean, a su manera, una categorización del performance y dentro de ella
afirman que es, y que no, lo que debería tener un buen performance. Avelina en su texto, crea una
lista donde categoriza al performance en acciones falsas, según ella, por ser carentes de argumento.
Luego las compara con la vida y afirma que la vida siempre nos mostrara una realidad más cruda y
por lo tanto el performance no ofrece ni aporta novedades a lo que nos muestra la realidad. Úrsula
Ochoa expone, respondiendo al texto de avelina lesper, cuales, según la historia y el contexto en el
que se desarrolló el performance, han sido las fallas en las que ha caído el arte de acción. Esto lo
hace hablando y centrándose fundamentalmente en la importancia del gesto real y no la
teatralización vana dentro del performance. “Sobre la mala leche” es un texto que recoge las
problemáticas del performance y las plasma en una serie de preguntas que responden y critican, de
cierto modo, un texto de la artista Úrsula Ochoa llamado “la incesante repetición del gesto” y que
cabe aclarar que para poder abarcarlo, Monroy, realiza dos textos y uno de ellos es al cual nos
referimos en esta relatoría. Carlos Monroy se desplaza en el performance teniendo en cuenta el fin,
el medio, el inicio del performance y es por eso que el plantea en primera instancia esta lista de
preguntas.

Ya para concluir, es necesario hacer un recorrido de todo lo positivo que se puede extraer de todos
estos textos y ponerlo sobre la mesa. Entonces, podemos decir que el arte accion es un arte que
debe ser antes que nada un arte con argumentos, riguroso y real. Este “real” refiere a acciones
reales con un sentido, es decir, con una intención. También podemos decir que el performance debe
ser evaluado teniendo en cuanto todos los aspectos que lo componen y no solamente el resultado
final o la superficialidad de la acción. Esto abre el panorama y no despoja al performance de su
necesidad de ser arte y de expresar lo que desee.

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