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Las neuronas motoras o motoneuronas son las células nerviosas que conducen

los impulsos nerviosos hacia el exterior del sistema nervioso central. Su función
principal es controlar los órganos efectores, principalmente los músculos
esqueléticos y la musculatura lisa de glándulas y órganos.

Son eferentes, es decir que transmiten mensajes a otras células nerviosas (las
neuronas aferentes son las que reciben información).


Estas neuronas están ubicadas en el cerebro, principalmente en el área 4
de Brodmann, y en la médula espinal.

El cerebro es el órgano que mueve los músculos. Esta afirmación puede parecer
muy simple, pero, en realidad, el movimiento (o la conducta) es un producto
del sistema nervioso. Para emitir los movimientos correctos, el cerebro debe
saber qué está ocurriendo en el entorno.

De esta forma, el organismo posee células especializadas para detectar los


acontecimientos ambientales. Nuestros cerebros son flexibles y se adaptan para
que podamos reaccionar de manera distinta según las circunstancias y lo
experimentado en el pasado.

Estas capacidades son posibles a través de los miles de millones de células que
están en nuestro sistema nervioso. Una de estas células son las neuronas
sensoriales que captan información del entorno. Mientras que las neuronas
motoras son las que controlan la contracción de los músculos o la secreción de
las glándulas, como respuesta a ciertos estímulos.

Las neuronas motoras se diferencian de las neuronas sensoriales en que éstas


últimas son aferentes, es decir, que transmiten la información desde los órganos
sensoriales hasta el sistema nervioso central.

Las últimas investigaciones han encontrado que las neuronas motoras no sólo son
receptores pasivos de órdenes motoras, sino que son más complejas de lo que
pensamos. Más bien parecen cumplir un papel fundamental en los circuitos
generando un comportamiento motor por sí mismas.

Clasificación de las neuronas motoras


Las neuronas motoras se pueden clasificar según el tejido que inervan, así existen
diversos tipos que se describen a continuación.

Neuronas motoras somáticas

El movimiento del aparato locomotor es posible gracias a la sincronía entre la


contracción y la relajación de ciertos músculos. Éstos se denominan músculos
esqueléticos y se componen de fibras estriadas.

El músculo estriado es el que forma la mayoría de la masa corporal. Se caracteriza


por ser de acción consciente, es decir, se puede estirar y contraer
voluntariamente.

Estos movimientos coordinados requieren la intervención de numerosas fibras


nerviosas. Así se logran determinados movimientos muy complejos del esqueleto.

Cada neurona motora somática tiene su cuerpo celular en el sistema nervioso


central y sus axones (prolongaciones nerviosas) llegan hasta los músculos.
Algunos estudios han señalado que ciertos axones tienen una longitud de un
metro.

Los axones forman nervios motores. Dos ejemplos son, el nervio mediano y el
nervio cubital, que salen desde las vértebras cervicales hasta los músculos del
dedo de la mano.

Las neuronas motoras somáticas realizan sólo una sinapsis fuera del sistema
nervioso central. Por tal razón son llamadas monosinápticas. Precisamente
realizan la sinapsis con las fibras musculares, por medio de una estructura
especializada llamada unión neuromuscular (que más adelante se describe).

Dependiendo de la posición, estas neuronas se dividen en:

– Neurona motora superior: se localiza en la corteza cerebral. Tiene


terminaciones nerviosas que forman la vía piramidal que se conecta a la médula
espinal.

– Neurona motora inferior: está ubicada en el asta anterior de la médula


espinal. En este punto, las neuronas se organizan en circuitos que participan en
movimientos automáticos, estereotipados, reflejos y movimientos involuntarios.
Por ejemplo, el estornudo o el reflejo de retirada de un estímulo doloroso.

Las neuronas motoras de estos circuitos se organizan en núcleos, dispuestos en


columnas longitudinales que pueden ocupar de 1 a 4 segmentos medulares.

Dependiendo de las fibras musculares que inervan, las neuronas motoras


somáticas se pueden clasificar en:

– Neuronas motoras alfa: poseen un gran tamaño, y su velocidad de


conducción es de 60-130 m/s. Inervan las fibras musculares del músculo
esquelético (llamadas fibras extrafusales) y se ubican en el asta ventral de la
médula espinal. Estas fibras son el principal elemento de la generación de fuerza
en el músculo.

Estas neuronas se encargan de la contracción voluntaria del músculo esquelético.


Además, ayudan al tono muscular, necesario para mantener el equilibrio y la
postura.

– Neuronas motoras beta: inerva tanto las fibras extrafusales como las fibras
intrafusales. Es decir, dentro y fuera del huso muscular. Éste es el receptor
sensorial del músculo, y se encarga de transmitir la información sobre la longitud
de la extensión.

– Neuronas motoras gamma: inervan las fibras intrafusales. Son las


encargadas de regular la sensibilidad a la contracción muscular. Activan las
neuronas sensitivas del huso muscular y el reflejo osteotendinoso, que actúa
como protección frente a estiramientos excesivos. También procura mantener el
tono muscular.

Neuronas motoras viscerales

Algunos movimientos de las fibras musculares no están controlados


conscientemente por el sujeto, como ocurre con el movimiento de nuestro
corazón o nuestro estómago. La contracción y la relajación de estas fibras es
involuntaria.

Esto es lo que sucede en la llamada musculatura lisa, que está presente en


numerosos órganos. Las neuronas motoras viscerales inervan este tipo de
músculo. Incluye el músculo cardíaco, y el de las vísceras y órganos del cuerpo,
como el intestino, la uretra, etc.

Estas neuronas son disinápticas, lo que significa que realizan dos sinapsis fuera
del sistema nervioso central.
Además de la sinapsis que realiza con las fibras musculares, también realiza otra
involucrando neuronas de los ganglios del sistema nervioso autónomo. Éstas
mandan impulsos hasta el órgano diana para inervar los músculos viscerales.

Neuronas motoras viscerales especiales

También se conocen como neuronas motoras branquiales, ya que inervan


directamente los músculos branquiales. Estas neuronas regulan el movimiento de
las branquias en los peces. Mientras que, en los vertebrados, inervan los músculos
relacionados con el movimiento de la cara y el cuello.

Concepto de unidad motora


Se llama unidad motora aquella unidad funcional compuesta por una neurona
motora y las fibras musculares que inerva. Estas unidades pueden clasificarse en:

– Unidades motoras lentas (S-slow): también conocidas como fibras rojas,


estimulan fibras musculares pequeñas que se contraen lentamente. Estas fibras
musculares son muy resistentes a la fatiga y son útiles para mantener la
contracción muscular. Sirven para permanecer en posición vertical (en
bipidestación) sin cansarse.

– Unidades motoras de fatiga rápida (FF- fast fatiguing): conocidas como


fibras blancas, estimulan grupos musculares más grandes, pero se cansan
rápidamente. Sus neuronas motoras son grandes, y tienen velocidades elevadas
de conducción y de excitación.

Estas unidades motoras son útiles para actividades que necesitan ráfagas de
energía como dar saltos o correr.

– Unidades motoras rápidas resistentes a la fatiga: estimulan músculos con


un tamaño moderado, pero no reaccionan tan rápido como las anteriores. Están
en un término medio entre las unidades motoras S y las FF. Se caracterizan por
tener la capacidad aeróbica necesaria para resistir la fatiga durante varios
minutos.

Enfermedades
Son un conjunto de trastornos neurológicos caracterizados por la degeneración
progresiva de las neuronas motoras. Estas enfermedades se pueden clasificar
según si se afectan las neuronas motoras superiores o las neuronas motoras
inferiores.

Cuando hay una interrupción en la señal que envían las neuronas motoras
inferiores, la principal consecuencia es que los músculos no funcionan de forma
adecuada. El resultado de estos trastornos puede ser un debilitamiento general,
adelgazamiento patológico (emaciación), así como fasciculaciones (tics
incontrolables).

Cuando se ven afectadas las neuronas motoras superiores, se presenta rigidez en


los músculos e hiperreactividad de los reflejos tendinosos. Esto se refiere a
contracciones musculares involuntarias más intensas de lo normal, que pueden
presentarse como sacudidas en las rodillas o el tobillo.

Las enfermedades de la neurona motora pueden heredarse o ser adquiridas.


Generalmente se producen en adultos y en niños. Son más comunes en hombres
que en mujeres. En las personas adultas, los síntomas se presentan después de
los 40 años de edad.

Las causas de las enfermedades de las neuronas motoras adquiridas


generalmente son desconocidas. Sin embargo, algunos casos están relacionados
con la exposición a radioterapia o a tóxicos. Actualmente se investiga si este tipo
de enfermedades tiene relación con la respuesta autoinmune del cuerpo frente a
virus como el VIH.
A continuación, podrás ver algunas de las enfermedades más comunes de las
neuronas motoras:

– Esclerosis lateral amitrófica (ELA): en ella se afectan las neuronas motoras


clásicas, y también se conoce como enfermedad de Lou Gehrin. Es una
enfermedad de tipo degenerativo que perjudica principalmente, las neuronas
motoras del córtex, el trocoencéfalo y la médula espinal.

Los pacientes afectados por ELA desarrollan atrofia muscular, que conlleva
fatalmente a una parálisis severa, aunque no se presentan alteraciones mentales
ni sensitivas. Esta enfermedad se ha vuelto famosa por afectar al conocido
científico Stephen Hawking.

Las personas con esta enfermedad tienen debilidad y desgaste de los músculos
bulbares (los que controlan el habla y la deglución). Los síntomas se presentan
primero en las extremidades y los músculos de la deglución. También se observan
reflejos exagerados, calambres, fasciculaciones y problemas en el habla.

– Parálisis bulbar progresiva: se caracteriza por la debilidad de los músculos


que inervan las neuronas motoras de la parte baja del tallo cerebral. Estos
músculos son el del maxilar inferior, la cara, la lengua y la faringe.

Como consecuencia de esto, el paciente presenta dificultad para tragar, masticar


y hablar. Hay un gran riesgo de asfixia y de neumonía por aspiración (inhalación
de alimentos o líquidos hacia las vías respiratorias).

Además, los pacientes afectados presentan ataques de risa o llanto, los cuales se
conocen como labilidad emocional.

– Parálisis pseudobulbar: comparte muchas características con el trastorno


anterior. En él se presenta una degeneración progresiva de las neuronas motoras
superiores, causando debilidad de los músculos faciales.
Esto provoca problemas para hablar, masticar y tragar. Además, se puede
desarrollar voz grave, e inmovilidad de la lengua.

– Esclerosis lateral primaria: hay una afectación de las neuronas motoras


superiores. Su causa es desconocida y se presenta más en hombres que en
mujeres. Se inicia después de los 50 años de edad, aproximadamente.

Se presenta una degeneración gradual de las células nerviosas que controlan el


movimiento voluntario. Dichas células se ubican en la corteza cerebral, que es
donde se llevan a cabo las funciones mentales superiores.

Esta enfermedad se caracteriza por generar rigidez en los músculos de las


piernas, el tronco, los brazos y las manos.

Los pacientes tienen problemas de equilibrio, debilidad, lentitud,


y espasticidad en las piernas. Pueden afectarse los músculos faciales
produciéndose disartria (dificultad para articular sonidos y palabras).

– Atrofia muscular progresiva: en esta enfermedad hay una degeneración


lenta y progresiva de las neuronas motoras inferiores. Afecta principalmente las
manos y luego se extiende a partes inferiores del cuerpo. Sus síntomas son
calambres, tics y pérdida de peso patológica sin motivo aparente.

– Atrofia muscular espinal: es un trastorno hereditario que afecta las neuronas


motoras inferiores. Se presenta una degeneración progresiva de las células del
asta anterior de la médula espinal. Afecta con mayor gravedad a las piernas y las
manos. Puede presentar variantes según la edad, los patrones de herencia y la
gravedad de los síntomas.

– Síndrome postpolio: es un trastorno caracterizado por una debilidad


progresiva. Causa dolor y fatiga en los músculos, y se presenta años después de
sufrir una poliomielitis paralítica aguda.
Referencias

1. Carlson, N.R. (2006). Fisiología de la conducta 8ª Ed. Madrid: Pearson.


2. Enfermedades de la neurona motora. (s.f.). Recuperado el 28 de febrero
de 2017, de National Institute of Neurological Disorders and Stroke:
espanol.ninds.nih.gov.
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en.wikipedia.org.
4. Neurología, G. d. (7 de julio de 2004). Enfermedades de la motoneurona.
Obtenido de Sen: sen.es.
5. Newman, T. (14 de enero de 2016). A new role for motor neurons.
Obtenido de Medical News Today: medicalnewstoday.com.
6. Takei, H. (28 de abril de 2014). Pathology of Motor Neuron Disorders .
Obtenido de Medscape: emedicine.medscape.com.
7. Tortora, G. J., & Derrickson, B. (2013). Principios de anatomía y
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Panamericana.
8. What role do motor neurons play in basic bodily functions? (24 de febrero
de 2013). Obtenido de Thingswedontknow:
blog.thingswedontknow.com.

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