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Criatura imaginaria

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Para la novela de J. K. Rowling, véase Animales fantásticos y dónde encontrarlos.
Para la película del 2016 basada en la novela, véase Animales fantásticos y dónde
encontrarlos (película)

Criaturas mitológicas clásicas. Ilustración de Friedrich Justin Bertuch, Kinderbuch


Fabelwesen 2 (1806).

Criatura imaginaria, ficticia, fantástica, fabulosa, misteriosa o legendaria son


denominaciones que se dan a distintos seres presentes en la mitología de distintas
civilizaciones o en leyendas más o menos tradicionales del folclore o la cultura
popular; con independencia de su carácter sobrenatural o no, o de la creencia en la
realidad de su existencia, que solía ser común, incluso entre las personas instruidas,
en la época anterior a la Ilustración debido a que antes los antiguos griegos se
basaron en todos y cada uno de sus dioses y diosas por es esque hay todo tipo de
criaturas y personajes
Muchas criaturas míticas son híbridas, quiméricas o teriomorfizadas: combinación de
dos o más animales o con el ser humano. Pegaso, Quetzalcóatl, Kukulkán, los
distintos tipos de dragones y grifos, la esfinge y la propia quimera reúnen partes de
distintos animales; el centauro, la parte superior de un hombre y el cuerpo de
un caballo; el minotauro, el cuerpo de un hombre y la cabeza de un toro; los sátiros, la
parte superior de hombre y la inferior de cabra; las sirenas, la parte superior de mujer
y la inferior de pez; el lamasu o kirubi, partes de distintos animales con cabeza
humana. No siempre existía la intención de entender tales combinaciones como la
yuxtaposición literal de partes de distintas especies.
Algunas se basaron en criaturas reales (animales, vegetales o incluso razas
humanas o costumbres de pueblos) percibidos como monstruos inconcebibles por
viajeros de otras culturas, cuyas confusas historias, tergiversadas por múltiples pasos
intermedios, terminaban por acuñar una nueva especie imaginaria en los textos de la
literatura clásica, en el Libro de los millones de Marco Polo, en el Voyage autour de la
Terre de Jean de Mandeville, o en los múltiples bestiarios medievales: el cordero
vegetal de Tartaria (supuestamente un cordero que crecía atado a la tierra, que en
realidad provenía de la descripción de Cibotium barometz, un tipo de helecho),1
el unicornio (que se construyó a través de testimonios indirectos
de rinocerontes y narvales, y del comercio de sus cuernos), las amazonas (pueblo de
mujeres sin hombres), los donestres, los cinocéfalos, los blemias o
los sciápodas (antropófagos, hombres con cabeza de perro, con la cabeza en el
pecho o con un solo y gigantesco pie).2 Por falta de vocabulario morfológico, los
eruditos y viajeros medievales intentaban describir animales inusuales mediante la
comparación punto por punto con otros que les resultaban familiares: a la jirafa se la
llamó camelopard (al compararla con la forma del camello y las manchas
del leopardo); el nombre del propio leopardo (mantenido a pesar de la inexactitud
zoológica de su etimología, que produce una fuerte confusión taxonómica) se debe a
haberlo imaginado mezcla de león (leo en latín) y pantera (pardus en latín).
Todos estos seres, al quedar muy definidos por su corporeidad, se distinguen
notablemente de otro tipo de personajes mitológicos definidos por su carácter
más espiritual (divinidades, ángeles, demonios, dioses y criaturas feéricas -
hadas, duendes, etc.-).

Índice

 1Mixtificación y provocación
 2Criptozoología
 3Arte y cultura
 4Véase también
 5Notas
 6Enlaces externos

Mixtificación y provocación[editar]

Le cyclope, de Odilon Redon (ca. 1914).

Ha sido relativamente frecuente el intento de reconstruir algún tipo de criatura


fantástica, abiertamente (efectos especiales) o mediante fraude (gigante de Cardiff); e
incluso se ha tomado por fraude algún caso de extraña criatura real a la que no se
quería dar crédito, como ocurrió inicialmente con el ornitorrinco. Algo similar sucedió
en paleoantropología: durante mucho tiempo se tuvo por cierta la falsificación del
"eslabón perdido" denominada hombre de Piltdown, mientras que inicialmente se
consideraron como fruto de un fraude las pinturas de Altamira.
En el contexto de la polémica sobre el evolucionismo, se propuso una criatura
imaginaria denominada "Monstruo de Espagueti Volador", explícitamente definida
como ficticia, con propósitos provocativos.

Criptozoología[editar]
Artículo principal: Criptozoología

Todavía hay criaturas míticas, cuya existencia se considera real en creencias


populares y en pseudociencia, bajo el nombre de "críptidos", cuyo estudio reclaman
como disciplina propia los denominados "criptozoólogos". A través de ejemplos de
criaturas legendarias arraigados en la mitología y el folclore, intentan descubrir cuál es
la inspiración en animales reales (descubiertos o por descubrir) que podrían tener
leyendas como la del yeti, el monstruo del lago Ness, el chupacabras, el diablo de
Jersey, el hombre polilla, bigfoot, yowie, yeren, pukwudgie,3 etc. En algún caso, como
los del calamar gigante (kraken) o el okapi (presentado por los nativos del Congo
como un animal fabuloso, mezcla de cebra y jirafa, que los colonizadores tomaron por
leyenda), el hallazgo de pruebas de su existencia (las del okapi en 1901 por Harry
Johnston) ha sacado a tales animales del campo de estudio pseudocientífico de la
criptozoología para situarlos en el plenamente científico de la zoología.
Los alienígenas y la existencia de vida extraterrestre pertenecen a otro tipo de
disciplina, también en la frontera entre la pseudociencia popular y la ciencia
académica, denominada exobiología.

Arte y cultura[editar]

Criaturas de Star Wars.

A lo largo de la historia, las criaturas fantásticas se han representado en todas las


formas del arte (pintura, escultura, ornamentos arquitectónicos), así como en
la heráldica.
Las características sobrenaturales que se les adjudican (distintos poderes -fuerza,
agilidad, vuelo-, conocimientos, posesiones o protección de riquezas u objetos de
gran valor) los hacen muy socorridos para el género fantástico en la literatura y el
cine, poblado por gran variedad de monstruos con apariencia o características
animales (Drácula, el hombre lobo, Godzilla, King Kong, etc.); especialmente en el
subgénero conocido como fantasía heroica y sus derivados (juegos de
rol como Dungeons & Dragons, videojuegos como Everquest).
Algunos autores han desarrollado su literatura como un ejercicio de construcción de
un universo pseudomitológico habitado por todo tipo de criaturas fantásticas
inspiradas en las mitologías grecorromana y nórdica: es el caso de las novelas de J.
R. R. Tolkien (El señor de los anillos), muy imitadas en la literatura infantil y juvenil (C.
S. Lewis -Narnia-, Michael Ende -La historia interminable- o J. K. Rowling -Harry
Potter-). Lo mismo ha ocurrido con el género de la ciencia ficción (Frank Herbert -
Dune- o George Lucas -La guerra de las galaxias-).
Jorge Luis Borges realizó una recopilación o "Manual de zoología fantástica"
titulada El libro de los seres imaginarios.

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