Roberto Ayala

2019

Valor Compartido, una estrategia empresarial de alto impacto

La creación del valor compartido es una propuesta creada por el profesor de la

universidad de Harvard, Michael Porter y Mark R. Kramer, mediante la cual busca
renovar el mundo empresarial mediante la mejora de sus procesos y actividades
de negocios, tomando en cuenta el entorno social en el que se desempeña, sin
sacrificar la búsqueda y obtención de utilidades pero si siendo conscientes de las
necesidades y los beneficios que se pueden alcanzar en el sector social. Las
compañías en la actualidad tienen grandes problemáticas en base a que se han
estancado en seguir permaneciendo en un enfoque anticuado, dejando de lado lo
que realmente es en la actualidad la creación de un valor compartido.

Continuado con una visión corta en cuanto el tema del valor compartido, siempre
analizando y preocupándose más por metas a corto plazo como lo son todos los
aspectos financieros, ignorando la base fundamental, el propósito real de estas
compañías como lo son las necesidades de los clientes omitiendo de esta manera
el éxito que tendrían del planear a largo plazo. Como lo es también el bienestar de
los clientes, la preocupación por lo recursos naturales como fuente de materia
prima, la adecuada interacción con los proveedores, el nivel económico de la
sociedad donde se desempeñan y aún más importante la economía en donde su
producto es ofertado.

Por otro lado, las necesidades sociales como las necesidades económicas son las
que definen al mercado, por tal motivo el valor agregado debe ser expandido y de
la misma manera no debe de compartirse el valor ya creado por la empresa.
También se reconoce que los males o las debilidades de la sociedad suelen crear
costos internos para las empresas, como energía, materias primas despilfarradas,
accidentes costosos y la necesidad de capacitación paliativa que compense las
insuficiencias en educación. y el abordar los daños y limitaciones de la sociedad
no eleva necesariamente los costos para las empresas, porque pueden innovar
mediante el uso de tecnologías, métodos operacionales y enfoques de gestión
novedosos, elevarían su productividad y expandirían sus mercados.

La competitividad de una empresa y la salud de las comunidades donde operan

están fuertemente entrelazadas, de aquí podemos iniciar hablando de las raíces
del valor compartido, una empresa será exitosa siempre y cuando genere empleos
para la sociedad en donde se ubican, y por ende cree oportunidades de
crecimiento de riqueza en todos sus niveles, fructificando a la empresa exitosa
conlleva a una comunidad exitosa la cual demandara productos, generara activos
públicos cruciales y se encontrara en un entorno el cual apoye al negocio.

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Roberto Ayala
2019

En la visión antigua y estrecha del capitalismo, las empresas contribuyen con la

sociedad generando utilidades, lo que permite generar empleos, pagar sueldos,
hacer compras e inversiones y pagar impuestos.

Las empresas se enfocaron en atraer consumidores para que compren más y más
de sus productos. -l enfrentar la creciente competencia y las presiones de
desempeño de corto plazo de parte de los accionistas, los ejecutivos recurrieron
sucesivamente a reestructuraciones, reducciones de personal y reubicaciones en
regiones con costos más bajos, mientras que aprovechaban sus balances en azul
para devolver capital a los inversionistas.

Para la creación de un valor compartido el principal factor que se tiene que tener
en mente es el concepto de productividad, esto engloba demasiados conceptos,
como lo son directivos, proveedores, clientes y todo aquel que intervenga en el
círculo de la empresa. Lo anterior nos lleva a considerar la creación de nichos de
apoyo a la industria conocidos como clústeres, entiéndanse como clústeres la
asociación de esfuerzos y organizaciones para fomentar y potencializar la
actividad industrial preponderante en una determinada ubicación geográfica,
donde el crecimiento y ayuda es el principal factor que prevalece para llegar a los
fines pretendidos.es aquí donde se considera la relación ganar / ganar, en la que
las partes relacionadas en la compra o venta o prestación de un servicio reciben y
se comparten, de ahí el nombre de valor compartido.

Las empresas no han sabido captar la importancia del entorno mayor que rodea a
sus principales operaciones. Para una empresa, el punto de partida para crear
este tipo de valor compartido esta en identificar todas las necesidades, beneficios
y males de la sociedad que podrían estar asociados con los productos de la firma.

Esta nueva mentalidad revela que la congruencia entre el progreso social y la

productividad en la cadena de valor es mucho mayor de lo que se pensaba
tradicionalmente. Independientemente de la satisfacción de las empresas al
colaborar con el ambiente social, y de este último al ver que el sistema económico
devuelve a la sociedad en gran medida el apoyo y los beneficios recibidos en el
mercado. El saber que la empresa contribuye en la alimentación y salud de los
integrantes de la familia el trabajador no tiene motivos para faltar a su trabajo y por
el contrario si tiene razón para mejorar su desempeño e incrementar su
productividad laboral.

Por otro lado, el valor compartido se encuentra comúnmente comparado con lo

que es responsabilidad social, aunque esta segunda muy comúnmente usada en
la actualidad para dar a la sociedad esa imagen de empresa amiga del entorno,
cuando en realidad lo que deberían de estar generando es la creación de valor

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Roberto Ayala
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compartido, el cual es en realidad el compromiso no solo con el medio ambiente,

sino como la comunidad en general creado desarrollo en medios ya sean bien
proveedores, sociedad, ambiente y clientes entre otros.

La principal diferencia entre el valor compartido y la responsabilidad social

corporativa, radica en que la responsabilidad social corporativa se trata del apoyo
a las causas sociales pocas veces relacionándose a las actividades
empresariales. En cuanto al valor compartido existe un equilibrio entre las tareas
comerciales y de negocio que trabajen en conjunto con en el crecimiento y la
sustentabilidad de la empresa conjunta a las actividades de contribución al entorno
social.

Las empresas en la actualidad necesitan llevar a cabo muchas innovaciones y

cambios para seguir vigentes entre los consumidores y mostrar así una cara de
solidez y crecimiento hacia la sociedad, la globalización actualmente mantiene a
flote unicamente a las empresas con las competencias suficientes y necesarias
para sobresalir en el mercado, y de esta forma posicionarse y convertirse en una
empresa sustentable.

La imagen de las empresas ante los golpes económicos en varios países se ha ido
enturbiando, pues ante la sociedad, las organizaciones solo velan por sus
intereses y por obtener utilidades sin importar lo que tengan que hacer en su
proceso, desde el afectar al medio ambiente, aprovecharse de productores y
trabajadores, como también sacar la máxima ventaja sobre el consumidor y
clientes. Por ese motivo Michael Porter y Mark R.Kramer proponen a las
organizaciones retribuir al entorno social una parte de los beneficios que obtiene
durante las actividades empresariales; toda esa retribución de las empresas para
la sociedad se alcanza a través de las propuestas y tareas que la empresa destina
para su logro.

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