El violinista de los puentes colgantes

Proyecto Integrador I

Grupo 03

Cristian David Garcia Mendivelso.

Octubre 2018.

Universidad de la Salle.
Bogotá D.C.
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El componente ético en el ingeniero

“José María Villa pensó que sería el mejor momento para realizar su fantasía de los puentes
colgantes” (Lozano, 1997, p.27).

En la figura 1. Se aprecia a José María Villa

Figura 1. José María Villa.

Fuente: José María Villa. https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Villa Recuperado
14-11-2018

La Ética es fundamental en la vida de las personas, no importa su profesión u oficio, son las
normas que le permiten a las personas enmarcar sus acciones en lo que es correcto y darle la
opción de escoger lo que está bien para la sociedad.
Si en todos los tiempos, este comportamiento en sociedad es lo que lleva al desarrollo de los
pueblos, hoy en día es vital, ya que nos tocó una sociedad corrupta que, en vez de evolucionar,
involuciona, es decir, en Colombia es corrupto el que tiene dinero, y el que no, el estudiado y el
ignorante, y desde el portero hasta los altísimos mandos de Colombia, como los magistrados de
Corte Suprema de Justicia. Podríamos reflexionar, en dónde se quedaron esas normas éticas de
los buenas y sanas acciones de los ciudadanos de bien. Si queremos ser una sociedad que va
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hacia adelante, la ética se debe fortalecer en los hogares, los padres como primeros formadores
deben ser ejemplo ético a sus hijos, la escuela, y sobre todo en los profesionales, que tiene en sus
manos el futuro de este país.
Carrillo, 2009
La profesión es la actividad personal puesta de una manera estable y honrada al
servicio de la sociedad y en beneficio propio a impulsos de la vocación y con la dignidad
que corresponde a la persona. La finalidad del trabajo profesional es el bien común; un
profesionista debe ofrecer una preparación especial en el sentido de capacidad intelectual,
moral y física. (p.66).

Es decir, que se debe tener claro que se le ofrece a la sociedad, se debe estar bien preparado,
saber su profesión, hacerlo de manera excelente, ser siempre mejor, prepararse constantemente
en su saber ya que de esto depende el progreso de los pueblos y en el caso del ingeniero la vida
de muchas personas.
Lo anterior es muy importante porque en la historia reciente del país ha habido varios casos de
pérdidas de vidas por la caída de varios puentes, donde la ingeniería ha fallado, por diferentes
motivos, ya sea en el diseño o en la utilización de materiales no adecuados para las obras de alta
ingeniería, que sería un ejemplo claro de falta de ética en la profesión.
Los siguientes son puentes que han caído que han dejado millones de pesos en pérdidas y
cobrado la vida de varias personas, en Bogotá y con un costo de más de 29 mil millones de
pesos, colapsó el dos de febrero de 2015, el puente colgante sobre la calle 106. El 19 de febrero
del 2016, se cayó el puente vehicular de Guayepo que comunicaba a San Jorge con la Mojana en
César. Otro puente que colapsó fue el del Charte, el 22 de agosto de 2016. El 4 de agosto de
2014, se presentó el colapso de un puente vehicular que se encontraba en proceso de
construcción, exactamente en cercanías del aeropuerto Los Garzones de Montería. El puente del
municipio de Valencia en Córdoba fue una obra que empezó en el año 2009, no se ha terminado,
lleva invertido 13.000 millones de pesos y todavía faltan 5.000 millones de pesos, este último
ejemplo de corrupción.
Como se puede observar la falta de ética en la profesión es una vergüenza para la misma y un
peligro para la sociedad, de ahí radica la importancia de los principios éticos en los ingenieros y
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en los consorcios que ejecutan las obras de alta ingeniería. Tendríamos que volver a la academia
al origen del conocimiento, cuando Kant afirmaba, no sin justa causa, que la moral debe estar en
los individuos, hacer parte de ellos es un imperativo categórico, no es, si él quiere, es una orden,
es superior a los fines particulares del hombre. El profesional se debe a la sociedad a la cual, le
va a servir, no solamente a sus propios y egoístas intereses.
Carrillo (2009) afirma: “La capacidad moral es el valor del profesionista como persona, lo
cual le da dignidad, seriedad y nobleza a su trabajo” (p.67). De la ética que habla Carrillo falta
mucho en los profesionales colombianos, entonces nos haría falta preguntar qué deben hacer las
universidades, para que sus egresados tengan la ley moral dentro de sí, donde hagan de su
profesión todo un estilo de vida, de calidad y excelencia y no se dejan tentar por el flagelo de la
corrupción.
Es entonces urgente que las universidades diseñen estrategias para que el perfil del estudiante
ético no sea algo en el papel, sino un sello de calidad impregnado en los ingenieros y en general
en todos los profesionales, que cambien la sociedad colombiana y la lleve al desarrollo
sostenible, sustentable con un alto sentido de responsabilidad social no solamente de las
empresas, sino, como se ha afirmado, del individuo.
Los ingenieros civiles deben sentir pasión por lo que hacen, hacerlo bien, tener conocimientos
claros y precisos, ser profesionales éticos y responsables y superar cualquier dificultad que se
presente, pero sopesando las cosas desde el punto de vista de la excelencia.
Como si fuera un día cualquiera, José María va de sombrero, botas altas y pantalón
ancho. No llevó escrito su discurso. Habló como le fue saliendo del corazón. Por eso no
pudo evitar que su enérgica voz sonara. A veces. Rola. Habló de los siete años de trabajo
lento y penoso. Enumeró los sufrimientos. Las fatigas del trabajo, el mal clima, la mala
alimentación. Los afanes por la falta de materiales. O porque el dinero muchas veces se
hizo escaso. La lucha grande engrandece. (Lozano, 1997, p.12)
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En la figura 2. Se aprecia el gran puente que une cordilleras.

Figura 2. Puente colgante de occidente

Fuente: Puente colgante de occidente. http://www.elcolombiano.com/blogs/casillerodeletras/inaugurado-
el-puente-colgante-de-occidente/9067
Recuperado 14-11-2018

“Al subir el infeliz caminante tiene que andar con el pecho contra la tierra y, al bajar, se
expone a caer de hocicos a cada instante” (Lozano,1997, p.30). Quien le guste su profesión
seguramente pasará y superará muchas dificultades como lo hizo José María Villa, que sin
importarle las dificultades de la época que le toco vivir, cumplió sus sueños construyendo
muchos puente y cimientos para otras obras.
Si tomamos el ejemplo de José María Villa, un apasionado de los puentes colgantes, arte que
había aprendido Brooklyn, se nota su pasión, su dedicación y la persecución de sus sueños, si así
vivieran su profesión los ingenieros civiles de hoy en día, seguramente habría menos tragedias de
puentes caídos en los últimos años de la historia de Colombia.
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José María que vivió a mediados del siglo XIX en un país rural con pocas obras de
infraestructura, al igual que los profesionales que habían tenían que prepararse en el exterior o
sea poca producción nacional, este hombre que no terminó la academia más sin embargo pasó a
la historia como el violinista de los puentes colgantes, e hizo realidad sus sueños de construir
para Colombia los puentes que necesitaban para unir las montañas de las cordilleras,
especialmente las de Antioquia, es un legado que debe de ser ejemplo a los ingenieros civiles
para que amen su profesión, sientan pasión por lo que hacen, y a lo que se van a dedicar el resto
de sus vidas.
Dentro de la ética que manejaba José María Villa es que la fama no lo cegó, él sabía lo que
quería y la responsabilidad de su qué hacer y lo hizo con excelencia.
Otro aspecto importante que deja en su legado es que el dinero no es lo importante, no debe
ser el objetivo del ingeniero civil, algo que está presente en el imaginario colectivo de los
estudiantes de ingeniería, que piensan que se van a volver adinerados al estudiar esta profesión.
Donde el dinero, sea lo primero para el profesional seguramente no le importará hacer lo
incorrecto, corromperse, con tal de conseguir su objetivo.
"Es preciso acabar la obra y conviene. Además, atender a la conservación de ella... Si se mira
como objeto de lucro inmediato y nada más, llegará no muy tarde, acaso a completa y lamentable
ruina la obra"(Lozano, 1997, p.13).
Dentro del quehacer profesional del ingeniero civil, es ser un observador de los problemas que
tiene su entorno y que dificulta la vida de los hombres, para poder darle una solución adecuada
con ingenio y creatividad, pues el ingeniero está al servicio de la sociedad, esto hizo nuestro
ingeniero ilustre don José María Villa.
Al amanecer, todos sabían que había regresado con una idea muy clara: construir
puentes colgantes para aliviar los graves problemas de comunicación. En una Antioquia
repleta de altas montañas y ríos tormentosos, difíciles de cruzar. El cauca, que se
adivinaba allá abajo, era un toro indomable y él había aprendido la fórmula para
dominarlo: los puentes colgantes. (Lozano, 1997, p.21)

Para concluir el ingeniero que contempla los principios éticos, debe de estar por encima de
todo acto de mala conducta, evitar, robar, engañar, utilizar materiales de mala calidad, sobornar,
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actuar a favor de las empresas sin importarle las personas que perjudican, no dañar el medio
ambiente. Todo lo contrario, que el servicio que le presta a la sociedad sea cada día más
excelente, con un alto grado de humanidad, de valores al servicio, que su lema sea “El ingeniero
tal... Nació, vivió y murió y supo para que sirvió”
En la tabla 1 según el ingeniero José María Villa los valores éticos que deben contemplar los
que se dedican a esta profesión son:

Tabla 1.
Valores éticos
La acción etica
Tener conocimiento sobre su profesión
Superar las dificultades
Ser un observador de los problemas de
infraestructura de su entorno
Tener pasión por lo que hace
Tener un alto grado de servicio a la
comunidad
No perseguir como máximo el dinero
Ser Responsable
No ser corrupto
Cuidar el medio ambiente
Generar desarrollo económico y social en
las comunidades
Fuente: Elaboración propia con base en datos del libro: Lozano, P. (1997). José María Villa. El
violinista de los puentes colgantes. Bogotá D. C: Panamericana editorial Ltda.
El porque de ella
Es decir, aprender bien, ser profesional en
su campo. La academia
El ingeniero que no se rinde ante las
dificultades seguramente, llegará a la
excelencia
Para poderle dar solución a los mismos
desde la óptica del ingeniero civil
De esta manera llega a la excelencia
Pues es deber del ingeniero ayudar y aportar
a la sociedad
Pues esto lo hace perder el horizonte de su
profesión
Es decir, si empezó una obra termínela, de
manera correcta
Es muy fácil serlo cuando se está rodeado
de políticos que lo están adulando para
conseguir sus fines
No destrozar el medio ambiente en la
planificación y ejecución de las obras
Pues es deber del ingeniero generar
desarrollo económico y social sostenible y
sustentable
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Lista de referencias

Lozano, P., (1997). José María Villa. El violinista de los puentes colgantes. Bogotá D.C.
Panamericana editorial Ltda.

Carrillo, B. J., (2009). La ingeniería y la ética profesional. Revista Lámpsakos, No. 1, p.p. 66-
67.

Fouce, J.M., (2001-2018). Immanuel Kant. Visible body: Webdianoia.

https://www.webdianoia.com/moderna/kant/kant.htm Recuperado 12-11-2018