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Autores Varios. Arqueología y Paleontología de La Provincia de Catamarca, Argentina PDF
Autores Varios. Arqueología y Paleontología de La Provincia de Catamarca, Argentina PDF
y Paleontología
de l a provi ncia de
CATAMARCA
COORDINACIóN GENERAL: Rita del Valle Rodríguez - EDICIóN Y COMPILACIóN: Mónica Alejandra López
Dirección Provincial de
Antropología
Provincia de Catamarca
Arqueología y Paleontología
de la Provincia de Catamarca
Dirección Provincial de
Antropología
Provincia de Catamarca
Gobierno de la Provincia de Catamarca
Se ha hecho el depósito que marca la ley 11.723. No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento,
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editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.
ISBN 978-987-3781-14-8
COORDINACION GENERAL
Lic. Rita del Valle Rodríguez
EDITOR Y COMPILADOR
Lic. Mónica Alejandra López
COLABORACION
Mgter. Sergio Antonio Alvarez
Ing. Gustavo Ariel del Viso
Srta. Mariana Deolinda Barrionuevo
Dirección Provincial de
Antropología
Provincia de Catamarca
SUMARIO
ARQUEOLOGíA
15 INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA DE CATAMARCA: PUEBLOS,
PAISAJES E HISTORIA
Daniel Olivera
PALEONTOLOGíA
ANEXO
307 DIRECCION PROVINCIAL DE ANTROPOLOGIA: UNA INSTITUCIÓN
EN CONTINUO CRECIMIENTO
Mónica A. López y Sergio A. Alvarez
PRóLOGO
INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA
DE CATAMARCA: PUEBLOS, PAISAJES
E HISTORIA
Daniel E. Olivera
15
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
dos a la arqueología, convirtiéndose, junto Cigliano en las terrazas del valle de Santa
a otras como la Quebrada de Humahuaca María mostraron que los artefactos líticos
o los Valles Calchaquíes, en una región em- hallados podían llevar esa historia a miles
blemática para la Arqueología Argentina. de años antes, lo que confirmarían las inves-
Por aquella época, figuras fundacionales de tigaciones de Carlos Aschero décadas des-
la arqueología argentina como Ambrosetti, pués.
Lafone Quevedo o Lehmann-Nitsche, entre A partir de ese momento las investigacio-
otros, trajeron a la luz pública las primeras nes se aceleraron en la década de 1970 con el
evidencias materiales del importante pasa- aporte de Víctor Núñez Regueiro, Myriam
do catamarqueño. Tarragó, Rodolfo Raffino y muchos otros
Pero fueron quizás las expediciones al reconocidos arqueólogos. A partir de la dé-
Noroeste Argentino financiadas por Ben- cada de 1980 y, especialmente, de 1990 la
jamín Muñiz Barreto, las que daría la real incorporación masiva de numerosos inves-
dimensión de la arqueología del área. Las tigadores, producto del desarrollo de las ca-
once campañas, realizadas entre 1922 y 1930, rreras universitarias de arqueología (inclui-
encabezadas por el ingeniero austríaco Vla- da la Escuela de Arqueología de la misma
dimiro Weiser, descubrieron una centena de Universidad Nacional de Catamarca), origi-
yacimientos arqueológicos, muchos de ellos naron un avance notable que aún continúa.
en el actual territorio de Catamarca. La mi- Sin embargo, puedo decir que esto recién
nuciosidad de Weiser en sus excavaciones y comienza y que aún resta muchísimo por
relevamientos topográficos, se tradujo en un investigar. El avance producido a develado
valioso tesoro de información representado interrogantes importantes, pero ha abierto
en sus diarios de viaje y unos 11.000 objetos, numerosos interrogantes nuevos. Así ocurre
hoy depositados en el Museo de La Plata, en la historia de la investigación científica en
que aún utilizan y exploran los modernos general y esta no será una excepción, tal vez
arqueólogos para sus investigaciones. allí resida su mayor atractivo.
Sin embargo, podríamos decir que la mo- Los trabajos que integran este volumen in-
derna investigación arqueológica científica tentan contar con sencillez y rigor científico
en la Provincia comienza en la década de el estado actual de nuestros conocimientos
1950 y tiene un disparador con nombre y sobre la historia no escrita de las sociedades
apellido: Alberto Rex González. Las investi- del pasado catamarqueño. Intentan mostrar,
gaciones del Dr. González sistematizaron y aunque sea en mínima medida, no solo una
ordenaron cronológicamente las evidencias descripción formal de las sociedades y sus
de las sociedades agropastoriles, desde las características culturales, sino llegar hasta la
más tempranas hasta la llegada de los Inkas. esencia vital de los hombres y mujeres que
Nombres de estilos cerámicos como Ciéna- las integraron. Ellos son quienes nos prece-
ga, Belén y, especialmente, Aguada, con la dieron en el actual territorio catamarqueño
destacada belleza de su alfarería, comenza- y merecen, además de nuestro respeto y re-
ron a hacerse populares aún más allá de la conocimiento, ocupar el lugar que merecen
comunidad científica. González realizó los en la historia de nuestro país y de América.
primeros fechados por C14 que llevaron los Creo, humildemente, que los autores han
inicios de las sociedades con agricultura, logrado el cometido propuesto y espero, sin-
pastoreo y cerámica a varios cientos de años ceramente, que aquellos que exploren estas
antes de la Era. páginas puedan disfrutarlas y no sentirse
Luego, las investigaciones de Eduardo M. decepcionados.
16
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
CAPíTULO
EL SITIO EL SHINCAL DE QUIMIVIL
Y EL MUNDO VEGETAL
1
† A la memoria del Dr. Daniel Plaza, cuyo apoyo a nuestras investigaciones fue tan valioso desde sus orígenes…
Aylen Capparelli 1, 2, 3, Rodolfo A. Raffino 1, 2, 3, Darío Iturriza 2, 3, L. Anahi Iácona 1, 2, 3, Reinaldo A. Moralejo 1, 2, 3,
María G. Couso 2, 3, Juan D. Gobbo 1, 2, 3, Paula Espósito 4, Milagros A. Moretti 2, 3 y María A. Ochoa 2, 3
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas – CONICET; 2División Arqueología, Museo de La Plata;
1
del Kollasuyu. El sitio está compuesto por botánica”, mientras que a aquel que aborda
más de 100 edificios ordenados de acuerdo el estudio de dicha relación en el pasado lo
al típico patrón ortogonal cuzqueño. Entre llamamos “Arqueobotánica”. La integración
ellos se cuenta una plaza o aukaipata situada de ambos tipos de aproximaciones, junto al
a la vera del camino inka o qhapaq ñan; en desarrollo de estudios ecológicos de vegeta-
su interior se destacan el usnu o platafor- ción (fisonómico-florísticos y estructurales),
ma ceremonial (considerada una de las de los cuales exponemos a continuación, nos
mayores dimensiones construidas al sur del permitió en El Shincal conocer el rol que ju-
Lago Titicaca) y una gran kallanka o galpón garon las plantas a lo largo de la historia de
en su sector sur. Un acueducto de piedra la región.
proveía el agua necesaria para su funciona-
miento. Alrededor de la plaza se ubica un
barrio administrativo con otras cuatro ka- Estudios ecológicos
llanka; una veintena de almacenes o qolqas; de vegetación
una residencia de jefes y varios conjuntos
de recintos habitacionales para clases de éli- En el año 1992, y sobre la base de los tra-
te y otras de menor rango. Unos metros al bajos de Cristina Morlans y de fotos aéreas y
norte de la aukaipata ha sido detectado un satelitales del área de estudio, comenzamos
gnomon o Intihuatana donde los Inkas rea- los muestreos de vegetación en las distintas
lizaban observaciones solares. La estructura unidades geomorfológicas próximas al sitio
urbana de El Shincal se completa con dos arqueológico (Fig. 1 A). Se relevaron las es-
cerros casi gemelos en su imagen, artificial- pecies encontradas, sus cantidades relativas,
mente aplanados y aterrazados con muros altura, cobertura y los nombres comunes
de piedra y provistos de escalinatas de acce- con los que la gente las reconoce.
so, destinados al culto solar. El tipo y dispo- La información relevada nos ha permitido
sición de los elementos arquitectónicos del saber que el sitio arqueológico El Shincal de
sitio, entre otras características, hizo que Ian Quimivil se encuentra inmerso en un Bosque
Farrington otorgara a El Shincal un carácter abierto de árbol negro (Prosopis flexuosa) (Fig.
de “Nuevo Cusco”, lugar que reproduciría 1 A,B) que se extiende desde los 1250/1300 m
y resignificaría la ideología del estado Inka. snm hasta los 1500 m snm. El nombre vulgar
El Shincal se extiende a lo largo de un piede- “árbol negro” hace referencia en la zona a
monte (término que geológicamente se refiere P. flexuosa, mientras que “árbol blanco” a
a un plano inclinado de pendiente suave que P. chilensis, ambos son comúnmente cono-
se forma en la desembocadura de los ríos de cidos en los países hispano hablantes como
montaña) formado por las sierras de Belén (al algarrobos negro y blanco respectivamente.
N-NE) y las de Zapata (al W-NW) y por varios Acompañan en este bosque al algarrobo ne-
cursos de agua de los cuales los ríos Quimivil gro, el chañar (Geoffroea decorticans), el tala
y Hondo son los componentes principales. (Celtis tala), y la tusca (Acacia aroma); y, en
Dichos ríos juegan un rol fundamental en menor escala, el algarrobo blanco, el car-
otorgar humedad y heterogeneidad ambien- dón o pasacana (Trichocereus terscheckii) y
tal a esta región que, pese a estar dentro de un el visco (Acacia visco). Entre las especies ar-
clima árido, posee un marco natural profuso bustivas que crecen por debajo de los men-
y diverso. Éste ha conformado, junto a sus cionados árboles domina, en primer lugar,
pobladores, un complejo biocultural de rela- el shinki (Mimosa farinosa), que da nombre
ciones muy estrechas entre sus componentes al sitio El Shincal. También encontramos el
y duraderas a lo largo del tiempo. Al estudio piquillín (Condalia microphylla), el chucupi
de la relación entre los seres humanos y las (Porlieria microphylla), la pata (Ximenia ame-
plantas en el presente, lo llamamos “Etno- ricana) y el entetaco (Prosopis torquata). Este
estrato arbustivo es más cerrado y enmara- damente los 2000 m snm, se encuentra lo
ñado al pie de los cerros y más abierto a me- que denominamos “Bosque de quebradas
nores altitudes (Fig. 1 A). Las especies antes de ríos permanentes”, es un bosque cerrado,
mencionadas se distribuyen también en las más alto que el anterior (Fig. 1 A,C), donde
laderas orientales de las Sierras de Belén y predomina el tala, acompañado por molle
de Zapata en una estepa arbustiva baja (Fig. de beber o molle córdoba (Lithraea ternifo-
1 A) que culmina en pastizales de altura en lia), visco y algarrobo blanco. Aquí el estrato
la cumbre de los cerros más altos (por arriba arbustivo consta de especies tales como el
de los 2200 m snm) (Fig. 1 A). churqui (Acacia caven) y la barba de chivo
En las terrazas asimétricas del río Quimi- (Caesalpinia gilliesii), acompañadas por el
vil, desde los 1400 m snm hasta aproxima- chucupi.
Figura 1. Ubicación del sitio El Shincal y vegetación del área de estudio. A. Distribución de las principales comunidades
vegetales en El Shincal y alrededores (los triángulos indican los sectores de muestreo). B. Bosque abierto de árbol
negro en el pie de monte de El Shincal. C. Bosque cerrado de quebrada en margen río Quimivil. D. Estepa de jarilla de
la bajada, Cerro Negro.
En los márgenes de los cauces temporarios de prácticas humanas que involucren a las
se encuentran especies arbóreas tales como: plantas. Para llevar a cabo estos estudios se
tala, visco, tusca, garabato (Acacia furca- realizaron entrevistas con muchos de los ha-
tispina), algarrobo blanco, chañar y kapia bitantes del barrio El Shincal y con algunos
(Maytenus viscifolia); y arbustivas tales como de otras localidades cercanas del valle de
pata, churqui, brea (Cercidium praecox), Hualfín (i.e. Londres, Cerro Negro, La Cié-
shinki y maravilla (Flourensia riparia). Den- naga, El Eje, Jacipunco, Corral Quemado),
tro del lecho del río de los cauces temporarios quienes nos abrieron las puertas de sus ca-
se conforma una comunidad muy dinámica, sas y compartieron con nosotros sus conoci-
sometida periódicamente a la acción direc- mientos sobre las plantas. La mayoría de los
ta de los aluviones. Constituye una fuente entrevistados fueron personas consideradas
de variabilidad de especies. Se pueden en- como “especialistas” por los pobladores del
contrar especies precordilleranas que des- lugar, los cuales poseen conocimientos par-
cienden por estos ambientes hasta áreas ticulares sobre recolección de leña, trabajos
bien alejadas de la sierra. También aparecen en minas, recursos medicinales, u otros as-
plantas de flores vistosas como la garrocha pectos relevantes para este trabajo. Durante
(Tecoma garrocha) así como el molle (Schinus estas entrevistas se registraron las plantas
fasciculatus) y la maravilla. utilizadas por la gente, así como las técnicas
Desde aproximadamente los 850 m snm empleadas en su obtención, procesamiento
hasta los 1250-1300 m snm hacia el interior y consumo y las herramientas o instrumen-
del bolsón, en la zona que se denomina ba- tal implicado. Se confeccionaron coleccio-
jada, se extiende una comunidad de jarilla nes de referencia de partes de plantas úti-
(Larrea cuneifolia), a la que acompañan en les para su observación tanto macro (Fig. 2
primer lugar el usillo (Tricomaria usillo), A,B,C,D) como microscópica (Fig. 2 E), las
luego la brea (Cercidium praecox), la pata y cuales nos ayudaron a identificar luego los
el tintitaco (Fig. 1D). restos arqueológicos vegetales.
Documentos históricos del siglo XVII y de Es interesante destacar que actualmente
viajeros que visitaron la región durante el gran parte de la población de El Shincal se
siglo XIX y principios del siglo XX, así como dedica como actividad principal al cultivo
datos provenientes del registro arqueoló- de nogales (Fig. 3 A,B) y olivos. A menudo
gico vegetal, permiten inferir que este tipo plantan también comino, ají, membrillo,
de vegetación estuvo presente en la zona al maíz, trigo y cítricos con los que se hacen
menos desde tiempos Inkas. mermeladas y frutas en almíbar. También
se cultivan duraznos, vides e higos, con
los que se elabora fruta desecada. Algunos
La etnobotánica de campesinos son asimismo horticultores de
El Shincal: pobladores una gran variedad de plantas que luego
actuales y usos de plantas venden a comercios en Belén.
Es ostensible que muchas de las activi-
Los estudios etnobotánicos llevados a dades antes mencionadas observan una
cabo en El Shincal tuvieron dos objetivos marcada influencia europea. A pesar de
principales. Por un lado, rescatar el impor- ello, los pobladores conservan innumera-
tante acervo cultural del que son poseedo- bles saberes tradicionales asociados al uso
res los habitantes de la zona y darlo a cono- de plantas y animales nativos. Las investi-
cer al resto del mundo; y por otro, encontrar gaciones etnobotánicas realizadas pusieron
vías alternativas de interpretación del regis- de manifiesto que alrededor de noventa
tro arqueológico que permitan vislumbrar especies nativas registraron usos diversos.
continuidades y rupturas en el ejercicio Un 63% de las mismas constituyen recursos
Figura 2. Colecciones de referencia de material actual de El Shincal. A. Maíz amarillo/amarillento. B. Maíz pishingo/
pispito. C. Maíz capia. D. Taco de madera de árbol blanco. E. Corte delgado de madera de retamo (Bulnesia retama)
visto al microscopio óptico.
medicinales, mientras que un 24% son co- postes, cucharas, escobas y canastos). Estos
mestibles, aromáticas y condimenticias y un recursos son colectados manualmente de
26% constituyen recursos combustibles, tin- distintas unidades topográficas como el pie
tóreos y madereros (tirantería, cercos vivos, de monte y la bajada (mencionadas por los
pobladores como llano), cerro, río y puna espectro. Entre las medicinales, por ejem-
y constituyen una rica fuente de hipótesis plo, existen alternativas para regular el co-
para el trabajo arqueobotánico. lesterol, la presión, los dolores renales y de
Las aplicaciones de las diversas especies articulaciones; así como otras que sirven
utilizadas actualmente abarcaron un gran como antigripales, digestivas, estomacales
Figura 4. Registros etnobotánicos en El Shincal. A. Don Ramón Fonteñes hachando tusca para leña. B. Doña Carmen
Varas pelando porotos. C. Betty Quiroga y Gabriela moliendo maíz. D. Ramón Morales moliendo “sal del cerro”.
es común que ahora lo encontremos a 0,40, samiento dieron origen al registro arqueo-
0,70 o 1 m de profundidad según el caso. La botánico nos permite tener más información
extracción de estos restos del sedimento que sobre las prácticas que las sociedades pasa-
los contiene se denomina “recuperación”. das llevaron a cabo y, de esta manera, en-
La mayor parte de los restos de El Shincal tender mejor todos los aspectos de su vida.
fueron recuperados mediante la utilización Para poder distinguir estos procesamientos
de una “máquina de flotación” (Fig. 5 D). en el registro arqueológico nos valemos de
Consiste en un lavatorio provisto de circula- la información etnobotánica descripta an-
ción y agitación constante de agua donde se teriormente y de la experimentación, por
vierte el sedimento que se obtiene de cada medio de la cual replicamos en laboratorio
estrato de las cuadrículas de excavación. secuencias de procesamiento para analizar
Los especímenes vegetales flotan y pasan, las características de sus productos interme-
por un caño de rebalse de la máquina, a una dios, finales y residuos con el fin de distin-
bolsa de tela. Una vez secos son llevados guir sus correlatos morfológicos en el regis-
al laboratorio para analizar bajo lupa y/o tro arqueológico (Fig. 6 A,B)
microscopio. Dado que los restos carboni- En El Shincal se recuperó un total de
zados lucen distinto a los vegetales frescos, 2.494 fragmentos de frutos, semillas y tallos
para poder identificarlos es necesario que y 14.278 fragmentos de madera carboniza-
confeccionemos una “colección de referen- da. A través de su estudio sabemos que allí
cia carbonizada artificialmente a tempera- los Inkas dieron uso a una variedad muy
turas y tiempos controlados, similares a los grande de especies vegetales. Distingui-
de los fogones arqueológicos (Fig. 5 E,F,G). mos al menos 23 diferentes plantas desti-
De esta manera podemos comparar esta co- nadas a aplicaciones variadas, sin contar
lección con nuestros restos arqueobotánicos aquellas empleadas como leña. Dentro de
e identificar los últimos más fácilmente. esta última categoría fueron identificados
Muchas veces las plantas son procesa- fragmentos de madera de retamo, molle de
das antes de ser consumidas, por ejemplo beber, shinki, barba de chivo, y brea, entre
durante la preparación de una comida. El otras. Las plantas más frecuentes son fue-
procesamiento puede afectar el aspecto y ron aquellas asociadas a contextos alimen-
grado de integridad de las plantas utiliza- ticios. Por ejemplo, encontramos restos de
das. Asimismo, conocer qué tipos de proce- vainas de árbol blanco y negro, de frutos
Laboratorio de Análisis Cerámico. Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Universidad Nacional de La Plata.
1
Laboratorio de Análisis Cerámico. Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Universidad nacional de la Plata. CONICET.
2
rrencial, siendo una de las causas de la for- Flores, la Dra. Emilia Iucci y la Lic. Celeste
mación de barreales, típicos en la zona. Valencia, realiza prospecciones, excavacio-
Las características climáticas favorecen la nes y actividades de extensión, financiadas
conformación de una flora en la que predo- a través de diversos proyectos, por la UNLP
mina el matorral o la estepa arbustiva con y por organismos de promoción científica.
asociaciones vegetales adaptadas a la vida Las labores de campo se han concentrado
en ambientes secos –jarilla, matasebo, mon- en sitios adjudicados a momentos tardíos,
te negro, pichana, brea, chilladora y alpa- previos y contemporáneos a la llegada de
taco-. En los fondos de quebradas y orillas los inkas al territorio –aproximadamente en
de ríos se observan bosques marginales de 1450 d.C.-. (Fig. 1)
algarrobos, chañares, breas y sauces. Los primeros estudios en el valle de Hual-
Con respecto a la fauna, los animales más fín se remontan a fines del siglo XIX y com-
representativos consisten en reptiles -boa prendieron diversas expediciones llevadas
vizcachera, iguana, tortuga terrestre-; aves a cabo por investigadores del Museo de La
–perdices, suri, águila mora, halcón peregri- Plata. A principios del siglo XX se desarro-
no- y mamíferos –roedores, zorro gris, gato llaron excavaciones financiadas por Benja-
montés y puma entre otros-. mín Muñiz Barreto, quien fundó un museo
Los estudios sobre restos botánicos y propio con los ejemplares obtenidos de la
faunísticos indican que en momentos pre- excavación de tumbas. En la década de 1930
hispánicos existían condiciones que favo- Muñiz Barreto vendió la colección –que hoy
recían la existencia de especies que hoy se lleva su nombre- al Museo de La Plata y aún
encuentran muy reducidas o desaparecidas permanece alojada en la institución, consti-
tales como los algarrobos que configuraban tuyendo uno de los valores patrimoniales de
grandes bosques de los cuales hoy se conser- la misma.
van sólo relictos. Del mismo modo, se han Desde entonces hasta la actualidad se han
registrado restos de camélidos silvestres continuado las labores arqueológicas por
–guanaco- y domésticos –llama-, cuya pre- parte de distintos equipos de trabajo. Los re-
sencia actual se confina a zonas más eleva- sultados de dichos estudios permitieron re-
das, por encima de las altitudes del valle. construir diversos aspectos de la vida de los
Las condiciones descritas configuran un pueblos que habitaron el valle, desde hace
paisaje árido a semiárido, en el cual se re- por lo menos dos mil años.
quiere, hoy como en el pasado, de la mano Como ya hemos señalado, durante los pri-
del hombre para desarrollar condiciones meros años del siglo XX las labores arqueo-
adecuadas de subsistencia. lógicas consistieron en excavaciones de tum-
bas mientras que a partir de la década de
1950 se trabajaron también sitios de habita-
Los estudios en el valle ción. Las excavaciones de tumbas compren-
y los interrogantes dieron restos materiales adjudicados a mo-
investigados mentos tempranos en tanto que los trabajos
sobre sitios habitacionales se concentraron
El equipo de investigación del Laborato- sobre evidencias correspondientes al deno-
rio de Análisis Cerámico de la Facultad de minado Período de Desarrollos Regionales o
Ciencias Naturales y Museo de la Universi- Tardío –que comprende los siglos XI a XV-.
dad Nacional de La Plata, bajo la dirección Hacia mediados del siglo XV se produce la
de la Dra. Bárbara Balesta desarrolla tareas llegada de los inkas a territorio del noroeste
en esta zona desde hace veinte años. El mis- argentino (NOA) y posteriormente se aña-
mo, integrado por la Lic. Nora Zagorodny, den los efectos de la conquista española.
el Dr. Federico Wynveldt, la Dra. Marina El Período de Desarrollos Regionales/
Figura 1. Mapa
del valle de
Hualfín con sitios
arqueológicos
y localidades
actuales (F.
Wynveldt).
nifica la diversidad en la forma de los asen- carácter defensivo. Dentro de estos últimos
tamientos? ¿Cómo y por qué surgen las for- se pueden distinguir aquéllos emplazados en
tificaciones y qué rol cumplieron dentro del sectores altos -100 a 200 m sobre el nivel del
esquema de poblamiento? ¿Cómo se procu- terreno- y de muy difícil acceso tales como
raban la subsistencia? ¿Cómo enterraron a Loma de los Antiguos (Fig. 2), Cerro Colora-
sus muertos y qué concepción tenían sobre do de La Ciénaga de Abajo entre otros y los
la muerte? ¿Cómo fueron las relaciones con que se hallan sobre lomadas más bajas –entre
pueblos vecinos que habitaban otros valles? 15 y 50 m- de los cuales Loma de la Escuela
¿Cómo impactó sobre los pueblos Belén la (Fig. 3) Loma de Ichanga, Palo Blanco y La
invasión inkaica? Estancia, constituyen algunos ejemplos in-
vestigados.
Los grupos Belén construyeron sitios de
Poblados protegidos, habitación con diferentes características;
caseríos y actividades de algunos de ellos constituyeron verdaderos
subsistencia poblados conglomerados, con distintas can-
tidades de recintos, ubicados sobre lomadas
Los asentamientos Belén en el valle de de difícil acceso y protegidos por murallas.
Hualfín suelen ubicarse en tres zonas dis- Otros sitios, también localizados sobre lomas,
tintas: sitios sobre piedemontes -como Cam- tuvieron menor tamaño y concentración y no
po de Carrizal-, sitios en zonas bajas aledañas se dotaron de estructuras defensivas.
a cursos de agua -sobre las barrancas de los Las estructuras habitacionales de los pobla-
ríos Ichanga y Hualfín- y sitios en altura de dos Belén generalmente tuvieron forma rec-
tangular y fueron construidas con paredes de zamientos de los sitios se podría pensar que
piedra -denominadas “pircas” en el lenguaje aquéllos emplazados en zonas más altas sir-
local-. Los techos consistieron en estructuras vieron como protección para ciertos sectores
de ramas de distintos grosores, cubiertas por de la población Belén, mientras que los que
barro batido mezclado con pedregullo y ma- se ubicaron en áreas más bajas albergaron
teriales vegetales -a los que se llama “torta a habitantes menos favorecidos, que se de-
del techo”- y fueron sostenidos por postes y dicaban fundamentalmente a la explotación
vigas de madera dura -habitualmente alga- agrícola. Dentro de los sitios protegidos tam-
rrobo o chañar-. bién se observan diferencias de tamaños y
Por otra parte, se han registrado y excava- concentración de habitaciones, que podrían
do sitios conformados por pequeños núcleos evidenciar una jerarquía representada por
de dos o tres recintos, emplazados entre los poblados más importantes, habitados por lí-
campos de cultivo sobre el piedemonte que deres locales y sus parientes y aliados.
desciende de la ladera occidental del valle. El desarrollo de la agricultura hidráulica
Los recintos se encuentran entre las terra- permitió utilizar terrenos que superaron, en
zas de cultivo, que fueron regadas gracias al superficies cultivables, a las actuales. Los
aprovechamiento de distintos cursos de agua excedentes obtenidos del cultivo se alma-
que bajaban en sus cercanías. Para controlar cenaban en distintos tipos de estructuras
y almacenar el agua construyeron estanques entre las que se destacan depósitos bajo el
artificiales, acequias y canales de riego. nivel del piso, denominados “colcas”. Los
Con respecto a las diferentes característi- cultivos principales comprendieron funda-
cas y posibilidades que ofrecen los empla- mentalmente maíz, porotos, maní y zapallo.
Figura 2. Plano de
Loma de los Antiguos
mostrando estructuras de
habitación y murallas de
circunvalación del sitio.
(F. Wynveldt 2009).
veces de forma triangular - y retorcida en la, entre la serpiente y el rayo así como su
forma de S, en líneas quebradas, orientadas simbolización en forma de zigzag. También
de modo horizontal o vertical. recogieron una leyenda andina que narra
Se conoce que el culto de la serpiente te- que Sumac Ñusta, la diosa de la lluvia, tenía
nía un papel muy importante en las pobla- una vasija en la que guardaba agua y la vol-
ciones prehispánicas en América Occidental caba sobre la tierra. Cada tanto, su hermano
por lo cual se puede pensar que los pobla- Catequil –el rayo-, rompía dicha vasija, lo
dores Belén compartían estas creencias. que provocaba tormentas con truenos, re-
El simbolismo de la serpiente es común en lámpagos, lluvia, nieve o granizo. Aquéllos
toda la región de Santa María, Andalgalá, estudiosos interpretaron que Catequil estaba
Belén y Tinogasta. Relatos de principios del representado en las vasijas santamarianas y
siglo pasado indican que para aquella época belén a través de la serpiente zigzagueante.
la serpiente todavía era considerada como Una cuestión que llamó la atención a los
custodia de los enterratorios, motivo por el investigadores fue la diferencia de tamaño
cual se relacionaron aquellas creencias con que existe entre las tinajas, observando que
su representación en las tinajas de uso fune- aquellas que fueron destinadas para un uso
rario. doméstico son de mayor tamaño que las de
Los investigadores pioneros de fines del uso funerario. Si pensamos que por su mor-
siglo XIX han dejado testimonios que indi- fología y tamaño, las tinajas de uso domésti-
can que los habitantes de la zona habrían co podrían haber sido utilizadas para conte-
tenido por dioses al trueno y al rayo y des- ner agua, resulta comprensible la represen-
tacan que en la región aún existe la creencia tación de la serpiente sobre sus superficies.
que relaciona la aparición de una víbora con Las ollas son semejantes a las tinajas, pero
la caída de un rayo y como consecuencia, a sus cuerpos son más globulares, algunas de
la llegada de la lluvia. Esto permitiría com- ellas no tienen cuello y cuando los poseen
prender el vínculo, en la mitología vernácu- son más cortos. Además, a diferencia de las
Figura 5. Ejemplos de representaciones de serpientes sobre tinajas Belén y quirquinchos en pucos Belén. (F.
Wynveldt)
tinajas, no siempre presentan asas. Las ollas de enterrar a los adultos –en forma directa
aparecen en los sitios con mucha menor fre- en la tierra- y a los niños –en urnas funera-
cuencia que las tinajas y su decoración con- rias -.
siste fundamentalmente en figuras geomé- Los espacios incluían entierros dispersos
tricas en la base y cuello, mientras que en el en el campo –vinculados a zonas de cul-
cuerpo suelen presentar una diversidad de tivo-, en inmediaciones de los poblados,
motivos zoomorfos. intercalados entre espacios de vivienda o
Los pucos o cuencos son piezas abiertas dentro de los mismos recintos -tal el caso
que posiblemente hayan sido usadas para el de dos entierros infantiles excavados por
servicio -las de mayor tamaño- y consumo nuestro equipo en Cerro Colorado de La
-las más pequeñas- de comidas. Su decora- Ciénaga- (Fig. 6).
ción en las paredes externas consiste gene- La construcción de las tumbas siempre
ralmente en líneas onduladas verticales. En comprende una cobertura lítica, que puede
ocasiones su interior está decorado con gran consistir en grandes piedras por debajo de
diversidad de motivos zoomorfos entre los las cuales se cavaba un lugar para localizar
que se cuentan figuras de serpientes pero a los cuerpos o en oquedades revestidas y
también se han representado quirquinchos techadas con piedras -denominadas “cis-
(Fig. 5). Estos últimos probablemente hayan tas”-. Los niños se localizaban dentro de
formado parte de las preparaciones culina- tinajas cerámicas, que a su vez se tapaban
rias contenidas en dichas vasijas. con piedras o se sellaban con otras vasijas.
Sobre la base de la variedad de tumbas
observadas se elaboró una clasificación en
Cómo enterraron la cual se proponen las siguientes variantes:
a sus muertos cistas (con pared pircada, con o sin techo
y/o falsa bóveda); medias cistas (con parte
Se han registrado varias costumbres mor- de pared de piedra y bóveda y asociadas a
tuorias que se distinguen por los diversos bloques); entierros bajo bloque pircado; cá-
espacios que se utilizaban para albergar los maras funerarias sin paredes; entierros en
cuerpos y por la distinción entre la forma urnas (directos, bajo bloque y bajo bloque
Entierro1
Entierro 2
como defensivo, tales como emplazamiento ciones en épocas de lluvia. Un caso particu-
en altura, diferencias de elevación entre dis- lar está constituido por Loma de Ichanga a
tintos sectores, existencia de barreras para cuyo pie confluyen los ríos Ichanga y La
el acceso, tanto naturales -cuerpos de agua, Calera, cursos transitorios que sólo trans-
cárcavas, riscos, etc.- como artificiales -mu- portan agua superficial en eventos drásticos
rallas de circunvalación, sistemas de muros estacionales. Estos cursos no parecen haber
múltiples, barreras de carácter perecedero sido barreras importantes para el acceso al
o móviles, como plantas espinosas, barro, sitio, no obstante constituyen verdaderos
troncos-, y un alto grado de visibilidad -el arenales, parcialmente descubiertos de ve-
campo visual que puede obtenerse del en- getación, lo cual los convierte en espacios
torno desde un sitio particular-. muy expuestos cuando se observan desde
Además, pueden señalarse como rasgos la altura de Loma de Ichanga.
defensivos: entradas diseñadas para res- Existen otros indicadores no arquitectóni-
tringir el acceso y la circulación, ángulos en cos para dar cuenta de la conflictividad im-
murallas, parapetos, ubicación de posibles perante en este periodo. Uno de ellos con-
puestos de observación o divisaderos y pre- siste en el hallazgo de armas, como puntas
sencia de terrazas o plataformas. de proyectil confeccionadas a partir de dis-
En todas las localidades arqueológicas tintas materias primas. La mayor parte de
del valle de Hualfín –La Ciénaga, Asampay, ellas fueron manufacturadas con obsidiana
Eje de Hualfín, Puerta de Corral Quemado, procedente de la Puna catamarqueña, para
Corral Quemado, entre otras- se han detec- cuya obtención debieron trasladarse por
tado evidencias arquitectónicas de defensi- más de 200 km o adquirirla por intercambio
bilidad representadas por sitios en altura, si con otros grupos (Fig. 7).
bien dichas alturas son variables –entre 50 y También se considera una prueba de vio-
200 m sobre el nivel del terreno-. En algunos lencia el hallazgo de restos esqueletales hu-
sitios existen barreras artificiales, dadas por manos decapitados o con traumatismos se-
la presencia de murallas de gran longitud veros que podrían haber causado el deceso
y de sistemas de muros múltiples –Cerro de las victimas. Un hallazgo interesante en
Colorado de La Ciénaga de Abajo, Cerrito este sentido está constituido por el cuerpo
Colorado de La Ciénaga de Arriba, El Moli- de una mujer sin cabeza, debajo del piso de
no de Puerta de Corral Quemado-. Aunque una habitación de Loma de los Antiguos,
muchas de estas murallas y muros no tenían sitio en el que también fueron recuperadas
gran altura, debieron facilitar la circulación numerosas puntas de flecha de obsidiana y
de los pobladores por las laderas así como de hueso.
brindar la posibilidad de parapetarse para Asimismo, ciertas características de aban-
vigilar y alertar en caso de que alguien se dono de los sitios como incendios masivos
aproximara. Por otra parte, la sola presen- -tal el caso de una habitación en Loma de
cia de estas construcciones representaba un Ichanga-, en algunas circunstancias pueden
factor disuasivo. ser interpretadas como consecuencia de en-
Asimismo, deben haber operado las ba- cuentros violentos entre grupos.
rreras naturales, tales como los ríos, que El crecimiento de la población, las fluc-
funcionarían como obstáculos durante el tuaciones climáticas, la escasez de recursos
verano. Ejemplos de estas situaciones se ob- y las modalidades de asentamiento tuvie-
servan en Cerro Colorado de La Ciénaga de ron lugar en el valle antes de la llegada de
Abajo, Pueblo Viejo del Eje de Hualfín y El grupos extraños al mismo. Por este motivo,
Molino de Puerta de Corral Quemado –en- creemos que los mismos pobladores Belén
tre otros-, ubicados a la vera de ríos cuyos deben haber vivido pugnando por legitimar
caudales se incrementan en grandes propor- liderazgos y derechos. Por otra parte, sus
Figura 7. Puntas de proyectil de obsidiana recuperadas en los sitios Campo de Carrizal. (A), Loma de los Antiguos (B),
Cerro Colorado (C) y Lajas Rojas 4 (D). (M. Flores).
CAPíTULO
LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA
CULTURAL PREHISPÁNICA DEL
3 VALLE DE HUALFÍN
CONICET- UNLP FCNYM Laboratorio Análisis Cerámico; 2 UNCat.FACEN; 3CONICET-Museo Etnográfico UBA- UNLP.FCNYM;
1
CONICET- UNLP.FCNYM.
4
Figura 2. A. Cementerio de
C Cardón Mocho, Azampay.
B. Entierro de la máscara.
C. Entierro de la Ciénaga
con máscara de piedra.
A B
Figura 3. A. Mapa de La Ciénaga. B. Entierros La Manga, en Cardón Mocho. C. La figura humana Ciénaga. D. La
figura zoomorfa Ciénaga.
del cauce sur del Río La Manga y de Río tancia desde épocas muy tempranas. Las in-
Diablo excavados en 1967. humaciones infantiles tenían como ajuar una
Entre ambos ríos se ubica el cementerio 14 placa de Cu decorada y un caracol de proce-
analizado por Dulout en 2005, donde se re- dencia pacífica Olivia peruviana (costa Chi-
gistra la mayor concentración de inhumacio- lena), indicando, que los intercambios con el
nes con contexto exclusivo La Manga y una área chilena tienen mayor profundidad cro-
tumba encontrada en el cementerio Agua- nológica remontándose a esta fase.
da Orilla Norte. En Azampay, varios de los
esqueletos del cementerio al pié de la loma
del cardón Mocho son contemporáneos, sus Temprano Propiamente Dicho
fechados realizados en el LATYR rindieron
2220 ± 60 A.P, 2020 ± 60 AP, 2000 ± 60 Este momento, restringido a las antiguas
A.P. fases II y III de La Ciénaga, esta representa-
Entierros muy tempranos de cardón Mo- do por setecientos ochenta y seis entierros
cho testimonian el intercambio de larga dis- clasificados y estudiados (Fig. 3).
120 70
62
100 60
100
80 50
63,3 39,24
58 40 38
60
30 24,5
40 36,7 23
20 16 14,55 15
20 10 10,2 9,49
4 2,53
0 0
N° DE TUMBAS % DE TUMBAS CAGYP CAGG CAP AGG AGYP AP
BARREALITO N° DE TUMBAS
AON % DE TUMBAS
Gráfico 1. Fase aguada. Número y porcentual de Gráfico 2. Número y porcentaje de tumbas por
Tumbas N=158 grupos contextuales N=158
1. LATYR 587 Barrealito Azampay Recinto 3 (F. Barrealito).Sempé. 1430 ± 60 A.P - 520± 60 d.C Tabla . Fechados
Un Sigma: [cal AD 601: cal AD 691] 0,934571 Dos Sigmas: [cal AD 557: cal AD 775] 1.
[cal AD 750: cal AD 762] 0,065429
Período Medio.
3. Lu 370 Río Diablo nº 3. (F. Barrealito). González. 1410± 50 A. P. – 540 d.C. ± Valle de Hualfín
Un Sigma: [cal AD 636: cal AD 695] 0,781121 Dos Sigmas: [cal AD 557: cal AD 775] 1,
[cal AD 696: cal AD 708] 0,073748
Calibración
[cal AD 748: cal AD 765] 0,145131 hemisferio Sur
11. P. 343. La Ciénaga sitio 10 recinto pequeño. Aguada. González 1210±54 A.P. -740 d.C
Un Sigma: [cal AD 782: cal AD 789] 0,043824 Dos Sigmas:[cal AD 714: cal AD 745] 0,035891
(Calibration
[cal AD 811: cal AD 848] 0,237305 [cal AD 767: cal AD 992] 0,964109 data set:
[cal AD 853: cal AD 902] 0,351106
[cal AD 915: cal AD 968] 0,367765
shcal04.14c. #
12. U. 155. La Ciénaga sitio 10 Gran recinto. Aguada. González 1180±80 A.P. – 770 d.C McCormac et al.
Un Sigma: [cal AD 782: cal AD 789] 0,0268 Dos Sigmas: [cal AD 688: cal AD 1035] 1,
[cal AD 812: cal AD 847] 0,156146
2004).
[cal AD 855: cal AD 991] 0,817053
13. L. 307. La Ciénaga sitio 10 Gran recinto. Aguada. González 1130 ± 90 AP – 820 d.C
Un Sigma: [cal AD 783: cal AD 787] 0,01097 Dos Sigmas: [cal AD 719: cal AD 742] 0,016294
[cal AD 824: cal AD 842] 0,049779 [cal AD 769: cal AD 1156] 0,983706
[cal AD 861: cal AD 1041] 0,939251
15. LATYR 2319 Loma Larga Sempé 920 ± 90.
Un Sigma: [cal AD 1044 : cal AD 1088] 0,744702
[cal AD 1104: cal AD 1228 ] 0,255298
A B
Figura 6. A. Barrealito, recintos 1 y 2. 3. B. Barrealito, recinto 3 y ollas. C. Figuras felínicas Aguada. D. Figuras
humanas Aguada.
Aguada, la religión ejerció una dominación des dimensiones, con pisos de entre seis y
manifiesta en la fuerte expresión religiosa mas metros de extensión y grandes fogones
en el campo funerario, hecho señalado por comunales con sectores diferenciados por
González en varias de sus obras. Las imá- piedras para la cocción de alimentos que in-
genes figurativas muestran una variación dican modalidades constructivas de vivien-
importante en la complejidad de sus expre- das tipo “malocas”; Sempé en 1969 encontró
siones, formas de asociación y cantidad de estructuras semejantes en el valle aledaño
iconos presentes en las tumbas, indicando de Abaucán, para los comienzos del Tar-
gran riqueza de significantes a nivel ideo- dío; esto muestra un quiebre importante en
lógico. Esto refleja la transformación de las relación a las formas de asentamiento con
viejas comunidades Ciénaga en una nueva paredes de piedra, recintos diferenciados y
formación social que se expresó con un en- corrales, propios de Aguada.
tramado de significaciones que denotan la Tampoco en los entierros se registraron
hegemonía ideológica Aguada por la exis- mezclas. En la Ciénaga, las urnas Hualfín
tencia de procesos de resignificación que forman agrupamientos pequeños en sitios
muestran cómo los antiguos iconos, incor- aislados, lejos de los cementerios con mate-
poraron una dimensión felínica de la que riales Ciénaga y Aguada.
carecían en sus atributos originales, caso del
saurio, la llama y la víbora.
En El Shincal al Suroeste del valle de Período Tardío Propiamente Dicho
Hualfín, se encuentra el sitio Loma Larga,
que González interpretó como sitio cere- 1. Fase Belén
monial, constituido por varias estructuras La Formación Social Belén tiene una cla-
de paredes de piedra; está asociado a cerá- ra y restringida distribución espacial que
mica Aguada un poco más tardía desde el abarca en su foco de desarrollo a los depar-
punto de vista estilístico, coherente con un tamentos de Belén y Tinogasta de la provin-
reciente fechado de 920 +-90 edad C14 con- cia de Catamarca. Sempé ha interpretado la
vencional. misma como un señorío que tuvo su núcleo
de acción geopolítica en el valle de Hualfín
con relaciones o procesos expansivos hacia
Periodo Tardío (950 – 1480DC) los valle aledaños.
La ocupación humana tiene un patrón al-
Periodo Tardío Inicial deano agrícola con obras hidráulicas y an-
denes de cultivo. Los sitios habitacionales
1. Fase Agua Verde se estructuran en agrupaciones de entre 20
Esta representada por sitios de ocupación y 100 recintos, dispersos o sobre elevaciones
con contextos correspondientes a la entidad formando poblados con defensas. También
“Hualfín” definida por González en base a hay lugares funerarios.
las excavaciones de 1952 de un entierro y re- Al occidente del valle los tres niveles de
cintos en Quillay y las de 1969 en los sitios piedemonte están ocupados por asenta-
de vivienda de Agua Verde, construidos mientos Belén. Desde Agua Linda hasta Las
con paredes de material perecible y arcilla, Manzas, en el más alto se ubicaron andenes
fechados hacia el 900 – 1000DC. Cabe des- de cultivo, represas, recintos de vivienda
tacar que estos sitios no tienen materiales dispersos entre andenes de cultivo y si-
mezclados, ni con Aguada ni con Belén lo tios sobre mesadas. Al Norte, en Carrizal
que significa una discontinuidad cultural en y Azampay, la Loma de los Antiguos y La
la secuencia. Agüita con sus andenes, están en el segundo
Los recintos de Agua Verde son de gran- nivel; en tanto que las poblaciones actuales
Figura 7. A. Entierro en urna Hualfín. B. Loma Negra de Azampay y andenes. C. El Molino. Puerta Corral Quemado y Eje
de Hualfín. D. Esquema geopolítico Belén y el Shincal. Gonzalez, 1966.
de Chistín. Azampay, la Aguita y Carrizal, lidad de Azampay que superan los 10 km²
se ubican en el tercero. El río Loconte, mar- y las registradas también en la localidad de
ca una divisoria de ambiente geomórfico, de Agua Linda al Sur, son indicativos de que la
aquí hacia el norte, los sitios arqueológicos producción agrícola de la ladera occidental
se relacionan a terrazas fluviales y se ubican del valle debió ser redistribuida a otros si-
sobre la unidad del Terciario denominada tios, ya que la misma excedía a la población
“Punaschotter” o Rodados de la Puna; tal que habitaba, en forma permanente, ambos
es el caso de los pueblos viejos del Molino lugares.
de la Puerta de Corral Quemado y El Eje de
Hualfín.
Hay relación estructural entre organiza- Periodo De Influencia Incaica
ción territorial, patrones de asentamiento
y complejidad sociocultural. El patrón de 1. Fase Shincal
asentamiento de pueblos defensivos sobre Como fase cultural, caracteriza al mo-
lomas y recintos al pie esta presente desde mento de contacto Inca-Belén en el valle de
inicios de la cultura Belén. La territorialidad Hualfín (Belén III de González y Cowgill,
de los estilos cerámicos y los patrones de 1975) y por la construcción y establecimien-
asentamiento permiten nos plantea la exis- to de sitios incaicos como parte de la red
tencia de dominios y fronteras, que algunos vial.
han denominado como señoríos y Tarragó y La ocupación incaica fue estudiada por
Nastri tradiciones socioculturales; por tanto Raffino, los sitios muestran coexistencia con
estas características serían un emergente de grupos Belén, en centros administrativos
la complejidad sociopolítica. como El Shinkal de Quinmivil al Sur y el
En el Molino de la Puerta de Corral Que- Pucará de Hualfín al Norte. Cerro Colorado
mado, el más grande conocido para Belén, y Pozo Verde también pertenecen a este mo-
con 110 recintos, existe una estructura de mento. Otros sitios se localizan en la parte
carácter ceremonial, descubierta en las ex- baja del valle (Palo Blanco y Quillay).
cavaciones de 1969. González en 1953 exca- Su influencia es visible en los sitios Belén,
vó una estructura con rampas perteneciente sin que estos perdieran su identidad cul-
a Belén, que interpretó como ceremonial, tural. En contraposición los sitios incaicos
en Cerrito Colorado, frente a La Ciénaga de presentan materiales Belén estilísticamente
Arriba. muy transformados, lo cual posiblemente
El tamaño y la densidad habitacional de marque dos momentos diferentes en la rela-
los sitios Belén no es uniforme; el Eje tiene ción de lo local con lo incaico. Se produce un
80 recintos y la loma de Azampay 45, mien- despoblamiento, compatible con la política
tras que el promedio de construcciones ha- de desarraigo de comunidades. Hay inhu-
bitacionales en los cuarenta sitios Belén es maciones ajenas al valle: el entierro juvenil
de veinte viviendas, de lo cual se deduce intrusivo en urna Sanagasta, en Barrealito
que la mayoría de la población residió en de Azampay y en Palo Blanco otro exclusivo
pequeñas aldeas reforzando la idea de una Yocavil, posiblemente traído por los incas.
jerarquía diferencial entre sitios. Estas dife-
rencias junto a las obras hidráulicas, impli-
caron movilización de grandes grupos de Periodo Hispano Indígena
personas, compatibles con la complejidad
social. La economía redistributiva es un ras- Dos fechados sobre hueso de Bos taurus,
go marcado dentro de la cultura Belén. El procedentes del Shincal, marcan su con-
espacio ocupado por los andenes de cultivo tinuidad en época Hispano-indígena. Se
y las obras hidráulicas asociadas en la loca- producen los primeros asentamientos espa-
CAPíTULO
LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA
QUEBRADA DEL VALLE DEL CAJON
4
María C. Scattolin1, María F. Bugliani1, Domingorena L. Pereyra1, Leticia I. Cortés1, Marisa Lazzari2,
Cristina M. Calo3 y Andrés D. Izeta4
1
Museo Etnográfico, Universidad de Buenos Aires, CONICET; 2Universidad de Exeter, Inglaterra; 3. Museo Etnográfico, Universidad de
Buenos Aires; 4. Museo de Antropología, Universidad de Córdoba, CONICET.
Las aldeas más antiguas del valle del Cajón, en Catamarca, proveen
vestigios arqueológicos que permiten vislumbrar la vida de los pri-
meros labradores y pastores de los valles Calchaquíes. La cerámica, el
material lítico tallado, los huesos de animales, las semillas y carozos
quemados –que se encontraron en las excavaciones efectuadas en las
viviendas– proveyeron evidencias sobre sus modos de vida, activi-
dades domésticas, formas de subsistencia y alimentación, técnicas de
manufactura de objetos y extensión de sus redes de trueque. Además,
una serie de tumbas proporcionó restos humanos que permiten pro-
poner ideas sobre sus prácticas funerarias.
Figura 2. Localización de las tres aldeas en fotos aéreas y, a la derecha, los planos de las mismas.
das menos de un kilómetro entre sí, a las que recintos de habitación como en las áreas de
se suma Yutopián unos 8 km más al norte. cementerio adyacentes, medanosas y en po-
Hay también sitios aldeanos de menor tama- sición lateral.
ño como Esperanza, Casa del Alto y Cardo- Las aldeas están conformadas por cons-
nal Banda. Todos estos asentamientos fueron trucciones de piedra, redondas, o más o
ocupados durante el primer milenio después menos circulares, y de tamaño variable, que
de Cristo. Además han aparecido tumbas ais- fueron edificándose unas adosadas a las
ladas y cementerios de varias dimensiones y otras, formando conjuntos que denomina-
correspondientes a distintas épocas (Fig. 2). mos núcleos habitacionales. Cardonal posee
19 de estos núcleos y Bordo Marcial presen-
ta quince. También existen algunos terrenos
Las aldeas mayores bordeados con muros de piedra,
posiblemente corrales. Asimismo, en las la-
Cardonal y Bordo Marcial están sobre dos deras y cerros adyacentes se observan anti-
pequeñas mesadas, separadas por un cerro guas parcelas destinadas al cultivo.
más alto. Ambas tienen una organización es- Yutopián está situado sobre una colina.
pacial similar, tanto en la disposición de los Está conformado por al menos diez núcleos
Figura 3. Rasgos arquitectónicos de las viviendas: a) hoyo de poste con cuñas de piedra, ahora está vacío, pero
debió sostener un tronco vertical que no se conservó; b) pared con jamba, por debajo de las piedras se ve el cimiento
directamente cavado en la roca natural; c) fogón con piedras para sostener las ollas y al lado, un pozo lleno de cenizas
blanquecinas; d) probable pozo de ofrendas.
habitacionales compuestos por un número vado, están constituidos por tres o cuatro
variable de recintos. En la parte superior pla- piedras redondeadas que sobresalían por
na se hallan dos áreas despejadas como pla- encima de un reborde de arcilla compacto,
zuelas. La ladera oriental está cubierta con situado en una depresión cavada en la roca
una serie de muros de contención paralelos, base. En Cardonal dos pozos cerca de unos
aterrazados. Además hay recintos redondos fogones estaban rellenos con cenizas y pie-
y cuadrangulares, pero estas construcciones dras pulidas, por lo que pensamos podrían
podrían corresponder a épocas diferentes, haber funcionado como braseros.
ya que Yutopián fue habitado también con
posterioridad al primer milenio después de
Cristo. ¿Cuándo estuvieron
En las tres aldeas estudiadas se observa ocupadas las aldeas?
una técnica similar de construcción de las
viviendas. Partes de la roca natural fueron A fin de conocer el momento en que las
cavadas y ahuecadas. Los muros se reali- aldeas estuvieron habitadas se mandaron a
zaron con bloques de piedra encajados, sin analizar pequeños carbones y fragmentos
relleno y asegurados con pequeñas cuñas. de hueso a laboratorios especializados en la
Es común la presencia de artefactos de mo- técnica de radiocarbono o Carbono 14. Di-
lienda, morteros y manos, muchos de ellos cho análisis permite determinar las fechas
rotos o muy desgastados, reciclados como más probables de ocupación de las vivien-
material para la construcción de la casa, ya das. Como resultado obtuvimos 25 fechados
sea como parte de las paredes, usados como radiocarbónicos que demuestran que las al-
jambas o como calzas (Fig. 3). deas gemelas Cardonal y Bordo Marcial, y
También se han recuperado algunos frag- también la vecina Yutopián estuvieron en
mentos de barro batido con improntas de funcionamiento, activas y probablemente
ramas y paja que pudieron haber sido parte interactuando cara a cara en los siglos II, III
de la techumbre o de las paredes. Dentro de y IV después de Cristo.
las habitaciones se suelen observar uno o Aparte de haberse ocupado en la misma
varios hoyos de poste asegurados por cuñas época que Cardonal y Bordo Marcial, Yuto-
de piedra, trozos de morteros rotos, manos pián también presenta evidencias de haber
o pilones descartados, lo cual nos ha dado estado activa en los siglos V, VI y luego vol-
una idea de cómo habrían sido los techos. vió a ser ocupada en el siglo XV después de
La presencia de uno o varios pozos ca- Cristo.
vados en el suelo rocoso de las habitacio- Las tres aldeas fueron más o menos con-
nes es recurrente. En Yutopián, se hallaron temporáneas de otros asentamientos ar-
pozos excavados, algunos hasta 60 cm por queológicos conocidos del Noroeste argen-
debajo del antiguo piso de la vivienda. La tino, como los de El Mollar en Tafí del Valle
mayoría estaban vacíos pero se destaca el (Tucumán), los de Casa Chávez en Antofa-
caso de uno que contenía puntas de obsi- gasta (Catamarca), Palo Blanco en Tinogasta
diana y artefactos de basalto, restos óseos (Catamarca) y los de Alamito (Catamarca).
y pigmento ocre, y por sobre estos objetos,
varias rocas naturales redondeadas y muy
lisas, posiblemente escogidas; creemos que Acerca de las tumbas
pudo haber sido un escondrijo, un pozo de
ofrendas o la base del poste principal de la Además de entender cómo era la vida dia-
vivienda. ria de las antiguas poblaciones de La Que-
Un rasgo sobresaliente de estas vivien- brada, también hemos comenzado a cono-
das son los fogones. Los que se han conser- cer cómo enterraban a sus muertos y en qué
lugares lo hacían. Los trabajos de campo damente mil años antes de Cristo, volvemos
han proporcionado un variado registro de a encontrar evidencias funerarias, en este
las prácticas funerarias de épocas contem- caso, se trata de dos tumbas ubicadas en lo
poráneas a la ocupación de las aldeas de alto de la mesada de Bordo Marcial. Son dos
Cardonal y Bordo Marcial, así como de épo- entierros separados por sendas paredes de
cas previas y posteriores. piedra. En uno de estos sepulcros se realizó
Hasta la fecha, un total de diez enterra- el entierro de al menos 14 personas, entre
mientos fueron detectados en un área muy mujeres y hombres adultos y niños. Sus
reducida, de no más de 5 km2. restos óseos se hallaban mezclados entre sí
La información más antigua que posee- y acompañados por un objeto de carácter
mos sobre las poblaciones que pasaron por único para el Noroeste argentino y los An-
este valle corresponde al entierro de una des: una máscara antropomorfa de cobre,
mujer adulta que fue fechado en unos 6000 es decir, con la forma de un rostro huma-
años antes del presente, esto es, del IV mile- no. Esta es, hasta el momento, la evidencia
nio antes de Cristo. Este es el primer regis- más antigua del manejo de este metal por
tro de cuán antiguo fue el poblamiento del las poblaciones del valle (Fig. 4). La tumba
valle. Para este momento, en La Quebrada contigua también poseía evidencias del tra-
no se han registrado aún indicios de asen- bajo en cobre: un pequeño pendiente que
tamientos, herramientas o de los recursos acompañaba el cuerpo de un niño.
naturales aprovechados. En esta época, el Para la época en que comenzaban a ocu-
valle habría estado habitado por grupos de parse las aldeas de Cardonal y Bordo Mar-
cazadores-recolectores nómades. El entierro cial, hace unos 2000 años, se dispusieron
de esta mujer indica que La Quebrada debió otros dos entierros alrededor de estos sitios.
ser un lugar al cual llegaban para asentarse En la cima de Bordo Marcial, se halló un
de modo temporario, o bien que era un lu- niño en urna con varios cientos de cuentas
gar de paso que atravesaban en su camino de collar de valva. A unos pocos kilómetros
hacia otras regiones –la Puna, los valles y la de Cardonal, el sitio Tres Cabezas también
vertiente oriental andina–, ruta que se usa dio como resultado el hallazgo de dos entie-
hasta la actualidad. rros contemporáneos. Asimismo, sabemos
Hace unos 3000 años, es decir, aproxima- que una gran duna de arena fina y clara que
Figura 4. La tumba colectiva de Bordo Marcial y a la derecha la máscara de cobre que estaba sobre los huesos.
se halla al pie de Bordo Marcial y no lejos de pulida, con el cuello bien demarcado y, des-
Cardonal, estaba siendo utilizada como ce- echados a su lado, varios restos de chañar,
menterio a principios del segundo milenio porotos carbonizados y huesos quebrados
antes de Cristo. de camélido. Distribuidas al interior de esta
Por último, el entierro más moderno de habitación también se recuperaron cuatro
todos se detectó en la cima de la aldea Car- puntas de proyectil. Este conjunto de mate-
donal: la tumba de un hombre sin cabeza riales y rasgos indican que aquí se procesa-
bajo un montículo de piedras y acompaña- ban y cocinaban alimentos. Varios agujeros
do por dos instrumentos de hueso de camé- de poste permiten pensar que la E5 pudo
lido. haber estado semitechada.
Estos diez entierros son como mojones La estructura E3 habría sido un sector de
temporales en una trayectoria a largo plazo alto tránsito. Al ingresar a esta habitación,
en la ocupación de esta región. La disposi- sobre la izquierda, quedó una olla ordina-
ción de los cuerpos en puntos particulares ria junto al muro y más allá una punta de
del paisaje, a lo largo del tiempo, nos indi- proyectil sobre el piso. Además había va-
ca que este lugar debió ser importante en el rias conanas de dimensiones variables. En
tránsito desde muy antiguo. La arqueología el centro, un hoyo de poste con pequeñas
ha tenido el privilegio de recuperar la me- cuñas líticas alrededor habría sostenido una
moria de más de 5000 años de este paisaje techumbre parcial o completa.
y su gente. En el interior de la habitación E4 apare-
cieron un instrumento de hueso o wichuña y
una punta de proyectil de obsidiana. Éstos,
Una casa en la aldea junto con una pequeña conana, fueron prác-
ticamente los únicos materiales hallados en
Nuestro equipo de arqueólogos excavó el piso casi limpio. Este recinto tiene las di-
de forma completa uno de los núcleos ha- mensiones más pequeñas de la vivienda.
bitacionales de Cardonal, compuesto por Para entrar a la E2, hay que salvar un es-
cinco estructuras o recintos: E1, E2, E3, E4, calón natural de roca, que aumenta la sen-
E5. La vivienda posee una única vía de ac- sación de piso hundido de esta estructura.
ceso en la parte norte que llamamos portal, La composición y arreglo de los elementos
el espacio común que comunica al exterior. hallados al interior de esta habitación, su-
Entrando por allí y a la derecha se abre el gieren la función de depósito de enseres do-
patio E5 –el recinto mayor del conjunto- y mésticos. Estaba llena de artefactos y cacha-
hacia la izquierda se encuentra E3. Luego, rros: dos grandes ollas ordinarias de cocina
a través de E3 se ingresa a las estructuras (Fig. 6d), un cántaro beige, una vasija con
restantes -E4, E2 y E1- el sector más íntimo forma de quirquincho (Fig. 6c), un cuenco
de la casa (Fig. 5). gris pulido y una vasija globular. Además,
En la parte norte del patio E5 el piso era se encontraron impresiones sobre barro co-
un sedimento oscuro y graso, indicio de cido de tres cestos tejidos en espiral, dos
actividades de combustión. Las cenizas de ellos de aproximadamente 40 cm de
producto de la quema de leña u otro com- diámetro y con señales de reparación; el
bustible fueron volcadas en un pozo cavado tercero más pequeño y de confección com-
en la roca bordeado por un anillo de tierra pacta y fina. Cerca de ellos, había también
cocida. En este sector apareció además una improntas de una manta o estera.
olla antropomorfa (Fig. 6b), una pecana, un Sobre el piso de la E2 se encontraron
pequeño mortero y un pilón de tamaño se- unas quince manos de moler. Aparte, otras
mejante. Allí también, sobre el piso, había dos manos fueron usadas para asegurar el
apoyada un hacha pequeña de piedra muy poste de la techumbre en el centro del re-
Figura 5. Abajo, plano de la vivienda N1 con los principales hallazgos y vías de circulación en el interior (flechas).
Arriba, una reconstrucción de la misma casa.
Figura 6. a) fragmentos de cerámica estilo Vaquerías; b) fragmento de olla con rostro antropomorfo; c) vasija con forma
de quirquincho; d) olla globular ordinaria; e) cántaro rojo pulido; f) olla Tafí Monocromo Rojo; g) pipa de cerámica.
Figura 7. Arriba,
puntas de proyectil del
sitio Yutopián. Abajo,
sistema de molienda
arqueológico,
recuperado en La
Quebrada para su
uso en la actualidad;
consta de una conana
o piedra con una
concavidad y una
mano o pilón para
triturar.
ras o cuchillos de tamaño muy grande (unos gráficos. El trabajo consistió en localizar
20 cm de ancho aproximadamente), que al las fuentes de arcilla y arenas disponibles
parecer se habrían usado para la siega de las en la zona, recoger esas muestras y confec-
plantas de quínoa. cionar pequeños ladrillos experimentales
usando esos materiales. Finalmente, fue-
ron observados en el microscopio a fin de
La manufactura de compararlos con las pastas de la cerámica
cerámica arqueológica.
Como resultado de dichos análisis, se de-
A fin de saber cómo se hacía la alfarería terminó que había tres tipos cerámicos pro-
se realizaron distintos estudios que abarca- ducidos localmente con arcillas cercanas a
ron tanto la forma, como la función, el es- las aldeas de Cardonal, Bordo Marcial y
tilo, la manufactura y las materias primas. Yutopián. Este conjunto abarca recipientes
Para conocer los materiales con que esta- de diferentes clases. Había ollas para coci-
ban hechos los recipientes, por un lado, se nar y tinajas de tamaño mediano y grande
hicieron análisis experimentales y petro- para almacenar líquidos y granos. También
CAPíTULO
LAS SOCIEDADES DEL VIENTO:
ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA
“…la respuesta, mi amigo, esta soplando en el viento…” Bob Dylan, The Freewheelin’, 1963
María CarlotDaniel Olivera1,2, Alejandra Elías1,2, Patricia Escola1,5, Michael Glascock8, Lorena Grana1,5,
Jennifer Grant2,3, Violeta Killian1,3,6, Cecilia Laprida1,4, Nora I. Maidana7, Paula Miranda2,3, Héctor Panarello1,6,
Susana Pérez2,3, Martina Pérez2,3, Cecilia Raíces Montero2, María del Carmen Reigadas2, Pedro Salminci1,2
y Pablo Tchilinguirián1,4
1
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas; 2 Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano;
3
Universidad de Buenos Aires, FFyL; 4Universidad de Buenos Aires, FCEN; 5Universidad Nacional de Catamarca (Escuela de Arqueología);
6
INGEIS; 7 DBBE (FCEN, UBA) e IBBEA (UBA-CONICET); 8 Archaeometry Laboratory, University of Missouri Research Reactor.
bres que la vivieron. Afortunadamente, las enseñarnos mucho para la actual vida en el
sociedades humanas dejan a su paso restos desierto.
materiales de su vida cotidiana: evidencias Como dijimos es una historia cultural que
de sus herramientas, restos de basura, por- está íntimamente ligada a la evolución del
ciones de sus casas, su arte en las paredes ambiente natural. Por ello, qué mejor que
de roca. A través de ellos, la arqueología ha comenzar resumiendo lo que conocemos
conseguido reconstruir parcialmente como de la evolución ambiental de la Puna, para
vivieron aquellos puneños, retazos de sus luego resumir la historia cultural de Anto-
costumbres, de los problemas que enfren- fagasta de la Sierra tal como nos la ha deve-
taron y de cómo los resolvieron. Necesaria- lado la investigación arqueológica, enrique-
mente esta historia no escrita será fragmen- cida por las enseñanzas de nuestros amigos
taria y plagada de interrogantes aún por pastores de la Puna que nos permitieron
revelar, pero no por ello menos excitante conocer, por lo menos en cierta medida, la
e importante de ser conocida pues puede complejidad de su vida.
Figura 2. Antofagasta de la Sierra: un oasis en el desierto. Fondo de Cuenca, 1: Río Punilla; Sectores Intermedios, 2:
Lag. Colorada, 3: Río Las Pitas y 4: Tolar Campo; Sectores de Altura, 5: Vega de Altura y 6: Pajonal. A.S.N.N.: Altura
Sobre el Nivel del Mar.
1
El Período Cuaternario o Neozoico es el último de los grandes períodos geológicos y se divide en dos épocas: Pleistoceno y Holoceno, la primera dura
aproximadamente 2.600.000 años mientras el Holoceno apenas 11.000 a 12.000 años. Durante el Holoceno se desarrolló la casi totalidad de la ocupa-
ción humana del territorio argentino.
2
Los humedales son sectores de pastos y vegetación asociados a los cursos de agua, ríos o arroyos, también denominados “vegas”. Son terrenos muy
húmedos y sumamente importantes para la alimentación del ganado en estas zonas áridas.
3
La sigla AP corresponde a Años Antes del Presente y se utiliza como una convención cuando se indica una edad obtenida mediante el método del
Carbono 14. Es posible estimar edades del pasado utilizando las propiedades de este isótopo radioactivo que está presente en los animales y vegetales
pero que deja de incorporarse a estos organismos biológicos cuando mueren y comienza a degradarse a un ritmo establecido.
4
Los principales sitios arqueológicos del lapso 10000-7000 AP son: Quebrada Seca 3 (QS3), Peñas de la Cruz 1.1 (PCz1.1), Cueva Salamanca 1 (CS1),
Punta de la Peña 4 (PP4) y Peñas de las Trampas 1.1 (PT1.1).
años atrás importantes cambios se fueron Sierra no estuvo despoblada en esas épocas.
produciendo en las sociedades puneñas, Es posible pensar que durante ese lapso se
destacándose un mayor sedentarismo, la in- produjera cierto reacomodamiento de la so-
troducción definitiva de las prácticas agro- ciedad quizás en función de la nueva opción
pastoriles, el uso de la cerámica y modifica- productiva (pastoreo, especialmente, y agri-
ciones en el plano social y religioso. cultura).
Si bien desconocemos aún las causas Hacia los 2.500 años AP se registran evi-
exactas que dieron origen a estos cambios dencias de sociedades pastoriles de movili-
y muchos detalles del proceso, una cosa dad más restringida con prácticas agrícolas,
es segura: el hombre de la Puna Argentina pero conservaron la caza y la recolección
iniciaba el camino hacia el sedentarismo, la como actividades importantes. Los caméli-
producción de alimentos y una mayor com- dos constituían un recurso abundante y rela-
plejidad sociopolítica. tivamente predecible con un alto rendimien-
to por individuo y la vida de estos pastores
tempranos se organizaba principalmente
Pastores de nubes: alrededor de ellos.
los primeros pastores y Construyeron los primeros poblados se-
agricultores dentarios, pequeñas aldeas, al borde de los
ríos, accediendo de esta forma a tierras aptas
Las evidencias que poseemos para el para la agricultura y pasturas para el gana-
lapso entre los 4.500 y 2.500 años AP., aun do. Estos primeros pastores con agricultura
escasas, nos indican que Antofagasta de la poseían además nuevos conocimientos téc-
nicos importantes entre los que se destaca Se debe tomar en cuenta que los contactos
uno en especial: la alfarería. de los grupos puneños con sociedades de
Pero, ¿Cuál era el origen de estas socie- otros ambientes, desde la costa pacífica hasta
dades? ¿Eran los descendientes directos de la selva chaqueña, venían desde las ocupa-
los cazadores anteriores o llegaron desde ciones más tempranas y continuaron hasta
alguna otra región andina a poblar la Puna épocas inkaicas, como lo atestiguan numero-
Meridional? Es posible pensar en un proceso sos registros de artefactos y recursos de las
evolutivo regional que fuera paulatinamen- tierras bajas en la Puna y viceversa (Fig. 4).
te incorporando la domesticación del camé-
lido, cierta horticultura y mayores niveles
de sedentarismo a partir de, por lo menos, La economía de los
unos 5.000 años. Pero, es posible que en al- primeros aldeanos
gún momento, entre 3.000 y 2.500 años atrás,
llegaran a la región la agricultura más desa- Estas sociedades parecen haber desarrolla-
rrollada y la tecnología cerámica a través de do lo que denominamos Sedentarismo Diná-
relaciones con otras poblaciones o de grupos mico, poniendo en práctica estrategias mix-
portadores de esos elementos. tas pastoriles y agrícolas, complementadas
con una cuota variable de caza y recolección. implicó no solo usos distintos del ambiente
La estrategia económica estaría principal- sino también estrategias de previsión (tras-
mente organizada alrededor del pastoreo, lado y almacenamiento para consumo dife-
incluso parte de la agricultura pudo haber rido del recurso).
tenido intenciones forrajeras. Si bien el se- Para concluir, resta decir que estos pasto-
dentarismo se hizo más pronunciado, los res tempranos instrumentaron diversas es-
grupos humanos siguieron siendo altamente trategias de control de los animales, relacio-
dinámicos en los movimientos dentro de su nadas con los mecanismos de reproducción y
territorio. mantenimiento del equilibrio de los rebaños,
En el marco del Sedentarismo Dinámico y que el tipo de llama dominante correspon-
estas sociedades tuvieron Bases Residen- dería a la denominada “llama intermedia”,
ciales (aldeas, 3.500 m.s.n.m.) de ocupación menos apta para el transporte y proveedora
anual, como Casa Chávez Montículos, ubi- generalizada de carne y lana. Esto permite
cadas en fondos de valle o en quebradas suponer que fue más restringido el uso car-
protegidas, sectores ricos en recursos para guero de este animal, incrementándose no-
el cultivo y el pastoreo de verano. Pero, en tablemente a partir de los 1.000 años AP y
ciertas épocas del año, integrantes del gru- sobre todo con los circuitos caravaneros de
po se trasladaban a otros sectores en busca épocas tardías e incaicas6.
de pastos alternativos para las llamas y para
cazar vicuñas. Estas prácticas debieron de-
sarrollarse, particularmente, durante el in- De gentes, alfarería
vierno, utilizando puestos de caza y pasto- y artes
reo emplazados en las quebradas de altura
(3.700-3.900 m.s.n.m.). Las excavaciones realizadas en Casa
En todos los sitios los camélidos dominan, Chávez Montículos han puesto en evidencia
identificándose especies silvestres (vicuña) y una recurrencia de ocupaciones que abarcan
domesticadas (llama)5 con frecuencias varia- un lapso de tiempo prolongado (ca. 2.500-
bles. En los sitios de altura la vicuña mues- 1.300 años AP). Algunos elementos muestran
tra casi un 100% de presencia, mientras que cierta continuidad a lo largo de este proceso,
en las aldeas existen evidencias de vicuña y registrándose en diferentes proporciones en
llama. En estas últimas hay indicios de una todos los niveles de ocupación (por ej., cerá-
cadena completa de procesamiento de camé- micas grises a negras, “palas y/o azadas” de
lidos (matanza, consumo y descarte), a dife- piedra, puntas de proyectil de obsidiana, ha-
rencia de los sitios ubicados en las quebradas bitaciones circulares con paredes de barro)
altas, aleros y cuevas como Real Grande 1 y (Fig. 4). Sin embargo, la variabilidad obser-
6, donde predomina el descarte, producto vada en otros permite plantear la posibilidad
de la matanza de los animales, por sobre el de dos grandes momentos en la ocupación
consumo. Esto podría indicar que gran parte del sitio separados por un episodio de des-
de la carne de los animales no se comía en ocupación temporaria alrededor de 2.000
los puestos de caza y pastoreo de altura sino años atrás. El tipo de cerámicas7 presentes
que se trasladaba a la aldea para su consumo pueden ser de gran ayuda para analizar este
posterior. Estos elementos nos muestran una problema.
notable organización del grupo humano que El momento más antiguo se caracteriza
5
Es difícil separar las especies de camélidos silvestres (vicuña y guanaco) de las domesticadas (llama y alpaca), aunque cuando los restos óseos están
en buen estado esto se puede lograr utilizando criterios osteométricos (medidas de los huesos), dentición y tipos de fibra.
6
Para el tema de las caravanas de llamas en épocas prehispánicas andinas se sugiere, entre otros, el trabajo de Nuñez y Dillehay (1995).
7
Por razones de espacio no podemos abundar en las características de la alfarería y remitimos a quién esté interesado a Olivera (1997).
por la presencia de cerámicas negras o rojas, integrantes del grupo familiar realizaban di-
cubiertas por un grueso baño de pintura y versas tareas cotidianas. Los espacios en los
con superficies pulidas, que mostrarían re- que se llevaban a cabo estas tareas habrían
laciones con procesos del Norte de Chile y variado de acuerdo a la estación del año;
otros sectores de la Puna Argentina. El com- durante los fríos meses de mayo a agosto se
ponente más tardío muestra el significativo utilizarían más las áreas internas de las ha-
aumento en la intensidad de las relaciones bitaciones mientras que durante las épocas
con valles del Noroeste Argentino, en parti- más cálidas el espacio exterior circundante
cular Hualfín y Abaucán, ubicados a menor estaría poblado de actividad.
altura. Esto se manifestaría en el aumento de Seguramente, podríamos ver algunos
tipos cerámicos asimilables a entidades como hombres preparando sus herramientas de
Ciénaga y Saujil8, es decir cerámicas grises piedra para la labranza10 o los útiles para
pulidas (lisas, con técnica de incisiones finas la caza y el tratamiento de la carne. En al-
y/o pulidas en líneas), cerámicas con líneas gún telar una mujer se dedicaría a tejer be-
rojas pintadas sobre fondos claros, cerámica llas piezas de lana de llama o vicuña y un
ante pintada y pulida, etc. hombre prepararía cuidadosamente sogas y
En estos niveles más tardíos de ocupación hondas. Sobre los fogones trozos de carne se
se han rescatado también fragmentos cerá- tostarían lentamente y las ollas de cerámica
micos claramente atribuibles a La Aguada9, humearían con el hervido del alimento co-
lo que coincidiría con evidencias en el arte tidiano. Los niños tampoco estarían ociosos,
rupestre. Además, aparecen puntas de pro- algunos ayudarían en las tareas cotidianas
yectil pequeñas sin pedúnculo y grandes a sus padres, mientras otros estarían en los
instrumentos de basalto que guardan simili- campos vigilando el pastoreo del rebaño o
tudes con materiales en sitios de Hualfín. ayudando, quizás, con el hilado y el torcido
Las habitaciones eran principalmente cir- de la lana.
culares, construidas con una base de piedras Cerca de la casa una pareja de mujeres po-
y con paredes de barro amasado y ramas que nen a punto el horno excavado en el suelo
terminaban posiblemente en forma cónica. donde el combustible natural, guano y leña,
En algunos casos se utilizaron pisos interio- pronto cocerá las bellas piezas de cerámica.
res de arcilla amasada y endurecida donde De pronto, levantan la cabeza y saludan a un
se excavaban fogones internos. Alrededor de hombre que se acerca trayendo sobre el lomo
las casas existían espacios para arrojar la ba- de unas llamas la vital carga de leña recogi-
sura, sectores de molinos y morteros para la da en los cerros. Un anciano, mientras pre-
molienda de vegetales, otros para realizar el para en un pequeño mortero la pintura que
faeneado de los animales, tallar la piedra o usará para una ceremonia próxima, cuenta a
manufacturar la cerámica. un grupo de niños historias sobre el mundo
Podemos imaginarnos la aldea de Casa espiritual, alguna técnica para orientarse en
Chávez como un conjunto de chozas relativa- la montaña o sobre las plantas que hay que
mente dispersas, alrededor de las cuales los recoger para los remedios.
8
Ciénaga y Saujil son entidades culturales que poblaron la región valliserrana del Noroeste Argentino entre el comienzo de la Era Cristiana y hasta los
siglos V/VI. Se trataba de comunidades aldeanas pequeñas con una economía donde la agricultura tenía una gran importancia, y que conocían la llama,
la metalurgia y la cerámica. Su organización social parece haber sido relativamente simple y basada en grupos familiares que vivían aislados o reunidos
en pequeñas aldeas con casas construidas de barro, vegetales y piedra.
9
La denominada Cultura de La Aguada constituye una de las expresiones más importantes del proceso indígena del N.O.A. Si bien su origen puede
remontarse al siglo III d.C., alcanza su mayor desarrollo entre los 500 y 1.000 años d.C. Su cerámica de alta calidad técnica y belleza plástica y su ex-
celente metalurgia, de las más logradas del Área Andina Centro-Sur, la colocan en un lugar de privilegio. La Aguada mejoró notablemente la tecnología
agrícola, explotó la llama y comenzó un proceso de complejización de la sociedad que llevó, posiblemente, a la primera integración política de varias
aldeas y/o territorios que se conozca en el Noroeste Argentino prehispánico.
10
Para mayor información sobre la tecnología y los instrumentos de piedra ver Escola 1993, entre otros trabajos de la autora.
Por supuesto que, en el relato anterior, so muestra aristas más modestas. Existen
nuestra imaginación puede habernos juga- evidencias de que alrededor de unos 1.000
do alguna mala pasada. Sin embargo, sirve años atrás se desocupa definitivamente Casa
para darnos idea de la sencilla pero rica vida Chávez Montículos y la aldea parece trasla-
cotidiana de esos antiguos pastores de llamas darse al otro lado del río, al piedemonte de los
y horticultores de la Puna. Cerros del Coypar. Este cambio parece estar
Luego de los 2.000 años AP, aparentemen- íntimamente relacionado con nuevas prác-
te se produjo en Antofagasta de la Sierra una ticas agrícolas más intensivas, con regadío y
potenciación de la ocupación del paisaje, un que interesan mayor cantidad de terrenos. La
incremento de la demografía y una optimiza- cerámica asociada a estos momentos corres-
ción en la explotación de los diferentes secto- ponde a la denominada Belén11y la cronología
res de recursos, se registran más sitios arqueo- de la ocupación en Antofagasta es tan antigua
lógicos en diversos espacios o microambien- como en los valles más bajos.
tes luego de esa fecha. Estos hechos se verían La aldea de Bajo del Coypar no es mucho
reflejados, entre otros elementos, a través de mayor que Montículos, pero incorpora cons-
las características del arte rupestre, existiendo trucciones de piedra y una especialización
una asociación no casual entre los sitios con tecnológica notable en los sistemas de riego.
arte y otros de diferente funcionalidad. Posteriormente, posiblemente hacia los 700
años atrás, la mayoría de la población parece
trasladarse al sitio de La Alumbrera, un ver-
Hacia la complejidad dadero conglomerado urbano fortificado que
socio- política puede haber llegado a albergar varios cientos
de habitantes.
Después de los 1.000 años AP, y más acen- El asentamiento se distribuye al pie del
tuadamente hacia los 700 años AP, se notan Volcán Antofagasta –(el más occidental del
cambios profundos en las sociedades de la conjunto de dos conocidos como volcanes de
Puna Meridional relacionadas con el proceso La Alumbrera) y a orillas de la laguna homó-
en los valles más bajos. nima. El sitio ocupa varias hectáreas cubiertas
El proceso tardío muestra una paulatina de construcciones de piedra negra basáltica,
complejización socio-política evidenciada en está rodeado por muros de circunvalación y
el patrón de asentamiento, donde se observan ofrece diferentes tipos de construcciones (ha-
sitios urbanos de alta complejidad interna (La bitaciones, depósitos, tumbas, senderos, esca-
Alumbrera) y sectores de producción agrícola leras, etc.).
con regadío que cubren varios cientos de hec- Al mismo tiempo que se construye La
táreas (Bajo del Coypar). El aumento demo- Alumbrera, Bajo del Coypar se convierte en
gráfico parece haber sido notable, tanto por el un inmenso sistema de producción agríco-
tamaño de los asentamientos como por la nu- la que llega a ocupar más de 800 hectáreas
merosa cantidad de enterratorios distribuidos cubiertas por campos de cultivo, canales de
tanto dentro de los sitios como en cementerios riego, reservorios de agua, etc.: ¡todo esto en
específicos. uno de los desiertos más áridos de la tierra!
Sin embargo, el comienzo de este proce- 12
(Fig. 5).
11
La denominada Cultura Belén fue identificada originalmente en sitios de los valles de Hualfín y Abaucán, en Catamarca. Su nombre se debe a la locali-
dad del mismo nombre, en cuyos alrededores existen numerosas evidencias de estos grupos. Se construyeron grandes sitios de tipo casi urbano, utilizan-
do la piedra para las paredes, y donde se recoge una cerámica muy característica, en especial de color rojo con dibujos en negro. Eran agricultores, pero
poseían importantes conocimientos de pastoreo de camélidos, y la complejidad de sus asentamientos apunta a que se trataba de un sistema político
con cierto grado de complejidad, posiblemente con un jefe o un grupo de jefes que tomaban las decisiones que involucraban a toda la población.
12
Este momento coincidiría parcialmente con la denominada Anomalía Climática Medioeval, un fenómeno climático de gran aridez y escala global, que
en Europa produjo grandes hambrunas y el desarrollo de epidemias importantes.
Figura 5. Sitios y materiales arqueológicos del Período Tardío-Inka. Antofagasta de la Sierra, Puna de Catamarca (ca.
1.000-500 años AP).
Puna? En algunos aspectos podríamos es- hombres y mujeres de esta época debieron
pecular que no fueron demasiados, ya que ver restringida su libertad de decisión perso-
la gente siguió cuidando sus animales, ca- nal en virtud del bien común. Es posible que
zando, tejiendo y fabricando cerámica. Pero, la organización familiar repartiera una parte
una observación más profunda nos indica- de su trabajo en satisfacer sus necesidades
ría que si existieron cambios notables. personales mientras que otra parte estuviera
La cerámica, por ejemplo, presenta una dirigida a realizar tareas que beneficiarían a
mayor regularidad de formas, técnicas y de- la comunidad en su conjunto.
coraciones que en el período anterior, Esto
podría relacionarse con una cierta estanda-
rización en su manufactura que ya no se En manos de un imperio
realizaría a nivel meramente familiar, sino
que existirían artesanos especializados que La conquista Inka producida en el siglo
se dedicarían a producirla en cantidades XV, modifica substancialmente este pano-
mayores para ser distribuida en el resto de rama y la importante cantidad de vestigios
la comunidad. incaicos apuntan a que la región debió ju-
La existencia de complejos sistemas de gar un rol importante para los intereses del
riego y una gran extensión de campos harían Imperio, tanto en lo económico como en lo
necesario algún tipo de ordenamiento para socio-político (Fig. 6).
disponer de los tiempos de disponibilidad La explotación de los importantes yaci-
de agua, de manera que nadie se quedara mientos mineros de la región fue un fuerte
sin este recurso vital ni abusara de él. Asi- atractivo para la ocupación de la cuenca. La
mismo, la construcción de obras comunales asociación de vestigios Inka con yacimientos
como reservorios, diques o canales, que lue- importantes (Mina Incahuasi, oro; Cantera
go serían aprovechados por la comunidad Inka, ónix; por ejemplo) parecen reforzar
en su conjunto, necesitarían de algún orden esta hipótesis, coincidente con las evidencias
más centralizado que organizara los traba- generales propuestas para el Kollasuyu13.
jos y distribuyera la carga laboral de manera El control de la mayor fuente potencial
equitativa. de recursos de la Puna Meridional y de un
Similares conceptos podemos pensar para punto clave dentro de las vías de circulación
la construcción del espacio público dentro de intra e inter regionales, tanto de bienes como
un sitio urbano. Se deben planificar áreas de de energía e información, habrían llevado al
arrojado de basura, vías de tránsito interno, Imperio a establecer una fuerte presencia en
sectores para almacenamiento y otros espa- la Hoyada de Antofagasta de la Sierra.
cios de uso comunal. Podríamos agregar que El posible trazado caminero parece comu-
la aparición de obras de defensa en los sitios nicar la región con la denominada Ruta al
(v.g., murallas) nos alertan sobre la posible Perú, a través de los Valles Calchaquíes. Este
prevención ante situaciones de conflicto con sería el camino por el cual las riquezas mi-
otras poblaciones, hecho del cual no tene- neras extraídas en el Noroeste Argentino se
mos evidencias para épocas anteriores. dirigían al Cuzco. Por otro lado, el mantener
Todos los elementos mencionados conflu- abiertas estas rutas implicaba el control de
yen en la idea de que se requería de algún los espaciados y focalizados recursos hídri-
tipo de control y organización a nivel comu- cos y de pastura regionales, hecho que sería
nitario que se debió expresar en ciertas es- coherente con la ocupación densa en el oasis
tructuras de poder político y social. Así, los de Antofagasta.
13
Se denomina Kollasuyu a la porción sur del Imperio Inka que involucraba territorios del Sur de Bolivia, norte de Chile y noroeste de Argentina y que era
la mayor de las cuatro provincias que componían el Imperio, ocupando alrededor de 800.000 km2.
Figura 6. Sitios y materiales arqueológicos del Período Tardío-Inka. Antofagasta de la Sierra, Puna de Catamarca (ca.
1.000-500 años AP).
Las superficies de cultivo fueron aumen- enclavada en los cerros por encima de Bajo
tadas mediante una tecnología de regadío del Coypar, podría ser una evidencia des-
más compleja, como por ejemplo en el sis- tacable de la necesidad de un férreo control
tema agrícola de Bajo del Coypar14 que tuvo interno de la región ubicado en un punto
un papel relevante, sea como productor de estratégico vital.
alimentos o como sostén forrajero para las Tal vez, dentro de esa misma línea se
tropas de llamas que fueron un elemento pueda buscar una explicación de la posible
de primordial relevancia política y econó- contemporaneidad entre la mencionada
mica en el mundo inkaico. fortaleza y el importante sitio urbano de La
Asimismo, la densa ocupación inkaica Alumbrera. Además, Antofagasta de la Sie-
mencionada para el oasis de Antofagasta rra sería el único punto geográfico dentro
estaría vinculada con la estratégica ubica- del panorama regional que propusiera una
ción de éste a manera de nudo central de oferta de recursos adecuada para el mante-
las vías de circulación regionales. Hasta nimiento de una alta población estable.
el Siglo XX el oasis aparece mencionado Es importante agregar que en el sector
en todas las crónicas de ruta de arrieros cordillerano de la región se encuentran pa-
que se dirigían desde el sur (incluso des- sos que abren el ingreso a las importantes,
de San Juan) hacia la Puna Norte y Bolivia. desde el punto de vista prehispánico, re-
La presencia de la fortaleza de Coyparcito, giones norte y centro de Chile. La elevada
Aparentemente corresponde a la época Inka la construcción de un canal de riego que tomaba el agua en la vega de Laguna Colorada y se extendía
14
por casi 5 km, constituyendo una obra de ingeniería hidráulica de notable envergadura que permitió aumentar en unas 40/50 Ha el área de cultivo en
Bajo del Coypar.
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CAPíTULO
EL ENTIERRO DE NIÑOS Y ADULTOS
EN URNAS ANDALGALÁ
6
David A. Alvarez Candal1
Encargado Museo Arqueológico Provincial Samuel Alejandro Lafone Quevedo, Dpto Andalgalá, Catamarca.
1
1m Figura 1.
URNA ANDALGALá
Variedad
de urnas de
URNA SANTA MARíA
URNA SANAGASTA los pueblos
habitantes
URNA BELéN
del oeste de
la Provincia
de Catamarca
entre los siglos
X y XVI.
0m
o negro y rojo, siempre sobre una base blan- su “Catalogo descriptivo e ilustrado de las
ca. O el estilo Belén, disperso en el departa- Huacas de Chañar Yaco, Provincia de Cata-
mento que le da nombre y también en An- marca”, la primera descripción minuciosa de
dalgalá, Pomán, Tinogasta y Antofagasta de estas urnas fuerealizada en 1969 por Eduar-
la Sierra; reconocible por piezas de mediano do Berberián tras su visita al departamento.
tamaño pintadas de negro y rojo. Berberián es quien las bautiza con el nom-
Por último, entre los estilos de urna fu- bre tras sus labores arqueológicas de cam-
nerarias para niños frecuentes, el estilo Sa- po y el contacto con las colecciones del Dr.
nagasta, muy notorio del territorio riojano Federico Garzuci y del Museo Arqueológico
pero también expresión artística diseminada Andalgalá.
por el sur de Belén, en Andalgalá, Pomán, El enterratorio Andalgalá característico se
y parte de Tinogasta. El estilo Sanagasta se compone de dos piezas principales: la urna
reconoce por piezas con mayor volumen a y su tapa. Estas piezas técnicamente se ela-
las referidas con anterioridad ya que po- boran mediante el enrollamiento anular de
seen un cuerpo globular amplio y suelen colocación de pasta. Las superficies de las
estar coloreadas con franjas rojas y negras piezas presentan estrías o “marleado” pro-
sobre una base blanca, o los colores negro y ducto de un alisamiento irregular.El color
rojo directamente impresos en la pasta de la varía en tonalidades naranjas y negruzcas,
cerámica, o directamente las piezas pueden propias de la arcilla sometida a cocción irre-
no estar coloreadas. gular en hornos que permitieron el ingreso
En la margen norte del Salar de Pipanaco, de oxígeno. El espesor de las paredes tiende
donde actualmente se radica la ciudad de a los 10mm, ampliándose la medida hacia la
Andalgalá y distritos cercanos, se desarrolló base. La fractura de la cerámica es irregular
una manifestación cultural muy extendida y la pasta presenta textura arenosa formada
y particular, reconocible por un estilo de ur- por pequeñas rocas de tamaños uniformes y
nas muy singular que no sólo son para ni- pajuelas de mica.
ños, sino también para enterrar adultos. Es- En la actualidad el número de urnas An-
tas urnas son las denominadas Andalgalá. dalgalá que componen el patrimonio del
Museo Arqueológico Provincial Samuel
Alejandro Lafone Quevedo Andalgalá es
Descripción de la Urna de 31 ejemplares en diferentes estados de
Andalgalá conservación e integridad, encontrándose
algunas completas y otras en fragmentos
Aunque ya en 1892 Samuel Lafone Que- reconocibles en forma inmediata. De ésta
vedo, uno de los pioneros americanistas población, tomando una muestra al azar
del país, presentara las urnas Andalgalá en de piezas de la colección e incluyendo otras
ANDALGALá
para adultos Figura 2.
Variedad de urnas
Andalgalá.
URNA ANDALGALá
para niños
0m
Distribución de
hallazgos de urnas
Andalgalá
Figura 5.
Hallazgos
de urnas
Andalgalá en
la margen
norte del
Bolsón de
Pipanaco.
Yaco consisten en áreas específicas destina- denominadas tierras bajas. Por el momento
das a la práctica funeraria, por el número de no se pudo determinar pares comparables
entierros pueden ser calificados como ce- estéticamente en zonas de tierras bajas o
menterios. Los restantes casos no presentan ceja de selva. Si se pueden confundir, pro-
este patrón hallándose en forma individual ducto de que algunos hallazgos sintetizan
dispersos en el paisaje. rasgos estilísticos, con el estilo Sanagasta
Por lo observado hasta el momento los muy común en el centro y sur del oeste ca-
enterratorios Andalgalá individuales o co- tamarqueño, además de extenderse en el
lectivos se presentan disociados o distantes territorio riojano.
de estructuras arquitectónicas productivas Por las evidencias presentadas sustentar
y residenciales. el origen exótico, foráneo o no local de la
práctica, parece girar en fundamentaciones
que tiene como principio el modelo de áreas
El contexto culturales, donde la práctica de enterrar en
interpretativo de la urnas no es un rasgo cultural propio de la
manifestación cultural región andina, por ende impropio de esta
porción de sierras, valles y bolsones del
Históricamente se sustenta la idea de que NOA. Esta visión no tiene fundamentos
el entierro en urnas, más aún de adultos, es claros teniendo en cuenta las características
una práctica exótica en la región valliserra- e historia cultural de la región que integra
na del NOA y que provendría de la región Andalgalá.
de piedemonte y llanura oriental, también Aunque faltan elementos de juicio para
denominadas tierras bajas. En éste sentido definir la problemática del origen de la
se considera que se trata de un elemento de práctica funeraria Andalgalá, especialmen-
juicio para estudiar el problema de las mi- te teniendo presente su frecuente relación
graciones y relaciones culturales indígenas con materiales incas, por el momento es
del noroeste argentino. Esta visión impone pertinente mencionar que fechados absolu-
sobre la inhumación de individuos en urnas tos comunicados por Norma Ratto en 2007
la impresión de una práctica no local. sobre la urna “Bebe de la Torya” de Tino-
Teniendo en cuenta la profunda historia gasta, material morfológica y técnicamente
del hábito en el oeste catamarqueño, con- comparable a las urnas Andalgalá, aunque
siderando por ejemplo los enterratorios no en otros aspectos estéticos, sitúan a este
Tempranos de párvulos en urnas de esti- tipo de piezas en un contexto histórico ante-
lo Ciénaga, o los enterratorios de infantes rior al Inca, es decir antes del siglo XV.
Hualfín, San José, Shiquimil y Sanagasta del Es importante destacar que el fenómeno
Periodo inmediato anterior al Tardío, y de de entierros de adultos en urnas es muy dis-
los enterratorios de párvulos en las culturas tintivo en ésta porción geográfica en contra
arqueológicas tardías Belén y Santamaría; posición de otros ámbitos del NOA, donde
cabe la pregunta si es correcto suponer que este tipo de práctica no presenta recurren-
la práctica funeraria de inhumar en urnas es cia en el espacio ni una modalidad que la
extraña en la región que integra Andalgalá. caracterice, siendo sus hallazgos aislados y
Las urnas Andalgalá y el hábito funerario relacionándose habitualmente a la interven-
tienen estilo y simbolismo propio, además ción de materiales de contextos no especí-
de una dispersión geográfica concreta en la ficamente funerarios, como los casos anali-
parte norte del Salar de Pipanaco. Forman zados por Agustina Scaro y María Gheggi
parte del bagaje cultural perfectamente en 2011 en Jujuy, donde las evidencias per-
identificado en la región de valles, bolsones miten suponer una práctica intrusiva o no
y sierras que integran el NOA, no así en las local en la región.
Consideraciones finales
Lecturas Sugeridas
El estudio centra interés en cualificar la
práctica funeraria describiendo las piezas Alvarez Candal D. 2014. Andalgalá Milenaria,
características, su dispersión geográfica y 50 Años del Museo Arqueológico Provincial
la variada modalidad que la identifica. Se Samuel Alejandro Lafone Quevedo – An-
sustenta que es una práctica multiforme y dalgalá. Libro-catálogo del Museo Arqueo-
lógico Provincial Samuel Alejandro Lafone
coherente en la dinámica geografía humana
Quevedo Andalgalá. 100 páginas.
de la región.
Berberián E.1969. Enterratorios de adultos en
Fueron identificados elementos que per- urna en el área valliserrana del NOA. Re-
miten la interpretación de una práctica pro- vista del Instituto de Antropología 29: 3-71.
pia y emergente en las poblaciones situadas Lafone Quevedo S. 1892. Catálogo descriptivo
en la margen norte del Bolsón de Pipanaco a e ilustrado de las Huacas de Chañar Yaco
partir del siglo XIV, o quizás antes. (Provincia de Catamarca). Revista del Mu-
Las pruebas cronológicas por el momen- seo de la Plata 3: 35-46.
to surgen a partir de fechados absolutos en Moralejo R. 2010. Las Huacas de Chañar Yaco:
materiales comparables del territorio tino- importancia y significado de su revisión.
gasteño y por la relación contextual obser- Revista Española de Antropología Ameri-
vada en terreno con objetos del Período de cana (vol. 40) 2: 51-76.
Ratto N y Basile M. 2007. Coexistencia de di-
Desarrollos Regionales o de las culturas ar-
seños tecno-estilísticos en el Período Tardío
queológicas Tardías.
Preincaico: el caso del entierro en urna del
Teniendo presente el contexto histórico bebé de La Troya (Tinogasta, Catamarca,
regional se argumenta sobre su origen que Argentina). Intersecciones en Antropología,
debe entenderse a la luz del surgimiento de 8: 69-85.
identidades locales en un período de ten- Scaro A. y Gheggi M. 2011. Entierro de adultos
siones y posiblemente de reivindicaciones en la Quebrada de Humahuaca. Un caso de
espaciales de los pueblos. Por otra parte estudio del Pucará de Perchel (dto. Tilcara,
el estudio instala crisis sobre nociones que Jujuy). Comechingona 14: 9-22.
fueron utilizadas para la interpretación del Williams V. y De Hoyos M. 2001. El entierro
enterratorio Andalgalá como práctica no lo- de Agua Verde. Variables bioarqueológicas
cal en la región del oeste catamarqueño. para el estudio de la complejización social.
Intersecciones en Antropología 2: 19-34.
Como proyección del estudio se suponen
futuras aproximaciones al objeto de inves-
CAPíTULO
CONTINUIDAD EN LOS MODOS DE
HACER Y VIVIR DE UNA UNIDAD
1
Facultad de Humanidades - Universidad Nacional de Catamarca. 2. Escuela de Arqueología - Universidad Nacional de Catamarca.
que se intercomunican entre sí por medio turas de poder social. Por un lado, confor-
de aberturas en las paredes permitiendo marían lugares de convergencia en los cua-
delimitar grupos de recintos rectangulares les las condiciones de desigualdad podrían
pequeños que comparten espacios físicos, enmascararse a partir de su apariencia pú-
donde estos grupos de tres o cuatro recintos blica. Por otro lado, los fundamentos del
están unidos entre sí por paredes mediane- orden podrían ser renovados y potenciados
ras y se comunican a su vez hacia el espacio mediante la intervención de fuerzas sobre-
común compartido que es más bajo. humanas, las que, a su vez, serian presenta-
Dentro de esta dinámica de creciente das como legitimadoras de la estructura de
control social, la arquitectura asumió un dominación vigente.
rol activo, restringiendo el movimiento y De hecho el amplio desarrollo de las in-
transmitiendo, a través de cualidades cons- vestigaciones realizadas durante las últimas
tructivas, mensajes de diferenciación, poder décadas han estimado los primeros progre-
y prestigio. Los espacios vinculados con las sos de la historia social de “Aguada”. No
actividades ceremoniales y religiosas, pro- obstante, es no menos evidente que la pro-
bablemente fueron, los monumentos más secución de estos progresos depende de la
versátiles para crear y reproducir las estruc- elaboración de nuevos cuestionamientos, de
Figura 1.
Ubicación del
sitio PPQ en la
provincia de
Catamarca,
departamento
Capital.
una relectura del registro en base a nuevas conformada como una unidad discreta y
evidencias y nuevas perspectivas teóricas. funcionalmente integrada y que da cuenta
Para poder comprender la ordenación de de las actividades de residencia y que ma-
las sociedades humanas y para discernir las yormente una vivienda alberga también
fuerzas que la hacen evolucionar, importa otras actividades como almacenaje, descar-
prestar atención a los distintos escenarios te, fabricación y mantenimiento de artefac-
implicados en el registro arqueológico. Si tos, intercambio, socialización, inhumación
bien no es función de su condición verda- de los muertos y rituales varios.
dera de los fenómenos mentales expresados Consideramos para nuestra problemática,
en distintos escenarios, la imagen que de esta definición concreta como una respuesta
los mismos nos hacemos intenta reflejar la genérica, que es aplicable a diversos ámbi-
conducta de los hombres que la desarrolla- tos históricos culturales, y nos remite a ocu-
ron. Por ello para nuestro estudio se eligió parnos de aspectos u objetos más precisos.
como caso al sitio Pueblo Perdido de la Que- La cual nos dice que los espacios domésticos
brada y donde hasta el momento las inves- se encuentran en el centro de procesos entre
tigaciones realizadas fueron encaminadas a las estructuras sociales de los individuos,
determinar la funcionalidad de los diferen- entre las estructuras políticas y familiares
tes recintos, considerando la recurrencia de de procesos históricos de larga duración,
forma y agrupación de los mismos. historia de la vida cotidiana, o del mundo
Estos antecedentes estimulan la planifi- cotidiano. Hay una variedad de cuestiones
cación de una investigación más detallada entorno a la unidad doméstica como una
respecto de las características particulares y célula principal de actividad y esto ha servi-
comunes, al uso y organización del espacio do para justificar y orientar nuestra proble-
que nos permita entender su configuración mática de los espacios domésticos para es-
espacial e interpretar como fue concebido tablecer un contexto para la reconstrucción
y organizado el espacio doméstico. En este científica del pasado y para que esta recons-
sentido nos preguntamos, ¿si existen rasgos trucción del pasado se realice de una forma
comunes en la arquitectura doméstica y la más humana, lo que tratamos de buscar
ordenación espacial de estos recintos? una cierta humanización de la investigación
El objetivo de esta investigación es reali- arqueológica la idea es preguntarse por las
zar el estudio y análisis de las características seres humanos que están detrás del registro
de la conformación del espacio doméstico y arqueológico, que habitaron estos espacios
las prácticas que se desarrollaron al interior domésticos.
de tres recintos habitacionales contiguos,
en el sector III del sitio Pueblo Perdido de la
Quebrada, para determinar prácticas socia- El sitio
les en el espacio doméstico generado, con el
fin de aportar información a los estudios en El sitio Pueblo Perdido de la Quebrada
proceso. (en adelante PPQ), con coordenadas geo-
Al proponernos caracterizar la conforma- gráficas 28°28’00’’ de Lat. S y 65°49’ 56’’
ción de estos espacios domésticos a través de Long. O se encuentra localizado en las
de su materialidad es decir, la arquitectura, primeras estribaciones de la quebrada de
y los restos materiales, ellas nos permiten El Tala, ubicada en el Departamento Capi-
relacionar y discutir, las prácticas que se tal, Provincia de Catamarca. El patrón de
desarrollaron en el interior de los recintos e asentamiento del sitio fue determinado por
inferir áreas de actividad. Que son entendi- Kriscautzky como un poblado planificado
das como necesarios para establecer la vida en una terraza natural a 40 mts. sobre el
cotidiana. Vamos a entender a la vivienda nivel actual del río El Tala, constituido por
recintos que se distribuyen según su eje No- cionales. Puesto que, la comparación entre
roeste-Suroeste, rodeando y encerrando un los porcentajes de fragmentos únicos y los
área central de uso común, que queda ha- remontajes pueden proporcionar informa-
cia el sur, una gran muralla de contención ción sobre la función del recinto y en base
es común a numerosos recintos que tienen a la distribución estratigráfica de los frag-
aberturas de comunicación hacia el espacio mentos remontados.
central común los recintos se intercomuni-
can entre sí por medio de aberturas en las
paredes permitiendo delimitar grupos de
recintos rectangulares pequeños que com-
parten espacios físicos, estos grupos de tres
o cuatro recintos están unidos entre sí por
paredes medianeras y comunican a su vez
hacia el espacio común compartido que es
más bajo.
La asignación cultural del sitio fue inicial-
mente definida por la cerámica, en la que
predominan materiales correspondientes a
la entidad Aguada. En el año 1996 se han
realizado fechados radiocarbónicos, me-
diante muestras de restos de carbón vegetal,
los cuales arrojaron una serie de fechados
comprendido entre 1770 ± 37 AP y 1520 ±
42 AP.
El sector III es el que nosotros tomamos
para nuestra análisis, en él se encuentran
los recintos XVIII, XIX y XX. Se caracteriza Figura 2. Plano del sitio Pueblo Perdido de La Quebrada.
este sector del sitio por tener estructuras de Donde se observan los sectores I, II, III y I). Se remarcan
grandes dimensiones que en algunos de sus los recintos XVIII, XIX y XX en el sector III.
ángulos presentan recintos más pequeños
sobre los cuales Kriscautzky (1995) afirma Resultados
que podría ser interpretados como rediles
para guardar y preservar las cría de camé- Las características arquitectónicas son las
lidos. que se detallaron para el sitio. Aunque los
Las excavaciones abarcaron la totalidad tres recintos se constituyen como desiguales
de cada uno de los recintos, lo que nos per- presentando diferencias particulares.
mitió definir los componentes estructurales El R XVIII es el primero de los recin-
y rasgos culturales como fogones, basura- tos en dirección E-W, de forma cuadrangu-
les, manos de morteros, morteros, estructu- lar con una superficie de 42 m², la técnica
ras para poste, adobes, deflector. constructiva responde a la del sitio, técnica
Las áreas de actividad se infirieron a tra- de tres cuerpos y técnica de pirca con lienzo
vés de la ubicación tridimensional de los parejo al interior, presenta una diferencia
restos culturales, donde las frecuencias en el muro Sur, el cual abarca la mitad del
de emplazamiento en los recintos, se efec- recinto, dándole características particulares,
tuó cruzando dos variables, la cantidad de como semi-cerrado, puesto que este muro
hallazgos y las profundidades en los que estaría protegiendo estructuras al interior
fueron hallados, y teniendo en cuenta su del recinto a saber: dos estructuras cuadran-
posible afección por procesos postdeposit- gulares con una depresión en el centro, am-
Figura 3. Vista
tridimensional del
sector III, recintos
XVIII, XIX, XX.
Kriscautzky (1995)
lo caracteriza como
estructuras de
grandes dimensiones
que en algunos
de sus ángulos
presentan recintos
más pequeños
adosados.
Límite excavación
Límite cuadrícula
Rocas
Raices
Estructura de combustión
Figura 4. Planta del RXVIII, se diferencian los estratos 9, 10, 11 12 y 15 con la ubicación de las estructuras y rasgos
internas.
bas formadas por piedras lajas, ubicadas en los calcinados, conformando una estructura
extremos opuestos, adosadas al muro sur de combustión. Hacia el sector N-W del re-
(Fig. 2), interpretadas como soportes para cinto se hallaron dos fragmentos de cona-
vasijas. Dos estructuras para poste y otra nas partidas a la mitad, que no eran de la
estructura el centro del recinto formada por misma pieza. A su vez se hallaron 11 manos
cuatro manos de mortero equidistantes, aso- de mortero, dos hachas con filo embotado,
ciadas con cenizas restos de carbón y mar- sobadores y percutores.
La tipología del material cerámico, res- corada las formas más representativas son
ponde en su mayoría a cerámica toscas con pucos. El material óseo incluye a caméli-
tratamiento de alisado con marcas, de las dos con la mayor frecuencia, representado
cuales se pudo determinar las formas a tra- por diversas partes esqueletarías, incluye
vés del remontaje de los fragmentos, dando Aves y huesos de quirquinchos. Se halló
un total de 11 ollas subglobulares de gran un utensilio en hueso de 8x2cm y 2,5mm de
tamaño con cuello restringido y base cónica, espesor, con técnica de grabado, en el cual
y 3 ollas globulares de boca amplia y base se representa una figura antropomorfa, con
plana con restos de hollín. Se observó que tocado e indumentaria, que sostiene una
la mayoría de las ollas se encontraban junto cabeza en una de sus manos.
a los muros, indicando que tenían asignado El recinto XIX posee forma rectangular,
un lugar y que no habrían sido trasladadas con una superficie 18,90 m², la técnica cons-
con frecuencia. En cuanto a la cerámica de- tructiva se repite con lienzo parejo al inte-
rior, presenta al interior un muro a modo
de tabique con un espesor de 0,80cm de
ancho, combinado con mampuesto de ro-
cas y adobes (Fig. 5). Posee una abertura de
50 cm de ancho con dos jambas, y se halló
tapiado con una piedra laja. Las estructuras
y rasgos son una estructura para poste cen-
tral, concentración carbonosa y sedimento
termo alterado y un enterratorio humano
(infante) sin ajuar. Material cerámico entero
se halló una vasija globular de cuello alto
y bordes levemente evertidos con paredes
Figura 6. R XIX Vista del Muro (tabique) antepuesto al finas formando parte del muro/tabique. La
Muro W, donde se observan los mampuestos de material tipología del material cerámico, es mayo-
crudo (adobes). ritariamente Toscos alisado, las formas re-
tados con marcas de corte, quemados, cal- de ellos posee marcas de exposición al calor,
cinados. Incluye fauna menor “vizcacha”, lo que nos permiten pensar en que estos tu-
Ave Sp. y roedores. Se halló un instrumento vieron la función de contener o fueron utili-
en hueso largo el cual conserva un extremo zados para servir. Restos de vegetales como,
pulido y aguzado (25 cm. de largo, con un marlos calcinados de maíz (en el RXVIII) y
ancho de 0,9 cm.). restos faunísticos que incluyen distintos
El material lítico incluye lascas de cuarzo taxones en mayor medida camélidos y aves,
y ópalo rojo, dos pulidores confeccionados altamente fracturados y fragmentados lo
en canto rodado de formato aplanado y un que indica un importante grado de proce-
fragmento de un borde manufacturado en samiento de los mismos en el momento de
piedra saponita. Cuentas de nácar, un frag- consumo y procesamiento, debido eviden-
mento esférico de limonita, y varios frag- tes termo-alteraciones producidas por el so-
mentos de láminas de mica. metimiento al fuego.
Del resultado de las excavaciones y proce- El recinto XIX presenta una característica
samiento de los materiales, hemos conside- particular con respecto al consumo ya que
rado las etapas del ciclo de vida de distintos en él Las muestras de sedimentos no entre-
materiales se pueden identificar restos de gan información que permita diferenciar
actividades productivas. Donde las áreas de claramente tipos de actividades, sin embar-
actividad, podrían ser interpretadas como go se halló una gran variedad de partes es-
el reflejo de acciones particulares repetidas queletarias de camélido, representado por
a través del tiempo, y pueden tratarse sepa- costilla, escápula, falanges, tibia, metapó-
radamente según pertenezcan a categorías dios con los cóndilos medial y lateral, restos
analíticas, las actividades están inferidas óseos indeterminados muy fragmentados.
por la ubicación tridimensional del material También placas del caparazón de Dasippodi-
y el remontaje de las vasijas y la asociación dae (quirquincho), dispersas y en conjuntos,
con rasgos y estructuras. pues las mismas se hallaron en dos grupos
y aparece asociado a un fragmento de cás-
cara de huevo. A su vez, esto se relaciona a
Áreas de preparación y consumo de ello con diversos pucos decorados. Lo que
alimentos nos permite inferir que se desarrollaron ac-
tividades de consumo de alimentos, ya que
Cada uno de los recintos XVIII y XX el recinto no posee estructuras de combus-
(XXα) se relacionan con restos de basuras tión, con lo cual ingresan al recinto para ser
como consecuencia de la preparación y con- consumido, siendo cocidos en otro parte.
sumo de alimentos en los pisos de ocupa-
ción. En ellos encontramos un alto valor de
pH y una alta concentración de fosfato y Área de cocina y fogón
por lo general una asociación en cuanto a
distribución y remontaje de vasijas cuyas El área de cocina se ubica en el RXVIII
características morfo-tecnológicas como en el sector sur del recinto frente a la aber-
ollas de base plana y boca amplia, las cuales tura del muro S, esta ubicación, tal vez, con
si registran marcas de haber sido expuestas el propósito de evitar que se ahumara el re-
al fuego según nuestro análisis se ajustan a cinto. El fogón es caracterizado por cuatro
la cocción, pucos decorados donde ninguna piedras de grandes dimensiones (tipo mano
Lo cual, interpretamos en base a la eviden- REUN San Fernando del Valle de Catamar-
cia material como segmentación de un tipo ca. (Argentina).
de relación social o política, que está refor- González, A. Y A, Montes. 1998. Cultura de La
zando o intentando mantener una suerte de Aguada del Noroeste Argentino (500-900)
continuidad en el tiempo y el espacio. 35 años después de su definición. “Cultura
la Aguada, Arqueología y Diseños”. Ed. Va-
lero. Buenos Aires.
Kriscautzky, N. 1995. “Avances en la Arqueo-
Lecturas Sugeridas logía del Formativo inferior en el valle de
Catamarca Universidad Nacional de Cata-
Acuña, G; Fonseca, E; Kriscautzky, N; Melián marca Secretaria de Ciencia y Tecnología”.
C y E, Villafañez. 2007. “Pueblo Perdido de Revista de Ciencia y Técnica. Vol. II. N° 2
la Quebrada: Estructura XVIII.” Presentado Año 1. Pág.65-82.
en: XVI Congreso Nacional de Arqueología Laguens, A Y M, Bonín. 2005. Recursos materia-
Argentina. Libro de Resúmenes Ampliados les y desigualdad social en la arqueología
Tomo III. Págs. 51 a 55. ISSN 1667-4308 Ed. de Ambato. En La cultura de La Aguada y
EdiUnju y REUN. San Salvador de Jujuy. sus expresiones regionales. EUDELAR. Se-
Fonseca, E 2011 Arqueología de los espacios do- cretaria de Ciencia y Tecnología. Universi-
mésticos en Pueblo Perdido de la Quebrada. dad Nacional de la Rioja. Pág. 23-33.
Ed: ECU (Editorial Científica Universitaria). Nielsen, A. 2001, “Evolución social en Que-
ISBN: 978-978-661082-7. Catamarca. brada de Humahuaca (AD700-1536)”. En:
2010 “Explotación de Recursos Faunísticos Historia Argentina Prehispánica. Editado
en Sitios Arqueológicos del Valle de Cata- por E. Berberián y A. Nielsen: 171-264. ED
marca. Revista Hayllu Bios 3: 35-47. ISSN Brujas. Córdoba.
1851-2720 Facultad de Ciencias Exactas y Sempé, C y M, Baldini. 2005. La Cerámica Agua-
Naturales UNCa. da Gris garbada y su contexto funerario. .
Fonseca, E y N, Kriscautzky (2010) “Espacios En: La cultura de La Aguada y sus expre-
domésticos en el sitio Pueblo Perdido, Pe- siones regionales. EUDELAR. Secretaria de
riodo Aguada Inicial” En: 9vas Jornadas de Ciencia y Tecnología. Universidad Nacional
Humanidades.9: 148-158.Ed. Universitaria de la Rioja. Pág. 65-80.
CAPíTULO
MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO
TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN:
María F. Bugliani1
Introducción das por los ríos que bajan desde los cerros
del oeste. El sitio Loma l’Ántigo se emplaza
El valle del Cajón se ubica paralelo y al sobre una de estas lomadas.
oeste del valle de Santa María (Fig. 1). En Desde fines del siglo XIX exploradores e
el sector medio tiene unos 30 km de ancho, investigadores recorrieron el valle del Ca-
con una vertiente oriental muy abrupta so- jón registrando y describiendo vestigios de
bre la cual se eleva la sierra del Cajón y una sociedades prehispánicas. Sin embargo, el
vertiente occidental más plana y extendida, desarrollo de investigaciones en esta zona
donde se disponen en diferentes direcciones fue discontinuo y fragmentado, si lo com-
algunas lomas y lomadas que son circunda- paramos con el de los valles aledaños.
Es por ello que desde principios de esta colina escarpada localizada entre los para-
última década hemos comenzado un pro- jes Ovejería y Campo del Fraile. Esta es la
yecto de investigación continuo y sistemá- primera referencia bibliográfica sobre el si-
tico que busca comprender los modos de tio arqueológico Loma l’Ántigo del cual se
vida de los pobladores que habitaron este ocupa el presente artículo.
valle a partir del 1000 d. C (después de Cris- En las primeras décadas del siglo XX, otros
to) aproximadamente. dos exploradores recorrieron parte del va-
lle, pero se ocuparon de sitios en la margen
izquierda del río Colorado. Carlos Bruch
Haciendo historia: (1911) efectuó una descripción superficial
sobre exploradores e del sitio Famabalasto. Por su parte, Rodolfo
investigaciones previas Schreiter (1919) realizó un recorrido desde
Famabalasto hasta El Mishito y registró di-
Las primeras informaciones sobre la ocu- ferentes tipos de cementerios y entierros de
pación precolombina del valle del Cajón épocas prehispánicas. En 1922, el Ing. Vla-
surgen a fines del siglo XIX. En 1893 un con- dimiro Weiser concretó otra expedición que
servador del Museo de La Plata, llamado tenía como objetivo reunir piezas arqueoló-
Herman Ten Kate realizó una expedición gicas para un coleccionista privado. En sus
por estos territorios. En sus escritos men- libretas de campo mencionó la visita a un
ciona un pueblo antiguo, ubicado sobre una antiguo pueblito sobre una loma que consi-
100 CAPíTULO 8 MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN:
CONOCIENDO EL POBLADO LOMA L’ÁNTIGO Y OTROS SITIOS CERCANOS.
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
deró lindo y todavía bien conservado: era el en sitios próximos a San Antonio del Cajón.
sitio Loma l’Ántigo. De la misma forma, desde mediados de
Durante las décadas siguientes el área no aquella década se iniciaron los trabajos de
fue tema de investigaciones arqueológicas la arqueóloga María Cristina Scattolin, foca-
y sólo recién a mediados de los años ’50 el lizados en comprender los modos de vida
arqueólogo Eduardo Cigliano centró sus en las primeras aldeas instaladas en el área.
investigaciones en la zona de Famabalasto Restaba entonces seguir profundizando
situada sobre las sierras del Cajón pero más en otros momentos de la larga historia de
al sur. Posteriormente la arqueóloga María ocupación del valle. Así, a fines de 2009 ini-
Delia Arena estudió las piezas cerámicas re- ciamos estudios en el sector medio del valle
cuperadas por el Ing. Weiser y publicó nue- del Cajón, con el objetivo general de conocer
vos datos obtenidos durante una campaña los modos de vida de las comunidades que
arqueológica que realizó como miembro de habitaron este paisaje en el Período Tardío,
la División Arqueología del Museo de La es decir, estudiar aquellas sociedades pos-
Plata. En esta oportunidad Arena recolectó teriores al 1000 d.C..Con esta meta realiza-
materiales cerámicos hallados en la superfi- mos estudios en el sitio Loma l’Ántigo, un
cie del sitio Loma l’Ántigo. poblado residencial que pudo brindar infor-
En la década de los noventa, la arqueó- mación muy valiosa respecto de los modos
loga María de Hoyos inició un proyecto de de vida de estas poblaciones.
investigación para estudiar la época incaica
en los sectores medio y norte del valle del El sitio arqueológico
Cajón. Sus trabajos se concentraron en los Loma l’Ántigo
sistemas agrícolas empleados por los incas
durante su ocupación. También esta autora Loma l´Ántigo, como lo conocen los habi-
visitó y describió el sitio Loma l’Ántigo pero tantes de la zona, es un poblado de vivien-
su interés más reciente ha sido estudiar el das aglomeradas ubicado a 2700 msnm. Se
magnífico arte rupestre de la zona que pue- emplaza sobre la cima más o menos aplana-
de hallarse en algunos sectores, entre ellos, da de una loma (Fig. 2). Desde esta altura se
Figura 2. Vista del sitio Loma l’Ántigo desde el sur. Nótese la forma aplanada de la cima de la loma donde se
distribuye el poblado.
MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN: CAPíTULO 8 101
CONOCIENDO EL POBLADO LOMA L’ÁNTIGO Y OTROS SITIOS CERCANOS.
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
Figura 3. Plano
de Loma l’Ántigo.
Revisado y
modificado a partir
de Weiser 1922 y
Raffino 1988.
obtiene un amplio panorama del valle. Las la ladera sur también aparecen algunas lí-
laderas abruptas de la elevación hacen que neas de pared. Este lado es más abruptoy
el poblado se vea aislado en el paisaje. Para con varios muros cortos de contención ha-
acceder a la parte superior donde se con- cia el SO.
servan parte de las antiguas viviendas, hay
que ascender unos 60 m con distinto grado
de dificultad según el lateral de la loma por Arquitectura y piedra
el que se trepe. ¿c óm o e r a n l o s p o b l a d o s
La loma se extiende en dirección SO-NE. d e l Ta r d ío ?
El asentamiento sobre la elevación está
constituido por 111 recintos que ocupan Para la construcción de los recintos del
una extensión de 1,6 ha (Fig. 3). Sobre la poblado se utilizó la piedra. No se han con-
ladera norte, que es la más suave, han sido servado vestigios de otros materiales que
construidos dos muros paralelos entre sí, puedan haber sido empleados en las par-
que siguen el nivel natural de la pendiente tes altas de los muros y en los techos. Para
y están separados por ocho metros aproxi- levantar las paredes se usaron bloques de
madamente. El muro superior es doble con piedra, muchos de ellos de formas redon-
relleno de piedra y argamasa y tiene dos deadas, los cuales son muy abundantes en
metros o más de ancho según los sectores. los lechos de los ríos que circundan la loma.
El muro inferior es simple y está constitui- A veces se combinaron bloques grandes
do por bloques grandes ubicados en posi- sostenidos por pequeñas cuñas junto con
ción de contención de la pendiente. Sobre bloques pequeños y medianos (Fig. 4a y b).
102 CAPíTULO 8 MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN:
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Figura 4. Rasgos arquitectónicos. a. detalle de muro, se observa la posición de piedras, cuñas y apoyo en cimientos.
b. entrada a uno de los recintos. c. muro doble. d. entrada, nótese el ancho del muro doble que forma un pequeño
pasillo. e. muro con buen estado de conservación.
MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN: CAPíTULO 8 103
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El tipo de muro más usado fue el muro nales irregulares. Las estructuras o recintos
doble con relleno formado por dos mam- se disponen en grupos compartiendo sus
puestos paralelos construidos con bloques muros. Son contiguos unos con otros y en
de piedra apilados y con una cámara in- algunos casos se encuentran unidos por es-
termedia rellena de guijarros de menor ta- pacios comunicadores o pasillos.
maño, ripio y tierra (Fig. 4c). Estas paredes
suelen tener más de un metro de ancho,
aunque en algunos casos han superado los T r abaj o s d e e x c ava c i ón
dos metros (Fig. 4d). También se utilizó el en el poblado de Loma
muro simple construido con bloques de l ´Án t i g o
piedra superpuestos. A veces ambos tipos
de pared fueron combinados en la arquitec- Para conocer distintos aspectos de la vida
tura de una misma habitación. cotidiana, se excavó en forma completa una
En ciertas ocasiones los muros de dos es- de las habitaciones que conforman Loma
tructuras contiguas debieron haber actua- l´Ántigo. La excavación de la estructura
do como vías de circulación por las cuales E93 permitió recuperar diversos elemen-
las personas se desplazaron entre recintos. tos: fragmentos de cerámica, huesos de ca-
Cuando observamos este rasgo, denomina- mélidos e instrumentos de piedra tallada
mos a este tipo de paredes muro/sendero. y pulida. También se pudieron observar y
En otros sectores y para salvar el desnivel registrar algunos rasgos que componen la
del terreno, se usaron muros empotrados estructura del recinto como son los cimien-
en la pendiente que sirvieron para la con- tos de las paredes y los hoyos cavados en
tención del mismo. el piso de ocupación, posiblemente para
Con el paso de los siglos, hoy en día el sostener postes. Junto con estas eviden-
estado de conservación de la arquitectura cias, encontramos fragmentos de dos ollas
es variado. Más de la mitad de los recintos ordinarias terminadas con una técnica que
presenta visibles los muros que delinean da a sus paredes una apariencia de líneas
sus contornos. En general las paredes en rugosas. También se encontró una vasija
pie no superan los 40 cm de alto, aunque globular pequeña que, como las anteriores,
en ocasiones excepcionales se han regis- tenía restos de hollín adheridos en la super-
trado muros que conservan una altura de ficie externa; seguramente todas estas ollas
hasta 60 cm del piso actual (Fig. 4e). Otro fueron expuestas al fuego. Además se ha-
grupo de recintos presentan una integridad llaron fragmentos que permiten reconocer
menor dado que algunos de sus muros o la presencia de vasijas de estilo Santama-
sectores de ellos están muy derrumbados o riano, entre ellas cuatro cuencos con dise-
han desaparecido, haciendo poco identifi- ños geométricos pintados en color negro y
cable la forma de la habitación. Los menos blanco.
presentan una baja integridad; casi no apa- La presencia de tiestos con hollín, junto
recen muros sobresalientes de la superficie con el registro de sectores en el piso de la
del suelo y en algunos casos sólo son iden- habitación donde se hallaron evidencias
tificables por alineaciones de piedra que de combustión (cenizas, pequeños carbon-
ahora se muestran discontinuas. citos, suelo quemado), permite pensar que
Las plantas de todas las habitaciones del en este lugar se desarrollaron actividades
poblado presentan formas poligonales. No domésticas, entre ellas, el consumo de ali-
existen recintos de planta circular. Los más mentos de origen animal. Los análisis de
frecuentes son los recintos cuadrangulares radiocarbono efectuados a uno de estos
aunque existen también casos rectangula- carbones ubican la ocupación de este recin-
res, trapezoidales y de otras formas poligo- to en el siglo XIV d.C..
104 CAPíTULO 8 MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN:
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Figura 6. Vasijas de
colección procedentes
de Peñas Azules/
Campo del Fraile. a.
estilo San José. b.
estilo Santamariano.
c. Peñas Azules
Antropomorfo. d.
Peñas Azules Tricolor.
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por las distintas sociedades. La mayoría de das por espacios poco formalizados. Excepto
las veces los arqueólogos obtenemos de las por estos espacios que debieron ser abiertos
excavaciones, cientos de tiestos de alfarería y que se localizan entre las estructuras, no
rota con los cuales reconstruimos las formas se advierte fragmentación ni sectores jerar-
y los diseños que tenían las diferentes cerá- quizados en términos arquitectónicos. La
micas. Para ello, resulta útil comparar estos distribución de los recintos es extendida en
fragmentos con vasijas completas recupe- sentido SE-NO y se prolonga sobre toda la
radas en los alrededores de los sitios y que superficie aplanada.
hoy en día forman parte de las colecciones Su ubicación en el sector superior y apla-
museísticas. nado de la loma le da a este emplazamiento
Para esta zona de estudio en particular, un carácter estratégico, posiblemente defen-
existe medio centenar de piezas (en su ma- sivo y con una extensa visibilidad hacia to-
yoría urnas y cuencos) que hoy forman par- dos los sectores circundantes.
te de la colección Muniz Barreto del Museo Próximos trabajos de campo y la aplica-
de La Plata. Estas vasijas fueron encontradas ción de distintos estudios a los materiales
por el Ing. Weiser en lugares de cementerio encontrados generarán nuevas evidencias.
en el sector conocido como Peñas Azules/ Asimismo será de gran importancia sumar
Campo del Fraile, a 4 km de Loma l’Ántigo. información sobre otros sectores, como los
Para contener difuntos se seleccionaron productivos que se han detectado en áreas
principalmente las vasijas de cuerpo tronco- vecinas o como las zonas de cementerio que
cónico conocidas como urnas San José (Fig. todavía podrían encontrarse sin destruir por
6a) y otras vasijas de perfiles algo comple- los huaqueros. El análisis integral de todos
jos que por el trabajo estético de pintura y estos datos permitirá vislumbrar el sistema
modelado tienen apariencia antropomorfa, comprendido por las personas y sus accio-
como las urnas de estilo Santamariano (Fig. nes, al tiempo que comprender las experien-
6b) y otras menos conocidas que fueron cias de quienes habitaron el valle.
llamadas Peñas Azules Antropomorfo y
Tricolor (Fig. 6c y d). Para confeccionar es-
tas vasijas se seleccionaron algunos pocos Agradecimientos
rasgos humanos: ojos, nariz y cejas logra-
dos por trazos pintados en negro, blanco y Agradezco la hospitalidad de Mercedes
rojo combinados con pequeños agregados Pachado, José Pachado, Ana Gutiérrez y
de arcilla modelada. Estos pocos recursos toda la familia durante nuestras estadías en
plásticos junto con la forma particular de Ovejería Chica. Asimismo quiero agradecer
las vasijas generan un impacto sensorial y a todos los miembros del equipo de investi-
un efecto estético particular que permiten gación que dirige de María Cristina Scatto-
la distinción de una figura humana en estos lin por colaborar en los trabajos de campo
objetos. en Loma l’Ántigo.
Estas investigaciones han sido sostenidas
con fondos del proyecto PICT 06-1244, PIP
Consideraciones finales CONICET 256 y PICT Raíces 116.
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Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
CAPíTULO
30 AÑOS DE INVESTIGACIONES EN EL
SHINCAL DE QUIMIVIL (CATAMARCA,
9 ARGENTINA).
CAPITAL ADMINISTRATIVA Y CENTRO CEREMONIAL
INKA AL SUR DEL KOLLASUYU.
María G. Couso 1,3, Rodolfo A. Raffino 1,2, L. Anahí Iacona 2,3, J. Diego Gobbo 2,3, Reinaldo A. Moralejo2,3, Aylen
Capparelli2,3,Dario Iturriza3, Analía Quaranta3, L. Romina Giambelluca3 , Julia Gianelli3, Milagros Aventín
Moretti3, María A. Ochoa3, Paula Espósito3, Julieta Pellizzari3,4.
1
Universidad Católica de La Plata; 2 CONICET – Argentina; 3Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La
Plata. División Arqueología, Museo de La Plata; 4 Facultad de Bellas Artes, Universidad Nacional de La Plata.
pparelli cuyo trabajo doctoral denominado celebración del mundo andino, lo cual de-
“Reconstrucción ambiental de la instalación muestra que no solamente estaban moliendo
arqueológica inka El Shincal” (1997) permitió el cereal sino también cocinando en enormes
comprender el tipo de relación establecida cantidades. Si esto lo relacionamos con el
entre los Inkas y su entorno natural. Para ello alto números de almacenes (se estiman unos
se valió de técnicas propias de la ecología, la 70), donde también se guardaban tejidos y
etnografía y la arqueología, demostrando que armas, se puede pensar que los Inkas preten-
la vegetación del sitio pudo abastecer a sus dían generar un excedente que les permitiera
pobladores de numerosos recursos de reco- recibir a grandes números de personas du-
lección (comestibles, medicinales, tintóreos, rante sus celebraciones.
forrajeros, entre otros), recorriendo cortas Otro aporte al conocimiento general del
distancias. También estableció que durante sitio fue el trabajo doctoral de la Dra. Ana
la ocupación Inka, aun cuando la agricultura Igareta, “Ultimas noticias desde Londres: El
constituyó una de las actividades más rele- sitio histórico más antiguo de la arqueología de
vantes, en el lugar tuvo gran importancia la Catamarca” (2008) quien se dedicó a la bús-
recolección de vegetales silvestres. Asimis- queda e identificación en el terreno de rasgos
mo, se pudo observar que tanto la produc- que dieran cuenta de una ocupación efectiva
ción agrícola como la de frutos de algarrobo del sitio por parte de exploradores ibéricos
en El Shincal pudieron generar un exceden- llegados a la región durante el período colo-
te de alimentos con respecto a la población nial temprano. En tal sentido, observó una
mínima relativa estimada para el sitio (586 reestructuración del espacio interno de dos
habitantes). Dicho excedente alimentario fue kallankas definido por la presencia de muros
almacenado en las qollqa (depósitos o alma- que las subdividieron en pequeños recintos.
cenes de piedra o adobe) para ser utilizado Tanto las características constructivas de
en épocas de escasez, o bien para mantener dichos muros, como el material asociado a
otros sitios inkas, importantes estratégica- ellos y los fechados radiocarbónicos obteni-
mente pero cuyos niveles de producción no dos, permitieron establecer que se trataba de
bastaban para satisfacer a sus habitantes ya una intervención realizada durante la segun-
fuera por las condiciones naturales o por es- da mitad del siglo XVI, probablemente por
coger otro tipo de actividades por sobre la soldados llegados desde Perú.
obtención de bastimentos. En el año 2011 y con el propósito de am-
En esta línea de investigación continuó el pliar las investigaciones en la zona, el Dr.
Dr. Marco A. Giovannetti, cuyo trabajo de Te- Reinaldo A. Moralejo elaboró su Tesis Doc-
sis “Articulación entre el sistema agrícola, redes toral denominada “Los Inkas al sur del Valle
de irrigación y áreas de molienda como medida del de Hualfín: organización del espacio desde una
grado de ocupación Inka en El Shincal y Los Co- perspectiva paisajística”. Sus investigaciones
lorados (Prov.de Catamarca)” (2009) profundi- se concentraron en la identificación morfoló-
zó en el tema trabajando directamente sobre gica y espacial de los caminos y sitios asocia-
unidades de morteros múltiples en piedra dos durante el momento de ocupación Inka,
(registró un total de 350), cada una compues- abarcando todo el sector norte de la Sierra de
ta por más de un agujero de molienda. A eso Zapata y del sector sur del Valle de Hualfín.
se sumó la presencia de restos de fogones, Desde un abordaje metodológico basado en
cereales, porotos y semillas de algarroba, al- un estudio particular y holístico de los cami-
canzando nada menos que un total de 18 mil nos y sitios asociados pudo comprender las
vestigios, de los cuales la mitad corresponde características formales presentes a lo largo
a maíz, materia prima de la chicha, principal de sus trazas y reconstruir el contexto origi-
bebida alcohólica de las culturas prehispáni- nal buscando relaciones espaciales significa-
cas; y del pochoclo, infaltable bocado en toda tivas dentro del conjunto estudiado. Relevó
además tres tramos de caminos que constitu- a ello intenta diferenciar tradiciones de ma-
yen alrededor de 60 km, lo que se considera nufacturas alfareras que permitan identificar
un aporte significativo al estudio de la viali- la presencia de pueblos que fueron mitimaes
dad incaica de la región, particularmente te- al servicio del Inka, lo que posibilitaría res-
niendo en cuenta la ausencia de este tipo de ponder el interrogante planteado por la pre-
investigaciones en la zona. Asimismo, deter- sencia de una enorme variedad y cantidad
minó que los tramos estudiados confluyen de piezas no locales en el sitio.
en El Shincal de Quimivil y que se corres- El Lic. Darío Iturriza ha realizado excava-
ponden, por un lado, con el Camino Princi- ciones sistemáticas en diferentes estructuras
pal de la Sierra o Qhapaq Ñan que conecta el del sitio y analizado el material recuperado,
Valle de Hualfín con la porción más austral produciendo una vasta cantidad de publica-
de Kollasuyu en Argentina y, por otro, con ciones, participando además de las tareas de
un camino secundario que conecta al sitio restauración de varios de los edificios.
con los cotos de producción de Las Vallas La Lic. Lidia Anahí Iácona ha colaborado
y Los Colorados, al noroeste. Este trabajo en numerosas publicaciones realizadas so-
ha sido complementado con diversos análi- bre el tema Inka en el NOA, ocupándose del
sis basados en el uso de sensores remotos y análisis de fuentes históricas y realizando
Sistemas de Información Geográfica (SIG) lo aportes significativos en la corroboración de
que permitió un manejo integral de datos es- hipótesis surgidas del trabajo realizado en el
paciales. Tal análisis fue desarrollado por el sitio.
Lic. Diego Gobbo, miembro del equipo que La Lic. Claudia Yapura Liz, realizó estu-
se ha especializado en esta línea de trabajo, dios sobre conservación preventiva de la
de gran crecimiento en la arqueología argen- arquitectura del sitio y los resultados de su
tina en el curso de la última década. investigación fueron publicados en 2009,
La alfarería es otro de los indicadores que siendo uno de ellos su Tesis de Licenciatura
permiten reconstruir la historia de El Shin- denominada: “Conservación preventiva arqueo-
cal; a lo largo de estos años de investigacio- lógica en El Shincal de Quimivíl (Belén - Cata-
nes, el estudio de los restos hallados permi- marca)”
tieron observar la presencia de piezas típicas Actualmente, además de continuarse con
de regiones muy alejadas. De acuerdo a los los trabajos de investigación, se están reali-
análisis realizados existe un gran porcenta- zando acciones para la puesta en valor del
je de fragmentos correspondientes a formas sitio, llevadas a cabo por el Ministerio de
típicas inkas conocidas como aríbalos, que Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva
eran vasijas que se cargaban sobre la espalda de la Nación, el Ministerio de Turismo de la
y servían para transportar chicha. Asimismo, Nación, el Gobierno de la provincia de Cata-
se ha relevado que varios de los diseños plas- marca, la Secretaria de Estado de Cultura y
mados en la cerámica provienen de otras zo- Turismo de Catamarca, la Dirección Provin-
nas del Noreste argentino, como así también cial de Antropología de Catamarca, la Muni-
de Chile, Bolivia y Perú. La Lic. María Gui- cipalidad de Londres y la Fundación Azara,
llermina Couso se encuentra finalizando su con el asesoramiento de investigadores del
Tesis Doctoral “La dinámica social a través de Museo de La Plata, el CONICET y la Univer-
la identificación de patrones tecnológicos. La ce- sidad Nacional de Catamarca.
rámica del Shincal de Quimivil (Depto. de Belén, El trabajo incluye la elaboración de un plan
Catamarca)” cuyo objetivo es la identificación de manejo del sitio, la ampliación y montaje
de los diferentes patrones morfológicos-de- de su museo, el inventariado y acondiciona-
corativos y tecnológicos involucrados en el miento de las piezas allí depositadas, la re-
proceso de manufactura cerámica (Couso y novación total de la cartelería, la redefinición
Del Papa 2010; Couso et al. 2011). De acuerdo de los senderos para visitantes, la reparación
Perspectivas a futuro
- Continuar con los análisis de los eventos nentes o temporarias? ¿Qué rol jugaban
ocupacionales del sistema de viviendas durante los momentos de grandes festivi-
tipo kanchas. En relación a esto han sur- dades patrocinadas por el Estado?
gido diversos interrogantes como ¿cuál - Continuar con la caracterización y concep-
sería su funcionalidad? ¿Por qué algunas tualización de espacios públicos y priva-
de ellas se encuentran asociadas al cami- dos de acuerdo a los elementos arquitec-
no? ¿A qué se debe la diversidad de sus tónicos, topográficos, visuales y objetos
diseños, siendo unas más complejas que hallados en excavación y/o superficie.
otras? ¿Constituían residencias perma- - Profundizar en el análisis del rol de la gran
Figura 1.
Plano del sitio
El Shincal de
Quimivil (CAOc.=
Cerro Aterrazado
Occidental;
CAOr.= Cerro
Aterrazado
Oriental)
(Tomado y
modificado de
Raffino et al.,
1982, lámina
4 y Farrington,
1999:62).
Lecturas sugeridas
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Kollasuyu. Actas del XII Congreso Nacio- Argentina.
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de Ciencias Naturales y Museo, UNLP, La molienda como medida del grado de ocupación
Plata. Inka en El Shincal y Los Colorados (Valle de
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cional de Arqueología Argentina. Tomo I: 4-8. Yapura Liz, M. C., 2009. Conservación preventiva
Córdoba. Argentina. arqueológica en El Shincal de Quimivíl (Belén
Raffino, R. (Comp.), 2004. El Shincal de Quimivíl. – Catamarca). Tesis de grado. Escuela de ar-
Editorial Sarquís. Catamarca. Argentina. queología. Universidad Nacional de Cata-
Raffino, R. A.; Alvis, R. J.; Baldini, L. N.; Olive- marca. San Fernando del Valle de Catamar-
ra, D. E. y Raviña, M. G., 1982. Hualfín-El ca. Argentina.
Shincal-Watungasta. Tres casos de urbani-
CAPíTULO
DE VALLES, CUMBRES Y YUNGAS
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS
10 EN LOS DEPARTAMENTOS
DE AMBATO Y EL ALTO, CATAMARCA
Inés Gordillo, María de Hoyos, José M. Vaquer, Héctor Buono, Eva A. Calomino, Luciana Eguia, Verónica
Zuccarelli, Liliana Milani, Bruno Vindrola, Carolina Prieto, Sebastián Bocelli y Laura Pey
¿Quiénes somos? Ár e a d e e s t u d i o
Figura 1. Mapa de la provincia de Catamarca, en gris oscuro los departamentos de El Alto y Ambato. Perfil
altitudinal del área de estudio.
que tenga en cuenta sus particularidades y Aquí pueden distinguirse claramente dos
no subordine su desarrollo a lo ocurrido en sectores, un espacio público y uno priva-
otras regiones, quizás más conocidas. A su do. El primero se compone de una plaza
vez, no queremos dejar de lado las caracte- central y una plataforma con rampas de
rísticas propias de los grupos sociales que acceso, mientras que el segundo consiste
habitaron cada ambiente. Por ello, también en núcleos de habitaciones contiguas con
nos interesa comparar y confrontar la evi- patios y aleros donde la gente habitaba de
dencia y los datos que surgen de cada uno forma permanente (Fig. 2).
de ellos en particular. La hipótesis princi- En las excavaciones se hallaron una gran
pal que guía nuestra investigación propo- cantidad y variedad de objetos, como me-
ne que el área de estudio estuvo habitada tales, vasijas y figurinas de cerámica, gran-
por comunidades aldeanas que practica- des artefactos de molienda en piedra, res-
ban la agricultura y el pastoreo, las que se tos óseos de animales y humanos, adornos
habrían establecido a lo largo del primer y vegetales (Fig. 3). Durante los últimos
milenio de la Era Cristiana en los distintos veinticinco años se han investigado dife-
ambientes de la región. rentes temas tales como: las prácticas mor-
tuorias, la producción de cerámica y de
metales, la organización espacio-sensorial
Va l l e d e A m bat o del asentamiento, el consumo de especies
animales (principalmente de llamas), la ar-
El Valle de Ambato o del río Los Puestos quitectura, el proceso de abandono, entre
se encuentra ubicado al Norte del Valle de otros.
Catamarca, entre las Sierras de Ambato y En la cerámica recuperada se destacan
Graciana. A lo largo de la llanura aluvial las piezas con la superficie negra pulida y
de este valle y en dirección N-S corre el río grabados con motivos de figuras felínicas,
Los Puestos y sobre su margen derecha se humanas e imaginarias. A su vez, hay una
encuentran numerosos sitios arqueológi- numerosa cantidad de vasijas con diferen-
cos, entre los que se destaca La Rinconada tes diseños y formas que fueron utiliza-
o Iglesia de los Indios. El mismo es un sitio das para distintas actividades domésticas
ceremonial de amplias dimensiones (sup. como la cocción de alimentos y/o bebidas
15.600 m2), donde la gente del lugar se ha- (por ejemplo chicha), transporte de líqui-
bría reunido periódicamente para partici- dos y almacenamiento (por ejemplo los
par de prácticas religiosas comunitarias. frutos de chañar).
Figura 2. Reconstrucción tridimensional del plano del sitio La Rinconada, Valle de Ambato, Catamarca.
La Rinconada estuvo ocupada durante donada. Por ese motivo, desde hace algu-
unos 600 años por las sociedades conoci- nos años venimos investigando acerca de
das como Aguada de Ambato, del Período la forma en que se abandonó y destruyó el
Medio o de Integración Regional del NOA. lugar. Al respecto, muchas de las evidencias
Hacia el 1200 d.C. fue incendiada y aban- encontradas nos llevan a considerar que los
pobladores del sitio, antes de partir y por nores, hacia el Oeste se extiende el relieve
cuestiones rituales, destruyeron parte de de cumbres, y se contornean posibles pasos
sus objetos y construcciones y posterior- hacia el Valle de Catamarca.
mente incendiaron los techos. Esto podría Gracias a los distintos trabajos realizados
haber formado parte de una práctica colec- en la zona, y a la información aportada por
tiva de clausura del sitio, donde los habitan- los pobladores del lugar, hemos dado con
tes se habrían despedido definitivamente de diferentes sitios arqueológicos. Entre ellos
este gran centro. se encuentran: campos para cultivar, sen-
deros, puestos y grupos de casas, como son
los sitios de Rodeo de los Indios, Tobaye y
El noroeste de la sierra El Carrizal.
del Alto-Ancasti Uno de los sitios más amplios donde
nuestro equipo ha trabajo es Rodeo de los
Ahora vamos a dirigir nuestra mirada Indios 3, un sitio de vivienda. Aquí hemos
hacia el oriente, en el Departamento de El realizado varias excavaciones en las cuales
Alto, comenzando con la zona de cumbres recuperamos diversos materiales siendo la
de la Sierra El Alto-Ancasti. cerámica el más abundante (Fig. 4 y 5). Tam-
bién encontramos restos de carbón, lo cual
resulta muy valioso para nuestra tarea ya
Pastizales de altura que sometiéndolo a la técnica radiocarbó-
nica nos permite conocer en qué momento
Allí, entre los 1400 y 1900 msnm se loca- el sitio estuvo habitado. Los fechados radio-
lizan las cumbres de la Sierra de El Alto- carbónicos obtenidos adscriben su ocupa-
Ancasti. La vegetación se compone prin- ción al Período Medio, durante la segunda
cipalmente de gramíneas y herbáceas. Las mitad del primer milenio.
características del terreno y su vegetación Luego de varios años recorriendo las
baja permiten una alta visibilidad a distinto cumbres, hemos registrado y excavado dis-
alcance y dirección. Mientras hacia el Este tintos tipos de sitios pero también presta-
se observan los llanos y las serranías me- mos principal atención al entorno, al paisaje
Figura 4. Excavación del sitio Rodeo de los Indios 3, departamento de El Alto, Catamarca.
Figura 7.
Fotografías
de pinturas
rupestres en
los sitios de
Cueva de la
Lampalagua
y El Cajón,
Tapso.
vimos que la forma de construir los muros las poblaciones que habitaron esta área.
es muy elaborada y presenta similitudes Pero esta empresa no nos involucra solo
en todas las zonas en que aparece, tanto a nosotros. Para la construcción de este
en valles como en cumbres y en la ladera pasado resulta una pieza fundamental el
oriental de la sierra. Esto se suma a la pre- vínculo que forjamos con los pobladores
sencia de estilos cerámicos comunes como locales. A través de este vínculo compar-
el Aguada negro grabado y Portezuelo. timos información, testimonios, historias
En tercer lugar, el arte rupestre exhibe locales, etc. que son de invaluable ayuda.
diversidad de motivos, estilos, superposi- Profundizar esta relación nos permite di-
ciones, etc. Aquí la representación del feli- fundir los resultados de nuestras investi-
no no es tan potente como en otras áreas al gaciones pero también someterlos a discu-
sur de la sierra -La Tunita, La Candelaria, sión. Por último, pero no menos importan-
etc.- donde los autores coinciden en ver las te, es el compromiso en la conservación de
huellas de Aguada. En esta región lo más este patrimonio arqueológico y cultural,
evocativo de esta cultura son: las huellas de tarea que nos involucra a todos y es una
felino representadas en el alero Casa Pin- responsabilidad compartida entre científi-
tada, las figuras antropomorfas de otros si- cos, autoridades y todos los miembros de
tios de Guayamba y la figura felino-ofídica la comunidad. En concordancia con esto,
de un alero de Los Algarrobales. y junto con otros equipos de arqueólogos,
Por último, creemos que los dos prin- nos encontramos impulsando proyectos
cipales sectores que hemos trabajado en que abogan por su cuidado y preservación
la Sierra de El Alto- Ancasti, cumbres y pero también su puesta en valor y funcio-
yungas, presentan diferentes trayectorias namiento como atractivo turístico sin po-
temporales e identidades socioculturales. ner en riesgo su integridad.
Mientras que la ocupación humana en el
primero de ellos habría sido en parte con-
temporánea a la de Ambato, con datacio- Lecturas sugeridas
nes radiocarbónicas y materiales que se
adscriben al Período de Integración Regio- Gordillo, I. 2009. El sitio ceremonial de La Rin-
nal, el registro arqueológico del segundo conada: Organización socioespacial y reli-
sector parece generado en distintos mo- gión en Ambato, (Catamarca, Argentina).
British Archaeological Reports, Internatio-
mentos a lo largo de un lapso de tiempo nal Series 7. Oxford.
más prolongado. 2010. La Imagen del felino en la América pre-
colombina. Corpus Antiquitatum Ame-
ricanensium VIII, Academia Nacional de
Pa l ab r as f i n a l e s : la Historia, Grupo Abierto Libros. Buenos
e l Pat r i m o n i o Aires.
A r q u e o l óg i c o , u n a González, A. R. 1998. Cultura La Aguada; ar-
queología y diseños. Filmediciones Valero
c o n s t r u c c i ón c o l e c t i va Buenos Aires.
Calomino, E. y Eguia, L. 2014. Nuevos acerca-
Para finalizar queremos detenernos en mientos al espacio semipúblico durante el
otros aspectos que también resultan fun- Período Medio (s. VII-XII D.C.). Caracteri-
damentales para el trabajo arqueológico. zación y estudio de un patio en La Rincona-
Como arqueólogos y como equipo de in- da. Arqueología 20: 95-114.
vestigación nos concierne el estudio de los Zuccarelli, V. 2012. Arqueología de los paisajes
agrarios surandinos. Aplicación de los SIG
vestigios de la vida en el pasado, que tiene
en el análisis de la problemática agraria en
como objetivo, en última instancia, ensa- Catamarca oriental, Argentina. Editorial
yar una “reconstrucción” de la historia de Académica Española. Saarbrücken.
CAPíTULO
LA VIDA EN EL VALLE DE HUALFÍN,
CATAMARCA, ANTES DE LA LLEGADA
11 ESPAÑOLA
Julieta Lynch
Figura 1. Ubicación
geográfica de los
sitios Hualfín Inka y
Villavil.
Figura 2.
Plano del sitio
Hualfín Inka
junto con una
panorámica
del la plaza
intramuros.
Figura 3. Excavación
realizada en uno de los
recintos del sitio Hualfín
Inka. Material arqueológico
recuperado de las
excavaciones del sitio.
a interpretar la funcionalidad de cada uno ción del sitio constituyó un poderoso meca-
de los recintos que se excavaron (Fig. 3). nismo de dominación ideológica y cultural
Toda este tipo de arquitectura se ha podi- de acuerdo a su arquitectura con caracterís-
do constatar en varios sitios arqueológicos ticas de grandes centros administrativos en
del noroeste argentino. Uno de ellos es el donde confluyen centros de poder e inter-
sitio Hualfín Inka. cambio, el asentamiento habría sido planifi-
A partir de los trabajos de excavación en cado en un primer momento con una mayor
el mismo se pudo constatar que la construc- importancia y connotación que la desempe-
ñada efectivamente en momentos posterio- (Pozo Verde, Lomas del Maray). A su vez,
res cuando se vuelve contemporáneo con el la construcción del sitio durante las prime-
sitio El Shincal. Este último sitio arqueoló- ras décadas de la ocupación inkaica del no-
gico que se encuentra a 60 km de distancia roeste argentino estaría apoyada por fecha-
hacia el sur, ha sido trabajado largamente dos radiocarbónicos obtenidos en algunas
por el Dr. Rofolfo Raffino y colaboradores, estructuras principales del emplazamiento.
en donde se ha podido establecer su gran La escasez y características del registro ma-
importancia como capital de provincia para terial sostienen, por otra parte, que el sitio
momentos incaicos. ha tenido una ocupación poco intensa en
Muchos investigadores han propuesto que la que las prácticas estatales habrían tenido
los grandes centros administrativos incaicos una escasa relevancia. Esto contrasta nota-
se encontraban en lugares más aislados que blemente con una arquitectura planificada
los asentamientos de las poblaciones loca- de acuerdo a los cánones propios del Tawan-
les, una forma de legitimar su poder frente tinsuyu. Es muy probable que el sitio haya
a ellos. Para el sitio Hualfín Inka, la cons- perdido importancia con el correr del tiem-
trucción del mismo no perseguiría aquella po, momento en el cual alcanza su máxima
idea del aislamiento geográfico, dado que expresión el sitio El Shincal.
numerosos asentamientos asignados a po- Por otra parte, mientras se construían es-
blaciones locales de épocas tardías guardan tos emplazamientos incaicos ¿qué pasaba
una estrecha relación espacial con el sitio con la población local? ¿Cambió su estilo
de vida o permaneció sin demasiadas mo- solo rectangular y algunos circulares (Fig.
dificaciones en esta zona del valle de Hual- 4). En superficie se halló una gran cantidad
fín?. Estos interrogantes son los que han de material cerámico de estilos Aguada,
guiado nuestras investigaciones en el sitio Santamariano, Belén e incluso Inca local.
Villavil, que venimos investigando desde el Junto con este material, también se encontró
año 2008. Este sitio se encuentra emplazado material lítico, como por ejemplo lascas de
a una altura de 1880 m. sobre el nivel del diferentes materias primas y núcleos líticos
mar y se ha dividido metodológicamente en trabajados que evidencian extracciones de
dos sectores, A y B respectivamente. El em- lascas para realizar posteriormente los arte-
plazamiento esta realizado en su totalidad factos terminados (Fig. 5).
de piedra con recintos cuadrangulares, uno Se han realizado excavaciones en dos es-
tructuras de este sitio pudiendo corroborar podemos decir por el momento que si bien
una primera ocupación temprana Aguada la anexión de nuevos territorios al imperio
(600-1000 d.C.) hasta épocas más tardías incaico evidenció una reestructuración en
con posible contacto incaico (1430 d.C.). A el seno de la sociedad incorporada, en cier-
su vez, se encontraron algunos fogones den- tas ocasiones se mantuvo un relativo orden
tro de los recintos que permitieron realizar social. Podemos decir entonces hasta el mo-
algunos fechados radiocarbónicos que apo- mento, que la zona durante la ocupación
yan esta hipótesis. incaica se baso en un tipo de relación diplo-
Por el momento, podemos decir que el mática con mantenimiento de una cierta au-
sitio habría sido ocupado en un primer mo- tonomía de los grupos locales, en donde las
mento por poblaciones Aguada, sociedades relaciones de alianza y reciprocidad con las
con un tipo de organización política de je- elites locales fueron fundamentales al mo-
fatura, que se basaban en cultos religiosos mento de su incorporación al Estado.
e intercambiaban el cebil a grandes distan- Hasta el momento los trabajos que se
cias. Eran grupos reducidos en donde sus vienen realizando en Hualfín Inka como
asentamientos eran dispersos, con pocos el sitio Villavil, enmarcados en el Proyecto
recintos y se ubicaban en zonas bajas, bien de Investigación del norte valle de Hualfín
cercanos a los campos de cultivo y donde el han permitido comprender un poco más
intercambio de productos se implementaba la dinámica que se estableció entre las po-
a partir de caravanas de llamas. blaciones locales y el Inca, justo antes de la
Posteriormente el sitio habría sido reocu- conquista española. Estos grupos de pobla-
pado modificando los recintos por pobla- ciones con un estilo de vida caracterizado
ciones del período siguiente conocido como por la caza, la agricultura, el pastoreo, fue
el Intermedio Tardío o de Desarrollos Re- cambiando a medida que el Inca avanzaba
gionales (1000-1470 d.C). Estos grupos de en su conquista de territorios dentro del
poblaciones eran más numerosos y con una noroeste argentino. En ciertos lugares esta
organización política bien marcada, en don- conquista tuvo enfrentamientos armados y
de se evidencia una diferencia de jerarquías en otros como se evidencia a partir de estos
en los distintos estratos de la sociedad. estudios, habría sido de forma pacífica, en
Estos grupos eran mayormente agropas- donde las alianzas entre las elites locales y
toriles, en donde la tierra cultivable era su- el Inca fue lo que caracterizo en esta zona de
mamente importante para poder solventar Hualfín en este tiempo.
este aumento poblacional. En este caso los Actualmente se sigue trabajando en la
asentamientos estaban compuestos por nu- problemática incaica y sus implicancias al
merosos recintos en piedra y se emplazaban momento de su llegada sobre las poblacio-
en sectores de gran altura, que en muchos nes locales, con el fin de explorar las distin-
casos era complejo poder acceder a ellos. tas estrategias implementadas por el impe-
Algunos investigadores plantean que exis- rio al momento de incorporar nuevas tierras
tían conflictos territoriales entre diferentes al sur del Tawantinsuyu.
grupos de poblaciones y que esta situación
de conflicto se vio afectada al momento de
la llegada del Inca a la zona. Glosario
CAPíTULO
El SHINCAL DE QUIMIVIL, QUILLAY
y LOS COLORADOS. UNA VENTANA
Marco A Giovannetti1,2, Gustavo Corrado2,3, Gregoria Cochero2, Edgardo Ferraris2, Josefina Spina2,
Camila Salama2, Lucía Aljanati2 y Mariana Valderrama2
El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA CAPíTULO 12 137
ENTENDER EL MUNDO INKA EN LA REGIÓN CENTRAL DE CATAMARCA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
138 CAPíTULO 12 El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA
ENTENDER EL MUNDO INKA EN LA REGIÓN CENTRAL DE CATAMARCA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA CAPíTULO 12 139
ENTENDER EL MUNDO INKA EN LA REGIÓN CENTRAL DE CATAMARCA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
Figura 2. Reconstrucción 3D y plano del Complejo 20, un lugar de residencia y ritualidad de las elites. Autores: M. Giovannetti
y G. Corrado.
140 CAPíTULO 12 El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA
ENTENDER EL MUNDO INKA EN LA REGIÓN CENTRAL DE CATAMARCA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
mivil como una residencia para las elites, un nes lejanos cuando el calendario ritual inka
centro administrativo y una representación de disponía celebraciones y ceremonias impor-
la arquitectura del poder. Fue, según nuestra tantes. El Shincal de Quimivil funcionaba de
óptica un espacio, especialmente preparado forma parecida pero en el otro extremo del
para la realización de enormes congregacio- mapa, en el Qollasuyu ¿Cuál es la evidencia
nes festivas cargadas de simbolismo sagrado, con la que contamos hasta el momento para
rituales, ceremonias y manifestaciones políti- proponer estas ideas? La más evidente, la
cas de poder. Este tipo de manifestaciones de arquitectura, tanto desde los tipos y magni-
la instalación inka en territorios conquistados tudes de los edificios construidos, como su
no es exclusiva de esta región. Existen otros disposición en el espacio. El Shincal de Qui-
ejemplos, algunos de mayor expresión, como mivil posee una de las plazas más grandes
el sitio Huánuco Pampa en la zona norte pe- conocidas en la región sureña, un cuadrado
ruana, uno de los asentamientos más impo- casi perfecto de más de 30600 m2 con entra-
nentes del Chinchaysuyu (sector norte de las das que marcan figuras en zig-zag, eviden-
cuatro divisiones del Tawantinsuyu). ciando la búsqueda de un especial cambio
Poseía cientos de construcciones y la plaza de estado al traspasar desde fuera hacia
abierta más grande conocida. Pero poca po- adentro y viceversa. Casi al centro del gran
blación vivía permanentemente allí. En cam- espacio abierto se ubica una plataforma
bio desbordaba de gente llegada desde rinco- ceremonial, llamada ushnu, de dos metros
El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA CAPíTULO 12 141
ENTENDER EL MUNDO INKA EN LA REGIÓN CENTRAL DE CATAMARCA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
de alto y 16 metros de longitud a cada uno perfecta dirección norte-sur que pareciera es-
de sus lados (Fig. 3B). Su entrada es prece- tablecer un espacio simbólico para acceder a
dida por una escalinata de nueve peldaños, la plaza y al mismo tiempo una línea de re-
un número simbólicamente importante en ferencia meridional desde donde medir con
la cosmología del espacio inka. La ubicación precisión los movimientos del sol a través de
es casi cardinal. En el interior de la platafor- la proyección de sus luces y sombras.
ma excavaciones de Raffino y otras recientes Dos cerritos bajos ubicados a este y oeste
nuestras han demostrado la preeminencia de de la plaza, jugaron un rol trascendental en
los ceremoniales y ritos donde se enterraban las prácticas rituales inka (Fig. 3 C y D). En
y quemaban distintos elementos, entre ellos ambos casos un admirable trabajo de cientos
comidas, objetos de cerámica, hueso y metal. de hombres culminó en ambas cimas apla-
También en una ocupación posterior a los nadas artificialmente con imponentes muros
inkas, donde los grupos diaguitas volvieron de contención a los costados y muy extensas
brevemente a este lugar, se realizaron ritos escalinatas para acceder a lo alto. En ambos
donde se enterraron fragmentos de objetos casos la idea de subir por el oeste es evidente
españoles, semillas y frutos de Castilla como ya que fue buscado ubicar ambas escaleras en
trigo, cebada y duraznos. Nosotros creemos esa dirección, al igual que en el ushnu. Los ce-
que el ushnu poseía varios emplazamientos rritos son diferentes comparados uno a uno.
donde se acumularon montículos de rodados El del este es piramidal con la escalinata recta
de río de tamaño relativamente chico. y ningún elemento destacable en la cima. El
En muchos ushnus se han encontrado pilas del oeste, en cambio, serpentea al subir, su
de piedra cuya función era recibir la chicha muro perimetral rodea todo el cerro y presen-
que era volcada por los gobernantes y sacer- ta varias rocas sagradas. Un conjunto de blo-
dotes, y permitiera que se infiltrara hacia la ques se muestran como las típicas rocas waka
tierra. Otro de estos libaderos (espacio para inka, veneradas por su propio poder y por su
libar, arrojar el líquido) ubicamos en el patio conexión con los antepasados. Están alinea-
del complejo 20, otro sector importante del das de manera que exponen eventos astronó-
sitio. micos como la salida del sol en el solsticio de
Dentro de la plaza se encuentra otro edifi- diciembre. Sobre el muro perimetral una roca
cio de importancia pública, la kallanka (Fig. mas pequeña fue tallada ovoidemente cons-
3A). Se trataba de elongados edificios de te- truyéndose una especie de altar adherido al
chos a dos aguas muy altos y empinados. Allí muro perimetral. A los pies de esta elevación
se producían reuniones importantes donde se ubica una pequeña representación de an-
se discutían cuestiones estatales y públicas denes de cultivo, posiblemente usado para
a la manera de asambleas pero fuertemente cultivar una cantidad reservada de productos
reglamentadas y disciplinadas, ya sea para la agrícolas especiales. Son atravesados por un
ubicación de los grupos en el espacio como canal estrecho que trae agua desde una ver-
de los turnos de oratoria. La chicha y la co- tiente a 2 km de distancia, atravesando el sitio
mida pasaban de mano en mano dado que e introduciéndose a la plaza por el oeste para
cualquier reunión política no podía estar seguir en dirección del ushnu. Las vertientes
exenta de la ingesta de alcohol como forma eran consideradas lugares especiales donde
de demostrar el comensalismo y la unión de brotaba la vida desde las entrañas de la mon-
los presentes. También se celebraban rituales taña.
y es probable que fuera usado como lugar de Ya por fuera de la plaza varias otras cons-
actividades diversas cuando no había fiestas. trucciones funcionaron como recintos templo
Una tercera construcción se destaca en la como por ejemplo el complejo 17. Una úni-
plaza, un portal de 69 metros de largo con ca habitación sin techo en el medio de otra
cuatro vanos. Se trata solo de una pared en estructura mayor de forma trapezoidal fun-
142 CAPíTULO 12 El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA
ENTENDER EL MUNDO INKA EN LA REGIÓN CENTRAL DE CATAMARCA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
Figura 3. Sectores
de El Shincal de
Quimivil. A) Gran
kallanka dentro
de la plaza; B)
Entrada del ushnu;
C) Plaza, ushnu y
Cerro Aterrazado
Oriental al fondo;
D) Cerro Aterrazado
Occidental, vista
desde el oeste.
Se observan
al frente los
andenes de cultivo
ceremoniales.
Autores: M.
Giovannetti y
Camila Salama.
cionaba como espacio de culto para volcar rían en el sitio de forma permanente. Serían
líquidos a la tierra y compartir comidas con los custodios del lugar, sacerdotes y gober-
las deidades. Pero también en las inmedia- nantes todo parte de una elite inka que con-
ciones de la plaza se ubican la mayoría de las tarían también con un número importante
construcciones que sirvieron de habitación a de personas de menor rango que harían los
las doscientas o trescientas personas que vivi- trabajos cotidianos.
El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA CAPíTULO 12 143
ENTENDER EL MUNDO INKA EN LA REGIÓN CENTRAL DE CATAMARCA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
Sobre los cerros que rodean el sitio ubi- distancia. En la base se encuentra un sitio
camos cerca de setenta almacenes (qolqa) de Inka llamado Tambillo Viejo ya prospectado
forma circular preservándose en la actuali- por Raffino tiempo atrás.
dad las bases de piedra ya que por encima Estos indicios son de suma importancia
de la superficie se construían en barro las para evaluar el grado de integración de los
paredes y paja las techumbres. Esta canti- paisajes locales dentro de la cosmovisión
dad de almacenes qolqa se explica en fun- inka. Parte del control territorial consistía en
ción de la necesidad de almacenar cultivos dominar las fuerzas que emanaban de cada
para fabricar la chicha y cocinar las comidas geografía particular con sus correspondien-
consumidas en las fiestas. tes waka (espacios sagrados dotados de po-
deres) que podían materializarse como ro-
cas, montañas o ríos. Los arquitectos de El
La arquitectura y su Shincal no dejaron librada al azar la ubica-
orientación espacial, ción de los recintos, especialmente aquellos
un mapa de la con fuertes connotaciones religiosas.
cosmología inka
144 CAPíTULO 12 El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA
ENTENDER EL MUNDO INKA EN LA REGIÓN CENTRAL DE CATAMARCA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
Figura 4. Diferentes morteros múltiples cercanos a El Shincal. A) Conjunto Formas Raras; B) Conjunto Albá; C)
Conjunto EGP; D) Conjunto Piedra Volcada. Autores. M. Giovannetti, Gregoria Cochero y Josefina Spina.
es común encontrar estos contextos con tan y usados en época inka. La excavación a los
alta cantidad de aríbalos por lo que nuestra costados de dos de estas enormes rocas (uno
suposición de su uso en las fiestas multitu- llamado EGP con 61 agujeros y otro Ruinas
dinarias parecería bien encaminada. con 16) produjo evidencia de grandes fo-
Pero fue el hallazgo y estudio de los es- gones, muchas ollas para cocinar, restos de
pacios que funcionarían como las factorías aríbalos inka y una asombrosa cantidad de
de chicha lo que dio el golpe definitivo para desechos vegetales quemados, restos de la
sostener esta idea. Estos espacios singulares cocción de la chicha de algarroba y de maíz.
se relacionaban con el emplazamiento de Calculamos que en total podrían haber tra-
grandes rocas tapizadas de morteros comu- bajado más de 170 personas en simultáneo
nales. La chicha requiere, como paso previo lo que impone la perspectiva de una enorme
a su cocción, la molienda de los productos factoría para producir cientos de litros de
vegetales con los que se confecciona. Du- bebidas y grandes cantidades de comidas.
rante los años de investigación uno a uno Pero la evidencia ofreció información acerca
fueron descubriéndose 24 rocas con muchas de cómo se trabajaba preparando la chicha.
unidades de molienda que suman más de Creemos que se trataba de mujeres ya que
350 morteritos en total. Se los encuentra en se encontraron también objetos asociados
el mismo perímetro de las ruinas como has- a labores femeninas. Por ejemplo, la tarea
ta 3 km de distancia dispersos por todo el del hilado, identificándose contrapesos de
cono aluvial. Nuestros estudios demostra- husos confeccionados sobre cerámica local
ron que fueron contemporáneos, fabricados y otros del valle de Santa María. Agregamos
El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA CAPíTULO 12 145
ENTENDER EL MUNDO INKA EN LA REGIÓN CENTRAL DE CATAMARCA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
que, de por sí, es común en el mundo an- sonas, la mayoría mujeres, molerían muchos
dino que la molienda de granos sea un tra- vegetales diferentes, aunque predominante-
bajo femenino. Como cerca de los morteros mente maíz y vainas de algarroba. Cocina-
no existen residencias suponemos que a los rían el mismo en grandes ollas durante ho-
morteros se acudía a cumplir con el tributo ras y volcarían la bebida en recipientes para
en trabajo que exigía la ley inkaica ¿de que su almacenamiento y posterior servido.
se trataba esto? En palabras sencillas, la or-
ganización del trabajo durante el Tawantin-
suyu se conformaba de turnos rotativos que Piedra Raja, la
debía cumplir cada comunidad en diferentes combinación sagrada
labores como la agricultura, la producción Roca-Agua
de objetos (textiles, cerámica, bronce etc.) o
como proponemos nosotros, la preparación Las evidencias de la sacralidad del sitio
festiva. En este sentido es importante desta- El Shincal no se encuentran circunscritas al
car que no solo pudimos identificar restos perímetro de las ruinas actuales. Todo el
de la preparación de comidas y bebidas para cono aluvial del Quimivil presenta reliquias
las fiestas sino que también restos de comi- inkaicas e incluso anteriores dispersas por
da producto de la propia alimentación de una amplia zona que probablemente con-
los trabajadores mientras cumplían su turno formara todo un paisaje ritual. Una de estas
laboral. Las palomitas de maíz, pochoclo, es la denominada “Piedra Raja” (Fig. 5), un
fueron parte de esa dieta conjuntamente con complejo para el pasaje de agua de magni-
comidas que habrían incluido carne de ani- tudes sorprendentes donde se combinaron
males silvestres. También sabemos a partir la maestría en conocimientos arquitectóni-
del hallazgo de silbatos y boquillas de ins- cos, hidráulicos y la capacidad de movili-
trumentos musicales de viento que la música zación de mucha fuerza laboral. Se trata de
debe haber amenizado la monótona tarea de un canal tallado en la roca madre granítica
moler. Se conoce por las crónicas españolas de un pequeño cerrito a 3 km de El Shincal
que los turnos de trabajo eran acompañados en dirección SE. Su particularidad radica no
por momentos de danza y música como una solo en la perfecta forma rectangular que
forma de festejar la reunión social. dieron al conducto de aproximadamente
Sabemos entonces, a partir del estudio de un metro de espesor, sino que buscaron la
vestigios vegetales con técnicas que recu- distribución del agua a partir de la bifurca-
peran evidencia microscópica que se molió ción en tres direcciones cada una con cierta
maíz, algarroba, papa, poroto y algunos espectacularidad. El agua proviene desde el
otros elementos. Todo esto fue corroborado sector SO probablemente como resultado de
a su vez, por la evidencia arqueobotánica un intrincado sistemas de canales que irri-
macroscópica que añadió restos de chañar gaba todo el cono aluvial con aguas del río
y también granos de un tiempo histórico Quimivil. Desde esa dirección continuaba
posterior ya dentro de la conquista españo- en sentido NE culminando en una caída de
la. Sabemos que estos grandes morteros si- sólo un metro de altura. Lamentablemente
guieron usándose durante el período que los el actual campo de nogales ha dejado pocos
arqueólogos llamamos “Hispano-Indígena” vestigios más allá del canal tallado en la roca
porque se identificaron algunos granos de pero suponemos que la estructura se conti-
trigo, cebada e incluso un par de semillas de nuaría en canales cavados en la tierra y recu-
uva. Pero más importante fueron los morte- biertos en piedra.
ros durante el período inka donde en algu- Con las desviaciones perpendiculares rea-
nos momentos del año, concordando con las lizaron dos artilugios imponentes. Por un
fechas festivas un flujo permanente de per- lado para dirigir agua en dirección NO cons-
146 CAPíTULO 12 El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA
ENTENDER EL MUNDO INKA EN LA REGIÓN CENTRAL DE CATAMARCA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
Figura 5. Complejo
Piedra Raja. A) Canal
tallado en la roca,
dirección SO-NE. Al
costado rampa de 45º;
B) Abertura pasadizo
sobre el cerro para el
pasaje de agua; C)
Pasadizo por dentro.
Autor: M. Giovannetti.
truyeron una rampa tallada en la roca de 45º plejo distribuidor de agua de riego para
de pendiente. Para el SE se expone el detalle abastecer campos agrícolas. Sabemos por
más espectacular. Abrieron una grieta en el otros sitios donde se usó el sistema de tallar
cerro mismo con paredes de 4 a 5 metros de la roca madre para la distribución de agua
alto a lo largo de casi 20 metros (Fig. 5 B y C). que este tipo de tecnología era usada. Pen-
En ese estrecho pasadizo de 30 a 40 centíme- samos, por ejemplo, en los extensos canales
tros, hacían fluir el agua posiblemente con agrícolas del valle de Iglesia en la provincia
un efecto sonoro imponente. Las paredes se de San Juan atribuidos a un período previo
encuentran perfectamente talladas y pulidas a los inkas y mejorado luego por estos Pero
dando un efecto de roca cortada industrial- luego verificamos que el espacio recortado
mente aunque sabemos que el trabajo se al cerro para realizar tan magníficos canales
hizo solo con cinceles de cuarzo, bronce y era mínimo comparado a los cientos de me-
pulidores de rodados de río. tros donde el problema de la distribución fue
Nuestros estudios nos llevaron a pensar solucionado sencillamente con menos inver-
en un comienzo que se trataba de un com- sión de esfuerzo a través de los canales en la
El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA CAPíTULO 12 147
ENTENDER EL MUNDO INKA EN LA REGIÓN CENTRAL DE CATAMARCA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
tierra tapizados con roca. El complejo Piedra lativamente amplias de sectores limpios de
Raja aparece como un punto único con “ex- rocas que perturbaran la tierra agrícola con
travagancias” para nada útiles pensando en algunos muros de contención y marcación.
la simple distribución del regadío. A partir Los segundos son los trabajos realizados
de aquí surgieron las ideas sobre su signi- sobre las laderas de empinadas pendientes
ficado especial que superara la utilización donde andenes tapizaban todo el espacio
agrícola que, por otra parte, no la descarta- (Fig. 6). Se construyeron mediante muros
mos. Es sabido que en la cosmovisión inka de contención de pirca rellenos con tierra
la montaña -y por ende su expresión menor, fértil buscando largas y angostas superficies
la roca- tiene un vínculo especial con el agua llanas que recorrieran la topografía de la
al ser ambas materializaciones de entidades montaña. Sabemos que se trata de un lugar
sagradas donde residen, y en muchos casos muy antiguo que se remonta hasta periodos
son en sí mismos, espíritus poderosos carga- formativos, es decir el comienzo de las pri-
dos de muchos poderes. El agua purifica y meras aldeas agrícolas pocos siglos antes de
la roca contiene y despierta la memoria an- la era cristiana. Siguió funcionando duran-
tigua, saberes y conocimientos ancestrales. te siglos y fue apropiado y expandido por
Los peregrinajes hacia lugares sagrados eran los inkas para que las poblaciones locales lo
interceptados por puntos especiales donde trabajaran como forma de pagar su tributo
el viajero purificaba su cuerpo a través del de trabajo. El producto agrícola se enviaba
agua, eran los llamados paqcha. Pensamos a los almacenes qolqa de El Shincal para ser
que la Piedra Raja pudo haber cumplido un consumidos en su mayoría en las reuniones
rol especial como punto de purificación an- festivas.
tes de llegar al sitio sagrado en cuestión, o
sea el Shincal para participar de las ceremo-
nias, ritos y las fiestas. Lo imponente de pre- Quillay, la alquimia
sencia a pocos kilómetros del sitio nos indica de transformar la roca
su vínculo con estas prácticas. en metal
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Figura 6. Andenes de cultivo sobre la ladera en el sitio Los Colorados. A) Varios andenes uno por encima
de otro; B) Detalle de un muro de contención de un andén. Era común utilizar grandes rocas que se
encontraban previamente. Autores: M. Giovannetti y Gregoria Cochero.
El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA CAPíTULO 12 149
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Figura 7. Hornos de fundición metalúrgica de Quillay. A) Ejemplar excavado exponiendo ambas cámaras, superior e
inferior; B) Cámara superior de un ejemplar no excavado. Autora: Josefina Spina.
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jo el gran fuego que alimentaba con calor. era deber de los hombres, los inkas, servir
También en la parte inferior se recibían las a todas estas entidades pidiendo, al mismo
chorreaduras de material fundido para ser tiempo que agradeciendo y devolviendo re-
colectado y extraído del horno. cíprocamente, buenaventura, favores o pro-
Este asentamiento formaba parte del com- tección. Sitios como El Shincal son la mate-
plejo de producción metalúrgica inkaica rialización espacial y arquitectónica de estas
aunque supieron aprovechar muy bien los prácticas que en general se realizaban ante
conocimientos especializados de las pobla- la presencia multitudinaria de contingentes
ciones locales que se encuentran entre los arribados desde muy lejos a participar de
más avanzados para su época. los ceremoniales. Las fiestas eran parte de
esto y el poder generoso de un Estado que
debía reciprocidad para quienes trabajaban
Conclusión. Un mundo por el mismo, se demostraba en todo su lujo
organizado de vínculos y esplendor. En Los Colorados toneladas de
sagrados, jerarquías y productos agrícolas se cosechaban para ir
demostración de poder. a parar a los almacenes qolqa de El Shincal.
Luego a su momento se trasladaban a los
Brevemente dimos un pantallazo de los moteros para producir la preciada chicha y
estudios que llevamos adelante en los si- los manjares que agasajarían a los invitados.
tios El Shincal de Quimivil, Los Colorados Sacerdotes y gobernantes oficiarían los ritos
y Quillay desde hace más de diez años. En desde el ushnu o los cerros aterrazados para
el primer caso se cuenta con varios años así dar continuidad a los ciclos del tejido so-
de investigaciones previas pero nuestras cial del Tawantinsuyu donde año tras año se
propuestas incorporan nuevos enfoques y renovaban los compromisos con los grupos
revisiones. Para Quillay los estudios eran locales conquistados, quienes a su vez paga-
demasiado superficiales por lo que se espera ban con su fuerza laboral como por ejemplo,
mucho más de este sitio que recién comienza en los hornos de Quillay, en la preparación
su época de investigaciones sistemáticas. Y de las fiestas o en las tierras agrícolas de Los
finalmente para Los Colorados es un pano- Colorados. Y así se reproducía la esencia del
rama nuevo con estudios de base ¿Qué he- Tawantinsuyu.
mos podido establecer con nuestras investi-
gaciones? En primer lugar siguiendo la idea
ya propuesta por Raffino, Farrington y A. R. Lecturas sugeridas
González se corrobora permanentemente la
importancia del El Shincal de Quimivil den- Farrington, I. 1999. El Shincal: un Cusco del Ko-
tro del esquema sociopolítico del Tawantin- llasuyu. En Diez Marín, C. (Ed.) Actas del
suyu en su expansión conquistadora. Pero XII Congreso Nacional de Arqueología Ar-
aparte de esto se nos presentan los vestigios gentina. Tomo I. Pp: 53-62. La Plata.
de un complejo mundo que muchas veces Giovannetti, M., Cochero C. , Espósito P. y
Spina, J. 2010. Excavación y análisis de un
nos es difícil comprender en muchos aspec-
mortero múltiple a través de la diversidad
tos. Un mundo de poder político y guerrero,
de su registro y su relación con la eviden-
de jerarquías sociales bien marcadas y de cia cerámica. En Bárcena y Chiavazza (Eds.)
contingentes laborales trasladados de aquí Arqueología Argentina en el bicentenario
para allá conviviendo con toda clase de seres, de la Revolución de Mayo. FFyL , UNCu–
para nosotros sobrenaturales, dentro de una INCIHUSA. Pp: 163-168. Mendoza.
naturaleza cargada de vida en las rocas, los Giovannetti, M. y Raffino, R. 2011. Piedra Raja.
ríos, las montañas y los bosques. Ese mun- La arquitectura hidráulica inka de escala
do se encontraba en permanente conexión y monumental en El Shincal de Quimivil. Es-
El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA CAPíTULO 12 151
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tudios Atacameños nro. 42:33-52. Lynch, J., Giovannetti, M. y Páez, M. 2013. Ush-
Giovannetti M., Spina J., Cochero G., Corrado nus of the Inca provincial region: An analy-
G., Aljanati L., Valderrama M. 2012. Nuevos sis of two ceremonial platforms from Inca
estudios en el sector “Casa del Kuraka” del sites in Catamarca (Argentina). Journal of
sitio El Shincal de Quimivil (Dpto. Belen, Anthropological Archaeology. 32:97-108.
prov. Catamarca, Argentina). Revista Inka Elsevier.
Llaqta Nro. 3: 161-190. Raffino, R. 2004. El Shincal de Quimivil. Edi-
Giovannetti, M; Spina J; Páez M. C; Cochero torial Sarquís. San Fernando del Valle de
G; Rossi A. y Espósito P. 2013. En busca de Catamarca.
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Shincal de Quimivil. Intersecciones en An- lombino. Emecé Editores. Buenos Aires.
tropología 14: 67-82. Pino Matos, J. 2013. El ushnu de Huánuco Pam-
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Primer Congreso de Historia de Catamarca. lugar de libaciones y eje de planificación de
Tomo Tercero. Junta de Estudios Históricas un centro administrativo religioso en los
de Catamarca. Pp: 15-28. Catamarca. Andes Centrales. Arqueología y Sociedad
Nº 26: 249-264.
152 CAPíTULO 12 El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA
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CAPíTULO
ARQUEOLOGÍA E HISTORIA DE
LOS PAISAJES CULTURALES DE LAS
13 SERRANÍAS DE EL ALTO-ANCASTI
Lucas I. Gheco1,2, Ana S. Meléndez2, Marcos N. Quesada1,2, María G. Granizo2 y Marcos R. Gastaldi1,3
Figura 1. Mapa de la
sierra con ubicación
de los sitios
mencionados en el
trabajo.
al menos desde los siglos VII y VIII de la era también expone las diversas líneas de inves-
cristiana, diferentes grupos asentados a lo tigación que viene llevando adelante nues-
largo y ancho de toda la sierra, viviendo en tro equipo de trabajo.
poblados estables y desarrollando sus acti-
vidades productivas agrícolas y ganaderas.
Aún hay muchos episodios de esta histo- La vida campesina en las
ria que desconocemos. Sin embargo, pode- cumbres de Ancasti
mos intentar resumir algunos aspectos de
este proceso en tres partes que pueden ser- Los primeros estudios arqueológicos rea-
vir al lector para formarse una idea aproxi- lizados en la sierra se concentraron en el re-
mada de cómo era vivir en la sierra: la vida gistro de las terrazas de cultivo y los morte-
campesina en las cumbres serranas del pri- ros hallados en las cercanías de la localidad
mer milenio d.C., los rituales desarrollados de Ancasti. Esta búsqueda no tenía el único
en las cuevas con arte rupestre y las trans- fin de avanzar en el conocimiento de las for-
formaciones sufridas a partir de la inserción mas de producción prehispánicas sino que
de las poblaciones a mercados comerciales pretendía trazar la frontera de lo que se con-
más amplios, principalmente los emprendi- sideraba como el área cultural andina. En
mientos mineros. Cada uno de estos puntos este sentido, se suponía que la observación
to para los pueblos de ambos sectores. La que ésta debería ser en la zona que nos ocu-
posibilidad de criar y cazar camélidos en la pa. Hay allí una mayor densidad de vivien-
cumbre y los múltiples recursos del denso das y espacios agrícolas, que lo hacen más
bosque de los sectores más bajos (cebil, plu- semejante a comunidades campesinas auto-
mas, frutos, animales, etc.) fueron algunos suficientes que a espacios productivos de-
de los elementos que avalaron esta hipótesis pendientes de centros más desarrollados.
cuya contrapartida fue la consideración de Luego de varios trabajos de relevamien-
esta zona como una periferia marginal en tos en un área próxima a la localidad de El
términos políticos con respecto de los cen- Taco fueron localizados diferentes sitios ar-
tros económicos ubicados en el piedemonte queológicos que pueden clasificarse en dos
del Valle de Catamarca. categorías principales: a) conjuntos habita-
Todas estas investigaciones exhibieron a cionales y b) áreas agrícolas.
la sierra como una zona marginal y de fron- Con respecto a los primeros, algunos de
tera, proveedora de recursos exóticos y de- ellos –los mayores- pueden tener más de
pendiente de otras áreas con mayor poder veintiocho recintos de formas cuadrangula-
político y económico. Sin embargo, nuestro res, como en el caso de ET 19. Suelen mos-
estudiodel paisaje arqueológico en las serra- trar un sector de mayor densidad arquitec-
nías de El Alto-Ancasti parece mostrar una tónica, que consiste en una serie de recintos
forma de construcción del espacio social un amplios (que pueden superar los 30 m de
tanto alejada de lo esperado para una peri- lado) que pudieron haber sido patios. Al-
feria, al menos del modo en que se piensa rededor de estos se disponen otros recin-
tos más pequeños (de hasta 4 m de lado), postería de rocas de tamaños variables, aun-
que pudieron funcionar como habitación o, que ya no lajas, dispuestas horizontalmen-
al menos, haber estado completamente te- te, dejando una cara más regular de la roca
chados. Algo más alejados pero definitiva- hacia el exterior del muro. Desconocemos la
mente integrando el conjunto habitacional, altura que alcanzaba este componente supe-
pueden aparecer otros recintos amplios y rior porque aparece muy deteriorado, pero
también muros bajos paralelos que confor- podemos presumir por la gran cantidad de
man niveles aterrazados de probable uso rocas derrumbadas extraídas en la excava-
agrícola. ción de uno de los recintos que pudieron
En relación a la arquitectura, es posible haber alcanzado una altura considerable.
apreciar una relativa homogeneidad entre Las prospecciones también han puesto en
las distintas estructuras identificadas. Los evidencia que un gran número de las caña-
muros tienen dos cuerpos. El inferior con- das que descienden hacia los arroyos prin-
siste en una doble hilera de lajas de esquisto cipales han sido preparadas para la práctica
dispuestas de canto dejando entre ellas un del cultivo. Esto sucedió específicamente
espacio que fue rellenado con tierra (que al mediante la construcción de muros que,
parecer contenía materiales arqueológicos). atravesando las cañadas, formaban sucesi-
La altura de este cuerpo es variable en fun- vos niveles aterrazados.
ción de la altura de las lajas, que en algunos Además, hay otro tipo de estructura vin-
casos superan el metro de longitud. El cuer- culada a las prácticas agrícola. En algunas
po superior está conformado por una mam- cañadas se activaron procesos de erosión re-
trocedente que dieron lugar a la formación ción. Uno es el que estamos describiendo en
de cárcavas que pusieron en peligro la in- la segunda mitad del primer milenio d.C., y
tegridad de algunos de los espacios agríco- el otro es el conformado por la ocupación ac-
las aterrazados, por lo cual se construyeron tual y reciente, representada por viviendas
muros de hasta dos metros de altura que que no parecen ser anteriores a la segunda
parecen haber estado destinados a detener, mitad del siglo XIX. No hemos hallado indi-
o al menos demorar, el avance de la erosión cios de ocupación que pudieran ser ubicados
Pero, ¿cómo se articulan estos tipos de es- cronológicamente en el lapso temporal que
tructuras en la construcción concreta de los en otros sectores del NOA está representado
paisajes campesinos? Por un lado, existe una por el período Tardío o de Desarrollos Re-
clara relación entre los conjuntos habitacio- gionales, ni del período Colonial.
nales y determinadas espacios que podría-
mos definir como explanadas elevadas en la
cumbre de las lomadas. Estos lugares, pa- Arte rupestre y
recen haber sido los terrenos seleccionados espacios rituales
para construir las casas y los corrales dado
que allí fueron localizados la mayoría de los La ladera este de la sierra de Ancasti es re-
sitios arqueológicos. No hemos podido de- conocida como uno de los lugares de arte ru-
tectar ningún caso de conjunto habitacional pestre más importantes de Sudamérica. Las
en, por ejemplo, las cañadas o las terrazas magníficas pinturas de sitios como La Can-
aluviales de los arroyos principales. Por delaria, La Tunita, Oyola y Los Algarrobales
otro lado, las terrazas aparecen tanto en las han ilustrado las páginas de numerosos li-
explanadas elevadas como en las cañadas bros y artículos científicos en todo el mun-
que descienden desde éstas a los colectores do. Si bien aún no contamos con un registro
principales. completo de la cantidad de cuevas y aleros
Debemos reconocer que aún no tenemos pintados o grabados, nuestros estudios han
un panorama claro de la cronología de cada identificado más de un centenar dispersos
sitioque nos proporcione elementos más en toda la sierra.
certeros sobre una posible simultaneidad Fueron Nicolás De la Fuente, Ángel Se-
de ocupación dealgunos de estos. Las ex- gura, Omar Barrionuevo y Amalia Gramajo
cavaciones en dos de los recintos de ET19 de Martínez Moreno los primeros investiga-
han proporcionado muestras cuya datación dores en emprender el estudio del arte ru-
ubica la ocupación del sitio entre los siglos pestre de las serranías de Ancasti a media-
VII y VIII d.C. También podemos indicar dos del siglo pasado. En su mayoría, todos
que las cerámicas recuperadas en esta exca- coincidieron en vincular las pinturas de las
vación, cuyas características las vinculan al cuevas con la cultura de La Aguada a partir
Periodo de Integración Regional que común- de la comparación de los diseños rupestres
mente fue relacionado con la Cultura de La con los motivos cerámicos. De este modo,
Aguada, son comparables a las recolectadas fue asumido que el arte rupestre de la sierra
en la superficie de los demás sitios, lo cual habría sido realizado en el período tradicio-
se suma a las similitudes ya explicadas en la nalmente relacionado a esta cultura, es de-
elección del emplazamiento y las técnicas de cir, en la segunda mitad del primer milenio
construcción. de la era cristiana.
Otro problema similar radica en la asigna- Algunas escenas de danzas y sacrificios
ción cronológica de las estructuras agrícolas. en La Tunita y La Candelaria condujeron a
Al respecto, podemos indicar que, sobre la los investigadores a proponer que las cue-
base de las prospecciones realizadas, el área vas con arte habrían sido antiguos espacios
de El Taco registrados momentos de ocupa- rituales. La ubicación de muchos de estos
abrigos en medio del bosque de cebil que Los materiales utilizados fueron óxidos de
se esparce en las lomadas bajas del Ancasti hierro para los tonos rojos y calcita y yeso
reafirmó esta hipótesis dado que las semi- para los colores blancos. Estos pigmentos
llas de este árbol han sido utilizadas como fueron mezclados con alguna sustancia
alucinógenos desde tiempos prehispánicos. orgánica, quizás grasa o resina, para darle
Sin embargo, los relevamientos y sondeos consistencia y adhesión.
emprendidos en las cuevas no brindaron La existencia de diferentes mezclas pig-
otras evidencias materiales de este tipo de mentarias o, para decirlo más sencillo, di-
actividades. ferentes “tarros de pintura”, nos permite
Más cercanos en el tiempo, otros investi- pensar en distintos eventos de pintado de
gadores han continuado el estudio del arte los abrigos, quizás separados por varios
rupestre de la zona, como Ana María Lla- años o siglos. Si a este dato lo correlaciona-
mazares, Mónica Gudemos, Carlos Nazar e mos con las superposiciones entre figuras y
Inés Gordillo. De la misma manera, nuestro las diferencias iconográficas entre los moti-
equipo de trabajo se avocó a esta temática vos, la historia comienza a ser bastante más
con el objetivo de desentrañar las historias compleja y extensa de lo que creíamos. Por
de pintado que crearon y transformaron los ejemplo, en la cueva Oyola 7 hemos iden-
repertorios plásticos de los abrigos con arte. tificado más de siete eventos de confección
Un conjunto de indicios detectados en las de motivos que fueron transformando los
primeras visitas a los sitios nos hizo sospe- paneles pintados, probablemente resignifi-
char que las cuevas pintadas no fueron el cando las pinturas en el tiempo.
resultado de un único evento de confección Ahora bien, ¿qué hacían las personas
de motivos sino la consecuencia de muchas dentro de las cuevas pintadas? Para inten-
ocasiones en las que diferentes personas tar responder este interrogante, ensayamos
hicieron nuevos dibujos. Las diferencias dos caminos complementarios. Por un lado,
estilísticas entre las figuras, los distintos estudiamos las características espaciales de
tonos cromáticos y la presencia de algunas los abrigos con arte rupestre (tamaño, ilu-
superposiciones fueron algunas de las pis- minación, visión de las pinturas desde el
tas que nos guiaron en ese sentido. A partir exterior, visión desde y hacia el abrigo, etc.).
de entonces, desarrollamos varias líneas de Estos datos nos permitieron inferir la exis-
investigación para avanzar sobre esta hipó- tencia de diferentes lógicas de selección de
tesis mediante estudios químicos, morfoló- los espacios pintados que probablemente
gicos y espaciales. hayan estado vinculados a las actividades
Varias técnicas de análisis químicos fue- allí realizadas. Es decir, entre la cantidad de
ron utilizadas para conocer los compuestos cuevas que podían ser pintadas, sólo fueron
usados en la confección de las pinturas. Para elegidas algunas con características deter-
esto fueron tomadas pequeñas muestras (1 minadas. Algunos sitios, como la Cueva de
mm2 aproximadamente)de los motivos pin- La Candelaria, habrían permitido la realiza-
tados en las cuevas del sitio arqueológico de ción de eventos con muchos participantes,
Oyola, , que luego fueron estudiadas me- quizás desarrollando danzas similares a las
diante Microscopía Electrónica de Barrido representadas en los techos de las cuevas.
con análisis elemental, Difracción de Rayos Otros abrigos, por el contrario, sólo habrían
X, Espectroscopía Infrarroja y Fluorescencia admitido la presencia simultánea de unas
de Raxos X. Los resultados nos permitieron pocas personas, en ocasiones no más de dos,
conocer que al interior de algunos abrigos constituyendo espacios íntimos. Si bien no
–como la cueva 7 de Oyola- existen diferen- sabemos con exactitud qué actividades se
tes composiciones de pinturas de los mis- practicaron en cada caso, bien podemos su-
mos colores (varios blancos, rojos y negros). poner que la elección de espacios diferentes
CAPíTULO
SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS
HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE
María de Hoyos
por el contrario, cuáles no aparecen en las aseguró haber visto “petroglifos” con lla-
imágenes. mitas y círculos. Unos cien años después,
cuando iniciamos nuestras investigaciones
en esa localidad, algunos pobladores nos
El valle, el paisaje y las hablaron de “piedras escritas” y nos mos-
“piedras escritas” traron unos pocos bloques con grabados.
Este fue el comienzo de una búsqueda sis-
El valle del Cajón se encuentra al oeste temática recorriendo una serie de quebra-
del valle de Santa María con quien com- das que parten desde el fondo de valle y
parte una sierra y un río: la sierra es la de ascienden hacia las áreas de puna (desde los
Quilmes que forma el límite entre ambos 3000 msnm a los 4.000 msnm) y que sirvie-
valles y el río es el Santa María, que corre ron como vías de comunicación entre los dis-
de norte a sur por el Cajón, rodea el extre- tintos pisos ecológicos (Fig. 1).
mo sur de las Sierras y se desplaza de sur a Estas investigaciones dieron como resulta-
norte por el valle vecino. El fondo de valle do el descubrimiento de 16 sitios con arte ru-
varía de los 2200 m hasta los 4000 m sobre pestre ubicados en cinco sectores diferentes
el nivel del mar. El paisaje es semiárido y del valle, con un total de 271 bloques conte-
combina ambientes valliserranos con pune- niendo más de 1800 motivos.
ños, es decir, se caracteriza por la ausencia Los petroglifos o “piedras escritas” son
de árboles autóctonos como el algarrobo y dibujos realizados sobre piedra por medio
por la presencia de arbustos y de diferentes del grabado o la incisión que se obtiene por
especies de cactus. golpe o raspado con una herramienta más
La única mención de arte rupestre en dura que la roca-soporte rompiendo, de esta
este valle pertenece Hermann Ten Kate, del manera, la pátina exterior. Esta herramienta
Museo de La Plata, quien realizó una breve podía ser un guijarro con punta afilada o un
visita a la zona de San Antonio en 1893 y cincel de metal (de cobre o bronce). Los di-
Figura 1. Las
representaciones
rupestres se
encuentran
principalmente
en quebradas
que sirven de
tránsito entre
distintos pisos
ecológicos.
Los soportes
empleados
fueron grandes
bloques de
granito (de más
de 2 m de largo
o de alto) que
pueden estar
concentrados o
dispersos.
166 CAPíTULO 14 SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE FORMATIVO
DEL VALLE DEL CAJÓN, DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
seños pueden clasificarse como figurativos si desarrollan en las escenas dibujadas. Por
consiguen identificarse seres u objetos reales otro lado, resulta esencial la comparación
como figuras humanas y de animales, y no con motivos o diseños similares representa-
figurativos o abstractos cuando reproducen dos en otros sitios con arte rupestre (como
formas geométricas como triángulos, grecas, en los valles calchaquíes) y en otros soportes
cruces, círculos o no determinadas. (como en objetos de cerámica, piedra o me-
El 80% de los diseños del valle del Cajón tal). La existencia de recurrencias en el arte y
son figurativos con marcadas diferencias la información surgida de los demás restos
temáticas entre dos zonas: en el área de San arqueológicos y de fuentes etnohistóricas
Antonio, la figura humana es protagonista, permite fundamentar mejor las reconstruc-
aparece formando escenas y relacionada con ciones narrativas. Sin embargo, no podemos,
diversos animales, algunos, como las llamas por el momento, afirmar que fueron hechas
y los ñandúes, habitaban este valle mientras por las mismas sociedades ni siquiera que
que otros, como simios y jaguares, refieren son contemporáneas pero podemos notar
a la fauna de las yungas. Por su parte, en que algunos actores de las sociedades forma-
la Senda de los Beliches, se produce la mayor tivas están ausentes. Los seis personajes pro-
concentración conocida de representación tagonistas del arte formativo son el ancestro,
de huellas humanas y de diferentes especies el pastor de llamas, el “pastor” o guardián
de animales. de suris, el indio de la peña, el líder y el cha-
Los motivos registrados en el área de San man.
Antonio fueron realizados dentro de la etapa
conocida como formativo que abarca un lar-
go período de tiempo, casi unos 1.500 años El Ancestro
(entre el 500 antes de Cristo y el 800 después
de Cristo), y aunque manifiesta singularida- La mayoría de los investigadores conside-
des regionales y cambios temporales, las dis- ran que las primeras comunidades agrarias
tintas sociedades que la componen tenían y aquellas con fuerte componente pastoril
semejanzas que permitirían integrarlas den- compartieron el culto a los antepasados, es
tro de un mismo sistema. En general, com- decir, veneraban a algún ancestro ilustre, un
prende pequeñas aldeas que practicaban líder heroico, que era considerado fundador
una agricultura incipiente, la cría y pasto- y protector de la comunidad.
reo de llamas pero continuaban con caza de Este culto fue materializado en piedra a
vicuñas y la recolección de frutos de chañar través de esculturas, monolitos y máscaras
y algarrobo. Se trataba de sociedades más o que eran consideradas como distintas cor-
menos igualitarias que desarrollaron nuevas poralidades del difunto. Estas piezas eran
tecnologías como la alfarería, la metalurgia y reconocidas como entidades vivas, adqui-
los tejidos en telar. rían carácter de sagradas y la comunidad las
El arte rupestre sigue las características alimentaba, rogaba y consultaba. La muerte
generales del formativo, es decir, existe un les había conferido poder para intervenir en
conjunto de rasgos que permiten incluirlos este mundo y se convertían en protectores
en esta etapa pero con variaciones temáticas de la aldea, de los cultivos y del ganado.
y estilísticas, incluso entre quebradas de una Los arqueólogos identificaron varias de
misma región. estas corporalidades como ciertas escultu-
La identificación de los actores o partíci- ras conocidas como suplicantes; monolitos
pes de diferentes relatos es posible teniendo (como los “menhires” de Tafí) que son largas
en cuenta los atuendos, tocados y objetos piedras paradas que se erigieron en el centro
que llevan, los vínculos con otras figuras de los campos o a la entrada de las aldeas y
humanas y animales y las acciones que se también las máscaras funerarias. Estas úl-
timas formaron parte del ajuar de algunos todo el Noroeste, probablemente llevan-
personajes especiales como dignatarios, do consigo la importante carga simbólica
chamanes o figuras destacadas, y se supone y ritual que tenían los objetos originales.
que reproducían y perpetuaban idealmen- En el valle del Cajón, el ancestro fue repre-
te los rasgos del difunto. Las máscaras son sentado de dos maneras: a) siguiendo la
sumamente expresivas, tienen los ojos bien morfología de los monolitos, es decir, los
abiertos, profundos o sobreelevados, que antropomorfos fueron grabados en rocas,
le dan una apariencia de estar despiertos con cabezas destacadas, sin extremidades
y atentos, preparados para realizar el viaje superiores y con los cuerpos alargados y
hacia el más allá. cubiertos con diseños interiores a modo de
Las corporalidades del ancestro fueron vestimentas o adornos (Fig. 2a);
reproducidas en el arte rupestre de casi b) siguiendo la morfología de las másca-
Figura 2. El
ancestro ilustre,
protector del
grupo, fue
representado de
dos maneras:
a) con el cuerpo
alargado y sin
extremidades
similar a los
monolitos y
b) con rostros
abiertos o
cerrados
parecidos a
las máscaras
funerarias.
168 CAPíTULO 14 SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE FORMATIVO
DEL VALLE DEL CAJÓN, DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
ras funerarias, es decir, como rostros y/o necesitan mucho follaje, son resistentes al
máscaras. frío y son ágiles en la altura y en monta-
Estos diseños pueden ser circulares o ñas desprovistas de caminos. Si bien no se
cuadrangulares, alcanzar unos 20 cm y montan ni se ordeñan resultaban, como el
muchos de ellos exhibir pinturas faciales o resto de los camélidos, sumamente útiles
accesorios como grandes aros, gorros o to- por la cantidad de productos que se ob-
cados de plumas. Otras veces, se grabaron tenían: lana (confección de vestimentas,
solo los ojos y boca, de manera que el límite bolsas, mantas, cuerdas y hondas), carne
natural de la roca formara el contorno del (fresca y charqui), cuero (uyutas, correas),
rostro (Fig. 2b). estiércol (abono de los terrenos de cultivo
También se representaron rostros/másca- y como combustible), el sebo (lubricante),
ras donde las microtopografías del soporte huesos (elaboración de instrumentos como
fueron incluidas en sus diseños, es decir, espátulas, punzones) y como animal de
se aprovecharon fisuras o rajaduras de la carga, el único que existió en la América
piedra y se dibujó el resto del contorno del precolombina.
rostro o se utilizaron orificios naturales en Los pastores debían cuidarlas, proteger-
la roca como si fueran uno -o los dos ojos- las de zorros y pumas y trasladarlas en
del ancestro y grabaron el resto de los ras- busca de las vegas de altura a medida que
gos alrededor. avanzaba el invierno e iban desaparecien-
En la Senda de los Beliches, situada en el do los pastos de los valles.
centro este del valle, existe un área que La aparición de este animal en el arte
exhibe una notable concentración de gra- rupestre fue tardía, es decir, muchos si-
bados, entre ellos, rostros que recuerdan a glos después de su domesticación. En el
las máscaras y figuras alargadas que evo- formativo fueron representados de dife-
can a los monolitos. La disposición de los rentes formas, desde naturalistas hasta
soportes y las características simbólicas fantásticas (mezcladas con otros anima-
de los motivos podrían estar indicando les) y, muchas veces atadas entre sí, a un
que se trata de un espacio, tal vez sagra- poste o sujetas por un pastor. Por su parte,
do, elegido para practicar ceremonias año la figuras de los pastores exhiben mayor
tras año. Probablemente, un lugar de en- estabilidad: sostienen una vara vertical o
cuentro entre diferentes grupos para rea- inclinada en cada mano y usan gorros de
lizar actividades económicas (intercambiar forma cupular con dos aletas que caen a
productos), sociales (ritos de iniciación) y ambos lados.
religiosas (propiciar el multiplico del gana- La escena de pastoreo registrada en el va-
do, las buenas cosechas y la salud de las lle del Cajón, muestra a dos pequeños pas-
familias). tores -tal vez niños, tal vez una perspectiva
de distancia- vigilando a la manada desde
arriba mientras que las llamas están distri-
E l pas t o r d e l l a m as buidas en distintas posiciones y orientacio-
nes sugiriendo un relieve irregular dentro
Los datos arqueológicos señalan que la de un paisaje montañoso (Fig. 3).
cría y el pastoreo de llamas fue una ac- En este valle, las llamas no aparecen ata-
tividad recurrente a lo largo de toda la das ni con las crías como ocurre, por ejem-
prehistoria y con incidencia variable en plo, en el vecino valle Calchaquí. Fueron
la economía de los diversos grupos. Estos dibujadas de manera naturalista, cercanas a
animales tienen habilidad para adaptarse y los modelos reales y con panzas pronuncia-
las caravanas llevando productos atravesa- das, es decir, preñadas, circunstancia que no
ban los desiertos e iban hasta la costa. No volvió a representarse en el arte rupestre.
Figura 3. En la escena de pastoreo superior, los pastores son pequeños y parecen vigilar a la ma-
nada desde arriba. Las llamas fueron grabadas en distintas posiciones y orientaciones -señaladas
por las líneas punteadas- que indicarían que los animales se encuentran situados sobre un relieve
montañoso.
170 CAPíTULO 14 SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE FORMATIVO
DEL VALLE DEL CAJÓN, DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
Figura 4. Esta
reconstrucción
reproduce la parte
superior de una
escena donde
un “pastor de
suris” controla
una bandada de
aves. La escena se
completa con otro
pastor, ubicado en
el extremo inferior,
y diecisiete
ñandúes situados
entre ellos.
empleadas (naturales o pintadas con vivos diecisiete ñandúes. Estas aves fueron re-
colores) como adornos, marcadores de je- presentadas en una gran variedad de posi-
rarquías sociales y también como ofrendas ciones y perspectivas: de frente, de estricto
a las deidades acompañando a las hojas de perfil o con las extremidades de frente y el
coca y a la chicha. Los cronistas que vivieron resto del cuerpo de perfil (Fig. 4).
en el Tucumán colonial en el siglo XVI sos-
tienen que los indígenas “criaban avestruces
mansas en sus casas” y que, en ocasiones, E l “i n d i o ” d e l a P e ña
se realizaban ceremonias (que los españo-
les denominaban “borracheras” dado que La Peña del Indio es un sitio que presenta
abundaba la chicha) donde los indígenas se dos grandes figuras humanas grabadas en
cubrían con las plumas e imitaban el andar lo alto de un promontorio rocoso, situado
de ese animal. a diez metros sobre el nivel del río Santa
El arte rupestre de diversos valles y de di- María y al pie de las sierras de Quilmes. Es-
versas épocas muestra a los cuidadores de tos diseños, por su tamaño y ubicación, son
estas aves con gorros y varas similares a las perfectamente visibles para quienes vienen
que llevan los pastores de llamas pero ubica- descendiendo desde el norte del valle.
dos de un lado y del otro de la bandada de En este caso, no es la escena la que cuenta
manera que poder controlar mejor el movi- una historia sino su ubicación en el paisaje,
miento de estos animales. precisamente en un lugar estratégico donde
En el valle del Cajón, el sitio denominado termina la angosta quebrada y comienza el
Quebracho, presenta una escena donde dos ancho valle y, además, donde parte el cami-
grandes figuras humanas se encuentran dis- no hacia el vecino valle de Santa María. En-
tanciadas entre sí, vigilando desde lo alto y tonces, como sucede en otras regiones del
desde abajo a una bandada compuesta por Noroeste, estas figuras podrían marcar una
Figura 5. La
ubicación y la
temática de ciertos
sitios podrían
estar señalando
límites territoriales,
cruces de camino,
la existencia de
algún recurso,
espacios sagrados
o los lugares por
donde migran los
camélidos, entre
otros. Los motivos
empleados para
generar esta
información van
desde figuras
humanas y de
animales a diseños
geométricos con
contenido simbólico
para el grupo.
172 CAPíTULO 14 SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE FORMATIVO
DEL VALLE DEL CAJÓN, DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
E l c ha m a n
más evocado es el jaguar y el chaman suele manera, fuerza física, audacia y la destreza
usar la máscara o la piel del animal para fa- para realizar hazañas extraordinarias.
cilitar el contacto. Los más poderosos logran El arte rupestre del valle del Cajón (y de
dominar a su espíritu tutelar y utilizarlo de los Valles Calchaquíes) parece indicar que
manera activa; incluso pueden metamorfo- estas sociedades formativas habrían elegido
searse en su animal y asumir el poder de la ciertas aves rapaces como guías tutelares ya
especie que representa adquiriendo, de esta que las figuras humanas exhiben máscaras
Figura 7. a) En Casa del Medio, el rostro evoca a un búho (o lechuza), dibujado de frente, con sus ojos
grandes y redondeados, coincidiendo con su forma de mirar. Esta ave también fue representada en la
misma roca; b) En Cardones, dos enmascarados, uno adulto y un subadulto, fueron representados en di-
recciones opuestas pero en contacto entre sí. Los rostros refieren a algún ave rapaz de mirada lateral.
174 CAPíTULO 14 SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE FORMATIVO
DEL VALLE DEL CAJÓN, DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
tenían otro status. Las representaciones de De Hoyos, M. 2002. Las “Piedras Escritas” de
estos personajes en el valle del Cajón no pa- San Antonio del Cajón. Catamarca. Museo
recen trasuntar una marcada diferencia je- Arqueológico “Eric Boman”. Santa María.
rárquica sino, quizá, al primero entre pares. 32 páginas.
Finalmente, el protagonista más singular De Hoyos, M. 2005. Antropomorfos y zoomor-
fos del Filo de la Loma Larga, San Carlos
de este conjunto es la figura que ha perdido
Salta. Pacarina, Arqueología y Etnografía
su cabeza original para adquirir la de un ave Americana, 5: 27-36.
rapaz. Estos animales, que tiene una notable González, A. R. 1989. El arte rupestre. En R.
agudeza visual y auditiva y son capaces de Bulgheroni (coord.), Suma Andina: apéndi-
volar, fueron elegidos como espíritus tute- ces. Buenos Aires.
lares por los chamanes. La intensidad de su Llamazares, A. y C. Martínez Sarasola. 2006.
propia experiencia religiosa y las habilida- Reflejos de la cosmovisión originaria. Arte
des que adquiere a través de su animal de indígena y chamanismo en el Noroeste ar-
poder lo distingue del resto de los integran- gentino prehispánico. Tesoros precolombi-
tes de la comunidad y esa distinción se ma- nos del Noroeste argentino, pp. 63-92.
terializa con una construcción diferenciada Olivera, D. 2001. Sociedades agropastoriles
tempranas: el formativo inferior del No-
del cuerpo donde se mezclan los rasgos hu-
roeste argentino. En E. Berberian y A. Niel-
manos con los del animal.
sen (dir), Historia argentina prehispánica, I:
83-125. Córdoba.
Podestá, M. y M. de Hoyos. 2000. Arte en las
L e c t u r as S u g e r i d as Rocas. Arte rupestre, menhires y piedras
pintadas. Sociedad Argentina de Antropo-
Aschero, C. 2007. Iconos, huancas y compleji- logía. Buenos Aires. 326 páginas.
dad en la Puna sur argentina. En A. Nielsen, Podestá, M., D. Rolandi, M. Sánchez Proaño.
C. Rivolta, V. Seldes, M. Vázquez y P. Mér- 2005. El arte rupestre de Argentina Indígena.
colli; Procesos sociales prehispánicos en el Noroeste. Academia Nacional de la Histo-
sur andino 2: 135-165. Córdoba. ria. Buenos. 115 páginas.
176 CAPíTULO 14 SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE FORMATIVO
DEL VALLE DEL CAJÓN, DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
CAPíTULO
ARQUEOLOGíA
DEL VALLE DEL BOLSÓN
15
Mariana Maloberti1, Alejandra Korstanje1, Marcos Quesada2, Julio Kulemeyer3, Patricia Cuenya4
1
Instituto de Arqueología y Museo - Instituto Superior de Estudios Sociales (CONICET-UNT); 2CITCA, CONICET - Escuela de
Arqueología, UNCA; 3Universidad Nacional de Jujuy, INTEMI (FI, UNJu) – CIT (CONICET-UNJu); 4Universidad Nacional de Tucumán,
(FCNeIML, UNT).
Figura 1. Ubicación
geográfica del valle
de El Bolsón.
bientales del valle en las cuales debieron msnm) donde hay disponibilidad de pastos
vivir esos grupos. Así, gracias a los estudios estacionales y tropas de vicuñas que podían
de registros paleoclimáticos locales, sabe- ser cazadas.
mos que habrían existido condiciones más Por otro lado, también hemos identificado
húmedas a las actuales desde el 4000 a.C. sitios con arte rupestre (El Overito) ubica-
hasta el 750 a.C. Esto se hace evidente por dos principalmente en vías de tránsito que
ejemplo a partir de los análisis polínicos lle- llevan a espacios de producción agrícola o
vados a cabo, los cuales indicaron que los hacia fuera del valle, así como también si-
elementos de la vegetación que actualmente tios que pudieron haber estado vinculados
podemos encontrar en la región, aparecían al tráfico caravanero, como el sitio El Mé-
escasamente representados, identificándose dano.
en su lugar familias de plantas de ambien- Todos los sitios hasta aquí trabajados nos
tes más húmedos. Podemos pensar enton- hacen pensar en un paisaje social del valle
ces que durante el Holoceno Medio el pai- que articula, durante el primer milenio de
saje del valle difería de el que conocemos nuestra Era, espacios de residencia más
actualmente, caracterizado por sus condi- permanente estrechamente vinculados con
ciones áridas a semiáridas. los ámbitos de producción agrícola, lugares
Respectos de los inicios de la producción asociados a la circulación y tránsito y sitios
de alimentos, lo que conocemos a partir de de ocupaciones discontinuas. Asociados a
investigaciones realizadas en otras áreas es estos sitios podemos encontrar fragmentos
que en algún momento del Holoceno Me- cerámicos, tanto dispersos en la superficie
dio los grupos de los Andes centro sur co- como recuperados en excavación, como así
menzaron a experimentar con el manejo de también artefactos confeccionados en pie-
camélidos y de cultivos. La intensificación dra y desechos de talla que evidencian la
de este proceso desembocaría en la consti- manufactura y reparación de esos artefac-
tución de la vida aldeana que caracterizaría tos. Por otro lado, algunos de las materias
al llamado período Formativo (1000 a.C. a primas recuperados en los sitios, indicarían
1000 d.C.). que no todos los recursos utilizados en la
En el caso de El Bolsón, existen numero- manufactura de artefactos de piedra eran
sos sitios arqueológicos ubicados tempo- obtenidos en el valle mismo. Así, el hallaz-
ralmente dentro del período mencionado. go de rocas que no se encuentran el lugar
Entre estos sitios encontramos conjuntos (por ejemplo la obsidiana) hace pensar que
aldeanos como ser Morro Relincho/La Me- las mismas podían haber sido obtenidas (de
sada y El Alto El Bolsón/Yerba Buena, cons- manera directa o a través de contactos con
tituidos por estructuras de piedra, algunas otros grupos) desde otras regiones más o
de ellas destinadas a la vivienda y otras a la menos distantes.
producción agrícola, encontrándose las pri- En algunos de los sitios arqueológicos
meras dispersas entre las últimas. también se pudieron recuperar restos óseos
Otro ejemplo de emplazamientos arqueo- animales (por ejemplo en Morro Relincho/
lógicos que podemos encontrar lo constitu- La Mesada), cuyos análisis permitieron
yen los espacios de ocupaciones disconti- identificarlos como huesos de camélidos
nuas, entre las cuales encontramos a Cueva (específicamente llamas). Del alero Los Vis-
Pintada y Los Viscos. Ambos casos se tratan cos, por sus buenas condiciones de preser-
de ocupaciones aprovechando aleros roco- vación, permitió estudiar no sólo los huesos
sos en los sectores sur y medio del valle, en de camélidos, sino que también se identifi-
proximidades de áreas con recursos para caron restos óseos de algún cérvido salvaje.
la recolección. A estos debemos sumar los Esto permite sugerir que estamos frente a
refugios en las vegas de altura (aprox. 4000 grupos que incluían como parte de sus ac-
de micro roedores junto con los estudios co causado por el pastoreo y la agricultura,
polínicos y geomorfológicos nos han per- permitiéndonos pensar en la intensificación
mitido reconocer algunas tendencias para el de estas actividades durante este momento.
primer milenio. Especialmente interesante Entre el 500 d.C. y el 1275 d.C. se registró un
nos parecieron las evidencias que indicaron lapso de aridez con disminución de las tem-
que entre el 750 a.C. y el 500 d.C., se habría peraturas y posteriormente al año 1275 d.C.
dado un momento de mayor humedad que comienzan a instalarse en el valle las condi-
la actual con un creciente disturbio antrópi- ciones que presenta actualmente.
E l va l l e d e E l B o l s ón h o y
Figura 6.
Museo Rural
Comunitario de
Barranca Larga
durante su
construcción en
2009.
Figura 7. Taller
realizado con los
alumnos de la
primaria para
definir la temática
de la muestra del
museo.
CAPíTULO
LA ARQUEOLOGIA DE LOS SISTEMAS
DE PRODUCCIÓN AGRÍCOLA DE LA
1
Escuela de Arqueología, Universidad Nacional de Catamarca; 2Museo Etnográfico Juan B. Ambrosetti, Facultad de Filosofía y Letras,
Universidad de Buenos Aires
Algunos ejemplos de
e s t r u c t u r as a g r íc o l as
en los Andes
Figura 2. Sistemas productivos combinados: Campos elevados y pampas. Región del Lago Titicaca. Bolivia. (Foto Orgaz
Martín).
Figura 4. Canchones del campo de cultivo de Lorohuasi. (Extraída de Orgaz et al. 2014).
alturas que oscilan entre 18 a 40 cm (Fig. 5). estructuras que pudieran ser interpretadas
En terreno se documentaron segmentos entre como lugares de residencia tanto en sus in-
los muros demarcadores que pueden inter- mediaciones como dentro del campo agrí-
pretarse como espacios para circulación. Dos cola. Es probable que estos canchones ha-
son las particularidades del área agrícola: (i) yan sido utilizados y re-utilizados a lo largo
por un lado, la presencia de 22 bloques con del tiempo.
grabados que presentan representaciones vi-
suales adscriptas mayormente a momentos Canchones Antinaco: Los diferentes can-
tardíos y en menor medida de las sociedades chones de cultivo se emplazan a una cota
anteriores, pero que remiten a un mismo altitudinal que oscila entre los 1.940 a 1.960
tiempo de realización debido a la ausencia de msnm. Se dividen en dos sectores que se
superposiciones, mantenimiento o reciclado, emplazan en la margen derecha e izquier-
diferencias en las tonalidades de las pátinas y da del río Antinaco que desemboca en el río
a la homogeneidad en las técnicas de resolu- Fiambalá o Abaucán, a los que llamaremos
ción y ejecución de las imágenes plasmadas, sector N° 1 y N° 2, respectivamente (Fig. 3).
y (ii) la presencia en su interior de cámaras En el sector N° 1 se relevó una superficie
funerarias en forma de cista, posiblemente en de 2,5 ha con estructuras agrícolas cuyos
falsa bóveda, presentando en algunos casos tamaños varían entre (4x12) m y (19x22) m,
la asociación con huesos humanos que apor- presentando muros simples y dobles de 30
taron una fecha radiocarbónica de 611±39 AP y 60 cm de ancho, respectivamente, y altura
(AA72747, hueso) que se ubica entre los años máxima de 50 cm. El conjunto cerámico en
1.303-1.330 cal AD (p=0,05). asociación corresponde a momentos pre-
Los canchones están asociados con frag- tardíos y en menor proporción tardíos. Por
mentos adscriptos tecno-estilísticamente tan- su parte, el sector Nº 2 cubre una superficie
to a momentos pre-tardíos (Saujil, Ciénaga, de 2 ha definida por canchones de mayor ta-
Aguada) como tardíos (Belén y Sanagasta), maño (23x30) m con grandes muros dobles
además, también se registró la presencia de y otros simples de 100 y 40 cm de ancho,
artefactos de molienda. No se registraron respectivamente, presentando una altura
que oscila entre 20 a 40 cm. Algunos están del paisaje agrícola de Antinaco es que las
subdivididos por alineaciones de rocas dis- estructuras arqueológicas emplazadas den-
puestas a modo de muros simples, definien- tro del actual poblado de Antinaco fueron
do celdas más pequeñas (6x6) m. (Fig. 6). El reutilizadas en el presente para el cultivo de
conjunto cerámico superficial se conforma alfalfa. Además, los pobladores de Antinaco
por fragmentos pre-tardíos (Saujil y Agua- informaron que se obtuvieron artefactos lí-
da) aunque los tardíos (Belén) presentan ticos a través de una excavación clandestina
mayor proporción relativa que en el sector conjuntamente con “un indiecito dentro de
Nº 1. También se registraron despedres en una tinajita de color negro y rojo envuelto
la intersección de los muros. con poncho de vivos colores”. Este hallazgo
En base a observaciones en terreno y el provino de la cumbre de uno de los cerros
análisis de la cartografía digital se estima que se ubica al noreste del pueblo y de los
que la superficie de cultivo es de aproxima- campos agrícolas arqueológico homónimo,
damente 27 ha, pudiendo ser aún mayor si al que algunos pobladores llaman “El Fuer-
consideramos que parte puede encontrar- te” y otros lo identifican como “el lugar de
se totalmente colmatada por los médanos. festejo de los indios”. Las prospecciones
Ambos sectores se relacionan con el sitio realizadas en el lugar confirmaron lo expre-
arqueológico residencial Cardoso, donde sado por la gente ya que se registraron cua-
uno de los rasgos relacionados con la acti- tro estructuras a lo largo del trayecto desde
vidad productiva es la presencia en super- la base a la cima del cerro, no habiéndose re-
ficie de 18 artefactos de molienda dentro de cuperado material artefactual en asociación.
la instalación. Otra característica distintiva De estas estructuras la más significativa es
Figura 6. Canchones de Cultivo de Antinaco (Sector N° 1). (Extraída de Orgaz et al. 2014).
genes grabadas en el bloque asociado a estos alcanzan los 30 m de largo por 10 de ancho
sistemas agrícolas. (Fig. 7).
Durante la prospección se documentó ma-
Niveles aterrazados en el piedemonte de terial cerámico en superficie que da cuenta
Las Termas de Fiambalá: Este sistema agrí- de la presencia de estilos decorativos pre-
cola se ubica a 1.724 msnm, en las inmedia- incas (Sanagasta y Belén) e Inca y en menor
ciones del complejo termal de Fiambalá, frecuencia Aguada.
aproximadamente a 20 km de la ciudad
homónima cabecera municipal –ver figura
3. Se caracteriza por conformar un conjunto Algunas conclusiones
de niveles aterrazados en pendiente relati- que nos permite el
vamente suave, cubriendo una superficie estudio de los paisajes
actual de 2 ha aunque se estima que su desa- agrícolas
rrollo máximo fue de 8 ha. Esta apreciación
es producto del mal estado de conservación Como se dijo al inicio de este trabajo, son
en que se encuentra este bien cultural de- muchas las preguntas que encuentran res-
bido al impacto directo que sufrió por la puesta a través del estudio arqueológico de
apertura del camino vehicular al complejo los campos de cultivo de las sociedades del
termal, como así también por la presencia pasado. El estudio de las tecnologías de pro-
de picadas que atraviesan el predio conse- ducción agrícola prehispánica es un aspecto
cuencia del montaje de columnas de alum- relevante al momento de dar cuenta de las
brado. Desde el punto de vista constructivo múltiples dimensiones de la vida social de
no presenta diferencias internas, siendo la las poblaciones. Por ello, un análisis contex-
técnica empleada la disposición de muros tual y comparativo sobre los diferentes espa-
de contención de material pétreo en sentido cios agrícolas de la región de Fiambalá, junto
perpendicular a la pendiente, cuya altura a otras evidencias arqueológicas asociadas,
oscila entre los 20 a 40 cm, generando ni- como tumbas, cerros, cerámica de diferentes
veles aterrazados en algunos sectores que momentos del desarrollo cultural regional,
rocas con grabados, entre otros, permiten tamos en condiciones de plantear algunas
realizar algunas consideraciones que nos re- conclusiones integrales que involucra la di-
mite a la dinámica social del pasado. námica social regional.
En primer lugar una mirada comparativa En este sentido consideramos que la au-
entre los sistemas agrícolas de canchones sencia de integración, plena o directa, en-
que se presentaron posibilitan algunas ca- tre los espacios de viviendas y los sistemas
racterísticas compartidas y otras no. Entre agrícolas tiene relación con la organización
las compartidas se destacan: (i) la selección del trabajo en diferentes momentos del de-
de las terrazas de los ríos como lugar de sarrollo cultural regional. Un segundo as-
emplazamiento; (ii) una continuidad de las pecto a destacar es que la tríada que articu-
técnicas constructivas a lo largo del tiempo la crecimiento demográfico-centralización
a pesar de su asociación con conjuntos cerá- política-tecnología agrícola no se refleja en
micos que remiten a estilos decorativos de la región de estudio. Los paisajes agrícolas
momentos Formativos y/o Tardíos; (iii) la no sugieren cambios en la organización del
extensión de la superficie cultivable presenta trabajo a lo largo del tiempo, siendo impo-
una gran variabilidad pero como máximo, y sible al estado de las investigaciones definir
en forma estimada, se calcularon 60 ha para etapas de mayor complejidad social y tec-
el caso de Guanchincito y (iv) con relación nológica en el devenir histórico de la región
al punto anterior, también podemos asumir de Fiambalá.
que no existió una expansión importante En tercer lugar, no fueron observadas
de la superficie cultivable a pesar de la re- transformaciones abruptas en las configura-
ocupación de estos espacios de los que da ciones agrícolas para momentos del Período
cuenta los conjuntos cerámicos asociados. de Desarrollos Regionales (crecimiento de la
Por su parte, como diferencias podemos superficie cultivable, mayor elaboración en
indicar que: (i) varía la forma y la superfi- las técnicas constructivas, explotación más
cie definida por cada canchón; (ii) algunos intensiva y organización del laboreo agríco-
sistemas agrícolas están asociados a sitios la a escalas supradomésticas), a diferencia
residenciales, como es el caso de Antinaco, de lo que fue registrado en otras regiones
y otros no aunque es interesante indicar que del Noroeste Argentino. En la región de
dicha asociación no es directa dado que me- Fiambalá, las sociedades del segundo mile-
dia una distancia considerable entre unos y nio reutilizaron principalmente los sistemas
otros; (iii) algunos presentan marcas cultu- agrícola de canchones sin realizar cambios
rales (grabados y tumbas) y otros no; (iv) significativos pero incorporando, en algu-
la mayoría de los sistemas agrícolas de can- nos casos, dispositivos culturales (grabados
chones se emplazan en lugar abiertos, con la y tumbas).
excepción de Suri Potrero, situado dentro de Para finalizar resta decir que aún son mu-
la quebrada; y (v) solo Guanchincito y Suri chas las preguntas que quedan en el tintero
Potrero están asociados con grabados pero para conocer cabalmente la historia social de
sus accesibilidades y visibilidad difieren la producción agrícola. Por ello, el Proyecto
notoriamente en ambos sistemas agrícolas. Arqueológico de los Paisajes Agrícola de la
El único sistema aterrazado (Las Termas) región de Fiambalá tiene en agenda diversas
está asociado principalmente con materiales líneas de investigación en curso orientadas
cerámicos del Período Tardío e Inca pero, al a la reconstrucción de esta historia.
igual que el sistema de canchones, tampoco
cubre una gran extensión a pesar de la posi-
ble intromisión del estado inca. Lecturas Sugeridas
En segundo lugar, luego de la compara-
ción entre los complejos productivos, es- http://www.proyectopacha.com.ar
CAPíTULO
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS
EN EL VALLE DE SANTA MARÍA,
17 CATAMARCA
CONICET – Museo Etnográfico “Juan B. Ambrosetti”, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. Moreno 359, CABA
(1091).
Figura 1. Yocavil meridional en el Departamento de Santa María, Catamarca. En gris sitios abordados por el Proyecto.
Figura 2. Reconstrucción
B tridimensional del sitio Rincón
Chico 1 en planta (A) y en
perspectiva (B) (Tomado de
Tarragó 2011).
Figura 3. Infraestructura agrícola en la cuenca del río Caspinchango. A. Terraza; B. Canal de riego; C. Reticulado de
cultivo.
Figura 4.
Estructuras
arqueológicas
de Andalhuala
La Banda.
A. Conjunto
habitacional
de planta
cuadrangular;
B. Mortero
múltiple; C.
Estructura
circular;
D. Espacio
delimitado
por megalitos.
(Tomado
de Álvarez
Larrain y
Lanzelotti
2013).
La investigación arqueológica se enfrenta a una paradoja: mediante la excavación, que es uno de los
métodos de trabajo clásicos, se desentierran y descubren las huellas y los restos materiales que dejaron
los antiguos habitantes y que perduraron a través del tiempo. Pero el propio proceso de excavación implica
la destrucción del sustrato de sedimentos y de las relaciones espaciales entre los objetos y las estructuras
arqueológicas descubiertos. Por este motivo una estrategia apropiada incluye un registro minucioso de las
etapas de la excavación a través de descripciones, fotografías y dibujos del área excavada. Cuando una ex-
cavación ha concluido, el pozo generado debe ser completamente tapado para evitar accidentes y minimizar
el impacto visual en el paisaje.
En el proyecto se ha elaborado un sistema de registro mediante planillas que documenta el trabajo de
campo. Este registro, además de ser un recurso para el análisis dentro del equipo de investigación, es un
legado para futuras generaciones de investigadores dado que la información de base, planos y fotografías
pasarán a integrar el Archivo Fotográfico y Documental del Museo Etnográfico “Juan Bautista Ambrosetti”,
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. La documentación del proceso de excavación es
una de las tareas importantes para la conservación del patrimonio arqueológico.
La transferencia de los resultados de la investigación es también un aspecto de la conservación y puesta
en valor del patrimonio arqueológico. Para ello existen diversos canales de difusión como por ejemplo los
congresos de arqueología, la edición de libros, la redacción de artículos para revistas especializadas y de
divulgación y la docencia. El proyecto realiza también charlas y visitas guiadas en el campo durante las ex-
cavaciones con el fin de presentar avances de la investigación y explicar la metodología de trabajo a grupos
de público general y escolar de Santa María, Lampacito, Caspinchango, San José, El Desmonte, Andalhuala,
Yápez y Punta de Balasto. Estas actividades apuntan también a fortalecer el vínculo de las poblaciones
presentes con su patrimonio.
ductiva de tipo agrícola y ganadera. Es pro- los centros poblados o “pucara” como Rin-
bable que existan aldeas más antiguas en cón Chico, Tolombón, Pichao, Quilmes, El
nuestra zona aunque aún no han sido iden- Calvario de Fuerte Quemado, Masao, Las
tificadas. Los arqueólogos llaman período Mojarras, Cerro Mendocino o pucará de
Temprano o Formativo a la época caracte- Ingamana, Loma Rica de Shiquimil, Loma
rizada por asentamientos de tipo aldeano, Rica de Jujuil que evidencian además un no-
con grupos de población reducida que prac- table desarrollo económico y demográfico.
ticaban la agricultura y la cría de llamas, y Estos grandes poblados están compuestos
que continuaron aprovechando los recursos por varios centenares de recitos y se carac-
silvestres mediante la caza y la recolección. terizan por una maciza arquitectura en pie-
Estas comunidades sostuvieron extensas re- dra. En el espacio construido se reconocen
des de intercambio extraregional, evidencia- zonas residenciales, de producción alfarera
das en la circulación de elementos como la y metalúrgica, áreas de molienda de granos,
obsidiana, proveniente de la Puna. También grandes plazas o espacios de congregación
desarrollaron novedosas tecnologías, como pública destinados a ceremonias colectivas
la metalurgia y la alfarería (ver Recuadro y festividades. Los sistemas de asentamien-
¿Qué sabemos de la tecnología de los Pueblos to integraban también zonas funerarias o
Originarios?). En estos momentos comienza cementerios e importantes áreas de produc-
una práctica que perdurará en la zona a lo ción agrícola con regadío, junto con sitios
largo de cientos de años, el entierro de niños de habitación de menores dimensiones y
en el interior de vasijas o urnas funerarias. de actividades específicas, como la caza y el
A lo largo del primer milenio se observan pastoreo, ubicados en diversos sectores eco-
diferentes modos de organizar el espacio lógicos del valle. Se ha propuesto que algu-
aldeano, con recintos habitacionales disper- nos sectores de los poblados altos o pukaras,
sos entre los campos de cultivo y poblados fueron el lugar de residencia de las élites,
que concentraban varias unidades familia- y un símbolo de su posición social y de su
res. Estos pequeños poblados se encuentran relación con las divinidades, dando cuenta
principalmente en las faldas de los cerros y de la complejidad de las organizaciones po-
en el fondo de valle. Se trata de lugares con líticas. En esta época se definen novedosas
arquitectura en piedra y abundantes restos pautas estéticas que se hacen evidentes no
de cerámica y de material lítico, como los solo en la arquitectura, sino en los estilos
sitios Soria 2 y 3 en Andalhuala, Bajo los alfareros -como San José-Shiquimil y Santa
Cardones y El Remate en la quebrada de María-, la metalurgia y el arte rupestre.
Amaicha, Yacimientos El Monte y El Ciéna-
go/Mesada del Agua Salada en la cuenca de
Caspinchago, Morro de las Espinillas en Pa- La llegada del inca
janguillo. Este último sitio muestra una con- y la desestructuración colonial
centración de recintos dispuestos en altura,
una modalidad que será muy frecuente en Hacia el siglo XV la zona es anexada al
momentos posteriores. imperio incaico. Este proceso expansivo de-
bió incidir profundamente en las relaciones
políticas locales, no obstante no se aprecian
La vida en los pucara cambios significativos en cuanto a la mo-
dalidad de asentamiento y muchos de los
A comienzos del segundo milenio se sitios continuaron ocupados hasta el mo-
acentúa una tendencia a ocupar los cerros mento del contacto europeo en el siglo XVI.
bajos que bordean el valle. Esta tendencia En varios casos se registran edificaciones y
se observa claramente hacia el siglo XIII con objetos incaicos o con influencia cuzqueña,
u otras evidencias indirectas que dan cuen- en Punta de Balasto. Se propuso a partir de
ta del impacto del proceso expansivo. Se estas evidencias que el incario cooptó a las
suma la construcción de tramos del cami- elites tradicionales del valle ejerciendo así
no imperial en el valle, la remodelación de una hegemonía indirecta, y que las diversas
sectores en algunos poblados locales con ar- instalaciones tuvieron por fin facilitar la ad-
quitectura de tipo incaica como en La Ven- ministración estatal y la producción para el
tanita y El Calvario de Fuerte Quemado y la estado de bienes suntuarios como la meta-
edificación de un centro puramente incaico lurgia. El proceso de colonización europea
Figura 5. Evidencias de tecnología metalúrgica y cerámica. A. Molde para fabricar discos de bronce; B. “prills” o gotas
de metal fundido; C. Estilos cerámicos del segundo milenio (Tomado de Palamarczuk et al. 2013).
La tecnología cerámica
Si bien existe una larga y variada tradición alfarera, la cerámica conocida como “Santa María”, producida du-
rante el segundo milenio, se ha convertido en el ícono de la región, tal vez por su abundancia y atractivo estético.
La amplia distribución de este estilo denota amplias redes sociales que se extienden más allá del área de Yocavil,
como en Tafí, el piedemonte oriental del Aconquija, el Valle Calchaquí norte, el norte de Hualfín, Andalgalá, etc.
Un estilo tardío tal vez menos conocido, pero igualmente muy abundante es el denominado San José-Shiquimil. Al
igual que en la alfarería Santa María, dentro de esta unidad estilística se reconocen diferentes variantes, que son
el resultado del paso del tiempo, pero también, de particularidades locales. Por ejemplo, hemos descubierto que,
la variante que incluye diseños de sapos procede principalmente de la zona de Entre Ríos.
Para la elaboración de la cerámica la arcilla era mezclada con otros sedimentos y materiales como el tiesto
molido, que caracteriza a las alfarerías tardías de la zona. La cocción de la cerámica se realizaba en diferentes
tipos de estructura. En el sitio Rincón Chico 15 hemos hallado un horno circular de grandes dimensiones en el cual
se ha estimado una capacidad de cocción de un total aproximado de 20 vasijas al mismo tiempo entre tinajas
grandes y escudillas.
En Yocavil, la vivienda más antigua que conocemos se ubica en la localidad de Andalhuala (sitio arqueológico
Soria 2), data de comienzos de la Era y los fragmentos de cerámica hallados ya muestran un desarrollo pleno de
esta tecnología. La alfarería de este sitio muestra niveles avanzados de destreza en su producción, dados por
una cocción de muy buena calidad, así como también diversidad de formas y recursos técnicos decorativos. Los
distintos tonos de coloración se obtenían utilizando técnicas de cocción oxidante (color naranja/rojizo) y reductora
o pobre en oxígeno (color gris/negro), y también se observa decoración a partir de pulido, aplicación de pinturas,
pastillaje, diseños logrados por incisión y grabados post cocción.
La metalurgia
La metalurgia es una tecnología que en Yocavil adquirió singular destreza. Las cualidades del metal fueron
aprovechadas para elaborar pequeñas herramientas para la vida diaria pero, en lo fundamental, para dar a luz
símbolos materiales de distinción social y de conexión con los dioses (discos, campanas, hachas ceremoniales).
Los trabajos en Rincón Chico 15 permitieron estudiar con gran detalle un taller metalúrgico de características
únicas en todo el NOA. El lugar estuvo destinado a la producción de artefactos de bronce, y en él hemos encontrado
estructuras de fundición para llenar moldes y un gran horno con acumulación de piedras (“huayra”) para separar
el cobre, de la ganga (material de desecho). Las cerámicas refractarias constituyen las evidencias más abun-
dantes del sitio, habiéndose recuperado hasta el momento más de 350 fragmentos, clasificados según criterios
morfológicos-funcionales en tres grupos principales: a) moldes, destinados al vaciamiento del metal ya fundido;
b) crisoles, asociados a tareas de fundición de menas metálicas y preparación de aleaciones; y c) piezas inter-
medias, compuestas por dos partes (cucharas y tapones) que se empleaban en la transferencia del metal líquido
del crisol hacia el molde. Una particularidad de las tres categorías señaladas es la presencia de una sustancia
blanquecina que cubre sus superficies internas, y en ocasiones externas, y que gracias a la realización de una
diversidad de estudios técnicos se ha determinado que se trata de una solución de cenizas de huesos calcinados
y molidos.
La tradición metalúrgica del NOA alcanzó su más alta expresión durante las épocas tardías. Los estudios de
laboratorio indican que las piezas estuvieron sometidas a temperaturas superiores a 800 ºC, superando, en el
caso de los crisoles, los 1100 ºC. De acuerdo a la composición de las incrustaciones metálicas recuperadas de las
paredes de refractarios y de las gotas de fundición (“prills”) analizadas, sabemos que en el taller se manufactu-
raban bronces al estaño. La reducción de minerales y la fusión de metales se realizaban en crisoles calentados
en fogones, aplicándose ventilación forzada mediante sopladores de boca con el propósito de alcanzar los rangos
térmicos requeridos. La integración de la región al estado incaico, durante la primera mitad del siglo XV, encon-
traría al taller en plena actividad, con artesanos experimentados y conocedores de los secretos del oficio. Una
Figura 6. Excavaciones arqueológicas en distintos lugares del valle. A. Sitio Soria 2; B. y C. El Colorado; D. Torreones
incaicos, El Calvario de Fuerte Quemado.
CAPíTULO
EL PROYECTO ARQUEOLOGICO
CHASCHUIL-ABAUCAN:
Norma Ratto1, Martín Orgaz2, Anabel Feely1, Mara Basile3, Irene Lantos3, Luis Coll1, Juan P. Miyano3,
Dolores Carniglia1 y Roxana Boixadós4
1
Museo Etnográfico Juan B. Ambrosetti, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires; 2 Escuela de Arqueología de la
Universidad Nacional de Catamarca; 3 CONICET-Museo Etnográfico Juan B. Ambrosetti (FFyL-UBA); 4CONICET- Universidad Nacional
de Quilmes-Universidad de Buenos Aires.
de vivir, de hacer y de habitar un lugar pos prehispánicos hasta actuales (Fig. 1).
determinado. Consideramos que el tránsito por las vías
Estos “escenarios” sociales, políticos, de circulación a lo largo del tiempo fue
económicos y religiosos también existie- fundamental en la construcción de una
ron en el pasado, pero ya no tenemos con memoria, un conocimiento y un código
nosotros a “los actores sociales” que los compartidos, generados en el curso mismo
produjeron, desarrollaron, usaron, signifi- de la experiencia de recorrer y habitar esos
caron, valorizaron y modificaron a lo largo lugares.
del tiempo. En el devenir de esos procesos Los contextos socio-históricos se suce-
intervinieron “cosas” y es tarea del arqueó- dieron y/o se transformaron y generaron
logo desentrañar las complejas relaciones una multiplicidad de paisajes en donde se
de entrelazamiento entre los humanos y pusieron en práctica mecanismos de com-
esas cosas (no-humanos) para acercarnos petencia, negociación y acuerdos para pri-
a la comprensión de los modos de vida de vilegiar intereses, imponer sistemas sim-
las sociedades del pasado. bólicos y/o reforzar la cohesión social. Sin
Esas “cosas” son objetos naturales o ar- embargo, todas estas prácticas se desarro-
tificiales cuya entidad es real o abstracta, llaron dentro de un entorno físico muy di-
pero que siempre derivan de acciones so- ferente a las condiciones ambientales que
ciales, es decir humanas. Sin embargo, el imperan en la actualidad. Es por esto que
límite o diferencia entre “lo natural” y “lo nuestro proyecto tiene en cuenta las rela-
cultural” es propio de cada grupo social ciones dinámicas e interdependientes que
y no podemos proyectar hacia el pasado las personas mantuvieron con las dimen-
nuestra lógica occidental. En numerosos siones físicas, sociales y culturales de su
pueblos, las plantas y los animales están entorno a través del tiempo y del espacio.
dotados de características humanas y la Desde sus comienzos el proyecto enca-
gente establece con estos organismos una ró el desafío de comprender la dinámica
relación de hermandad que anula una vi- socio-ambiental del pasado de un modo
sión dicotómica y dominadora de la na- netamente interdisciplinario. El desarro-
turaleza. Es decir que la separación entre llo y articulación de diferentes líneas de
naturaleza y cultura es propia del pensa- investigación (arqueológica, histórica,
miento occidental caracterizado por ser di- físico-química y de las ciencias naturales,
cotómico, fragmentario y mecanicista. más el uso de herramientas informáticas
Luego de advertir sobre los peligros de aptas para el análisis espacial SIG) nos
proyectar nuestra “visión del mundo”, de permitió dar cuenta del proceso histórico y
raíz occidental, a las formas de organiza- ambiental para un largo período de tiem-
ción de las sociedades del pasado, nos po. La adopción de una escala espacial y
proponemos presentarle al lector el pro- temporal amplia posibilitó aprehender los
ceso social, económico, político y religio- procesos de cambio, tanto culturales como
so que tuvo lugar en el oeste tinogasteño ambientales, e identificar qué prácticas
(Catamarca, Argentina) durante los siglos pervivieron, cuáles se transformaron o se
I al XVII de la era. Nuestra área de investi- perdieron y cuáles fueron re-significadas
gación es muy extensa, aproximadamente en el tiempo y quedaron materializadas en
13.750 km², y está integrada por dos regio- objetos, restos, paisajes y en los lugares de
nes (Chaschuil y Fiambalá) que presentan la amplia región que estudiamos.
alta diversidad de ambientes (valle meso- Largos años de trabajo articulando dis-
térmico, precordillera, puna y cordillera) y tintas líneas de investigación nos permiten
que se encuentran vinculadas por sendas afirmar que el oeste tinogasteño presenta
naturales cuyo uso se registra desde tiem- algunas particularidades. Para dar cuenta
1
Denominamos sociedades del primer milenio a las formaciones políticas que gestaron el largo proceso sociocultural en los Andes que, a pesar de
su amplia variabilidad espacial y temporal, fue consolidado en nuevas formas de obtención de alimento (agricultura y ganadería) que condujeron al
crecimiento demográfico, al sedentarismo, a la incorporación de nuevas tecnologías y a la aparición de caseríos o aldeas, y en el cual imperó un bajo
nivel de complejidad política. Aunque en el Área Andina Central el proceso se desarrolló entre los años 5.000 al 3.000 a.C, aproximadamente, en el
noroeste argentino los distintos modelos de periodización lo ubican entre el 500 a.C al 1.000 d.C. con variaciones entre regiones, como el caso del oeste
tinogasteño que perduró hasta el siglo XIII.
tudios paleoambientales dan cuenta de fluc- nivel regional. Por su parte, otros pasos, que
tuaciones climáticas y de actividad volcáni- tienen resultados más visibles en el produc-
ca explosiva y sísmica que ocurrió 4.000 años to terminado la técnica decorativa, el trata-
atrás. Estos eventos catastróficos arrojaron y miento de superficie y la morfología de las
depositaron grandes cantidades de mate- vasijas, presentan una amplia distribución
riales volcánicos no consolidados sobre la en ambas regiones. Estos resultados nos per-
corteza terrestre. Con el tiempo estas gran- miten sostener que los grupos que habitaron
des masas sedimentarias actuaron con otros este amplio territorio entre los siglos I y XIII
agentes que las erosionaron y/o retranspor- compartieron una determinada “forma de
taron y generaron modificaciones en la to- hacer las cosas”, independientemente de
pografía y en la dinámica fluvial regional. la diversidad de ambientes que habitaron,
Estos cambios afectaron e impactaron sobre transitaron y articularon. Los conocimien-
las poblaciones del primer milenio, especial- tos técnicos se transmitieron a través de las
mente sobre aquellas asentadas en el fondo generaciones conformando tradiciones de
del valle de Fiambalá, y provocaron largos producción alfarera que reprodujeron las
períodos de desocupación de los valles (si- elecciones técnicas a lo largo de tiempo. La
glos XI y XIII aproximadamente) y el movi- interacción entre individuos generó premi-
mientos de los pueblos hacia las tierras altas sas y entendimientos compartidos que se
u otros valles extrarregionales. desenvolvieron a distintos niveles de inclu-
Los grupos humanos que habitaron el oes- sión social. Por un lado, la distribución re-
te tinogasteño no tuvieron transformaciones gional restringida de algunos tipos de pasta
económicas, sociales y políticas significati- alude a que las piezas fueron manufactu-
vas, situación que derivó en la pervivencia radas dentro de comunidades de alfareros.
de los modos de vida de las sociedades del Por otro lado, la distribución regional de
primer milenio en las tierras altas aún avan- los rasgos más visibles de la alfarería (trata-
zado el siglo XIII. Los resultados de las dis- mientos de superficie, técnicas decorativas y
tintas líneas de investigación (producción, morfología) da cuenta de la integración de
distribución y consumo de alfarería, objetos estas comunidades dentro de redes más am-
líticos y alimentos, los lenguajes visuales, la plias de interacción que superan y traspasan
organización del espacio, entre otros) dan a los grupos corresidenciales e interactúan
cuenta de la repetitividad de las prácticas regularmente compartiendo condiciones de
por varios siglos. Diferentes pisos altitudina- existencia y tradiciones de producción.
les de las regiones de Chaschuil y Fiambalá
fueron habitados, incluyendo los fondos de b) En las manifestaciones plásticas desplega-
valle, la precordillera, la puna transicional y das en distintos soportes las personas expre-
la alta cordillera. Asimismo, también existió saron sus preferencias visuales y configura-
interacción con poblaciones de la puna sur ron una parte significativa de sus modos de
y con los valles del oriente. Algunos de los ver y construir el mundo en que vivieron.
resultados de las líneas de investigación El análisis de las imágenes plasmadas en
desarrolladas y su interpretación son las si- soportes rupestres y en objetos cerámicos
guientes: dio cuenta de la diversidad de soluciones
plásticas aplicadas en la construcción de los
a) El análisis de la alfarería indica que al- repertorios de diseños regionales. Esto a su
gunos pasos de secuencia de manufactura, vez permitió definir el lenguaje visual sub-
tales como el tratamiento de las materias pri- yacente determinando los tipos de diseños y
mas evidenciado en el agregado de distintos la forma en que se realizaron y combinaron
tipos de materiales antiplásticos a las arci- a través del tiempo. El emplazamiento de
llas, registran diferencias en la distribución a las manifestaciones rupestres se restringe a
Figura 2. Ejemplo del repertorio de imágenes desplegadas en los objetos cerámicos del primer y segundo milenio.
distintas ecozonas de la región de Fiambalá, de pisos pre-puneño y/o puneño hacia si-
tierras bajas y altas, y está totalmente ausen- tios emplazados en plena cordillera (5.000
te en la región de Chaschuil. Por su parte, msnm) donde fueron utilizados como com-
las manifestaciones desplegadas en cerámi- bustible o para la preparación de paneles de
ca dan cuenta de la diversidad existente en techos y vigas de soportes. Por su parte, el
los distintos ambientes de ambas regiones. registro arqueofaunístico indica que los ca-
La mayoría de los grabados rupestres se mélidos fueron el recurso animal principal,
emplazaron en soportes de alta visibilidad, especialmente el consumo de individuos jó-
en lugares de tránsito, separados visual y venes. Se recuperaron restos óseos de otros
espacialmente de los sitios residenciales. taxones (roedores, mulitas/peludos/arma-
Funcionaron, además, como formas de se- dillos, aves) pero no presentan evidencia
ñalización en ciertos puntos particulares del de procesamiento/consumo. Sin embargo,
paisaje y/o a lo largo de las sendas naturales los análisis químicos de las grasas recupera-
que conectaron ambas regiones en sentido das en los enseres cerámicos dan cuenta de
este-oeste-este. En contraste, las manifesta- que hubo consumo de otros animales que
ciones desplegadas en cerámica conforman no son camélidos. Esta situación es un claro
conjuntos de objetos que se utilizaron en ejemplo de cómo diferentes líneas de inves-
distintos contextos: en las residencias de tigación se complementan para acceder a las
los vivos (aldeas y puestos) o en las de los prácticas de consumo de las sociedades del
muertos (tumbas y cementerios). En estos primer milenio. Otro dato importante es la
casos las imágenes se «fijaron» en objetos pervivencia de la caza de camélidos por par-
móviles que se manipulaban, se tocaban y te de sociedades cuyas economías estuvie-
se miraban de cerca. Objetos con los que ron basadas en la agricultura y el pastoreo,
se convivió en forma más o menos perma- como es el caso de la aldea de Palo Blanco
nente. Además, constatamos para el mismo donde existen evidencias del consumo tanto
lapso, el despliegue de una alta riqueza de de llama como de vicuña. Además, se recu-
imágenes grabadas (camélidos felinizados, peraron restos de fauna (vicuñas) y de vege-
figuras humanas, “cartuchos”, tridígitos, tales (chañar y algarrobo) en sitios emplaza-
almenados, meandros, entre otros) en los dos en ambientes de los cuales no son pro-
soportes rupestres, que contrasta con la pios. Estas evidencias refuerzan la idea de
tendencia a la regularidad y la baja riqueza que existió integración entre las tierras bajas
de las imágenes desplegadas en la alfarería y altas durante el primer milenio. Por otro
(figuras felínicas, trazos lineales, angulares, lado, los residuos culinarios depositados en
figuras circulares) (Fig. 2 y 3). Sin embar- la cerámica (grasas, aceites y almidones) son
go, existe una unidad que reside en el uso el resultado de la historia de vida de cada
de elementos, técnicas y tamaños similares una de las ollas, de las recetas que en ellas
para elaborar cada una de las imágenes. se prepararon y, por ende, de las decisiones
Interpretamos que esto es producto de la y elecciones de cada grupo doméstico. La
existencia de cierta homogeneidad en la práctica culinaria más corriente fue la pre-
forma de realizar estas manifestaciones por paración de distintos tipos de guisos que
las sociedades del primer milenio que da combinaron ingredientes de origen animal
cuenta de la existencia de una trayectoria (camélidos y otros) y vegetal (maíz, poroto,
en común, de la articulación dinámica y el algarroba, entre otros). La relativa homoge-
diálogo entre las gentes que habitaron la re- neidad regional y la diversidad intrasitio
gión en el primer milenio. documentada permiten postular la ausen-
cia de cambios marcados en las prácticas
c) Los registros de restos macro-vegetales de consumo de alimentos a lo largo de gran
dan cuenta del transporte de materiales parte del primer milenio, lo que da cuenta
Figura 3. Ejemplo del repertorio de imágenes desplegadas en los soportes rupestres adscritos al primer y segundo milenio.
de la existencia de una cierta estabilidad en poro-espaciales pero que prevalece una tec-
el acceso a los recursos alimenticios. Por lo nología expeditiva, es decir la selección de
tanto, consideramos que existió una fuerte las rocas que existen en cada ambiente para
transmisión y reproducción de prácticas, la manufactura, uso y posterior descarte de
recetas y modos de hacer y consumir la co- los artefactos. La excepción son los artefac-
mida por parte de las sociedades del primer tos de obsidiana (vidrio volcánico) que no
milenio. es una materia prima local (extrarregional),
por lo que en este caso se implementó una
d) El análisis de los conjuntos líticos (he- tecnología de conservación, inferida a tra-
rramientas manufacturadas con rocas y vés del registro de núcleos agotados y arte-
sus desechos) procedentes de sitios empla- factos de tamaño pequeño, mantenidos y/o
zados en distintos ambientes de ambas re- reciclados.
giones indican la realización de actividades
diversas. Los resultados dan cuenta de que e) Las viviendas en ambas regiones fueron
los contextos líticos de las sociedades del edificadas en ambientes diversos, en escala
primer milenio presentan diferencias tém- discreta y con función permanente, tempo-
Figura 4. Diferentes
técnicas y materiales
constructivos utilizadas
en el oeste tinogasteño
a lo largo del primer
milenio. A: muros de tapia
(NH3 de la aldea de Palo
Blanco, 1900 msnm) y B:
colocación de rocas en
cimientos y muros (Sitio
Fiambalá-1, 5000 msnm).
Figura 5. Paisaje de emplazamiento del sitio Fiambalá-1 (5000 msnm) al pie del Volcán Incahuasi (6638 msnm).
CAPíTULO
TRAS LAS HUELLAS DE LOS
ANTIGUOS POBLADORES DE LA
19 PUNA CATAMARQUEÑA
Patricia Escola1, Natalia Sentinelli1, Leticia Gasparotti1, Lorena Grana1, Alejandra Elias2 , Salomón Hocsman3,
Alvaro Martel3, Sara M López Campeny3, Gabriela Aguirre4, Jennifer Grant5, Violeta Killian Galván2,
Paula Miranda5, Daniel Olivera2, María del P. Babot3 y Pablo Tchilinguirian2
1
CONICET-Universidad Nacional de Catamarca; 2CONICET-Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano;
3
CONICET- Universidad Nacional de Tucumán; 4Facultad de Ciencias Naturales e I.M.L.-Universidad Nacional de Tucumán; 5Instituto
Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano.
Figura 1. Ubicación de los sitios en la quebrada del río Miriguaca (Antofagasta de la Sierra, Catamarca).
trayectoria del río comprendiendo tanto las en otros sectores de Antofagasta de la Sie-
áreas adyacentes al cauce como también los rra para momentos entre 1500 y 500 años
sectores aterrazados del mismo. Los hallaz- aC. Esto se vio reforzado por los fechados
gos arqueológicos fueron georreferenciados radiocarbónicos obtenidos a partir de las
mediante el empleo de GPS sumándose el excavaciones realizadas que ubican la ocu-
registro fotográfico de las estructuras arqui- pación de este alero entre 1610 y 1390 años
tectónicas, artefactos y otros elementos de aC. Las evidencias recuperadas indican que
interés hallados en superficie. También se este sitio se trataría de un campamento resi-
efectuó el relevamiento y la documentación dencial de cazadores-recolectores transicio-
de las manifestaciones rupestres aplicando nales, es decir, grupos, que si bien estaban
diversas técnicas (georreferenciación, foto- apoyados fuertemente en la caza y recolec-
grafía, dibujo a escala, calcados, etc.). Final- ción de recursos silvestres, comienzan a de-
mente, en los casos de alta densidad de ha- sarrollar las primeras prácticas de domesti-
llazgos, se llevaron adelante recolecciones cación de animales y plantas. Se recuperó
de material superficial diagnóstico desde el una gran cantidad de herramientas de pie-
punto de vista cronológico, especialmente dra utilizadas en las actividades cotidianas.
fragmentos cerámicos y herramientas de Estas piezas están confeccionadas tanto en
piedra. Actualmente, se están desarrollan- rocas locales como en distintas variedades
do actividades de excavación sistemática en de obsidiana o vidrio volcánico, las cuales
cuatro de estos sitios: Las Escondidas, Alero provienen de depósitos geológicos ubicados
Sin Cabeza, El Aprendiz y Corral Alto. entre 40 y 120 km de distancia desde el sitio.
Si bien aún no se han respondido todos La presencia de estos vidrios volcánicos no
los interrogantes que surgen de los objeti- locales responde a la existencia de redes de
vos planteados, se pretende a continuación interacción con grupos de otros sectores de
hacer un recorrido temporal y espacial por la región de Antofagasta de la Sierra (Salar
la quebrada del río Miriguaca dando a co- de Antofalla, Salar del Hombre Muerto, La-
nocer los resultados obtenidos que cuentan guna Cavi, Volcán Cueros de Purulla). Cabe
una historia de cambios milenarios. destacar la ausencia de cerámica en estos
momentos.
En términos generales, estos cazadores-
Los vestigios más recolectores muestran un modo de vida
antiguos del Miriguaca: que comprende: a) un decrecimiento de la
cazadores-recolectores movilidad en el espacio involucrando ocu-
transicionales paciones semi-sedentarias o de recorridos
estacionales; b) una explotación intensiva
Hasta el momento, la ocupación más an- de camélidos que comprendería tanto indi-
tigua de la quebrada se registra en el curso viduos silvestres (vicuña) como hallazgos
medio del río en el sitio Alero Sin Cabeza. óseos faunísticos que abren interrogantes
Se trata de un alero o refugio rocoso de me- acerca de un posible evento de domestica-
diana protección, de unos 12 m de longitud, ción local con la aparición de llama (camé-
que presenta dos estructuras de piedra se- lido domesticado). Asimismo, la explota-
micirculares adosadas a la pared del alero. ción de animales silvestres se habría desa-
En esta pared se destaca la presencia de tres rrollado a partir de una diversificación de
camélidos grabados, dos de grandes dimen- la tecnología de caza con diversos diseños
siones y un tercero más pequeño. Se debe de puntas de proyectil y la probable apari-
resaltar que las características formales de ción del arco y la flecha; c) un aumento en
los camélidos de mayor tamaño se asocian el uso de recursos alimenticios silvestres, y
a una modalidad estilística ya registrada fundamentalmente, el inicio de prácticas de
Figura 2.
Camélidos
grabados (uno
de grandes
dimensiones y
uno pequeño)
en la pared del
reparo Alero Sin
Cabeza (curso
medio del río
Miriguaca).
Figura 3. Inicio de excavaciones en Las Escondidas (Estructura 4) (curso inferior del río Miriguaca).
Figura 4. Los Antiguos. Vista del conjunto de estructuras de piedra (curso medio del río Miriguaca).
Figura 5. Motivo antropomorfo con adorno cefálico grabado y motivo escutiforme pintado. Los Antiguos (curso medio
del río Miriguaca).
otras zancudas, cruces de contorno curvi- Los dos últimos sitios de este lapso crono-
líneo y camélidos de cuatro patas. Por su lógico se destacan por registrar importantes
parte, las representaciones pintadas se dis- manifestaciones rupestres características de
tribuyen en dos paneles. Uno de éstos pre- contextos agro-pastoriles. El sitio Los Tipi-
senta un motivo escutiforme o personaje- tos (3683 msnm) comprende un corral de
escudo con indicación de cabeza, realizado piedra contra la pared del farallón rocoso,
en pintura lineal. El otro panel con pinturas ascendiendo por la barranca de la quebrada,
presenta representaciones zoomorfas que observándose escaso material arqueológico
pueden ser adscriptas a camélidos. Estilís- en superficie. Sobre el farallón se registraron
ticamente, los grabados antropomorfos, las grabados rupestres que tienen la singular
zancudas, cruces y las representaciones zo- característica de que la mayoría correspon-
omorfas pintadas pueden ser asignadas a den a distintas representaciones de figuras
distintos momentos agro-pastoriles poste- humanas. Se destaca que habría existido
riores al 300 dC. Por su parte, el motivo es- una pauta común para la construcción de la
cutiforme respondería a un momento tardío figura humana, esto es, la representación en
de la ocupación de la quebrada posterior norma frontal. En principio, el conjunto de
al 1000 dC. Motivos de este tipo, con o sin grabados responde a rasgos generales que
rasgos del cuerpo humano, fueron proba- caracterizan el arte rupestre de momentos
blemente figuras de alto poder alegórico y agro-pastoriles en otras quebradas del área.
pudieron operar como emblemas o marcas Por su parte, el sitio Corral Quemado
étnicas en el paisaje. (3713 msnm) presenta también un corral de
Figura 6. Motivos antropomorfos grabados. Los Tipitos (curso medio del río Miriguaca).
Figura 7. Posible
depósito o tumba
saqueada en las Juntas
(desembocadura del
río Miriguaca). Vista al
oasis del río Punilla.
Por su parte, el sitio Corral Alto, localiza- gulares que arrojaron fechados radiocarbó-
do en el curso medio del río a 3680 msnm, nicos entre 1280 y 1350 años dC.
muestra características contrapuestas a Las El registro cerámico recuperado muestra,
Juntas. El asentamiento se ubica sobre una por un lado, la existencia de un conjunto
terraza sobreelevada conformando una destinado al uso doméstico, probablemente
suerte de “balcón” o cornisa. Esta situa- relacionado con actividades de almacena-
ción de emplazamiento permite un amplio miento, y por otro, la presencia de material
control visual de la quebrada del río. Para vinculado al repertorio estilístico Belén y, en
acceder al sitio se debe ascender por una ex- menor medida Santamariano. Por su parte,
planada de pendiente moderada y mediana dentro del conjunto de herramientas líticas,
dificultad, y no es posible observar las es- se destaca la presencia de puntas de proyec-
tructuras hasta llegar a la cima de la misma, til triangulares de obsidiana muy pequeñas,
lo que permite suponer que el acceso podía de recurrente aparición en los contextos
haber estado limitado a quienes tenían co- tardíos de otras quebradas como la de Las
nocimiento de su emplazamiento. Pitas. En cuanto a la posibilidad de que ha-
La planimetría realizada del asentamien- yan existido en las proximidades espacios
to muestra dos grandes espacios arquitectó- destinados a la agricultura, se debe señalar:
nicos y varios recintos circulares de piedra. a) la abundancia de morteros identificados
Cabe destacar en varios sectores la presen- en distintos sectores del sitio cuyo número
cia de orificios circulares (posiblemente ho- hasta el momento alcanza un total de 26; b)
radaciones para fijación de vigas), alineados la existencia en las proximidades de Corral
en la pared del farallón rocoso en los sec- Alto, aguas arriba, de una corta serie de tres
tores próximos a los muros de los recintos, canales secundarios y un segmento de lo
atestiguando la posible presencia de espa- que podría corresponder a un canal princi-
cios de actividad que habrían tenido estruc- pal que los integraría en una red de riego; y
turas de techado. Las tareas de excavación c) la presencia de dos “maquetas” o graba-
se desarrollaron en dos estructuras rectan- dos laberínticos hechos en el piso rocoso del
Figura 8.
Excavaciones en la
Estructura 1. Corral
Alto (curso medio
del río Miriguaca).
sitio que estarían sugiriendo prácticas de de obsidiana así como de algunos recursos
manejo del agua mediante la ejecución de vegetales vinculados a la existencia de redes
pequeñas oquedades interconectadas por sociales de interacción con otros sectores del
líneas o canales sinuosos. Por otro lado, la Noroeste.
presencia de restos faunísticos de camélidos Los próximos trabajos de campo conti-
tanto domesticados (llama) como silvestres nuarán las excavaciones en desarrollo, ini-
(vicuña) indica una importante actividad ciarán excavaciones en sitios localizados en
pastoril así como de caza. En definitiva, los el curso inferior de la quebrada y compren-
resultados alcanzados hasta el momento en derán prospecciones en los sectores más
este sitio estarían indicando que los grupos altos (sobre los 3800 msnm) aún no recorri-
que habitaron Corral Alto, en forma similar dos. Esto posibilitará seguir profundizando
a los de otras quebradas subsidiarias del en la comprensión de cómo las poblaciones
Punilla, formaban parte de las antiguas fa- de la quebrada del río Miriguaca se inserta-
milias de pastores que, lejos de estar bajo ron y participaron en las relaciones sociales,
el control de la “élite” del oasis del Punilla, económicas y políticas desarrolladas en los
adhirieron a otras alternativas colectivas y/o tiempos prehispánicos en la puna catamar-
descentralizadas. queña.
CAPíTULO
LONDRES... PASADO Y PRESENTE:
CONSTRUYENDO EL PATRIMONIO
20 CULTURAL*
Reinaldo A. Moralejo1, 2, 3 , María G. Couso2, 3 , Juan D. Gobbo1, 2, 3, Laura R. Giambelluca2, 3, Julia Gianelli 2, 3 ,
Lidia A. Iácona1, 2, 3, Rodolfo A. Raffino1, 2, 3, Aylen Capparelli1, 2, 3 , Milagros Aventín Moretti2, 3,
María A. Ochoa2, 3 y Gisela A. Quaranta2, 3
1
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas – CONICET; 2División Arqueología, Museo de La Plata3, Facultad de
Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata.
*El título de este trabajo corresponde al título del Proyecto de Extensión Universitaria acreditado por el Honorable Consejo Superior de la Universidad
Nacional de La Plata (períodos 2011/2012/2013).
1
Esta idea de Extensión Universitaria constituye, entre otros, uno de los conceptos trabajados en el seno de la Agrupación de Graduados Construcción
(Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata) de la cual el primer autor de este trabajo es miembro.
2
En el año 1997, en reconocimiento a su valor patrimonial y gracias a la gestión del Dr. Rodolfo A. Raffino, El Shincal de Quimivil fue declarado Monu-
mento Histórico Nacional (Decreto Ley Nº 1145/97) por la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos.
nivel local, como provincial, nacional e in- tar una conciencia colectiva acerca del patri-
ternacional. Asimismo, se han generado monio cultural y arqueológico presente en
diferentes proyectos de investigación avala- la región. Ya a partir del año 2010, bajo el
dos y financiados por distintas instituciones marco de los Proyectos de Extensión de la
como la Universidad Nacional de La Plata UNLP, se comenzaron a realizar talleres en
(UNLP), Agencia Nacional de Promoción la Escuela Secundaria N° 30 “José Hernán-
Científica y Tecnológica (ANPCyT), el Con- dez” de Londres con estudiantes del último
sejo Nacional de Investigaciones Científicas año lectivo.
y Técnicas (CONICET) y la National Geo- Cuando hablamos de patrimonio cultural
graphic Society. nos referimos a una construcción social que
Paralelamente a estas tareas se han ido se configura en un proceso histórico. Este
observando diversas problemáticas relacio- concepto permite abordar la problemática
nadas con la preservación y la conservación desde una perspectiva integral, de manera
del patrimonio cultural, tanto de El Shincal que recupere los contextos y procesos socia-
de Quimivil como de otros sitios arqueológi- les relacionados con los usos y representacio-
cos de la región. Dichas problemáticas cons- nes de los diferentes actores involucrados.
tituyeron el puntapié inicial para comenzar Por ello, creemos que la idea de patrimonio
a trabajar, a principios del año 2000, con la debe construirse a partir del conocimiento
comunidad local en pos de generar políticas generado en conjunto entre la comunidad y
de preservación del sitio mencionado y de los investigadores. De ahí la importancia de
todo aquello que formara parte de su patri- continuar con nuestros talleres. La elección
monio cultural material e inmaterial. de la institución se debe a que es la única de
Los primeros trabajos realizados consis- nivel secundario en la localidad de Londres,
tieron en charlas a estudiantes de la Tecni- siendo los jóvenes partícipes directos en la
catura en Turismo del Instituto de Educa- construcción de identidades sociales.
ción Superior de Belén y a la comunidad Creemos que dichos talleres constituyen
de Londres en general. En ese momento las verdaderos espacios de discusión democrá-
charlas tenían como fin capacitar y fomen- tica y participativa donde los involucrados,
Figura 1. Escuela Secundaria N° 30 “José Hernández” de Londres (Departamento de Belén, Catamarca). Fotografía de
Reinaldo A. Moralejo.
a través de sus hábitos y opiniones, pueden se hace referencia a todo el equipo de traba-
construir la selección del qué y cómo se pre- jo que compone el proyecto) y los alumnos,
serva. posibilitando en esta interacción el abordaje
El objetivo del proyecto consiste en la for- de problemáticas relacionadas con el uso,
mación y capacitación de docentes y alum- apropiación y preservación del patrimonio
nos a través de la creación de un espacio cultural prehispánico.
que permita la discusión y reflexión acerca Se organizó en tres módulos temáticos su-
de la relación cultura y patrimonio. En este cesivos, desarrollados durante el transcurso
sentido resultan relevantes los conceptos de de dos días. Cada módulo tenía como obje-
patrimonio cultural prehispánico y las prác- tivo trabajar diversos aspectos relacionados
ticas que afectan al mismo. Para ello se pro- con la practica del arqueólogo, la historia
puso trabajar con un grupo de docentes y regional y el patrimonio arqueológico.
alumnos -ambos con un rol fundamental en En el primer módulo “La Arqueología y
la construcción de identidades sociales- per- el Rol del Arqueólogo” se hizo referencia
tenecientes al último año (6°) de la Escuela a la Arqueología como disciplina científica
Secundaria N° 30 “José Hernández” de la y al rol que desempeña el arqueólogo en
localidad de Londres. También es importan- la reconstrucción de los modos de vida de
te destacar la participación de destinatarios sociedades del pasado a partir de los restos
indirectos, es decir, la comunidad de Lon- materiales hallados. En este sentido, se de-
dres en general, a través de la divulgación tallaron las distintas etapas de la investiga-
y replicación por parte de los participantes ción arqueológica, mediante la utilización
directos (alumnos y docentes). de imágenes representativas de cada una
de ellas. Se pudo advertir que un grupo de
alumnos desconocía las etapas previas y
Realización posteriores a la excavación, siendo esta eta-
de los talleres pa la actividad más presente en su imagina-
rio colectivo. En este punto resultó signifi-
Teniendo en cuenta el paradigma Partici- cativa la pregunta que realizó una alumna
pacionista que pone énfasis en la construc- con respecto al destino que tienen las piezas
ción continua de identidades, se realizaron arqueológicas extraídas por los arqueólogos
talleres para promover espacios de discu- al realizar la excavación. Esto sirvió como
sión y debates con el fin de rescatar inquie- disparador para explicar las nuevas leyes de
tudes y motivaciones locales que permitan patrimonio que garantizan y exigen la de-
elaborar cotidianamente estrategias de pre- volución de las piezas a su lugar de origen,
servación del patrimonio. La metodología como también el rol que cumplió el Museo
propuesta para la realización de proyecto se de la Plata en los inicios de la arqueología
dividió en dos modalidades sucesivas: Argentina.
El siguiente módulo, llamado “Pasado Ca-
tamarqueño”, tuvo como objetivo introdu-
Primera etapa: Aula/Taller cir al alumno en los distintos procesos que
atravesaron las sociedades que se asentaron
En esta instancia se realizaron talleres di- en la región, desde los primeros pobladores
dácticos en el establecimiento escolar donde hasta la sociedad actual, de la cual ellos son
se articularon conceptos teóricos y prácticos parte. El propósito era indagar acerca de la
vinculados a la arqueología, la historia, el importancia de conocer el pasado y el “para
patrimonio y su legislación. Los talleres qué” conocerlo, generando un debate sobre
permitieron la participación en conjunto de si existe una vinculación o no con el presen-
los coordinadores (con esta denominación te y el futuro de la comunidad a la que per-
tenecen. Con el desarrollo de este módulo, tos materiales que quedaron de actividades
se advirtió que la mayoría de los alumnos del pasado, y que adquieren un significado
carecían de conocimientos acerca de las so- y valor como producto de la interpretación
ciedades prehistóricas de la región, princi- que realiza el investigador. Aquí se indagó
palmente aquellas preincaicas. A pesar de sobre la importancia de conocer el pasado.
esto, los alumnos consideraban al conoci- De este modo surgieron varias inquietudes
miento de “su” pasado como un elemento por parte de los alumnos que reflejaban sus
relevante en la constitución de la identidad preocupaciones con respecto a la pérdida
tanto colectiva como individual. A partir de de algunas prácticas y tradiciones locales.
ello nos reunimos con la Directora de la Ins- También surgió como problemática el esta-
titución y con la Profesora de Historia para do de conservación del sitio arqueológico
trabajar conjuntamente para el dictado de El Shincal de Quimivil; tema que fue poste-
estos temas, aportándole bibliografía espe- riormente desarrollado, con mayor profun-
cífica sobre la prehistoria de Catamarca y didad, durante la visita al mismo.
de Londres en particular, y sobre las dife- En este módulo se realizó una actividad
rentes fundaciones de Londres a través del que consistió en que los alumnos llevaran
tiempo. al taller elementos con los cuales se sintie-
En el tercer y último módulo, “Patrimo- ran identificados para luego, en forma de
nio”, se conceptualizó y ejemplificó con plenario, compartir las diversas vivencias
imágenes los distintos tipos de patrimonio y experiencias a las que los mismos remi-
haciendo énfasis en el Patrimonio Arqueo- tían. Estos elementos podrían pertenecer al
lógico. Este último entendido como los res- patrimonio tanto tangible como intangible.
Figura 2. Aula/Taller.
Primera etapa del
taller realizada en la
Escuela Secundaria N°
30 “José Hernández”.
Fotografías de L.
Romina Giambelluca y
Julia Gianelli.
Solo tres de 36 alumnos cumplieron con la tos. En relación a esto último, los alumnos
consigna, mostrándose vergonzosos a la mencionaban como ellos y la comunidad
hora de hablar frente al grupo. Cuando se en general se apropiaban de esos espacios,
les consultó acerca del motivo por el cual no existiendo opiniones encontradas acerca del
habían podido traer lo requerido, manifes- uso que los turistas hacen de los mismos.
taron total desinterés.
La exposición se realizó en pequeños gru-
pos preestablecidos. Una de las alumnas lle- Segunda etapa: Sitio/Taller
vó un libro de poesías de un autor local para
recitar algunas de ellas, las cuales hacían Esta etapa tuvo como objetivo articular
referencias a lugares y objetos tradicionales los conceptos teóricos trabajados en la ins-
de Londres. A raíz de esto varios alumnos tancia anterior con cuestiones concretas
comenzaron a participar relatando diversas referentes a la arqueología. Por esta razón
historias sobre dichos lugares y objetos, y la se realizó una visita al sitio arqueológico El
importancia que representaban para ellos. Shincal de Quimivil donde se explicitaron
Durante el transcurso de la actividad se los diferentes usos del espacio prehispáni-
generó un ambiente relajado y de confianza co que estructuran el sitio, de modo que los
en el que la mayoría de los alumnos com- alumnos percibieran las diferentes activida-
partían sus experiencias. De este modo se des llevadas a cabo en el pasado prehispáni-
logró un intercambio de vivencias entre los co. Esta interacción con el sitio arqueológico
alumnos y los talleristas, abarcando temas también les permitió observar cuestiones
como los personajes del pueblo, las fiestas concretas relacionadas con el impacto an-
tradicionales, sus paisajes y lugares favori- trópico y ambiental, posibilitando ampliar
Figura 3. Museo del sitio El Shincal de Quimivil (Londres, Departamento de Belén, Catamarca), ubicado a pocos metros
del sitio arqueológico. Fotografía de Reinaldo A. Moralejo.
Figura 4. Sitio/Taller.
Segunda etapa del taller
realizada en el Museo
del sitio El Shincal de
Quimivil. Fotografías de
Reinaldo A. Moralejo y
Ma. Guillermina Couso.
zado Oriental, ya que desde la cima se logra cada una de ellas? y ¿cuán profundas eran
una vista completa de las estructuras más nuestras excavaciones? quedando asom-
importantes del sitio. Camino al cerro se les brados cuando les dijimos que para llegar
fueron mostrando las diferentes estructuras al piso que pisaron sus ancestros debíamos
como las kancha, se les explicó nuevamente excavar, en algunos casos, hasta más de un
la definición de las mismas para poder en- metro de profundidad. También realizaron
tender que funcionalidad tenían en el pa- preguntas sobre cuánto tiempo tardamos en
sado, como así también se habló sobre las realizar nuestras excavaciones, los métodos
excavaciones realizadas en las mismas y los que utilizamos y sobre qué hacemos con los
materiales obtenidos en ellas. materiales después de las excavaciones. Es-
Una vez en la cima del cerro ceremonial tas preguntas nos sirvieron para reforzar lo
se les explicó nuevamente -dado que visual- trabajado durante la etapa de Aula/Taller.
mente es más impactante que en las propias Luego descendimos y fuimos a visitar
fotografías- el resto de las estructuras pre- cada una de estas estructuras descriptas.
sentes en el sitio (aukaipata, kallanka, ushnu, También les mostramos las cárcavas presen-
kancha, qollqas, Camino del Inca, etc.) y su tes en el sitio y la importancia de poder so-
funcionalidad a partir del registro mate- lucionar ese problema que aqueja al mismo,
rial obtenido, resaltando que algunas fue- dado que si esto avanza se pueden perder
ron reconstruidas. Los alumnos realizaron estructuras importantes como las que ya se
preguntas acerca de ¿qué se encontró en han perdido (por ejemplo, una de las kancha
Figura 7. Grupo de alumnos y docentes del 6° año de la Escuela Secundaria N° 30 “José Hernández” en una de las
kallanka del sitio arqueológico El Shincal de Quimivil. Fotografía de Reinaldo A. Moralejo.
CAPíTULO
ARQUEOASTRONOMIA EN EL SHINCAL
DE QUIMIVIL: ANALISIS PRELIMINAR
1
Becario Posdoctoral, Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM, México. 2 Estudiante de Arqueología, Universidad Nacional de
Tucumán, Argentina. 3 Senior Lecturer in Archaeology - ANU College of Arts and Social Sciences. 4 Investigador Asistente CONICET,
Universidad Nacional de La Plata, UNLP. División Arqueología Museo de La Plata. 5 Licenciada en Antropología, Universidad Nacional
de La Plata, UNLP. División Arqueología Museo de La Plata. Universidad Católica La Plata, UCALP. 6 Investigador Superior CONICET,
Universidad Nacional de La Plata, UNLP. División Arqueología Museo de La Plata.
Figura 1. Plano y ubicación general El Shincal. Nota: esta figura se repite, en mayor tamaño, en las páginas 114 y 115.
Figura 2. Vista general en perspectiva El Shincal. Nota: esta figura se repite, en mayor tamaño, en las páginas 116 y 117.
tacan la plaza principal o haukaypata, una cación personal 2010-2013). Este fenóme-
plataforma ushnu, cinco grandes galpones no, también definido como la “Luna llena
o kallankas, collcas, un shinchihuasi y kanchas supertopical” (Ianiszewski 2010), responde
(Raffino 1981, 2004; Raffino et al. 1997, entre al ciclos de regresión de los nodos, igual a
otros) (Fig. 2). 18,61 años, y coincide con el momento cuan-
En el lugar se conecta con los sitios de do la Luna alcanza valores de acimut más
Hualfín y Quillay a través de un camino allá de los solsticios. Por un tema práctico,
perfectamente conservado, existiendo ade- este fenómeno es fácilmente observable
más dos cerros gemelos -al este y oeste de cada ciclo Metónico (19 años), momento en
Haukaypata- aprovechados artificialmente el cual la Luna alcanza una posición cercana
como plataformas y lugares de observación, al cenit a la media noche. Lo que en teoría
con aterrazados, escaleras y muros de pie- pudo resultar interesante para los incas en
dra, en palabras de Farrington, utilizados su proceso expansivo al sur más allá del tró-
para la realización de ceremonias dedicadas pico de Capricornio (Moyano 2013).
al Sol y otros elementos potencialmente sa- Con estos datos se propone la función
grados del entorno (Raffino 2004:24-29). astronómica de la arquitectura, particu-
Conocida la diferencia de 5°09´ que tiene larmente el ushnu (Farrington 2013, 2014;
la órbita de la Luna con respecto a la eclíp- Zuidema 2011), para marcar el fenómeno
tica, distintos investigadores han planteado de los lunisticios y los momentos cercanos
la posible relación entre el fenómeno de pa- al equinoccio o crossover, que de acuerdo a
radas mayores de la Luna y la ubicación de la evidencia existente, habría permitido no
sitios con ushnu cercanos a la latitud 28,5° sólo observar y seguir los ciclos del Sol y la
sur (Ianiszewski 2010; Farrington comuni- Luna, sino también predecir eclipses luna-
res gracia al manejo del mes lunar sinódico luego diremos, y no por días y, aunque dieron
(29,5 días), dentro de los ciclos Metónico y a cada año doze lunas, como el año solar ecce-
de Saros, con diferencia de 354 días o 12 lu- da al año lunar como en onze días, no sabiendo
naciones (Moyano 2013). ajustar el un año con el otro, tenían cuenta con
el movimiento del Sol por los solsticios, para
ajustar el año y contarlo, y no con las lunas.
Los ciclos lunares Y desta manera dividían el un año del otro ri-
giéndose para sus sembrados por el año solar, y
La observación y contemplación de la no por el lunar” (Garcilaso de la Vega [1609]
Luna ha cautivado a los seres humanos 1945:111).
desde tiempos inmemoriales, su ciclo de Existen además buenos datos para suge-
fases o sinódico ha permitido el manejo de rir la existencia de una cuenta lunar sideral.
distintos calendarios relacionados con los Este ciclo corresponde al tiempo necesario,
cambios estacionales, los períodos de caza igual a 27,3 días, para que la Luna regrese
y recolección, además de la agricultura y los - independiente de su fase – al mismo sec-
ciclos de fertilidad. Como sistema indicativo tor del cielo. Este sistema estaría vinculado
de tiempo, se tiene antecedentes del mismo, al sistema de ceques o conjunto de 41 líneas
al menos desde el Paleolítico Superior eu- proyectadas desde el centro ceremonial del
ropeo (ca. 29.000 a.C.), con expresiones va- Cuzco al horizonte y que organizaría la
riadas en el arte rupestre, la orientación de existencia de 328 lugares sagrados o huacas.
tumbas y centros ceremoniales. En la zona El número 328 sería igual a la cuenta de 12
andina recibe el nombre de Quilla o mes meses lunares siderales (12 x 27,3 = 327,6),
(en lengua Quechua), se le reconoce como divisible en factores de 8 y 41, que corres-
la pareja del Sol o Inti, vinculada también ponden al valor promedio de la semana
con los aspectos femeninos del cosmos, Inca y al número de líneas o ceques. Los 37
tales como los cuerpos de agua, las caver- días restantes, necesarios para completar la
nas, el inframundo y los ciclos de fertilidad cuenta solar de 365 días, corresponderían
(Moyano 2013). al tiempo que transcurre entre los días 3 de
El ciclo sinódico o de fases, igual a 29,5 mayo y 9 de junio, momento en que la cons-
días, inicia después de algunos días de telación de Las Pléyades o “cabrillas” - de
invisibilidad (entre 2,5 a 4,5 días) con una vital importancia para los ciclos agrícolas -
delgada creciente al poniente tras la pues- no son visibles en los cielos de la latitud del
ta del Sol. Por efecto de su desplazamiento Cuzco (Zuidema 2011).
diario, igual a 13° promedio, la Luna llegara Por la diferencia que existe entre la órbita
a primer cuarto al séptimo, alcanzando su de la Luna en torno a la Tierra y el plano
mayor altura en el meridiano con respecto de la eclíptica, igual a 5°09’ promedio, es
al Sol. Llegado el día 14 o 15 la Luna llega factible que la Luna alcance puntos extre-
a llena, coincidiendo con la puesta de Sol a mos más allá de los solsticios dentro de
180° en el horizonte. Tras lo cual, mengua, cada ciclo sinódico. Este movimiento su-
siendo visible a altas horas de la noche o in- mado a una pequeña oscilación dentro de
clusive en el día hasta desaparecer e iniciar un período de 173,31 días (medio año de
nuevamente el ciclo (Aveni 2005). eclipses), da origen al ciclo de regresión de
Debido la naturaleza fraccionaria del ci- los nodos, igual a 18,61 años. Esta es la ra-
clo lunar sinódico, esta cuenta nunca corre zón por la cual la Luna no tendrá dos, sino
a la par con el año solar de 365 ó 366 días, cuatro paradas o lunisticios con valores de
siendo 11 ó 12 días más corto, lo que equi- declinación igual a: +/-28,5° para la parada
vale a 12 meses lunares o 354 días: mayor y de +/-18,5° para la parada menor
“Porque contaron los meses por lunas, como (Aveni 2005).
1
Implementación del modelo IGRF-10 de la IAGA (International Association of Geomagnetism and Aeronomy): http://recursos.gabrielortiz.com/calcula-
dora_declinacion/entrada.asp
Ihttp://eclipse.gsfc.nasa.gov/eclipse.html
2
http://www.jaloxa.eu/resources/daylighting/sunpath.shtml
3
punto nombre Vertical horizontal declinación (δ) fecha observaciones (δ)lunar (paralaje)
1 C. Punta 09°11’58.7’’ 40°03’24’’ 36°29’46.2’’ - - -
4 - 07°54’13.85’’ 55°02’24’’ +26°01’11.8’’ - ca. SLEN (+)25°27’25.98’’
5 - 08°14’26.61’’ 63°15’24’’ +19°07’58.34’’ 16may/27jul SLMN (+)18°36’40.2’’
6 - 07°56’15.37’’ 64°58’24’’ +17°52’10.4’’ 11may/01ago ca. SLMN (+)17°21’24.65’’
7 C. Indio Dormido 00°38’14.59’’ 109°38’24’’ (-)17°37’27.67’’ 31ene/12nov SLMS (-)18°04’55.89’’
8 - 01°24’20.6’’ 112°03’24’’ (-)20°06’36.09’’ 21ene/22nov - -
9 - 09°37’11.54’’ 266°18’24’’ (-)07°41’38.31’’ 01mar/13oct -
10 - 10°10’26’’ 268°12’24’’ (-)06°16’39.21’’ 04mar/09oct - -
11 C. La Reina 09°35’10.09’’ 272°48’24’’ (-)01°59’2.73’’ 15mar/28sep P-PSEQ -
punto nombre vertical horizontal declinación (δ) fecha observaciones (δ)lunar (paralaje)
1 C. Punta 08°36’40.55’’ 41°37’48’’ (+)35°47’29.31’’ - - -
2 - 07°13’45.75’’ 56°11’48’’ (+)25°29’1.71’’ - ca. SLEN (+)24°55’51.71’’
3 - 07°30’59.76’’ 64°14’48’’ (+)18°42’10.45’’ 14may/29jul SLMN (+)18°11’18.76’’
4 - 07°14’46.17’’ 65°53’48’’ (+)17°27’55.48’’ 09may/03ago - (+)16°57’32.98’’
5 - 05°07’40.43’’ 77°25’48’’ (+)08°35’00.48’’ 12abr/31ago - -
6 - 04°32’50.31’’ 79°20’48’’ (+)07°15’30.57’’ 08abr/04sep - -
7 - 05°06’39.41’’ 87°13’48’’ (+)00°04’16.07’’ 21mar/22sep SSEQ (-)00°18’55.49’’
8 - 02°36’47.82’’ 92°36’00’’ (-)03°30’54.03’’ 11mar/02oct - -
9 - 03°46’32.99’’ 95°39’48’’ (-)06°45’52.47’’ 03mar/10oct - -
10 - 03°49’38.43’’ 96°35’48’’ (-)07°36’53.19’’ 01mar/12oct - -
11 - 04°22’34.16’’ 98°49’48’’ (-)09°50’41.92’’ 24feb/18oct - -
12 - (-)00°04’11.25’’ 103°49’48’’ (-)12°11’13.62’’ 17feb/25sep - -
13 - 01°04’44.01’’ 106°21’48’’ (-)15°02’27.35’’ 09feb/03nov - -
14 - 01°28’25.19’’ 106°46’48’’ (-)15°35’42.05’’ 07feb/05nov - -
tata también la existencia de marcadores de aún cuando los incas estuvieran conscientes
horizonte para la posición de la Luna en su del Metónico y también del uso del ushnu
extremo norte (SLEN), así como para las sali- como gnomon, les fuera casi imposible regis-
das de la misma en su parada menor al nor- trar una parada mayor si nunca la observa-
te y al sur (SLMN y SLMS), además de una ron, sino hasta algún tiempo después, cerca
puesta para fechas ya referidas a los equinoc- del año 1484 d.C. De esta manera - y a modo
cios (P-PSEQ) (Fig. 7). Al contrario de la hi- de interpretación - se confirmaría la posibili-
pótesis inicial, no se encontraron evidencias dad que los incas y/o los ocupantes del sitio
concretas de marcadores o alineamientos a la El Shincal estuvieran interesados, y con ello
parada mayor al sur (δ -28.5°). Esta aprecia- conscientes, de algunos ciclos astronómicos,
ción es coherente con los datos presentados particularmente el ciclo lunar sinódico de 12
para otros sitios incas al sur del trópico de o 13 lunaciones dentro del ciclo Metónico (19
Capricornio, p.ej. Viña del cerro en el valle años o 235 lunaciones). Útil en algunos casos,
de Copiapó, norte de Chile (Moyano 2010). para el seguimiento del ciclo de Saros y la
Donde la nula evidencia de que los incas se predicción de eclipses cada 18 y 54 años (ta-
interesasen por las paradas mayores al sur, bla 3), en este caso conceptualizado a manera
respondería al momento histórico de su lle- de una mnemotecnia con características de
gada a los Andes meridionales, ca. 1470 d.C., oráculo en momentos de la conquista Inca de
cuando la Luna - por efecto del ciclo de nodos la provincia de Catamarca, en los confines de
- estaba en parada menor. Ello se explica que la parada mayor de la Luna al sur.
22 EN EL VALLE DE HUALFÍN
Bárbara Desántolo1, Guillermo Lamenza1,3, Hilton Drube2, Luis Dulout2, Beatriz Guichón3, Horacio Calandra3,
Susana Salceda1,3 y Carlota Sempé1,3
1
Universidad Nacional de La Plata. 2Universidad Nacional de Catamarca. 3Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
El cementerio indígena
Cardón Mocho
Figura 4.
Ejemplo de
una de las
modalidades
de inhumación
presente en el
sitio.
Figura 5. Ajuar asociado a las inhumaciones. Placa de cobre. Cuentas y figurinas de nacar. Colgante de caracol. Figurina
de madera.
tercambio que día a día va reafirmando su básica tipo diorita, presentando nariz chata
existencia a partir del registro arqueológico, con aletas, ojos perforados y boca circular
específicamente por representaciones ru- prominente. Aunque un bien escaso, los
pestres. pocos ejemplares de máscaras conocidos
Un sinfín de consideraciones abre el hallaz- hasta hoy reúnen en general características
go de una máscara de piedra, cuyas carac- estructurales básicas en su diseño, como la
terísticas particulares la refieren como bien unión de cejas y nariz formando un todo
suntuario, sugerente de status, dando marco continuo en forma de T. Aún con variabili-
a aspectos relacionados con la organización dad en el conjunto, predomina la nariz fuer-
sociopolítica de la comunidad (Fig. 5). temente aguileña, como si imitara la de un
ave. Otros ejemplares de ámbitos vecinos y
similar cronología, tal como la hallada en el
La máscara mortuoria cementerio 5 de la Ciénaga, presenta en el
de Asampay borde frontal perforaciones de suspensión
dispuestas linealmente que, en la másca-
Siempre desde una perspectiva regional, ra de Azampay, sólo están sugeridas. Otro
cabe destacar que, los hallazgos de másca- rasgo diferencial lo constituye la ausencia/
ras de piedra dentro del área Andina se cir- presencia de ojos perforados, presentes
cunscriben al Noroeste argentino, restrin- en la “máscara de Azampay”. El análisis
giéndose claramente a la región Valliserra- conjunto y contextual de la totalidad de
na, caracterizando al denominado Período los rasgos, así como la cronología absoluta
Temprano, con adscripción cultural a Tafí- realizada sobre su portador, determinan la
Condorhuasi y en asociación con la fase Río correspondencia con el período inicial de la
Diablo. ocupación agroalfarera del Valle de Hualfín
La denominada ¨máscara mortuoria de (Fig. 6).
Azampay¨ está realizada sobre una roca Un aspecto de particular importancia re-
Consideraciones Finales
inicial caracterizado por la presencia de alto les. La función fúnebre se expresa en relatos
ritualismo y marcadas distinciones sociales etnohistóricos o se deduce del hallazgo ar-
con evidencia de status adscrito, y esferas queológico, cuando estos objetos se colocan
de interacción a media y larga distancia sobre la cara del sujeto sepultado o sobre el
con grupos aledaños de valles y quebradas paquete funerario (González R. 1973. Más-
(Saujil, Las Cuevas-Vaquerías) y tierras ba- caras metálicas del NO argentino. En estu-
jas (San Francisco y Chaco) en Argentina, dios dedicados al Profesor Dr. Luis Pericot.
en Chile (Molle, San Pedro y Alto Ramírez), Barcelona, España).
en Bolivia (Yuraj Molino y Valle Ibirza) y en Paleodemografía: reconstrucción de la de-
Perú (Wankarani, Chiripa y Pucara). mografía de una población antigua a través
Es entonces cuando se produce la expan- del estudio y caracterización de sus restos
sión de la modalidad “aldeana” de asenta- esqueletales.
miento agrícola, con producción de especies Paleopatología: disciplina científica que es-
de fuerte poder sustentable (maíz, papa, tudia enfermedades y traumas sufridos por
zapallo, calabaza, maní, porotos, otros) pro- individuos o poblaciones pasadas.
ducidas en pisos ecológicos diversos, con Pequeña edad de hielo: período de en-
explotación complementaria de especies friamiento y sequía que va del siglo XIV al
animales silvestres y domesticadas (camé- XIX.
lidos), fundamentalmente en zonas altas, Pleistoceno: época geológica del período
y recolección de recursos del bosque de Cuaternario que comenzó hace 2,59 millo-
algarrobo, en especial en zonas por debajo nes de años y finalizo hace aproximada-
de los 2500 msnm. Todas estas activida- mente 10000 años caracterizada por abarcar
des, destinadas a la obtención de recursos las últimas glaciaciones.
básicos, tuvieron especiales condiciones en
esos ámbitos preferenciales, representando
nuestra zona de estudio uno de ellos. Lecturas Sugeridas
CAPíTULO
LA TUNITA. COLOR Y
RITUALIDAD EN LAS CUEVAS
23 DE UN BOSQUE SAGRADO
prendente conocido como La Tunita a raíz poseen efectos psicoactivos y cuya utiliza-
de la presencia de numerosos abrigos con ción ha sido corroborada desde momentos
arte rupestre. En este artículo contaremos prehispánicos.
por qué razones pensamos que este lugar Desde mediados del siglo pasado distintos
tuvo una marcada relevancia social y sim- investigadores se abocaron a la documenta-
bólica en tiempos de la cultura de La Agua- ción y el estudio de los numerosos abrigos
da (Siglos IV-X d.C.). con arte rupestre del Ancasti. La zona ofrece
además una diversa gama de evidencia ar-
queológica, tal el caso de recintos pircados
La sierra de Ancasti y la de posible uso residencial y estructuras vin-
cultura de La Aguada culadas a prácticas agrícolas.
La cultura de La Aguada, definida hacia
La sierra de Ancasti se ubica en una posi- 1960 por Alberto Rex González, representa
ción intermedia, entre los valles del oeste ca- un conjunto de poblaciones que se extendie-
tamarqueño y la llanura chaco-santiagueña, ron por un vasto sector del noroeste argen-
mostrando una forma alongada en sentido tino con ciertos rasgos comunes en el plano
norte-sur y un perfil asimétrico. Su poten- simbólico-religioso hacia el siglo VIII d.C.,
cial en cuanto a disponibilidad de recursos perdurando por más de 400 años. La eviden-
y aptitud para prácticas agrícolas y pasto- cia arqueológica permite vislumbrar un pro-
riles le otorga cierta preponderancia en el ceso histórico que trasunta prácticas políticas,
contexto regional. La vegetación se dispone sociales, económicas y religiosas de una mar-
en tres pisos altitudinales. Sobresalen los cada complejidad. En este momento adquie-
pastizales de la zona cumbral y el bosque re protagonismo la imagen del jaguar, cuyo
serrano en la ladera media y baja donde culto parece atravesar todos los órdenes de la
predomina el cebil, árbol con semillas que sociedad. La iconografía Aguada, expresada
Figura 1. Imagen satelital mostrando la ubicación del Parque Arqueológico Provincial La Tunita (Cuenca Ipizca-Icaño).
en distintos tipos de artefactos, adquiere re- grabados, cobrando relevancia los motivos
levancia en el plano simbólico-religioso. De antropomorfos y antropofelínicos asigna-
esta manera, no sorprende que haya sido el dos a la cultura de La Aguada (Fig.2).
arte rupestre atribuido a esta cultura motivo Desde las “piedras de divisar” (grandes
de especial interés en las investigaciones ar- afloramientos pétreos que emergen del
queológicas del oriente catamarqueño. bosque de cebil) es posible percibir tanto la
Para los pueblos amerindios el territorio no zona cumbral del Ancasti como la extensa
representa una simple referencia geográfica, llanura oriental. Esta capacidad de ver y de
sino una experiencia colectiva interiorizada ser mirado desde perspectivas tan amplias
en la memoria de la comunidad, adquirien- le confiere a la vertiente oriental del Ancasti
do una dimensión simbólica. En Aguada la características singulares que debieron ser
territorialidad será producto de su partici- especialmente valoradas.
pación en diferentes procesos comunes y Le corresponde al arqueólogo riojano
complementarios con el mundo andino y el Nicolás de la Fuente el privilegio de dar a
mundo selvático. conocer La Tunita en el año 1969, luego de
A los fines de la reivindicación colectiva del su primera visita en compañía de Don Se-
territorio se puede recurrir a rituales, mitos o rafín Soto, lugareño que residía en el paraje
leyendas, de este modo la memoria entra en así denominado. Sus publicaciones fueron
acción, muchas veces junto a las armas. Así muy valiosas para que se reconociera la im-
vemos que el felino, símbolo de raigambre portancia del arte rupestre de la Sierra de
ancestral, fue un aliando de suma importan- Ancasti. La emoción que le ocasionó el con-
cia en tiempos de Aguada. Un milenio des- tacto con estas enigmáticas pinturas queda
pués el mito resurgirá con los Uturruncos de- evidenciada en el siguiente párrafo:
Facundo Quiroga, guerreros transfigurados “[…] realizamos el descubrimiento de La Tu-
en tigres que integraban las montoneras del nita el 30 de enero de 1969, ese día a las 19 horas
legendario caudillo riojano, también conoci- llegamos al corazón de un centro de arte rupestre
do como el Tigre de los Llanos. único y espectacular por las imágenes pictóricas
que parecían salirnos a recibir de sus aleros y
cuevas” (Nicolás de la Fuente comunicación
La Tunita, un lugar que personal, 2001).
late en el bosque Efectivamente, los extraños personajes
pintados en las cuevas parecen corporizar-
El arte rupestre de La Tunita, emplazado se, son ellos quienes miran y fascinan al vi-
en el sector medio de la cuenca Ipizca-Icaño, sitante desprevenido, cuerpos que asoman
sobresale en el contexto regional por su sim- desde las entrañas de las rocas, enigmáticas
bolismo, colorido, dimensiones y abundan- formas y colores en un bosque mágico.
cia. Predominan las pictografías sobre los Pudimos observar que los soportes elegi-
dos para la producción rupestre se encuen- en función de su poder para actuar sobre la
tran formando grupos relativamente próxi- realidad social. En el alero La Sixtina cobra
mos, con una distancia no mayor a los 600 protagonismo un personaje de gran tamaño
m entre conjuntos. Conforman un total de conocido como El Danzarín (Fig. 5b), que
21 abrigos identificados, entrelazados con muestra una flecha clavada en su espalda
estructuras de viviendas y de uso agrícola. de la que emana sangre, quizás acusando el
De este modo, el arte rupestre de La Tunita dolor que lleva al Chamán a esa especie de
da cuenta de una ritualidad que debió pe- muerte transitoria que le permite conectarse
netrar todas las facetas de la vida de este con un mundo donde es posible adquirir el
pueblo. poder del jaguar.
Un número importante de imágenes pre-
sentan un gran dinamismo, muestran la im-
Las pinturas portancia de la gestualidad y la plasticidad
antropomorfas de La corporal, permitiéndonos indagar en aspec-
Tunita tos inherentes a la comunicación corporal
en un contexto ritual. La mayoría de ellas
No todos los objetos son iguales en cuanto se disponen con una marcada coherencia
a su eficacia y capacidad de actuar sobre la plástica en La Sixtina, abrigo asociado a
realidad, sino que muchas veces depende de un espacio abierto rodeado de otras cuevas
su capacidad para generar respuestas sen- pintadas que podría haber posibilitado la
soriales. Así, proponemos que el arte rupes- realización de danzas o la congregación de
tre de La Tunita es el producto de un trabajo un número importante de personas.
pautado y colectivo de preparación y con- Identificamos otro grupo de imágenes
fección de los motivos, prestando atención menos dinámicas que también nos remi-
a aquello que pueda interferir, aumentar o ten al estilo Aguada. Algunas de ellas pa-
modificar su efecto estético o sensorial. recen haber sido elegidas para comunicar
La concepción del arte como un produc- una situación emocional que, en el caso de
to para ser apreciado estéticamente otorga la representación de los ojos podría estar
a los objetos así interpretados un carácter haciendo referencia a un estado de tran-
pasivo, que no poseen otra función más allá ce (por ejemplo, ojos redondos y grandes)
de las sensaciones que pueda generar en el o dar cuenta de la ferocidad del personaje
observador. Sin embargo, existen variados (por ejemplo, ojos “inyectados” en rojo san-
casos en los que la eficacia de las imágenes gre). Esas miradas hipnóticas o feroces no
reside en su capacidad de actuar, tal el caso pueden ser indiferentes a la vista de ningún
del arte amerindio. Por ello, pensamos que espectador.
las grandes pinturas antropomorfas de La Así vemos que se recurre a la posición de
Tunita debieron actuar sobre la realidad de frente o perfil tanto para resaltar aspectos in-
maneras muy específicas, amén de recono- herentes al movimiento (dinamismo o esta-
cerles un extraordinario valor estético. tismo) como para acentuar algún elemento,
La figura del chamán (ser capaz de inter- gesto o sensación. Esta idea de apelar a un
conectar mundos y seres diferentes) pudo planteamiento visual sintético y expresivo
coincidir con la del artista. De este modo, al mismo tiempo da por resultado imágenes
el pintor estaría traduciendo imágenes de o escenas que combinan varias posiciones
un mundo de seres invisibles percibidos corporales (Fig. 7). En el plano de la per-
en el viaje chamánico, como lo sugiere la cepción es posible que las fauces de algunos
producción incesante de seres con carac- de los personajes y los colores utilizados no
terísticas fantásticas en el repertorio de La aludan solo a una máscara o adorno felíni-
Aguada. Seres invisibles pero a la vez reales co, sino también a la necesidad de propiciar
Fig. 3. a) Interpretación libre del motivo conocido como “El Tetracéfalo” (autor: Fabián Martinena); b) reproducción del
motivo y c) boca noroeste de la Cueva del Guitarrero.
una trama simbólica que pudo incluir otros las dimensiones del cuerpo, el movimiento,
elementos del paisaje, como los bloques de la vulnerabilidad y el dolor. La sangre se
cuarzo que afloran sugerentemente entre el constituye como un símbolo de importancia,
predominante granito gris. así la vemos fluir por la espalda de El Danza-
Estas pictografías no son mero telón de rín (Fig. 5b) o en las fauces de El Sacrificador
fondo; debieron participar del ritual al tiem- (Fig. 6). Su poder mágico-religioso parece
po de reforzar los aspectos sensitivos inhe- expresarse en el rojo aplicado en las armas,
rentes al mismo. El arte de La Sixtina explora los tocados y las prendas (Fig. 5d).
Figura 6a; 6b y 6c. Cueva El Hornero.: Personaje antropomorfo con rasgos felínicos portando armas y cabeza trofeo.
INTRODUCCION A LA
PALEONTOLOGIA DE CATAMARCA
Graciela Esteban
a Paleontología es la ciencia que es- quirquinchos, mulitas, peludos; por los osos
L tudia los fósiles, esto es, todo resto o hormigueros, meleros y por los perezosos
impresión de un organismo que vivió en arborícolas. Durante el Neógeno tardío de
tiempos prehistóricos, así como cualquier Catamarca formas muy parecidas a éstas es-
otro indicio de su existencia. taban presentes, pero también había glipto-
La provincia de Catamarca posee extensas dontes (animales parecidos a los quirquin-
áreas donde afloran sedimentos de los que chos pero más grandes y con un caparazón
se ha rescatado gran cantidad de animales rígido) y grandes perezosos terrestres. Uno
fósiles. En algunas regiones de la provincia de los perezosos más conocidos es el Mega-
los hallazgos son de una antigüedad que therium que tenía más de tres metros de al-
abarca desde los 15 millones de años a los tura parado en dos patas y entre 4 y 5 tone-
2,5 millones de años antes del presente, pe- ladas de peso. Casi todos los xenartros eran
ríodo que se conoce como Neógeno tardío. herbívoros, pero algunos comían insectos o
Hace unos 65 millones de años, luego de carroña.
la gran extinción de los dinosaurios, Améri- El grupo que quizás más variedades de
ca del Sur perdió contacto con los otros con- formas desarrolló durante ese tiempo, fue
tinentes quedando aislada por 62 millones el de los ungulados sudamericanos, tales
de años. Durante este lapso los mamíferos como los notoungulados y litopternos. To-
evolucionaron en formas muy particulares, dos ellos eran mamíferos que tenían sus
exclusivas de este continente. patas con los dedos laterales reducidos de
En Catamarca hay un importante registro un modo similar a los caballos actuales (si
de estos grupos de mamíferos. Los marsu- bien no son parientes). Había formas muy
piales (relacionados con las comadrejas ac- pequeñas, con el aspecto de un ratón, otras
tuales), estaban representados por animales más grandes como conejos y las mayores se
de tamaño pequeño, mediano (parecidos a parecían a tapires, caballos, llamas y rinoce-
ratones), la mayoría de ellos se alimentaban rontes. La forma más conocida es Toxodon
de insectos, frutas o de otros animales. Tam- (más grande que un rinoceronte). Todos los
bién se registra un grupo de marsupiales ungulados sudamericanos eran herbívoros
carnívoros de mayor tamaño, entre los cua- y en la actualidad están extintos.
les el más conocido es el “tigre diente de sa- Durante ese período también existieron
ble marsupial”, animal algo más chico que gran variedad de animales emparentados
un puma y que presenta los colmillos muy con las vizcachas, carpinchos, cuises, chin-
largos. En la actualidad estos marsupiales chillas, coipos, etc. y un impresionante gru-
carnívoros están extinguidos. po de aves carnívoras de tamaño mediano
Otro grupo interesante es el de los xe- a muy grande, llamadas fororácidos. Estas
nartros, actualmente representados por los aves representadas actualmente por las
281
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
chuñas eran buenas corredoras y malas vo- disciplinas y la cooperación de las instancias
ladoras, ya que sus alas eran muy pequeñas, de la Administración, de investigadores, de
eran carnívoras y excelentes cazadoras. empresas privadas y del gran público.
El estudio de este registro fósil ha per- Para lograr una efectiva preservación del
mitido conocer los diferentes grupos de Patrimonio es fundamental que la participa-
animales, principalmente mamíferos, que ción activa de la población esté incluida en
antiguamente poblaron la provincia de Ca- las políticas de conservación, a través de la
tamarca y compararlos con los de otras re- accesibilidad a los conocimientos, condición
giones del país y de América del Sur. necesaria para tomar cualquier decisión. La
Todos los restos y vestigios de animales o información al público es, por tanto, un ele-
plantas prehistóricos forman parte del Pa- mento importante de la “conservación inte-
trimonio de la Provincia de Catamarca, de grada”.
la Nación Argentina y, a mayor escala, de Sobre la base de estas ideas, desde el año
toda la Humanidad. El patrimonio paleon- 1996 desarrollamos proyectos de investi-
tológico constituye el testimonio esencial gación sobre la fauna de vertebrados del
para conocer la vida en el pasado. Cenozoico tardío en la Provincia de Cata-
Extrapolando los conceptos vertidos en marca, enmarcadas en la Ley Provincial
la Carta Internacional para la Gestión del vigente. Después de varios años de trabajo
Patrimonio Arqueológico (adoptada por el coordinado debemos destacar la actitud por
ICOMOS en 1990), podemos señalar que parte de las autoridades de la Dirección de
la adecuada protección y gestión del Patri- Antropología y Municipales de la Provincia
monio es imprescindible para permitir a de Catamarca, pues refleja un compromiso
los científicos estudiarlo e interpretarlo en real que permite articular los trabajos cientí-
nombre de generaciones presentes y futuras ficos y administrativos en favor del rescate,
y para beneficio de las mismas. Asimismo revalorización y preservación del patrimo-
la protección debe basarse en una efectiva nio paleontológico que es un bien de toda
colaboración entre especialistas de diversas la comunidad.
282
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
CAPíTULO
TRAS LOS PASOS DE CABRERA
24
Ricardo Bonini1, Adriana M. Candela1 y Marcelo Reguero1
División Paleontología Vertebrados, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Paseo del Bosque s/n, B1900FWA La Plata, Argentina.
1
cida como Mioceno y la parte inferior de la esta área, más precisamente el denominado
nominada Plioceno, ambas correspondien- Valle de Santa María (Fig. 1), destacándose
tes a la Era Cenozoica, más precisamente a como uno de los más importantes yacimien-
la parte más tardía de esta Era. Es preciso tos fosilíferos del Cenozoico tardío de la Ar-
aclarar que para este momento las cadenas gentina, lo hicieron a partir de mediados del
montañosas que se reconocen actualmente siglo XIX. En 1872 el geólogo alemán Alfred
en la región (Sierras del Cajón o Quilmes, Stelzner reconoció los primeros restos de
Sierras del Aconquija, Sierras de Hualfín, invertebrados en este valle, mientras que en
etc.; véase Fig. 1) aún no habían finalizado 1876 fueron hallados los primeros restos de
su completo levantamiento por lo que clima mamíferos, pertenecientes a un gliptodónti-
era más húmedo que el actual, favoreciendo do (xenartro acorazado sin bandas móviles).
la coexistencia de una gran diversidad de Desde entonces, los valles intermontanos del
mamíferos. norte de Catamarca iban a ser continuamen-
Actualmente, en cambio, esta región está te visitados por diferentes investigadores,
dominada por un clima árido, debido a que expedicionarios y naturalistas de distintos
las cadenas montañosas actúan como barrera países, que abordarían el estudio de esta re-
de los vientos húmedos que llegan desde el gión desde diferentes perspectivas (paleon-
este provocando intensas precipitaciones en tológicas, geológico-estratigráficas, mineras,
la ladera oriental de las Sierras Pampeanas, etc). Por otra parte, el sector sur de los valles
dando como resultado la llegada de vientos intermontanos del norte de Catamarca, reco-
secos a la ladera occidental de estas sierras. nocido como el Valle de Hualfín o la “cuenca
Los primeros naturalistas que reconocieron Barranca Larga – río Quillay” (Fig. 1), no fue
A C
Figura 1. Ubicación general de los valles intermontanos del norte de Catamarca en el contexto de América del Sur y de
la Argentina.
prospectado sino hasta 1926, año en el cual 1929 y 1930, el naturalista y sus colabora-
se realizó la expedición del Field Museum of dores prospectaron sedimentos de una an-
Natural History of Chicago (USA). Casi inme- tigüedad aproximada entre 3 y 7 millones
diatamente se realizaron en esta misma área de años antes del presente, aflorantes en las
las expediciones lideradas por el Dr. Ángel cercanías de varias localidades del norte del
Cabrera y colaboradores. De estas últimas departamento de Belén (San Fernando, Co-
se brindará a continuación información más rral Quemado, Puerta de Corral Quemado,
detallada, a fin de destacar el valor de las ac- El Eje, Hualfín, etc; (Fig. 2). En estas locali-
tividades del Dr. Cabrera en la paleontolo- dades las tareas se centraron en la búsque-
gía correspondiente al Cenozoico tardío del da y la colección de restos de vertebrados
noroeste Argentino. fósiles, en su gran mayoría mamíferos, los
cuales fueron posteriormente trasladados al
Museo de La Plata e ingresados en la colec-
La primera parte de la ción de Paleontología de Vertebrados de este
Historia (1926-1930) - Museo por el propio Ángel Cabrera, quien a
Las campañas de Cabrera pesar de haber logrado reunir una colección
muy diversa y numerosa, de alrededor de 200
Entre los múltiples viajes de campaña y ejemplares de mamíferos, solamente se cen-
localidades fosilíferas visitadas por el Dr. tró en el estudio de un grupo, el de los glip-
Ángel Cabrera, se destacan aquellos rea- todontoideos. Posteriormente, solo algunos
lizados en la provincia de Catamarca. En de los ejemplares de la colección reunida por
tres oportunidades, durante los años 1927, Cabrera y colaboradores (llamada informal-
Figura 2. Localidades prospectadas por las expediciones del Dr. Cabrera y durante las nuevas campañas.
mente “Colección Cabrera”) fueron estudia- gel Cabrera dejó el legado de notas e informes
dos por investigadores del Museo de La Plata, las cuales contienen información adicional e
en tanto que la mayor parte de esta colección inédita acerca de sus actividades, propuestas
permaneció inédita hasta 2009, momento en y proyectos, así como de las corresponden-
el cual los autores de esta contribución reto- cias mantenidas con investigadores, tanto
maron el estudio de esta fauna y se inicia el nacionales como extranjeros, desarrollados
desarrollo de una tesis doctoral basada en el durante el ejercicio de su función como jefe
estudio de gran parte de sus ejemplares. de la División Paleontología de Vertebrados
del Museo de La Plata. Algunos de los datos
más relevantes obtenidos del análisis de estas
La “Colección Cabrera” fuentes son brevemente mencionados a con-
tinuación.
El conjunto de fósiles colectado por Cabrera
y colaboradores en las tres campañas mencio-
nadas es identificado aquí como “Colección “Preparando sus propias campañas”
Cabrera”, términos entrecomillado debido a
que esta colección no existe como tal, ya que A partir del análisis de las fuentes mencio-
los restos una vez ingresados a las coleccio- nadas, más precisamente del informe de las
nes del MLP fueron clasificados de acuerdo tareas a realizar durante el año 1926, se puede
a criterios taxonómicos. Sin embargo, el es- aseverar que el Dr. Cabrera comunicó al di-
tudio de los autores de este artículo permitió rector del Museo de La Plata su intención de
identificar los fósiles que originalmente cons- realizar la prospección paleontológica en la
tituyeron la colecta de sus tres campañas en provincia de Catamarca, “…área de la que se co-
Catamarca. noce un número reducido de fósiles…”. Además,
Esta “colección” contiene restos de esque- en estas fuentes se halló información inédita
letos de mamíferos que vivieron en un lapso correspondiente a la comunicación epistolar
temporal comprendido entre aproximada- mantenida entre el Dr. Cabrera y Elmer Riggs
mente 3 y 7 millones antes del presente, en (Fig. 3), siendo este último quien encabezó la
los actuales valles intermontanos del norte expedición norteamericana del Field Museum
de Catamarca. La “Colección Cabrera” está of Natural Historyof Chicago, la cual realizó
integrada por ejemplares de varios grupos prospecciones paleontológicas y geológicas
de mamíferos, tales como los gliptodóntidos en la provincia de Catamarca durante el año
(xenartros acorazados sin bandas móviles), 1926. En ese mismo año el Dr. Cabrera visitó
dasipódidos y pampatéridos (xenartros aco- los campamentos de la mencionada expedi-
razados con bandas móviles), megatéridos y ción a fin de cumplir con los objetivos de la
milodóntidos (xenartros pilosos), roedores Ley 9080 de “Ruinas y Yacimientos arqueoló-
de distintas familias (cávidos, octodóntidos, gicos y paleontológicos” (Ley de protección
e hidroquéridos) y varios representantes de del patrimonio vigente en ese momento). Al-
diferentes grupos de “ungulados nativos” de gunas de las atribuciones de esta Ley eran las
América del Sur, tales como los toxodóntidos, de otorgar el permiso para utilizar y explotar
hegetotéridos, mesotéridos, macrauquénidos los yacimientos arqueológicos y paleontoló-
y proterotéridos (Fig. 3). gicos, y la de exigir la incorporación de un
encargado o “naturalista viajero” a cualquier
expedición a la que se le otorgara el mencio-
Fuentes de información adicional nado permiso. Esta última función, la de
“naturalista viajero”, fue desempeñada por
Además de la presencia de esta rica y diver- el Dr. Cabrera, quien informó a la autoridad
sa colección de mamíferos fósiles, el Dr. Án- de aplicación de la ley la ubicación de los
Figura 3. Fotografías de algunos de los ejemplares de la “Colección Cabrera”: A-B, gliptodóntidos; C, dasipódidos; D,
pampatéridos; E, milodóntidos; F, roedores; G-H, ungulados nativos.
Figura. 4. Imágenes de la campaña del Field Museum of Natural History of Chicago en Catamarca.
danos, hemos alcanzado la formación con fósiles dividuales, salvo una que contenía un esqueleto
característicos del araucanense hasta una al- adulto, según toda apariencia femenino, y otro
tura aproximada de 3000 m sobre las enormes de niño. Las demás eran de varones, y de ellos
barrancas que dominan el campo del Jarillar, se sacaron objetos de cobre, adornos y un crá-
hasta el que habíamos llegado en expediciones neo, única pieza esquelética que pudimos hallar
anteriores…”. Posteriormente, mudaron el bien conservada. El día 1º de marzo levantamos
campamento a la Loma Negra, en inme- el campo y nos dirigimos a las inmediaciones del
diaciones del Cerro Colorado de Hualfín, Cerro Colorado, con objeto de explorar el extenso
donde realizaron otro tipo de prospeccio- cementerio indígena encontrado el año anterior
nes, en este caso arqueológicas:“…Los días al lado W. de dicho cerro, instalando nuestro se-
24 a 26 de Febrero, para dar algún descanso a gundo campamento en la Loma Negra, entre el
la tropilla, que venía trabajando sin cesar, en un cerro y el río San Fernando, Dicho cementerio, o
mal terreno y con escaso pasto, se dedicaron a más bien grupo de cementerios, se extiende desde
excavar algunas sepulturas indígenas encontra- ambas orillas de este último hasta la falda del ce-
das cerca del pueblo, hacia el N.W., y no lejos de rro (lado occidental) las tumbas, algunas de las
un cementerio explorado hace algunos años por cuales excavamos, son colectivas, conteniendo
el finado ingeniero V. Weiser. Las tumbas eran siempre tres a cinco esqueletos, aunque en una
del sistema de trojes o pircas subterráneas e in- hallamos hasta quince...”.
Figura 5. Fuentes de
Información adicional:
fragmento de uno
de los informes de
campaña y de una de
las cartas enviadas
desde el campo por el
Dr. Cabrera.
Figura 6. Fotografías de algunos de los ejemplares colectados en las nuevas campañas: A-B, gliptodóntidos; C,
pampatéridos; D, dasipódidos; E, milodóntidos; F, roedores; G, “ungulados nativos”.
cercanas, nos permitieron corroborar la pre- dades estratigráficas aflorantes en cada uno
sencia de especies y géneros identificados de éstos (Fig. 7.A). Sobre esta base se infirió
anteriormente en el conjunto de materiales la procedencia estratigráfica de los ejem-
colectados en las campañas de Cabrera de plares de la “Colección Cabrera” y se logró
1927 a 1930. así contar con una mejor aproximación de
Las nuevas campañas fueron realizadas la edad de estas faunas. El análisis de esta
en el marco del correspondiente permiso información se realizó a través de la utiliza-
paleontológico otorgado por la Dirección ción de las herramientas informáticas de los
Provincial de Arqueología de Catamarca. SIG (Sistemas de Información Geográfica;
Durante la recolección de los restos fósiles software que permite vincular información
se procuró tomar la ubicación de cada uno geoespacial obtenida mediante GPS, con la
de los materiales colectados mediante el uso información contenida en una base de datos
de GPS, así como su ubicación en perfiles creada a partir de distintos tipos de análi-
estratigráficos relevados en distintos puntos sis y observaciones realizadas al objeto de
del área de San Fernando. Si bien la mayo- estudio). Además, es dado aclarar que por
ría de los nuevos ejemplares se encuentran fortuna en el área estudiada existen nume-
en preparación, preliminarmente el análisis rosos estratos tobáceos generados por la de-
de éstos y de los listados faunísticos publi- positación de cenizas volcánicas, los cuales
cados por otros autores, nos permitieron constituyen una importante fuente de infor-
identificar varios grupos de mamíferos re- mación sobre el ambiente y principalmente
presentados en la “Colección Cabrera”, ta- un excelente indicador de la edad absoluta
les como los gliptodóntidos, dasipódidos del momento de formación de los sedimen-
y pampatéridos, megatéridos, roedores de tos portadores (edades absolutas obtenidas
distintas familias (cavidos, octodóntidos e a partir de los métodos de datación Ar-Ar
hidroquéridos) y “ungulados nativos” sud- o K-Ar). Estos niveles tobáceos representan
americanos (Fig. 6). de alguna manera líneas de tiempo horizon-
tales que se extienden regionalmente y nos
permite dividir temporalmente los aflora-
Utilización de los SIG en el análisis mientos, con la consecuente división en el
de la procedencia de la fauna tiempo de las diferentes faunas fósiles ex-
humadas en estas secuencias (Fig. 7.B). Esta
A fin de identificar la unidad portadora información puede ser complementada con
de los ejemplare e la “Colección Cabrera”, la información paleoclimática y paleoam-
y estimar su posible edad, se realizó el reco- biental recabada a partir de otros análisis,
nocimiento en el campo de las unidades es- como los sedimentológicos, paleobotánicos,
tratigráficas aflorantes en los distintos pun- análisis de los paleosuelos y análisis isotó-
tos geográficos oportunamente prospecta- picos obtenidos de distintos minerales del
dos por Cabrera y sus colaboradores, una sedimento o del esmalte de los dientes de
tarea lograda gracias la colaboración del Dr. los mamíferos. El análisis integral de esta
Sergio Georgieff. Además, se consultó a los información, obtenida del trabajo interdis-
vecinos de San Fernando sobre la ubicación ciplinario, nos permite recrear de alguna
de distintos parajes y puestos mencionados manera como fue el ambiente en distintos
por Cabrera en las fuentes de información momentos del tiempo e intentar arribar a
adicional mencionadas anteriormente, los conclusiones de cómo fue cambiando la
cuales no figuran en la cartografía actual. configuración de los ecosistemas a lo largo
Posteriormente, se realizó el cruce de infor- de los últimos 7 millones de años de histo-
mación de la ubicación de estos puntos geo- ria de los valles intermontanos del norte de
gráficos con la de la delimitación de las uni- Catamarca.
Figura 7. A, Mapa de superposición de los puntos geográficos prospectados por Cabrera (1. Campo del Jarillal; 2. Oeste
del río Corral Quemado; 3. Lomas a la derecha del río Hualfín, cerca de El Eje; 4. Campo de las Calivas; 5. Campo de los
Aybar; 6. Alrededores de San Fernando; 7. Puerta de Corral Quemado; 8. Junto al camino a Loconte) con las unidades
estratigráficas aflorantes confeccionado con GIS; B. Imagen de uno de los afloramientos fosilíferos en los alrededores de
San Fernando Norte mostrando la posición de parte de los conjuntos faunísticos exhumados y la relación de éstos con
los niveles de ceniza volcánica reconocidos
CAPíTULO
UNA MIRADA PALEONTOLÓGICA
AL PASADO PROFUNDO DE LA PUNA
25 DE CATAMARCA
1
Instituto de Paleontología, Fundación Miguel Lillo, Miguel Lillo 251, San Miguel de Tucumán. 2CONICET-INSUGEO; Cátedra de
Paleontología, Facultad de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Tucumán. Miguel Lillo 205, San Miguel de Tucumán.
Figura 1. El cuadro muestra algunos de los principales eventos en la historia evolutiva de los mamíferos a lo largo de la
Era Cenozoica. Se representa además la variación de la temperatura media anual en este lapso y se indica la edad (en
millones de años; Ma) de los niveles fosilíferos de la Formación Geste. Esta unidad geológica es la que contiene los restos
fósiles paleógenos de la Puna en la provincia de Catamarca.
culiares. En este vasto territorio evolucio- estudios han recibido un renovado impul-
naron grupos de xenartros (algunos de sus so en los últimos años, con la realización
miembros relacionados estrechamente a los de campañas anuales de prospección y el
quirquinchos actuales), ungulados nativos uso de técnicas de colecta novedosas para
(todos ellos extintos y sin parentesco cerca- el Paleógeno del Noroeste argentino. A
no con grupos actuales) y marsupiales (an- continuación presentamos una reseña de
tepasados de las modernas comadrejas). los resultados obtenidos, los métodos de
Esta evolución en aislamiento fue afecta- muestreo utilizados, y las nuevas líneas de
da por grandes cambios climáticos globales investigación a explorar en el futuro.
acontecidos en la última era que generaron
extinciones, reemplazos y diversificaciones
faunísticas (Fig. 1). La Era Cenozoica se di- Una comunidad de
vide en tres períodos: Paleógeno, Neógeno vertebrados muy
y Cuaternario. El Paleógeno, que transcu- diferente a la actual
rrió entre 65 y 23 millones de años atrás, se
divide a su vez en tres épocas (Paleoceno, Como explicamos, hace 35 millones de
Eoceno y Oligoceno) y representó un mo- años la fisonomía del noroeste de Catamar-
mento crítico para los mamíferos nativos ca era muy diferente a la actual. Hoy, en
sudamericanos. En este lapso se sucedie- una caminata por los alrededores del pue-
ron las primeras diversificaciones (es decir, blo los animales nativos más comunes son
aparición de nuevos grupos) que dieron lu- llamas y vicuñas; una mirada más cercana
gar a faunas singulares, en su mayoría sin muestra la presencia de ratones, chinchi-
correlato morfológico ni ecológico con las llones, quirquinchos, zorros, felinos (gatos
faunas actuales. Este proceso de diversifi- y pumas), suris, lagartijas y sapos. En las
cación ocurrió en el período más cálido del cercanías del agua son comunes los fla-
Cenozoico, conocido como “Hot House” mencos, patos, chorlos, y diversas especies
en literatura angloparlante. Hacia el tercio de pájaros.
final de este período (en el límite entre el En tiempos eocenos, los animales más
Eoceno y el Oligoceno) comenzó un pro- comunes en esta región eran ungulados
ceso de enfriamiento global (“Ice House”) herbívoros, la mayoría de los cuales for-
que causó la extinción de los representan- maban parte de un grupo extinto denomi-
tes de las primeras diversificaciones y el nado Notoungulata (Fig. 3). Estos mamí-
recambio y la modernización hacia formas feros, sin relación filogenética cercana (es
más similares, aunque en su mayoría no decir, no estrechamente emparentados)
emparentadas, a las actuales. con ningún taxón actual, tenían grandes
En el noroeste argentino son varias las diferencias con los actuales camélidos de
unidades sedimentarias en las cuales se las mesetas de altura del noroeste argenti-
registran faunas fósiles paleógenas. Entre no. Eran herbívoros pero no pastadores; la
éstas las formaciones Geste y Lumbrera morfología de los dientes sugiere que sus
son las que han brindado una magnífica hábitos alimenticios eran ramoneadores
muestra de vertebrados fósiles, cuyo estu- (ver Glosario); estaban representados por
dio permitió conocer parte de los primeros especies de diversa masa corporal (desde
–y quizás más críticos– momentos de la el tamaño de un cuis hasta el de un tapir) y
evolución de los mamíferos nativos de la muy variadas morfologías. A diferencia de
región. En Catamarca, la Formación Geste, llamas y vicuñas, estos ungulados extintos
expuesta en los alrededores de Antofagas- no tenían adaptaciones marcadas para la
ta de la Sierra (Fig. 2), ha sido objeto de carrera veloz.
varios estudios en décadas pasadas. Estos Otro grupo de mamíferos comunes en
Figura 3. La imagen
superior muestra una
vista de un petroso
de quirquincho
(Dasypodidae) y su
ubicación aproximada
en un cráneo actual
de estos animales en
vista ventral. Abajo
se muestran placas
fósiles del caparazón
dorsal y su ubicación
en un esquema de
un representante
moderno.
los paleoecosistemas del Eoceno del NOA, mento de origen fluvial (generado por ríos)
aunque menos abundantes que los notoun- ha sufrido una importante selección de ta-
gulados, eran muy pequeños marsupiales maño durante su depósito. Los fósiles que
(del tamaño de un ratón) lejanamente rela- se preservan en la Formación Geste son en
cionados con las comadrejas actuales (Fig. general pequeños (desde unos pocos milí-
3). Algunos de estos, incluidos en el Orden metros a dos o tres centímetros de largo),
Bonapartheriiformes, eran herbívoros cuya están desarticulados (son piezas aisladas)
alimentación habría estado basada en fru- y la mayoría de ellos tiene un alto grado de
tos y semillas. Entre los marsupiales de la fragmentación. Dadas estas condiciones, la
Formación Geste se han recuperado restos colecta se realiza mediante el uso de dos
de muy escasos de esparasodontes, carní- métodos de muestreo.
voros nativos que alcanzaron en esta época Una primera etapa de exploración con-
el tamaño de un cánido grande. siste en la búsqueda de materiales a “ojo
Por otra parte, para el Eoceno eran ya desnudo” (Fig. 5); es decir, los restos se
muy comunes los quirquinchos en estas buscan mientras se recorre lentamente el
latitudes (todos pertenecientes al grupo de terreno. Los materiales que se encuentran
los dasipódidos). Los restos de placas del de esta forma corresponden principalmen-
caparazón de estos animales son los más te a vertebrados de mediano tamaño. Entre
abundantes en los sedimentos de Forma- los mamíferos, las formas más abundantes
ción Geste (Fig. 4), aunque también se han son las placas del caparazón de quirquin-
registrado huesos del oído (petrosos), hue- chos y mandíbulas o maxilares con mo-
sos del tobillo (astrágalos) y huesos del pie lares (Fig. 3 y 4). Otros vertebrados están
(garras). Estos representantes antiguos no representados por dientes de cocodrilo,
eran muy diferentes de los actuales: todo vértebras de víboras y placas óseas del ca-
indica que el plan corporal de los quirquin- parazón de tortugas.
chos se ha mantenido con pocas modifica- Luego de esta búsqueda a simple vista,
ciones durante millones de años. comienza la segunda etapa de la recolec-
Si bien esta fauna fósil nos muestra un ción de fósiles. Para esta tarea, se extraen
paisaje fantástico de mamíferos peculia- varios kilos de sedimento que deben ser
res (aunque los quirquinchos nos resultan “lavados y concentrados”. Este trabajo con-
muy familiares), nada sorprende más que siste en la inmersión en agua corriente (un
el hallazgo en esta región de tortugas, co- río, por ejemplo) de bolsas de tela de trama
codrilos y víboras. A juzgar por el tamaño fina (cuyas perforaciones son del tamaño de
de los restos hallados, estas formas estaban una tela mosquitera) cargadas con sedimen-
representadas por especies de distintos ta- to donde se filtran las partículas de menor
maños; algunas vértebras aisladas sugie- tamaño (Fig. 5). Con esto se logra reducir
ren que víboras cercanas a los dos metros el volumen de la muestra y retener un cú-
de largo habitaban la región. mulo de sedimento y fósiles. Las bolsas se
dejan secar; una vez seco el contenido, los
huesos se buscan bajo lupa binocular. Es así
La j o r n a d a d e t r abaj o como aparecen, rodeados de granos de are-
baj o e l s o l d e l d e s i e r t o na, dientes, diversos huesos del cráneo (por
ejemplo, petrosos), y muy variados restos
En la Puna catamarqueña las áreas fosilí- del esqueleto (vértebras, costillas, húmeros,
feras del Eoceno hasta ahora exploradas se fémures) de pequeños lagartos, víboras, an-
encuentran en las cercanías del poblado de fibios, aves y mamíferos.
Antofagasta de la Sierra (Fig. 2). Debido a
que el material fósil se encuentra en sedi-
Figura 5. Las fotografías muestran diferentes modalidades de búsqueda de fósiles. Arriba se observa la búsqueda “a ojo
desnudo” y el aspecto que tienen los restos (en este caso dientes de notoungulados) sobre el sustrato. Abajo se muestra
en secuencia (de izquierda a derecha) el lavado de sedimentos, secado y la búsqueda en el resultante del filtrado (se
exceptúa aquí el trabajo de laboratorio que consiste en la búsqueda de microvertebrados bajo lupa binocular).
ANEXO
DIRECCIóN PROVINCIAL DE
ANTROPOLOGíA: UNA INSTITUCIóN
EN CONTINUO CRECIMIENTO
ANEXO 307
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
308 ANEXO
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
ANEXO 309
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
Figura 2. Auditoría en
localidad Río Blanco-
Proyecto Minera Agua Rica,
Andalgalá, Catamarca.
310 ANEXO
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
ANEXO 311
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
Figura 7. Personal de la Dirección junto a algunos investigadores que participaron de las Jornadas.
312 ANEXO
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
ANEXO 313
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
lo cual se logró dotar al museo de una inno- para exposiciones temporarias de temáticas
vadora muestra arqueológica (Fig. 10). diversas.
El renovado Museo de Sitio albergará El complejo cultural también ofrecerá al
aquellos materiales culturales recupera- turista un área comercial, una confitería y
dos de las excavaciones, se suman a esta un patio de artesanos, instituyéndose en
colección piezas arqueológicas que fueran una propuesta única, digna de conocer y
entregadas por los pobladores locales, ha- disfrutar de la cultura en la provincia de
biéndose generado un espacio destinado Catamarca.
Figura 8. Emplazamiento
de El Shincal - Ciudad de
Londres- Depto. Belén.
Figura 9 y 10.
Colocación de cartelería
y acondicionamiento del
museo de sitio por personal
de la Fundación AZARA.
314 ANEXO
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
Dirección: Esquina de calles Sarmiento y Belgrano, dentro del Centro Cultural Yokavil.
Santa María, provincia de Catamarca.
Correo: investigadoresantropologia@hotmail.com
ANEXO 315
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
316 ANEXO
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
Reseña: El museo atesora una riquísima colección con un número que superan las 1000
piezas arqueológicas. Las mismas corresponden a las distintas culturas que poblaron el
territorio catamarqueño desde hace más de 10.000 años, destacándose por sus modelados
y colores las pertenecientes a la “Cultura Cóndor Huasi”, de allí el nombre que recibió el
museo.
Se pueden observar desde antiguos objetos de piedras tallados, relacionado con la actividad
cazadora- recolectora, hasta aquellos que fueron contemporáneos con la conquista espa-
ñola. En todos los casos los bienes culturales resguardados evidencian un conocimiento y
manejo de la técnica lítica, metalúrgica, cerámica, ósea, entre otras.
Dirección: San Martín 310 – Planta Alta- Galería Misael- Ciudad de Belén, provincia de
Catamarca.
Correo: investigadoresantropologia@hotmail.com
ANEXO 317
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
ARTÍCULO 1º: Créase la Dirección General de ARTÍCULO 7º: Para ser Director de la Dirección
Antropología de la Provincia de Catamarca con General de Antropología se deberá poseer Título
sede en la Ciudad de Andalgalá, la que dependerá de Licenciado en Ciencias Antropológicas, Licen-
de la Subsecretaría de Cultura y Educación. ciado en Historia o títulos afines. Deberá ser ar-
gentino nativo o naturalizado con diez años de
ARTÍCULO 2º: Dependen de la Dirección Gene- residencia en el país. Será designado por el Poder
ral de Antropología los Museos Arqueológicos y Ejecutivo de acuerdo a las normas vigentes.
Antropológicos.
ARTÍCULO 8º: a) Son deberes y atribuciones del
ARTÍCULO 3º: La Dirección General de Antropo- Director velar por el cumplimiento de los objetivos
logía es el organismo específico de aplicación de la de creación y funcionamiento de la Dirección Ge-
Ley Nº 3.223 y de cualquier otra Ley que pudiera neral de Antropología.
modificar o reemplazar a la misma. b) Dirigir la labor administrativa, museística y
científica de la Dirección.
ARTÍCULO 4º: La Dirección General de Antropo- c) Atender estrictamente al cumplimiento de la
logía tendrá las siguientes funciones: Ley defensa de patrimonio antropológico de la
a) Defensa del patrimonio antropológico de la Pro- Provincia.
vincia. d) Conjuntamente con los Jefes de Departamento
b) Estudio y divulgación del patrimonio antropo- planificar toda la labor de estudio, divulgación y
lógico de la Provincia. defensa del patrimonio antropológico de la Pro-
c) Favorecer y fomentar el estudio científico de su vincia.
patrimonio antropológico realizado por Cientí- e) Es el responsable de todas las publicaciones que
ficos o Instituciones Nacionales o Extranjeras. edite la Dirección General de Antropología.
d) Difundir los problemas y avances de las Cien-
cias Antropológicas. ARTÍCULO 9º: El Secretario de la Dirección Gene-
e) Promover la conformación de recursos huma- ral de Antropología deberá poseer título habilitan-
nos en el área de la Antropología. te. Será propuesto por el Director General y desig-
f) Firmar convenios con centros e instituciones nado por el P.E. de acuerdo a las normas vigentes.
del país o del extranjero para realizar tareas de Son funciones del Secretario:
investigación o de preservación del patrimonio a) Colaborar con el Director en todos los asuntos
antropológico de la Provincia. Administrativos y académicos de la Dirección
g) Publicar y difundir los resultados de todas sus General.
actividades. b) Controlar la tarea del personal administrativo,
h) Organizar jornadas, congresos, seminarios y de maestranza y de servicio.
cursos relacionados con la problemática antro- c) Llevar y controlar todos los libros y documentos
pológica local, regional y nacional. que emanen de la Dirección General.
i) Fomentar la creación de nuevos museos regio-
nales y parques arqueológicos en el ámbito de la ARTÍCULO 10º: Los Jefes de Departamento de-
Provincia. Art. 4 (i) Ley Provincial Nº 4238. berán poseer título habilitante o conocida versa-
ción antropológica a juicio del Director General
ARTÍCULO 5º: La Dirección General de Antro- que propondrá su designación, la cual se hará de
pología de la Provincia estará integrada por los acuerdo a las normas vigentes. Son funciones de
siguientes Departamentos: Arqueología, Antropo- los Jefes de Departamentos:
logía Cultural, Folklore, Lingüística, Museología y a) Presentar al Director General para su aproba-
Ciencias Auxiliares. ción toda la labor de cada Departamento, pre-
318 ANEXO
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
viamente planificada por Áreas. ARTÍCULO 16º: El Director General estará autori-
b) Establecer las necesidades propuestas anuales zado para dictar un reglamento de funcionamien-
de cada Departamento, las que serán elevadas a to interno para la Dirección General.
la Dirección y gestión.
c) Orientar y supervisar las tareas del personal del ARTÍCULO 17º: La Dirección General de Antro-
Departamento. pología de la Provincia comenzará su funciona-
miento de acuerdo a las posibilidades presupues-
ARTÍCULO 11º: Los Investigadores deberán poseer tarias existentes.
título habilitante o conocida versación antropologí-
ca a juicio del Director General quién propondrá su ARTÍCULO 18º: El Centro Antropológico iniciará
designación, la cual se hará de acuerdo a las normas su actividad con la designación de 1 (un) Director,
vigentes. Son funciones de los Investigadores: 1 (un) Secretario y el personal mínimo adminis-
a) Realizar las tareas que les sean encomendadas trativo para poner en marcha el Proyecto de Ley,
por el Director General o el Jefe del Departamen- a medida que avance en su organización, se irán
to respectivo. cubriendo los restantes cargos.
b) Deberán participar en todas las tareas científicas
de divulgación y preservación del patrimonio ARTÍCULO 19º: De forma.
antropológico de la Provincia que planifique y
organice la Dirección General. DADA EN LA SALA DE SECCIONES DE LA LE-
c) Presentar los informes resultantes de cada inves- GISLATURA DE LA PROVINCIA DE CATAMAR-
tigación al Director General. CA, A LOS ONCE DIAS DEL MES DE DICIEM-
BRE DEL AÑO MIL NOVECIENTOS OCHENTA
ARTÍCULO 12º: Los Colaborares Adjuntos son Y CUATRO.
personas con antecedentes considerados suficien-
tes por la Dirección. Desarrollan sus tareas bajo el Fdo. Dr. EFRAIN ROSALES, Presidente Cámara
control del Jefe del Departamento respectivo o del de Diputados.
Director General. Son designados en carácter ad- Fdo. Dr. OSCAR EDUARDO ROMERO, Secretario
honorem por el Director General. Cámara de Diputados.
Fdo. MARCOS EFRAIN SAADI, Presidente Provi-
ARTÍCULO 13º: El Bibliotecario deberá poseer títu- sorio Cámara de Senadores.
lo habilitante y su designación será propuesta por el Fdo. CLEMENTE VENTURA MARCOLLI, Secre-
Director conforme las normas vigentes. Son funcio- tario Cámara de Senadores.
nes del Bibliotecario:
a) Confeccionar el presupuesto de necesidades para SAN FERNANDO DEL VALLE DE CATAMAR-
la Biblioteca el que será elevado para su aproba- CA, 18 DE ENERO DE 1985.
ción.
b) Realizar las gestiones de tipo administrativo ne- DECRETO G. Nº 136.
cesarias para lograr la aprobación del presupues-
to de necesidades.
c) Efectuar el fichaje de todas las publicaciones que
posee la Biblioteca de la Dirección General. EL GOBERNADOR DE LA PROVINCIA
d) Es el responsable de las existencias bibliográficas DECRETA:
de la Biblioteca. Las consultas se realizarán en el
local respectivo, salvo autorización del Director ARTÍCULO 1º: Téngase por Ley de la Provincia la
General. precedente sanción, Cúmplase, Comuníquese, Pu-
blíquese, dese al Registro Oficial y Archívese.
ARTÍCULO 14º: El Personal Administrativo y de
servicio será designado de acuerdo a las normas REGISTRADA CON EL Nº 4.238.
vigentes en la Administración Central. Estará bajo
la inmediata dependencia del Secretario. LEY 4218
ARTÍCULO 15º: El Director General podrá extender “PRESERVACION DE LOS VESTIGIOS Y/O
cualquier constancia inherente a las finalidades es- RESTOS, YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS,
pecíficas de la Dirección General de Antropología. ANTROPOLÓGICOS Y PALEONTOLOGICOS
EXISTENTES EN LA PROVINCIA”
ANEXO 319
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
ARTICULO 1°: Son propiedad exclusiva del Esta- torio, quedando a tales fines, sujetas a la jurisdic-
do Provincial, todos los vestigios, restos y/o yaci- ción del Organismo de aplicación y ejecución de la
mientos arqueológicos, antropológicos y paleonto- presente Ley.
lógicos existentes en su territorio.
ARTICULO 9°: Toda persona física o jurídica que
ARTICULO 2°: Prohíbase en todo el territorio de encontrare o descubriere vestigios, restos y/o yaci-
la Provincia, la explotación y estudios de vestigios, mientos, deberá dar cuenta de inmediato a la Di-
restos y/o yacimientos referidos en el artículo ante- rección de Cultura, directamente o por intermedio
rior, sin la correspondiente autorización del Poder de sus delegaciones; todo ocultamiento u omisiones
Ejecutivo, en la forma y modo que establece esta hará pasibles al o a los autores de las sanciones esta-
Ley. blecidas en la presente Ley.
ARTICULO 3°: Prohíbase asimismo, la documen- ARTICULO 10°: Se establece como sanción, para
tación por cualquier medio, sin la correspondiente las conductas definidas en el artículo anterior, ade-
autorización, de los referidos vestigios, restos y/o más del decomiso de los elementos, una multa que
yacimientos. establecerá la Dirección de Cultura en la forma y
modo que establece esta Ley.
ARTICULO 4°: Prohíbase también en forma expre-
sa, la venta, comercialización y apropiación de los ARTICULO 11°: Los propietarios responsables de
referidos elementos, como asimismo su exportación colecciones de elementos que encuadren en la ma-
y/o salida de la Provincia, salvo en calidad de prés- teria a que se refiere esta Ley, de existencia ante-
tamo para estudio y/o exposición, necesitando para rior a la misma, tienen la obligación de presentar
tales fines, la expresa autorización del Poder Ejecu- un catálogo - inventario, por ante la Dirección de
tivo de la Provincia. Cultura, en un plazo no mayor a sesenta días, desde
su promulgación, quien verificará la exactitud del
ARTICULO 5°: La investigación científica de los mismo.
vestigios, restos y/o yacimientos arqueológicos y En caso de incumplimiento, la Dirección de Cultura
antropológicos, existentes en el territorio de la Pro- podrá decomisarlas, con destino a museos provin-
vincia, solo podrá ser realizada por Instituciones ciales de la especialidad.
Científicas o por Investigadores nacionales o ex-
tranjeros, previamente registrados como tales, con- ARTICULO 12°: El Estado Provincial podrá expro-
forme lo establece esta Ley, contando además con la piar los vestigios, restos y/o yacimientos arqueológi-
correspondiente autorización. cos y antropológicos que se encuentren en poder de
particulares, sean estos personas físicas o jurídicas
ARTICULO 6°: Será autoridad de aplicación y eje- y que se estimen necesarios para el enriquecimiento
cución de la presente Ley, la Dirección de Cultura de los museo provinciales de la especialidad.
de la Provincia, la que contará con el asesoramiento
científico en cada una de las materias por personal ARTICULO 13°: En caso de que la conservación
dependiente de la misma. de vestigios, restos y/o yacimientos, impliquen una
Cada vez que lo considere necesario, conveniente y servidumbre perpetua, el Estado Provincial indem-
útil, podrá recurrir al asesoramiento especializado nizará a los propietarios, previa expropiación del
de personal dependiente de la Universidad Nacio- terreno donde se encuentren los mismos.
nal de Catamarca u otras instituciones.
ARTICULO 14°: Los infractores de la presente Ley
ARTICULO 7°: La Dirección de Cultura deberá serán penados con el inmediato decomiso de los
designar delegados en el interior de la Provincia, a elementos y una multa que ascenderá al ciento por
efectos de la implementación y cumplimientos de ciento del valor de la tasación de estos.
la presente Ley, designaciones que deberá recaer La tasación será realizada por los asesores científi-
en personas o Instituciones de conocida solvencia cos mencionados en el artículo sexto de la presente
científica en la materia. Ley.
ARTICULO 8°: La colaboración con la Dirección de ARTICULO 15°: La Dirección de Cultura llevará
Cultura, por parte de Autoridades Policiales, Muni- un Registro actualizado de las instituciones e in-
cipales, Docentes y de Turismo, en todo el territorio vestigadores nacionales o extranjeros dedicados a
de la Provincia, se establece con carácter de obliga- la investigación científica sobre los elementos a que
320 ANEXO
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
se refiere la presente Ley, donde deberán anotar su peciales se encuentren acumulaciones de restos
inscripción como tales, conforme al modo y forma arqueológicos y paleontológicos, cuya explotación
que se establecerá en la reglamentación a los efec- convenga a los intereses de la ciencia.
tos de obtener las autorizaciones correspondientes Los sitios arqueológicos contemplados son: ves-
a que se refieren distintos artículos de esta norma y tigios superficiales (restos aislados o conjuntos),
colaborar en esa forma a un ordenamiento racional estructuras, etc., y todos aquellos materiales, cual-
que tienda a favorecer en todo sentido la correcta quiera sea su naturaleza que contengan la matriz
investigación científica. sedimentaria. Los de interés antropológica son
aquellos de índole etnográfico, etnológico, lingüís-
ARTICULO 16°: La Dirección de Cultura propen- tico, etc., que deberán en todos los casos, someterse
derá a que los distintos establecimientos educa- al peritaje científico de la autoridad de aplicación y
cionales de la provincia, primarios, secundarios y ejecución de la Ley, quien evaluará y se expedirá
terciarios, incluyan en sus planes de estudio, con sobre la necesidad o no de su apropiación.
carácter de obligatorio, la enseñanza de las distintas
materias que contempla esta Ley; enseñanza que ARTICULO 3°: A los fines de resguardar la se-
también estará a cargo de otras Instituciones sean riedad y el interés científico, serán autorizados
estas Públicas o privadas. únicamente a emprender dichas investigaciones,
las personas físicas o jurídicas que se registren en
ARTICULO 17°: El Poder Ejecutivo tomará e ins- calidad de investigadores con la debida anticipa-
trumentará las providencias necesarias para cubrir ción, por ante la Dirección de Antropología de la
los gastos que demande la aplicación de la presente Provincia, quien podrá extender las autorizaciones
Ley. correspondientes para iniciar y/o continuar las in-
vestigaciones científicas.
ARTICULO 18°: Derógase toda norma que se
oponga a la aplicación de la presente Ley. ARTICULO 4°: La autoridad de aplicación de
la Ley N° 4238, podrá extender bajo su exclusiva
ARTICULO 19°: Comuníquese, regístrese, dese al responsabilidad, las autorizaciones para la salida
Registro Oficial y Archívese. de materiales arqueológicos y antropológicos del
territorio catamarqueño, previa elaboración del
LEY REGISTRADA CON EL NÚMERO 4218. inventario correspondiente, con fines científicos
y de estudio, debiendo contemplar el inmediato
San Fernando del Valle de Catamarca, 23 de agos- retorno de los mismos, una vez superada la etapa
to de 1993 clasificatoria, cuando se trate de objetos extraídos
en excavaciones o recolectados en superficie, por
misiones debidamente autorizadas.
VISTO:
Las Leyes N° 4238 y 4218, y ARTICULO 5°: La Dirección de Antropología
adoptará las medidas que correspondan, a fin de
CONSIDERANDO: concretar el registro arqueológico de la Provincia,
Que se hace necesaria su reglamentación. para lo cual ubicará sistemáticamente en un mapa
Por ello: especial, todos los yacimientos arqueológicos, pa-
leoantropológicos y paleontológicos descubiertos
EL GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE o que se descubran.
CATAMARCA
ARTICULO 6°: El Registro de Yacimientos Ar-
DECRETA queológicos y paleontológicos deberá mencionar
como mínimo los siguientes ítems:
ARTICULO 1°: Apruébese el presente ordena- DELIMITACIÓN GEOGRÁFICA: Nombre del si-
miento reglamentario de Ley Provincial N° 4218, tio, otros nombres, país, provincia, departamento.
siendo autoridad de aplicación la Dirección de An- UBICACIÓN DE LA CARTOGRAFIA ACTUAL:
tropología, conforme lo dispone el Artículo 3° de la I.G.M.; D.G.M.; P.C.N.; A.C.A.
Ley N° 4238. MEDIO NATURAL: Relieve, altura, depresión,
planicie, plano inclinado.
ARTICULO 2°: Considerase en general yacimien- HIDROGRAFIA: Orientación de la red, diseño de
to, todo lugar donde, debido a circunstancias es- la red.
ANEXO 321
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
322 ANEXO
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
dentes, debiendo expedirse dentro de los treinta de estén ubicados los yacimientos arqueológicos,
días corridos de la recepción de la documenta- paleontológicos y/o paleoantropológicos, podrán
ción requerida. alterar, dañas o destruir estos. Cuando el dueño o
los dueños del inmueble donde estén ubicados los
ARTICULO 11°: Los permisos de investigación, yacimientos quiera disponer de los mismos, pre-
prospección o excavación se otorgarán por el tér- viamente dará cuenta a la Dirección de Antropo-
mino de un año y podrán ser renovados por igual logía, para que esta intervenga a fin de preservar
término hasta la finalización de la misma, debién- los mismos y hacer cumplir la Ley Provincial N°
dose cumplir previamente, con la presentación de 4218.
los respectivos informes.
Los informes se presentarán por escrito y meca- ARTICULO 17°: Cuando en las construcciones de
nografiados con dos copias por ante la Dirección obras públicas, en excavaciones o remociones de
de Antropología, lo mismo que el inventario de terrenos por el Estado, o por los particulares, se
los materiales extraídos de cada campaña. encontraren restos prehistóricos, los responsables
darán aviso de inmediato a la Dirección de Antro-
ARTICULO 12°: Cuando un yacimiento es explo- pología, para que actúe en consecuencia a los fines
rado y/o explotado por una misión científica, no de su salvataje.
se considerará ninguna otra autorización, si ésta
no lo permite, para que otra misión investigue si- ARTICULO 18°: La Dirección de Antropología de
multáneamente. la Provincia velará por el estricto cumplimiento de
La Dirección de Antropología, toda vez que lo la Ley N° 4218 y de la presente reglamentación,
considere de interés científico y/o por razones de con la correspondiente autoridad para aplicar las
contralor, incorporará a las misiones autorizadas, penalidades que se impongan a los infractores
el personal técnico y/o especializado de su depen- y denunciar ante la Justicia las infracciones que
dencia que estime necesario. constituyan delitos.
ANEXO 323
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
ARTICULO 21°: Los propietarios de colecciones de fósiles en un cuerpo de roca o sedimentos ex-
arqueológicos y/o antropológicas, aún aquellas puestos en la superficie o situados en loopback - el
de existencia anterior a la sanción de la presente subsuelo o bajo las aguas jurisdiccionales.
norma reglamentaria de la Ley N° 4218, quedan
sujetos al estado de disponibilidad permanente de ARTICULO 3°.- La presente ley será de aplicación
las colecciones si la Dirección de Antropología, lo en todo el territorio de la Nación.
considera necesaria y útil, tanto para la investiga-
ción científica como para su exhibición y/o exposi-
ción pública. Se establece además que en ningún De la distribución de competencias y de las autori-
caso, estas colecciones particulares podrán ser en- dades de aplicación.
riquecidas con materiales arqueológicos de origen
posterior al respectivo catálogo inventario, que ARTICULO 4°.- Serán facultades exclusivas del
previamente deberán denunciar sus tenedores. Estado nacional:
a) Ejercer la tutela del Patrimonio Arqueológico y
ARTICULO 22°: Toda cuestión relativa a la inter- Paleontológico. En orden a ello deberá adoptar las
pretación o aplicación de la Ley N° 4218 o de la medidas tendientes a su preservación, y a fomen-
presente reglamentación, serán resueltas de forma tar la divulgación.
definitiva y sin recurso alguno por la Dirección de b) Ejercer la defensa y custodia del Patrimonio Ar-
Antropología, la que podrá si lo estima convenien- queológico y Paleontológico en el ámbito interna-
te, solicitar dictamen jurídico o técnico. cional, mediante la prevención y sanción de impor-
taciones o exportaciones ilegales. En orden a ello
ARTICULO 23°: Comuníquese, publíquese, dese deberá instrumentar las acciones para gestionar la
al Registro Oficial y Archívese. devolución de los bienes arqueológicos y/o paleon-
tológicos al correspondiente país de origen.
DECRETO C.E. N° 1479.-
ARTICULO 5°.- El Instituto Nacional de Antropo-
logía y Pensamiento Latinoamericano, dependiente
de la Secretaría de Cultura de la Nación, será el or-
LEY NACIONAL Nº 25.743 ganismo nacional competente que tendrá a su car-
go las facultades previstas en el artículo anterior del
PROTECCIÓN del PATRIMONIO ARQUEO- Patrimonio Arqueológico.
LÓGICO y PALEONTOLÓGICO La protección del Patrimonio Paleontológico estará
a cargo del organismo nacional que se establezca
De los objetivos y bienes arqueológicos y paleon- conforme con lo previsto por el artículo 55 de la
tológicos presente ley.
Son funciones de cada uno dar cumplimiento a lo
siguiente:
ARTICULO 1°.- Es objeto de la presente ley la a) Crear y organizar el Registro Nacional de Yaci-
preservación, protección y tutela del Patrimonio mientos, Colecciones y Objetos Arqueológicos y
Arqueológico y Paleontológico como parte inte- el Registro Nacional de Yacimientos, Colecciones
grante del Patrimonio Cultural de la Nación y el y Restos Paleontológicos, con la información que
aprovechamiento científico y cultural del mismo. se requerirá a las jurisdicciones locales.
b) Crear un Registro Nacional de Infractores y Rein-
ARTICULO 2°.- Forman parte del Patrimonio Ar- cidentes.
queológico las cosas muebles e inmuebles o ves- c) Establecer las correspondientes relaciones de
tigios de cualquier naturaleza que se encuentren coordinación y colaboración con los organismos
en la superficie, subsuelo o sumergidos en aguas competentes en la materia, existentes en las pro-
jurisdiccionales, que puedan proporcionar infor- vincias.
mación sobre los grupos socioculturales que ha-
bitaron el país desde épocas precolombinas hasta ARTICULO 6°.- Son facultades exclusivas de las
épocas históricas recientes. provincias y del Gobierno Autónomo de la Ciudad
Forman parte del Patrimonio Paleontológico los de Buenos Aires:
organismos o parte de organismos o indicios de a) Establecer la creación del organismo competente
la actividad vital de organismos que vivieron en que tendrá a su cargo la aplicación de la ley de
el pasado geológico y toda concentración natural protección del Patrimonio Arqueológico y Pa-
324 ANEXO
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
leontológico o atribuir estas funciones a un orga- Del dominio sobre los bienes arqueológicos y pa-
nismo ya existente. leontológicos
b) Organizar en sus respectivas jurisdicciones un
Registro de Yacimientos, Colecciones y Objetos ARTICULO 9°.- Los bienes arqueológicos y pa-
Arqueológicos y un Registro de Yacimientos, leontológicos son del dominio público del Estado
Colecciones y Restos Paleontológicos, tenien- nacional, provincial o municipal, según el ámbito
do como base preferentemente la metodología territorial en que se encuentren, conforme a lo es-
adoptada por la Autoridad de Aplicación, a fin tablecido en los
de facilitar la artículos 2339 y 2340 inciso 9° del Código Civil y
mejor coordinación nacional. por el artículo 121 y concordantes de la Constitu-
c) Crear un Registro de Infractores en materia ar- ción Nacional.
queológica y paleontológica.
d) Otorgar, a través de sus organismos competen- ARTICULO 10.- Los materiales arqueológicos
tes, las concesiones para prospecciones e inves- y paleontológicos procedentes de excavaciones
tigaciones. realizadas mediante concesiones o resultantes de
e) Adecuar sus legislaciones en materia de conce- decomisos pasarán a poder del Estado nacional,
siones, infracciones y sanciones a fin de lograr provincial o municipal, según correspondiere,
centralizar y proporcionar dicha información a quedando los organismos de aplicación facultados
los organismos nacionales o provinciales que lo a darle el destino que consideren más adecuado
soliciten. y a fijar los espacios que reúnan los requisitos de
f) Procurar la creación de delegaciones locales organización y seguridad indispensables para su
dentro de su ámbito jurisdiccional a fin de un preservación.
cumplimiento más eficiente de lo dispuesto en
la presente ley. Del Registro Oficial de Yacimientos Arqueológi-
g) Comunicar al Instituto Nacional de Antropolo- cos y Paleontológicos
gía y Pensamiento Latinoamericano y al organis-
mo nacional competente en materia paleontoló- ARTICULO 11.- Los dueños de los predios en
gica las concesiones otorgadas, como asimismo, que se encuentren yacimientos arqueológicos o
las infracciones y las sanciones aplicadas a fin paleontológicos, así como toda persona que los
de lograr la centralización de la información. ubicare, deberá denunciarlos ante el organismo
h) Comunicar al organismo competente nacional competente a los efectos de su inscripción en el
las autorizaciones otorgadas para el traslado registro correspondiente.
fuera del país de colecciones y objetos arqueoló-
gicos o restos paleontológicos, para permitir su ARTICULO 12.- Cuando el organismo competen-
conocimiento y adopción de medidas necesarias te inscriba en su registro un nuevo yacimiento ar-
para aquellos casos en los que deba gestionar su queológico o paleontológico, deberá comunicarle
recuperación y retorno al país. tal circunstancia al propietario del terreno donde
se encuentre, sea persona física o jurídica, o corres-
ARTICULO 7°.- Son facultades concurrentes del ponda a un municipio. Esta inscripción no implica
Estado nacional, las provincias ninguna modificación al derecho de propiedad
y el Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos sobre el fundo que tiene el particular o el Estado
Aires concretar la adopción de políticas y medidas nacional, provincial o municipal.
tendientes a alcanzar una legislación y organiza-
ción administrativa uniforme en todo el territorio ARTICULO 13.- Toda persona física o jurídica que
nacional que, reconociendo las practicase excavaciones con el objeto de efectuar
particularidades locales, tienda a facilitar más efi- trabajos de construcción, agrícolas, industriales u
cientemente la protección otros de índole semejante, está obligado a denun-
e investigación del Patrimonio Arqueológico y Pa- ciar al organismo competente el descubrimiento
leontológico. del yacimiento y de cualquier objeto arqueológico
o resto paleontológico que se encontrare en las ex-
ARTICULO 8°.- El poder de policía se ejercerá cavaciones, siendo responsable de su conservación
conforme la distribución de competencias efectua- hasta que el organismo competente tome interven-
das en la presente ley y el Estado nacional podrá ción y se haga cargo de los mismos.
ejercerlo en forma concurrente con las provincias
a solicitud de éstas. ARTICULO 14.- Si el organismo competente no
ANEXO 325
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
ordenare el reconocimiento del lugar y no se hi- objetos arqueológicos o restos paleontológicos ins-
ciere cargo de lo obtenido en el plazo de diez (10) criptos en el Registro Oficial, no podrán enajenar-
días de haber recibido la denuncia, la persona o los por título oneroso sin ofrecerlos en forma feha-
entidad responsable de los trabajos, levantará un ciente y con carácter prioritario al Estado nacional
acta con intervención de la autoridad competente o provincial, según corresponda. El Estado deberá
local donde hará constar la identificación del lu- expedirse dentro de un plazo no mayor de noventa
gar y entregará los hallazgos realizados, cesando a (90) días, aceptando la propuesta o dictaminando a
partir de ese momento su responsabilidad. través del organismo competente, el justo precio de
la colección o del objeto para su adquisición directa.
ARTICULO 15.- Los vestigios arqueológicos y res- Si el enajenante estuviere disconforme con el precio
tos paleontológicos inmuebles registrados que se señalado e insistiere en su intención de enajenación,
encuentren dentro de predios de propiedad parti- deberá promover la acción judicial correspondiente
cular quedan sujetos a la vigilancia permanente del para la fijación de su valor o solución del diferen-
organismo competente quien podrá inspeccionarlos do. Si el organismo competente no se expidiere en
siempre que lo juzgue conveniente, no pudiendo el término de noventa (90) días o lo hiciere mani-
los propietarios o responsables crear obstáculos a la festando desinterés en la adquisición, el enajenante
simple inspección. podrá disponer libremente del bien comunicando la
nueva situación para su inscripción en el Registro
Del Registro Oficial de Colecciones u Objetos Ar- Oficial.
queológicos o Restos Paleontológicos
ARTICULO 20.- Es nula toda enajenación realizada
ARTICULO 16.- Las personas físicas o jurídicas que con violación a lo dispuesto
con anterioridad a la fecha de promulgación de la en el artículo anterior, estando facultado el orga-
presente tengan en su poder colecciones u objetos nismo competente a imponer una multa que no ex-
arqueológicos o restos paleontológicos, de cual- cederá del cincuenta por ciento(50%) del valor del
quier material y calidad, deberán dentro del plazo bien, al enajenante y al adquirente, quienes serán
de noventa (90) días de la fecha mencionada denun- por ello solidariamente responsables y al secuestro
ciarlos a la autoridad competente a los efectos de su de los materiales arqueológicos o paleontológicos
inscripción en el Registro Oficial, quedando luego hasta tanto aquélla fuere pagada.
bajo su posesión. Vencido dicho plazo legal se pre-
sume que la tenencia de materiales arqueológicos o ARTICULO 21.- Los organismos competentes po-
paleontológicos ha sido habida con posterioridad a drán autorizar la tenencia temporaria de objetos
la fecha establecida y, por tanto, de procedencia ile- arqueológicos o restos paleontológicos a investiga-
gal, dando lugar al decomiso de dichos bienes. dores o instituciones científicas por un período de-
terminado, a fin de facilitar la investigación de los
ARTICULO 17.- El organismo competente efectua- mismos. Los autorizantes deberán supervisar y con-
rá un inventario de las colecciones, objetos y restos trolar el préstamo de los materiales, se encuentren
denunciados, indicando el nombre y domicilio del dentro o fuera de su área jurisdiccional.
poseedor, lugar donde se encuentren depositados,
naturaleza y descripción de cada una de las piezas, ARTICULO 22.- Los propietarios particulares de
acompañadas de los documentos gráficos y fotográ- colecciones u objetos arqueológicos o restos paleon-
ficos que permitan su identificación. tológicos registrados deberán permitir el acceso al
material, en la forma que se convenga con el orga-
ARTICULO 18.- Las colecciones u objetos arqueo- nismo competente.
lógicos y restos paleontológicos inscriptos en el Re-
gistro Oficial, sólo podrán ser transferidos a título De las concesiones
gratuito por herencia o bien por donación a insti-
tuciones científicas o museos públicos, nacionales, ARTICULO 23.- Para realizar cualquier tipo de
provinciales, municipales o universitarios. En todos prospecciones e investigaciones
los casos se deberá denunciar a la autoridad compe- en yacimientos arqueológicos o paleontológicos
tente, en el plazo establecido en el artículo 16, a fin del territorio nacional es necesario obtener previa-
de la inscripción de la nueva situación en el registro mente una concesión de la autoridad competente
correspondiente. correspondiente al ámbito jurisdiccional en que se
encuentren los yacimientos donde se efectuarán los
ARTICULO 19.- Los propietarios de colecciones u estudios.
326 ANEXO
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
ARTICULO 24.- Las solicitudes de concesión para ARTICULO 27.- El organismo competente tendrá
realizar prospecciones y/o investigaciones arqueo- un término de treinta (30) días corridos para expe-
lógicas o paleontológicas deberán reunir, por lo dirse sobre la solicitud de concesión. Las concesio-
menos, los siguientes requisitos básicos: nes serán otorgadas por el término máximo de tres
a) Nombre y domicilio de la/s persona/s o insti- (3) años. Pasado ese lapso se deberá solicitar una
tución de investigación nacionales o extranjeras nueva concesión. En caso de expedirse el organis-
que la soliciten, con la indicación expresa de su mo competente en forma negativa, el interesado
carácter científico y sin fines de especulación podrá recurrir en apelación ante el organismo ad-
comercial. ministrativo jerárquico superior, cuya resolución
b) Nómina del personal científico interviniente, los será obligatoria.
que deberán poseer idoneidad en relación con
las tareas científicas a realizar. ARTICULO 28.- Otorgada una concesión a un
c) Nómina del personal de apoyo u otras personas particular o institución no se concederá ninguna
que intervengan en la misma con su correspon- otra dentro del sector acotado, salvo que el conce-
diente identificación personal y antecedentes sionario permita que otra investigación se lleve a
vinculados con la actividad a realizar. cabo simultáneamente. La autoridad de aplicación
d) Una carta o esquema topográfico con la delimi- autorizará la realización de trabajos interdiscipli-
tación precisa del lugar o lugares donde se lle- narios y conjuntos y podrá fijar excepciones en la
vará a cabo la investigación. reglamentación.
e) Las finalidades de la misión, sus alcances cientí-
ficos o culturales, los medios o capacidad logís- ARTICULO 29.- El propietario del terreno, o
tica con que se propone actuar. quien esté en el uso y goce de ese derecho, está
f) Un plan de trabajo con la metodología a em- facultado ante quien pretenda hacer excavaciones
plear y toda otra información que permita a la dentro del predio donde se encuentren vestigios
autoridad competente evaluar previamente sus arqueológicos muebles o inmuebles o restos pa-
propósitos y resultados. leontológicos, a exigir que acredite por escrito la
g) Las fechas, etapas o lapsos de duración de la concesión otorgada, sin la cual no permitirá que
misión. éstas se lleven a cabo.
h) Los requerimientos ulteriores que pudieran
convenir a la investigación científica posterior ARTICULO 30.- Todos los monumentos, objetos
a la misión. arqueológicos y restos paleontológicos que se des-
Quedan excluidos del cumplimiento de dichos re- cubran en el proceso de la investigación son del
quisitos, los investigadores que presenten planes dominio público del Estado nacional, provincial o
de trabajo acreditados y aprobados por organis- del Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos
mos oficiales científicos o universitarios, naciona- Aires, según corresponda. Los concesionarios po-
les o provinciales. drán obtener la tenencia temporaria de los objetos
procedentes de las investigaciones para su estudio
ARTICULO 25.- Cuando la concesión sea solici- durante un término no mayor de dos (2) años, a
tada por un investigador o institución científica cuyos efectos deberán señalar el lugar donde estén
extranjera se exigirá, además, como condición pre- depositados.
via, que trabaje con una institución científica esta-
tal o universitaria argentina y la autorización del ARTICULO 31.- Las personas o instituciones con-
Gobierno nacional en orden a su competencia. cesionarias deberán someter todas las piezas y ma-
teriales que extrajeren a la fiscalización y registro
ARTICULO 26.- Cuando las investigaciones sean ante el organismo competente local. De igual ma-
realizadas en predios de propiedad particular, si nera, deberán elevar al concluir las investigaciones
el solicitante de la concesión lo obtuviere, anexará en un lapso no mayor de un (1) año, un informe
a la misma el consentimiento escrito del propie- científico documentado con los resultados obte-
tario de terreno o de quien esté en el uso y goce nidos en los estudios y copia de las publicaciones
de ese derecho. En caso contrario, el organismo de que resulten de los trabajos. La autoridad de apli-
aplicación deberá, previamente al otorgamiento cación en materia paleontológica podrá modificar
de la concesión, requerir la conformidad de aqué- los plazos fijados en este artículo y en el preceden-
llos para la ejecución de los trabajos que requiera te conforme la especificidad de su materia.
la investigación.
ARTICULO 32.- La autoridad competente podrá
ANEXO 327
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
designar veedores a fin de ejercer el control de las ducta sancionada. El Poder Ejecutivo nacional
investigaciones y asegurar la realización sistemá- establecerá en la reglamentación de la presente
tica de las tareas correspondientes, debiendo los ley una multa dineraria para los casos donde la
responsables de las misiones científicas suminis- determinación del valor del bien sea imposible
trarles toda la información que les sea requerida o dificultoso. Para la determinación de la multa
en cumplimiento de la presente ley. se atenderá a la gravedad de la falta cometida y
al carácter de reincidente del infractor.
ARTICULO 33.- Toda resolución respecto a las c) Decomiso de los materiales arqueológicos, pa-
concesiones o las medidas que ella motive debe leontológicos y/o de los instrumentos utilizados
ser fundada, como asimismo las que se susciten para cometer la infracción.
en virtud de quejas o reclamos de propietarios de d) Suspensión o caducidad de la concesión.
los predios y resueltas en un plazo no mayor de e) Inhabilitación.
treinta (30) días. f) Clausura temporaria o definitiva.
ARTICULO 34.- El incumplimiento de las obli- ARTICULO 39.- Las personas que realicen por
gaciones establecidas en los artículos precedentes sí, u ordenaren realizar a terceros, tareas de pros-
será sancionado con la suspensión por un plazo pección, remoción o excavación en yacimientos
máximo de seis (6) meses o caducidad de la con- arqueológicos y paleontológicos sin solicitar la
cesión otorgada. correspondiente concesión ante la autoridad com-
petente, serán pasibles de multa, la que se fijará de
De las limitaciones a la propiedad particular acuerdo a la magnitud de la alteración realizada
y el decomiso de todos los objetos de naturaleza
ARTICULO 35.- Cuando los vestigios arqueológi- arqueológica o paleontológica que hayan sido re-
cos o paleontológicos se encuentren en terrenos de unidos, aunque se encuentren en posesión de ter-
propiedad privada, la autoridad competente acor- ceros que aleguen adquisición de buena fe. Si por
dará con sus propietarios lo necesario para facili- el grado de deterioro hubiera pérdida irreparable
tar el estudio y/o preservación del yacimiento. para el patrimonio cultural del Estado, el organis-
ARTICULO 36.- El organismo competente po- mo competente deberá denunciar a la Justicia a los
drá, por razones de interés público, disponer la infractores, a los efectos de que ésta determine si
ocupación temporánea de terrenos de propiedad están incursos en el delito de daño (artículo 183 y
privada donde se localicen bienes arqueológicos o 184 inciso 5° del Código Penal).
restos paleontológicos. Dicha ocupación, salvo ca-
sos de peligro inminente, deberá ser declarada por ARTICULO 40.- Las personas que por cualquier
ley. La ocupación no podrá exceder el máximo de motivo descubran materiales arqueológicos o pa-
dos (2) años, debiendo mediar una justa indemni- leontológicos en forma casual en la superficie o
zación al propietario del terreno. seno de la tierra o en superficies acuosas, deberán
denunciarlos y entregarlos de inmediato al orga-
ARTICULO 37.- En los casos en que la conserva- nismo competente o en su defecto a la autoridad
ción de los vestigios arqueológicos o restos pa- policial más cercana, la que deberá comunicarlo al
leontológicos implique una servidumbre perpe- referido organismo. La omisión del deber de de-
tua sobre los terrenos en los cuales se encuentren nuncia y ocultamiento hará pasibles a sus autores
dichos bienes, el Estado nacional o provincial en de un apercibimiento y, si mediare reincidencia,
sus respectivas jurisdicciones, deberá establecerla de una multa. En todos los casos procederá el de-
mediante ley especial e indemnización a los pro- comiso de los materiales reunidos.
pietarios de los terrenos.
ARTICULO 41.- Las personas que omitieren ins-
De las infracciones y sanciones cribir las colecciones u objetos arqueológicos y res-
tos paleontológicos obtenidos con anterioridad a
ARTICULO 38.- Las transgresiones a lo estable- la sanción de la presente ley dentro de los plazos
cido en la presente ley, serán reprimidas con las establecidos en el artículo 16, serán sancionadas
siguientes penalidades: con apercibimiento y la obligación de inscribirlas
a) Apercibimiento. en el Registro Oficial dentro de los treinta (30) días
b) Multa: Esta será establecida entre un mínimo de desde la notificación. En caso de vencimiento del
diez por ciento (10%) hasta tres veces el valor plazo sin cumplimiento de esta obligación, proce-
del bien o los bienes que hayan motivado la con- derá el decomiso.
328 ANEXO
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
ARTICULO 42.- El incumplimiento de algunas ARTICULO 47.- Si durante la comisión del hecho
de las condiciones pactadas en la concesión, dará descripto en la norma precedente, se produjere un
lugar a la aplicación de multa graduada según la deterioro en los objetos ocasionándose una pérdida
gravedad de la falta. Cuando el concesionario no irreparable para el patrimonio cultural del Estado,
se ajustare a las pautas metodológicas y científi- se estará incurso en el delito de daño prescripto en
cas convenidas o persiguiere objetivos diferentes a los artículos 183 y 184 del Código Penal.
los establecidos, podrá resolverse la caducidad de
la concesión sin derecho a indemnización alguna. ARTICULO 48.- Será reprimido con prisión de
Si además se comprobare que el concesionario ha dos (2) meses a dos (2) años y con inhabilitación
infringido esta ley y/o los requisitos y condiciones especial de hasta cinco (5) años el que transpor-
establecidos en las cláusulas de la concesión, el tare, almacenare, comprare, vendiere, industriali-
investigador contraventor, podrá ser también san- zare o de cualquier modo pusiere en el comercio
cionado con la inhabilitación temporaria o defini- piezas, productos o subproductos provenientes de
tiva para la obtención de nuevas concesiones, ade- yacimientos arqueológicos y paleontológicos na-
más del decomiso de los materiales arqueológicos cionales e internacionales.
y paleontológicos obtenidos y de los instrumentos
usados en los trabajos de investigación. ARTICULO 49.- La tentativa de exportación e
importación del territorio nacional de piezas, pro-
ARTICULO 43.- Las personas que, con posteriori- ductos o subproductos arqueológicos o paleonto-
dad a la promulgación de la presente ley, se apro- lógicos y colecciones arqueológicas o paleontoló-
pien y/o comercialicen objetos arqueológicos y/o gicas, será pasible de las penas previstas para el
paleontológicos y aquellos que los recibieren, aun- delito de contrabando establecidas en los artículos
que aleguen buena fe, serán pasibles de una multa 863 y concordantes del Código Aduanero.
y el decomiso de los bienes. Cuando se tratare de
ventas llevadas a cabo en establecimientos comer- Del traslado de objetos arqueológicos y paleon-
ciales se dispondrá además la clausura temporaria tológicos
de los mismos, siendo procedente la clausura defi-
nitiva en caso de reincidencia. ARTICULO 50.- Los objetos arqueológicos y res-
tos paleontológicos podrán ser trasladados dentro
ARTICULO 44.- Serán pasibles de multa los par- del territorio nacional, previa autorización del or-
ticulares o instituciones públicas o privadas que ganismo competente local, en calidad de préstamo
trasladen o faciliten el traslado de materiales ar- a los fines de su investigación y/o exposición por el
queológicos o paleontológicos, para cualquier fi- término que determine la autoridad competente.
nalidad, dentro del territorio nacional, sin la pre-
via autorización del organismo competente local Los interesados deberán informar de las medidas
donde estén radicados los materiales. que se adoptarán para el resguardo de dichos bie-
nes y garantizar su reintegro al lugar de origen en
ARTICULO 45.- El Instituto Nacional de Antropo- las condiciones que les fueron entregados.
logía y Pensamiento Latinoamericano, el organis-
mo competente nacional en materia paleontológi- ARTICULO 51.- El traslado fuera del territorio de
ca y los organismos competentes que se determi- la Nación de bienes arqueológicos y paleontoló-
nen en el orden provincial serán los encargados de gicos se podrá realizar dentro de las condiciones
aplicar las sanciones correspondientes a las infrac- establecidas en el artículo anterior, previa autori-
ciones previstas en la presente ley. zación del organismo local competente, en calidad
de préstamo a los fines de su investigación o para
la difusión del conocimiento en el extranjero.
De los delitos y sus penas
De la protección especial de los materiales tipo
ARTICULO 46.- Será reprimido de un (1) mes a paleontológicos
un (1) año de prisión o de reclusión y con inhabili-
tación especial de hasta tres (3) años, el que reali- ARTICULO 52.- Los objetos o restos paleonto-
zare por sí u ordenare realizar a terceros, tareas de lógicos definidos en el artículo 2° de la presente
prospección, remoción o excavación en yacimien- ley que constituyan materiales tipo, no podrán ser
tos arqueológicos y paleontológicos. trasladados fuera del territorio nacional con fines
de intercambio, canje o donación.
ANEXO 329
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
ARTICULO 53.- Podrán ser objeto de venta o can- DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CON-
je las reproducciones y calcos artificiales obtenidos GRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, A
de bienes arqueológicos y paleontológicos. LOS CUATRO DIAS DEL MES DE JUNIO DEL
AÑO DOS MIL TRES.
ARTICULO 54.- Los recursos de los organismos
competentes nacionales se integrarán de la si-
guiente forma:
a) Los importes que perciban mediante las asigna- DECRETO REGLAMENTARIO Nº 1022/2004
ciones presupuestarias; .O. 12/08/04 PROTECCION DEL PATRIMONIO
b) Los frutos, intereses y rentas provenientes de su ARQUEOLOGICO Y PALEONTOLOGICO De-
patrimonio; creto 1022/2004 - Apruébase la reglamentación
c) Las herencias, legados, donaciones de particu- de la Ley Nº 25.743. Establécese que el Instituto
lares; Nacional de Antropología y Pensamiento Lati-
d) Los aranceles y tasas que perciban como retri- noamericano y el Museo Argentino de Ciencias
bución por los servicios que presten; Naturales “Bernardino Rivadavia” serán auto-
e) Los subsidios o subvenciones; ridades de aplicación nacional en relación con
f) Los auspicios de empresas privadas, entes esta- la preservación y protección del Patrimonio Ar-
tales u organismos no gubernamentales; queológico y Paleontológico. Creación de los Re-
g) El producto de las multas por incumplimiento gistros Nacionales de Yacimientos, Colecciones
de las disposiciones establecidas en las respectivas y Restos Paleontológicos, de Yacimientos, Colec-
leyes de protección; ciones y Objetos Arqueológicos, y de Infractores
h) Cualquier otro ingreso que disponga el Poder y Reincidentes, en las materias mencionadas.
Ejecutivo de la Nación. Bs. As., 10/8/2004
330 ANEXO
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
con las facultades emergentes del artículo 99, inci- Tales organismos, según sus competencias, defini-
so 2 de la Constitución Nacional. rán, a los efectos de la ley, los siguientes términos:
Objeto Arqueológico, Fósil, Lote, Colección, Yaci-
Por ello, miento y Pasado Geológico, a fin de elaborar una
EL PRESIDENTE DE LA NACION ARGENTI- organización administrativa uniforme.
NA DECRETA: La expresión EPOCAS HISTORICAS RECIENTES
Artículo 1º - Apruébase la reglamentación de la abarca a los últimos CIEN (100) años contados a
Ley Nº 25.743 que, como Anexo l, forma parte in- partir de la fecha de sucedidos los hechos o los ac-
tegrante del presente. tos de que se trate.
Art. 2º - Hasta tanto funcionen los respectivos
registros, las denuncias de los bienes arqueológi- ARTICULO 3º - Sin reglamentar.
cos y paleontológicos contemplados en la Ley Nº
25.743, podrán efectuarse ante los organismos de ARTICULO 4º - A los efectos del inciso a) del ar-
aplicación, con identificación de los mismos, de- tículo 4º de la Ley Nº 25.743, entiéndese por tutela
claración de su procedencia, adquisición, cantidad ejercida por el ESTADO NACIONAL, la protec-
de ejemplares, estado de conservación, datos del ción jurídica o legal de todo el patrimonio arqueo-
poseedor y lugar de depósito, como recaudos mí- lógico y paleontológico del territorio nacional,
nimos y, en caso de particulares o entidades pri- más allá del derecho de dominio y de protección
vadas, con material fotográfico común o digital de y preservación que corresponda a las autoridades
disquete. Toda persona física o jurídica, pública o competentes de cada jurisdicción.
privada, que tenga o posea en la actualidad o en el
futuro los bienes referidos, está obligada a efectuar ARTICULO 5º - El MUSEO ARGENTINO DE
esta denuncia. CIENCIAS NATURALES “BERNARDINO RIVA-
Art. 3º - La reglamentación que se aprueba por el DAVIA”, creará y organizará por resolución inter-
artículo 1º del presente, entrará en vigencia a par- na el REGISTRO NACIONAL DE YACIMIENTOS,
tir de su publicación en el Boletín Oficial. COLECCIONES Y RESTOS PALEONTOLOGI-
Art. 4º - Comuníquese, publíquese, dése a la DI- COS, y el REGISTRO NACIONAL DE INFRAC-
RECCION NACIONAL DEL REGISTRO OFI- TORES Y REINCIDENTES, en esta materia. El
CIAL y archívese. INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGIA
KIRCHNER. Alberto A. Fernández. Aníbal D. Fer- Y PENSAMIENTO LATINOAMERICANO creará,
nández. por resolución interna, el REGISTRO NACIONAL
DE YACIMIENTOS, COLECCIONES Y OBJETOS
ANEXO I ARQUEOLOGICOS y el REGISTRO NACIONAL
REGLAMENTACION DE LA LEY Nº 25.743. DE INFRACTORES Y REINCIDENTES, en esta
ARTICULO 1º - Es responsabilidad de las Provin- materia.
cias, de la CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS En los regímenes de funcionamiento de los citados
AIRES y de la Nación, en sus respectivas juris- registros se establecerán, sin perjuicio de las previ-
dicciones, la aplicación de la Ley Nº 25.743, para siones presupuestarias para su planta de personal,
preservación y protección del Patrimonio Arqueo- los recursos que se obtendrán por los servicios que
lógico y Paleontológico, siendo de responsabilidad se presten.
exclusiva de la Nación la tutela del mismo. Los Registros Nacionales, además de funcionar
como de primer grado con respecto a los objetos,
ARTICULO 2º - Serán organismos de aplicación colecciones y yacimientos correspondientes a sus
nacionales de la presente reglamentación y de pro- respectivas áreas, funcionarán como de segundo
tección del patrimonio, el INSTITUTO NACIO- grado con respecto a los objetos, colecciones y
NAL DE ANTROPOLOGIA Y PENSAMIENTO yacimientos de las demás jurisdicciones que en-
LATINOAMERICANO dependiente de la SE- viarán la información pertinente, para permitir su
CRETARIA DE CULTURA de la PRESIDENCIA concentración.
DE LA NACION y el MUSEO ARGENTINO DE La inscripción registral no importará la autentici-
CIENCIAS NATURALES “BERNARDINO RI- dad, ni sus informes la certificación de la misma
VADAVIA”, dependiente de la SECRETARIA DE sobre los bienes o colecciones inscriptas.
CIENCIA, TECNOLOGIA E INNOVACION PRO- En los Registros Nacionales se deberá informar y
DUCTIVA del MINISTERIO DE EDUCACION, acopiar todos los datos posibles sobre el patrimo-
CIENCIA Y TECNOLOGIA, en materia de bienes nio arqueológico y/o paleontológico sobre los que
paleontológicos y arqueológicos, respectivamente. se podrán emitir informes. Los organismos com-
ANEXO 331
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
petentes podrán realizar las inspecciones o perita- ARTICULO 11. - Sin reglamentar.
jes que estimen pertinentes y rechazar las inscrip- ARTICULO 12. - Sin reglamentar.
ciones de los bienes u objetos, cuya inscripción se
considere improcedente. ARTICULO 13. - La obligación de denunciar el
Las controversias que se susciten se dirimirán con- descubrimiento a que se refiere el artículo 13 de
forme a los procedimientos administrativos vigen- la ley implica la de suspender toda actividad en el
tes en cada jurisdicción. lugar hasta tanto la autoridad competente, según
la jurisdicción de que se trate, tome la intervención
ARTICULO 6º - En las distintas jurisdicciones re- prevista legalmente, debiendo adoptarse, hasta en-
girán las normas que se dicten por las autoridades tonces por responsables del predio, todas las medi-
locales para adecuar la legislación en materia re- das tendientes a la conservación del yacimiento y/o
gistral, de concesiones, infracciones y sanciones a los objetos arqueológicos o paleontológicos.
la Ley Nº 25.743. En los casos en que corresponda, se convendrá con
Los traslados, dentro del país, de objetos, coleccio- los propietarios de los inmuebles, el tiempo y las
nes y/o restos paleontológicos y/o arqueológicos, características de la ocupación y, de no lograrse un
serán comunicados al organismo competente local acuerdo, se tramitará la ocupación temporánea o la
y a los directores de los museos o centros de inves- imposición de servidumbre, mediante la sanción
tigaciones involucrados. de una ley por las respectivas jurisdicciones, sin
Los traslados, fuera del país, de los objetos, colec- perjuicio de las medidas judiciales que puedan so-
ciones y/o restos paleontológicos y/o arqueológi- licitarse cuando razones de urgencia así lo exijan.
cos, se comunicarán al organismo competente na- Las personas físicas o jurídicas, responsables de
cional, con una anticipación no inferior a TREINTA emprendimientos deberán prever la necesidad de
(30) días, plazo en el que éste podrá adoptar al res- realizar una prospección previa a la iniciación de
pecto las medidas que fueran necesarias, a fin de las obras con el fin de detectar eventuales restos,
asegurar la recuperación y retorno al país de los yacimientos u objetos arqueológicos o paleontoló-
elementos de que se trate. gicos. De verificarse su existencia, deberán facilitar
el rescate de los mismos.
ARTICULO 7º - Sin reglamentar. Las tareas que se realicen a ese efecto deberán ser
ARTICULO 8º - Sin reglamentar. aprobadas por la autoridad de aplicación jurisdic-
ARTICULO 9º - Sin reglamentar. cional. Cuando una persona física o jurídica explo-
te comercialmente yacimientos de material fósil
ARTICULO 10. - El material paleontológico deberá con fines industriales, tales como bentonita, diato-
ser ubicado, sin excepción, en colecciones o reposi- mita, campos de ostreas, calizas, arcillas u otros,
torios, que reúnan todos los requisitos establecidos se tomarán muestras testigo cuyo volumen deter-
en los CODIGOS INTERNACIONALES DE NO- minará la autoridad de aplicación jurisdiccional,
MENCLATURA BOTANICA (CODIGO DE SAINT que serán depositadas en museos o instituciones
LOUIS 2000) Y ZOOLOGICA (CODIGO INTER- científicas provinciales o nacionales, según corres-
NACIONAL DE NOMENCLATURA ZOOLOGI- ponda por jurisdicción.
CA) -o cualquier otro que los reemplace, según lo Si en el curso de ejecución de obras públicas o priva-
disponga el MUSEO ARGENTINO DE CIENCIAS das, que implique movimientos de tierra, se hallaren
NATURALES “BERNARDINO RIVADAVIA”- para fósiles u objetos arqueológicos, o se supiera que de-
el material tipo y debiendo contarse con el personal terminados sectores, regiones o zonas, constituyen
necesario e idóneo para el cumplimiento de la fi- yacimientos paleontológicos y/o arqueológicos, que
nalidad de la ley. El INSTITUTO NACIONAL DE por su tamaño, valoración patrimonial, científica y/o
ANTROPOLOGIA Y PENSAMIENTO LATINO- estado de preservación requieran especial cuidado,
AMERICANO, de la SECRETARIA DE CULTURA protección absoluta o parcial, trabajos de rescate o
de la PRESIDENCIA DE LA NACION, establecerá preservación, la autoridad de aplicación jurisdiccio-
las condiciones mínimas para el depósito de los ob- nal podrá solicitar la intervención del Poder Ejecu-
jetos, lotes y colecciones arqueológicas, de cada re- tivo Nacional, a fin de adoptar medidas tendientes
gión teniendo en cuenta las características propias. a lograr la suspensión de las obras o proyectos en
Las autoridades jurisdiccionales podrán solicitar forma definitiva o temporal, según el caso.
que se contemplen sus condiciones particulares.
El organismo de aplicación nacional actuará en ca- ARTICULO 14. - Sin reglamentar.
sos de discrepancia en la catalogación de material. ARTICULO 15. - Sin reglamentar.
ARTICULO 16. - Las denuncias a que se refiere el
332 ANEXO
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
artículo 16 de la Ley se formularán por escrito, de refiere el artículo 24 de la Ley, los trabajos deberán
acuerdo con las formalidades fijadas en los respecti- estar a cargo, dirigidos o bajo la responsabilidad
vos reglamentos de procedimientos administrativos de personas cuya idoneidad esté reconocida por
de cada jurisdicción, y deberán incluir los elementos asociaciones profesionales, Universidades o Aca-
descriptivos necesarios para la identificación de las demias Nacionales.
colecciones u objetos arqueológicos o restos paleon- Los organismos competentes de las respectivas
tológicos, conforme a las exigencias que imponga la jurisdicciones se reservan el derecho de otorgar o
autoridad de aplicación jurisdiccional. rechazar los pedidos de concesiones según cum-
Cuando se pida información al REGISTRO NACIO- plan o no los requisitos legales o por razones de
NAL que corresponda, según la materia relacionada oportunidad, mérito o conveniencia.
con objetos, colecciones y/o yacimientos registrados
en las provincias o en la CIUDAD AUTONOMA ARTICULO 25. - No se podrá otorgar concesión
DE BUENOS AIRES, ésta podrá otorgarse, previo alguna a investigador o institución científica ex-
consentimiento de las respectivas autoridades ju- tranjera sin autorización previa del organismo na-
risdiccionales y acreditación del interés legítimo del cional de aplicación, que sólo la otorgará cuando
peticionario. los requirentes trabajen con una institución cien-
tífica estatal o universitaria argentina, además de
ARTICULO 17. - Sin reglamentar. cumplirse con los demás requisitos que se conside-
ARTICULO 18. - Sin reglamentar. ren necesarios para impedir la alteración o pérdi-
da del patrimonio arqueológico o paleontológico
ARTICULO 19. - El ofrecimiento a que se refiere el nacional.
artículo 19 de la Ley se efectuará ante el organismo
de aplicación competente, según la materia, según ARTICULO 26. - En el caso de no poderse obtener
se trate de objetos arqueológicos o restos paleon- la autorización del propietario de los predios, se
tológicos, el que emitirá dictamen e informe y re- actuará de acuerdo con los procedimientos previs-
mitirá las actuaciones al PODER EJECUTIVO NA- tos para la ocupación temporánea y establecimien-
CIONAL, en el ámbito nacional y a las autoridades to de servidumbre, contemplados en los artículos
competentes provinciales y de la CIUDAD AUTO- 36 y 37 de la ley.
NOMA DE BUENOS AIRES, para que se resuelva La autoridad de aplicación jurisdiccional podrá
en el plazo legal establecido por el artículo que se solicitar la adopción de las medidas judiciales con-
reglamenta. servatorias, de acuerdo con las previsiones de los
artículos antes mencionados, sin perjuicio de las
ARTICULO 20. - Sin reglamentar. que correspondieren, según los códigos de proce-
ARTICULO 21. - Sin reglamentar. dimiento de cada jurisdicción.
ARTICULO 22. - En caso de no mediar acuerdo ARTICULO 27. - Las impugnaciones contra los
con los poseedores particulares de colecciones, res- actos que denieguen concesiones se ajustarán a los
tos u objetos arqueológicos o paleontológicos para procedimientos administrativos vigentes en cada
tener acceso al material, la autoridad de aplicación jurisdicción.
jurisdiccional gestionará ante quien corresponda la
adopción de las medidas administrativas y judicia- ARTICULO 28. - En los casos de trabajos interdis-
les pertinentes. ciplinarios paleontológicos o arqueológicos, la au-
toridad de aplicación jurisdiccional podrá autori-
ARTICULO 23. - De los actos administrativos que zar concesiones de investigación en la misma área
otorguen concesiones para realizar los trabajos a o región sobre diferentes temas, a fin de permitir
que se refiere el artículo 23 de la Ley, deberá remi- simultáneos estudios sobre diversos objetivos y
tirse copia al REGISTRO NACIONAL pertinente. disciplinas.
ARTICULO 24. - Los organismos oficiales cien- ARTICULO 29. - Sin reglamentar.
tíficos o universitarios nacionales o provinciales ARTICULO 30. - Sin reglamentar.
deberán verificar que los planes de trabajo de los
proyectos de investigación, tesinas, tesis y semina- ARTICULO 31. - Las piezas y materiales que se
rios, cumplan con los requisitos del artículo 24 de extrajeren deberán ser sometidos a la fiscalización
la Ley. en forma inmediata por las personas e institucio-
Para el otorgamiento de las concesiones a que se nes concesionarias.
ANEXO 333
Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca
ARTICULO 32. - Sin reglamentar. (3) periódicos de mayor circulación de cada lugar o,
en su caso, en los que existieren.
ARTICULO 33. - La falta de resolución en término
de las quejas o reclamos interpuestos, se dirimirá ARTICULO 42, 43 y 44. - Las multas establecidas en
conforme a los procedimientos administrativos vi- los artículos 42, 43 y 44 de la Ley se regirán por las
gentes en cada jurisdicción. previsiones del artículo 38 de esta reglamentación.
ARTICULO 40. - La multa a que se refiere el artículo ARTICULO 52. - Sin reglamentar.
40 de la Ley será determinada conforme lo previsto ARTICULO 53. - Sin reglamentar.
en el artículo 38 de la presente reglamentación. ARTICULO 54. - Sin reglamentar.
ARTICULO 55. - Sin reglamentar.
ARTICULO 41. - La notificación a que se refiere el ARTICULO 56. - Sin reglamentar.
artículo 41 de la Ley podrá hacerse en forma perso- ARTICULO 57. - Sin reglamentar.
nal o por cualquier medio fehaciente que acredite el ARTICULO 58. - Sin reglamentar.
contenido y la recepción o a través de edictos que se ARTICULO 59. - Sin reglamentar.
publicarán por TRES (3) días en por lo menos TRES
334 ANEXO
La Fundación Azara, creada el 13 de noviembre del año 2000, es una institución no
gubernamental y sin fines de lucro dedicada a las ciencias naturales y antropológi-
cas. Tiene por misión contribuir al estudio y la conservación del patrimonio natural
y cultural del país, y también desarrolla actividades en otros países como Paraguay,
Bolivia, Chile, Brasil, Colombia, Cuba y España.
www.fundacionazara.org.ar
www.facebook.com/fundacionazara
Arqueología y Paleontología
de la Provincia de Catamarca
Con esta obra se pretende dar a conocer los alcances de las investigaciones arqueológicas y pa-
leontológicas en el ámbito de la provincia de Catamarca. Socializando el conocimiento científico
adquirido por más de cuarenta equipos de investigación que se encuentran distribuidos en todo el
territorio catamarqueño, en las regiones Puna, Este, Oeste y Valle Central.
Las investigaciones arqueológicas nos acercan a poder apreciar como los diferentes grupos huma-
nos utilizaron estos espacios naturales, pudiendo a partir de la evidencia concreta de los hallazgos
interpretar el uso social de los mismos. Nos brindan la posibilidad de dinamizar la visión de la
ocupación humana en nuestra provincia. Investigaciones como las llevadas a cabo en el Valle de
Hualfin poseen una trayectoria de investigación que ha marcado incluso a la arqueología argentina
en su conjunto.
Las investigaciones paleontológicas por su parte nos permiten conocer los cambios y sucesiones en
la flora y la fauna, el clima y la geografía de Catamarca a lo largo de millones de años.
Esta obra de transferencia de conocimiento, con esta actualización de las investigaciones en la
provincia, ha permitido que tengamos una mirada más holística de todo lo que tenemos para ser
estudiado en el ámbito arqueológico, antropológico y paleontológico.
www.fundacionazara.org.ar