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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL ECUADOR

FACULTAD DE INGENIERIA
ESCUELA DE SISTEMAS
Economía

Nombre: Mariano Navarrete Fecha: 09/09/2019

Dolarización y desdolarización: más elementos para el debate

Recordando a través de la historia, a finales de la década de los 90 Ecuador estaba


atravesando por una de sus peores –la más fuerte- crisis económica de su vida
republicana, dado que, el petróleo de los años 80 no se encontraba en buenos
términos monetarios y se necesitaba de alguna fuente de dinero que lo compense,
pero esto no se logró debido a que el país no contaba con suficiente inversión local y la
economía se encontraba estancada, con todas estas irregularidades el gobierno de
turno de ese entonces encabezado por Jamil Mahuad ante la presión de varios
sectores de la economía ecuatoriana especialmente por el lado bancario, no encontró
otra salida que dolarizar la economía ecuatoriana, siendo Ecuador el segundo país en
abandonar su moneda nacional (sucre) después de El Salvador.

Dolarizar la economía ecuatoriana significó grandes cambios en cuanto al Producto


Interno Bruto, PIB Per Cápita y aumentos en la inversión –como lo manifiesta el Dr.
Marco Naranjo en su artículo: “Costos del abandono de la dolarización en Ecuador”- lo
cual permitió generar plazas de empleo a la población y frenar con el fenómeno de la
emigración, de igual manera, volvió al país más atractivo en cuanto a la inversión
extranjera.

Según el Dr. Marco Naranjo, la dolarización es un nuevo sistema monetario y no un


modelo de crecimiento económico, el cual se aplicó en el Ecuador como la única
medida que lograría generar una estabilidad económica y posteriores posibilidades de
alcanzar crecimiento económico, mientras que para el Eco. Rafael Correa –actual
presidente constitucional- la dolarización es la profundización más extrema del
sistema de mercado, donde se reduce la moneda a un medio de cambio
exclusivamente, perdiéndose así su dimensión de instrumento coordinador
económico y social. Pero en algo coinciden estos dos destacados economistas, y es
que, una salida de la dolarización traería graves riesgos y costos al país, dado que los
agentes económicos tanto nacionales como internacionales ven al dólar como una
moneda fuerte de comercialización y el instaurar una nueva moneda (sucre
nuevamente) traería consigo la pérdida de credibilidad comercial para el Ecuador al
no tener una moneda “solvente” –por llamarla así-.
Rafael Correa en su artículo: “Dolarización y desdolarización: más elementos para el
debate” realiza un breve análisis a los artículos presentados por: Fander Falconí,
Alberto Acosta, Emilia Ferraro, Carlos Larrea, Carlos Parodi y Marco Naranjo, este
último acoge la crítica principal de Correa en cuanto a comparaciones entre las
ventajas y desventajas de la dolarización en la economía ecuatoriana.

Para el Eco. Rafael Correa, la dolarización se manifestó a favor de los banqueros


mediante la Ley de la AGD, para que estos no vieran pérdidas personales lo cual
afectaría al resto de la población, especialmente a la población media-baja que vería
sus ahorros en menos de la mitad al momento de ser retirados, pero de lo malo en
cierta manera vino lo bueno, ya que el país logró a través de la dolarización ampliar
sus horizontes de comercio, dado que el dólar estadounidense es considerado la
moneda más factible para “hacer negocios”, además, la población se acostumbró a
manejar su economía en dólares, lo cual al instaurar una nueva moneda provocaría
una fuga de capitales o volverían al “Colchón Bank” por miedo a ver su dinero perdido.

Para la desdolarización de la economía ecuatoriana sería necesario que se cumplan


requisitos básicos tales como: la liberalización financiera y sobre todo contar con un
Banco Central autónomo, técnico e independiente, de igual manera la desdolarización
debe ser impulsada por el mercado y revisar la regulación para promover el mayor
uso de la moneda nacional, además de resolver esos grandes desafíos se debe tener un
consenso tanto político y social, ya que no todos pueden estar de acuerdo en cambiar
de moneda, es una decisión macro no micro.

Por lo tanto, la salida de la dolarización como bien manifiesta el Eco. Rafael Correa en
su artículo; “debería realizarse de manera paulatina, e implicaría un largo período de
tiempo, dividido en forma general en tres etapas: una primera etapa de blindaje
financiero y externo, una segunda etapa de desdolarización y una tercera etapa de
corrección de precios relativos” para ello es necesario que los hacedores de política y
funcionarios del Banco Central tomen en consideración tanto los shocks positivos y
negativos que trajo consigo la dolarización, para que no se tomen malas decisiones
que lleven nuevamente a una crisis a la economía ecuatoriana.

Bibliografía:

Correa, Rafael, 2004, “Dolarización y desdolarización: más elementos para el debate.


Comentarios al dossier de Íconos 19”, en ICONOS No.20, Flacso-Ecuador, Quito,
pp. 84-89.

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