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Política económica
Política fiscal
Art. 293.- La formulación y la ejecución del Presupuesto General del Estado se sujetarán
al Plan Nacional de Desarrollo. Los presupuestos de los gobiernos autónomos
descentralizados y los de otras entidades públicas se ajustarán a los planes regionales,
provinciales, cantonales y parroquiales, respectivamente, en el marco del Plan Nacional
de Desarrollo, sin menoscabo de sus competencias y su autonomía.
Los ecuatorianos pensamos que vivimos en un orden económico capitalista. Esa noción
no sólo es imprecisa si no peligrosa, pues nos hace pensar que hay algún problema
intrínseco (raza, historia, tamaño del país) que nos impide desarrollarnos. La verdad es
que tenemos tres tipos de ámbitos funcionando:
1. Socialismo
2. Mercantilismo
3. Capitalismo
La parte socialista está constituida por áreas donde la propiedad de los “medios de
producción” es estatal o está socializada, para usar bien los términos. Ejemplo: el
subsuelo y los recursos energéticos, el ahorro para la vejez, el gas doméstico como
producto final (desde su producción hasta su precio).
La parte mercantilista está formada por áreas que si bien tienen participación privada,
es parcial, regulada, concesionada o es un monopolio privado. Ejemplo: El sector
financiero, la generación de electricidad pero sobre todo su distribución, la educación y
la salud, etc.
La parte capitalista o libre está dada por las áreas que por su novedad o complejidad
son difíciles de regular o entender en primer lugar para la “fatal arrogancia” del burócrata
o político. Ejemplo: restaurantería y hotelería, deportes de riesgo, computación y IT en
general, etc.
Donde la competencia es la regulación (de hecho es la única justa y que funciona desde
tiempos inmemoriables) y hay libertad de entrar a competir, tenemos variedad de
calidad/precio y productos para cada tipo de público. Mientras nuestro sistema
socializado (socialista) de ahorro para la vejez llamado IESS colapsa, nuestro sector
energético mercantilista nos somete a apagones cada año, los sectores libres nos dan
satisfacciones cada año con variedad y precios mejores. ¿Se ha preguntado por qué la
pizza familiar bajó de $16 a $9 desde que estamos dolarizados? ¿Por qué $800 cada
año le compran una mejor computadora? ¿Por qué la hotelería es cada vez más creativa
y la que ofrece lo estándar baja sus precios inevitablemente?
Hay un gravísimo problema con las “regulaciones” y los “organismos de control”. Nos
hacen creernos seguros y “delegar” la responsabilidad de informarnos sobre nuestro
banco, empresa, escuelas de nuestros hijos, etc, a una Superintendencia o Ministerio.
De ser eliminados, tendríamos un control 1) de los involucrados 2) aparecerían
productos como auditoras y publicaciones de cada área para hacer seguimiento de
calidad, resultados y responsabilidad 3) el prestigio sería la medida del rendimiento en
el tiempo de cualquier empresa, sin importar su área. Pero con regulaciones,
estandarizaciones y burocratización poco o nada pueden distinguirse en la práctica los
proveedores y ser recompensados o castigados con más clientes, alumnos, pacientes,
ahorristas, de la forma necesaria y exigente que lograría quiebras de los incapaces o
mediocres. (Carpio, 2018)
Aporte Personal:
Bibliografía